Vous êtes sur la page 1sur 16

Adiós a las Rabietas

Por. Roman Flores

ÍNDICE
Descripción [Páginas: 2 y 3]

¿ A qu é se deben las rabietas de un beb é ? [Páginas: 4 y 5]

Primeros pasos para tratar un berrinche [Páginas: 6 y 7]


Como comportarnos ante una rabieta [Páginas: 8, 9 y 10]

Consejos para padres primerizos [Páginas: 11, 12 y 13]

Como prevenir las rabietas infantiles [Páginas: 14, 15 y 16]

Trucos para frenar una rabieta [Páginas: 17, 18 y 19]

Descripción
¿Eres padre primerizo? ¿Quieres aprender a combatir las rabietas infantiles con
efectividad y no morir en el intento? Sea cual sea tu respuesta, la lectura de este
pequeño libro te ayudará a lo largo del crecimiento de tu pequeño bebé.
Criar a un hijo no es una tarea fácil, sobre todo si no tienes suficientes conocimientos
sobre los bebés y su forma de actuar en distintas situaciones. Pero tranquilo, que como
dice el dicho: “nadie nace sabiendo”.
Con esta pequeña guía aprenderás los principales motivos por los que una rabieta
infantil se origina en un recién nacido o que postura debemos de adoptar para dar los
primeros pasos en combatir un berrinche y no fracasar en el intento.
Ante todo no empieces a ponerte nervioso, la mayoría de todo esto es “habladuría”, ya
verás que con un poco de tu tiempo te convertirás en el mejor padre que tu hijo podrá
tener.
Si es tu primer hijo, no te preocupes, encontrarás un apartado hecho exclusivamente
para ti en el que podrás leer distintos tips con los que poder mejorar nuestra
experiencia con nuestro bebé, logrando una mayor efectividad a la hora de cubrir todas
sus necesidades básicas, aunque eso sí, deberás de poner empeño y dedicación.
También aprenderás a cómo prevenir y tratar una rabieta infantil, tips con los que
poder ganar la batalla a nuestro hijo e ir educándolo de forma correcta, pues como ya
sabéis, a un hijo hay que criarlo desde el primer día, de lo contrario este podría ser un
irresponsable cuando tenga conocimiento propio.
Si nos encontramos en mitad de la calle y nuestro hijo comienza a llorar, ¿qué debemos
de hacer? Lo principal en ese momento, es conseguir que se calme, para ello podrás
usar alguno de los trucos más eficaces que hemos preparado para ti, con los que frenar
una rabieta infantil se convertirá en una tarea sencilla al alcance de todo el mundo.
Por último solo quiero darte ánimos a lo largo de la crianza de tu bebé. Sea la persona
que sea que se encuentre leyendo ahora mismo estas líneas, estoy seguro que lo hará lo
mejor posible y que no tendrá ningún tipo de problema. Conoce a tu bebé sin ningún
tipo de límites, aprende a tratar con él y adelántate a cualquier tipo de situación que
pueda atraer efectos negativos en él.

¿A qué se deben las rabietas de un bebé?


Lo primero que hay que tener claro, antes de seguir avanzando en esta lectura, es que
los bebés “lloran por todo”, es decir, un recién nacido, al no poder hablar, la única
forma que tiene para expresarse y mostrar sus sentimientos es a través del llanto. Pero
en la actualidad, podemos conocer exactamente que tipo de llanto tiene nuestro bebé
para así poder conocer su estado de ánimo o saber si tiene hambre entre muchas otras
cosas más.
Criar a un bebé no es fácil, y es muy común que durante los primeros meses andemos
muy torpes en sus cuidados, pero, ¿quién nació sabiendo? La regla de oro en este caso
es probar, equivocarse y aprender. Con la práctica, y a medida de que vayamos
probando nuevas cosas a la hora de hacer que nuestro bebé se calme durante una
rabieta, iremos aprendiendo a interpretar todos y cada uno de sus llantos, sabiendo que
necesitan en cada momento. Es entonces cuando conseguiremos esa tranquilidad y
confianza extra en nosotros mismos que hará que te sientas mejor que nunca al cuidado
de tu bebé.
Profundizando ya en este tema, ¿a qué se debe una rabieta de un bebé? ¿Podemos
conocer con exactitud que le ocurre a nuestro hijo? A continuación vamos a detallaros
los diferentes motivos por los cuales un bebé llora incansablemente hasta que le
atendemos su necesidad.
La principal razón por la que los bebés tienen una rabieta es por el hambre, ante esta
necesidad alimenticia suelen estar inquietos, si le acaricias el rostro orientan su cara
hacia tus dedos o también está constantemente metiéndose las manos en la boca. Si
observamos que nuestro bebé hace alguno de estos movimientos, es señal de que tiene
hambre.
Todo el mundo sabe que los bebés hacen sus necesidades estén donde estén, sin
importar el lugar en el que se encuentren. Y oye, bien que hacen, ¡para algo están los
pañales! ¿No? Esto es algo fácil de detectar, inmediatamente se ponen a llorar, cuando
esto suceda solo tendremos que verificar si necesita un lavado y cambio de pañales.
Una vez hecho, nuestro bebé volverá a estar completamente limpio y seguirá calmado
como siempre.
Las horas de sueño de un bebé son “sagradas”. Esto es algo que no debemos de
alterar ni impedir que las cumplan. Cuando veamos que nuestro bebé lanza el primer
bostezo, rápidamente deberemos de acostarlo para que duerma plácidamente, de lo
contrario se pondrá irritado y cogerá un berrinche que nos costará bastante tiempo
tranquilizarlo. Asi que más vale prevenir, que curar.
Los primeros meses de vida de nuestro bebé, debemos de darle mucho cariño,
tenerlos cerca de nosotros constantemente para que vaya familiarizándose con nuestras
caras y voces. Muchas rabietas que tienen los recién nacidos se debe a la “falta de
cariño”. Se recomienda cogerlo en brazos siempre que podamos (no durante ratos
excesivos) y darle muchos mimos, esto es algo que solo haremos durante los primeros
meses después de su nacimiento. A medida que vaya creciendo iremos dándole menos
“mimos excesivos” para evitar que se malcríe.
La piel de un bebé es extremadamente sensible ante estímulos provocados por el frío y
la calor. Se recomienda tener a un bebé muy abrigado y calentito cuando estemos con él
en la calle e incluso en nuestra casa. Muy rara vez lloran por sufrir demasiada calor a
diferencia de cuando tienen frío, que arrancan a llorar enérgicamente y con mucha
fuerza.
Si nuestro bebé empieza a llorar justo cuando hemos terminado de darle de comer,
puede ser una clara señal de que necesita eructar. Como ya sabréis, cuando un recién
nacido ha comido, debe de eructar para que la comida no le siente mal. Gracias a esto
expulsan de su cuerpo todo el aire que han “tragado” por así decirlo mientras bebían
del biberón o lactaban de la teta de la madre. Hay bebés que necesitan eructar más o
menos después de una comida, todo depende de su organismo.
Esto serían las principales razones por las que se debe la rabieta de un bebé.
Siempre viene bien tener una base teórica de las principales causas que las provocan
para poder tratarlas o prevenirlas, pero como ya hemos dicho anteriormente, la práctica
es la mejor herramienta para aprender a cuidar a nuestro bebé de forma segura y eficaz.

Primeros pasos para tratar un berrinche


A menudo, todo aquel que tiene un hijo con apenas unos meses de vida, es muy común
que cuando van a cenar fuera a un restaurante con él o cuando simplemente te estás
tomando una cerveza con tus amigos en una tranquila terraza, el bebé comienza a llorar,
montando un espectáculo y convirtiéndonos en el centro de atención de todas las
personas que nos rodean.
Tratar una pataleta de nuestro bebé, en ocasiones puede ser algo extremadamente fácil y
sencillo de hacer, pero para ello tendremos que conocer antes a nuestro querido hijo,
entender a duras penas cuales pueden ser los motivos y lo más importante, nunca
chillarle ni ponernos nerviosos ante su mirada, ya que de lo contrario su berrinche se
volverá más inestable y nos resultará mucho más difícil hacer que se tranquilize.
Nuestra conducta es fundamental a la hora de tratar un berrinche de nuestro bebé,
como ya hemos dicho anteriormente, nunca debemos de perder la paciencia ante la
actitud de nuestro bebé, bajo ningún concepto. En todo momento debemos mostrarles
señas de cariño dándole besos, un pequeño abrazo o simplemente balanceándole en su
carrito.
El ambiente es algo que también debemos de tener controlado si nuestro bebé se pone a
llorar, os explico, si nos encontramos en un sitio con muchas más personas y hay un
jaleo enorme, hará que nuestro hijo se altere mucho más, llorando con más énfasis y
energía. Lo mejor en estos casos, sin duda alguna es alejarlo de todo ese jaleo que
puede alterar más aún su carácter y llevárnoslo a otro lugar más apartado donde él
pueda estar más tranquilo, de este modo conseguiremos que se calme con mayor
rapidez.
Los bebés, al no tener el conocimiento del habla aún incorporado a sus conocimientos,
el único medio que tiene para poder comunicarse con las personas que les rodea es el
llanto. Por ello debemos de aprender a tratar a nuestro hijo de diferentes maneras
analizando antes cuales pueden ser los motivos que les haya llevado a acabar con un
berrinche. De esta forma tendremos un mayor éxito a la hora de conseguir que se calme.
Es muy recomendable tener siempre a mano en el neceser de su carrito o en un bolso un
juguete o “cacharro” que le resulte familiar, también puede ser una comida que le
guste mucho o simplemente algo llamativo como puede ser un teléfono móvil. Muchos
os preguntaréis... ¿Y para qué esto?
Aunque pueda resultaros un poco duro de asimilar, con esto podremos realizarle lo que
se conoce como “chantaje emocional”. Si nuestro bebé se pone a llorar y queremos
distraer su atención para que se tranquilize, una de las formas más rápidas de
conseguirlo es dándole un juguete con el que pueda reirse, como por ejemplo un
sonajero. Esto es algo que funciona en la mayoría de los casos, aunque solo sea de
forma temporal, pero al menos podremos ganar tiempo hasta conseguir localizar su
problema (hambre, cambio de pañal, dolor y más).
Muchas madres tratan a sus hijos recién nacidos muy mal en público cuando tienen un
berrinche, ya que siente vergüenza por toda la gente que le está mirando en ese
momento. Ellas deben de comprender, que un bebé no piensa como nosotros, él en
ningún momento quiere dejarte en ridículo delante de otras personas, simplemente tiene
una necesidad que debemos de cubrirle para conseguir que su llanto cese.
De este modo una madre debe de tratar a su hijo de forma igual sin importar el sitio
en el que se encuentre, ya sea en la casa o en mitad de un centro comercial.
Los berrinches en los bebés son pasajeros, a medida de que vayan creciendo y a su vez
madurando, estos irán desapareciendo más y más hasta que un día nos demos cuenta de
que ya han terminado por extinguirse completamente.
Tras haber conseguido que nuestro bebé calme su berrinche, este necesitará muestras de
cariño y de seguridad, os recomendamos que los cojáis en brazos y le déis muchos
mimos, aunque no pueda aparentarlo tras el sofocón que haya podido llevarse, en su
interior estará feliz sabiendo que a su lado tiene unas personas que nunca le
abandonarán y que le están cuidando en todo momento, es decir, sus padres.

Como comportarnos ante una rabieta


Las rabietas infantiles provocadas en recién nacidos es algo que no vamos a poder
evitar en la mayoría de las ocasiones. Tenemos que tener muy claro, que un berrinche
no es nada perjudicial para nuestro bebé, es más, numerosos estudios han podido
demostrar que resultan beneficiosos, ya que a través de ellos los bebés liberan muchas
tensiones.
Anteriormente dijimos, que una rabieta es una reacción totalmente normal que se
produce ante una necesidad o frustración de nuestro hijo. Poniéndonos en la situación
de los padres, cuando esto sucede, tenemos que lograr entender a raíz de que ha surgido
y saciar esa necesidad lo más rápido posible, pero eso si, sin llegar a perder la
paciencia.
¿Cómo comportarnos ante una rabieta? Cuando estamos en casa y nuestro hijo
comienza a llorar, por muy tranquilos que podamos ser, puede ser muy fácil llegar a
perder los nervios, esto bajo ningún concepto puede suceder. Tenemos que adaptar una
postura cariñosa en la que simpatizemos con nuestro bebé, dándole toda clase de mimos
y acompañándole siempre hasta que este se tranquilize. Él, tiene que ver que siempre
estamos a su lado. Si cumplimos esto, el lazo padre-hijo se verá muy reforzado a la
larga, logrando una mejor relación entre ambos.
Ponerse en el lugar de nuestro hijo cuando este tenga un berrinche es la decisión
más acertada, de esta forma sabremos que él también lo está pasando mal, y que si está
llorando no es por gusto. Si perdemos la paciencia en este tipo de situaciones, la
rabieta se alargará durante más rato y el sofocón de nuestro hijo será mucho mayor, algo
que no quieres que pase, ¿verdad?
Las rabietas pueden llegar a convertirse en algo muy negativo para el futuro desarrollo
de nuestro bebé si no conseguimos tratarlas correctamente. Si nuestro hijo, a medida
que vaya madurando reconoce que a través de un berrinche él consigue todo lo que
quiere, esto puede convertirse en un arma de doble filo con la que los únicos afectados
seríamos nosotros y nuestro bienestar.
La movilidad que tengamos durante el berrinche de nuestro bebé es crucial para poder
terminar con su llanto con mayor rapidez. Vamos a explicar detalladamente esto a
continuación con un ejemplo práctico.
Nos encontramos en un restaurante donde el ambiente es muy tranquilo y apenas hay
movimiento. Nuestro hijo comienza a llorar muy enérgicamente y no conseguimos
tranquilizarle. Es entonces cuando tenemos que dar otro paso, que sería sostenerlo en
brazos y cambiar de entorno. Sacarlo a cualquier jardín donde haya niños jugando o
estructuras diferentes que no esté acostumbrado a verlas puede ser el método más
efectivo para desviar su atención y conseguir calmar su llanto. ¿Has probado esto
alguna vez?
Nosotros (los padres) también debemos de armarnos de valor para poder combatir
estas situaciones. Es muy regular que a veces se produzcan berrinches muy
escandalosos con los que podamos pasar vergüenza si nos encontramos en público,
algo que nadie quiere que suceda. Para ello, debes de conscienciarte de que las rabietas
serán pasajeras, y que a medida que vaya creciendo estás irán desapareciendo más y
más, hasta que nuestro hijo pueda razonar las cosas y darse cuenta él mismo de lo que
está bien y lo que no.
Mientras nuestro hijo esté sufriendo un berrinche, nuestra voz tiene que ser firme y
segura, que él pueda diferenciar que estamos por encima suya bajo cualquier situación.
Aunque creamos que nuestro bebé no nos entiende, estáis muy equivocados. Debemos
de hablarle diciéndole que lo que está haciendo no es bueno, que por favor pare ya que
no gana nada llorando. Tras un discurso (cada uno puede decirle las palabras que
quiera, siempre y cuando con empatía y cariño) debemos de dejar una breve pausa,
para que nuestro hijo pueda asimilarlas.
Si creemos que estamos a punto de perder los nervios y comenzar a pegar voces hacia
nuestro hijo, es recomendable que nos demos media vuelta y abandonemos el lugar
durante unos minutos hasta que nos tranquilizemos (sin perder de vista a nuestro bebé).
Así, al volver a la carga nos encontraremo con las pilas cargadas y las ideas muy claras
para combatir esta rabieta y conseguir ganar el pulso con nuestro hijo.
Ni cabe decir, que mientras estamos hablándole a nuestro hijo, no podemos pronunciar
ningún taco o palabrota, aunque él todavía no sepa hablar, esto solo puede traer
efectos negativos a la larga, algo que no queremos que ocurra.
¿Cuál es el objetivo de todo esto? La respuesta es muy sencilla. Enseñárles a nuestros
hijos que las cosas hay que pedirlas correctamente, sin necesidad de llegar a una
rabieta o berrinche con el que podamos alterarnos ambas partes. Pedir las cosas
correctamente es algo que hay que inculcarles a nuestros pequeños con el paso de los
años, no es algo que podamos hacer en uno o varios días.
Aquí os hemos dado varios tips para que los podáis adaptar a vuestro comportamiento
ante una rabieta infantil. Estos, llevados a la práctica podrán sacarnos de numerosos
berrinches ocasionados por nuestros hijos, aunque cada persona deberá de adaptarse a
un entorno y unas normas distintas.
También tenemos que destacar que cada bebé es totalmente distinto a otro (o al menos
durante los primeros años), en cuanto a forma de reaccionar ante estímulos y
necesidades se refiere, por eso, habrá métodos que puedan funcionar mejor o peor,
según las características de cada uno.
Por último, quiero cerrar este apartado recordando que siempre tenemos que tratar a
nuestro bebé desde el cariño y la empatía, poniéndonos en su lugar e intentando
entenderlos en todo momento, sin perder la calma ni la posición que tenemos como
padres.

Consejos para padres primerizos


Tener un hijo es una decisión que hay que meditar mucho antes con nuestra pareja y
analizar todo nuestro entorno, tanto económico como familiar. Nuestro hijo no queremos
que crezca en rodeado de unos padres que no se desean el uno al otro, ya que esto
puede traer efectos negativos en él y en su forma de ser.
Como dice el dicho “siempre hay una primera vez” y ¿quién nació siendo padre o
madre? Ser padre primerizo no es nada fácil, es muy común que nos sintamos cohibidos
y que la situación nos sobrepase por todos lados, pero tranquilidad, con estos consejos
que vamos a darte a continuación verás como con un poco de ayuda podrás desenvolver
tu papel como padre a la perfección sin importar que sea tu primer hijo.
Lo primero que tenemos que tener claro es que nuestros hábitos van a cambiar por
completo, es cierto que tener un bebé aportará mucha felicidad al núcleo familiar, pero
por otro lado, también debemos de conocer que esto atraerá unas responsabilidades y
unas necesidades que se traducirán en cansancio y fatiga de cara a los padres. Para
estos casos existe una regla de oro: priorizar las necesidades del bebé, organizarte y
pedir ayuda en caso de necesitarla.
Un error que suele cometer la mayoría de los padres primerizos, es leerse toda clase de
revistas y guías sobre bebés y seguirlos al pie de la letra, error. Es recomendable tener
un amplio conocimiento teórico sobre consejos, trucos o técnicas que nos ayuden a
criar a nuestro bebé, pero siempre haciéndolo de la forma que mejor se adapte a
nosotros, y no siguiendo los pasos de una revista cualquiera.
Si nos vamos al apartado de la vida sexual de la pareja, tenéis que saber que durante
las primeras semanas después del nacimiento de nuestro hijo esta se verá afectada, pero
se recomienda que se normalice en la medida de lo posible para que ninguno de los dos
se sienta apartado tras haber tenido un hijo.
Volviendo a lo anteriormente mencionado, existen padres que tras leer innumerables
revistas sobre bebés, se vuelven paranoicos. Evitar esto bajo todas las circunstancias,
si en algún momento creéis que le puede estar ocurriendo algo a nuestro hijo, usa el
sentido común y llévalo a su pediatra, no intentes jugar a los médicos con él ya que su
organismo es mucho más frágil que el nuestro.
Si nuestra economía está un poco ajustada o no tenemos dinero suficiente como para
despilfarrarlo en nuestro bebé debemos de priorizar y ahorrar el mayor dinero
posible. Hay que conscienciarse de que solo es necesario cubrir sus necesidades
principales, y que si no podemos comprarle todo tipo de juguetes con los que poder
distraerse no pasaría absolutamente nada. Siempre se puede pedir prestadas las cosas a
amigos o familiares que ya hayan sido padres.
Pasando al tema higiénico, algo que la mayoría de las personas dan por hecho pero que
me gustaría recalcarlo. Antes de manipular a nuestro bebé, recuerda siempre lavarte las
manos si vienes de la calle, de trabajar o de cualquier otro lugar. El sistema inmunitario
de nuestro recién nacido aún no es lo suficientemente resistente como el nuestro y es
muy débil ante todo tipo de infecciones.
Vamos a repasar por último algunos de los consejos más básicos que todo padre
primerizo debería de saber. En primer lugar está la forma correcta en la que hay que
coger a un bebé. Siempre, al tenerlo en brazos debemos de sujetar con firmeza su
cabeza (sin aplicar fuerza) y su cuello para evitar que este se doble.
Su diminuto cuerpo nos hace imposible que podamos jugar aún con él a juegos como el
“arre arre caballito” o cualquier otro que se os ocurra. ¿Os imagináis que puede
ocurrir si lo hiciéramos, verdad? Tened paciencia, ya que en unos pocos meses
podremos estar disfrutando como nunca de nuestro hijo.
Cuando vayamos a dar un paseo con nuestro bebé y lo portemos en una sillita hecha
exclusivamente para ellos, asegúrate las veces que hagan falta de que este se encuentra
correctamente sujetado y que no hay peligro de que pueda resbalarse o sufrir alguna
caída inesperada. Puede parecer una tontería, pero no sería el primero ni el último al
que esto le sucede.
Está claro que podríamos tirarnos horas y horas hablando sobre consejos para padres
primerizos, pero no es plan de que esto ocurra en estos momentos. Lo mejor es que
seas tú mismo, el tener un hijo es una experiencia nueva que tienen el privilegio de
disfrutar millones de personas cada año.
Nunca pierdas la compostura ante tu bebé, demuéstrale lo mucho que le quieres
dándole todo tipo de abrazos y mimos, conócele a fondo desde el primer momento e
intenta entenderle cuando este tenga una rabieta. Y si en algún momento te encuentras en
una situación que creas que te sobrepasa, no dudes en acudir a una persona
especializada que pueda tenderte una mano y ayudarte en tu problema.

Como prevenir las rabietas infantiles


Poder prevenir una rabieta infantil de nuestro hijo es algo que en ocasiones puede
resultarnos extremadamente fácil y sencillo de hacer. A algunos pueden parecerle una
tontería, pero siguiendo los consejos que vamos a darte a continuación te aseguramos
que tu pequeño hijo se ahorrará más de un berrinche.
Ante todo tenemos que evitar cualquier tipo de situación tensa o crítica que pueda
alterar el bienestar del bebé, a la mínima estos podrían enfadarse y comenzar a llorar
porque el entorno que le rodea no es el que más le apetece.
Levántate todos los días con una sonrisa de oreja a oreja y evita todo tipo de discusión
con tu pareja o familiar a toda costa. No vayas a los sitios con prisa y no te estreses en
situaciones que no lo requieran, unos padres alegres y bien organizados hacen que el
número de berrinches infantiles que pueda tener su bebé disminuyan.
Muchos padres cometen el grave error de gritarles a un recién nacido de apenas unos
meses de vida porque no logran calmarle, esto bajo ningún concepto lo hagáis. Es
recomendable que en el momento más crítico de la rabieta infantil, le demos un abrazo
y le hablemos con voz suave y cariñosa, nunca pegándole voces ni mucho menos
amenazar con pegarle, esa actitud podría traer efectos muy negativos en la forma de
comportarse de nuestro hijo.
Tener un hijo es una decisión que debemos de tener premeditada mucho antes de
concebirlo, por ello, una vez que ha nacido tendremos que disponer del tiempo
suficiente para pasar la mayor parte del día con él. ¿Qué queremos decir exactamente
con esto? Fácil, si nuestro hijo necesita atención, nosotros debemos de dársela, esto
hará que haya menos posibilidades de que llore o se enfade porque no estamos con él.
A muchas madres les ha pasado que durante ciertos momentos en los que el bebé se lo
está pasando en grande (durante el baño, cuando sale al parque a jugar y más) a la hora
de finalizar esa actividad nuestro hijo comienza a llorar enérgicamente, negándose a ir,
¿cierto? Ante esta situación, tendremos que recordarle 5 minutos antes de que estamos a
punto de marcharnos y a medida que vayan quedando menos minutos, ir repitiéndoselo.
Gracias a esto, irá asimilando que deberá de marcharse y no le cogerá por sorpresa.
Si nuestro hijo hace algo malo, como por ejemplo tirar un objeto al suelo, debemos de
decirle que es lo que está bien y lo que está mal. No nos sirve generalizar diciendo
“hay que portarse bien”, tenemos que ser más precisos y claros, e ir diciéndole frases
como “el lápiz no se tira al suelo” o “la goma de borrar no se come”, de esta forma
podrá entenderlo mucho mejor y nos evitaremos algún que otro disgusto.
Un niño necesita dormir un mayor número de horas que un adulto, si este se encuentra
constantemente cansado y débil formará un mayor número de berrinches que si se
encuentra en perfectas condiciones tras haber dormido las horas necesarias y su horario
alimenticio es el correcto. Para ello recomendamos organizar la vida de nuestro hijo
a través de un horario donde se fijen las actividades que debe de hacer y en que horas
y encargarnos de que este se cumpla.
Al igual que tenemos que reprocharle las cosas malas que nuestro hijo haga, también
debemos de felicitarle cuando hace algo bueno. Si se han portado bien durante alguna
actividad es nuestro deber darle un beso y decirle lo bien que lo ha hecho, algunos
niños con una simple felicitación pueden llegar a conscienciarse y no cometer más un
error que antes hacía muy a menudo.
Básicamente, ¿qué es lo que necesitamos para prevenir las rabietas infantiles? En
primer lugar tenemos que conocer a la perfección a nuestro hijo, algo que haremos con
el día a día y la convivencia. Una vez sepamos como reacciona ante distintas
situaciones y que carácter tiene, podremos dar el siguiente paso para combatir sus
rabietas.
¿Cómo haremos esto? Anticipándonos a los problemas. No dejes hasta última hora el
tener que cubrir una necesidad de nuestro hijo, si por ejemplo necesita un cambio de
pañales, cuanto antes lo hagas mejor para él y para nosotros, ya que de lo contrario
estaremos exponiéndonos a un berrinche provocado por su malestar al tener el pañal
manchado.
Resumiendo lo que hemos comentado en este apartado de como prevenir las rabietas
infantiles, nosotros (los padres) debemos de intentar siempre ponernos en el lugar de
nuestro hijo, pensar que le puede pasar y anticiparnos a esa situación.
Como nadie en este mundo es perfecto, en la mayoría de las ocasiones nuestro hijo
comenzará a llorar hayamos hecho todo esto o no, por ello tendremos que tratar su
berrinche con el mejor tacto que tengamos. Nunca pegándole voces ni levantando
nuestra voz, y lo más importante, mostrándole en todo momento nuestro cariño y
admiración, ya que la persona que tenemos delante no es otra que nuestro hijo.

Trucos para frenar una rabieta


Que un niño tenga una rabieta es algo normal con lo que tenemos que aprender a vivir,
sobre todo si se trata de nuestro hijo, ¿verdad? A lo largo de esta pequeña guía con la
que aprenderéis a prevenir y tratar un berrinche infantil tendréis una mayor facilidad a
la hora de manejarte en situaciones críticas en las que nuestro bebé se encuentre de por
medio.
Además de aprender a tratar una rabieta, en este último apartado vamos a daros una
serie de trucos con los que poder frenar un berrinche infantil de forma eficaz, y aunque
no te aseguramos que hagan 100% de efecto en nuestro hijo, si lograrán calmarlos
dentro de lo que cabe, dependiendo también del carácter que posea cada niño.
Todo el mundo conocerá el viejo truco del juguete, ¿no? Cuando nuestro bebé se
encuentre en mitad de una rabieta, ir rápidamente a por un objeto llamativo como puede
ser un sonajero y hacerlo sonar frente a él para captar su atención. Una vez que se
encuentre mirando fijamente el objeto debemos de ofrecérselo para que este pueda
distraerse y centrar toda su atención en él, olvidándose por completo que hasta hace
unos segundos se encontraba llorando enérgicamente.
Hablar con nuestro hijo es algo fundamental que debemos de hacer en todas las
ocasiones. Durante una rabieta infantil, es casi imposible poder dialogar con él, pero
una vez haya terminada esta, debemos de tener una pequeña charla en la que le
expliquemos que está bien y que está mal. Si en el próximo berrinche vemos que
nuestro hijo ha optado por dialogar con nosotros en vez de echarse a llorar, debemos de
felicitarle por ello y ofrecerle una pequeña recompensa que le haga feliz.
Un truco que nos evitará muchísimas rabietas es sin duda alguna no acudir después de
la guardería cuando nuestro bebé se encuentra cansado al supermercado con él. Sí, sí,
aunque pueda parecer un bulo, os aseguramos que el mayor número de rabietas
infantiles son ocasionadas en supermercados de todo el mundo, ¿y cuál es el principal
motivo de esto? Su cansancio y el bullicio del entorno que le rodea.
Si nos encontramos en el salón de nuestra casa cuando nuestro hijo comienza a llorar, te
recomendamos que lo cojas en brazos y tras auparle un par de veces, si este no se
calma dirigirnos a otro entorno con él. Ya sea salir a la terraza y empezar a señalarle
todo tipo de mobiliario urbano o entrar a su cuarto y ponernos a jugar con él hasta que
este se calme.
El truco de oro ante este tipo de situaciones reside en nosotros mismos y no es otro que
la paciencia. La duración de una pataleta infantil reside nada más y nada menos que en
nuestra paciencia. Nosotros, como adultos debemos de dar ejemplo y no podemos gritar
a la primera de cambio a nuestro hijo porque este se encuentre llorando. Tenemos que
calmarnos, analizar la situación e intentar frenar ese berrinche aplicando lo aprendido a
lo largo de todos estos textos.
Tener un oso de peluche grande puede “salvarnos la vida” en muchísimas ocasiones.
Este tipo de objetos dejan totalmente impresionados a los bebés haciendo que abran los
ojos más que nunca para apreciar lo que tienen enfrente suya. Si se encuentran llorando,
prueba a ponerle el oso de peluche al lado suya, ya verás como rápidamente desvía su
atención e intenta jugar con él.
Una vez que nuestro bebé ha superado la lactancia materna, ya podremos darle un
chupete con el que poder realizar en futuras ocasiones “chantaje emocional”, algo que
ya expliquemos anteriormente en otro apartado. Los bebés son seres humanos que
reaccionan con mayor facilidad ante estímulos visuales, ya que para ellos, todo es
relativamente nuevo.
El aseo diario de nuestro bebé puede calmarle hasta tal punto de que caiga rendido una
vez terminemos de bañarle. Las propiedades del agua caliente y la tranquilidad que se
respira en el momento del baño, hacen que nuestro hijo se vuelva más vulnerable ante
la caída del sueño.
Si nos vamos al apartado más tecnológico, existen muchas alternativas con las que
poder frenar el llanto de un niño. ¿Habéis oido alguna vez hablar sobre la música
blanca? Se trata de un conjunto de sonidos que se emiten en muchísimas frecuencias
distintas y que hacen que los recién nacidos se tranquilizen y dejen de llorar. También
sirve para conciliar el sueño en las personas más adultas, ¿te animas a probarlo?
Por último, si nos encontramos en casa, siempre podemos recurrir al truco más viejo y
popular a la hora de querer frenar la rabieta de nuestro hijo, los dibujos animados.
Enciende el televisor y pon unos dibujos animados llamativos en los que pueda
apreciar todo tipo de colores. El movimiento y el sonido que emiten pueden conseguir
hacer que se calme y que este deje de llorar.
Podríamos tirarnos días enteros hablando sobre los distintos trucos para frenar las
rabietas infantiles que existen, pero, ¿tendrías tiempo para leerlo? ¡No te olvides de
que tienes un bebé que cuidar!

Vous aimerez peut-être aussi