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Andrés Alencastre Gutiérrez

También conocido como Kilku Warak’a o Killku Warak'a fue un

conocido escritor peruano cuya producción fue principalmente en

quechua cuzqueño y español. Fue considerado por José María

Arguedas como el poeta quechua más importante del siglo XX.

Nacido en 1909, Alencastre Gutiérrez estudió en una escuela primaria

unidocente antes de ingresar al Colegio Nacional de Ciencias. Fue de

familia hacendada, por lo cual gozó de la educación universitaria en la

Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, donde se

graduó con la tesis “La alfabetización en el Perú”. En esos tiempos

redactó huaynos y una obra de teatro en quechua (Killkito) la cual fue

representada en comunidades quechua hablantes. Ganó por esas

fechas el premio de poesía quechua en Bolivia por su poema Illimani

ganó el primer premio de poesía quechua en Bolivia.

En 1952 publicó su famoso Taki parwa (flor de canciones) y en 1960

salió su Taki ruru (fruto de canciones), seguido de Yawar para (lluvia

de sangre) en 1972.
Ya retirado de su trabajo como docente, se trasladó a una casa de su

familia en Canas donde fue asesinado por unos campesinos, al igual

que en un pasado le sucedió a su padre.

Su poesía

Kilku Warak’a se destaca por ser uno de esos intelectuales

cusqueñistas que, a pesar de su condición de hacendados u otras

diferencias latentes con quienes pretendían defender, abogaban por

los derechos del indio, usando la exaltación de las características del

inkario para fomentar el movimiento indigenista y ganarles derechos.

Cuando en 1952 salió su Taki parwa (Canción en flor), un libro que

constaba con treinta poemas de tercetos, cuartetos, sextillas y

décimas; en esta obra se hizo presente ese estilo peculiar del autor,

dotada de códigos propios y no más con ese carácter colectivo que el

mundo quechua había impreso en su literatura. Los poemas eran

líricos y épicos, contenían prosopografías de animales propios de la

mitología andina; pero también contaba con la presencia de apus

divinos y un constante retorno al tema del amor y lo importante que es

honrarlo bien.
La aparición de Yawar para (lluvia de sangre) en 1972 nos trae un

Kilku Warak’a más profundo que, si bien conserva ese aire mítico de

su primer poemario, en este libro libera todo su pesimismo y dota a su

poesía de un sentido trágico. Hay una suerte de preocupación por la

muerte que incluso trae la imagen del padre muerto que aún lo

atormentaba.

Este es un extracto de Taki parwa, se trata del primer y más famoso

poema de la obra.

Puma

Tiznado gato, crío de la niebla

Airada fiera, garra de piedra

Deambulas por los cerros

Cabizbajo por la nieve

Acechando con furor

Barres la niebla
Laceando con tu rabo

Lías montañas

Espinos filudos tus bigotes

Al sol deslumbran, relucientes

Candente brasa tu lengua

Se relame por sangre

Grácil felino de los dioses

Venerado crío

Deambulas hambriento

Rastreando una presa?

Ven y prueba

Mi desgarrado corazón

Reposa en mi pecho
Aplasta mis penas

Con tus garras

(que rasguñan piedras)

Trenza mis nervios

Y adorméceme pronto

Para no padecer pesares.

Conclusiones

Ya en 1955, José María Arguedas alabó a este autor, con motivo de

su lectura del Taki parwa, con las siguientes palabras: “Este poemario

puede ser considerado como la contribución más importante a la

literatura quechua desde el siglo XVIII. Es comparable con el Ollantay

en cuanto al dominio del autor sobre el idioma. Creíamos que tal

dominio era ya inalcanzable para el hombre actual del habla quechua.”

Kilku Warak’a es un autor destacable que dio un enfoque propio a lo

quechua y abogó por el movimiento indigenista por medio de su arte.


Es notable que su poesía pasara la barrera nacional y llegara a ser de

interés internacional al punto de que el autor fue invitado a TV Moscú

en 1968 y participó como expositor en el Congreso Internacional de

Lingüística en Bucarest. Sin duda, se trata de uno de los más grandes

poetas Peruanos del siglo XX.

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