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Cohesión Social y Recuperación de Barrios:

Una mirada desde los Consejeros Vecinales de Desarrollo


del Programa de Recuperación de Barrios de la Región Metropolitana

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“¿Qué democracia sería esa que nos permitiera dar
nuestra opinión en los asuntos nacionales, pero que
prescindiera de cada uno de nosotros a la hora de
configurar las circunstancias de nuestra vida más
cotidiana, esa que justamente se desenvuelve al
amparo del barrio que habitamos?”

Carlos Peña. Discurso inaugural de Diálogos de


Barrios, enero 2009, Universidad Diego Portales.

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Cohesión Social y Recuperación de Barrios:
Una mirada desde los Consejeros Vecinales de Desarrollo
del Programa de Recuperación de Barrios de la Región Metropolitana

núcleo
académico de
cohesión social

El presente documento ha sido elaborado por Nelson Morales y Claudia Bustos, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y por Magali
Catalán, Victoria Uranga, Vicente Espinoza, Cristina Hube, Rodrigo Montero y Miguel Vargas del Núcleo de Cohesión Social de la
Universidad Diego Portales.

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Indice

Presentación

Introducción p. 6

Marco referencial p. 8

Reposición de un viejo tema: la cohesión social


La cohesión social desde distintas perspectivas
Cohesión social y barrios
Recuperación de espacios públicos y ciudadanía

Condiciones de producción de resultados p. 11

Resultados p. 12

Calidad de la convivencia social


Calidad de la convivencia política

Conclusiones p. 28

Bibliografía p. 29

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I.Presentación

A partir del año 2006 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se comprometió a iniciar un proceso de
recuperación de 200 barrios en el país. Esta recuperación se ha iniciado y hoy en cada uno de estos
barrios, se encuentran comunidades que diseñan y deciden, en conjunto a los gobiernos locales y
regionales, asumiendo la condición de protagonistas de sus ciudades y barrios.

En cada una de las historias de trabajo en los barrios, se encuentra una historia de transformación,
una historia que se ha venido construyendo a través del reencuentro de los vecinos con su historia,
su identidad, con ellos mismos. Pero también, en donde el Estado ha introducido nuevas e
innovadoras formas de trabajo con los ciudadanos en la construcción de las ciudades.

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través del Programa de Recuperación de Barrios, ha


desarrollado en el país un enorme esfuerzo de innovación en materia de gestión de las políticas
públicas, con una invitación abierta a construir la ciudad desde los barrios y desde los ciudadanos.
Ello apunta a un nuevo urbanismo, un urbanismo ciudadano donde la recuperación física de los
barrios está íntimamente ligada a las condiciones del desarrollo social, comunitario e institucional
del territorio.

Para fortalecer el trabajo que se está desarrollando en esta línea, el Programa de Recuperación de
Barrios presenta “Cuadernos de Barrio” un espacio de difusión y reflexión, cuya finalidad es poner
a disposición de la comunidad diversos aportes, tanto académicos como de gestión, que amplíen
la discusión acerca de la recuperación de barrios. Son muchos los temas que serán abordados y
que concentran el debate que ha generado el Programa. Temas como las condiciones sociales y
las características morfológicas de los barrios, las particularidades que debe tener la metodología
de trabajo, o las implicancias futuras de sostener un proceso de recuperación, son algunas de las
cuestiones que abordaremos a través de los distintos números de “Cuadernos de Barrio”.

En este número se presentan los resultados de la adaptación realizada a la Encuesta EcoSocial, en


conjunto con la Universidad Diego Portales, aplicada en el mes de enero 2009, en el marco de los
“Diálogos de Barrio de la Región Metropolitana”. Aquí se analizan las opiniones y evaluaciones de
consejeros vecinales de desarrollo, acerca de su percepción de la cohesión social, y también acerca
de sus relaciones vecinales y proyecciones a partir del trabajo con el Programa.

Finalmente, agradecer a quienes han contribuido a la publicación de este segundo número de


“Cuadernos de Barrio”, en particular, a la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ), a la Secretaría
Regional Ministerial Metropolitana de Vivienda y Urbanismo, y al Núcleo de Cohesión Social de la
Universidad Diego Portales por su trabajo y colaboración.

Diciembre 2009
Programa de Recuperación de Barrios
Ministerio de Vivienda y Urbanismo

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II. Introducción
Programa de recuperación de barrios

El nuevo milenio se inicia con evidentes y profundos cambios de establecer una nueva relación Estado/Ciudadanía.
sociales y culturales, en medio de transformaciones sin
precedentes en ámbitos como la economía, ciencia, tecnología
Este Programa tiene como objetivo principal la construcción de
e información, haciendo evidente la paradójica coexistencia de
una propuesta de desarrollo integral, de carácter urbano, para
grandes avances y la mantención de situaciones de pobreza,
200 barrios del país, lo que plantea el desafío de ser construida de
precarización cultural y marginalización.
manera inclusiva por todos los actores que conforman el sistema
social del barrio, sus vecinos, el municipio y el gobierno.
Estas transformaciones tienen en el espacio urbano y la ciudad
su principal escenario de manifestación. Son las ciudades las
Desde 2006 hemos venido desarrollando una nueva forma
primeras en recibir y originar estos cambios, y ser el ambiente de
de trabajo en el Ministerio, llegando día a día a los territorios y
expresión de contrastes socioterritoriales. Las grandes metrópolis
trabajando de la mano con las comunidades. Esto ha significado
del mundo muestran una realidad cada vez más opuesta:
iniciar una nueva etapa de construcción de ciudad desde los
aparecen zonas ultramodernas y lujosas, mientras persisten y se
barrios, con nuevos tiempos, nuevas demandas y grandes
amplían los cinturones de miseria. Una imagen de coexistencia de
desafíos. En este marco, el Programa de Recuperación de Barrios,
guetos de ricos y pobres, con tendencias crecientes en materia de
ha constituido la principal intervención que caracteriza este
segregación socio-espacial.
profundo cambio de enfoque, que fija un cambio de paradigma
de la política sectorial que transita desde la preocupación
Nuestra región de América Latina, constituye la zona del
central del déficit a la ocupación por las condiciones urbanas
mundo con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza
de barrio y ciudad. En este proceso, han sido variados los
y mayor urbanización de la pobreza. Esto supone una debilidad
retos de la intervención, en especial, el reconocimiento de
de la capacidad de inclusión social, y también una presencia
la heterogeneidad de la realidad barrial y la necesidad de la
sustantiva de importantes segmentos de población en
integralidad en la producción de la respuesta institucional.
situación de exclusión social y territorial. La ciudad, entonces,
se transforma en una tensión divergente, por un lado representa
Sin duda, la implementación del Programa ha estado llena de
el entorno privilegiado de inclusión social y por otro, representa
desafíos:
el desengaño de estar fuera de los beneficios, y de la sensación
de formar parte de una ciudad y del ejercicio de una ciudadanía
- La complejidad de algunos barrios ha exigido profundos
plena.
análisis diagnósticos y mayor intersectorialidad para abordar las
propuestas de recuperación.
Durante los últimos años, en Chile hemos avanzado
enormemente en la solución de los déficit de servicios básicos
- Los tiempos propios de la comunidad han ido permeando los
y en aquellos indicadores vinculados a la pobreza dura, a la
tiempos institucionales y han demandado una mayor flexibilidad
marginalidad asociada a lo material. Sin embargo, hoy aparecen
a los tiempos programáticos.
con mayor fuerza otros temas como la exclusión/inclusión,
integración y cohesión social, que apelan a resolver problemas
- La cultura asistencialista arraigada en muchos casos, ha
vinculados a la fragmentación de las relaciones vecinales, la falta
dificultado la movilización de los vecinos y su motivación inicial
de confianza entre los habitantes de la ciudad, la percepción de
para embarcarse en procesos más sustantivos de participación
inseguridad, la incapacidad de las instituciones para responder a
que el de solo elegir entre alternativas propuestas “desde arriba”.
las múltiples demandas, etc.
- La desconfianza hacia la institucionalidad pública con la que
En este contexto el Programa de Recuperación de Barrios, uno nos encontramos y la acumulación de “promesas incumplidas”,
de los compromisos fundamentales del Programa de Gobierno ha requerido de un trabajo motivacional diario y con presencia
en el período 2006-2010, implementado por el Ministerio de permanente de equipos en terreno.
Vivienda y Urbanismo, ha venido trabajando en la búsqueda y
construcción de miradas más complejas y participativas acerca
de la ciudad. Ello, con el desafío de recuperar como centro del
debate y reflexión la discusión sobre lo público y lo compartido, y

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Los conflictos entre los propios vecinos, el desgaste Hoy, los cerca de 200 Consejos Vecinales de Desarrollo que se
de los liderazgos locales históricos, la falta de una real han conformado en el marco del Programa en todo el país, nos
representatividad y el deterioro de identidades barriales, ha han abierto la mirada hacia un nuevo estilo de gestión pública,
significado un gran desafío para lograr involucrar a los distintos permitiendo revalorar el espacio barrial como un espacio de
sujetos sociales del barrio en espacios de deliberación y participación y ejercicio ciudadano. En la toma de decisiones
consenso, e ir transitando desde una mirada individual de “mi sobre el barrio y en la concreción compartida de sus cambios,
vivienda”, a un proyecto colectivo de barrio. hemos ido avanzando hacia una mejor ciudad “barrio a barrio”,
lo que apela además a una nueva forma de hacer ciudad, a un
Con estos desafíos, hemos ido avanzado en la construcción urbanismo ciudadano cuyos ejes son la recuperación física de
participativa y colaborativa de las propuestas de desarrollo los barrios, pero fundamentalmente el fortalecimiento social,
urbano integral en los 200 barrios del país que forman parte del de la convivencia, el altruismo y las virtudes cívicas de cada
Programa, y este trabajo es reconocido por haber constituido vecino y vecina.
una manera de “hacer las cosas distintas”, generando nuevas
condiciones para la confianza a través de diversos espacios de
diálogo y acuerdo.

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III. Marco referencial

1. Reposición de un viejo tema: la cohesión social


A partir de 2004, la cohesión social se convierte en un
La preocupación por la situación de la cohesión social elemento estratégico en la relación de la Unión Europea con
constituye un motivo de debate social presente desde larga América Latina y el Caribe. La Cumbre de Jefes de Estado y
data, y su estudio remite a viejas discusiones disciplinarias de Gobierno celebrada en la ciudad de Guadalajara, México
en la sociología, la ciencia política, la economía y el derecho. (2004), subrayó en su declaración final la “determinación de
El debate sobre la cohesión social se inicia desde la sociología construir sociedades más justas a través del fortalecimiento de
con el filósofo francés Émile Durkheim a fines del siglo XIX, la cohesión social”, destacando la responsabilidad y voluntad
en un contexto en que la división del trabajo introducía el de los Gobiernos para dirigir procesos y reformas orientadas
fenómeno de la complejización de las sociedades. Entonces a aumentar la cohesión.
se preguntaba de qué forma podría seguir la sociedad unida
y no caer en la anarquía cuando se implanta un nuevo orden. En este marco, la iniciativa respecto de América Latina es
En particular, le preocupaba quién reemplazaría la función de el proyecto “Nueva Agenda de Cohesión Social en América
unidad moral que había desempeñado la religión en el antiguo Latina” destinado a plantear orientaciones e iniciativas para
orden. Esta discusión ha permanecido por más de un siglo. fomentar la cohesión social en la región, que desarrollan en
conjunto la Comisión Europea, PNUD-Chile, con CIEPLAN,
Pero también esta preocupación, encuentra una importante responsable de su dirección ejecutiva y técnica.
fuente de interrogación y conocimiento desde el Urbanismo.
La literatura aporta significativos debates acerca de la ciudad Una de las actividades de esta iniciativa es, generar
y su rol e impacto sobre las posibilidades de la cohesión social, conocimiento sobre los fundamentos de la cohesión en
ya sea como soporte o centro de oportunidades de inclusión América Latina, mediante la aplicación de la Encuesta
social. Son numerosas las investigaciones, que en la región EcoSocial en un conjunto de países de la región. El objetivo es
abordan los desafíos de la ciudad actual, problemas como la levantar información en aspectos como movilidad, exclusión,
segregación o fragmentación social en la ciudad, y los efectos segregación, expectativas, confianza social, confianza en las
diferenciales de la presencia de enclaves de marginalización, instituciones y otras variables relacionadas.
ocupan el debate de urbanistas y planificadores.

Desde la ciencia política la preocupación por la legitimidad del En este contexto la “Encuesta de Cohesión Social” que se
orden político jurídico también se vincula con la preocupación aplicó a dirigentes sociales del Programa Quiero Mi Barrio,
por la cohesión social. del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, es tributaria de
este trabajo. Con el debido acuerdo con CIEPLAN, el Núcleo
En América Latina, la cuestión de la cohesión social ocupó un Académico de Cohesión Social de la Universidad Diego
lugar central gran parte del siglo XX, particularmente asociada Portales se propuso profundizar en el conocimiento sobre
al proceso de activación comunitaria y la mayor conflictividad los fundamentos de la cohesión social chilena, mediante la
social. A partir de los 70´ con la hegemonía del modelo aplicación de la encuesta EcoSocial a distintos actores sociales.
social, basado en el mercado y el rol subsidiario del Estado, En este caso, por el contexto de aplicación se optó por una
la cohesión social se entendió como el resultado automático forma abreviada de la encuesta.
de la operación de estas instituciones, y por tanto, cohesión
social perdió presencia en el debate. El desarrollo del debate y la investigación vinculada al
concepto de cohesión social, aparece como uno de los grandes
La reposición del concepto, y particularmente la preocupación desafíos institucionales y de la sociedad. En este sentido, el
por los procesos de exclusión social que vivían las sociedades valor político del concepto, su capacidad evocativa y normativa
avanzadas, vino de la mano del nacimiento de la Unión en torno al vínculo social, la equidad y la ciudadanía han sido
Europea en el año 1992, al incorporar en el Tratado de los ejes que han comprometido al Ministerio de Vivienda y
Maastricht un protocolo de cohesión económica y social con el Urbanismo y a la Universidad Diego Portales a sumarse al
fin de promover un progreso económico y social equilibrado.. trabajo en este campo.
La preocupación por las disparidades entre sus miembros,
orienta a la Unión Europea a proponer la cohesión social como
un eje de una “economía solidaria”, sustentada en un modelo
social de titularidad de derechos que asegure el bienestar
de todos sus miembros.

9
III. Marco referencial
2. La cohesión social desde distintas perspectivas
En el debate actual, las preguntas acerca de qué es lo que
mantiene unida a la sociedad, o qué elementos contribuyen
o actúan como “cemento” para sostener a las comunidades,
capturan la atención de la ciudadanía, las instituciones y las
sociedades. En este marco es posible reconocer a lo menos, tres
perspectivas:

Perspectiva norteamericana:
La cohesión social reposa naturalmente en la sociedad civil,
el mercado y las asociaciones, aquí el “cemento” de la unión
social es la confianza entre extraños. Inspirado en las teorías de
cooperación y del capital social, que enfatizan una disposición
natural de las personas a confiar, asociarse y cooperar con
extraños (fuera del círculo familiar). El concepto de cohesión
social se identifica entonces con la capacidad de una sociedad
para generar redes de cooperación efectivas entre extraños y
para comprometer el interés y el respeto público en las acciones
individuales más la capacidad de sancionar al que obtiene
ventajas indebidas de la fuerza social.
Desde esta perspectiva, la amenaza a la cohesión social, es la Perspectiva latinoamericana:
violencia social y la criminalidad. En este marco, el temor es la
principal fuente de destrucción de la confianza y la disposición a La cohesión se anida en la cultura. Los resultados de la aplicación
la colaboración. Lo opuesto a cohesión social es desorganización de la Encuesta EcoSocial 2007 mostró que la cohesión social en
y anomia. América Latina, no descansa sobre una base cívica y asociativa;
ni tampoco sobre las capacidades de las instituciones de
asegurar equidad. (Valenzuela, 2008).
Perspectiva europea:
La desorganización social, el temor, la escasa confianza
La cohesión social es un logro de la sociedad para producir una
interpersonal y los bajos niveles de participación en asociaciones
distribución equitativa del poder, bienestar y prestigio social.
debilitan el soporte cívico de la sociedad. Por otra parte,
Aquí el “cemento” de la unión social es la equidad. Inspirado en
los sentimientos de alienación y la precaria confianza en las
la cultura de derechos sociales, el concepto de cohesión social
entidades del Estado, a lo que se suman modestas tasas de
es equivalente al de integración social mediante el acceso
lealtad democrática y una cierta legitimación de la violencia,
garantizado legalmente a diferentes funciones y recursos
debilitan el sustento institucional de la cohesión social.
sociales que provee el Estado. La cohesión se crea políticamente
mediante la sanción legal de derechos que el Estado tiene la
A partir de este diagnóstico, Valenzuela concluye que el
obligación de asegurar, independientemente de cualquier
fundamento de la cohesión social en Latinoamérica, encuentra
vínculo natural o tradicional. La amenaza a la cohesión viene
su sustento en el plano de la cultura, específicamente en
dada por la polarización económica y/o social.
Cuando la guerra fría se acabó, las rivalidades económicas las relaciones de reciprocidad, en la lealtad a la nación, en las
se hicieron importantes. Como ya no existía la necesidad optimistas expectativas de movilidad social ascendente y en
de asociarse y colaborar frente a la amenaza de la URSS, los una marcada predisposición a legitimar la desigualdad social.
norteamericanos, europeos occidentales y japoneses, iniciaron Elementos como la comunidad, la religión, los lazos familiares
una serie de disputas en torno a las reglas comerciales, y su y el populismo ocupan un lugar más central que el Estado, el
meta fue convertirse en líderes, desde sectores considerados mercado o la sociedad civil, en la construcción de la cohesión
estratégicos como el aeroespacial hasta las series de televisión. social latinoamericana, situación que se verifica en Chile.
Es así como se da inicio a la geoeconomía, donde el interés radica
en conquistar o mantener un papel protagónico en la economía
mundial. Cobra mayor importancia, por ejemplo, quien será el
desarrollador de la próxima generación de aviones, ordenadores,
productos biotecnológicos, servicios financieros, entre otros
(Luttwak, 1998). La competitividad subordina la cooperación en
el mundo desarrollado de hoy.

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III. Marco referencial
3. Cohesión social y barrios 4. Recuperación de espacios públicos y
ciudadanía
Hasta hace poco tiempo, la ciudad era sólo un escenario para el
conflicto social, hoy se postula que lo urbano es el factor crítico Las ciudades y sus barrios proyectan la sociabilidad
para entender la cohesión social y su quiebre. La relevancia de humana, por ello, como dice Peña (2009) la experiencia de
lo urbano no se da solamente porque vivamos en ciudades, vida cotidiana y democracia encuentra en ellos estrechos
sino porque a través del urbanismo se ha intentado resolver la vínculos. “Si la democracia es el esfuerzo de las comunidades
conflictividad social. humanas por autogobernarse, es decir, si la democracia es
el intento de que los seres humanos tengan el control de
En el análisis del caso francés, Donzelot (cit, en Tironi 2008) sus propias vidas, entonces es fácil advertir que sin un barrio
concluye que la crisis de cohesión social tiene su origen en los participativo, en el que sus miembros y sus vecinos contribuyan
inmensos complejos de vivienda social construidos a mediados mediante el diálogo a adoptar las decisiones que les afectan
del siglo pasado para ordenar la vida colectiva en la periferia cotidianamente, no hay una democracia a la altura de sus
y mitigar el descontento de clase y, finalmente, reconstruir el propias aspiraciones”.
capital social erosionado por un crecimiento industrial que
exacerbó las diferencias sociales. Para que esta sociabilidad democrática se exprese se necesitan
espacios públicos. El espacio público consiste en los bienes
Para Rubén Kaztman (2005) “la segregación residencial refiere colectivos que la gente tiene en común. Este es un campo
al proceso por el cual la población de las ciudades se va donde los actores sociales coordinan sus esfuerzos para
localizando en espacios de composición social homogénea”. fortalecer su capacidad de incidir en la formación de lo político,
Esta dinámica de distribución espacial de la población, esto es, la preocupación compartida por los temas públicos.
particularmente de la población en situación de pobreza,
marcada por criterios de eficiencia económica constituye hoy Así, el espacio público es espacio político, en tanto, es el lugar
una realidad de la ciudad latinoamericana que se encuentra de encuentro e intercambio entre el mercado, la comunidad,
plenamente institucionalizada y legitimada, y que cuestiona la sociedad civil organizada, la familia y la institucionalidad
el estado de la integración social en nuestras ciudades y pública. Es en este sentido, que el Programa de Recuperación
sociedades. Se trata como decía Bourdieu en la “Miseria del de Barrios constituye una oportunidad no sólo de introducir
Mundo” (2006), de afirmar las distancias sociales a través de las mejoras en las condiciones físicas del entorno de la vivienda,
distancias espaciales. sino que plantea la encrucijada de seguir adelante con un
habitar individualizado y reactivo ante el espacio público o
Frente a esta realidad, la amenaza urbana para la cohesión recuperar la condición socializadora e integradora del espacio
social es la polarización social, que se expresa en una público, como lugar de encuentro y ejercicio de la ciudadanía.
ciudad compuesta por barrios internamente homogéneos
y heterogéneos entre sí. La segregación residencial, con su
correlato en segregación laboral y segmentación educativa,
se conjugan para restringir las interacciones sociales entre los
mismos y el tránsito entre redes sociales acotadas al entorno
próximo, profundizando la exclusión social. En este escenario,
el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a la “sociedad”
se ve dificultado.

Como lo señala Kaztman la concentración de hogares que


enfrentan muchas carencias y la fragilidad del empleo, tienden
a limitar la formación de redes de reciprocidad y la creación
y mantenimiento de instituciones barriales; todo lo cual va
en detrimento del tejido social comunitario. La importancia
de la trama social del vecindario, radica en ser la fuente de
sociabilidad, formación de identidad y sentido de pertenencia
más próximo a los espacios privados de la gente.

11
IV. Condiciones de producción
de los resultados
1. Instrumento
En enero de 2009 se realizó el evento “Diálogos de Barrio”, cuyo En acuerdo con CIEPLAN, se tomó como base a la Encuesta
objetivo era producir un espacio de reflexión, capacitación e EcoSocial con el propósito de tener parámetros de comparación
intercambio, entre dirigentes vecinales y sociales, representantes a nivel nacional. Dado que la aplicación debía ser en un tiempo
de los Consejos Vecinales de Desarrollo, de los barrios de acotado en el programa del evento, se construyó un cuestionario
la Región Metropolitana en los que actúa el Programa con sólo algunas dimensiones de las evaluadas por la EcoSocial
Recuperación de Barrios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. y se agregaron preguntas referidas al barrio y a la organización
comunitaria y al Programa.
Los Consejos Vecinales de Desarrollo son una instancia
organizativa plural, conformada en el marco de actuación 2. Muestra
del Programa Recuperación de Barrios. La constituyen
organizaciones sociales existentes en el barrio, líderes naturales La muestra estuvo compuesta por 300 Consejeros Vecinales, de
formales e informales, representantes territoriales de sectores, aproximadamente 60 barrios de la Región Metropolitana, de los
manzanas o pasajes, así como representantes de instituciones cuales el 73% son mujeres y el 27% son hombres. Para efectos
que forman parte de la red de servicios del barrio como colegios, del análisis las edades se distribuyeron en tres grupos: menores
carabineros, jardines infantiles, entre otros. de 30 años (10%), entre 30 y 49 años (42 %), y de 50 y más años
(49%). En el cuadro siguiente se expresa el detalle de la muestra.
Diálogos de Barrios representó tanto para el Núcleo de Cohesión
Social como para el Programa Quiero Mi Barrio una valiosa
oportunidad para aproximarse a las percepciones sobre cohesión
social de cientos de dirigentes en forma simultánea.

MUJER HOMBRE TOTAL


29 y menos 18 11 29
30-39 25 16 41
40-49 68 16 84
50-59 66 10 76
60 y más 43 27 70
Total 220 80 300

Cabe mencionar que esta distribución etárea y por sexo de la muestra, sigue la misma tendencia de la conformación de los Consejos Vecinales
de Desarrollo, a nivel metropolitano y del país. En donde un 68% de sus miembros corresponden a mujeres y el 32% a hombres, con un
promedio de edad de 48 años.

3. Fecha de aplicación
14 de enero 2009

4. Modalidad de administración del instrumento:


Colectiva y auto administrada con facilitaciones a cargo de un equipo de estudiantes de la Universidad Diego Portales.

5. Análisis
Los resultados que a continuación se presentan corresponden a las siguientes dimensiones:
Calidad de la convivencia social
a. Confianza social Calidad de la convivencia política
b. Participación comunitaria a. Lealtad democrática
c. Calidad del barrio b. Legitimación de la desigualdad
d. Responsabilidad por el desarrollo de los barrios c. Confianza en las instituciones
e. Integración Social d. Integración institucional
f felicidad
Estos resultados sólo son válidos para el grupo de dirigentes de los Consejos Vecinales de Desarrollo que respondieron la encuesta.

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V. Resultados

1. Acerca de la calidad de la convivencia social


a. Confianza social
La medición de confianza social contempla dos indicadores,
expresados en las frases “se puede confiar en la mayoría de
las personas o hay que tener cuidado con ellas” y “la mayoría
de la gente actúa correctamente con uno o la mayoría trata
de aprovecharse”. Las respuestas muestran confianza social.
Las respuestas de los consejeros dan cuenta de un estado de
confianza social.

35,0 %
70,0 %
31,6% 63,6%
30,0 % 60,0 %
27,0%
25,0 % 50,0%
50,0 % 46,5%
42,9% 43,4%
21,1% 40,5%
20,0 % 40,0 %
17,0% 17,3%
15,0 % 14,3%
30,0 %

10,0 % 20,0 %

5,0 % 10,0 %

0,0 % 0,0 %
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años años años años

¿Ud. diría que se pueda confiar en la mayoría de las personas o hay que ¿Ud. diría que la gente actúa correctamente con uno o trata de aprovecharse?
tener cuidado con ellas? Porcentaje que indica que se puede confiar en la Porcentaje que dice “la gente actúa correctamente con uno”.
mayoría de las personas.

Entre los consejeros vecinales encuestados los niveles de Las diferencias con respecto a los otros grupos son menos
confianza duplican a los que se encuentran en la población marcadas que en la primera pregunta. Se aprecia también el
en general, lo cual se asocia con mayor disposición a la contraste antes anotado con respecto de la población general en
cooperación y las posibilidades de realizar trabajo en conjunto la encuesta EcoSocial en el sentido que los niveles de confianza
con contrapartes no conocidas. Los niveles de confianza son más entre los jóvenes dirigentes son menores que entre los adultos. El
altos entre los hombres (31%) y los dirigentes que tienen entre 30 efecto tiende a ser el opuesto en el caso de la población general.
y 49 años (27%). Los menores niveles de confianza se encuentran La interpretación puede apuntar a los efectos del rol dirigencial
entre las mujeres (17,3%), los más jóvenes (14,3%) y los dirigentes sobre la percepción de los otros. Una mayor exposición a círculos
que superan los 50 años de edad (17%). sociales diversos como la que experimenta un dirigente estaría
asociada con un incremento en la confianza con respecto a otras
Respecto de las intenciones, en la afirmación “la mayoría de personas. En todo caso, si bien no puede sostenerse que haya
la gente actúa correctamente con uno o la mayoría trata de una relación causal o de aprendizaje, al menos se puede decir
aprovecharse”, cerca de la mitad de los entrevistados (46,5%) que quienes desempeñan roles dirigenciales poseen una mayor
percibe que las personas tienen intenciones positivas, vale decir confianza interpersonal.
que “actúan correctamente con uno”. El resultado es más alto que
el obtenido en la encuesta EcoSocial que llega al 34%.

Tal como en el caso de la primera pregunta, los mayores


niveles de juicio positivo sobre los otros se encuentran entre
los hombres (63,6%) y quienes tienen entre 30 y 49 años (50%).

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V. Resultados

Indice de confianza social


Al combinar los dos ítemes anteriores puede establecerse
una medida sintética de confianza en las personas o confianza
comunitaria. El índice tendrá tres valores: alta confianza,
confianza media y baja confianza. La alta confianza identifica
a los dirigentes que confían en la gente y creen que ésta actúa
correctamente.

Menor de 30 años 10,7 % 35,7 % 53,6 % Confianza Baja


30 a 49 años 21,0 % 35,5 % 43,65% Confianza Media
50 o más años 14,9 % 31,8 % 53,4 % Confianza Alta
Mujer 12,6 % 32,4 % 55,0 %
Hombre 30,0 % 37,5 % 32,5 %
Total 17,2 % 33,8 % 49,0 %

Índice de Confianza Social

Las líneas de interpretación siguen la entregada para cada ítem,


aunque resalta los valores de alta y baja confianza. En general,
son pocos quienes confían abiertamente en todos los casos y
aparece un nivel intermedio que otorga confianza con algunas
reservas y que varía en un rango más o menos estrecho, que va
entre 31,8% de los dirigentes de 50 o más años de edad hasta
37,5% entre los hombres. Si sólo se considera los dirigentes
más desconfiados, ello alcanza prácticamente la mitad de los
entrevistados (49%); pero los que confían bajo toda circunstancia
llegan solamente a 17,2%.

El nivel de confianza total de 17.2% que manifiestan los


consejeros vecinales, son superiores a los resultados de estudios
con muestras representativas de nivel nacional. En la encuesta
Ecosocial Chile (2008) el índice de confianza social alcanza un
10%, semejante al 12,6% que marca para Chile la quinta Encuesta
Mundial de Valores (2006).

14
V. Resultados
b. Participación comunitaria
Los entrevistados realizaron un juicio con respecto al interés de la población en general por participar en cuatro organizaciones locales.
La escala de respuesta identificó tres niveles de interés: alto, medio y bajo. Para fines de interpretación se ha dejado el nivel bajo, lo
cual debe interpretarse como organizaciones que no concitan interés en la población. La participación asociativa está vinculada con
la cualidad del civismo de las personas, por cuanto constituyen una escuela de aprendizaje sobre las formas de vivir en la diversidad y
desarrollar la ciudadanía.

70,00%
62,60%
58,10% 57,40%
60,00% 55,40%
55,90%

50,00%

40,00% 38,50%

30,00%

20,00%

10,00%

Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total


años años años
Bajo interés por participar en Juntas de Vecinos

Un 57.4% de los consejeros de los CVD perciben que los vecinos no tienen interés por participar en las Juntas de Vecinos, lo cual revela
su baja legitimidad en la población; sólo contrasta la percepción de los más jóvenes (38,5%), quienes perciben mayor interés que el resto
de los dirigentes. Por contraste, el nivel más alto se encuentra entre los dirigentes de mayor edad (62,6%). Dado el tipo de población
que respondió esta pregunta los porcentajes observados reflejan la experiencia de los dirigentes de mayor edad respecto a la pérdida
de dinamismo de las Juntas de Vecinos, aisladas de la población y controladas por dirigentes de mayor edad que no logran desarrollar
vínculos con la base social.

30,00%

24,80 %
25,00% 22,80 %
21,90 % 22,20 % 22,60 %

20,00%

15,00%
11,50 %

10,00%

5,00%

0,00%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años

Bajo interés por participar en clubes deportivos

15
V. Resultados

En cambio, solo el 22.6 % de los consejeros vecinales perciben que muy pocos en la población carecen de interés por
participar en clubes deportivos; incluso para los más jóvenes este segmento es prácticamente inexistente (11,5%). Aparte de
la percepción de los jóvenes, no hay mayor diferencia por sexo o por edad.

40,00%

32,40% 31,90%
31,40% 31,10% 30,70%
29,60%
30,00%

20,00%

10,00%

0,00%
Menor de 30 30 a 49 50 o más
Mujer Hombre Total
años años años

Bajo interés por participar en centros vecinales de desarrollo (CVD)

Respecto de los Consejos Vecinales de Desarrollo constituidos en el marco del Programa Quiero Mi Barrio, los consejeros
responden de forma pareja que 31,9% de la población tiene poco interés por participar, es decir el 70% consideraría participar
en estas instancias.
De acuerdo con la mayor parte de los dirigentes, el 38,8% de los vecinos tiene bajo interés por participar en organizaciones
religiosas. La única diferencia se encuentra entre los dirigentes más jóvenes, quienes perciben mucho menor interés (48,1%).

70,0 %

60,0 %

50,0 % 48,10%

39,10% 38,80%
40,0 % 38,70% 37,00% 38,60%

30,0 %

20,0 %

10,0 %

0,0 %
Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
años años años

Bajo interés por participar en organizaciones religiosas

A fin de cuentas, el mayor interés de los vecinos sería el deporte, le sigue los Consejos Vecinales de Desarrollo (CVD), las
organizaciones religiosas y el menor interés está en participar en las Juntas de Vecinos.
Resulta interesante observar el interés de los dirigentes por participar en los Consejos Vecinales de Desarrollo, como una
instancia integradora de actores diversos en un proyecto común de mejoramiento de su barrio. La posibilidad de contar con
recursos y poder de decisión en los proyectos de mejoramiento sin duda han incidido en esta apertura por participar.

16
V. Resultados
c. Calidad del barrio
En este punto se analizan preguntas incorporadas al En términos generales, la distribución de las evaluaciones se
cuestionario que estaban orientadas a recoger percepciones concentra en las calificaciones altas, con una nota promedio
y evaluaciones de los consejeros vecinales de desarrollo, 4,74 de evaluación del barrio y con casi el 90% de aprobación
respecto de indicadores del barrio, la comunidad y de su barrio. Aprobación que es compartida entre consejeros
expectativas respecto del programa. según género, aunque los hombres presentan una percepción
menor que las mujeres, en relación con la evaluación del barrio.
En primer lugar, se consultó a los consejeros acerca de la nota
que le pondría a su barrio, a efectos de obtener una evaluación
de las condiciones en las cuáles se desarrolla su vida cotidiana.
Los datos muestran que la percepción es de aprobación
más que de rechazo, es decir, los consejeros muestran una
evaluación positiva de los atributos de su barrio.

Evaluación del barrio

6,1
SIETE 5,4
6,3

16,8
SEIS 14,9
17,6

38,7
CINCO 35,1
40,0

26,6
CUATRO 23,9
32,5

9,3
TRES 9,5
9,3

1,4
DOS 1,4
1,5

1,4
UNO 1,4
1,5

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

MUJER VARON TOTAL

DISTRIBUCION DE LAS CALIFICACIONES: ¿QUE NOTA LE PONDRIA A SU BARRIO?

Esta aprobación positiva por parte de los consejeros, queda reflejada cuando se solicita evaluar algunos atributos del barrio, en particular, los
referidos a servicios de seguridad, transporte, salud y educación.

¿Cómo evaluaría los siguientes servicios? (%)

Muy Bueno y bueno Regular Mala y muy mala

Escuelas primarias 37,7 34,5 26,1


Escuelas secundarias 29,0 36,6 22,9
Servicios de salud 27,9 38,1 31,8
Transporte público 24,1 29,3 43,8
Policía 13,8 44,6 40,9

Fuente: Cuestionario UDP-PRB “Cohesión Social desde la perspectiva de los Consejeros Vecinales
de Desarrollo de la Región Metropolitana”, 2009.

17
V. Resultados

En términos generales, los consejeros evalúan positivamente el conjunto de servicios consultados. Los servicios de educación tanto
primaria como secundaria, son los de mejor evaluación en su barrio. Sin embargo, respecto de las escuelas secundarias un 11,5%
menciona que en su barrio no existe disposición de establecimientos de este tipo. Posteriormente, aparecen los servicios de salud,
seguido de los servicios de transporte público y policía.

d. Responsabilidad por el desarrollo de los barrios


Las preguntas respecto a la responsabilidad en el desarrollo de los barrios incorporan cuatro instancias y pregunta por alta media o baja
responsabilidad. Dada la pauta de respuesta, ella puede tratarse de forma agregada, considerando las respuestas para alta participación.

¿Qué responsabilidad cree que debieran tener los siguientes actores en el mejoramiento del barrio?
Porcentaje que responde Alta responsabilidad

Menor de 30 a 49 50 o más
Mujer Hombre Total
30 años años años
Gobierno 53,8% 82,8% 88,0% 83,3% 80,3% 82,5%
Cada vecino 100% 89,0% 79,4% 87,4% 82,2% 86,0%
El Municipio 92,3% 90,8% 86,7% 89,1% 90,5% 89,5%
Organizaciones
88,5% 86,7% 82,9% 85,2% 86,5% 85,6%
sociales del barrio

Todos los actores mencionados obtienen en promedio Complementariamente, la respuesta respecto de la necesidad
sobre 80% de menciones respecto de su responsabilidad. que todas las organizaciones sociales trabajen juntas por el
La única variación notable se encuentra entre los dirigentes progreso del barrio alcanza prácticamente unanimidad (97,8%).
más jóvenes, que entregan mucha menor responsabilidad Resulta interesante constatar el nivel de responsabilidad que
al gobierno (53,8%). Puede suponerse que todos ellos otorgan los dirigentes vecinales a sus propias organizaciones
conciben que se trata de socios potenciales en un proyecto de en el desarrollo de los barrios, lo que refuerza uno de los ejes
mejoramiento. Si alguna discriminación puede ofrecerse es que de la intervención del Programa Quiero mi Barrio, referido a
como principal responsable se percibe al municipio (89,5%), la co-responsabilidad de vecinos y vecinas en conjunto con la
seguido por los vecinos (86%) y las organizaciones sociales del institucionalidad local y nacional para la recuperación y futura
barrio (85,6%). El gobierno figura más atrás dado la respuesta mantención de los espacios públicos.
de los más jóvenes.

18
V. Resultados
e. Integración social
La encuesta ocupa una escala de tres ítemes con cinco niveles de respuesta cada uno, que evalúan la distancia de los dirigentes
entrevistados con respecto a situaciones de exclusión social. Las afirmaciones están planteadas de forma que las respuestas de acuerdo
indican una percepción de marginación personal, respecto de las ideas, procesos y apoyo social
.
Respecto de las ideas, la experiencia de inclusión está relativamente difundida, pues prácticamente la mitad de ellos (48,9%) piensa que
sus ideas son tomadas en cuenta. Consistente con su condición de dirigentes. Mayor nivel entre los hombres (63,4%) y menores entre los
de mayor edad (42%) y las mujeres (44%).

70,0%
65,5% 69,1%
65,0% 61,8%
59,4%
56,5%
60,0%

50,0%

40,0%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
años años años
Siempre me dejan al margen de las cosas. En desacuerdo y Muy en desacuerdo.

Respecto de los procesos, la afirmación “siempre me dejan al margen de las cosas alcanza un nivel alto de desacuerdo (61,8%) lo que revela
que, acorde con su posición de dirigentes, rara vez se encuentran marginados de los acontecimientos. Niveles de desacuerdo mayores
entre los hombres (69,1%) y los menores de 50 años (alrededor de 65%).

80,0%

70,0% 69,0%
66,9%
63,0% 62,2%
60,0%
60,0%

50,0% 56,7%

40,0%

30,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
años años años

La gente que me rodea haría poco por ayudarme si me pasara algo. En desacuerdo y Muy en desacuerdo

Respecto del apoyo social, el nivel de desacuerdo alto (62,2%) con la afirmación “la gente que me rodea haría poco por ayudarme si me
pasara algo” revela confianza en la disponibilidad de apoyo social en su entorno. Cabe hacer notar que, si bien no hay efectos marcados del
sexo, la confianza tiende a disminuir a medida que avanza la edad, partiendo en 69% entre los más jóvenes para descender a 56,7% entre
los dirigentes de 50 años o más. Es probable que el tipo de apoyo que requieren las personas mayores, independiente de su sexo, no esté
disponible en su entorno como lo está para personas más jóvenes. O bien puede ser que los más jóvenes demanden menos apoyo que los
mayores. En todo caso hay un efecto marcado de la edad.

19
V. Resultados

Índice de integración social


Los tres ítemes pueden sumarse de forma que se obtiene
una escala que resume la distancia entre situaciones de
marginación e integración, cuyo puntaje varía de 3 a 15.
Para fines de la presentación, la escala será seccionada en los
valores entre 12 y 15, que reflejan un consistente rechazo a las
afirmaciones de marginación en todas las dimensiones.

60,0%
55,2%
50,0%
50,0%
44,0%
36,6% 40,1%
40,0%
33,1%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
años años años

Percepción consistente de integración social

La marcada diferencia resalta que los efectos de discriminación


La percepción consistente de integración social se refiere al de género están presentes entre los dirigentes, ya que en las
rechazo de las tres afirmaciones que conforman la escala. El mujeres el sentimiento de marginación aparece más marcado.
nivel global no sobrepasa la mitad de los entrevistados (40,1%) En el caso de la edad, la sensación de integración pierde su
o, dicho de otra forma, en más de la mitad de ellos hay algún peso a medida que avanza la edad, pasando de 55,2% entre los
sentimiento de marginación. Además, pueden advertirse más jóvenes a 33,1% entre los de mayor edad. Dado el tipo de
variaciones marcadas al considerar el sexo y la edad de los datos no es posible afirmar si la variación apreciada se debe a
entrevistados. Los hombres se sienten consistentemente más un cambio que ocurre de todas formas con la edad o bien a
integrados que las mujeres, mostrando porcentajes de 50% y un cambio generacional en términos de los sentimientos de
36,6% respectivamente. integración social.

20
V. Resultados

f.- Felicidad
La pregunta sobre la felicidad de las personas es un indicador del bienestar general. En el cuestionario se preguntó por el nivel de felicidad
en una escala de cinco niveles.

40,0% 38,5%
35,7% 35,3%
33,3% 34,2%
32,2%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años
En general y teniendo en cuenta todos los aspectos de la vida se siente “Muy Feliz”

En el nivel de felicidad más alto de la escala se encuentra 35,3% de los entrevistados, sin mayores diferencias en términos de sexo o edad.
En el peldaño siguiente (“Bastante Feliz”, que no se muestra) se encuentra 38,9% de la población; sumando los dos primeros peldaños se
encuentra 74,2% de los entrevistados. En la encuesta Ecosocial, la respuesta alcanza 62% de la población sin mayores variaciones entre
estratos. Aparentemente, la condición de dirigente está asociada con un sentimiento de bienestar, lo cual puede deberse a su contacto con
otras personas y niveles de actividad y responsabilidad por el resto.

21
V. Resultados

2.- Acerca de la calidad de la convivencia política

a. Lealtad democrática
En la estimación de lealtad democrática se ha procurado combinar una referencia a la forma de gobierno, y la otra, a la extensión y
profundidad con que deben respetarse los derechos constitucionales. Los entrevistados debieron elegir entre afirmaciones sobre gobierno
democrático, autoritarismo o indiferencia. El mayor nivel de aprobación lo lleva la afirmación de que“la democracia es preferible a cualquier
otra forma de gobierno” (65,8%) lo cual está sobre el nivel nacional (55%). Los niveles de aprobación son mayores entre los hombres (76%)
que entre las mujeres (62,1%). Se aprecia también un descenso en la preferencia por un gobierno democrático junto con la disminución de
la edad: entre los dirigentes de mayor edad 74,4% prefiere la democracia a cualquier otra forma de gobierno, porcentaje que desciende a
48% entre los más jóvenes. La democracia alcanza mayor legitimidad entre los de mayor edad.

80,0%
76,0%
74,4%
70,0%
62,1% 65,8%
60,2%
60,0%

50,0% 48,0%

40,0%

30,0%

20,0%

10,0%

00,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años

La democracia es mejor que cualquier otra forma de gobierno

El respeto de los derechos individuales es un componente el caso de los criminales, a los cuales no se les debían acordar
fuerte del actual régimen democrático. Los entrevistados fueron los mismos derechos que a las personas honestas. La segunda
expuestos a dos afirmaciones entre las que debían elegir, una afirmación suele asociarse con tendencias autoritarias y puntos
de carácter genérico respecto de los derechos de las personas de vista más conservadores.
bajo toda circunstancia y otra que establecía una excepción en

22
V. Resultados
80,0%

70,0% 72,6%
63,6% 62,0%
60,0% 63,2%
58,2%
50,0%
48,1%
40,0%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años
Los derechos de las personas se deben respetar en toda circunstancia
La afirmación acerca del respeto estricto a los derechos de las personas alcanza el mayor apoyo entre los dirigentes entrevistados (62%), lo cual está 10
por ciento sobre el nivel nacional (51%).
Las principalesdiferencias
desviacion respecto del total se observan entre los hombres (72,6%) quienes son más partidarios del respeto de los derechos individuales
bajo toda circunstancia; entre los más jóvenes el apoyo a esta afirmación desciende a 48,1%. Aunque los jóvenes en esta muestra son pocos, por lo que los
resultados pueden no representar el cuadro general, debe tomarse con atención esta orientación que se observa entre los jóvenes.
La lealtad democrática de los consejeros vecinales es levemente superior al promedio nacional.

b. Legitimidad de la desigualdad
Un aspecto decisivo en la percepción de la estructura social es el conjunto de creencias y actitudes respecto de la distribución de la riqueza. Diversos
estudios han mostrado que una opinión favorable sobre la disponibilidad de oportunidades y explicaciones fuertemente individualista en torno al logro
contribuyen a legitimar la desigualdad social. La encuesta evalúa este segundo aspecto a través de la exploración por la legitimidad de la riqueza y la
pobreza.

Legitimidad de la riqueza
Las razones para la riqueza se exploran a través de cuatro sentencias que se agrupan en dos categorías: el esfuerzo personal y las ventajas derivadas de
desigualdades previamente existentes. El esfuerzo personal puede tomar la forma de habilidad y talento personal, así como iniciativa y trabajo duro.
Los facto

Menor de 30 años 38% 27% 15% 20% Influencia y contactos sociales

30 a 49 años El dinero heredado de su familia


38% 30% 18% 14%

Gran habilidad y talento personal


50 o más años 35% 30% 21% 14%
Iniciativa y trabajo duro
Mujer 39% 32% 17% 12%

Hombre 30% 22% 26% 21%

Total 37%
37% 30% 19% 14%

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Primera razón. Porcentaje sobre total de respuestas.

Los factores asociados con el esfuerzo personal se llevan el grueso de las respuestas, especialmente iniciativa y trabajo (37 %), seguido por
habilidad y talento (30 %). Entre ambas alternativas se alcanza dos tercios de las respuestas (66,6%). La confianza en el esfuerzo personal es más
alta entre las mujeres (71,5%) que entre los hombres (52,1%). Puede interpretarse que los entrevistados tienden a percibir una sociedad más
abierta en las cuales existen oportunidades para que todo el mundo mejore sus condiciones de vida a condición de que ponga el suficiente
esfuerzo. No obstante, debe anotarse que esta percepción se encuentra más entre las mujeres que los hombres.

23
V. Resultados

La pregunta solicitaba una segunda razón, combinando ambas entre las mujeres (32,1%) que entre los hombres (25%). Este
respuestas se tiene las siguientes atribuciones: esfuerzo y tipo de respuestas también es frecuente.en los menores de 50
ventajas, ventajas sociales y esfuerzo personal. La distribución años. Cabe también anotar que hay escaso peso de respuestas
muestra que un abrumador 61,8% entrega respuestas que afincadas en la pura ventaja (7,9%), lo cual revela que aún
combinan la confianza en el esfuerzo personal con ciertas cuando hay recursos derivados de ventajas, ellos pueden ser
ventajas afincadas en la desigualdad previa. Las respuestas improductivos si no van acompañados con el esfuerzo personal.
que apuntan en forma consistente al esfuerzo personal
corresponden a 30% de los entrevistados, con mayor peso

Menor de 30 años 35% 55% 10%

30 a 49 años 34% 59% 7%

50 o más años 26% 66% 6% Ventajas Sociales

Esfuerzo y Ventajas
Mujer 32% 63% 17%

Esfuerzo Personal
Hombre 30% 58% 26%

Total 37%
37% 62% 19%

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Primera y Segunda razón combinadas.


Porcentaje sobre total de respuestas

24
V. Resultados

Legitimidad de la pobreza

Las razones que se atribuyen al origen de la pobreza pueden clasificarse en dos factores principales: los individuales y los
estructurales. Entre los primeros deben considerarse “flojera y falta de iniciativa”, así como “vicios y alcoholismo”. Los factores
estructurales se refieren a la reproducción intergeneracional de la pobreza – “que los padres también sean pobres” – y
“discriminación social”.
En los entrevistados predominan las respuestas que atribuyen la pobreza a factores individuales, especialmente “flojera y
falta de iniciativa” (52,3%), seguido por “vicios y alcoholismo” (19,7%); entre ambos factores alcanzan 72%. La atribución de
la pobreza a factores individuales es más alta entre las mujeres y los menores de 30 años (76,6% en ambos estratos). El peso
de los factores individuales es menor entre los dirigentes que tienen entre 30 y 49 años, así como entre los hombres (59,5%
en ambos estratos).

Al combinar la primera y segunda razón la atribución a factores exclusivamente individuales desciende al 32,2%, pero también
desciende la atribución a factores estructurales (6,3%). De esta forma, 61,3% de los entrevistados atribuye la pobreza a una
combinación de ambos factores.

Las respuestas indican que los dirigentes de los Consejos Vecinales de Desarrollo se apartan marcadamente de las pautas
encontradas en la encuesta Ecosocial para el nivel nacional, en las cuales 44% atribuye la pobreza a factores individuales y
10% a factores estructurales.

Razón más importante para que una persona sea pobre

Menor de 30 años 56% 21% 16% 8%

30 a 49 años 42% 18% 16% 24% La flojera y la falta de iniciativa

Los vicios y el alcoholismo


50 o más años 52% 20% 16% 12%

La discriminación social
Mujer 56% 20% 16% 8%
Que los padres también sean pobres
Hombre 42% 18% 16% 24%

Total 37% 52% 20% 16% 12%

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Razón más importantes de la pobreza. Porcentaje sobre total de respuestas

25
V. Resultados

c .- Confianza en las instituciones


El cuestionario incluye una pregunta que pide al entrevistado
indicar su confianza en seis instituciones, lo cual habitualmente
es utilizado para reportar su grado de legitimidad entre la
población. Con el fin de hacer los resultados comparables con la
encuesta Ecosocial se reportan los porcentajes de entrevistados
en los niveles más bajos de la escala de respuesta.

50 o
Menor de 30 a
más Mujer Hombre Total
30 años 49 años
años

Gobierno 35,5% 34,4% 25,7% 29,9% 33,8% 30,9%

Congreso 48,3% 62,4% 59,5% 58,5% 65,0% 60,2%

Partidos políticos 55,2% 75,2% 72,3% 71,9% 72,5% 72,0%

Alcaldes 37,9% 39,2% 39,9% 41,1% 37,5% 40,1%

Tribunales de Justicia 48,3% 69,6% 73,0% 70,5% 66,3% 69,4%

Policía 41,4% 60,8% 53,4% 60,7% 40,0% 55,3%

Los menores niveles de desconfianza se refieren al gobierno La desconfianza en los tribunales de justicia es 69,4%, y sólo
que en total alcanza 30,9% de rechazo. La desconfianza es desciende entre los dirigentes más jóvenes (48,3%). El nivel
menor entre los mayores de edad (25,7%) y se incrementa entre observado es muy cercano al reportado en la encuesta Ecosocial
los menores de 50 años (34,4%). Entre hombres y mujeres la (66%).
diferencia es leve. Entre los alcaldes los niveles de desconfianza
son los segundos más bajos entre los entrevistados (40,1%); no Los ítemes considerados en la encuesta incluyen al congreso y los
hay mayores diferencias respecto de su edad o sexo. En ambos partidos políticos, que pertenecen al sistema de representación
casos, los niveles de desconfianza son sensiblemente menores política. Las evaluaciones de ambos son diferentes, alcanzando
a los observados en la población chilena en general por la la desconfianza 60,2% para el Congreso y 72% para los partidos
encuesta Ecosocial. Esta los ubica en 50% para el gobierno y 54% políticos; los niveles son menores a los reportados en la encuesta
para los alcaldes. Es posible suponer que la cercanía y el trabajo Ecosocial para nivel nacional, donde alcanzan 70% y 80%,
conjunto con organismos de gobierno y alcaldes han contribuido respectivamente. Los niveles de desconfianza en el sistema
a incrementar los niveles de confianza entre los dirigentes, por de representación son las más altas de la escala, revelando la
contraste con la población general. distancia de los dirigentes y la población en general respecto
de las instancias que la componen. Hay una indicación de que
La desconfianza respecto de la policía alcanza 55,3% en el total el Congreso posee la mejor evaluación que los partídos políticos,
de entrevistados. La desconfianza es mayor entre las mujeres pero en ambos casos son altas.
(60,7%) que entre los hombres (40%); es también más alta entre
los dirigentes que tienen entre 30 y 49 años. Los niveles de
desconfianza hacia la policía son considerablemente mayores
entre los dirigentes vecinales que en la encuesta Ecosocial, en
la cual alcanza 40%, constituyendo la institución mejor evaluada
del conjunto.

26
V. Resultados

d. Integración Institucional
Las frases como: “la gente que dirige el país no le importa lo que
le pase a las personas como uno”; “las autoridades no harían
nada si hubiera un problema grave en mi barrio o vecindario”
y “la mayor parte de las personas con poder solo tratan de
aprovecharse de personas como yo” exploran la distancia con
las instituciones y el poder (distancia vertical). Respecto de la
dirigencia del país, el nivel de desconfianza es relativamente alto,
que se mantiene parejo por sexo y edad.

50,0%
43,7% 43,2% 42,9% 43,1%
41,4% 42,1%

40,0%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Hombre Total
Mujer
30 años años años

A la gente que dirige el país no le importa... Muy de acuerdo y De acuerdo

La idea que las autoridades no harían nada encuentra menos


sustento en esta muestra de consejeros vecinales, manifestando
menor desconfianza hacia ellas, especialmente entre los
hombres (24%); la desconfianza tiende a incrementarse con la
edad, aunque las diferencias no ameritan mayor elaboración.

40,0%

33,6%
33,6%
30,0% 31,1%
30,0%
27,6%

24,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años
Las autoridades no harían nada... Muy de acuerdo y De acuerdo

27
V. Resultados

La percepción de las personas con poder como aprovechadores


muestra un nivel relativamente elevado entre estos dirigentes
(44,5%). No se aprecian diferencias entre sexos, pero si un
incremento en la distancia desde los más jóvenes (31%) hacia los
de mayor edad (48,2%).

60,0%

50,0% 48,2%
45,3% 44,5%
43,0% 42,3%
40,0%

31,0%
30,0%

20,0%

10,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años
La mayor parte de las personas con poder sólo tratan de aprovecharse...
Muy de acuerdo y De acuerdo

En síntesis el sentimiento de alienación (distancia con la


institucionalidad) considerando las respuestas de acuerdo en
los tres ítemes, es levemente menor que en la población general
(46%). No hay mayor diferencia entre sexos. El sentimiento de
alineación se incrementa con la edad, especialmente desde los
30 años; los dirigentes más jóvenes tienden a sentirse menos
alienados con respecto al poder.

30,0%

25,7%
25,0% 23,2%
22,5% 23,0%
21,6%

20,0%

15,0%
13,8%

10,0%

05,0%

0,0%
Menor de 30 a 49 50 o más Mujer Hombre Total
30 años años años

Percepción de alienación con respecto al poder

28
VI. Conclusiones

La cohesión social tal como hemos venido trabajando en Como integración social, la cohesión muestra que los
este Cuaderno de Barrio, se debe entender como el resultado consejeros evalúan positivamente las condiciones de
de diversos componentes, que sólo como un proceso habitabilidad que poseen. Sin embargo, presentan una
multidimensional explican la posición y las relaciones que alta propensión a demandar mejoras en las condiciones e
tienen los ciudadanos con el sistema social. indicadores urbanos de sus viviendas y barrios. Desde esta
perspectiva, el programa es evaluado positivamente, en tanto,
En este sentido, como lo plantea la CEPAL (2007), el concepto es percibido como una oportunidad de mejoras significativas
de cohesión social está compuesto de diferentes nociones. En de su entorno inmediato.
primer lugar como capital social, es decir, el estado normativo,
y de las redes y lazos sociales de confianza en una sociedad. La Si el desafío de la cohesión social se mira desde la perspectiva
segunda, como integración social, es decir, la provisión de un de la inclusión social, los resultados muestran no sólo una
nivel mínimo de bienestar consistente con el nivel de desarrollo mayor disposición al trabajo colaborativo, sino que también,
de un país. La tercera, como inclusión social, es decir, la una mayor confianza en el trabajo de las instituciones,
capacidad de una sociedad de tener una respuesta institucional particularmente valoradas resultan las instituciones de
que incorpore a la pluralidad de actores. Y la cuarta, como ética gobierno y municipio.
social, es decir, el desarrollo de valores compartidos como la
solidaridad y la reciprocidad. Respecto de los objetivos que se plantea el Programa
Recuperación de Barrios, en materia de inclusión social, los
El concepto de cohesión social también debe ser entendido resultados nos muestran que los consejeros manifiestan
como relacional y sistémico, cuyas implicancias pueden que la responsabilidad fundamental en la recuperación es
reflejarse o verse profundizadas, tanto positiva como compartida y plural, que constituye el foco del programa
negativamente, en el territorio. Como lo señala Kaztman (2005), presentado por la Presidenta Michelle Bachelet. Por otro
para el caso de la situación de aislamiento social de los pobres, lado, los mayores índices de felicidad que expresan pueden
la concentración de hogares que enfrentan muchas carencias y entenderse como el resultado de los espacios de participación
la fragilidad del empleo, tienden a limitar la formación de redes y decisión que el Programa ha generado, el Consejo Vecinal de
de reciprocidad, y la creación y mantenimiento de instituciones Desarrollo, y el mayor reconocimiento social que de su trabajo
barriales; todo lo cual va en detrimento del tejido social se ha realizado.
comunitario. La importancia de la trama social del vecindario,
radica entonces, en ser la fuente de sociabilidad, formación Finalmente, como ética social, la cohesión social aparece
de identidad y sentido de pertenencia más próxima a los manifestada por los consejeros a través del interés
espacios privados de la gente. por participar y recuperar la experiencia de proyectos
compartidos, la lealtad democrática y el respeto por los
Los resultados del cuestionario aplicado a los consejeros derechos humanos. En este sentido, la reconstrucción de
vecinales de desarrollo de la región metropolitana, muestran la identidad, la memoria colectiva y los valores comunes,
un nivel de cohesión social, entendida como confianza social, constituyen requisitos fundamentales para el fortalecimiento
superior al parámetro entregado por la ECoSocial 2008, de la convivencia social y de un mayor civismo basado en
y superior también al parámetro nacional que entrega la la solidaridad y reciprocidad. Los consejeros comparten un
Encuesta Mundial de Valores 2006. ethos democrático. A nivel país, la lealtad democrática es
baja y se encuentra estancada en esta década en el 55% y el
Si entendemos la cohesión social como la formación de respeto a los derechos humanos en el 51% lo que evidencia
capital social, los consejeros muestran una mayor disposición que nuestra democracia aún es frágil. Mientras que los
al trabajo colaborativo con personas desconocidas. En este consejeros manifiestan una adhesión a la democracia que es
sentido, presentan un mayor nivel de confianza y expectativas superior en 10 puntos y el respeto de los derechos está 11
acerca de la proyección de su acción dirigencial, lo que hace puntos sobre el nivel nacional. Nuestra democracia aún es
pensar positivamente en el objetivo de recuperación barrial, frágil pero la práctica organizacional de los CVD contribuye
basado en una acción intersectorial y con participación de decididamente a su fortalecimiento y a incorporar como
pluralidad de actores, públicos y privados. espacio de decisión de los ciudadanos los aspectos vinculados
al barrio y la ciudad.

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