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UNIVERSIDAD GALILEO

Instituto de Estudios en Seguridad


Maestría en Criminología y Criminalística
Secuestro y Manejo de Crisis
Lic.y Msc. Mario Mérida

TEMA:

EL DELITO DE SECUESTRO

Benigno Ottoniel Barraza Martínez 18010024

Guatemala, mayo de 2018.


No. INDICE Páginas

1 Síntesis de la Información I

2 Determinación de las ideas fuerza 1

3 Interpretación

4 Conclusión

5 Recomendación
I. SINTESIS DE LA INFORMACIÓN

Introducción

El delito de secuestro un comportamiento antisocial altamente peligroso, ha


adquirido matices alarmantes en el medio nacional, en los policiales, de la
colectividad en general desorientada ante el fenómeno, ha conllevado a reacción
equivoca de promulgar leyes penales para contrarrestar un fenómeno de
complejidad que no necesariamente es de orden jurídico.

Las causas un panorama delictivo que adquiere especial realce los delitos
contra la libertad individual, una problemática socio-económica, un estado
desorientado, organismos que participan en la prevención de la criminalidad y
tratamiento de delincuentes, poca ayuda de la comunidad, de los familiares de los
secuestrados para el descubrimiento del delito.

Alto grado de refinamiento, modernos medios de actualidad, se, vale la


criminalidad para cometer esta clase de delitos, deterioro, poca credibilidad de las
fuerzas policiales, hay muchos casos en que sus miembros han participado.

El sobredimensionamiento esta afectando con mucha violencia la sociedad, el


objetivo fundamental es la captura forzada y sorpresiva de personalidades o
familiares, pertenecen a la clase pudiente, la finalidad convertirlos en prisioneros
de bandas bien organizadas obtener cuantiosas sumas de dinero como rescate y
ponerlos en libertad.

A la fecha no se tienen estadísticas, para saber lo que esta aconteciendo,


bastantes casos que los familiares guardan silencio, tratan directamente con los
secuestradores, sin embargo las noticias de todos los días en los periódicos
permiten una idea de lo que está pasando.
Antecedentes
La humanidad con el paso de los años ha podido ir observando, variedad de
normas, encaminadas a mantener, las diferentes y complejas relaciones que
sobrellevan en la comunidad social. Las leyes contempladas en los códigos
religiosos se encontraban entremezclados con nociones del pecado y
remordimiento, influenciadas de las ideas religiosas.

Ir regulando conductas humanas al pasar el tiempo han variado


sustancialmente, a partir de la Revolución francesa, sus principios libertad,
igualdad y justicia social reacciono, los aspectos característicos de épocas
anteriores, relacionaban la divinidad con sanción penal. Origen del nacimiento del
Derecho Penal Liberal. Imbuido en concepciones racionalistas, orígenes del delito,
fondos dogmáticos, el fenómeno de la criminalidad eran ideas abstractas del delito
y la pena.

Poca importancia al autor del delito, se reducía al delito y a la pena, se basaba


en criterios racionales, no teniendo en cuenta la realidad social del delito, ni
histórica, escaso valor concedido a la prevención especial y corrección del
delincuente.

Surgimiento Derecho Penal Positivo, nuevas medidas para defender a la


sociedad del delito, advenimiento y la evolución de las ciencias de la naturaleza,
época encabezada por César Lombroso, opta por retomar un aspecto importante,
el hombre delincuente, para estudio y comprensión los conceptos y
planteamientos.

Nueva manera de concebir el fenómeno de la criminalidad, inicio a una intensa


lucha en Europa, la máxima expresión para los partidaristas de la Escuela Clásica
El Código Penal Italiano de 1889, partían de los conceptos de la retribución de la
pena y el libre albedrio, fundamentos básicos de la culpabilidad del delincuente.
Promulgación del Código Penal de 1924, que hasta la fecha se encuentra
vigente. El proceso de reforma del Derecho Penal, resulta necesario ubicarlo
dentro del movimiento legislativo en Europa y América Latina.

Antecedentes de Gran Importancia porque de este cuerpo de leyes ha


provenido la última modificación referente a la problemática jurídica Punitiva, “Ley
Antisecuestro”.

La Libertad como bien jurídico tutelado objeto de protección

La actual constitución del Estado, reconoce como piedra angular “que es la


persona humana el fin supremo de sociedad y Estado; todos tienen la obligación
de protegerla y respetarla.

La relación entre miembros del agregado social de manera armoniosa,


todos los seres humanos respetaran voluntariamente nuestra constitución, las
normas penales serian prácticamente innecesarias sin embargo los hombres son
constantes transgresores de la ley, por ello paralelamente al derecho perceptivo,
tiene que coexistir la norma sancionadora, cuando la importancia del bien jurídico
lo reclama.

Grandes pensadores han pretendido definir que es la libertad. Estudiosos


del Derecho Penal no han podido ser ajenos. Carrara, libertad derecho natural,
que la sociedad limitaba reconocer y proteger, consiste en la facultad de los
hombres para ejercer sus actividades morales, para la satisfacción de sus
necesidades.

Maestro de Pisa la facultad compete a todos los hombres para ejercer


provecho en todo lo que no lesione el derecho ajeno.

Nuestras Normas Jurídicas en torno al secuestro


Las normas penales de nuestro ordenamiento penal vinculan delitos contra
la libertad individual, se trata de abordar la complejidad y variedad de
circunstancias en torno al desbordamiento del delito de secuestro y figuras afines
en nuestra sociedad.
Las leyes penales necesitan precisar conductas sancionadas, dado su
carácter genérico resguardan algunas formas que se pueden manifestar en la vida
diaria. A partir de la Segunda Guerra Mundial, vislumbran cambios en los códigos
penales del mundo de derechos esenciales que no se encontraban tutelados.

Las razones radican en que la sociedad ha evolucionado mucho estos


últimos años, y han empezado a suscitar una serie de circunstancias que ponen
en peligro muchas libertadas de los seres humanos en la vida moderna. La
promulgación de una nueva Constitución, incorpora nuevos derechos que no se
encontraban reconocidos como tales.

Para subsanar estos vacíos y deficiencias, los Estados, se han obligado a


promulgar constantes dispositivos y leyes penales de carácter conexo.

La promulgación de algunos dispositivos vinculados a la restricción de la


libertad individual, se puede observar la existencia de una notable falta de
concordancia de derechos relativos a la libertad constitucionalmente reconocidos.
El amparo punitivo de la libertad, la amplitud reclamada del bien jurídico objeto de
protección, antes del desbordamiento de la criminalidad relacionada al secuestro
sus modalidades, no reúne las características y elementos necesarios que
permitan la estructuración de una norma pena que satisfaga las expectativas que
los órganos de control social y la sociedad puedan haber depositado en ella como
forma de abordar punitivamente este problema.

La promulgación de la “Ley Antisecuestro”, (ley No. 24420 26 de diciembre


1985) su objetivo es derogar el artículo 223º del actual Código Penal.

Esta forma de criminalidad no generaba mayor preocupación dentro de la


sociedad. Su desbordamiento, presión por los medios de comunicación social,
opinión pública y sectores del ámbito legislativo, se vio la necesidad de estructurar
dispositivos que se caractericen fundamentalmente por su severidad.

La penalidad del delito de secuestro ha aumentado, antiguamente se


sancionaba con prisión no mayor de dos años ni menor de un mes, en la
actualidad se establece una penalidad no mayor de doce años.
Se han modificado acápite relativos a la circunstancias agravantes, sin
embargo el número tan reducido agravaban la calificación de este delito.

Al analizar cómo se ha redactado este dispositivo las criticas están dirigidas


a la forma deficiente como se ha redactado, sino también a los objetivos a largo
plazo en lo referente a los efectos de la intimidación y a la retribución de la pena.

Más que ayudar a clarificar, por el contrario ha contribuido a hacer más


deficiente el rubro de los delitos contra la libertad individual. La falta de
concordancia entre el numeroso grupo de delitos al rubro de la libertad
constitucionalmente reconocida, las escasas y defectuosas normas penales deben
procurarle algún tipo de protección.

La estructuración de cualquier dispositivo en general, y muy especial


cuando se trata de una norma penal, por lo general casi siempre están en juego la
restricción de una serie de derechos de vital importancia para los seres humanos
como la privación de libertad con la aplicación de una perna de internamiento no
menor de veinticinco años; la inhabilitación absoluta y perpetua cualquiera sea la
calidad personal, cargo, función o rango de la persona. Situación necesariamente
agravada, las limitaciones y por la situación de crisis permanente que vive nuestro
sistema penitenciario.

Toda sustantividad de una Figuera penal, la circunstancia de haber sido


estructurada en términos generales, la hacen sospechosa, convertirse en un
instrumento de arbitrariedad. No debemos olvidar la definición legal de un delito
debe ser formulada en tipos cerrados que permitan conocer al destinatario de la
norma solamente la conducta prohibida, cual es la permitida, no hay otra forma de
actualizada de la traducción del principio nullun crimen sine lege.

Termino “secuestrare” está dirigido a unificar una gran variedad de ilícitos


comportamientos vinculados a la restricción de la libertad por la vía delictiva pero
no necesariamente todos pueden significar una manera unificada de criterios de
su cabal represión. Como pueden ser los casos poner en peligro la vida o salud
del secuestrado, si es minusválido, mujer embarazada, persona que no pueda
poner resistencia, sometimiento humillante, tiempo que permanezca privado de
libertad, móviles de venganza, raciales, políticos o religiosos.
Tampoco hacen mayores especificaciones de la comisión de un secuestro
para obligar a un funcionario público, miembro de poder judicial o del Ministerio
Público, para poner en libertad a un detenido que ha cometido este delito,
incorporar la víctima a una organización criminal , un tercero para que preste
ayuda, si la víctima es el cónyuge, ascendiente o descendiente o hermano del
delincuente o su hija adoptiva.

Tampoco abordo el problema de toma de rehenes, violencia o intimidación.


La actividad denominada como “el secuestro extorsivo”, no se encuentra en el
rubro de los delitos contra la libertad en nuestro código.

Por ultimo no especifica el tiempo de privación de libertad, en cambio con la


derogatoria únicamente se menciona la posibilidad de un “arrepentimiento” por
parte del delincuente.

La derogatoria de “los dispositivos que se oponen a la presente ley”, el


segundo artículo de la Ley Antisecuestro. La publicación aparecida en el diario
oficial El Peruano el día 29 de diciembre del año pasado, señala solo la
modificación del artículo 223º del Código Penal, sin embargo hay dispositivos que
se vinculan de alguna manera con el secuestro, referente a su penalidad pueden
ser interpretadas sin que este conflicto pueda ser solucionado y resuelto con el
principio de especialidad.

Así podemos ver el delito de sometimiento a servidumbre tipificado en el


artículo 222º del actual código, en el que se señala “el que abusando de la
ignorancia y debilidad moral de cierta clase de indígenas o de otras personas. No
dejan de ser factibles por la proliferación del terrorismo en ciertas regiones del
país.

El rapto de mujeres y menores están señalados en los artículos 228º y 299º


del mismo Código, se hable de “sustraer a una mujer contra su libertad y por
violencia o después de haber obtenido su consentimiento por amenaza, fraude o
engaño. La aplicación de las penas según la edad de la víctima.
El artículo 249 del mismo código relacionado a la extorsión, se encuentra en
el rubro de los delitos contra el patrimonio, en cuyo caso de señala solo la
aplicación de una pena no de internamiento sino de penitenciaría no menor de
seis años o prisión no menor de un año ni mayor de seis años.

Lo más conveniente hubiera sido modificar específicamente todos los


dispositivos que se vinculan de alguna manera con el secuestro y la restricción de
su libertad, para estructurar un conjunto de articulados de manera ordenada, clara
y especifica.

El rol de intimidación
Me inclino a pensar que la motivación característica fundamental es la
severidad con la que se sanciona a los que trasgredan, generar la posibilidad de
intimidar a los transgresores, por consiguiente disuadirlos de cometer este tipo de
delitos.
Al haberse introducido la sanción más grave señala en nuestro
ordenamiento jurídico. Podría haberse visto una retracción del secuestro, noticias
sobre nuevos secuestros y la captura de delincuentes, a pesar de la severidad de
la sanción, no es suficiente para disuadir a los que los llevan a cabo.

La creencia intimidante de las sanciones penales están antigua como el


derecho penal. La intimidación ha sido considerada como “es postulado primero y
esencial” la gran mayoría de los sistemas penales mundo.

Autores como Feuerbach, Bentham, Romagnosi, Becaria, Von Liszt, Han


hecho de este precepto la base fundamental de sus teorías, han suscitado
prolongados y arduos debates sobre los beneficios de sus resultados, se trata que
disminuyan los índices sobre el incremento de la criminalidad, si los abordamos
desde un ángulo netamente científico, se puede afirmar categóricamente que a la
fecha no existen pruebas de carácter contundente relativas a los efectos
realmente intimidantes por medio de la aplicación de una sanción penal severa
como la que motiva esta exposición y análisis.
Las discusiones sobre el castigo en general y la intimidación han sido
llevadas a cabo sólo sobre conceptos particulares carentes de un sustento
científico, han sido obtenidos en base al habilismo manejo del método deductivo,
elevado nivel dialéctico e intelectual del asunto, sustento de tipo filosófico, oral,
sentido común, contenido factual, es muy escaso y sumamente criticable.
La finalización de la segunda Guerra Mundial empieza a llevar a cabo
determinadas investigaciones sobre los verdaderos efectos de la intimidación,
fundamentalmente como componente esencial de la sanción penal en países
como Estados Unidos e Inglaterra, un notable aumento de los conocimientos
sobre este problema.

Los considerables progresos alcanzados en esta área, los conocimientos


existentes sobre la materia, son muy limitados y rudimentarios, para poder afirmar
acertadamente sobre los resultados, beneficios, para la sociedad que puede tener
este tipo de sanciones.

Los partidarios de la intimidación parte de la premisa, que la amenaza de un


castigo es el medio más eficaz para intimidar a los posibles transgresores o para
evitar que los que ya cometieron un delito no vuelvan a repetirlo. Existe un
postulado en psicología aparentemente irrefutable, consistente en afirmar que el
hecho de atribuir consecuencias desagradables a una conducta determinada,
necesariamente tendrá que reducir cualquier tendencia en los individuos a adoptar
dicha conducta.

El hombre por lo general tiende a evitar consecuencias desagradables de


su conducta, la amenaza de un castigo puede ejercer en el un efecto intimidatorio.

La intimidación, los legisladores han referido inclinarse notoriamente por la


fuerza pensando que la mejor forma de luchar contra la delincuencia.

Se continúa pensando, creyendo en los medios oficiales que si la pena


severa ha tenido efectos disuasivos en algunos o en determinados casos, puede o
debe de tenerlos para otras formas de criminalidad.
La verdadera función de los organismos policiales, la justicia penal, los
medios de comunicación social, sobre todo cuando se trata de hacer apología al
delito, cual es el real sentido de los programas de rehabilitación de delincuentes.
En resumen la intimidación está basada e: 1) en el hombre y en especial el
delincuente es un ser racional para poder optar entre el bien y el mal, 2) el hombre
es libre de escoger, 3) el hombre es un ser hedonista atraído por el placer, 4)
puede ser intimidado bajo la amenaza de sentir dolor, 5) el hombre aprende de
sus experiencias, 6) Los hombres conocen las leyes que existen en el medio
social.

Conclusiones
La evolución histórica de las penas en nuestro derecho penal, los delitos
que atentan contra la libertad como el caso del secuestro, hay una acentuada
tendencia hacia una mayor severidad en su represión, y a un aumento constante y
progresivo de la privación de la libertad. Nuestros legisladores permanecen
insensibles ante estas transformaciones. Mientras tanto nuestros establecimientos
penitenciarios continúan en un estado crítico, debido al hacinamiento.

Los considerables progresos alcanzados en esta área, los conocimientos


existentes sobre la materia todavía muy limitados y rudimentarios, para poder
afirmar acertadamente sobre los resultados beneficiosos para la sociedad tener
este tipo de sanciones y al retardo de la administración de justicia. Gran parte de
los delincuentes que llevan los secuestros, como lo demuestra que todos sean
reincidentes y considerados como delincuentes habituales.

El fenómeno del secuestro es complejo y más que todo como producto de


una realidad individual, social, dando una realidad jurídica defectuosa,
proliferación de la criminalidad, uno de los graves problemas que afrenta nuestra
sociedad, el síntoma de malestar y descomposición social.

Una concepción global que tienda ubicarlo dentro de las interrelaciones,


estructuras y funciones existe en nuestra sociedad, podremos, comenzar a
estudiar y comprender verdaderamente cuales son las causas del secuestro. Las
acciones represivas muchas veces tienden al fracaso, que la pena retributiva aun
impregnada con carácter de intimidación resultan realmente inoperantes, no logra
frenar el auge delictivo de la criminalidad tampoco disminuir la reincidencia.

Las reformas a nuestro código penal; parciales, literales o gramaticales


desconexión de nuestra realidad social donde se aplican o por lo menos trata de
hacerlo. Reacios a conocer los avances científicos y tecnológicos, temerosos de
perder el dominio sobre el problema y no atentos a la realidad del individuo, lo
cierto es que queda mucho por hacer.

II. DETERMINACIÓN DE LAS IDEAS FUERZA


Coincidimos que el secuestro es un fenómeno social que preocupa no
solamente a los medios policiales, también a la colectividad en general, las causas
que motiva el panorama delictivo en Guatemala, en la actualidad es económico, a
diferencia de Perú que van desde los económico, político e ideológico, los
estratos sociales en nuestro medio son más de clase media.

La medios utilizados por la criminalidad para cometer los delitos se asemejan


con la llegada de la tecnología, las fuerzas policiales en Guatemala han avanzado
en el combate de este fenómeno han tenido aceptación de la población y la
credibilidad.

A través del tiempo estas conductas humanas se han regulado en el Código


Penal, Guatemala como parte de la Convención de Palermo contra la Delincuencia
Transnacional Organizada, ha emitido la Ley Contra la Delincuencia Organizada
en el la Cual no variaron los tipos penales pero se han incluido algunas
modalidades nuevas que utilizan los delincuentes para cometer estas conductas
delictivas, así como también agravantes por la comisión de los mismos.

El delito de secuestro en Guatemala está tipificado en el libro II, título III, de los
delitos contra la libertad y la seguridad de las personas, capítulo I, de los delitos
contra la Libertad individual, en el artículo 201 como: Plagio o Secuestro, además
en este capítulo existen otros tipos penales como la desaparición forzada,
detenciones legales y agravantes.
Este artículo ha tenido varias reformas anteriormente el tipo penal se
encontraba regulado en el artículo 369 del Código Penal como: “Plagio o Robo de
una persona, con el objeto de lograr rescate, se castigara con diez años de prisión
correccional, regulado en Decreto 21-64.
En el mismo se establecía que si el plagio o robo se ejecuta por más de dos
personas, los culpables incurrirían en la pena de doce años de prisión correccional
y si la víctima fallecía, mientras dure el delito, sin impondría la pena de muerte.
Posteriormente fue reformado por el decreto 17-73 del 1 de enero de 1974,
establece el delito de Plagio O secuestro. De una persona con el objeto de lograr
rescate, canje de terceras personas u otro propósito ilícito de igual o análoga
entidad, se castigará con la pena de ocho a quince años de prisión. Se Impondrá
pena de muerte al responsable, cuando con motivo u ocasión del plagio o
secuestro falleciere la persona secuestrada.

Después de 20 años de vigencia del decreto 17-73, en 1994, se reforma el


artículo 201 mediante el decreto38-94, la pena mínima fue triplicada, porque de 8
años subió a 25 y se duplico la pena máxima, porque de 15 aumento a 30 años de
prisión. Se amplió los elementos del tipo penal. Sobre la pena de muerte aunque
no fallezca el secuestrador.

La tercera reforma fue el decreto 81-96, del 26 de octubre de 1996, al


artículo 201 del Código Penal, se extiende la pena de muerte aunque no haya
fallecido la víctima.

La última reforma el Decreto 17-2009 Ley de fortalecimiento a la


persecución Penal, establece:
Igualmente incurrirá en la comisión de este delito quien amenazar de
manera inminente o privare de su libertad a otra persona en contra de su voluntad
independientemente del tiempo que dure dicha privación o la privare de sus
derecho de locomoción con riesgo para la vida o bienes del mismo, con peligro de
causar daño físico, psíquico o material, en cualquier forma y medios, será
sancionado con prisión de 20 a 40 años y multa de Q. 50,000.00 a Q. 100,000.00.
Este delito se considera consumado, cuando la persona sea privada de su
libertad individual o se ponga en riesgo o en peligro inminente la misma o se
encuentre sometida a la voluntad del o los sujetos que la han aprehendido,
capturado o sometido ilegal o ilegítimamente, por cualquier medio o forma y en
ningún caso se apreciará ninguna circunstancia atenuante.

De esta forma podemos concluir que en comparación con el Peru, el Estado


de Guatemala, también ha realizado un serie de reformas a su ordenamiento
jurídico con el objeto de regulado estas conductas, castigándola con mayor
severidad, para proteger a sus habitantes.
En Guatemala existe un Código penal que regula este ilícito mientras que
en el Perú existe una Ley Antisecuestro, pero el fin ha sido brindar mayor
seguridad a la sociedad, se puede decir que el bien jurídico protegido tanto en la
legislación Guatemalteca como en la Peruana, es la libertad de locomoción, sin
embargo también cabe mencionar que se puede afectar el patrimonio.
Las penas en Guatemala son más severas, no admiten rebajas de penas,
no contemplan circunstancias atenuantes, en comparación con el Perú.

Luego de analizar todas las circunstancias de ambos países y de las


legislaciones, vemos clara la idea de cada uno que las estrategias que ha utilizado
para poder reducir la incidencia de la criminalidad relativa al secuestro ha sido
endurecer los sistemas jurídico con el propósito que los delincuentes como
personas racionales se abstenga de la comisión de este tipo de conductas
antisociales, estos actos han sido consecuencia de las presiones de la sociedad
de los medios de comunicación social y de la comunidad internacional que
también busca armonizar sus sistemas jurídicos con otros Estados, pero en
realidad la situación social de cada país es distinta, por lo que estamos frente ante
la utilización de medios que no han resultado y hemos practicado sin antes
conocer la causas reales porque suceden este tipo de fenómenos criminales
dentro de nuestra sociedad, al final las estrategias utilizadas en Guatemala no han
sido tan efectiva, porque el fenómeno de secuestro aunque su incidencia tenga
una tendencia a la baja desde hace varios años, su razón puede ser que han
surgido nuevos fenómenos como la extorsión que es más rentables y sus penas
son meno severas y las ganancias ilícitas que se obtienen son mayores, de esta
cuenta podemos decir que lo que ha ocurrido con estos fenómenos es una
mutación a otro tipo de conducta delictiva, ya que en una tenemos una tendencia
a la baja y en la otra la tendencia es a la alta y muy elevada en relación una con
otra y que al igual la sociedad está sufriendo las consecuencias.

III. INTERPRETACIÒN
En cuanto al contraste tanto en Guatemala como en el Perú queda totalmente
claro que en ambos países se castiga el delito de secuestro con la diferencias que
en Guatemala las penas son más severas, no se observan circunstancias
atenuantes. Si bien los tipos penales de ambos países constituyen instrumentos
que previenen el delito de secuestro, también se puede apreciar que la
instituciones como la Policía, organismo Judicial y Ministerio Público no cuentan
con los suficientes recursos para llevar a cabo su cometido, así también el rol del
sistema penitenciario de ambos países no es el más óptimo, contempla muchas
similitudes en cuanto al hacimiento de presos y su rehabilitación. Por la falta de
recursos.

IV. CONCLUSIÓN
Luego de realizar el presente trabajo, se puede coincidir que ambos Estados
buscan la seguridad de la persona, garantizarle la libertad, el goce de sus
derechos y su protección, a través del establecimiento de normas jurídicas que
permitan un control social sobre este tipo de conductas antisociales que causan
grave impacto a la sociedad, que la mejor solución se ha visto reflejada que no es
la severidad de la pena sino que conocer el fenómeno analizarlo y crear políticas
de prevención y de rehabilitación.

V. RECOMENDACIÓN
Que el Estado proporcione mayores asignaciones al presupuesto de las
instituciones, encargadas de prevenir el delito, de aplicación justicia y de la
persecución penal, así como las de resocializar a los delincuentes, con el
propósito que la pena no solo sea retributiva.

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