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PARQUE NACIONAL TINGO MARÍA

El Parque Nacional Tingo María (PNT) es una de las áreas naturales protegidas
(ANP) más antiguas del Perú (fue establecido el 14 de Mayo de 1965) y alberga
una diversidad biológica propia de la región de selva alta, además de una belleza
paisajística muy particular. Uno de las características geográficas que distingue al
parque es la presencia de una cadena montañosa que se asemeja a una mujer
acostada y que es conocida como “La Bella Durmiente”.

El PNT tiene una superficie de 4,777.80 hectáreas y ocupa terrenos de los


distritos de Rupa Rupa y Mariano Dámaso Beraún, en la provincia de Leoncio
Prado, departamento de Huánuco. Limita al oeste con el río Huallaga y al norte
con el río Monzón, por el occidente con Cerro Blanco y con la quebrada del río
Oro, y por el sur con el valle del río Santa.

Otra de las formaciones geológicas características del parque es la Cueva de las


Lechuzas, la cual es un punto magnético para los turistas. En el parque se protege
ecosistemas que aseguran la presencia del agua en la zona y que permiten
realizar investigaciones científicas.

Desde Lima se puede llegar al parque a través de un vuelo a Tingo María o por vía
terrestre. Una vez en esta ciudad se debe tomar la ruta hacia Bella en un recorrido
de 6.5 Km.

Objetivo

Proteger las zonas naturales denominadas “La Bella Durmiente” y la “Cueva de las
Lechuzas”. Conservar la excepcional flora y fauna silvestres. Garantizar el
desarrollo socio económico de las poblaciones aledañas y fomentar el turismo
local.

El objetivo principal del parque es proteger la flora, la fauna y las bellezas


escénicas que allí se encuentran, como son la Bella Durmiente, la cueva de las
Lechuzas, las aguas medicinales de Jacintillo y la cascada de la Quinceañera.
Creación

El 14 de mayo de 1965, mediante Ley Nº 15574.

Ubicación

En la selva central del Perú, en el departamento de Huánuco, provincia de Leoncio


Prado, y en los distritos de Mariano Dámaso Beraun y Rupa Rupa.

Extensión

4 777,00 hectáreas.

El Parque Nacional es importante a causa de la diversidad biológica que


comprende y entre la cual se puede hallar a nivel de fauna un aproximado de 38
especies de aves diferentes, además de 36 mamíferos, 9 clases de peces y 21
especies de batracios y reptiles.

Acerca de las aves de este lugar cabe destacar especies como el guácharo que
también es conocido como ave de las cavernas o pájaro aceitoso. Junto con el
gallito de las rocas, ave que se encuentra en peligro de extinción, además del
cóndor de la selva conocido también como zopilote rey o rey de los gallinazos
(entre otras denominaciones); asimismo se encuentra el otero llamado también
relojero o barranquero, o pájaro bobo y que alcanza una altura de 48 cm y al que
se puede reconocer por una cabeza voluminosa en cuya coronilla se encuentra
demarcada una banda azul; otras aves típicas de este parque son los guacamayos
y papagayos.

Los mamíferos que predominan en el Parque Nacional y que se pueden ver


durante las visitas al mismo son: el perezoso de tres dedos, además del tigrillo, la
zarigüeya, el frailecillo, el pichico, el fraile rojo y demás. Junto con peces entre los
que cabe destacar a la carachama, el bagre, huasaco, el súngaro y otros.
El atractivo principal de este Parque es la cueva de las Lechuzas, que es la
abertura principal de un complejo sistema subterráneo de cavernas que se
encuentra dentro de la Bella Durmiente. Cerca también se pueden visitar las
aguas sulfurosas de Jacintillo y la cascada conocida como la Quinceañera.

En el Parque se puede encontrar una rica variedad de fauna silvestre conformada


por 104 especies: 9 de peces, 21 de batracios y reptiles, 38 de aves y 36 de
mamíferos. Entre los batracios y reptiles existen desde grandes mantonas y boas,
hasta las pequeñas naka naka (Micrurus sp.).

Entre las aves destacan varias especies como el guácharo (Steatornis caripensis),
ave nocturna que nidifica en cavernas, permanece allí todo el día y sólo sale al
anochecer en busca de alimento; el gallito de las rocas o tunqui (Rupicola
peruviana); el ave conocida como cóndor de la selva (Sarcoramphus papa); así
como el otero o relojero (Momotus momota).

Entre los mamíferos destacan la sachavaca (Tapirus terrestris), el venado rojo


(Mazama americana), el sajino (Tayassu tajacu), el tigrillo (Leopardus pardalis), el
frailecillo (Saimiri boliviensis) y el pichico común (Saguinus fuscicollis).

De la flora que se encuentra en el parque se han Variedad de plantas en el


Peúidentificado 144 especies: 96 arbóreas, 17 palmeras y 31 arbustos. Destacan
entre ellas el cedro de altura (Cedrela sp.), el huasaí (Euterpe precatoria) y la
bolaina (Guazuma crinita), así como diversas orquídeas silvestres.

Reseña histórica

Por Resolución Suprema N° 033 del 4 de Enero de 1940, se aprobó la lotización


de la pequeña y mediana propiedad agrícola en Tingo María, en la que se
designaban 4 lotes destinados a formar un Parque Nacional que involucraba a la
quebrada que da lugar a la “Cueva de las Pavas”. Mediante el Decreto Supremo
N° 061 del 16 de Octubre de 1950 se declaró Reserva Nacional, al refugio de vida
silvestre conocido con el nombre de “Cueva de las Lechuzas ”.
Especies que protege

Numerosas especies de flora como de importancia económica como el cedro de


altura, la quina azufre, el tulpay, la palmera poma y huasai, entre otras; y especies
de fauna como los guácharos (Steatornis caripensis) y otras especies silvestres ya
desaparecidas de gran parte de la selva central. Entre la gran cantidad de
especies animales que existen en el distrito de Tingo Maria están: Ocelote,
perezoso de 3 dedos, sachavaca, venado rojo, sajino y tigrillo. Gallito de las rocas.

El Parque Nacional de Tingo María fue creado, repentinamente, por la Ley No


15574 promulgada en el año 1965, sin el proveído del entonces servicio Forestal y
de Caza, única entidad competente de la administración general de los Parques
Nacionales y Reservas Equivalentes en el país. Según dicha ley, que no fija
límites definidos, se incluyen dos formaciones naturales: La Bella Durmiente y la
Cueva de las Lechuzas.

En 1967, un grupo de personalidades locales, viendo la destrucción acelerada del


Parque Nacional y de otras áreas naturales de la región, conformaron el Comité
para la Protección de las Bellezas Naturales de Tingo María, que viene actuando
desde entonces.3

Cueva de las Lechuzas

Artículo principal: Cueva de las Lechuzas (Perú)

El nombre de "lechuza" se debe a una tradicional malinterpretación de las aves


más características de su interior, que en realidad son guácharos (Steatornis
caripenis) y no lechuzas. Esta cueva, a la que se accede por una imponente
entrada de unos 20x25 m situada a 673 m de altitud, es probablemente el mayor
atractivo turístico del Parque nacional Tingo María y tiene también un gran valor
de conservación. Se trata de una caverna kárstica de grandes dimensiones con
bellas formaciones rocosas, cuyas galerías aún no han sido totalmente
exploradas. Alberga una importante población de guácharos, además de varias
especies de murciélagos, que conviven con loros o pihuichos (Aratinga
leucophthalmus) y cotorras (Pionus menstruus), golondrinas y otras aves. Como
los guácharos utilizan sus potentes voces para orientarse en la oscuridad a modo
de sonar, dentro de la cueva hay un griterío casi ensordecedor. La cueva está
acondicionada para las vistas turísticas en un recorrido acotado que no genera
problemas a las especies silvestres. En el entorno inmediato de la cueva hay
baños fluviales y otras áreas adaptadas para la recepción de visitantes.

Además de los vertebrados mencionados, habitan en este sistema espeleológico


una comunidad de artrópodos raros y endémicos que viven directa o
indirectamente de las semillas llevadas por los guácharos y de sus deshechos.
Arácnidos, coleópteros, quilópodos, diplópodos, crustáceos, hongos y bacterias
prosperan sobre los nutrientes aportados principalmente por los guácharos.

La Bella Durmiente

Artículo principal: La bella durmiente (cordillera)

Como se ha explicado en la introducción del artículo, el Parque nacional nació en


la Bella Durmiente, la cadena de montañas que domina la ciudad de Tingo María
que vista desde esta ciudad recuerda a la silueta de la joven doncella tumbada
sobre la hierba. Según la tradición local ella vela por los tingaleses y sus bosques.
Dicen también que, a veces, el malvado dios recuerda su desgracia y lanza
terribles lluvias sobre la ciudad. Suenan los truenos y los ríos se cargan
amenazantes pero siempre vuelve la calma. Los pobladores de la zona se
preguntan: ¿será que se está resignando a contemplar su belleza desde lejos...?.

Ubicada a poco más de 600 msnm, Tingo María es una ciudad típicamente tropical
que se enmarca en un bello escenario de selva alta dominado por el paisaje de la
ceja de montaña. Ésta es una región de montañas de roca calcárea que forman
acantilados, grutas, cascadas y sumideros que, literalmente, se tragan ríos enteros
para escupirlos luego, transparentes y claros como pocos, desde lo más profundo
de la floresta. Ésta es también una de las ciudades más jóvenes de la Amazonía.

La ciudad

La historia de su fundación está íntimamente ligada a la ocupación de los yungas


o selva alta, que se inicia en la década de los años 40 del siglo XX. Como una
consecuencia de la activa política de expansión desarrollada por el Estado, la
selva era considerada una fuente inagotable de tierras agrícolas y
extraordinariamente rica en materias primas de exportación como pieles y
maderas finas. Tingo María era, pues, la puerta de entrada al inmenso llano
amazónico. Así, la recién fundada ciudad se convirtió prontamente en un puesto
de avanzada y eje de ocupación de la Amazonía central.
Característica agrícola

Con una temperatura media anual de 24.5ºC y una precipitación anual promedio a
los 3.500 mm, Tingo María se ubica en una de las zonas más lluviosas del país.
Este es, qué duda cabe, el reino de los helechos y las flores silvestres, un
ecosistema de gran valor natural (y vital para el mantenimiento del equilibrio
hídrico de la región) pero que sufre el constante deterioro por parte de malas
prácticas agrícolas.

Basta recorrer las cercanías de la ciudad para encontrar numerosas chacras


abiertas en las laderas de los cerros. Papayas, plátanos y algo de yuca y maíz
luchan por sobrevivir en medio de la exuberancia de la vegetación circundante.
Con la llegada de las lluvias, los surcos abiertos en las pendientes lavan el escaso
suelo fértil, degradando el terreno. Luego de algunos años de magras cosechas la
tierra "se cansa" volviéndose improductiva. Es preciso luego trasladarse, talar más
bosque y comenzar de nuevo... el nefasto círculo vicioso de la agricultura
migratoria avanza incontenible.

El Parque Nacional Tingo María es una de las áreas naturales protegidas más
antiguas del Perú y se extiende sobre los cerros forman a la Bella Durmiente.
Para experimentar esta aventura natural, solo tiene que viajar 15 minutos desde
la ciudad.

Humberto Carbajal, guía de la comunidad, asegura que ahora es más tranquila la


zona alrededor del Parque Nacional porque cada vez son más los pobladores que
se dedican a sembrar cacao o plátano en vez de la hoja de coca.

El parque tiene una extensión de 4,777 hectáreas y la seguridad, a cargo de la


policía de turismo, es permanente. Aquí uno puede encontrar desde un nido de
termitas hasta animales más grandes como un Shansho de hermoso plumaje o
gallito de las rocas.

Giovanni Pulgar, guardaparque del SERNANP, confiesa que antes los pobladores
se dedicaban más a cultivar hoja de coca, pero ahora impulsan el turismo y
protegiendo la naturaleza.

Los guarda parques, además de guiarnos, realizan trabajos de investigación y


patrullaje. Los turistas deben tener cuidado al caminar para evitar toparse con
insectos peligrosos como las arañas.

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