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Entrevistando a...

Manuel Osuna
Por primera vez me siento del lado contrario y soy el que entrevista y no al revés, y muy
orgulloso, porque el autor al que hoy tenemos el gusto de conocer un poquito más es
Manuel Osuna, la mente tras Laberintos, un libro de relatos (algunos de ellos premiados
en diversos certámenes literarios) que disfruté mucho y cuya reseña podéis leer
pinchando aquí.
Y ahora sí, sin más dilación, pasemos a lo interesante...

Muy buenas, Manuel, antes de nada, gracias por concedernos esta entrevista.

1. Muchas veces nos preguntamos, ¿cómo será la persona tras esta historia? Bien, ¿qué nos puedes
contar sobre ti?
Pues creo que soy una persona bastante normal. De hecho, suelen decirme que no coincide mi personalidad
amable con escribir historias sangrientas. Vamos, que si mañana cometiese un asesinato, los vecinos dirían
aquello de: Pues parecía buena persona, siempre saludaba…

2. ¿Qué se encontrarán aquellos que aún no te leyeron entre las páginas de este libro?
Encontrarán 13 relatos entretenidos y sorprendentes. Desde situaciones cotidianas que se transforman en
terroríficas hasta versiones macabras de personajes y acontecimientos conocidos. Siempre con un punto de
humor negro y giros inesperados.

3. ¿Cómo surgió la idea de estas historias? ¿Cuánto te llevó escribirlo?


En “Laberintos” reúno relatos que he ido escribiendo durante años. Algunos fueron escritos para concursos
literarios o para publicar en antologías con otros autores, y por tanto tienen una temática específica; otros,
sencillamente son historias que me pedía el cuerpo. Y sobre cómo surgen las ideas… pues la inspiración llega
de muchas maneras y siempre cuando ella quiere: con algo que lees, que sueñas o que oyes en las noticias,
aunque en mi caso sobre todo me inspiran las películas. Mis influencias son muy cinematográficas.

4. Personalmente tengo mis relatos predilectos, pero de eso ya hablé en su momento. Imagino que te lo
habrán preguntado cientos de veces, pero es pregunta obligatoria: ¿tu relato favorito?
Me voy a mojar y te diré que Bañistas. Porque es una situación cotidiana llevada al límite, con un humor ácido
que te hace reír por no llorar, y, lo más inquietante: porque podría llegar a pasar.

5. Es tu primera incursión en esta aventura literaria. ¿Qué sentiste cuando lo publicaste? ¿Satisfecho
con la reacción generada en los lectores?
La verdad es que tener tu libro en las manos es una sensación de orgullo increíble. Y sobre todo porque
físicamente ya lo puedes compartir. Yo soy de los que escriben para que me lean, y la
respuesta de los lectores ha sido muy positiva.

6. ¿Manías a la hora de escribir?


Ninguna en especial. Concentración y silencio delante del ordenador. Y la página de la
RAE y la de sinónimos abiertas.

7. Autores que te inspiren o que admires.


Como decía antes, mi influencia es más cinematográfica que literaria. Podría citar a
Stephen King y a Poe, pero incluso de ellos, me inspiran más las adaptaciones de sus
libros en la gran pantalla. Y, por supuesto, me rindo ante el maestro Hitchcok.

8. Desde tu experiencia como autor autopublicado, o escritor “indie” (me gusta más), ¿cómo ves la
situación actual? A nivel de promoción es injusta, lo sabemos, pero desde tu perspectiva, ¿qué crees
que falla para que cada vez, en general, se compren menos libros?
Ahora mismo, la autopublicación me parece un buen camino para empezar. Es una alternativa a las largas
esperas y a la incertidumbre de trabajar con una editorial tradicional, por no hablar de que publicar relatos es
más difícil que publicar una novela. El problema, como bien dices, es la promoción. Y la distribución. Tienes
que moverte mucho para darte a conocer, y demostrar que un libro autopublicado muchas veces no tiene nada
que envidiar a los que se supone que han pasado un filtro editorial exigente. Comparándolo con el mundo del
cine, es como si dirigieses un cortometraje con tus propios medios, sin una gran productora que te respalde, y
lo empiezas a mover para llegar al mayor público posible, confiando en tu trabajo y con la esperanza de que
les guste.
Y respecto a qué falla para que hoy se compren menos libros… Pues teniendo en cuenta la crisis y que
nuestro país tampoco se ha destacado nunca por leer mucho, el panorama es bastante desolador.
Sinceramente, tampoco sé cuál es la solución. En todo caso, como escritores lo que podemos ofrecer son
historias interesantes y confiar en que las nuevas generaciones se den cuenta de que un libro puede ser más
entretenido que un videojuego.
9. ¿Algún próximo proyecto en marcha? Y de ser así, ¿qué nos puedes adelantar de él?
El próximo libro va a ser también de relatos. Coincido contigo en esa defensa de las historias cortas, que a
veces parecen los hermanos menores de la novela, pero a mí me encantan, así que en mi siguiente libro habrá
más y mejores.

10. Para terminar, ¿algún mensaje para tus lectores?


Agradecerles el apoyo y las buenas críticas a “Laberintos”. Y a aquellos que no se lo han leído, animarles a
que le den una oportunidad. Estoy seguro de que no les va a defraudar. Y, por supuesto, agradeceros a
vosotros la oportunidad de que me conozcan un poco mejor gracias a esta entrevista.

Muchas gracias por dedicarnos este agradable ratito en el blog.


Entrevista a Gabriel García Márquez

Por Antonio Requeni

- ¿Cómo definiría su estilo? -Es la primera pregunta. Seco, cortante, el novelista contesta:

- Un realismo disparatado.

- ¿Reconoce algún antecedente?

- Hasta hace poco, reconocía antecedentes, pero después de analizarlo mucho comprendí que eran los
críticos quienes me habían hecho creer en esas influencias. Hoy los únicos antecedentes que reconozco
son los cuentos que me contaba mi abuela.
(Hay algo de agresivo en las respuestas y en el tono de su voz. Lo que confirma mi impresión. Es la
agresividad de los tímidos. Le pregunto entonces si la transformación operada en los últimos años,
especialmente en América Latina, tiende a renovar aspectos formales, o pretende además reflejar una
nueva visión de la realidad).

- Los novelistas como Cortázar, Carpentier, Guimaraes Rosa, Vargas Llosa y yo mismo-contesta- nos
estamos dando cuenta de la verdadera realidad latinoamericana y para poder expresarla tenemos que
experimentar nuevas formas, que tienden a resaltar más acertadamente esa realidad. Creo que escribir
novelas es contar las cosas que le pasan a la gente. Antes se daba más importancia al paisaje, ahora
queremos profundizar en los caracteres y en eso va incluido todo: el paisaje, las psicologías individuales,
la situación política y social. Usted ve que ya no se hacen panfletos, ahora se escriben novelas.

- ¿Eso quiere decir que la novela es un sucedáneo del libelo?

- No -responde rápidamente-. La novela no es un sucedáneo, pero lo incluye. Una novela auténtica, en


estos momentos, necesariamente debe constituir un testimonio social y político, pero implícitamente, a
través del hombre, no como se hacía antes.

- ¿Cree que puede alcanzar trascendencia una novela que se escribe hoy en América, con una
estructura y una expresión tradicionales, a espaldas de las experimentaciones de la novelística
actual?

- Yo no niego la novelística anterior. Los defectos de que podía adolecer no eran el tratamiento, los
procedimientos estilísticos, que no eran malos: había una forma distinta de ver las cosas.

- ¿Qué consejo le daría a un joven escritor latinoamericano con vocación de novelista?

- Que escriba mucho. El principal problema de los escritores latinoamericanos es que son escritores de
domingo. No se dedican de lleno a la creación.

- De acuerdo -lo interrumpo- pero tenga en cuenta que muchos escritores, aún importantes, deben
trabajar en otra cosa para vivir, para dar de comer a su familia…

- No niego que existan esas presiones económicas, pero es necesario romper con todo, hacer de la
literatura el trabajo principal, y de lo demás el secundario. El gran ejemplo es Cortázar. Los trabajos
forzados que realizó para subsistir fueron siempre secundarios. A un escritor auténtico le debe importar
más su obra que comer.

* Publicada en La Prensa, en junio de 1967


LA ENTREVISTA

¿Qué es la entrevista?
Es un diálogo que se establece entre dos personas en el que una de ellas propone una serie de preguntas
a la otra a partir de un guión previo. Se realiza con el fin de que el público pueda conocer la información
de su persona, de su experiencia o conocimientos.
Generalmente para ello, se realiza un cuestionario con anticipación considerando los datos de una
investigación previa. El cuestionario se elabora de la siguiente manera:
Se investiga el tema de la entrevista y se divide en subtemas, luego para cada subtema se escriben
preguntas que permitan respuestas amplias.

INTERLOCUTORES:

ENTREVISTADOR ENTREVISTADO
- Es la persona que plantea las - Persona de prestigio o de interés público.
preguntas.
- En las entrevistas que van dirigidas - Responde a las preguntas que el entrevistador le hace.
al público, el entrevistador suele
abrirla con una breve presentación
del entrevistado.

Partes de una entrevista


a. Título
b. Cuerpo:
- Introducción o presentación del entrevistado.
- Preguntas con las que se obtiene información.
- Conclusión o párrafo final que indica al lector que la entrevista se ha terminado (breve resumen o frase
de agradecimiento o despedida).

PASOS PARA REALIZAR UNA ENTREVISTA


LAS PREGUNTAS:
- Características: planificadas, concretas, ordenadas y variadas.

TIPO DE PREGUNTAS
1. Preguntas cerradas
Son aquellas en las que se espera una respuesta concreta. Ejemplo “¿Usted fuma?” “¿Tiene hijos?”

2. Preguntas abiertas
Son aquellas en las que se dan respuestas largas, donde el entrevistado puede expresarse
libremente. Ejemplo : “¿Qué planes de futuro tiene?” “¿Qué opina del gobierno actual?”

3. Preguntas hipotéticas
Son aquellas en las que se plantean situaciones supuestas. Ejemplo: “¿Qué haría usted si…?”

4. Preguntas comentario
Se trata de una frase inacabada a la que el entrevistado responde como si fuera una pregunta.
“Y en 1936, se inicia la Guerra Civil…”

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