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;ffiT::T";-;";"'":hli:':.;il;"i;i;ih1i"iil#':;;r;.*;;de204 (rt;;;;"chazó
r clasede culto, cf. pág. 305). ----
sv ¡' por complero
manenre ;:,:i'"ffi::".T'*:::"1*_:
H:"::,."?:".j::1?;T:ffi
a lascosas,
deun modoprobauteniJn;;r#::;"::1;:
I Herácüto acenhla
c11. inlensiaad la superioridad
hombre y la visión ..sintética,,
O" ,* *#
de dios sobre el
rrentea ra visióncaótica.de human;;. ""]: ".,
c. cetsum vr 12fioos .ros irT".rl" #, 3:,:J*:
* mezcla con perfumes, 6é Eyet (La humona ¿irws::¡ól
",:l,---:l111:.e1"r, uí "i* ,r., yvó¡rcq,oerov
"]tid_3 qc,.urr.tno dt
se denomina no tiene un viraaairo
de cada uno de ellos. ae acuerdo con Ia bio, sí lo tiene). Cf . también frs. 79, ¡uicio; la divina, en cam_
lragancía 82_3,'Jrlr.á..r"
..Como el concepto hebreo:
los cielos son más altos que
O.*",'"r, son mis caminos más
280 Los filósofos presocrdtico,t de Éfeso 281
altos que tus caminos y mis pensamientos más que 'crotponÍ¡ (que debería ser évcxvtLotpott<r, si es que se deriva de una
tus pensamientos,,
-Isaías, lv. 8 s,-. Una sentencia afirma expresamente que para forma adjedva.-tporoq,) se refiere probablemente a las tponc[ de 21E,
dios no
existe la separación implícita en los opuestos: 206 r'r. loz,- porfirio.
i, combinadas (como, sin duda, aparecían en Teofrasto, cf' una versión más
Iliadem 4, 4 re pév gee xqld ncivrq xcl
dycrOd xql 6[rqrc, completa en Dióg. Laercio, x 8) con el "camino arriba y abajo" en
üvOponor 6A & ¡rAv &6.rrcxüreLL{Qcxorv& 6é 6fx<rra (para su interpretaciónde cambio entre opuestos.El ncrLlvtponoq xÉ].eu€oqde Par-
díos toda.r
las cosas son hermosas, buenas y justas, pero los hombres ménides fr,6 (293) se entiende perfectamentey no tiene por qué comportar
han supuesto que
unos son justas e injustas otras). referenciaalguna a Heráclito (cf. pág. 357) o, por lo menos, a estefragmento.
Para una más extensadiscusión de la correcta lectura cf. Guthrie' HGP I' n.
3 en págs. 439 s.
4) La unídad de las cosassubyace a la superficie: depende
de una equilibrada reacción entr¿ opuestos. 207 Fr. 54, Hipó_
- La afirmación de 207 es una regla general; su comparacióncon
lito, Ret. ü 9, 5 dp¡rovt¡ dqavf¡q qavepfrq Kp€[rrov.
2ut (donde qr3orq no significa probablemente"Naturaleza", sino
208 Fr. 123,Temistio, Or. S, pág. 69 D.
QúorqxprlnreoOcrr "la verdaderaconstitución de una cosa") y con 209 sugiereque la
qrLei. regla se aplica a la acción del mundo como un todo, como una
a de partes constitutivas,cuya conexión no aparecea primera
209 Fr. 51, Hipótito, Rel. rx 9, I oü
fuvrdorv 6ro9 6rcr_ vista. La conexión que no se percibe entre opuestoses, de hecho,
QepópevovéourQ Qu¡.rQépetcrr. rcx).fvrovoqdp¡rovl¡ óxoronep más estrechaque otros tipos de conexión más obviosr. La cita
ró{ou rcrl )'.ópqqt.
209, uno de los dichos más familiares de Heráclito, contiene una
t Hipóüto, nuestra fuente
de información más completa y fdedigna característicavaguedaden su predicación: el sujeto de fu¡rqÉpercxr
por regla general, registra_ó¡ro),oyéerv(en vez de
ó¡rohoyéer) y r,a).iv_ no es probablemente(tó) Drcrqepó¡revov, i. e., otro ejemplo de
rpoÍoq' Es probable que fu¡rgépetcrr sea una restauración de la versión un opuestoespecífico,sino un 6Lcrqepópevóv (rr), generalizador,
de Platón, Simp. l87l y elude un empleo difícil de ó¡rol.oyetv, un
en que "algo que está siendo separado" signiflca algo así como
verbo que con facilidad pudo haberse repetido por azar, puesto que
Hipólito lo empleó dos veces en su forma infinitiva antes de "cualquier discreto par de opuestos".Su sentido, pues, es similar
citar el
fragmento' ncr)r[vtovog está tan documentado como na].[vtponoq en al implícito en ou¡rqepóF€vovbrcxQepó¡revov de 203: cualquier
las
versiones (sólo en la segunda parte) de plutarco y porfirio y comporta par, o suma de pares, puede ser consideradoo a) como heterogé-
una mejor intelección. G. Vlastos, AIp 76, 1955, 34g ss., defiende ,ncrL[v_ neo y analizable en términos de extrenos separados,o ó) como
.rpolroq; su base de apoyo más firme radica en Dióg. Laercio, tx 7, que tiende a formar consigomismo una unidad. Viene a continua-
versión compendiada y frecuentemente imprecisa de Teofrasto, que
re_ ción una adición importante: hay [en é1, i. e., ejemplifica] una
gistra la frase 6rd rQq évavtrorpoÍfrq
ippóoec¡r, que, a primera vista,
parece que se basa sobre r¡<x.)r[vrponog &p¡rovt¡; sin embargo, Évav_
conexióno medios de unión (tal es la significaciónliteral de ép¡ro-
vtn) a través de tensiones2 opuestas,que garantizanla coherencia
2n Una armonía invisible es mós intensaque otra visible. --de la misma manera que la tensión en la cuerda del arco o
20t La ü+é;tu naturalezaMifl*. ^t\tA ," de la lira, equilibrada por la tensión opuesta ejercida por los
2@ No comprendencómo esto,dada ," Tr*1lli| m);:r' brazos del instrumento,produce un compleio coherente,unificado,
consigo mismo fliteralmenle,cómo esto, estandoseparado,. puede reunirse estable y eficiente.Podemosinferir que si el equilibrio entre los
consigomismo): hay una armonía tensahacia atrás, como en el arco y en
opuestosno se mantuviera, si, por ejemplo, "el calor" (i. e., la
la lira.
suma de las sustanciascalientes)comenzaraa sobrepasarcon ex-
282 Los filósofos presocrritico,t de Éfeso 283
ceso al frío' o la noche ar día, cesaríala
unidad y coherenciader (Herdclito censura al autor del verso <ojald que Ia discordia desparecierade
mundo, exactamenteigual que si la tensión entre los dioses y los hombres>>,pues no hobría escala musical sin notos altos
de ra cuerda der arc.
excedea la de los brazos, todo el complejo se y bajas, ni animales sin macho y hembra, que son opuestos),Aquí &p¡rovfcr
destruye.
tiene, en este pasaje, su significado especialde ..escalamusical".
I Varios fragmentos
dan a entender que es necesario tener fe y
la búsqueda de la verdad subyacente,p. e.,
cons_ La discordia o la guerra es una metáfora que emplea Heráclito
:ltg: ": 210 Fr. 18, Cle-
mente, Strom. n 17, expresarel dominio del cambio en el mundo. No cabe duda
El.rqtar dvéLnrorov o¿x ¿qe;úo.,,
dve{epeóvr¡rov Éóv xcrl I idu r..t que está conexionado con la reacción entre opuestos y la
dT opov (euien no espera ro inesperodo, {c
a encontrorro, por no ser ero ni escrutobre no ,egartl
- ni accesibre). cf. también 244 y nsyoría de las clasesde cambio (salvo, p. e., el crecimiento,que
los fragmentos 22, g6i compáresecon
2 ncl[vrovos =..tendido
Jenófanes (ltt). as la acreción de igual a igual) --cabe inferir- puede rgsolverse
en sentido inverso-,, i e, tendente por igual un cambio entre opuestos.Un cambio de un exüemo a otro
a direcciones opuestas. una tensión en
una dirección originu uuio.¿,i*- parecer,en cualquier caso, que es el más radical posible. La
mente otra equivalente en el sentido
opuesto; de lo contrario, el sisÁa
se deshaoe, "guerra", que subyacea todos los hechos,es ,.común", en 2ll, en
un sentidoespecial(Homero había usado el término con el significado
5) El equilibrío total del cosmos sólo puede de "imparcial"): es universal y Ia responsablede las condiciones
mantenersesi er
ca'Inbio en una dirección comporta otro equivarente diferentesy realmenteopuestasde los hombres-incluso de su des-
en ra dirección
opuesta, es decir, si hay una incesante tino despuésde la muerte,porque la muerteen la batalla el2) podría
"discordia-' entre opuestos.
2ll Fr. 80, Orígenes,c. Celsum, w 42 convertira algunosinclusoen "dioses", cf .237 y Z3g,Se la llama
el6évcrr ¡pt¡ tóv ró].e_
¡rov éóvtc fuvóv, xcrt 6,[r¡v Éprv, rcqf yrvópevcr núvrcx rcxr, también 6[r¡, la "vía indicada" (de la mismaraíz que 6e(xvupr),
Eprv xcrt 1peóv 1. o la regla normal de conducta. Este modo de expresarsedebe ser
uha deliberadacorreccióna la sentenciade Anaximandro (110), según
212 Fr. 53, Hipólito, Ret. tx 9, 4 nó).e¡roq
rúvtov ¡rAv la cual las cosas se pagan mutua retribución por la injusticia de
tcrttip éorr, núvrcov 6é
BcrorLerlq,rcrt roüq ¡rév OeoüqÉ6erge su alternativa usurpaciónen los procesosdel cambio natural. Herá-
toüq 6¿ dvOpénouq, roüq pév 6or1).ouq
éno(¡oe roüq 6¿ clito indica que si Ia discordia _d. e., la acción y reacción entre
éLeu0épouq.
sustanciasopuestas- cesara,el vencedoren cada lucha de extre-
I Cf. 213 mos estableceríaun dominio permanentey el mundo como tal
Aristóteles, Et. Eudem. Hl, lZ35a25
xat .Hpdx),.erros
énrrr¡rf t@ nor{ocrvrr .Og Éprq Ex re quedaría destruido. Pero, así como en una batalla hay interrup-
0e6v xcl dvOpórov,dnóLorto
(: 1/. 18, 107) oú ydp &v etvcr
úp¡rovtcrv ¡ri¡ 6vroq ó€éos xcrt ciones locales transitorias o detencionesproducidas por el exacto
l3cpéoq orJ6A td (@cr dveu g{}.eoq *ot Appruoq évc¡vtfcov equilibrio de las fuerzas opuestas,del mismo modo debió admitir
6vt<¡v.
que ha de encontrarseaquí y alrá una estaülidad transitoria en
2rr conviene
saber
queto rrrr*\3ffi]i,:87J,NffI*¡.""" el campo de la batalla cósmica,con tal de que sea sólo transitoria
la justicia es discordia y que todas.las cosas sobrevienen
y ta necesidad. en*ttdi*¿U
jr,It-- - y quede equilibrada por su situación equivalenteen otra parte.
ief
212 La guerra es er padre y er rey de rodas Esta correspondenciano disminuye la validez de la dominación
las corai a unos ros
muestra como dioses y a otros como hombres, a unos
los hace esclavos y de la discordia (que, como p¿uaAnaximandro, procura una razón
a otros libres. metafórica del cambio), sino .que permite gue el principio sea
iLi
l
284 L os fi lósofos presocrdti c ul o de lífeso
aplicado al mundo de nuestra experiencia, en el que todas las esta interpretación es a la que se refiere Aristóteles en 216,
cosas deben, en última instancia, cambiar, pero algunas son, por e3,253b9 rcl qaoi r r . vsq Kt vt io0qt t 6v óvt ar v oü t d
el momento, evidentemente estables. tcx 6' oü, dLLd távtcx xcrt det, <i).).d trcxvOávervroOto
v f¡perÉpnv crtoO¡otv.ExplicitaAristóteles,en estepasaje,lo que
6) La imagen del río ilustra la clase de unidad que dependr Cetáimplícito en Platón, a saber,que muchascosas(las que parecen
de la conservación de la medida y del equilibrio en el cambio. - ¡cr estables)deben experimentarcambios invisibleso inadvertidos.
214 Fr. 12, Ario Dídimo, ¿p. Eusebium, p. E. xv 20, + fr. 91, ¿Pudo,en realidad, haber pensadoHeráclito que una roca o un cal-
Plutarco, de E 18,392s norcx¡roiorrotoLv qútolorv é¡rpaivouorv dero de bronce,p. e., experimentabaninvariablementecambiosinvi-
Étepcr xcxt Étepcr übcrrcxÉnrppei (: fr. 12)r... oxtbvr¡or xcri... ¡ibles?Es posibleque sostuvieraestacreencia,si bien ninguno de sus
ouváyer... ouvtorqrcxr xc¡i <ino).efner... npóoeLoi xcri dnetoL fragmentosconocidosapunta a una conclusiónsemejantey su positi-
(: fr. 9l). va confianzaen la veracidadde los sentidos,siempreque selos inter-
1.
1 La mayoría de los editores considerana las palabras prete de un modo inteligente, sugiere que no lo hizo Antes de
rct r¡ru¡<xl
6é dnó t6v üyp6v dvcrgu¡r.t6vtcr,que siguena ü6ar<¡énrppetcomo Parménidesy su prueba clara de que los sentidos eran completa-
una parte integrante del fr. 12; no son, sin embargo,pertinentesen mente engañosos-prueba que causó una manifiesta conmoción
este caso y es casi seguroque sean parte de un intento de cleante por entre sus contemporáneos-, las crasasdesviacionesdel sentido co-
hallar tanto en Heráclito como en Zenón una exhalación del alma:
mún sólo habrían sido aceptadas,creemosnosotros, cuando el tes-
cf. Kirk, Heraclitus,the CosmicFragments367 ss. Los pares de verbos
que componenel fr. 9l los mencionaplutarco inmediatamentedespués timonio para las mismasfuera completamentepoderoso.Es perfec-
de su compendio(en términos platónicos)sobre la información acerca tamentecomprensible,en el casopresente,que descaminarana Pla-
del río. tón las exageracionesy déformacionesde los heraclíteosrespecto
al énfasisde Heráclito sobre el cambio accidental,en especial,tal
Heráclito adujo la imagen del río, según la interpretaciónpla_ vez, de parte de Cratilo, quien, según dice Aristóteles, influyó en
tónica, aceptada y desarrollada por Aristóteles, Teofrasto y los Platón, cuando éste era joven (Met. 16, 987 a 32).
doxógrafos, para recalcar la absoluta continuidad del cambio en t Cf. 197, 19t. Es cierto que Meliso llamó la atención, en el fr. 8
cada cosa individual: todo está en flujo continuo como un río, (537), sobre el hecho de la realidad del cambio de algunas cosas que
parecen "estables": el hierro se gasta por la fricción de los dedos, etc.
p. e., 215 Platón, Cratilo 402e, }'Éyer nou .HpúrcIerrog
6rr Esta observación aparece en un contexto que tal vez aluda directarne¡te
núvrcxXcopetxcxiorj6év gÉver, xcl norc¡roOpoñ dneu<ú(ovtd a Heráclito (p. e., tó te 0epgóv rfuapóv y[veoOct rqt tó puXpóv
óvtcr l.éyer éq 6tq éq tóv cütóv rorcr¡róv oJrc dv É¡rpcxí4q. Oeppóv, cf, fr. 126). No hay motivo, sin embargo, para creer, en este
caso, que Meliso entendiera que el cambio debe ser continuo, aun
cuando puede ser invisible. Siempre que los dedos frotan, desgastan por
fricción una parte invisible de hierro; pero cuando no frotan' ¿qué
214 Aguas distintas lruyen sobre ros que entran en ros mismos
rios.
Se esparce y... se junta,.. se reúne y se separa... se acerca y se va.
215 Hertíclito dice en alguna parte que todas las cosasse mueven y nada estti 216 Algunos incluso afirman no que unas cosasse mueveny otras no, sino
quieto y comparando las cosas existentes con la coffiente de un río dice que no que todas estón en constsnte movimiento, aunque este hecho se escapa a nuestra
te podrías sumergir dos veces en el mismo río. percepción sensorial.
287
286 Los filósofos Presocrátiut,t de lífeso
218 Fr. 31, Clemente,Strom. v 104, 3 nupóg tpotcx[' np6- de.la materia y el cosmos
El fuego es la forma arquetípica
como un fuego que'
rov Oál.cxooq,Octrúoor¡g6A td pév ii¡lou Yn ró 6A li¡rtou concebido totu'iá"á p*¿" describirse
rp¡otrip... (yfr) eálaooa 6tcr¡éercxt,xcrl ¡retpÉercrtetg tóv "o-o se extingue' se vuelve a encender
cuando una determinuJu "uiti¿ud la misma
cxütóvLóyov ércoiognpóoOevflv l] yevéo0cr yfr' no todo él está ardiendo a
en una parte propor"Jnat; estado (217)' No
l-'ittptt estará
219 Fr. 90, Plutarco, de E 8, 388p nupóq te dvtcr¡rotpl¡ vez y siempr. .:tt "t" cosmogonía en el
"""no en él una
rd návtcr xcrt nOp &návtov óxotonepXpuoo0 ¡p{pcxtcr rccrtXp¡- podemos hallar,
"" "áo'""*cia'que el-fuego sea una materia prima
¡r&tcov¡puoóq. sentido milesio. No "rloriure para Tales
q* lo era el agua o el viento
originat a la manera ""
y sus seguidores'no es ni
o Anaxímenes y, según Aristóteles I
217 Esre cosrnos lel mismo de todosl no lo hízo ningún dios ní ningún ap' Simplicium' Fís' 24'
indefinido ni infinito-(cf' Teofrasto' procesos
hombre, sino que siempre fue, es y seró luego eterno' que se enciende la fuente continua de los
según medida y se extingue según medida.
DK22l 5); es, no obstante' parte del cosmos' el
como una
2lE Revoluciones del fuego: es, en primer lugar, mar y de este mar naturales en 218' Considerado del agua
(representante presumiblemente
la mítad es tierra y la olra milad exhalación brillante... Ua tierral se des' fuego estáal nivel del mar
parrarna en mar y se müe en la misma proporcíón qu1 tenía antes de en seneral, J""or*ol y tir:T1*T,-"::"i:"*tiJ:;
convertirse en tierra. \ (LO(t@ "o-o "r,
::*8n}ffir""*it**
Es probableque identificara
del mundo'
2lg Todas las cosasse cambian recíprocamente con el-fuego y el fuego,
a su vez, con todas las cosas, como las tnercanclas con eI oro y el oro las cosas'
con las ¡nercancías. 220 El rayo gobierna todas
rnrsocr,(rrcos' l0
290 Los filósofos presocrtÍtico,r ficrdclito de Éfeso
291
al aire cósmicopuro con cl0rip (el éter), la materia prima l0l4 y ss.; Aristófanes,poz g32y s. Ninguno
brillantc de estospasajeses, naturalmente,
e ígnea que llena el cielo resplandecientey circunda t¡n antiguo como Heráclito, y la cita 223 manifiesta
al mundo: cra¡amenteer influjo de
la consideraciónde este éter como divino y asiento Anaxágorasy de Diógenesde Apolonia- e
de las armas .rtu se la carifica de antigua
gozaba de una gran predicación r. La aprehensión "...nJu
en 221 y 223 y tiene una esfera de representación
de que el alma tan ampria en la poesía del
oiglo v que debía estar perfectamentefijada y
debe ser fuego y no aliento como había creído Anaxímenes por dicha época. Es comparable *"r"r o. una amplia difusión
debió con la creenciaen la divinidad del sol, que
decidirle por la elección del fuego como ra forma que debe tener una gran antigüedad.
controra la
materia (cf. pág. 236). La cita 220 demuestraque
el fuego, en su
forrna más pura y brillante, i. e., la del rayo etéreoy El cosmosse compone,en gran parte,
divino, tiene de masasde tierra (in-
una capacidaddirectiva, idea que demuestra,en parte, torpenetradasde fuego secundario,como
el carácter los volcanes)y O" .u.,
divino atribuido al éter en la concepción popular. circundado por el tegumento brinante
Tal vez sea de fuego o éter. podemos
más importante el hecho de que todo fuego (incluso conjeturar, basándonosen 21t, que Herácrito
en su fonna creía que este fuego
más baja y mundana), debido a la regularidad con que cr¿ el motor de los^procesoscosmológicos:
absorbe de su región parece
el combustibley emite sl h¡rms, a la viz que mantiene proceder ra lruvia, fuente riltima
una cierta der Lar y que está él mismo
estabilidad entre ellos, personifica, de un modo roüeno (porque el fuego ..consume,,humedad)
claro, la regla de ta
de la medida en el cambio inherente al proceso húmeda que asciendedel mar. Este, como "uuporu"ioo
del mundo, del había mostrado Jenó-
que el Logos es una expresión (páes. fanes, se convierte en tier¡a y Ia tierra,
27i s.). De esta suerte es en momentos y lugares
natu¡al que se le conciba como el constitutivo mismo distintos, se cambia en agua. Aquello, pues, ..en
de ras cosas, lo que se con-
que deterrrina activamente su estructura y vierte" el fuego cósmicoo etéreoi, *u. y tierra (21g) i.
comportamiento _Io ¡,o, .u¡¡_
que garantizano solamentela oposiciónde bios entre las t¡es masasdel mundo continúan
los opuestos,sino 1am- ¡ealizándosesimul-
bién su unidad a través de la ..disco¡dia'n. táneamente,de modo que Ia cantidad
total de cada una sigue
siendo siemprela misma. si una cantidad
t Cf., p.
e., 221 Aristóteles, de caelo Bl,Zg4all de tierra se disuerveen
róv 6, orlpcvóv mar, otta equivalentede mar se condensa
xcrl tóv &va: tór¡ov oi en üer¡a en otras partes
¡rév dp¡aior totq geofq &névetpcrv óg 6vrcr y lo mismo acontececon los
¡róvov d0civcr-.ov.....(Losantiguos asignorona ros dioseser cieto y ti región cambios entre el mar y el rayo
superior porque creían que era Ia única zona inmortal...). x¿2 Inscriptiones (fuego): éste pareceser el sentido
Groe_ de 21E. EI ).óyog o proporción
co? t 945,6 (Atenas, v a. c.) ctstp pév rtr¡xds rhrg6é€cto, oó¡rtcrtc sigue siendo el mismo _de nuevo se
lelo subraya la medida y ¡egu-
6é ¡Oóvl (El éter recib.ió susarmasy to tierra suscuerpos).223 [Hipócrates] laridad del cambio, a escalacosmológica
de carníbus 2 6oxéer 6é
esta vez. El único hecho
¡ror ii xalÉo¡rev Oep¡róv dOávatóv re etvqr sorprendenteen esta concepcióncosmorógica
xcrt voéerv rcivr<¡ xcrl ópfrv rcrt dr<oóeivrc¡t et'évar radica en la mani-
núvrq, éóvrc¡ te fiesta evasión de su análisis por medio
xct éoópevc. ro0¡o oüv ró nl.etorov, 6re ér<rpd¡0¡
dncrvtcr, é(e¡ó_
dJ opuerto, y de su refe-
p¡oev elq ti¡v dvorútc: neprQopriv, rct aúró
¡encia al fuego-mar-tierra.su probabre
¡ror-6oxért crteépc'áiq
explicación se basa en el
rcr}.crroig etp\a0-at,,(Lo que llamamos <<caliente>> hecho de que sólo acude a los opuestos
me parece ser inmortar, para et examenlógico del
que aprehende todas ros cosas,que oye, ve y conoce cambio, mientras que, en el examen
todas ros cosas,tanto ras de l,oscambios a gran escala,
presentescomo las futuras. Su moyor parte, pues, se puede seguir manteniendo una
cuondo todo entró en confu-
sión, sefue hacia la revolución superior y me parece que descripción más eÁpírica, en
es o lo que losantiguos especial cuando el Logos está estrechamente
llamoron éter). Cf . también Eurípides,fr. 839, 9 y ss., fr.
941(Narrck2l,Hileno relacionado con el
fuego. La conexión entre los dos tipos
de análisis es el concepto
292 Los filósofos presocróticu,t de Éfeso 293
subyacentede medida y proporción, pero el fuego en sí mismo (co éneotpcr¡r¡rÉvc(q Kcxrcl Koi¡'ov
Févrot év cütQ oKúQcq
mo observaGuthrie, HGP t,457) es un mediadorextremo,no un ft¡rdq, év crtq d0por(o¡révcrq tdq )'cr¡rnpdq dvcrOu¡rráoetq'
mediador potencial como el agua, lo Indefinido o el aire de los (10) )'cr¡rtpotdt¡v 6ü
eleiv qlóycxq, ¿iq eivcrt td &otpa'
Milesios. te
ti¡v toO f¡Itou qlóya Kcxl Oep¡rotátr'¡v"' ÉxLetneLv
roÚq' te
I O
"se intercambia con" segúnla frase de 219. Obsérveseque tanto esta ov Kcxt o€trivrlv &vco otpeQopévcov t6v orcxQ6v'
cita2l7 como la 219 tienden a invalidar la adscripcióna Heráclito de la concep. ytveo0crr orpeQoFévrls
:d pflvcr tflq oe).rivr¡q oxlpcxrts¡roüg
ción estoicade una éxnúpoorq, periódicao consumpcióndel mundo por el fuego
cütfr xctd llKpóv tfrq oxúQns.
(lo que es sostenido,sin embargo, por Kahn, The Art and Thought of Heracli
véoq,
tus, 134 ss.). El cosmos es y seguird siéndolo un fuego eterno que se enciende 225 Fr. 6, Aristóteles,Meteot B 2, 355a 13
y se apaga conforme a medida (i. e., simultáneamente):y, en la imagen del
' tpépn éot[v'
intercambio de las mercanclascon el oro no podría producirse una situación
en que todas las mercancías(la pluralidad del mundo) se convirtieran simultá- 22Á Fr. 94, Plutarco,de exil. r 604A "Htrtoq oü¡ üneppf¡oe-
neamente,por absorción, en oro (fuego), hasta el punto de que todo sea oro Atrc¡c éntroupoL É(eupti-
y nada mercancfas.Teofrasto, tras habersereferido a estaimagen, añadió: "In- ¡rétpa' et 6é ¡rri, 'EptvÚeg ¡rtv
troduce un orden y un tiempo definido para el cambio del mundo según cierta
necesidadpredeterminada".(Simplicio, Fís,24,4 y ss., DK 22 t 5), posiblemen-
modo
te en relación con Ia observaciónde Aristóteles (de caelo A 10, 279 b 14, DK Ninguno de sus fragmentostransmitidosmanifiestade un
22 e, l0) de que Empédoclesy Heráclito hicieron que el mundo fluctuara entre 'o sus ideas sobre la naturaleza de los cuerpos celestes' Teo-
su actual condición y su destrucción. Sin embargo es posible que Aristóteles aunque de un modo
se refiriera al ciclo de un gran año compuestode 10.800años, aparentemente
frasto expuso, sin duda con ciertos detalles,
peripatéticaspodrían
mencionadopor Heráclito (DK 22 ¡ l3); y que se aplicara a un ciclo de almas subjetivo,susopiniones-aquellas que no son
es probable que
protegidaso al tiempo que una porción singular de fuego emplea en recorrer Ser moderadamenteexactasy precisas- aunque
exactos
todos sus estadios.En cualquiera de los dos casostenía que ser engañoso,si Heráclito no se interesaratanto por detallesastronómicos
no se presentabacompleto. Platón (So/sla 242 o, DK 22 a l0) distinguió, con quien conserva la versión más com-
como los Milesios. Bs Diógenes
claridad, entre la simultóneaunidad y pluralidad del cosmosde Heráclito y los 224 es una parte; para
peíodos separadosde Amor y Discordia de Empédocles,a la vez que los men-
pleta de su exposición, de la que la cita
que el sol' la luna
ciona juntos entre los que creyeron en la unidad y pluralidad del cosmos.Es el resto (las estrellasestán más lejos de la tierra
cubetas sólidas
posible que Aristóteles los copulara influenciado por la comparación platónica más cerca; cf. DK 22 ¡'l). Los cuerposcelestesson
por las exhalaciones húmedas proce-
ylue pasa.a por alto la importante distinción de su maestro. Cf. también llenas de fuego, alimentado
Guthrie,HGPt,455 s. y 458,con más ampliasreferencias y D. Wiggins,"Hera-
clitus' conceptionsof flux", etc., en Langtmge and Logos, ed. Schofield and parte cóncava está ilírieida hacia
Nussbaum(Cambridge,1982, I ss.). una especied.e cubetas gíratorias, cuya
resplandecientesy lorman las
nosotros; en ellas se iuntan las.exhalacíones
Ia más brillante y caliente es Ia llama
8) Astronomía. Los cuerpos celestesson cubetas de fuego, ali- llamas que son los cuerpos celestes;
se eclipsan cuando sus cubetas giran hacia atiba
del sol,.. éste y la luna
tnentadas por exhalacionesprocedentesdel mar; los eventos astro- tienen lugar cuando su cubeta gira lige'
nómicos tiencn también sus tnedidas. - 224 Diógenes Laercio, ,--ro, ,or", ^nnruol", de la luna
ramente.
x 9-10 (DK22 t l) tó 6é repté¡ov éroióv Éqtrv oü 6¡).oi' 225 EI sol,'. es nuevo cada día'
si lo hiciera' Ias Erinias' eie-
iN gl sol no sobrepasaró sus medidas;
224 No aclara la naturaleza de lo circundante; contiene, sin embargo, cutoras de la lusticia, Io teducirían a ellás'
294 Los filósofos presocrdticos ilerdclito de Éfeso 29s
dentesdel mar, que les sirven de combustibler. Es de suponer que ' ments 273 y ss.), pero, puesto que est4 encendida, puede considerar la
éste seael modo en que el agua se cambia en fuego en equilibrada exhalación heraclitea como ígnea: cf. pág. 298 n. L La explicación de
interacción de las masasdel mundo, tal como se describeen 21E. la noche y el dÍa (así como la del invierno y el veranoi, que la versión
Es ingenua y popular la idea de que al fuego lo nutre físicamente de Diógenes, siguiendo a Teofrasto, atribuye a la prevalencia alternante
de las exhalaciones oscura y brillante, es absurda: Heráclito conoció,
la humedad,puesto que es ésteel que la evapora. Es probable que
como cualquier otro, que el fenómeno del dia se debla al sol y en el
la concepciónde las sólidascubetascelestesseaigualmenteuna ela- fr. 99 declaró que "si no hubiera sol, serÍa de noche".
boración cuasi-científicadel mito popular de que el sol navegacada
noche de oeste a Este sobre rrn cuenco dorado en torno a la co- 9) La sabiduría consiste en entender el modo en que opera el
rriente norte de oceáno (cf. 7). Explica ros eclipsesy las fasesde mundo. - 227 Fr. 41, DiógenesLaercio,rx I Év ró ooqóv' Ér[-
la luna por la desviación,en su giro, de Ias cubetas;no adujo causa
otqoOcrryvó¡rr¡v, 6x¡ rcupepvGtctn&vtcr 6td nóvtov ¡.
alguna (que no fuera meramentemecánica)y Diógenes(x ll, DK
22 e, l), siguiendoaún presumiblementea Teofrasto, constató que ?:2E Fr.32, Clemente,Strom. v 115, I Ev ró ooqóv ¡ro0vov
Heráclito no dijo nada respectoa la constituciónde dichascubetas; oür éOé)'.etxat é0é).er Zr¡vóq óvo¡rcr.
},.éyeo0crr
en realidad, parecehabersecontentadocon adaptacionesde versio- I óté¡ xupegvffoct PlB, ót' éyxupepvffocr F; óté¡ érupépvr¡oe
nes populares,siempreque su teoría generaldel cambio se mantu- Diels, DK, ónfr xupepv&tct Gigon, Walzer, óté¡ xupepvdtct
'Vlastos
viera. La cita 225 concuerdacon la versión de Teofrasto sobre las escribió l5x¡ xupepvdtcrt. La forma femenina été¡-no aparece' de hecho'
cubetascelestes:el sol es "nuevo" cada día en el sentido de que documentada; 6x¡ es una de las causas obvias de su corrupción. Esta
su fuego se vuelvea llenar cada noche con exhalacionesenteramen- lectura implica ente¡der yvé¡rr¡v en función de acusativo interno de
te nuevas.Este aprovisionamientoy consunciónconstituyen,natu- énlorqo0st, como hace Heidel, "saber con un juicio verdadero cómo
todas las cosas son gobernadas a través de todas", interpretación que
ralmente, un ciclo regular, si bien cada uno puede admitir ligeras
serla un desarrollo del fr. 16 Diehl de Solón: yvto¡roorlvr¡q,6' &Qcvéq
variaciones.El principio de la medida en el cambio natural queda
¡al,enótctóv éott voQoct / ¡rétpov, ti 6l¡ rrdvtorv ne[pcrtc po6vov
también ilustrado en 226, donde Dike, la personificaciónde la nor- Eyet-.(Lo mós ddícil es llegar a comprender Ia medida invisible' secreta,
malidad y, por tanto, de la regularidad,impide que el sol sobrepase del discernimiento, el único que posee los límites de todas las cosas).
sus medidas-de acercarse,p. e., demasiadoa la tierra o de seguir Los estoicos, por otra parte, interpretaron la patabra yvóp¡v como
complemento directo de Én(o"rqoOct (cf. Cleantes, Eimno a Zeus 34 y s)'
brillando durante más tiempo del que le corresponde.
entendiendo que representaba su propia idea de la Razón divina y no
I Teofrasto y sus seguidores le atribuyeron resulta sorprendente, en cualquier caso, que fueran ellos quienes hicieran
a Heráclito, por lo gene_
ral, dos exhalaciones, una hrimeda y otra seca; es probable que esta la sustitución. Hay a quienes les ha parecido improbable el hecho de que
atribución sea una mala interpretación basada en la concepción del Heráclito empleara la palabra yvóp¡ sin artículo y sin la indicación de
propio Aristóteles, que expüca los fenómenos meteorológicos (en un poseedor expreso como equivalente del Fuego o del Logos (cf. 220).
cuanto Ambas interpretacionestienen sus dificultades, y su significado resultante
que son distintos de los astronómicos) mediante dicho expediente. parece
que éste elaboró su teoría basándose en la importancia que Heráclito no es muy diferente: la sabidurfa consiste en entender cómo actria el
la asignó a la exhalación procedente del mar y a las procedentes de
otras aguas terrestres. Parece, sin embargo, a juzgar por los pasajes 227 Una sola cosa es la sabidurla: conocer con iuicio verdadero cómo
de
su Meteorologlba, que Aristóteles consideró como descubrimiento propio todas las cosag son gobernadas a lravés de todas las cosas.
la observación de la exhalación seca (Kirk, Heraclitus, rhe cosmic Frag- 22E Una sola cosa, la única verdaderamenle sabia, quiere y no quiere
que se la denomine Zeus.
296 de Éfeso 297
Los filósofos presocrdticos'
mundo -circunstancia que, en cualquier caso, imprica la inteligencia dcl 230 Fr. 118,Estobeo,AnL ttt 5,8 cÚr¡ quXil ooQotdt¡ rcrf
Logos divino.
n.
La cita 227 aduce la verdaderarazón de la filosofía de Herá_ 231 Fr. 117, Estobeo,Ant. ttt 5' 7 dvi¡p éxótcrv ¡reOuo0fr
clito: no sienteuna mera curiosidad respectoa la naturaleza(que, oúr Éncricov6x¡
únó ncrt6óq dvÍ¡pou, oQcr¡')'óUevoq'
sin duda, sintió también),sino que sustentala creenciade que la
ver, úypi¡v ti¡v rPuXi¡vÉXcov'
vida misma del hombre está indisociablementeatada a todo Io que
tóv oúx
le rodea. La sabiduría -y, er consecuencia,el vivir de un modo 232 Fr. 45, DiógenesLaercio, rx 7 VuXiq tetpcrtcr
é6óv' oÜtcopaOÜv tróyov
satisfactorio- consisteen entenderel Logos, la estructuraanáloga É(er5poro,ndocrvéntnopeuó¡revog
o elementocomún de la disposiciónde las cosas,incorporandoel xrr.
¡rétpov o medida que garantiza que el cambio no produce una cosmoló-
pluralidad disociada y caótica. una absoluta inteligencia sólo Ia ; Es probable gue Anaxímenes dedujera conclusiones
puede llevar, en este caso, a cabo dios (22t; cf . también 206), dt]-ulTl q': tlrytii:lil':t::
.gicasa partirde la naturaleza
abandonóesta idea en
quien, en algunos aspectos,por tanto (aunqueno en el del antro- úomérica, concibió como aliento' Heráclito
de que estabahecha
pomorfismo y en el de la exigenciade culto), se asemejaal Zeus favor de otra concepciónpopular, a saber' la
edificó una teoría psicológica
de Ia religión convencional.Dios, con su visión sinóptica,es pues, de éter fgneo y, sobre eita base'
por primera vez (salvo que Pitá'
"el único ser completamentesabio". El fuego (220) y el Logos de orden racionalista,en la que,
rela'
mismo (196) son, en gran medida, coextensivossuyoso aspectos goras mir-o trascendierael límite de nuestrassuposiciones)'
cuerpo' sino t¿m-
diferentes. Iiona la estructuradel alma no sólo con la del
Quedan por describir sus opiniones sobre los hombres -sus bién con la del mundo en su totalidad'
compone 0,.
almas, instituciones e ideas, temas gue no estaban en absoluto El alma, en su verdaderacondición operativa, se
cuando se enumeran las que
disociadosdel estudio del mundo exterior, ya que, en cada esfera, fuego: en lra cita 229 le reemplaza
de las masas del
se encuentranlos mismos materialesy las mismas leyes y la cita poOiian considerarselas principales interacciones
que el alma es ígnea' sino
227 depende,con toda claridad, de esta suposición,implícita tam- Lun¿o (21t); no implica solamente
también que desemp"nu oou cierta iunción en el gran ciclo del
bién en 194 (fr. l).
(y, aunque es análoga al
cambio natural. Nace de la humedad
la que' al menos
10) El alma se componc de fuego; procede de la humedad y fuego cósmico,es una cierta especiede humedad
-pur,", se
en ella se convierte; su total absorción por parte de ésta es su ,r, la mantiene, cf. pág' 29Q y queda destruida cuando
1' es seca' i' e"
muerte, El alma-fuego estó emparentadacon el mundo-fuego. convierte tot¿lmente en agua El alma eficiente
229 Fr. 36, Clemente,Strom.vt t7,2 {uXñorv Oávcxtogü6rop
yevéoOcrr,ü6cxtr6é Oávctoq yfrv yevéoOcx¿'éx yfrq 6é ü6c>p 230 un alma seca es muy sabía y muy buena'
por un níño imberbe
y(vetcrt, É{ ü8crroq6} r¡ruX{. 231 Un hombre cuando estó ebrio es conducido
y va dando tumbos, sin saber por dónde va con su alma,húmeda'.
229 Para las almas es muerle convertírse en agua, y paru el agua es 2 3 2 N o l l e g a r l a sa e n co n tr a r ,e n tu ca m i n o 'l o sl l m íte sd e l a l m a 'n i
prolunda dimensión tiene'
muerte hacerse tíena: de la lierra nace el agua y del agua el alma. aun recorríendo todos los catnínos: tan
!J
I 4
L$(}tJ i
^f
298 Los filósofos presocrdtico,r i
i
299
de Éfeso
ígnea (230). un alma humedecida, p. €., por exceso 2 Segrln el escolio a calcidio (ft. 67 a de DK), Herácüto comparó el
de bebidu
como en 231 (ejemplo que ilustra perfectamenteel carácter alma con una araña que se dirige con rapidez a cualquier
parte de su
aú¡r iuncta"
ingenuo de su psicología) tiene su capacidad disminuida Describe al alma como "firme et proporüonaliter
y hacc ' tcla dañada.
a Heráclito' Cf' respecto
que su dueño se comporte como un niño, al cuerpo; la idea de la proporción es adecuada
sin juicio o sin vigor
físico' De esta manera coloca expücitamentear a Anaxímenes,Págs. 233 ss.
entendi-i*to 3 A s í M a c r o b i o 'S.,Sc¡ P'1 4 ,1 9 ( D K2 2 t'|5 ) ,..H e r á cl i to d i j o q u e e l
el y ésta, que puede moverseen todas las partes ""
llma 2, tiene del cuerpo a l m a e s u n a c e n te l l a d e l a su sta n ci a e se n ci a l d e l a se str e l l a s,'( sci n ti l l a m
según sus necesidades t' como concen-
unos límites inalcanzables(232). Es slellaris essentiae)y concebfa, sin duda, a las estrellas
probable que la intención de su pensamiento taciones de éter.
no se refiera tanto
al problema de Ia autoconciencia'cuantoal de que
el arma es una el
porción representativa del fuego cósmico _que,
comparado con 11) La vigilia, el sueño y la muerte están en relación con
eI sueño eI alma estó pm'
el individual. tiene evidentementeuna vasta extensión-. podría, grado de ignición del alma. Durante
actividod'
pues' concebírselacomo un fragmento adurterado
del fuego cósmi- íialrnente separadadel mundo-fuego y disminuye' así' su
co 3 cir-cundantey poseedora,for hnto, en alguna
medida, de su 233 Ft. 26,Clemente,Strom. ry 141,2 dvOpconoqÉv eüQpó-
poder directivo (21t). Toda esta visión, como ya (6v
hemosináicado, vn q&oq cinterqt éautQ ldno0avóvl dctoopeoOeiq6r¡etq'
es un desauollo de la que ¡azonabrementepodría considerarse
una 6J &r...o, te0ve6roq eú6¿>v[¿noopeogetqórperq],Éypr¡yopóq
concepciónpopular de la naturalezadel éter (cf. Wilamowitz')
nota I depág.290), dintetqt eübovtog. (El texto es el de DK, que siguea
si bien tuvo a su alcance una manifestaciónmás
simpie y más
empírica de la naturarezaígneadel arma, ya que debió 234 Sexto,adv. math. vtt 129 (DK 22¡16) toOtov oüv tóv
ser comrin
la observaciónde que el balor está asociadoal cuerpo
vivo y el Oetov),.óyovrqO' 'HpúrLettov 6t' óvcrtvofrq'onúocvteq'voepot
cuerpo muerto y sin arma esLí frío (ésta es Ia interpretacion ytvó¡reOcx,rqt év ¡rév Ünvotq tr¡OnioL, rcnd 6A Éyepotv tálrv
¿e
Vlastos, op. cit., 364 y s.). ú¡rqioutq' Év ydp totq lSnvotg¡ruoúvtarvt6v crlo0¡trrc6v'nópov
ó év f¡¡rtv-vo0g'
ou¡rQutcrq
xlpiqr"o, tfrq Ípóq tó neptÉxov
' Una reformulación estoica de 229, en Ia que a las tres otovei[ttvoq
oq>(o¡rév¡q
mundo genuinamenteheracliteas se añade el
masas del póvns riq xcrcd &vamvoi¡vnpooQrloecoq
aire (de manera que resurten liv npótepov etXe ¡rv4¡rovtxi¡v
los cuatro "elementos" típicos de la especulación post-empedo.i";i; ir(na, Xopro0etq,te dtopúLi"et
que la "muerte del fuego es el nacimiento d;
del aire", etc.; esta ¡"t r,o"-
ción, que DK aduce como el fr. 76, es totalm€nte
engañosa respecto al
pensamiento de Herácüto, quien parece que, 2g3 El ho¡nbre de noche enciende para sl una luz cuando su visión
a despecho de Anaxlmenes, que estó
iporó al aire como un constitutivo cósmico importante. estú extincta: vivo, cuando duerme, está en contacto con el
Es posible, no eI que duerme'
obstante' que denominara con er término drlp a la exhalación rnuerto y despierto con
pro""áni" 234 Inhalando, según Heróclito, medíante la respíración esta dívína razón
del mar, por cuyo conducto el mar se convierte en fuego. pero
et"O,"f". ij, (logos), nos hacemos inteligentes: nos olvidamos mientras dormimos'
an. A2, 405a24, DK22 ¡ i5¡ afirmó que Heráclito
identifcó al arma con , r " r p r r o ^ o r d e n u evo n u e str o sse n l i d o sa l d e sp e r ta r 'Pu e s'a l e sta r ce r r a -
el principio material, a saber, ..la
exhalación de la que compuso las mente se separd
demás cosas". Aristóteles mismo admitió dos dos, durante el sueño, los canales de Ia percepción' nuestra
clases de exhalaciones: d r 'r u p o r r n r r s c o c o n l o cír cu ü a n te ,co n se r va n d o su ú n i ca .vi n cu l a cíó n a
una de ellas ígnea, de modo que ..la exhalación,, y, por esta
caso, al fuego.
representa, en este rravés de la respíración, como si luera una especie de ralz
pierde la capacidad de memoria que antes tenía' Mas' duranle la
causa,
301
300 Los filósofos presocrdtictts de Éfeso
muertos en la batalla"'
interpretación es evidentemente platónica (pace A, Delatte); cf., no obs. dioses y los hombres hon¡an a los
tante, Pi. fr. 131b. fu con los que mueren de enfermedad^"t^,:3:
simple
"o*iuru"ión
stamente nueva y itp'otuUte que haya sido una
"' p:*i t::1T::
12) Las almas virtuosas no se convierten en agua a Ia muerte vención posterior (o a lmitación suya)' ¿Cómo
preguntarnos' sel "más
del cuerpo, sino que sobrevivenpara unirse delinitivamente aI fuego los que mueren en batalla' podríamos
cósmico. -235 Fr. 25, Clemente,Strom. w 49, 3 ¡rópot ycrp as" que las de los que mueren de l.ferm¡d"1t--:"-:::::::::
son húmedasy sus poseedores
pé(oveq ¡ré(ovcrqpofpaq LcyXúvouor xaO' 'Hpdrl.ertov. i-rrrg"¡rnor' en (lue las últimas
y semejanteal sueño;
236 Fr. 63, Hipólito, Rel. tx encuentran en un estado semiinconsciente
.10,6 tÉvocr6' Éóvrrt éncxv[ot- han sido cortados en la ple'
cxoOctrcrl grl).crxcrqy(veo0crréyeptt (óvro>v xcrl vexp6v. rs muertos en batalla, en cambio'
z, almas son ígneasa causa de
itud de su actividad cuando sus del enrermo
237 (Fr. 136),I Bodl. ad Epictetum,p. lxxxiii Schenkl {ruXci il;;t";J;;;;l-u"i-o'o' Las almasenervadas
dp¡{qaror rcrOcrpótepcrtfl Évt vorloorq. pierden, a" 9.'":'t
enelmomeni" 'i1ltl1'-"'"i:11:*'j::?;
del todo,de modoquedejande existir
;':'""hffi;;'J*oru. en combate' en cambio (por
La afirmación de las "mejores porciones" ganadasen 235 debe como almas; las almas de los caídos
referirse al alma solamente,puesto que, despuésde Ia muerte, el morir casi instantáneamente en su mayor parte)' son predominan'
de
cuerpo "es más merecedorde ser arrojado que el estiércol" (fr. 96). parece plausible, pues, que éstos se vean libres
tementeígneas. 3'
No todas las almas, en consecuencia,pueden, en igual medida, alma: su conversión en agua
1o que constituye la muerte del
pas:rr por la "muerte" Q29) de convertirseen agua, es decir, de el cuerpo y se vuelven a unir
Podemosconjeturar que aUandonan
dejar de ser alma, que es..esencialmente probable que' antesde llegar a este
ígnea. La cita 236 (cuyas con el fuego etéreo, bi"n es
palabras iniciales esüín probablementecorruptas) parece sugerir 'i tiempo démones sin cuerpo'
estado, sigan siendo durante algún
que ciertas almas sobrevivena la muerte y se conviertenen démo- No existe' aparte de ésta' idea
de acuerdocon el patrón hesiódilo'
nes, lo que es un desarrollo manifiesto de un famoso pasaje de ni de supervivenciaperpetua
uiruou de supervivenciaindividual'
Hesíodo1. La clave de la creencia de Heráclito la da, a nuestro porque medidas de este fuego están
en calidad de fuego'"'¿tto'
juicio, la cita 237, que no es evidentementeuna aducción verbatim, del proceso cosmológico y
siendo lanzadas constantementedentro
(cf' nota de pág' 292 sobre un
sino un compendio en verso de una fecha tal vez muy posterior experimentanto, .*-Uios de 2l'8
(por DiógenesLaercio, ü 16, DKZ2Il, sabemosque Escitino pu&s' Heráclito deudor de
posible período del alma)' No parece'
escribió una versión métrica de Heráclito a finales del siglo rv o Pitágoras en este Punto'
ru a. C.). Es probable que esté,en pat'te,influenciado por el b. 24: crürgP
r 23E Hesíodo, Erga 721-y ss' (se refiere a la:azz ¿e oro)
érú?\upe / tot-ptv 8atpovÉq etot
235 Pues las mejores muertes obtienen mciores asignaciones cr,.t i-¡* vi""a xctd-yct'
según He_ ""0.. éntX0óvtor QÚ)rcrxeq.ev.nt6v
ráclito. Atóq ¡reyútrou 6td pou)'dq / éo0trot'
s esta raza' estosse convierten en
236 Hasta él (o ello), que está ailr, ascienden y se convierren en guar- dv0póno:v ¡Pero cuando la tiena cubrió hom'
gran Zeus' en guardianes terrestresde los
dianes vigilantes de (los) vivos y de (los) muertos. démones noblespor decisión del de Herá-
ss' Otra de las sentencias
237 Las almas muertas en combate son mós puras que (las) que pere- bres mortales)' c'' 1aia' zsz v
'á*iiet o'"ottt tiene' sin duda' una
cen de enfermedades. cüto que nos cons€rva Hipólito es muy
304 Los filósofos presocrdticot; de Éfeso
f
cosmos)está extincto. La comprensióndel t
Logos, de la verdader¡r fl l
l_
constituciónde las cosas,es necesariapara que Er
nuestrasalmas no
esténexcesivamente húmedasy las convierta en ineficacesla insen. &
I
satezpersonal.La relación der alma con el J-i
mundo, por él estable-
cida, es más verosímil que la de pitágoras,porque
I
es más racional; t
apunta hacia una dirección que no fue seguida,
en su conjunto,
I
I
hasta el advenimientode ros atomistasy de
EL occIDENrE (GRIEGo)
It tn FILosoFíA EN
Aristótelesmás tarde;
en el intervalo, floreció con los eleáticos,con
sócratesy con platón
una nueva tendenciaencaminadahacia la repulsa ¡
de la Naturareza. I
¡
I griegasdel
i I_o, dos primeros filósofos conocidosque enseflaronen las ciudades
y Pitágoras, que florecieron
I ¡u, ¿. Italia fueron dos emigrantesde Jonia, Jenófanes
Pero las filosofías que se desarrollaron en el sur
h¡cia el final del siglo vr a. c.
fueron, desde el principio, muy diferentes en sus motivos impulsoresy
dc Italia
que éstosse sintieron impulsadospor
an su índole de las de los Milesios. Mientras
viejas versionesmitológicas'
Una curiosidad intelectual la insatisfaccióncon las
y
por procurar una sistemática explicación física de los fenómenosfísi-
on un intento
orden religioso y los eleáticos
cos, el impulso subyacenteal pitagorismo fue de
ParménidesyZenónpropusieronparadojasmetafísicasquedestruyeron,deraí2,
pensadorimpoftante
la creenciaen la existenciamismd'del mundo natural. El único
quecontinuóenOccidentelatradiciónjoniadeinvestigaciónsobrelanaturaleza,
Empédocles'A pesar
de un modo similar a su espíritu, fue el filósofo siciliano
una poderosa influencia tanto del pensamientopitagórico co-
d" todo, experimentó
por preocupacionesmetafísicas
mo del de Parménides;,.r ,irt.a" está enmascarado
yreligiosas,asícomoporunaimaginaciónaudaz(pornodecirfantástica)'extraor-
dinariamentePersonal.
griega occi-
Resulta tentador conjeturar que estasdiferenciasentre la filosofía
jonia con diferencias en las sociales
condiciones y políti-
dental y la estánen relación
c a s d e l a v i d a e n e sta sp a r te sta n d i sta n te sd e l m u n d o g r i e g o .El Su r d e l ta l i a y
vinculadosa la muerte
de Sicilia fue, ciertamente,la residenciade cultos mistéricos
yalaadoracióndediosesdelinframundo,mientrasqueestetipodeactividadreli-
Jonia' Se ha
giosa tuvo escasapresenciaen las ciudadesde la costa ribereña de
sugeridoquelasciudadesoccidentaleseraninherentementemenosestablesyque
elcompromisodesusciudadanosconlosvalorestípicamentepolíticosde|apolis
(sin duda'
griega estabamenos enraizado que en cualquier otra part€ de Grecia.
l-"g,r"rruentrelosestadosdeltaliaySiciliaparecehabersidoextraordinariamente
de poblacionesenteras
encarnizada,hasta el punto de que originó deportaciones
en el año 510
v el arrasamientototal de sus moradas: la destrucciónde Síbaris