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Rehabilitación de pavimentos
La rehabilitación de los pavimentos, son acciones que se toman cuando el paso del
tráfico y las acciones climáticas han provocado una disminución apreciable de las
características iniciales o cuando se requiere hacer frente a nuevas solicitaciones no
contempladas con anterioridad en los pavimentos y tiene tres objetivos principales:
Mantener una adecuada resistencia al deslizamiento de la superficie del
pavimento proporcionando una seguridad suficiente a los vehículos.
Conservar una regularidad superficial acorde con el trazado de la vía y con las
velocidades normales de recorrido (velocidad de diseño), de manera que la
rodadura sea cómoda para el usuario.
Asegurar una resistencia estructural suficiente para el tráfico que ha de soportar
la carretera.
C. Reciclado de pavimentos
El reciclado es una técnica de rehabilitación de carreteras que consiste en la
reutilización de los materiales procedentes de las capas del pavimento que ya han estado
en servicio, materiales que han perdido algunas de sus propiedades iniciales por el uso o
envejecimiento (cohesión, textura, composición, geometría, etc.), pero que tienen el
potencial de ser reutilizados para integrar nuevas capas del pavimento. Los
procedimientos de construcción y conservación de carreteras consumen
fundamentalmente dos tipos de recursos, los naturales y los energéticos. Mediante la
aplicación de los reciclados, se reduce el consumo de ambos recursos y se disminuyen
los desechos de todos estos materiales, evitando el correspondiente impacto ambiental.
Se trata, en definitiva, de que la carretera integre, en la medida de lo posible, las
funciones de cantera y botadero.
E. Emulsiones asfálticas
Una emulsión es una mezcla estable y homogénea de dos líquidos que normalmente no
pueden mezclarse, (son inmiscibles entre ellos), como el aceite y el agua. En el caso de
una emulsión asfáltica los dos líquidos no miscibles son el agua y el asfalto.
Composición
Las emulsiones asfálticas estables están compuestas de tres ingredientes principales,
el asfalto, el agua y un agente emulsivo, en algunos casos es posible agregarles
aditivos, como estabilizantes, mejoradores de recubrimientos, mejoradores de
adherencia o agentes de control de rotura.
Asfalto: El cemento asfáltico es el elemento básico de la emulsión asfáltica
y, en la mayoría de los casos, constituye entre un 50 y 75% de la emulsión.
Si bien la dureza de la base de cemento asfáltico puede variar, la mayoría de
las emulsiones es hecha con asfaltos con un rango de penetraciones entre 60
a 250. En ocasiones, las condiciones climáticas pueden requerir una base
asfáltica más dura o más blanda. En cualquier caso, la compatibilidad
química entre el agente emulsivo y el cemento asfáltico es esencial para la
producción de una emulsión estable.
Agua: El segundo componente en una emulsión asfáltica es el agua. Su
contribución a las propiedades deseadas en el producto final no puede ser
minimizada. El agua puede contener minerales u otros elementos que afectan
la producción de emulsiones asfálticas estables. Consecuentemente, el agua
potable puede no ser adecuada para las emulsiones asfálticas. El agua
encontrada en la naturaleza puede ser inadecuada debido a impurezas, sea en
solución o en suspensión coloidal. Preocupa principalmente la presencia de
iones de calcio y de magnesio. Aguas que contienen partículas no debieran
utilizarse en la elaboración de emulsiones, por lo que el uso de estas aguas
impuras puede resultar en un desequilibrio en los componentes de la
emulsión, lo que puede afectar en forma adversa la performance o causar una
rotura prematura.
Agentes emulsivos: Las propiedades de las emulsiones asfálticas dependen
en gran medida de los agentes químicos utilizados como emulsivos. El
emulsivo es un agente tenso activo o surfactante. El agente emulsivo
mantiene las gotitas de asfalto en suspensión estable y controla el tiempo de
rotura. Es también el factor determinante en la clasificación de las
emulsiones como aniónicas, catiónicas o no iónicas.
Clasificación
Las emulsiones asfálticas se clasifican en tres categorías:
o Aniónicas (las partículas de asfalto están cargadas negativamente)
o Catiónicas (las partículas de asfalto están cargadas positivamente)
o No iónicas (las partículas de asfalto son neutras)
En la práctica, las dos primeras son las más utilizadas en la construcción y
mantenimiento de carreteras. Las no iónicas pueden ir ganando importancia a
medida que la tecnología de emulsiones avance.
Una segunda clasificación de las emulsiones se basa en la velocidad con que las
gotitas de asfalto coalescen4, esto es, se juntan restaurando el volumen de
cemento asfáltico.