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REVISIÓN SOBRE LA BIOQUIMICA DEL METABOLISMO DEL HIERRO

Autor: Prof. Dr. Alejandro G Dijkstra

Resumen

Si bien el hierro es esencial para el correcto funcionamiento del ser humano y su deficiencia es

uno de los problemas más frecuentes de la salud pública, también es capaz de generar especies

reactivas del oxígeno (ROS), por lo cual es de vital importancia mantener la correcta homeostasis

del mismo.

En la última década gracias a los avances en la bilogía molecular se ha profundizado en la

comprensión del metabolismo del hierro, en esta revisión bibliográfica he intentado tratar en forma

resumida los aspectos más sobresalientes del mismo.

Introducción

El hierro forma parte estructural de numerosas proteínas, algunas de las cuales poseen actividad

enzimática y en las que actúa como grupo prostético (catalasa y peroxidasas, NO sintetasa,

guanilatociclasa, prostaglandina sintetasa).En otras proteínas el hierro se halla unido a

estructuras porfirínicas donde contribuyen al transporte de oxigeno (hemoglobina y mioglobina) o

de electrones (citocromos).

Finalmente, existe un grupo de proteínas en las que el hierro forma unos agregados moleculares,

(hierro no hemínico) que contribuyen al depósito de este metal en el organismo (ferritina y

hemosiderina) o a su transporte plasmático (transferrina).

Las ferredoxinas son proteínas no hemínicas donde el hierro se hallan unido a átomos de azufre,

son parte de los complejos transportadores de electrones a nivel mitocondrial.

La cantidad total de hierro en el organismo es de 35 a 45 mg / Kg, en un adulto sano es de

aproximadamente 4 g. (Andrews, 1999).

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No obstante su función vital en los seres vivos, un exceso de hierro es perjudicial para el

organismo ya que interviene como catalizador en la formación de radicales libres, a su vez la

producción excesiva de radicales libres está asociada a una mayor oxidación de las LDL.

El hierro presenta 2 estados de oxidación: ferroso (2+) y férrico (3+), a pH neutro y alcalino, el

potencial redox del hierro en soluciones acuosas favorece el estado férrico, a pH ácido el

equilibrio se inclina hacia las formas ferrosas, la forma férrica tiende a formar complejos con

hidróxido, agua y aniones volviéndose insolubles.

En estados normales existe un balance entre el hierro ingerido y el perdido, ya que se absorben

y se eliminan entre 1 a 2 mg / día, la ingesta diaria promedio es de aproximadamente 20 mg, lo

que indica que el hierro absorbido es entre 5 y 10 % de lo ingerido

El hierro no se encuentra en forma libre, la mayoría se incorpora a la hemoglobina de los

precursores eritroides, más de 2/3 del hierro corporal es incorporado a la hemoglobina, la mayor

parte del hierro que no forma parte de las células sanguíneas se encuentra en los hepatocitos y

en sistema retículo endotelial, otro porcentaje está presente en las fibras musculares u otros

tejidos, el hierro se almacena en las células del parénquima hepático y los macrófagos del

sistema endotelial.

Ubicación mg
Músculo 300
Médula ósea 300
Eritrocitos circulantes 1800
Hígado 1000
Macrófagos del SER 600
Transferrina 3

Los requerimientos de hierro deben cubrir las necesidades generadas por el crecimiento

corporal, las pérdidas fisiológicas (descamación cutánea e intestinal) o debidas a la menstruación

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en mujeres fértiles y eventualmente las necesidades propias del embarazo, la formación de 1 ml

de eritrocitos precisa aproximadamente 1 mg de hierro, por lo que las necesidades diarias del

hierro oscilan entre 20 y 25 mg, el 95 – 98 % se obtiene de los tejidos de reservas mediante un

proceso de reutilización, .el 2-5 % restante procede de la absorción intestinal y en condiciones

normales es suficiente para cubrir los requerimientos diarios debido a las pérdidas fisiológicas .

El balance del hierro del organismo se regula fundamentalmente a nivel del intestino a través de

los mecanismos de absorción, así un balance negativo tiende a compensarse con un aumento en

la absorción, y viceversa. Así mismo las características de la dieta constituyen otro factor a

tener muy presente en el grado de absorción del hierro.

La deficiencia de hierro (Fe) continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública,

aún en países desarrollados.

Durante los primeros años de vida, esta deficiencia nutricional afecta el desarrollo cognitivo de los

individuos y en la edad adulta, disminuye la capacidad productiva (Darnton-Hill,2005); además, en

las mujeres embarazadas, se ha asociado la deficiencia del mineral con el riesgo de tener niños

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con bajo peso al nacer y de muerte materna durante el parto y el puerperio, dato relevante, si se

tiene en cuenta que el 40% de las mujeres en los países en vías de desarrollo sufre de anemia

ferropénica (Darnton-Hill,1998).

El Fe es el cuarto elemento más abundante en la superficie terrestre (5%) (Fairweather, 2001).

Desde el punto de vista biológico, las dos formas relevantes de Fe son el oxidado o férrico (Fe +3)

y el reducido o ferroso (Fe+2). En el estado oxidado y a un pH mayor de 4, el Fe es muy insoluble,

y es fácilmente quelado por otros compuestos (Jickells, 2005).

En un hombre adulto la cantidad aproximada de Fe es de 4 g, distribuidos en: la hemoglobina

(~2,5 g), las reservas principalmente hepáticas (~1 g) y en la mioglobina y otras proteínas

enzimáticas que son dependientes del metal (~0,3 g).

Diariamente, un adulto sano pierde ~0,025% de su Fe total (equivalente a 1 mg), el cual debe ser

reemplazado por la dieta (Conrad, 2002); estas pérdidas son producidas por la descamación de

las células epidérmicas y epiteliales del tracto gastrointestinal, para el caso de las mujeres, los

niños y adolescentes en crecimiento esta cifra aumenta debido al sangrado menstrual y a las

necesidades del crecimiento (Banglok, 2002).

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En la dieta humana el Fe se encuentra como hierro hemínico (Fe-Hem) en las carnes, o como

hierro no hemínico (Fe-No Hem) en los alimentos de origen vegetal, las sales minerales y algunos

alimentos de origen animal como la leche, y los huevos.

El Fe-No Hem es la mayor fuente del mineral (90%) en la dieta de las poblaciones de los países

en vías de desarrollo. El Fe-Hem se halla en las carnes (rojas y blancas) y la sangre, también

existe un contenido muy bajo de Fe-Hem en las semillas de las plantas, asociado a los anillos

tetrapirrólicos de la clorofila, (Santana, 1998).

Los mecanismos mediante los cuales el tracto gastrointestinal capta el Fe-No Hem son:

1) Solubilización y reducción en el medio ácido gástrico (Yip,2003)

2) Absorción en el duodeno proximal, a pH básico el Fe tiende a formar precipitados con

factores intraluminales y componentes de la dieta, disminuyendo su solubilidad, y por ende

reduciendo su absorción. Por este motivo, el Fe-No Hem se absorbe mayoritariamente en

el duodeno proximal.

3) Reducción de Fe+3 a Fe+2 en el borde en cepillo, la cual se realiza por una oxidoreductasa

(citocromo b reductasa duodenal), conocida como Dcytb (también llamada CYBRD1)

(Andrews, 2008).

4) Cotransporte de Fe+2 e H+ a través del transportador de metales divalentes (DMT1),

ubicado en la membrana apical del enterocito, los protones necesarios para el cotransporte

son provistos por la acidez del estómago que llegan a la porción proximal del duodeno

donde el DMT1 está altamente expresado, la expresión de este transportador se

incrementa en la ferropenia, el Fe+3 no es transportado a través del DMT1.

5) Según las necesidades corporales del nutriente, se almacena en la proteína citoplasmática

ferritina (Ft), se utiliza en los procesos metabólicos celulares ó se transporta hacia la

sangre. Se han identificado chaperonas citosólicas, como la PCBP1 que une tres átomo de

Fe con alta afinidad y lo transporta a la ferritina (Knutson, 2010).

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6) El eflujo del Fe desde el enterocito hacia la sangre se realiza a través de la membrana

basolateral mediante la proteína transportadora ferroportina (Fp) (que también se

encuentra en otras células exportadoras de Fe como los macrófagos, el hepatocito y la

placenta) luego es reoxidado a Fe +3 por la hefastina (Hf), finalmente, es captado y

trasportado hacia los tejidos periféricos por la proteína plasmática transferrina (Tf)

(Fleming,2005; Miret,2003)

Se ha postulado también una vía de absorción para el Fe +3 a través de la membrana apical del

enterocito, la cual involucraría a dos proteína: una de la familia de las ß 3 integrinas y otra

conocida como molibferrina, sin embargo, no existe consenso sobre la participación de esta vía

en la homeostasis del Fe (Conrad, 2000)).

El Fe-Hem sin ser modificado, se transporta en compañía del anillo de protoporfirina hacia el

duodeno en donde es absorbido. Se ha descrito una proteína transportadora intestinal para el Fe-

Hem, la HCP-1 (Hem Carrier Protein) (Shayeghi, 2005), pero luego se demostró que esta

proteína es el principal transportador de folato (Qiu, 2006), por eso el nombre apropiado sería

PCFT/HCP1. Luego de que el Fe-Hem ingresa al citoplasma del enterocito, la enzima hem

oxigenasa libera los iones del metal y los hace indistinguibles del Fe-No Hem, conformando un

pool común conocido como Fe lábil, el cual se almacena en la Ft, se utiliza en los procesos

metabólicos de la célula ó se exporta por medio de la Fp (Conrad,2002). Existen proteínas

exportadoras de hemos como FLVCR, lo que plantea la posibilidad del pasaje del hemo intacto

del enterocito hacia el plasma (Gisbert, 2009) otra posible proteína es la ABCG2, pero requiere

más investigaciones (Knutson, 2010).

Debido a que no existe una vía fisiológica para la excreción del hierro, su absorción a nivel

duodenal está cuidadosamente regulada , el principal punto de regulación es a nivel del

transportador basolateral ferroportina , el cual cuando se une a la Hepcidina , que es un pequeño

péptido antimicrobiano producido en el hígado, se induce la internalización y posterior

degradación de la ferroportina, como consecuencia de la disminución de la exportación de hierro ,

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se produce la inhibición de su adquisición por parte de la transferrina y el aumento del metal en el

enterocito, que a su vez, conduciría a una inhibición de su transporte apical.

(Figura tomada de: PEREZ, Gladys et al. Homeostasis del hierro.: Mecanismos de absorción,

captación celular y regulación. Acta bioquím. clín. latinoam. [Online]. 2005, vol.39, n.3 [citado

2010-08-28], pp. 301-314. Disponible en: <http://www.scielo.org.ar)

La regulación de la producción hepática de Hepcidina estaría regulada por el grado de saturación

de la transferrina y el nivel de receptores para esta proteína a nivel hepático (RTf y RTf2),

(Sharma, 2005; Ganz, 2004; Nemeth, 2004; Oates, 2005; Eisenstein, 2000).

La biodisponibilidad, definida como la eficiencia con la cual el Fe obtenido de la dieta es utilizado

biológicamente (Wienk,1999), depende del tipo de Fe que se suministre en los alimentos, de la

cantidad del mismo, de la combinación de alimentos en una comida, el estado nutricional del Fe y

de algunos eventos que requieran modificar la movilización de Fe entre los tejidos o la absorción

del mismo como: la eritropoyesis aumentada, la hipoxia y las infecciones (Hallberg,1998;

Hallberg,1981).

La absorción de Fe se encuentra aumentada durante la deficiencia del metal, las anemias

hemolíticas y en la hipoxia, mientras que en los procesos infecciosos o inflamatorios existe una

reducción de la absorción del mismo.


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A pesar del alto contenido de Fe-No Hem de los alimentos, su biodisponibilidad varía desde

menos del 1% hasta un 20%, esto se debe a que otros nutrientes de la dieta pueden aumentar o

disminuir la eficiencia con la cual es solubilizado y/o reducido por el pH gástrico, compite por el

transportador DMT1 en la membrana apical del enterocito o afecta el metabolismo del metal.

Sólo uno de estos efectos o la combinación de varios hace que algunos compuestos tengan

importancia como inhibidores o estimuladores de la biodisponibilidad del Fe (Lynch, 1997;

Sandstrom, 2001).

EL HIERRO Y LOS ALIMENTOS: COMPUESTOS QUE AUMENTAN LA BIODISPONIBILIDAD

DEL HIERRO

El ácido ascórbico (aa) y varios ácidos orgánicos (Gaitán, 2006) tienen la cualidad de

aumentar la biodisponibilidad del Fe y su efecto se atribuye a la capacidad que estos compuestos

tienen para reducir el Fe-No Hem y mantener su solubilidad a pH alto, por lo tanto, aumentan la

cantidad de Fe+2 soluble en el lumen duodenal (Teucher, 2004).

De este grupo es importante resaltar al ácido ascórbico (aa) o vitamina C, al cual, desde hace

varios años se le reconoce su papel favorecedor de la absorción del Fe. Se ha observado que

soluciones con concentraciones de aa de hasta 10 a 1 con respecto a Fe aumentan la

biodisponibilidad del Fe en forma directamente proporcional, en relaciones mayores el efecto se

atenúa.

Estudios realizados sugieren que el efecto promotor del ácido ascórbico se observa más en

alimentos que tienen un alto contenido de sustancias que ligan e inhiben la absorción del Fe-No

Hem, como el ácido fítico (Hallberg, 1986), sin embargo, en otras investigaciones han sugerido

que el beneficio del aa es menor a lo esperado cuando se consume en una dieta mixta (Cook,

2001; Hunt, 1994), pero podemos afirmar que en general todos los alimentos evidencian un

aumento en la absorción del metal cuando está presente el aa (Derman, 1980; Stekel, 1985, Diaz,

2003).

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El factor carne: en la década de los 60, Layrisse propuso que el consumo de carnes a parte de

contener Fe-Hem aumentan la biodisponibilidad del Fe-No Hem (Layrisse, 1968). En base a este

hallazgo se propuso que la proteína de origen animal estaba implicada en este proceso. Sin

embargo, estudios posteriores encontraron que este efecto positivo no se observaba con la

proteína animal contenida en la clara de huevo o en la leche, la cual tiene grandes cantidades

caseína (Hurrell, 1988; Bjorn-Rasmussen, 1979); por lo tanto, al efecto de las proteínas sobre la

absorción del Fe-No Hem se le conoce como "factor cárnico".

El mecanismo mediante el cual el factor cárnico aumenta la absorción del Fe-No Hem se

relaciona con el contenido de aminoácidos ricos en histidina y en enlaces sulfidrilos de la proteína

ingerida, estos enlaces, promueven la solubilidad del Fe +2 y además, facilitan la reducción del

Fe+3 (Mulvihill, 1998). También se ha evaluado el efecto de la cisteína, un aminoácido rico en

enlaces sulfidrilos, encontrándose aumento de la absorción del Fe-No Hem en estudios in-vitro

(Baech, 2003). Más recientemente se ha descrito que puede tratarse de fracciones de hidratos de

carbono (glicosaminoglicanos) (Huh, 2004), o fosfolípidos presentes en los alimentos (Armah,

2008).

Para el caso del Fe-Hem, se reconoce que cuando es consumido en conjunto con proteínas su

biodisponibilidad aumenta. Se especula que las proteínas evitan la degradación del anillo de

protoporfirina en el lumen gástrico manteniendo indemne el hem ó bien participan en el

mecanismo de captación del hem por el enterocito.

La vitamina A: es usual que las deficiencias de vitamina A y Fe coexistan en los países en vías

de desarrollo y está claramente establecido que las estrategias para mejorar el estado nutricional

del Fe tengan mayor efectividad cuando se realiza complementación del metal y de vitamina A. El

mecanismo mediante el cual estos dos micronutrientes interaccionan no está dilucidado, sin

embargo se ha postulado que esta vitamina es necesaria para la movilización de las reservas de

Fe y para la reutilización del mismo durante la hematopoyesis (Bloem,1995), de otro lado, es

posible que la vitamina A y los beta carotenos contribuyan en la solubilización del Fe-No Hem

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contenido en alimentos ricos en algunos compuestos que lo fijan en el lumen e impiden su

absorción, tal como ocurre con los fitatos (García-Casal,1998).

El ácido cítrico, málico y tartárico, los aminoácidos y los azúcares de la dieta favorecen la

absorción del hierro inorgánico (Lynch, 1995).

COMPUESTOS QUE DISMINUYEN LA BIODISPONIBILIDAD DEL HIERRO

El fitato: a pesar de que el contenido de Fe-No Hem de las legumbres y cereales es alto, estos

alimentos no son buena fuente del metal, debido a que también son ricos en mio-Inositol

hexafosfato ó fitato, un conocido inhibidor de la absorción del Fe-No Hem (Hurrell, 2003), este

compuesto une eficientemente varios metales en el duodeno inhibiendo su absorción (Agte,

2005).

Debido a que las dietas de los países en vías de desarrollo son pobres en carne y ricas en

legumbres y cereales, se le ha atribuido al fitato una gran responsabilidad en la génesis de las

anemias ferropénicas. El efecto inhibitorio del fitato sobre la absorción del Fe-No Hem se

relaciona proporcionalmente con la cantidad del compuesto que se encuentra en los alimentos

(Hallberg, 2000).

La pérdida de los grupos fosfato del mio-Inositol hexafosfato genera los derivados mio-Inositol

pentafosfato, tetrafosfato, trifosfato, difosfato y monofosfato. Esta degradación es catalizada por

fitasas o por las temperaturas de cocción de los alimentos y podrían favorecer la absorción del

Fe-No Hem, debido a que se ha comprobado que los compuestos con menos de 5 grupos fosfato

tienen una capacidad muy reducida para interferir con la biodisponibilidad de los oligoelementos

(Hurrell, 2003; Sandberg, 1999).

Dentro de los programas de fortificación encaminados a prevenir las deficiencias del Fe, se

contempla la adición de aa, debido a que al promover la reducción del metal, disminuye la

cantidad de Fe+3 que es la forma del metal que se fija al fitato. Actualmente, la industria de los

alimentos intenta disminuir el contenido de fitato mediante el uso de fitasas, además, se están

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manipulando genéticamente algunas plantas, con el fin de producir alimentos bajos en el

compuesto y de este modo disminuir la incidencia de deficiencias del Fe (Gibson, 2003).

Los minerales: se ha estudiado el efecto del calcio (Ca), cinc (Zn), cobre (Cu) y manganeso (Mn)

en la biodisponibilidad del Fe (Rossander-hulten, 1991; Whittaker, 1998; Sharp, 2004). El efecto

de estos minerales se debe a que compiten por los trasportadores de membrana de los

enterocitos, modifican el estado de oxidación o interfieren en el metabolismo del Fe.

La interacción del Ca y el Fe es de particular importancia, debido a que, además de afectar la

biodisponibilidad del Fe-No Hem, es el único micronutriente implicado en la disminución de la

biodisponibilidad del Fe-Hem. Es sabido que el efecto del Ca sobre la biodisponibilidad del Fe es

dosis dependiente, pero, sin efecto a dosis menores a 40 mg de Ca y sin aumento luego de los

300 mg de Ca; la biodisponibilidad del Fe disminuye hasta en un 50% (Hallberg, 1991).

En cuanto al efecto sobre el Fe-Hem, se reconoce que disminuye su biodisponibilidad cuando los

dos minerales se administran en solución (Hallberg,1993), pero no cuando se administra en

comidas completas, en donde no se puede aislar el efecto de otros inhibidores (Grinder-

Pedersen,2004); a pesar que el transporte del Fe-Hem a través de la membrana apical del

enterocito es diferente al del Fe-No Hem, es probable que el DMT1 también esté implicado en el

efecto del Ca sobre la biodisponibilidad del Fe-Hem (Roughead,2005). Para esclarecer

claramente estas interacciones, es necesario entender más a fondo los mecanismos de la

absorción del Fe-Hem.

El Zn y el Fe-No Hem compiten por el transportador DMT1, por lo tanto, en teoría, existe una

disminución de la biodisponibilidad reciproca entre ambos microminerales. Sin embargo, los

estudios realizados indican que a pesar de que cuando se ingieren ambos metales en solución en

relaciones de Zn: Fe mayores a 5:1 la biodisponibilidad del Fe se disminuye hasta en un 56%.

Este efecto no se ve cuando la misma relación molar de los metales se consume en una mezcla

de alimentos (Arredondo, 2006).

El efecto del Cu sobre la biodisponibilidad del Fe es paradójico, inicialmente, el Cu fue reconocido

como un factor antianémico debido a que la suplementación de este metal mejoraba las anemias

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ferroprivas, independientemente, de la suplementación con Fe, actualmente se sabe que la

Hefastina y la ceruloplasmina son enzimas dependientes de Cu que están implicadas en la

absorción intestinal (ver figura 1) y la movilización del Fe entre los distintos tejidos ; de esta

forma, las deficiencias del Cu afectarían la biodisponibilidad de los dos tipos de Fe. Por otra parte,

estudios realizados in-vitro en células caco-2 sugieren que el Cu disminuye la biodisponibilidad

del Fe-No Hem, debido a que ambos metales utilizan el transportador de membrana apical DMT1

para su absorción (Arredondo,2005).

Se ha visto que el Mn tiene un efecto inhibitorio sobre la biodisponibilidad del Fe-No Hem, pero,

aún no hay evidencia de que este efecto sea importante en dietas mixtas, es probable que actué

sumado a los otros nutrientes y compuestos inhibidores (Rossandler-Hulten,1991).

Los tanatos (como los del té), los carbonatos, los oxalatos y fosfatos disminuyen la absorción,

el ácido fítico el cual constituye la principal forma de almacenamiento de fósforo en semillas de

cereales, leguminosas y oleaginosas, reacciona con el Fe para formar compuestos insolubles,

los polifenoles presentes en el vino, el té y el café también disminuyen la absorción del Fe

(Disler, 1975).

No todas las proteínas promueven la captación de Fe, los vegetales en especial la soja no exhibe

esta facultad debido a la proteína 7S conglicina , las proteínas de la clara de huevo

(ovotransferrina), de la yema de huevo (fosfovitina) y de la leche de vaca (caseína) la inhiben,

la leche materna la incrementa (Gillooly,1984; Derman,1987).

PROTEÍNAS QUE INTERVIENEN EN LA HOMEOSTASIS DEL HIERRO

El control del metabolismo del hierro en los mamíferos (Forrelat Barrios, 2005)

requiere de una red molecular compleja y estrictamente regulada (Roy, 2000).

En los últimos años se han producido importantes avances en el campo de este metabolismo,

que han modificado la visión clásica del mismo, como consecuencia del descubrimiento de un

número importante de nuevas moléculas proteicas. Entre estas proteínas se encuentran

transportadores de hierro ferroso como el transportador de metales divalentes 1(DMT1) y la

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ferroportina; enzimas con actividad ferrooxidasa como la hefastina y la ceruloplasmina, o

ferrireductasa como el citocromo b duodenal y proteínas reguladoras como HFE , hepcidina y

hemojuvelina (HJV), así como un segundo receptor de transferrina (RTf2) (Beaumont,2004).

El descubrimiento de estas proteínas, así como la vinculación de las alteraciones de su síntesis

con estados patológicos del metabolismo férrico, han conducido a una mejor comprensión de este

metabolismo y han modificado los modelos previos de regulación de la homeostasis del mineral.

Hasta hace algo más de una década solo se conocían 3 proteínas que intervenían en el

metabolismo del hierro: la ferritina (principal proteína de reserva), la transferrina (principal

transportador) y el receptor de transferrina (RTf), indispensable para la internalización del mineral.

Con el descubrimiento de las proteínas reguladoras de hierro (conocidas por sus siglas en inglés,

IRP) capaces de unirse a los elementos de respuesta al hierro o IRE (del inglés iron responsive

elements) de los ARN mensajeros (ARNm) de las proteínas implicadas en el metabolismo del

mineral, se amplió el horizonte para comprender los complejos mecanismos del mantenimiento de

la homeostasia del hierro (Cazzola, 2002).

A través de la interacción de las IRPs con los IREs, la incorporación de hierro vía transferrina

aumenta por estabilización del ARNm del RTf, mientras el almacenamiento como ferritina

disminuye por bloqueo de la traducción del ARNm de esta proteína. Estos eventos resultan en un

aumento del pool de hierro lábil. Inversamente, la incorporación de transferrina disminuye y el

nivel de ferritina aumenta cuando la concentración intracelular de hierro es elevada (Hentze,

1996; Eisenstein, 1998).

El estudio de algunas enfermedades genéticas como la hemocromatosis hereditaria y la

aceruloplasminemia, han aportado nuevos elementos acerca de la función y regulación de genes

implicados en el metabolismo del hierro. Así se han identificado nuevos genes y sus

correspondientes proteínas que están involucrados en el transporte, absorción, reciclaje y

balance del hierro en el organismo. (Roy, 2001)

HFE

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Identificada en 1996 como producto del gen de la hemocromatosis hereditaria (Feder, 1996),

influye en el metabolismo del hierro, pues se asocia de forma pH dependiente con el TfR,

disminuyendo la afinidad de este por la transferrina cargada, con la que compite por su unión al

receptor.

Debido a su vinculación con la vía de incorporación de hierro mediada por la transferrina y su

localización en los endosomas y la cara basolateral de los precursores enterocíticos, se plantea

que HFE puede ser un sensor de las reservas corporales de hierro, se ha sugerido que la relación

HFE: TfR1 es crítica para el mantenimiento de la homeostasia del hierro (Gross, 1998), como

posteriormente quedó demostrado (Pantopoulos, 2008), el hígado es capaz de detectar cambios

de los niveles de transferrina diférrica (Tf) mediante los receptores HFE/TfR1 y TfR2, lo que

modula la expresión del gen Hepcidina (Frazer, 2003). Cuando los niveles de Fe son bajos en el

suero, en el hepatocito HFE está predominantemente unida a TfR1, un incremento en la

saturación de transferrina gatilla la liberación de HFE de TfR1 y estabiliza a TfR2 al cual se une y

a otras proteínas implicadas en la señalización en la síntesis de hepcidina (HJV-BMP-BMPR), de

esta forma TfR1 se vuelve accesible a la unión y posterior endocitosis de la holotransferrina

resultando en la captación celular del Fe (Pantopoulos, 2008)

Se ha comunicado que es el gen más comúnmente mutado en la hemocromatosis hereditaria

clásica (tipo 1). La mayoría de los pacientes con hemocromatosis tipo I son homocigotos para un

alelo único que contiene la sustitución de cisteína por tirosina en el codón 282 (C282Y) de esta

proteína. Esta mutación impide la formación de un puente disulfuro intramolecular crítico para la

expresión de la proteína y para la interacción de esta con el RTf, lo que implica la pérdida parcial

de la función de la proteína. Las personas con genotipo C282Y/C282Y tienen una proteína HFE

que es incapaz de interaccionar con el TfR1, lo que lleva a una deficiencia de hierro en los

enterocitos de las criptas, y por lo tanto, a un aumento en la expresión y funcionamiento de DMT1

y ferroportina1 que producirá una exagerada absorción de hierro y su liberación al plasma,

independientemente de los requerimientos de hierro para mantener la eritropoyesis. Además, se

han descripto otras mutaciones y polimorfismos del gen como son: H63D, S65C, I105T y G93R.6

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DMT1

Esta proteína era conocida anteriormente por las siglas en inglés Nramp2 (natural resistance

associated macrophage protein) o DCT1 (divalent cation transporter); es el primer transportador

de hierro caracterizado al nivel molecular en mamíferos (Fleming, 1997). Esta transfiere el hierro

a través de la membrana apical de la célula absortiva y hacia su interior a través de un proceso

acoplado a protones (Gunshin, 1997), por lo que se plantea que actúa en 2 puntos diferentes:

como transportador responsable de la absorción de hierro en el intestino y en la movilización del

mineral a partir de los endosomas durante el ciclo de la transferrina, donde transporta el hierro

liberado hacia el citoplasma de los precursores eritroides.

Tiene la singularidad de no ser específico para el hierro, sino que además transporta desde la luz

intestinal al interior celular otros metales pesados como manganeso, cobalto, cobre, zinc, cadmio

y plomo.

La expresión de esta proteína es regulada por las reservas corporales de hierro, pero también

responde al nivel de hierro dietético, y puede ser controlada por mecanismos post-

traduccionales, ya que contiene un IRE en su región 3'UTR, lo que es indicativo de que puede

degradarse en el contexto de un pool de hierro libre elevado, como ocurre con el mensajero del

RTf.

RTf2

Este receptor fue clonado en 1999 por 2 grupos independientes; es una proteína transmembrana

de tipo II estructurada en un dominio citoplasmático N- terminal, un pequeño dominio

transmembrana y un ectodominio C- terminal grande. Tiene el 66 % de homología con el RTf1 y

el 45 % de identidad de aminoácidos con el ectodominio de este receptor (Camaschella, 2005;

West, 2000).

Aunque ambos receptores son capaces de transportar hierro unido a la transferrina al interior

celular, sus propiedades difieren; así por ejemplo: el RTf2 tiene una menor afinidad por la

holotransferrina que el RTf 1, con el que forma un heterodímero.

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El patrón de expresión del RTf 2 es elevado en el hígado y en las células mononucleares de

sangre periférica, a diferencia del RTf 1, cuya expresión hepática es menor (Fleming, 2002). Se

plantea que puede mediar la incorporación celular de hierro en proporción directa a la saturación

de transferrina plasmática, lo que implica que se comporta como un sensor de la saturación de

transferrina, actúa junto con HFE y la HJV en la cascada de señales de inducción de la hepcidina

(Wallace, 2005), es evidente que es importante para el mantenimiento de la homeostasia del

hierro, pues mutaciones (la más conocida es Y250X) en el gen de este receptor, son la causa de

una variante de hemocromatosis humana no vinculada al HFE, denominada hemocromatosis

hereditaria tipo 3 (Camaschella, 2000; Roetto, 2002).

Hefastina

Se descubrió en 1999; constituye un importante punto de unión del metabolismo de 2 importantes

micronutrientes: el cobre y el hierro (Vulpe, 1999). Su clonaje enfatizó la importancia del cobre en

la transferencia de hierro del enterocito al plasma.

Es una proteína rica en cobre, similar a la ceruloplasmina plasmática, con la que tiene una

significativa homología estructural y probablemente funcional. Se plantea que actúa como una

ferrooxidasa necesaria para el egreso de hierro del enterocito a la circulación, esta función es

llevada a cabo por la ceruloplasmina en el hepatocito y en el macrófago.

Su expresión es elevada en el intestino, específicamente en las vellosidades intestinales, no así

en las criptas celulares, lo que confirma su papel crucial en el eflujo de hierro del enterocito al

plasma. En su porción C- terminal tiene un dominio de anclaje a membrana que puede orientar la

actividad ferrooxidasa sobre la superficie celular o en el interior de las vesículas, para actuar

conjuntamente con un exportador de hierro.

Ferroportina

Esta proteína se aisló y caracterizó en el 2000; es también conocida como Ireg1 (iron-regulated

transporter 1) y MTP1 (metal transporter protein). Es la primera proteína transportadora de hierro

para el egreso transmembrana del mineral identificada en vertebrados. Se expresa en tejidos

16
involucrados en la homeostasis del hierro, incluido el sistema retículo endotelial (SRE) maduro y

en desarrollo, el hígado, el duodeno (especialmente en las células absortivas maduras de las

vellosidades), en el útero de embarazadas y en los músculos y las células del sistema nervioso

central de embriones (Abboud, 2000; Donovan, 2000; Mckie, 2000).

Este transportador es una proteína transmembrana multimérica regulada por hierro, que se

localiza en la membrana basolateral de las células del epitelio duodenal y en el compartimiento

citoplasmático de células del SRE, donde tiene una distribución predominantemente basolateral.

No obstante, puede encontrarse en el citoplasma basal y apical de estas células. Está

relacionada con la familia de los transportadores divalentes del DMT1 y como transportador de

membrana de hierro ferroso requiere una actividad ferrooxidasa, para lo que se acopla a la

hefastina.

Se plantea que tiene una función clave en 2 aspectos diferentes de la homeostasis del hierro: la

absorción del mineral por los enterocitos duodenales y la liberación de las reservas corporales por

células retículo endoteliales, por lo que se postula como el principal y único exportador de hierro

que funciona en estos 2 puntos claves del metabolismo férrico, se ha planteado que la

ferroportina es esencial para el reciclaje del hierro hemo por los macrófagos (Beaumont, 2005).

La ferroportina además es la tercera proteína que constituye otro sitio de defecto en pacientes

con hemocromatosis hereditaria (Montosi, 2001), e incluso se describe la hemocromatosis

hereditaria 4 o la enfermedad de ferroportina como entidad autosómica dominante (Fleming,

2001). Las mutaciones más frecuentemente descritas son A77D, N144D, N144T, G323V, G490D,

D157G, Q182H, entre otras (De Domenico, 2005).

Hepcidina

Se aisló y purificó en el 2000 por 2 grupos independientes a partir de fluidos biológicos en los que

investigaban propiedades antimicrobianas. Es una pequeña hormona peptídica de 20-25

aminoácidos perteneciente a la familia de las defensinas, péptidos antimicrobianos ricos en

cisteínas. Además es un regulador central del metabolismo del hierro y se ha comprobado su

17
implicación en desórdenes comunes de este metabolismo, como la hemocromatosis hereditaria

(tipo 2B) y la anemia de los procesos crónicos (Forrellat, 2004).

Esta proteína es producida primariamente (pero no exclusivamente) en el hígado (Piperno,

2009), hay evidencia que se expresa en corazón, riñón, tejido adiposo, páncreas y células

hematopoyéticas, sin embargo la relevancia de esto hasta el momento se desconoce (Piperno,

2009); es secretada a la circulación en respuesta a la inflamación o al aumento de las reservas

de hierro (Pigeon, 2001; Nicolas, 2002).

Se ha observado que su excreción correlaciona bien con los niveles de ferritina sérica,

usualmente aumentados en la sobrecarga de hierro y en la inflamación (Dallalio, 2003).

Además se ha encontrado correlación inversa entre los niveles de transcripción de hepcidina y la

saturación de transferrina férrica y correlación significativa con el RTF 2, independientemente del

estado del hierro (Roy, 2003). Por otra parte, la deficiencia o ausencia de este péptido conduce a

la sobrecarga de hierro y su sobreexpresión a la anemia.

La expresión del ARNm se correlaciona con la disponibilidad de hierro para la eritropoyesis más

que con las reservas del mineral, de ahí que se plantee que la hepcidina es regulada

primariamente por la disponibilidad de hierro para el eritrón.

Dentro de la homeostasis del hierro, se plantea que la hepcidina es un regulador negativo de la

absorción intestinal del mineral y de la liberación del hierro por los macrófagos. No es raro

entonces que sus principales dianas celulares sean los enterocitos de las vellosidades

intestinales, los macrófagos del SRE y los hepatocitos.

En relación con su papel como señal reguladora de la absorción, se conoce que su transcripción

es afectada por los mismos cuatro factores que influyen sobre la absorción de hierro de la dieta:

el nivel de eritropoyesis, las reservas de hierro, la hipoxia y la inflamación.

Teniendo en cuenta todas las características de esta pequeña molécula, se ha sugerido que es un

excelente candidato como molécula señal de tipo humoral, ya que es sensible a cambios mínimos

en el metabolismo del hierro y tiene una corta vida media en plasma (Ajioka, 2004).

18
El descubrimiento de la hepcidina reveló la importancia del hígado en el monitoreo del estado de

hierro corporal y en la modulación de la liberación del hierro celular mediada por la ferroportina,

pues la hepcidina disminuye la actividad funcional de la ferroportina mediante la unión directa a

esta proteína, que conduce a la fosforilación, internalización, ubiquitinización y degradación

lisosomal de la ferroportina (Daraio, 2005), para llevar a cabo esta función requiere la unión e

interacción cooperativa con JaK2 que es la encargada de fosforilar a la ferroportina, paso

necesario para su internalización (De Domenico, 2009).

En el enterocito, esta acción podría disminuir el transporte basolateral del hierro y así disminuir la

absorción del mineral. Por su parte, en los macrófagos y hepatocitos, la hepcidina puede guiar a

la exportación del hierro y a la disminución de las reservas del mineral (Fleming, 2005).

La expresión de la hepcidina en el hígado es regulada por los mismos factores que afectan la

absorción del hierro, por lo tanto, cuando alguno de estos factores se altera, la absorción de

hierro varía inversamente con la expresión hepática de la hepcidina. Además la expresión de esta

proteína es afectada por el RTf 2, la HFE y la HJV. Se ha planteado que estas moléculas operan

por encima de la hepcidina, (Robson, 2004) y que la ferroportina está por debajo de esta

molécula en la ruta de control de la homeostasis del hierro (Yeh, 2004).

Actualmente se plantea que el hepatocito no solo es el sitio de almacenamiento de los depósitos

de hierro, sino que es el centro de control del mantenimiento de la homeostasis de este mineral,

pues él recibe múltiples señales relacionadas con el balance del hierro y es el responsable del

control transcripcional de la hepcidina (Roy,2005).

Las alteraciones en la regulación de la hepcidina han sido estudiadas fundamentalmente en 2

condiciones clínicas: la hemocromatosis hereditaria y la anemia de los procesos crónicos. La

variación de la homeostasis del hierro observada en estas entidades es contraria. Así, la

expresión de la hepcidina es extremadamente baja en pacientes con hemocromatosis, mientras

está aumentada en pacientes con estados inflamatorios.

En la hemocromatosis hereditaria hay un incremento de la absorción del hierro dietético, una

escasez relativa de hierro en los macrófagos del SRE y un aumento de la saturación de la

19
transferrina circulante, lo que hace que los hepatocitos se carguen con hierro probablemente

porque la incorporación de hierro de la circulación excede la exportación mediada por la

ferroportina. Por el contrario, en la anemia de los procesos crónicos, la retención de hierro por los

enterocitos duodenales y los macrófagos conduce a una saturación de la transferrina

marcadamente disminuida, a una eritropoyesis restringida de hierro y a una anemia de ligera a

moderada. Así, la hepcidina ofrece una explicación unificada para las alteraciones del

metabolismo del hierro observadas en estas 2 condiciones clínicas.

Aparte de la regulación de la hepcidina que se detalla más adelante llevada a cabo por diferentes

proteínas como TfR2, HFE, HJV, BMP y SMAD, existen otras señales que pueden regular su

expresión que ocurren en procesos inflamatorios e infecciosos a través de IL6/IL6R y la vía de

STAT3, proceso implicado en la anemia de los trastornos crónicos.

Varios inhibidores de la expresión de la hepcidina han sido propuestos (Piperno, 2009): la

deficiencia de Fe, la hipoxia a través la formación de ROS y de HIF-1α (este factor de

transcripción además aumenta la expresión de transferrina y de su receptor, de la ceruloplasmina,

de la hemoxigenasa -1, de DMT-1 y de Dcytb), la s-HJV y la Matriptasa 2; una alta actividad

eritropoyética, un aumento de eritropoyetina (vía C/EBPα), y un incremento en el requerimiento

de fe en la médula ósea genera una señal inhibitoria (GDF15, una citoquina miembro de la familia

del TGF-β sobre expresada en la talasemia y en pacientes con anemia diseritropoyética

congénita tipo 1 y de TWSG1) sobre la síntesis de hepcidina (Mariani, 2009) (Tammary, 2008)

(Roy, 2010).

Pacientes con enfermedad hepática alcohólica frecuentemente exhiben un incremento en los

depósitos del hierro en sus depósitos, reflejándose en los parámetros séricos del mismo, a su vez

la sobrecarga de Fe en el hígado se asocia con una mayor mortalidad en la cirrosis alcohólica, el

alcohol causa disminución en la acción de la hepcidina, lo que conduce al aumento en la

expresión de DMT1 y ferroportina en el duodeno, lo que por lo tanto genera un aumento en la

absorción de Fe y un aumento en los depósitos.

20
La sobrecarga de Fe observada en los pacientes con HCV crónica sería por el efecto inhibitorio

del virus en la expresión de la hepcidina ya que sabe que este virus induce estrés oxidativo (el

cual se correlaciona en forma inversa con la síntesis de esta proteína) e hipoacetilación de

histonas e inhibe la unión de dos reguladores positivos de la transcripción de hepcidina como son

C/EBPα y STAT3 (Miura, 2008).

Un aumento en los depósitos hepáticos de Fe ha sido descripto frecuentemente en asociación

con la obesidad y alteraciones del metabolismo de los lípidos y la glucosa, en la

insulinorresistencia y en el hígado graso no alcohólico (Piperno, 2009) en lo que se ha

denominado (IR-HIO) Síndrome de insulinorresistencia con sobrecarga hepática de Fe, a pesar

de lo que se esperaría por el exceso de Fe los valores urinarios de hepcidina están aumentados

en estos pacientes con respecto a un grupo control y se explicaría por una resistencia a la

hepcidina o por una producción extra hepática de dicha proteína (Barisani, 2008).

Hemojuvelina

Es una de las más recientes proteínas vinculadas al metabolismo del hierro; fue descubierta en

el 2004; su gen es el responsable de la hemocromatosis juvenil ligada al 1q. Su descubrimiento y

asociación con esta enfermedad resultan de gran importancia no solo en el diagnóstico de esta,

sino para avanzar en el entendimiento de los complejos mecanismos que regulan el metabolismo

del hierro (Celec, 2005), se sabe que junto al HFE y al RTf2, puede ser uno de los elementos de

la cascada de señalización que controla la expresión de la hepcidina, como puede deducirse del

hecho de que pacientes deficientes de HFE y HJV no manifiestan aumento de la producción de

hepcidina en respuesta a la sobrecarga de hierro (Nemeth, 2003).

La expresión de esta proteína es fundamentalmente en el hígado, el corazón y el músculo

esquelético, lo que sugiere que su participación en la localización del hierro pudiera ser extendida

a otros tejidos además del hígado (Rodríguez Martinez, 2004), como corazón, riñón, retina,

monocitos y macrófagos, esplenocitos y células alveolares, adipocitos y célula beta pancreática,

se necesitarán futuras investigaciones para entender las funciones de la hepcidina en tejidos

21
extrahepáticos y evaluar su influencia a nivel sistémico, se sugiere que podría contribuir a la

retención del Fe como un mecanismo innato de defensa para reducir la disponibilidad de este

nutriente esencial para posibles patógenos (Piperno, 2009).

La HJV tiene como función regular los niveles de hepcidina, actuando como coreceptor de BMP,

por lo tanto su deficiencia causa una sobrecarga de hierro (hemocromatosis tipo 2A).

La HJV existe en dos formas: una unida a membrana (m-HJV) que promueve la señalización para

la síntesis de hepcidina y la otra en forma soluble (s-HJV), esta última es capaz de interferir y

bloquear la señalización de BMP para activar la síntesis de hepcidina, por lo tanto cuando se

produce hipoxia o en la deficiencia de hierro aumenta la producción de s-HJV lo que disminuye

la producción de hepcidina. (Silvestri, 2008). La s-HJV se forma en el retículo endoplásmico a

través de un clivaje por una proteína llamada furina sobre la HJV (Piperno, 2009), la liberación de

HJV requiere la presencia de una proteína llamada neogenina (Knutson, 2010), la neogenina

interacciona con HJV estabilizándola para inducir la expresión de la hepcidina y previene su

clivaje a sHJV (Lee, 2010).

(Figura tomada de Adv Nutr. 2010; 1: 38-45.)

BMP (proteína morfogénica ósea): su relación con la hepcidina

La regulación de la expresión de la hepcidina ocurre a nivel transcripcional, la IL6 induce la

transcripción del gen HAMP en los hepatocitos, esta inducción incluye la activación de STAT 3 y
22
la unión de STAT 3 a elementos reguladores en el promotor de HAMP. Pero hay otra manera de

regular la hepcidina y es la que depende de la señalización a través de la vía de BMP/Smad

(Babbit, 2007). El hígado expresa 5 BMPs, pero sólo BMP6, BMP4 y BMP2 son ligandos

endógenos para HJV (Knutson, 2010).

Las BMPs son citoquinas de la familia del TGF-β que pueden comportarse como hormonas

autócrinas o parácrinas, y que juegan un rol en la regulación de la proliferación celular, la

diferenciación, la apoptosis y la migración.

La unión de BMP a la Hemojuvelina (HJV) de la membrana plasmática (que actúa como

coreceptor de BMP), activa a los receptores de BMP, llamados BMP-R.

Todas las BMPs tienen una vía común de señalización, en la cual se unen a receptores tipo I y

tipo II serina/treonina kinasa formando un complejo BMP-receptor tipo I/II.

Este complejo resulta en la fosforilación de una proteína intracelular llamada RSmad

(SMAD1/5/8), esta proteína se combina con otra llamada Smad4 y el complejo formado se

transloca al núcleo y activa la transcripción del gen HAMP que codifica para la hepcidina. (De

Domenico, 2007)

Si en cambio ocurre la unión de la forma soluble de la HJV a la BMP, se previene la formación del

complejo de membrana BMP-HJV y se bloquea de este modo la activación de los BMP-R.

La IL-6 al unirse a su receptor IL-6R, activa STAT-3, la cual se une al promotor de HAMP (la

activación por STAT-3 requiere la presencia de SMAD 4).

Se han publicado trabajos que demuestran que la HJV puede ser liberada del músculo

esquelético durante la deficiencia de hierro, sugiriendo que este tejido puede jugar un rol crítico

en la homeostasis del Fe (Thang, 2007).

De esta forma el músculo podría funcionar como un sensor del estado sérico del Fe, ya que si

suplementamos con Fe, regulamos negativamente la liberación de HJV en este tejido, en cambio

niveles bajos de Fe aumentan la liberación de HJV y por lo tanto su concentración en suero.

Esta HJV sérica puede competir con la HJV anclada en la membrana del hepatocito (Lan Li,

2007) disminuyendo la señal por BMP, inhibiendo la expresión de la hepcidina, lo que resulta en

23
un aumento en la captación de Fe en el duodeno y un aumento en la movilización del Fe de los

hepatocitos y de las células de Kupffer, en cambio una alta saturación de transferrina puede

conducir a una disminución de los niveles séricos de HJV y una “up-regulation” de la expresión de

la hepcidina.

Varios trabajos sugieren que HFE y TFR2 pueden trabajar “upstream” de BMP, su interacción con

BMP permite la vía de señalización que afecta la expresión de la hepcidina (Goswani, 2006).

De las hemocromatosis hereditarias (HH), la tipo 3 es debido a una mutación en el TFR2, a

diferencia del TFR1 que se expresa en todos los tejidos excepto los eritrocitos, el TFR2 se

expresa específicamente en algunos tejidos, fundamentalmente en hígado, bazo, pulmón,

músculo, próstata, monocitos, células hematopoyéticas y células duodenales de las criptas.

El TFR2 juega un rol regulatorio como sensor molecular de los niveles del Fe: cuando la

saturación de transferrina es alta, TFR2 media la activación de señales, en cambio cuando la

saturación de transferrina es baja la señal disminuye, la señalización en cascada activada por

TFR2 conduce a la transcripción del gen de la hepcidina (o a la estabilización de su RNAm)

(Calzolasi, 2007).

Se propone entonces un modelo en el cual HFE, TFR2 y HJV ejercen en forma interconectada el

control de la homeostasis del Fe, en el cual mientras HJV interactúa con BMP para formar un

complejo, TFR2 y HFE actúan como un complejo sensor en la membrana plasmática.

Cuando se incrementa la saturación de la transferrina, el complejo TFR2-HFE se asocia con HJV

y amplifica la señal a través de BMP que conduce a la síntesis de hepcidina.

En condiciones basales o de deficiencia de Fe las proteínas HFE y TFR1 existen formando un

complejo en la membrana plasmática del hepatocito. La transferrina diférrica compite con HFE

para unirse a TFR1, al incrementarse la saturación de la Tf resulta en una disociación de HFE de

TFR1 y un aumento en la expresión de TFR2 y de una disminución en la expresión de TFR1 en la

membrana del hepatocito, de esta manera HFE actúa como sensor de Fe, y donde TFR2 compite

con TFR1 por la unión a HF(An- Sheng Zhang, 2010)

24
(Figura tomada de Blood 2011; 117:4425-4433)

Matriptasa -2 (TMPRSS6)

La función de esta proteína (Ramsay, 2009) es regular negativamente la Hepcidina vía proteólisis

de la hemojuvelina, proteína sintetizada por los hepatocitos que es un coreceptor de BMP-2, -4,

-6, la vía de transducción es a través de la proteína SMAD, que sería el activador primario de la

expresión de Hepcidina. Una forma soluble de hemojuvelina producida por el hígado y el músculo

esquelético antagoniza la expresión de Hepcidina estimulada por BMP-2 y -4. Elevados niveles

de Hepcidina se han descripto en pacientes con anemia por deficiencia de Fe, que son

insensibles al tratamiento con terapia oral de Fe y tienen una recuperación hematológica

incompleta con administración parenteral, una condición denominada IRIDA, en los cuales se han

descripto mutaciones para Matriptasa-2 (anemia congénita microcítica hipocrómica con Fe

disminuido, saturación disminuida, reticulocitos disminuidos). La unión de BMP-2,-4,-6 al

coreceptor de membrana m-HJV (hemojuvelina) y al receptor de BMP (BMPR), inicia la

25
fosforilación de SMAD-1,-5 y-8, y la formación de complejos heteroméricos con SMAD4, luego de

su translocación al núcleo, el complejo heteromérico estimula la transcripción del gen HAMP, la

regulación negativa está mediada a través del procesamiento proteolítico de m-JUV por la

Matriptasa-2; una regulación negativa adicional de la transcripción de la Hepcidina es por la

hemojuvelina soluble (s-HJV), la cual es una antagonista competitivo de la vía de BMP.

(Figura tomada de http://mutagenetix.scripps.edu/userfiles/image)

Transporte del Hierro: Transferrina

Se sintetiza sobre todo en las células del parénquima hepático, en menor grado, en los linfocitos

T4, SNC, macrófagos de tejido linfoide, glándula submaxilar, glándula mamaria, ovario y

testículo.

26
La afinidad de la transferrina por el Fe puede reducirse por disminución del pH o la reducción de

Fe+++ a Fe ++ (ya que no puede unirse a la forma ferrosa); otros metales como el Cu, Cr, Mn, y

Co, pueden unirse pero con menor afinidad que el Fe.(Baker,1992).

Debido a la virtual solubilidad y potencial toxicidad se originaron mecanismos especiales, y

moléculas para la adquisición, transporte y depósito de hierro en una forma no tóxica. La

transferrina (PM 80.000D) transporta al Fe en el plasma, la que es reconocida por receptores

específicos de membrana, luego de la liberación intracelular del complejo con el receptor de

transferrina, el Fe entra en compartimentos funcionales o como depósito en la ferritina.

El Fe es el más importante de los elementos traza y representa 55mg/Kg .en el hombre y 45 mg /

Kg. en la mujer.

El Fe unido a la transferrina es de 3 mg o sea menor a 0.1% del Fe total del organismo. El

recambio del Fe de la transferrina es del orden de 30 mg/ día. Normalmente el 80 % de este Fe

es transportado a la médula ósea, los reticulocitos pierden el receptor de transferrina,

mitocondrias, ribosomas y los componentes de la síntesis de Hemoglobina (Hb) y luego maduran

a eritrocitos que circulan en la sangre 120 días.

Los glóbulos rojos envejecidos son fagocitados por las células del S.R.E. donde la molécula del

Hemo es separada de la Hb y catabolizada, el Fe liberado vuelve al plasma captado por la

transferrina.

Hay 5 mg restantes del recambio de Fe que es intercambiado por otros tejidos como el hígado.

Aproximadamente 1 mg del Fe de la dieta es absorbido por 24 hs., y el balance neto del

organismo es mantenido por una perdida diaria de 1 mg, en su mayoría por descamación tisular.

La transferrina además de funciones como transporte de Fe tiene una función menos conocida

como antibacteriano y tendría propiedades de factor de crecimiento. Sólo el 30% de la

transferrina está saturada con Fe.

La transferrina une 2 átomos de Fe+++ con alta afinidad (Kd/10 -23moles/litros) y esta unión es pH

dependiente (Bali, 1992). El átomo de Fe es coordinado por 4 ligandos proteicos: el oxigeno

fenolato de 2 residuos de tirosina, y nitrógeno imidazólico de un residuo de histidina y un oxigeno

27
carboxilato de un ácido aspártico. Estos ligandos proteicos ocupan 4 de los 6 sitios alrededor del

átomo de Fe, dejando 2 posiciones cis libre para llenarlos con agua o aniones. Para que la unión

del hierro pueda establecerse, se requiere la unión de un anión simultáneamente. Por cada ión

férrico que se incorpora se liga un anión carbonato o bicarbonato y se liberan aproximadamente

tres protones, la función del anión sería la de actuar como ligando reforzador de la unión entre la

proteína y el metal.

La unión y liberación del Fe de la transferrina está acompañada de cambios conformacionales en

la proteína. En la ausencia del Fe los 2 dominios envueltos en la unión están ampliamente

separados y asumen una configuración abierta. De otra forma la inserción del Fe produce un

cerramiento sobre el metal y la transferrina asume la conformación cerrada .Los 2 sitios de unión

del Fe a la transferrina no son idénticos, muestran diferencia con respecto al efecto del pH en la

estabilidad de la unión( Van Eijk,1992).

La unión del Fe al dominio N-terminal es más ácido lábil y de más baja afinidad que el dominio C-

terminal. En el suero se encuentran 4 especies de transferrina en el siguiente orden de

abundancia:

Apotransferrina > Transferrina Monoférrica con el sitio N terminal ocupado > Transferrina Diférrica

> Transferrina Monoférrica con sitio C-terminal ocupado.

Con la excepción de los glóbulos rojos maduros, el receptor de transferrina se expresa en todas

las células que sintetizan Hb, células de la placenta y tejidos neoplásicos y células normales que

se dividen rápidamente (Huebers, 1987).

El receptor de transferrina consiste en una glicoproteína homodimérica unida transmembrana por

puente disulfuro que une una molécula de transferrina, el dominio citoplasmático es esencial para

la internalización del receptor.

En las células no eritroides el número de receptores se correlaciona negativamente con los

niveles de Fe.

EL estado de la transferrina con respecto al Fe tiene un importante efecto en la afinidad de la

transferrina por su receptor. Hay distintas circunstancias que generan cambios en la

28
concentración de transferrina: la deficiencia de Fe resulta en un aumento de 2-4 veces la síntesis

de transferrina en el hígado, la hipoxia incrementa la concentración plasmática de transferrina,

durante la inflamación la transferrina disminuye y hay un bloqueo en la liberación del Fe del

sistema retículo endotelial, durante el embarazo se observa un aumento en la concentración de

transferrina.

Hay también Fe que no está unido a la transferrina en el plasma el cual circula unido en forma no

específica a la albúmina, a otras proteínas, y a complejos de bajo peso molecular como el

citrato, los cuales pueden jugar un rol significativo en la patogénesis del daño tisular ya que

promueven la formación de radicales hidroxilos y reacciones de peroxidación.

Durante la maduración eritroide los receptores de transferrina alcanzan su densidad máxima en

los normoblastos intermedios (800.000) y declinan a 100.000 en los reticulocitos. Luego las

células parecen eliminar los receptores, quizás por clivaje proteolítico, estos receptores se

detectan en el plasma en concentraciones proporcionales a la tasa de eritropoyesis.

El incremento plasmático de los receptores de transferrina constituye un indicador sensible de

la carencia de Fe tisular (Beguin, 1992).

El ensayo para niveles de receptor de transferrina soluble es de utilidad para monitorear la

eritropoyesis; el nivel de receptores en plasma se relaciona con los receptores tisulares y se

incrementa desproporcionadamente en la deficiencia de Fe.

En aplasia severa, falla renal severa, los niveles están reducidos 1/3 del nivel basal; los niveles

de receptores en las anemias hemolíticas congénitas se incrementa más de 6 veces el valor

basal, y niveles mayores a 10 veces el valor basal se observa en pacientes con talasemia, lo que

indica que los receptores no sólo derivan del reticulocito maduro, sino también de células

eritroides inmaduras destruidas precozmente.

La ferremia exhibe oscilaciones diurnas, con valores más elevados a la mañana y más bajos al

atardecer pero la TIBC no varía.

29
Ciclo de la transferrina en los precursores eritroides :

El ciclo comienza cuando la transferrina cargada con 2 átomos de Fe (Fe- Tf ) se une al receptor

de transferrina (TfR) que es una glicoproteína homodimérica ubicada en la superficie de las todas

las células, pero se expresan en mayor número en células hepáticas, de placenta, y en

progenitores eritroides (Beguin,1992), el receptor de transferrina es un receptor de membrana

que contiene 2 subunidades unidas por puente disulfuro, el número de receptores es

aproximadamente constante en reposo, pero aumenta durante la proliferación celular.

Los TfR se encuentran concentrados en fosas (invaginaciones de la membrana plasmática)

revestidas internamente por la proteína clatrina. Una vez formado el complejo Tf-RTf, el proceso

de invaginación se completa. Las vesículas recubiertas, una vez eliminada la clatrina, son

invaginadas para formar endosomas especializados (Wileman, 1985), que además poseen una

bomba de protones y un transportados llamado DMT1.

La bomba de protones provoca el descenso del pH dentro del endosoma produciendo cambios

conformacionales en la transferrina (Núñez, 1990), primero de desaloja el carbonato

desestabilizando la unión del metal con la transferrina (Egan, 1993), liberándose el Fe que

transportaba, posteriormente el metal es reducido por una ferri-reductasa endosomal llamada

STEAP3 (Andrews, 2008) y de esta forma el DMT1 permite el pasaje del Fe a través de la

membrana del endosoma hacia el citoplasma.

La apo transferrina y el receptor de transferrina son reciclados hacia la superficie donde pueden

ser reutilizados para la unión e incorporación de otro átomo de Fe .La mayor parte del Fe se

dirige a la mitocondria donde será incorporado a la protoporfirina para la producción del hemo,

para esto la mitocondria tiene una proteína importadora de Fe llamada mitoferrina (también

conocida SLC2537) una proteína transmembrana , de la que se han descripto mutaciones que

originan un desorden clínico muy similar a la protoporfiria eritropoyética (Andrews, 2008), la

mitoferrina-1 se localiza en la membrana mitocondrial interna y está altamente expresada en

células eritroides y en bajos niveles en otros tejidos, mientras que la mitoferrina-2 está expresada

en forma ubicua (Richardson, 2010).

30
Dentro de la mitocondria el hierro puede seguir 3 caminos: (Richardson, 2010)

 Hacia la síntesis del hemo, una vez sintetizado es exportado a través de transportadores

de la familia ATP-Binding Cassette (ABC).

 Síntesis de clusters con azufre [2Fe-2S] o [4Fe-4S], que actúan como cofactores de

muchas proteínas, la Frataxina, una proteína de la membrana mitocondrial interna y de la

matriz mitocondrial, cuya función más prominente es actuar como chaperona del Fe,

desempeña un rol crítico para la formación de los clusters, su expresión es disminuida por

la protoporfirina IX lo que genera una derivación del Fe hacia la síntesis del hemo; la

deficiencia de esta proteína produce una enfermedad neuro y cardio degenerativa llamada

Ataxia de Friedreich.

 Depósito en la ferritina mitocondrial, esta ferritina a diferencia de la citosólica no se

expresa en hígado ni en bazo, pero está en altos niveles en testículo, eritroblasto, corazón,

cerebro, riñón, páncreas, y su función sería la de protección contra el daño oxidativo

promovido por el Fe.

Almacenamiento del Hierro: Ferritina

La reserva del hierro en el organismo se realiza principalmente en forma de ferritina, la ferritina

plasmática proviene de las células del organismo capaces de sintetizarlas y se diferencia de la

ferritina hística en que posee grupos glucídicos y se encuentra prácticamente desprovista de

hierro, se ha demostrado que el nivel de ferritina plasmática constituye un índice relativamente

fiable del contenido en hierro de las reservas, así se ha establecido que aproximadamente 1 ug/l

de ferritina corresponde a 8 – 10 mg de hierro en las reservas, pero uno de los inconvenientes en

cuanto al valor de la ferritina sérica es el aumento que se observa en determinados procesos

inflamatorios.(Dallman,1993)

Cerca del 25 % de la ferritina está formada por apoferritina, el resto es Fe. La apoferritina es una

esfera con una cavidad central hueca que se comunica con la superficie por 6 canales, el

31
armazón proteico consta de 24 subunidades polipeptídicas de 2 clases H y L; el valor normal en

plasma es de 12-300 ng./ml.

Es una proteína de peso molecular 680.000 Dalton que puede contener 4.500 átomos de Fe en

su cavidad interna. La entrada y salida del Fe puede ocurrir a través de canales de la proteína. El

Fe está en estado Fe+++ (hidróxido fosfato férrico) (Wick,1996) ; la actividad de ferrooxidasa que

pasa el Fe++ a Fe+++ se encuentra en las subunidades H, la subunidad L tiene un sitio de

nucleación que está envuelto en la formación del core de Fe. La modificación en la proporción de

subunidades H y L permite a la célula ajustarse a los cambios en el metabolismo del Fe, por

ejemplo si aumenta la proporción de subunidades L está asociada con el depósito de Fe,

mientras que la proporción de H está aumentada cuando el Fe se necesita para el metabolismo

celular. (Andrews, 1992).

Bajo ciertas condiciones de exceso de Fe, la ferritina es tomada por los lisosomas en los cuales

una parcial disolución del core, resulta en la formación de hemosiderina .El Fe++ es incorporado

a la ferritina más eficientemente que el Fe+++.

La reducción por agentes reductores como flavinas, cisteína, glutatión o ácido ascórbico facilitan

la liberación del Fe de la ferritina. La apotransferrina es ineficiente (a pesar de tener gran afinidad

por el Fe) como aceptor directo del Fe de la ferritina, en contraste muchos de los quelantes de

bajo PM son capaces de remover Fe+++ de la ferritina, el más relevante fisiológicamente es el

citrato.

El TNF estimula la transcripción de subunidades H de ferritina en músculo y adipocitos y es un

mecanismo de defensa que limita la utilización del Fe y previene su participación en la formación

de radicales libres, esta inducción puede jugar un rol en la retención anormal del Fe dentro de los

macrófagos asociado a condiciones inflamatorias.

En general un aumento del pool de Fe intracelular conduce no sólo a la estimulación de la

síntesis de la ferritina, sino que también a una disminución en la expresión de receptores de

transferrina, lo contrario ocurre cuando el pool se depleciona de hierro.

32
La regulación de la ferritina y receptores de transferrina ocurre post-transcripcionalmente y es

mediado por la interacción IREs-IRPs.

Hay otras situaciones aparte de la concentración de hierro que conducen a cambios en las

concentraciones de ferritina: el H2O2 disminuye su síntesis, el NO disminuye la disminuye, la

hormona tiroidea aumenta la síntesis de ferritina lo mismo ocurre en las enfermedades

inflamatorias crónicas (por IL1 e IL6).

En los tejidos humanos se reconocen 20 o más isoferritinas que difieren en la carga de

superficie. Las isoferritinas se distinguen por el número relativo de subunidades H y L. Las ácidas

tienen mayor proporción de subunidades H, mientras que las básicas son ricas en subunidades

L. Las isoferritinas ácidas son características de los tejidos cardíaco, placentario, renal, también

se encuentra en los precursores de los linfocitos, monocitos y eritrocitos. Las básicas predominan

en el hígado y en el bazo. La isoferritina sérica es una proteína básica con cantidades ínfimas de

subunidades H (Wagstaff, 1978; levi, 1992).

En el citoplasma celular la ferritina puede hallarse en forma soluble aunque también formando

parte de la membrana lisosómica, en este último caso las moléculas pueden constituir estructuras

paracristalinas o agregados con degradación de la proteína y formación de precipitados

insolubles de hierro o hemosiderina. Cuando estos agregados son suficientemente grandes

pueden visualizarse mediante el microscopio óptico, previa tinción con azul de Prusia (tinción de

Perls)

La hemosiderina es un compuesto amorfo e insoluble con mayor contenido de Fe que la ferritina,

se encuentra principalmente en las células retículo endoteliales.

La hemosiderina es otra forma de almacenar Fe, en contraste con la ferritina, es un producto

complejo y heterogéneo, insoluble en agua que contiene más Fe y menos proteínas.

En la situación habitual de acumulación gradual, el Fe aparece primero en la ferritina, el proceso

de transferencia de Fe desde la ferritina a la hemosiderina no implica liberación del Fe sino mas

bien una transformación directa de ferritina en hemosiderina. A niveles fisiológicos de Fe hístico,

33
hay un poco más de Fe de la ferritina que de la hemosiderina, predomina éste último cuando se

produce un exceso de Fe.

Cuando se moviliza Fe desde los depósitos, la ferritina y la hemosiderina disminuyen casi por

igual.

Sin embargo los depósitos de Fe no son homogéneos. El Fe depositado más recientemente es

movilizado de manera más activa que los depósitos más viejos, y el Fe que se deriva de la

destrucción de los eritrocitos se emplea sobre todo en la producción de eritrocitos nuevos. Para la

formación de hemoglobina, se puede emplear tanto el Fe de la ferritina como el de la

hemosiderina.

Homeostasis celular del hierro

Existen al menos dos proteínas citosólicas que responden a cambios en la concentración de

hierro, actuando como moléculas efectoras encargadas de controlar la expresión de ciertos

ARNm ya sintetizados. Estas proteínas reciben el nombre de IRPs (iron regulatory proteins)

que se unen a estructuras específicas de dichos ARNm (Klausner, 1993).

Existen sitios específicos del ARNm conocidos como IREs (iron responsive elements) cuya

función es controlar la estabilidad del ARNm acorde a las concentraciones de hierro.

Cuando las concentraciones de hierro disminuyen, disminuye la expresión del numero de

moléculas de ferritina y aumenta la expresión de ARNm codificante para el receptor de

transferrina, cuando las concentraciones de hierro aumentan sucede el proceso inverso.

Existen otros factores que también modulan la afinidad de los IRP por el ARN, como son el NO,

el stress oxidativo y la hipoxia-reoxigenación (Hentze, 1996).

(Figura tomada de Acta Bioquím Clin Latinoam 2005; 39:301-14)

34
Conclusión

Como he intentado resumir en los párrafos anteriores, queda demostrada la complicada trama de

proteínas y sus interrelaciones que median la bioquímica del metabolismo del hierro y dentro de

la cual el descubrimiento de la hepcidina y sus repercusiones juegan un rol fundamental, debido a

la complejidad y extensión del tema no ha sido posible abarcar los estados por deficiencia o por

exceso de este mineral que quedarán por ser desarrollados en futuras revisiones.

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