Análisis Jurídico de doce hombres sin piedad enmarcado en el Sistema Judicial

Ecuatoriano.

Resumen de la Película.

Doce hombres sin piedad, coloca en juego el poder de juzgar y los criterios tomados
por los juzgadores para arribar a su fallo final. La duda razonable evidencia muchos
de los defectos que como seres humanos somos portadores, los criterios personales,
complejos sociales y las emociones que afloran frente a los casos que se exponen en
audiencia, siendo ello un problema actual para la práctica del derecho y la búsqueda de
la justicia. La película de Reginald Rose, en la adaptación y dirección de Gustavo Pérez
Puig, doce hombres sin piedad, es un gran ejemplo para analizar algunos de esos
conceptos y observar la forma en la que influye dentro de un proceso penal y en
general en el derecho y la argumentación y lógica jurídica, todo esto en el Código
Orgánico Integral Penal.

Análisis con el COIP.

Antes de comenzar el presente trabajo es necesario dejar en claro que la adaptación de

la película que es claramente llevada a cabo en un sistema judicial anglosajón en el cual
predomina la "jurisprudencial", en tanto la principal fuente del mismo son las sentencias
judiciales (el conjunto de las mismas se denomina "jurisprudencia"), las cuales tienen
un carácter "vinculante", es decir, son obligatorias para todos los jueces, al contrario de
nuestro sistema que en su momento fue inquisitivo y ahora predomina el oral
acusatorio. El actuar delo juez se podría comparar en cuanto a nuestro sistema y más
aún en el Código Orgánico de la Función Judicial (COFJ), en el marco de la jurisdicción
y la competencia en la cual radicaba, además que los personajes que conforman el
jurado son elegidos con total imparcialidad, dando paso así a la figura que se maneja en
el COFJ.

Nuestro sistema judicial se basa en el principio que ya estableciera el derecho romano:

in dubio, pro reo (ante la duda, a favor del reo). Esto significa que toda persona es
inocente hasta que se demuestra su culpabilidad. Sin embargo, en la sociedad suele
ocurrir a menudo lo contrario, como se refleja aquí: el chico parece culpable, las
evidencias tienden a enfocarlo así; el debate del jurado va desmoronando la consistencia
de esas evidencias, hasta desembocar en una “duda razonable”, suficiente por ley para
absolver a un acusado. Es importante destacar que no se demuestra la inocencia del
chico: lo que se demuestra es el conjunto de pre-juicios que condicionan una apariencia
de culpabilidad, de los cuales hay que desvincularse para juzgar fríamente si hay
pruebas consistentes no meramente circunstanciales. La duda razonable, se presenta
como punto de inicio para el desarrollo de la película, en el COIP eso queda claro, ya
que nuestro sistema es más o menos garantistas por ejemplo; para lo que interesa,
nuestro sistema es tendiente hacia el sistema acusatorio, descartando ciertas tesis del
sistema inquisitivo de juzgamiento penal. Tal como lo decía el maestro Carrara,
magistral como de costumbre, lo llamaba método acusatorio, siendo concebido como la
forma primitiva de los juicios criminales (Vol. II, §841), si bien la pena tenía un interés
privado, mantiene su rasgo principal: Nadie puede ser llevado a juicio sin que otro
sostenga contra él una acusación. La propia naturaleza humana es dinámica y es natural
sentir duda frente a algunas cosas, según dicta el sentido común. Pero la duda, cuando
es razonable, se considera aceptable, siempre y cuando sea suficientemente motivada.
Es entonces es necesario el debate. En nuestro Código Orgánico Integral Penal se
encuentra tipificada en el Art. 5.- Principios procesales.- El derecho al debido proceso
penal, sin perjuicio de otros establecidos en la Constitución de la República, los
instrumentos internacionales ratificados por el Estado u otras normas jurídicas, se regirá
por los siguientes principios: 3.- Duda a favor del reo: la o el juzgador, para dictar
sentencia condenatoria, debe tener el convencimiento de la culpabilidad penal de la
persona procesada, más allá de toda duda razonable.