• No tienen origen orgánico pero se manifiestan en síntomas físicos o de pensamiento. • Surgen de la lucha de los deseos reprimidos por salir a la conciencia y de la represión que lo impide, ya que esta nunca es exitosa. • “Lo reprimido retorna” bajo la forma de un síntoma neurótico y en su retorno se evidencia la amenaza de la falta. ¿Qué quiere de mí el Otro? • Son formas de estructuración subjetiva – alrededor del Otro, – la confrontación con la castración, es decir con lo que falta. – Las fantasías infantiles Para el sujeto neurótico
• La neurosis impone un gran sufrimiento.
• El dolor es la única prueba de su existencia, un
dolor fundamentado en la experiencia subjetiva de la falta en ser. • La pasión del neurótico está en buscar para no encontrar, para que la búsqueda borre el hallazgo, lo evite. • El deseo del neurótico vacila, está eclipsado. • Le falta una razón de ser. • Se siente lo mas vano que existe. • Entonces inventa su razón de ser pero además intenta destruir la razón de ser del Otro, es decir que destruye al Otro para que le deba su existencia. • Experimenta una tensión que consume mucha energía y por eso entre los síntomas típicos están el agotamiento, el cansancio, la falta de motivación y una gran inhibición. • Su posición subjetiva está en el registro de la justificación.
• Es decir que el neurótico pide su razón de ser y
solo la puede hacer surgir a través de la excusa.
• En el amor por ejemplo a veces es necesario
destruir la razón de ser del Otro para que él pueda ocupar ese lugar. “Allí donde no puedes te pido…” La neurosis obsesiva
“Para mí o es blanco o es negro. Las cosas a
medias tintas no van conmigo...” • Es el lugar del deseo imposible. • Ideas obsesivas que se filtran constantemente y lo sorprenden. • El sentimiento de culpa exagerado • Su discurso evidencia los extremos,… o es blanco o es negro. • Se mantiene vivo a través de la duda. • Los síntomas se dirigen más al pensamiento, al aislamiento y a la acumulación retroactiva y la caracterización de una serie de rituales.
• El obsesivo ama al Otro, excluyéndolo y
rechazándolo pero al mismo tiempo sintiéndose culpable o glorioso.
• La modalidad de amor del obsesivo es trabajar
por el Otro, darle lo que necesita a condición de que no desee nada. • Su yo ideal permanece unido al deseo de la madre. • El padre está idealizado y se percibe como todo poderoso, como alguien que sí sabe. • Es un padre que prohíbe y que puede mutilar por lo que se torna terrorífico. • Por se identifica a él inconscientemente, se alía al padre. • Nos lo encontramos en la soledad, pero siempre vigilando, controlando al Otro y ubicando sus propias aspiraciones sobre él. • Tiende a ser agresivo por el peso de su narcisismo. • Su discurso parece frío, inmóvil, distante, carente de espontaneidad e impersonal. • Es sumiso, reservado, lo privado es sagrado y trata de mantener alejado al Otro La Neurosis Histérica
“Yo no entiendo por qué nadie me quiere, si yo
no le hago daño a nadie.”
“Los otros han sabido elegir y yo no”.
• El síntoma lo ubica en las parálisis motoras, descargas involuntarias, dolores fantasmáticos y alucinaciones en los casos más graves.
• La posición histérica busca tener lo que le falta
al Otro, ser lo deseable para el Otro e instalarse ahí.
• Dominada por el deseo, va directo al objetivo
y es fácil para establecer un vínculo amoroso. • Se despliega como algo deseado para provocar el deseo del otro y mantener tanto su deseo como el del otro insatisfecho
• El padre esta idealizado, pero es un padre
impotente.
• Hay una preeminencia del objeto oral.
• Justifica la existencia del Otro, amándolo, pero para amar al Otro precisa disminuirlo y le demuestra su ausencia de necesidad. • Lo que más angustia le produce es la pérdida del amor. • Es la pasión encarnada del sufrimiento, pero bajo la mirada encarnada del Otro. • Mostrándose testimonia, su falta en ser. • La posición subjetiva de la pobreza en la histeria encarnada en la seducción, representa que prefiere no tener nada, y mostrarlo a la mirada del Otro. Su lugar es lo público.
• La histeria melancolizada tiende a verse
como una depresión severa. “Todos los otros pueden y yo no puedo”.