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Teniendo en cuenta estos tres aspectos podemos saber qué es lo que falla en la
sociedad, al momento de que haya más buenos ciudadanos. Las familias que es,
en mi opinión, el factor más influyente en el comportamiento de la sociedad, pues
si una familia te enseña a siempre escoger lo bueno por encima de lo malo, y
excelentes principios, no importa la situación en la que se encuentre la persona,
siempre se comportara de buena manera. El problema radica en que la gran
mayoría de familias incentivan a sus hijos a ser “vivos” y que saquen provechos de
cualquier situación en las que de una u otra forma ellos salgan favorecidos, porque
de lo contrario serían unos “bobos”
La educación impartida por las instituciones se queda corta a la hora de formar
futuras personas, y se enfoca más en educar personas que respondan al sistema
actual, es así, como en muchos casos, las personas encargadas de impartir la
educación, coartan a los estudiantes para que estos no piensen más haya, y se
acostumbren a conseguir las cosas de manera fácil, y les imparten ese mismo
sistema de que el mundo es para los “vivos”.
Por último y, a la par o un poco menos, que la familia, la sociedad es la que
determina el medio ambiente en el que se desarrolla la persona, y es el factor que
determina el sistema de supervivencia, en este caso el de los “vivos”, la sociedad
se ha encargado de meternos en la cabeza que si no se toma ventaja frente a las
otras personas no se puede vivir, además del hecho de que se puede hacer todo
siempre y cuando se pueda hacer parecer como legal, este caldo de idea impulsa
a las personas a siempre obtener más a costa de otros que cada día tienen
menos, y que al tener menos, no les queda nada más que tomar esas soluciones
facilistas e ilegales, porque “si no lo hago yo lo hace otro”
Para concluir, aún existen buenas personas en el mundo que intentan convertir a
las personas que conocen en buenas personas con pequeñas o grandes acciones.
El problema está en nosotros, en las personas mayores por reclamarnos a
nosotros y a las futuras generaciones que seamos buenas personas que no
repitamos sus errores, pero sin cambiar para ser un ejemplo a seguir, estas
personas mayores confían ciegamente en que nosotros cambiaremos el mundo, y
si bien las nuevas generaciones son el futuro, siempre se les debe dejar un buen
modelo. Nosotros tenemos en nuestras manos el cambio para ser buenas
personas, debemos dejar de lado esa creencia de que no se puede, y que si
nuestros antepasados no lo hicieron, ¿para qué nosotros? Deberíamos cambiar el
mundo empezar a ser mejores personas, dejar de interesarnos por el dinero y las
cosas materiales, y pensar en crear un mundo para que nuestros descendientes
vivan en una sociedad donde las malas personas son tan raras como las personas
de piel verde.