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PERTENECEMOS
Tito 2:11-15
INTRODUCCIÓN:
Una de las primeras cosas que debemos aclarar en nuestra vida es: saber
a dónde pertenecemos, para poder disfrutar las bendiciones del Señor, para
alejarnos de todo aquello que no honra a Dios, para quitar esos estorbos
espirituales y poder con ello, crecer y madurar, para integrarme plenamente a
la familia en la fe, y poder con ello trabajar hombro a hombro en la tarea que
Jesús nos ha encomendado.
Porque una vez que sepamos nuestro lugar de pertenencia, podremos asimilar
nuestro entorno, podemos hacer un uso sabio de nuestra fe y enfocarnos en
nuestra misión como Iglesia, y no, no vamos a hablar de aislarnos del mundo,
no vamos a hablar de limitar el contacto con el mundo; pero si vamos a hablar
de lo que vamos a hacer en el mundo, pero sobre todo de cómo nos vamos a
comportar y de los frutos que tenemos que dar.
Pablo dirige una carta a uno de sus discípulos llamado Tito, le da ciertos
valores que como creyente debe observar, y le recuerda, por qué debemos
RENUNCIAR A DONDE NO PERTENECEMOS, dado que creemos en un
Dios de amor, de justicia, y que por encima de todo es Santo, teniendo como
principal argumento el amor de Dios, que nos va a llevar a diferenciarnos como
hijos e hijas de Dios, pero por las razones correctas.
Por lo que hoy trataremos de ver tres aspectos que nos hacen estar firmes en
la fe, y no solo en nuestras convicciones, lo que nos llevara a tomar finalmente
las decisiones adecuadas: a) El amor de Dios (Su gracia) nos lleva a
alejarnos de la práctica del mal y el ser fieles a Dios, además b)
Recordar cómo y hasta cuándo debe ser nuestro comportamiento
dentro de esta vida (mundo), y finalmente: c) La Misión de la Iglesia,
para con los creyentes es animarlos y corregirlos, con la autoridad de
la palabra.
Porque ser cristiano, es más que declararlo, hay que vivirlo, hay que
comprometerse con el Señor, y verlo solamente a él, en todo, y en todos, oremos.
I. EL AMOR DE DIOS(GRACIA), NOS ENSEÑA A SER HONESTOS,
FIELES, PRUDENTES, ALEJANDONOS DE LA PRACTICA DEL
MAL.
"Dios ha demostrado cuánto ama a todo el mundo, pues les ha ofrecido la posibilidad de salvarse del
castigo que merecen. Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo
malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y
pensar bien lo que hacemos." (Tito 2:11-12 TLA)
c) El amor de Dios enseña al cristiano que tiene que ser honesto, fiel a Dios,
y a pensar en lo que se hace.
"»En cuanto a mí, nunca dejaré de pedirle a Dios por ustedes. Dejar de
hacerlo sería un pecado. Yo siempre les enseñaré a portarse bien y a vivir
como Dios quiere."
(1 Samuel 12:23 TLA)
"Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del
mundo, sino que los protejas del mal." (San Juan 17:14-15 RVC)
"El Señor Jesucristo se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para que
aprendamos, y para que así no tengamos que ser castigados junto con la gente
de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no seremos
castigados. El Señor Jesucristo se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para
que aprendamos, y para que así no tengamos que ser castigados junto con la
gente de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no
seremos castigados." (1 Corintios 11:31-32 TLA)
CONCLUSIÓN