Reflexión sobre el texto de Sigmund Freud En el texto “Sintoma, inhibición y angustia” Freud reflexiona sobre diversas formas en las que funciona la psique humana. Los mecanismos internos de la mente humana mantienen mecanismos de comunicación permanentes. Freud nos brinda una idea de la mente humana como un mecanismo en conflicto que busca un balance de diversas maneras. Para mostrarnos esto Freud apela a la explicación de algunos casos clínicos como ejemplos de la falta de balance en la psique humana y la manera en que esta se reorganiza para tratar de funcionar de manera normal. Para Freud nada es gratuito y si no afrontamos nuestros problemas estos van a aflorar de distintas maneras. Al leer este texto no dejo de pensar en las problemáticas psicológicas a las que están sometidas, tal vez, millones de personas sin darnos cuenta. A menudo la presión de la sociedad nos hace evadir nuestros problemas. Los eventos traumáticos y sus secuelas emocionales en forma de tristeza y depresión son mal vistos en una sociedad que solo quiere ver felicidad. Hace algunos meses conocí el caso de un niño cuya familia entera fue víctima de desaparición forzada, si bien este caso es la expresión extrema de una problemática social mas amplia es inevitable pensar en las consecuencias psicológicas que arrastran miles de mexicanos víctimas de un trauma bastante fuerte. Es preocupante ver como, a la par que la violencia es normalizada, los traumas son evitados con tal de construir una mascara de felicidad o de fortaleza vinculada a la hombría. Las herramientas conceptuales que plantea Freud nos hacen evaluar los comportamientos humanos desde otra perspectiva. Para Freud lo visible nunca es lo obvio. Es en este punto en donde aparecemos los historiadores como profesionistas encargados del pasado en su relación con el presente. Al igual que en diversos países de Sudamérica en México hacen falta herramientas para afrontar los traumas del pasado reciente. Al no poder asimilar los episodios traumáticos las masas entran en otro tipo de problemáticas que terminan por replicar las dinámicas de violencia. Este texto de Freud nos es útil a la hora de interpretar las actitudes como reflejo de procesos sumamente complejos de nuestra psique humana. El contexto, los traumas y las experiencias personales no son elementos irrelevantes a la hora de estudiar amplios procesos sociales.