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Reseña histórica.
Escepticismo:
Pragmatismo:
Criticismo:
Empirismo.
Racionalismo.
Apriorismo.
El Idealismo.
Ante todo hay que dejar en claro la distinción neta entre el idealismo
metafísico y el idealismo epistemológico.
a) El idealismo es, ante todo, una actitud del todo gratuita; pues, asevera sin
pruebas que el objeto del pensamiento no puede ser sino el pensamiento;
que el acto de conocimiento, por ser una acción inmanente, no puede asir
otra cosa que no sean estados interiores, a saber, estados de conciencia. Esta
afirmación es ambigua. Es cierto que el pensamiento no capta sino objetos
de pensamiento; pero, decir "objetos de pensamiento" no equivale necesaria
ni idénticamente a estado interior de conciencia.
El Realismo.
Criterio de la verdad.
Antes de enfocar dicho problema, aclararemos el término de
"verdad". En la vida diaria hablamos de "oro verdadero", de "amigo
verdadero", de "cuadro hermoso", etc. En todos estos casos queremos
afirmar que lo que es, "es". Y en eso cabalmente consiste la verdad. Sin
embargo, debemos distinguir claramente entre la verdad ontológica y la
verdad lógica.
a) Criterios externos:
- Etc.
Biografía de Platón
Platón se llamaba en realidad Abrastoles. Recibió el apelativo con el
que le conocemos y que significa ""espalda ancha" por su corpulencia.
Durante su juventud llegó a ser bicampeón olímpico de lucha.
Pertenecía a una familia noble. Su padre, Aristón, se decía
descendiente del rey Codro, el último rey de Atenas. Su madre
Períctiona, descendía de la familia de Solón, el antiguo legislador
griego. Era además hermana de Cármides y prima de Critias. Platón
tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone. Tuvo
una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. De
joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se desilusionó con los
gobernantes de Atenas. Es posible que se iniciara en la filosofía con
las enseñanzas del heracliteano Cratilo. Cuando cuenta veinte años
tiene lugar el encuentro con Sócrates que contaba entonces 63 años y
se convertirá en su único maestro hasta su muerte. Se proclamó
discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de
debate: la obtención de la verdad mediante preguntas. Parece ser que
fue testigo de la muerte de su maestro. Temiendo por su vida,
abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto. En el
año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo
considerada como la primera universidad europea. Se daban materias
como astronomía, biología, matemáticas, teoría política y filosofía.
Aristóteles fue su alumno más destacado. Ante la posibilidad de
conjugar la filosofía y la práctica política, viajó a Sicilia en el año 367
a.C. para ser tutor del nuevo gobernante de Siracusa Dionisio el Joven.
El experimento fracasó. Platón regresó a Siracusa en el año 361 a.C.,
pero una vez más su participación en los acontecimientos sicilianos
tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias
en la Academia y escribiendo. Murió próximo a los 80 años
en Atenas en el año 348 o 347 a.C.
Es el primer pensador griego cuya obra se ha conservado
íntegramente, y Aristóteles ha transmitido incluso fragmentos de su
enseñanza oral en la Academia, al parecer discordante con sus
escritos. Sus escritos adoptaban la forma de diálogos, exponiendo
ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el contexto de una
conversación o un debate en el que participaban dos o más personas.
El primer grupo de escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13 cartas.
Platón diferencia dos ámbitos del conocimiento. Uno es el de lo
opinable, llamado doxa también, aquellos conocimientos a los que
damos nuestro asentimiento sin exigirles demostración, aquellos
conocimiento que nos guían en nuestra vida cotidiana, el conocimiento
del medio que nos rodea y de las personas.
El otro ámbito de lo ilegible, el verdadero conocimiento (episteme) que
incluye el conocimiento matemático y el filosófico, un saber que a
través de un trabajo de la inteligencia cada vez mayor y complejo se
independiza de la percepción sensible para alcanzar un saber sin
supuestos.
Platón establece una gradación en el conocimiento humano, que
podría marcarse como un ascenso desde la ignorancia hacia un
conocimiento más completo.
Atribuye el grado inferior de conocimiento a la imaginación, esta se
ocupa de imágenes, de copias de simulacros que tienen mayor
capacidad de engañarnos haciendo que las confundamos con el
conocimiento verdadero. No es lo mismo conocer algo por lo que nos
han contado de él que ver, tocar ese “algo” para saber cómo es cómo
funciona.
El conocimiento de lo sensible es un conocimiento de naturaleza
inferior, que ocupa el segundo grado en el ámbito de lo opinable o
doxa, está todavía lejos de ser un conocimiento verdadero. La facultad
que le corresponde es la creencia y su característica fundamental es la
incapacidad de dar razón a aquello en que se cree. Sabemos por
práctica, por costumbre, por la experiencia personal, pero no es un
saber seguro hasta que no se compruebe y a la vez, carece de
justificación racional.
En el ámbito de lo inteligible o episteme Plató diferencia también dos
niveles. El inferior de esos dos es el pensamiento discursivo, propio de
la matemática que son ideas que se apoyan en imágenes sensibles y
en supuestos para alcanzar una conclusión.
Así ubica al pensamiento discursivo como la mediación entre la mera
opinión y el trabajo de la inteligencia pura o nous, propia de la filosofía.
Éste es el grado superior del conocimiento. El nous es la facultad del
alma a través de la cual se contemplan las ideas, es decir el
conocimiento de la idea que lo realiza el alma.
Idea es el máximo grado de conocimiento que se puede alcanzar, el
que logra educar su alma podrá lograr la idea, que es lo perfecto, lo
ideal.
No se apoya en imágenes sensibles para llegar a una conclusión ya
que las imágenes sensibles se apoyan en las ideas y no en viceversa.
Uno pasa por todos los tipos de conocimiento antes de llegar a la idea,
si es que lograr llegar.
Biografía de Kant:
(Königsberg, hoy Kaliningrado, actual Rusia, 1724-id., 1804) Filósofo
alemán. Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo.
En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de
teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la
filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, y le imbuyó así mismo el interés
por la ciencia natural, en particular, por la mecánica de Newton.
Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal,
de la que no llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros
cuando residió por unos meses en Arnsdorf como preceptor, actividad
a la cual se dedicó para ganarse el sustento luego de la muerte de su
padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los
treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después de
fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber
rechazado ofrecimientos de otras universidades, por último fue
nombrado profesor ordinario de lógica y metafísica.
En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial,
denominado pre crítico, caracterizado por su apego a la metafísica
racionalista de Wolff y su interés por la física de Newton. En 1770, tras
la obtención de la cátedra, se abrió un lapso de diez años de silencio
durante los que acometió la tarea de construir su nueva filosofía crítica,
después de que el contacto con el empirismo escéptico de Hume le
permitiera, según sus propias palabras, «despertar del sueño
dogmático».
En 1781 se abrió el segundo período en la obra kantiana, al aparecer
finalmente la Crítica de la razón pura, en la que trata de fundamentar el
conocimiento humano y fijar así mismo sus límites; el giro copernicano
que pretendía imprimir a la filosofía consistía en concebir el
conocimiento como trascendental, es decir, estructurado a partir de una
serie de principios a priori impuestos por el sujeto que permiten ordenar
la experiencia procedente de los sentidos; resultado de la intervención
del entendimiento humano son los fenómenos, mientras que la cosa en
sí (el nóumeno) es por definición incognoscible.
Pregunta fundamental en su Crítica es la posibilidad de establecer
juicios sintéticos (es decir, que añadan información, a diferencia de los
analíticos) y a priori (con valor universal, no contingente), cuya
posibilidad para las matemáticas y la física alcanzó a demostrar, pero
no para la metafísica, pues ésta no aplica las estructuras
trascendentales a la experiencia, de modo que sus conclusiones
quedan sin fundamento; así, el filósofo puede demostrar a la vez la
existencia y la no existencia de Dios, o de la libertad, con razones
válidas por igual.
El sistema fue desarrollado por Kant en su Crítica de la razón práctica,
donde establece la necesidad de un principio moral a priori, el llamado
imperativo categórico, derivado de la razón humana en su vertiente
práctica; en la moral, el hombre debe actuar como si fuese libre,
aunque no sea posible demostrar teóricamente la existencia de esa
libertad. El fundamento último de la moral procede de la tendencia
humana hacia ella, y tiene su origen en el carácter a su vez nouménico
del hombre.
Kant trató de unificar ambas "Críticas" con una tercera, la Crítica del
juicio, que estudia el llamado goce estético y la finalidad en el campo
de la naturaleza. Cuando en la posición de fin interviene el hombre, el
juicio es estético; cuando el fin está en función de la naturaleza y su
orden peculiar, el juicio es teleológico. En ambos casos cabe hablar de
una desconocida raíz común, vinculada a la idea de libertad. A pesar
de su carácter oscuro y hermético, los textos de Kant operaron una
verdadera revolución en la filosofía posterior, cuyos efectos llegan
hasta la actualidad.