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¡Te soñé mi Guatemala, desperté y oré!

Ay mi Guatemala,
soñé con verte libre, soberana e independiente,
con autoridades dignas,
íntegras e intachables.

Me ilusione verte de gala al fin,


con ciudadanos despiertos en pro de la Patria,
lejos de los colores que ofuscan,
victoriosa ante los poderes fácticos.

Imagine que se rompían cadenas,


que resonaban las trompetas,
la bandera enarbolaba danzando con el viento,
y la soberanía delegada en manos ilustradas.

Oh, el Quetzal vertido en fénix,


renovando una nación que se desangra hasta la muerte,
reanimando las esperanzas de un futuro prometedor,
como la mirada efusiva de un niño al recibir un premio.

Ay mi Guatemala, lástima que solo fue un sueño,


me levanto y veo al caos confundiendo a mis hermanos,
disfrazando con colores el árbol del bien y el mal,
repitiendo la historia de la serpiente en el jardín del Edén.

Pareciera que estamos arando en el mar,


que a esté pueblo no lo dejan despertar,
sumidos en este Sistema de Gobierno Representativo,
que representa las mayorías de esta adormitada sociedad y a la obscuridad del país.

Los errores y la impunidad del pasado la estamos sufriendo nosotros,


y en este escenario donde ya se ha tocado fondo,
razonemos que las consecuencias de nuestros actos,
será el apocalipsis de nuestros hijos.

Espero ver el día en que el bienestar general se imponga al bienestar particular,


donde hablemos de derechos humanos y no de colores insanos,
donde prevalezca el Estado de Derecho,
donde la suma de nuestras virtudes nos lleve al empíreo.

El enemigo es poderoso, ha sido intocable hasta entonces,


se vislumbra una luz en este largo camino de obscuridad,
no la perdamos, no la dejemos escapar,
por dolo de unos cuantos que no nos quieren emancipar.
Por eso mi Guatemala inmortal yo te defiendo y pregono,
la justicia imparcial, el debido proceso y la sentencia firme y ejecutoriada,
que se respete el derecho y la juridicidad,
y se actúe siempre de acuerdo al principio de Supremacía Constitucional.

Que las arbitrariedades sean cosa del pasado,


que impere el equilibrio, la justicia y la equidad,
que los vende patrias traidores a la misma,
sufran el más severo castigo reformador y ejemplar.

Oh Padre Todopoderoso, Espíritu Santo y Eterno, Cristo Jesús,


Ilumínanos en esta batalla de la conciencia, de la verdad y la justicia,
danos fe, sabiduría, amor, esperanza, discernimiento y paz,
protege nuestros pasos y a nuestra Guatemala de nombre inmortal.

Por Julio Figueroa Robles

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