LAS DISTINTAS FACETAS DEL FEMINISMO EN LA ACTUALIDAD

¿Quién no ha escuchado sobre las marchas a favor de la equidad? ¿Sobre las movilizaciones
alrededor del mundo? ¿Y sobre sus consecuencias? ¿Qué hemos escuchado puntualmente
acerca del feminismo hoy en día? Probablemente que es un movimiento que trae huelgas
consigo, en el cual las mujeres tratan de imponer su sexo por encima de todo, donde los
hombres son ´la escoria de la humanidad´ y deben ser rechazados. Tal vez también hemos
escuchado a jóvenes decir fielmente que son feministas, que alguno de sus ídolos lo es y que
está bien. O que las mujeres feministas no deben ser ni miradas ni tocadas, porque entonces
andarían poniéndole la etiqueta de machista a todo el que se le acerque, incluyendo niños.
Incluso hemos escuchado alguna vez que los hombres no pueden ser feministas, que eso es
cosa de mujeres y que un hombre que se declara feminista, es poco varonil, o está bajo el
sometimiento de una mujer.

¿Será que se ha malentendido el propósito del feminismo en la actualidad? ¿O será que está
incursionando en nuestra sociedad y dejando por fin de ser la utopía que era hace 200 años?
Recién desde hace 100 años, algunas mujeres son capaces de votar y de opinar. Y recién en
este siglo, por no decir década, las mujeres y los hombres pueden intercambiar los roles que
durante años se han considerado “normales” sin ser vistos de mala manera. Todo esto gracias
al feminismo, la ideología que reclama para las mujeres las oportunidades y roles que se le han
asignado al hombre a lo largo de los años, exigiendo que ambos sexos tengan los mismos
derechos.

Últimamente, se ha oído hablar mucho sobre este tema, que discurso feminista por acá,
movilizaciones por allá, etc, etc, etc. ,pero deberíamos preguntarnos si lo que se está haciendo
está buscando en realidad el concepto del feminismo, o si simplemente se está luchando por
algo más. Podemos encontrar numerosos ejemplos, ya sean pintas en las paredes, ciertas
frases dichas o incluso en las redes sociales: En la cuenta de Twitter “Opresiones”, existen
tweets diciendo que un hombre no puede opinar sobre el feminismo, pues no lo entienden,
que éste es únicamente para mujeres; también encontramos el caso de la estadounidense
Lara, que se llamaba a sí misma ‘feminista‘ y que, al verla ecografía de su bebé y al darse
cuenta de que sería varón, decidió abortar, pues “debido a sus malas experiencias con
hombres, no quería dar a luz a otro monstruo” Según varias mujeres que dicen ser feministas,
este comportamiento de odio y rechazo total hacia los hombres es una rama del feminismo,
llamada feminismo radical, el cual, es lo opuesto al machismo, lo que se llamaría hembrismo,
solo que no lo aceptan. Proveniente de algún lado, se comenzó a utilizar un término dirigido
hacia las mujeres que exigen igualdad de derechos ante los hombres e intentansobreponer el
sexo femenino sobre el masculino, se las llama feminazis. Hay mujeres que dicen ser
feministas, y por consiguiente, odian a los hombres sin saber que tienen una idea errónea de
lo que es el feminismo; la mayoría de éstas, son adolescentes que han escuchado o visto a
celebridades hablar sobre el feminismo, se han informado mal y se han declarado feministas a
capa y espada, pues ser feminista se ha puesto de moda (y esto podemos comprobarlo
claramente con simplemente observar que en las tiendas se vende ropa con frases como “soy
feminista”, “igualdad”, “feminismo”, e incluso con imágenes alusivas a la superioridad del sexo
femenino sobre el masculino; todos estos ejemplos y más, le han dado al feminismo la fama de
moda del momento; y, sin dudar, se puede decir que hay jóvenes que se atribuyen el ser
feministas sin siquiera saber qué es el feminismo). Hombres y mujeres feministas alegan que
éstas y éstos “feministas radicales” hacen quedar mal al feminismo y dan a entender una idea
equivocada de lo que realmente es; día a día, más y más adolescentes se amparan bajo este
término y lo utilizan sin darle el significado que se merece. Es así como el feminismo como
corriente ideológica se ha tergiversado, y, para muchas personas, éste ha perdido su
significado en la actualidad.

Si queremos tratar el feminismo desde una perspectiva contemporánea, no se puede hablar

simplemente del feminismo radical, sino también de las repercusiones que ha tenido la lucha
por la igualdad en los últimos años. Hace cien años, surgió un movimiento que reclamaba el
voto para las mujeres en Estados Unidos, pocos años después, los países latinoamericanos
otorgaron el sufragio femenino; lamentablemente, existen países en donde recién desde hace
dos años, las mujeres pueden votar y salir de sus casas sin estar acompañadas de su esposo.
Son por estas razones por las cuales el feminismo existe, muchas celebridades o personas que
tienen influencia en la sociedad, se han declarado feministas abiertamente y realizan acciones
basadas en esta ideología. ¿Pero, que defiende el feminismo? Defiende el pago igualitario a
ambos sexos, sólo en nuestro país, la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 29%; otro
de los objetivos por superar es la violencia de género, no sólo en Hispanoamérica, sino en
todos los países; busca también eliminar los roles de género, antes, se creía que ser feminista
significaba que una mujer actuase como hombre, que no utilice maquillaje y se comporte
groseramente, el feminismo no está de parte únicamente de las mujeres, sino también por los
hombres. Emma Watson, hablando sobre el feminismo, dijo: «Estaba en la escuela secundaria
y tenía quince años. Muchas de mis amigas dejaron de hacer deporte para no parecer
demasiado masculinas. Cuando tenía 18 años, me di cuenta de que mis amigos estaban
demasiado asustados para expresar sus sentimientos. Decidí que era feminista», gracias a
estas palabras, nos damos cuenta de que el feminismo realmente busca la igualdad entre
hombres y mujeres, sin dejar de lado alguna parte, ya que pide rechazar los estereotipos
impuestos a ambos sexos sin ex.

Hace no más de dos semanas, Emma Watson se mostró a favor de una ley en Irlanda,
apoyando la libre decisión de la mujer sobre su cuerpo y el aborto, ya que allí, un feto tiene los
mismos derechos que una persona ya nacida, por lo cual, el aborto era contado como
homicidio.

Una de las primeras manifestaciones feministas que dieron resultado, fue la de la marcha de
las mujeres en Versalles, en 1789, conocida después como la Marcha de las Mujeres; el 5 de
octubre de ese año, muchas mujeres se dirigieron hacia el palacio de Versalles, protestando
contra la subida del precio del pan, a ellas, se les sumaron los hombres. Gracias a esa
movilización, se consiguió que se reanimara el deseo de la monarquía por acabar con la
rebelión, que a su vez incentivó a los ciudadanos a rebelarse, ayudando así, que la Revolución
Francesa no se apagara.

En 1791, Olympe de Gouges, redactó “Los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, tomando

ideas de Los Derechos del Hombre y del Ciudadano y cambiándolos para atribuirle a las
mujeres los mismos derechos que a los hombres. Este, es el primer tratado que habla sobre la
Emancipación Femenina y la Igualdad de Derechos entre ambos sexos; esto puede ser
perfectamente demostrado únicamente con leer el primer artículo de éste: “La mujer nace
libre e independiente, y permanece igual al hombre en derechos”.

Durante años, se consideró una causa noble en el pensamiento de muchos hombres y mujeres,
pero de alguna manera, el objetivo de llegar a la igualdad se convirtió en una lucha de género,
donde prevalece el más fuerte. ¿En qué momento se transformó la búsqueda de la igualdad en
lo que se puede escuchar hoy en día sobre el feminismo? No lo sabemos. Pero si sabemos que
hay personas movilizándose para hacer valer sus ideas, personas luchando para llegar a un
objetivo, personas muriendo para demostrarle al mundo que qué están hechas.

A pesar de todo lo dicho, no se puede tocar el tema del feminismo sin por lo menos intentar
hablar del feminismo en el sexo masculino. Cuando el feminismo se dio a conocer al mundo
entero, unos lo tomaron como un juego que desaparecería pronto; otros, supusieron que sería
un tema de debate y podría ser utilizado como conversación; a unos tantos, el feminismo les
hizo alegrarse por el movimiento y unirse a la causa; pero muchos estuvieron y están
confundidos con éste y con la posición que deberían tomar. En las primeras protestas y
discusiones de las cuales el feminismo formaba parte, los hombres y mujeres estadounidenses
e ingleses, llegaron a la conclusión de que “la creación de la nueva mujer pasaba
necesariamente por la creación de un nuevo hombre” ¿Qué significa esto? Que el feminismo
no era sólo un movimiento de mujeres, sino, un movimiento para todos, que implicaba
asimilar la perspectiva de una nueva postura ante todo lo ya conocido y redirigir las acciones y
pensamientos hacia una nueva cultura en donde nadie podría ser llamado inferior ante otro.
Se puede decir que el feminismo busca también la redefinición de las masculinidad, dejando
de lado a los estereotipados hombres insensibles, fuertes, sometedores y poderosos para dar
lugar a los hombres verdaderos, con la capacidad de demostrar sus sentimientos y emociones,
apoyando que realicen roles que se le fueron atribuidos a la mujer (como el de cuidar a los
hijos, de cocinar, etc.) sin temor a ser juzgados por sus acciones.

ONU Mujeres, ha lanzado una campaña llamada HeForShe, que tiene como objetivo el integrar
a hombres, adolescentes y niños al movimiento feminista.

Es hora de resolver la cuestión, ¿el feminismo se está manteniendo como la ideología de

equidad que es? ¿o simplemente se ha malentendido su objetivo y ahora tiene un distinto
significado? La respuesta es muy simple, tanto que incluso podría parecer ridícula: ambos.
Existen personas que dicen ser feministas, pero ven al feminismo como una moda, así como
hay personas que en realidad se sienten identificadas con esta ideología y la defienden.

Pero también deberíamos preguntarnos que se podría hacer para evitar este tipo de
confusiones y prevenir una época en donde las nuevas generaciones se olviden del
movimiento o dejen de lado su verdadero significado. Muy simple, se debe educar en el
feminismo.

Una escritora feminista, Chimamanda Ngozie Adichie, nos presenta en su libro Querida
Ijeawele. Cómo educar en el feminismo 10 pasos en los que los niños y las niñas pueden
aprender a vivrir la igualdad desde que son muy pequeños, para así poder dirigir a la
humanidad hacia una nueva época de cambios y transformaciones. Chimamanda expone ideas
claras para educar a los niños, tales como ser plenos, hacerles saber que los estereotipos y
roles establecidos no tienen ningún sentido, y, probablemente el más importante de todos,
dar referencias. Los niños aprenden observando, si a ellos se les presentan mujeres y hombres
fuertes, sin demostrar la superioridad de alguno de ellos, entonces los niños lo aprenderán y lo
aplicarán en su vida futura.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, habló sobre por qué educaba a sus hijos en el
feminismo. Sus palabras son muy fáciles de entender: El feminismo no solo busca la igualdad
entre géneros, sino también busca enseñar que cuando todos somos iguales, vivimos más
libres.
Se puede concluir que la imagen de una persona feminista se ha tergiversado en estos últimos
años, pero aun así, hay personas que mantienen la lucha y la búsqueda por los derechos
iguales constantemente, sin miedo y con seguridad. Se puede demostrar que la educación en
niños y adolescentes es clave para forjar un futuro mejor para las generaciones futuras,
enseñarles que el futuro lo construyen todos, sin excepción. Podemos decir que se debe ser
feminista para empezar a mostrar el lado más humano de cada persona, no sometiéndose a
roles establecidos que no le permiten a la persona expresarse según sus deseos; se debe
buscar la equidad de género, no para la prevalencia de un solo sexo, sino para la convivencia
pacífica de ambos, demostrando que hombres y mujeres son iguales en cuanto a derechos,
pues ambos sienten, ambos desean, ambos piensan, y a todos nos corresponde el mismo trato
por el simple hecho de que todos somos humanos y todos debemos estar unidos para legar
una sociedad en la cual no existen diferencias de ningún tipo.