Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Iusnaturalismo p 34
CONTEXTO HISTORICO DE LA INGLATERRA DEL SIGLO XVII p36
-Hobbes p 36-49
-Locke: 49-60
-Hume: 60 – 66
-Rousseau: 66-77
-Comparaciones: p 77.83
-Montesquieu. P 83 a 91
-Revolucion Francesa: p 91
-Bentham: p 100-
-Stuart Mill: p 106 a 113
-SOCIALISMO UTÓPICO: MARX Y ENGELS: Teoria MARXISTA del Estado 113
-Crisis de la teoría marxista del Estado p 124
-Tesis fundamentales de la corriente continuista p 126
-La alternativa social-demócrata p 127
1
INTRODUCCIÓN
LA EXPERIENCIA GRIEGA.
Adrados dice que hay ciertas similitudes entre la democracia ateniense y la actual.
Con esto nos dice que en la democracia griega ya se plantean una serie de problemas,
retos y reivindicaciones que siguen siendo actuales. Adrados piensa que los griegos son
los modelos y en sus planteamientos ya intentaron plasmar la igualdad y la libertad.
2
Pero en un principio la igualdad la entendieron como igualdad legal y no total (como más
tarde hicieron los jacobinos y los bolcheviques). Sin embargo las democracias que más se
han parecido a la ateniense son las que más se han mantenido.
La democracia ateniense dejó problemas sin solucionar, y que quizás tampoco los tengan
hoy día. Hemos de preguntarnos por sus logros, lo que se sacó en claro, y porqué decayó,
y con ello, la compararemos con nuestra democracia actual.
La consolidación de los aqueos se produce entre los S. X y VI a.C., pero el siglo de oro de
la democracia será el S V a. C. De Pericles hasta el S IV con la invasión macedonia. Los
aqueos invaden la península helénica en el 2000 a. C. , y desde Micenas se expanden por
el Mediterráneo. Los aqueos eran guerreros y tenían una cierta organización con un jefe o
basileus, pero también tenían un cuerpo consultor de ancianos, gerousía, y el pueblo
armado.
Más tarde penetran los jonios y los dorios y echan a los aqueos hacia el Asia Menor. Los
dorios se instalan en el Peloponeso, y en una segunda oleada en Esparta. Los jonios se
establecieron en el centro, y allí fundaron Atenas, mientras que una parte emigró a la orilla
oriental del Egeo, donde fundan Mileto, Éfeso y Samos, cuna de los primeros filósofos. Sin
embargo, hablar de dorios y jonios es hablar de Esparta y Atenas, y por ello, cuando más
adelante se produzca la confrontación entre estas dos poleis, no debemos olvidar que en
el fondo yacía un viejo antagonismo étnico.
A raíz del crecimiento de las ciudades surge la polis como ideal y realidad nodal
apriorística y omniabarcante pq integra lo político, lo económico, lo religioso, lo educativo y
lo moral. El dominio de la ciudad estado hace que el hombre griego no conciba su vida sin
el marco de la ciudadanía. Para el griego hombre asocial o apolítico es una contradicción
en sí mismo.
Muchos de los ideales políticos de la modernidad ya fueron objeto de pensamiento de los
filósofos griegos.
La polis griega aspiraba al autogobierno y autosuficiencia, pero esto no sería
posible en las grandes urbes actuales.
La polis de Atenas llegó a tener 300.000 habitantes.
Esparta y Atenas son dos vertientes del mundo griego.
Los dorios de Esparta ven la vida como sacrificio, ascetismo y servicio, mientras que los
jonios de Atenas la veían como gozo, disfrute y participación.
Esparta, en realidad, nunca perdió el aire de campamento militar y fue un sistema muy
autoritario. Platón tuvo influencia espartana. Las tierras de Esparta eran muy fértiles y por
ello su economía era básicamente agrícola. Los esclavos agricultores de los espartanos
3
eran los hilotas (heilotes) y pertenecían a la polis, quién los cedía a los ciudadanos para
que trabajasen sus tierras. Los periecos (habitantes de alrededor), eran agricultores libres
artesanos, comerciantes, etc. Aunque no tenían plenitud de derechos, estaban obligados a
participar en el ejército y en las guerras. Los hoplitas eran los soldados, pero estos sí que
eran ciudadanos.
La tradición atribuye a Licurgo (hacia el 600 a. C.) una serie de reformas que intentaron
una sociedad más igualitaria.
Licurgo entregó a 9000 ciudadanos unas tierras e hilotas para trabajarlas.
Esta distribución fue por igual, todos iguales en posesiones, pero esto quedó un poco
confuso. Se estableció la Asamblea popular soberana, la antigua asamblea de los
guerreros, la apella.
Sin embargo, no era deliberativa, sólo se votaban las propuestas del consejo de ancianos,
la gerousía o senado, pequeño órgano colegiado compuesto por 28 miembros. Dos
basileis culminaban esta organización.
Esta diarquía era por razones militares (sustituir rápidamente al basileus muerto en
campaña). Por tanto hay configurado un orden social y jerárquico con basileus, consejo de
ancianos y Asamblea popular soberana. Por tanto, Esparta no era la ciudad dictatorial que
su nombre evoca.
La contribución de Esparta a la democracia fue la Asamblea en la que el pueblo podía
opinar y esas medidas económicas más igualitarias, pero en general, en la práctica se
consiguió muy poco.
La experiencia espartana es un primer intento de democracia que queda abortado pq en la
práctica se impone un régimen militar.
En cambio en Atenas se crean unas innovaciones políticas con una democracia
participativa que hizo que los políticos no se profesionalizaran, ideal al que no se debe
renunciar. Entre los siglos VIII y VI se produce el paso de la oligarquía a la democracia
gracias a una serie de innovaciones sociales, políticas y económicas.
20-10-2000
8
26-10-2000
Pese a las reformas de Klístenes aún no podemos hablar de retribución económica a los
ciudadanos que participaban en la política, y, por tanto, los que tenían que trabajar para su
sustento no podían participar. Además, en la democracia de Klístenes mucha gente no
poseía los derechos de la ciudadanía, y en la eklesía tampoco participaban todos los
ciudadanos. Según Adela Cortina ( “Ciudades del mundo”,Alianza,1997) solo participaba
una quinta parte de los ciudadanos participaba por lo general, y salvo en casos en los que
peligraba la polis la afluencia no era masiva. Por tanto, no había igualdad de
oportunidades en la práctica, pero, aún con esto, las reformas hicieron que el pueblo
tuviese cada vez más participación en las instituciones. Y que se alejasen planteamientos
oligarcas. La práctica de esta reforma convirtió a la participación política en una virtud
fundamental de la ciudadanía. Con Klístenes ciudadanía es sinónimo de participación, y el
hombre no interesado por las costumbres políticas era considerado como un vicioso. La
ética predominante era la ética del estado, pq la moral la dictaba el estado. En este
sentido hay que decir que en el siglo V en Atenas tampoco se dio la distinción entre esfera
pública y esfera privada pq este es un discurso propio de la modernidad. Pero si hay que
decir que las decisiones las tomaban colectivamente. En palabras de Sartori, “la
comunidad no dejaba margen al individualismo”. La libertad se entiende como el ejercicio
colectivo del saber. No se ve problemática la relación individuo-estado, contrariamente a la
modernidad, en la cual se protegerán los derechos del individuales frente a los excesos
del poder político (defensa de los derechos personales, asociación libre, etc.). Benjamín
Costa que la libertad de esta época clásica era una libertad de participación. La libertad en
los modernos es una libertad de independencia.( Hay que matizar aquí que luego se caerá
en una exaltación unilateral y clasista de los derechos individuales, y se implantará un
individualismo posesivo. La defensa de los derechos fundamentales exige la
universalización, tarea que recogerán las futuras democracias.)
En esta época hay una identificación entre humanitas y estado. La mejor vida es la que
está inmersa en el estado. Hombre es sinónimo de ciudadano.
La aventura de la democracia ateniense será la conquista del gobierno con la palabra. Un
gobierno así entendido descansa en la fe y utilidad del libre examen de las cuestiones
públicas. Se procura institucionalizar la discusión de los derechos humanos. La libertad del
ciudadano es su posibilidad de informarse de las cuestiones de la vida pública que le
afectan, para poder así participar. García Gual nos dice: “No hay que olvidar que en este
9
mundo la palabra hablada y no escrita era esencial..., en una sociedad cara a cara en el
que el ciudadano era bien conocido por sus vecinos.”
Hay que superar la timocracia mediante la reivindicación del derecho recíproco de la
palabra, la isegoría. A medida que se desarrolla la democracia ateniense el arma política
será la palabra, y el juego político se basará en la persuasión. Vemos en este último
aspecto la influencia sofística. La comunicación y el diálogo sustituye al argumento de la
violencia. En la democracia de Pericles orador y político son sinónimos. Este
planteamiento que reivindica el diálogo presupone un optimismo antropológico en las
capacidades intelectuales y morales del ciudadano.
Klístenes es el fundador de la democracia ateniense pq sienta las bases institucionales de
la misma, que posteriormente se desarrolla. Con esto se pone de manifiesto los
problemas, limitaciones y posibilidades de esta experiencia política. Si Klístenes es el
fundador se produce un salto político con Pericles, que no dejó nada escrito pero habló
con los hechos. El mundo griego vio aparecer la amenaza de Cartago y los persas. Se
produjeron las guerras Médicas (455-449) que enfrentó a persas y griegos. Esta situación
de amenaza hizo que los ciudadanos griegos aunaran las fuerzas (unión de Atenas y
Esparta). En este contexto Grecia tiene su esplendor y brilla sobre todo Atenas. Las
victorias de Maratón y Salamina (490 y 480 a C.) ponen de manifiesto este esplendor de
Atenas. Las guerras Médicas propició que las clases sociales aunaran sus esfuerzos de
cara a la libertad. Todas las clases sociales aúnan sus fuerzas, y esto crea un clima
propicio para el asentamiento de los ideales políticos.
Un factor fundamental en el asentamiento de la democracia y su posterior expansión fue la
creación de la liga marítima por Arísticles (477 a C.). Se integran 400 ciudades y cada una
de ellas aportaba a la liga según sus posibilidades. La liga fue clave para la consolidación
y la expansión colonial de Atenas, y fue además una fuente importante de recursos
económicos para la democracia. Para conocer el pensamiento político de Pericles
tenemos que acudir a los historiadores y literatos de la época, así como en diversas
informaciones de los sofistas como en Plutarco.
La reforma de Efiactes (462 a C.) quitó protagonismo al consejo de ancianos, amplía el
número de tribunales y amplía el cargo de arconte, máximo legislador, reservado a sólo
dos clases sociales, a todas las clases sociales, que eran cuatro. Con esto se consolidó el
poder del pueblo. El rápido asesinato de Efiactes acabó con esto. Pericles, que ingresó en
la política de la mano de Efiactes, asumió el mando del “partido”, el liderazgo de la
“facción” demócrata. Pericles fue elegido en el cargo de estratega quince veces entre el
443 y el 429. Pericles representa el esplendor de la democracia ateniense por una serie de
medidas prácticas que va adoptando. Fue el primero en establecer el “mistos”, o
10
retribución de los cargos públicos. Además, había retribuciones a los extranjeros que
participaban en la guerra, a los heridos de guerra y a los huérfanos. Pericles quería con
estas retribuciones aumentar la participación de los más débiles, y lo consiguió. La paz
con Persia se firmó en el año 449, y la 2ª mitad del siglo V, en este ambiente de
pacificación, Pericles inicia una política de medios pacíficos que va dirigida a la
conservación de la democracia. Pericles se rodeó de personas importantes en el ámbito
de la cultura como Hípodas de Mileto, Fidias, Sófocles, Eurípides, Heródoto, Anaxágoras,
Protágoras y su maestro Fenon de Enea. Pericles sintonizará con los ideales sofistas.
Se consolida el ideal democrático aunque no había un hábeas doctrinal escrito sino que
esos ideales se consiguen en la práctica. La democracia ateniense se observa por sus
conquistas de libertad ante la ley, isegoría, isonomía, participación directa en el gobierno.
A pesar de estas conquistas no todos los problemas tuvieron solución satisfactoria.
Pericles se enfrentó con un problema heredado, y si seguía profundizando en la revolución
igualitaria podría tener en contra a toda la nobleza, los eupátridas, pero si no hace nada el
pueblo se pondría contra él. Ante esto él inicia una estrategia política con procesiones,
sacrificios o fiestas (panateneas), las cuales propiciaban la integración social del pueblo.
Esto exigía mucho dinero, y por ello, hay quien dice que la democracia de Pericles se
basaba en la subvención pública. Platón fue muy crítico con esta subvención pq decía que
hacía vago al pueblo. La democracia de Pericles es cara y se financiaba, por un lado por
una fuente de financiación interior, las minas de plata de la unión, y un impuesto a los
extranjeros, y por otro lado una fuente de financiación exterior que provenía de la liga, de
los tributos de los aliados.
La burguesía ilustrada era al que alimentaba esta democracia y una reforma igualitaria
total, que, aunque de forma total no era posible si se consiguieron en ejemplos como el
reparto de tierras a los clerucos, los ciudadanos más débiles, a los que se les entregó por
sorteo un trozo de tierra. El problema socio-económico fue el que desmanteló la
democracia ateniense. Por eso decimos que no cualquier economía es compatible con la
democracia. Los ideales igualitarios hay que plasmarlos en muchas parcelas. En el caso
de Pericles se fue gestando una tensión entre democracia e imperialismo que a la larga
tuvo un coste desastroso con la guerra del peloponeso y el fin de la democracia. Atenas
vivía en competencia con Corinto en cuanto a comercio exterior. Decimos que “no era
posible la democracia sin el imperio ni el imperio sin la democracia”. En Atenas sólo los
varones ciudadanos tenían democracia.
La conquista de la democracia se consiguió gracias a una política de expansión colonial
en la que primaba la fuerza. Los ingresos económicos de la expansión, tenían privilegios
en la liga, hizo aumentar el carácter elitista de la democracia ateniense. Esto nos lo explica
11
Popper en “la ciudad abierta a sus enemigos”. Las relaciones de la liga se desestabilizan y
desencadenan la guerra del peloponeso. La libertad e igualdad de los atenienses
descansaba en la dominación de sus aliados. Los aliados de la liga no tenían derecho a
salirse de ésta una vez dentro. Esto es una política de coacción. El tesoro común era
administrado por la metrópolis. Había un consejo federal constituido por representantes de
las ciudades con escaso protagonismo. Si alguien quería salirse la política de represión
era muy fuerte. La liga marítima no tenía un espíritu democrático, y esto es una
contradicción. En este hecho García Gual ve una analogía con el imperio Británico, el cual
basó su democracia en el imperio.
Estos intereses económicos contrapuestos acabaron fraccionando y fracturando a la
propia sociedad ateniense en su dinámica social y esto radicalizó su política. Los
ciudadanos que vivían de la liga eran los marineros, armadores, artesanos, etc. La guerra
del Peloponeso acabó con la derrota de Atenas y los costos políticos de la guerra fracturan
a la sociedad de Atenas en dos facciones en colisión. Hay un sector favorable a seguir con
la guerra y ganar a Esparta. Otra sección plantea una política de desgaste para llegar a
una paz honrosa. Los intereses económicos de las dos posturas son claros pq los costos
de la guerra y el reparto de la liga no repercutía por igual. Los oligarcas se levantan contra
Pericles que muere de peste en el 428 a C.
27-10-00
El régimen democrático de Pericles era muy costoso, y esto pone de manifiesto que no
toda economía es compatible con la democracia.
Con la desencadenación de la guerra cae la democracia. Esta confrontación bélica
fraccionó a la sociedad entre los partidarios de seguir la guerra y los partidarios del
diálogo. Los costos de la guerra los pagaban fundamentalmente los terratenientes y los
agricultores. Por esto la oligarquía se enfrentó a Pericles y acaban con el régimen.
Además, Tebas y Corinto se alían con Esparta y acaban con Atenas. La guerra de
Peloponeso acaba en el 404 a. C. Con la firma de la paz de Terámenes. Tras la guerra se
establece el régimen de los treinta tiranos(403 a C.), y después un intento de democracia
que malvive hasta la conquista de Filipo de Macedonia en la batalla de Queronea. En
palabras de Adrados, bajo el peso de “estos grandes conglomerados políticos se cerraba
el anillo de la historia griega, que acababa como empezó, con reyes autoritarios”
Al acabar el primer año de la guerra del Peloponeso, Tucícides, historiador griego, pone en
boca de Pericles una pompa fúnebre en la que Pericles elogia el gobierno de Atenas y
hace un canto al carácter moral del pueblo y los héroes de la batalla. Tucícides llama a
12
esta oración fúnebre el manifiesto del régimen porque expresa el sentir de Atenas, el amor,
el orgullo y la significación moral que la vida cívica democrática tiene para el ateniense. La
ciudad representa el interés máximo y supremo valor de un ateniense, y a lo máximo que
se podía aspirar es a engrandecer la ciudad. La ciudadanía era la mayor gloria y participar
de la vida de la polis era el bien supremo. Nuestras megápolis actuales están muy lejos de
las polis griegas.
Esquilo, poeta contemporáneo de Pericles o Fealtes, combate en Saramina y maratón, y
está muy influenciado por Solón. Esquilo propone una teoría religiosa planteada desde
bases democráticas, donde los ideales eran la armonía, proporción y participación.
Además, esta teoría religiosa de la democracia entendía a la democracia como los ideales
de la libertad, la igualdad, la justicia, esta última entendida como virtud que protege Zeus,
el respeto a la ley y la legítima defensa ante los invasores del exterior. La democracia
como equilibrio entre el poder y el pueblo, donde reine la concordia y la persuasión. La
mayor novedad en el tiempo de Pericles fue la formulación secular del ideal democrático,
alimentado por la corriente racionalista de la primera sofística de Protágoras entre otros.
La primera sofística la situamos en la 1ª mitad del S. V. La conocida como mala sofística o
2ª sofística es de la 2ª mitad del S. V, con la guerra del Peloponeso y el régimen de los 30
tiranos, y parte del S. IV.
La primera sofística creyó ver en la naturaleza humana una serie de valores que
alcanzaba su esplendor con la democracia. La corriente racionalista de la primera sofística
acabó alumbrando una fé en la razón del hombre que concretó en una teoría del
conocimiento que se justificaba con un desarrollo humano autónomo de la sociedad y que
pretendía dar solución a los problemas de la convivencia social. Esta corriente racionalista
influyó mucho en Pericles. Tanto a Pericles como a estos ilustrados racionalistas les
acusaban los conservadores de falta de patriotismo y de religiosidad. Por ejemplo, Fidias
sufrió un proceso de impiedad por representar a Pericles y a él mismo en el escudo de
Atenea. Anaxágoras y Protágoras también sufrieron un proceso de impiedad.
La democracia de Pericles convivió con dos tipos de pensamientos: el religioso tradicional
y el nuevo pensamiento racionalista ilustrado y secular de la primera sofística. Pericles
supo mantener un cierto equilibrio entre los dos planteamientos, pq aunque se decantaba
por el segundo siempre fue respetuoso con la tradición. Frente al tradicional Heródoto. Los
primeros filósofos, como Jenófanes, Heráclito o Eurípides, ya identificaban a la diversidad
con el logos. Pero, asimilando los conceptos de los anteriores, fueron los filósofos como
Protágoras, Pródigo y Demócrito los que crearon la teoría de la democracia propia de la
tradición ilustrada. A pesar de ser respetuoso con la tradición Pericles se sintió cercano a
esta teoría ilustrada del logos. La democracia fue fruto de un logos capaz de alcanzar
13
soluciones en el consenso. Se planteó una crítica racional como condición de un sistema
de libertad. Esta razón crítica no pudo, sin embargo, resolver todos los problemas de
manera satisfactoria. El proyecto democrático se gestó en una corriente de pensamiento
que rezumaba optimismo antropológico y que obligaba a cada hombre a ser dueño de su
vida y de su sociedad. Es el sofista de la primera generación (Protágoras, Pródigo,
Hipias...) el que hace posible la democracia ateniense, y que ayuda a la juventud a
superar el mimetismo de la tradición e intente inculcar el uso político y los criterios básicos
de decisión. Adrados alaba la función de este primer sofista.
2- IGUALDAD Y CONCORDIA
Igualdad en la medida en que el sentido moral y la justicia está repartida entre todos los
hombres más allá de las diferencias de nacimiento que reivindicaba la aristocracia. Los
sofistas pensaban que esas desigualdades son superables por la educación. En palabras
de Jegger “la superación de los privilegios por la educación”. Protágoras decía que es la
igualdad fundamental la que hace posible el consenso y el acuerdo por el diálogo. Según
la sofística la garantía de la democracia es la propia naturaleza humana, y esto es así pq
hay algo común en todos los hombres, el logos. Oratoria y democracia están íntimamente
unidas. La oratoria es el motor de la democracia.
Fernando Savater en su libro “Las preguntas de la vida” dice que no hay hombres que
nacen para mandar sino que todos tienen derecho a ello.
La democracia nace presuponiendo esa confianza en algo común entre los hombres, la
naturaleza que descansa en la universalización de la razón y que la poseen todos los
hombres y que presenta la fuerza de la convicción argumentativa. El optimismo
antropológico de los ilustrados es la confianza en el poder persuasivo de la razón, que
deberá ir acompañada de una actitud de rectitud y tolerancia y benevolencia. Estos son los
valores que deben acompañar a la buena oratoria.
La igualdad no resulta operativa sin determinados valores morales. Esto tiene actualidad
hoy día. La autoridad democrática debe descansar en esos valores morales y en la
persuasión y el consentimiento recíproco, y no en el engaño. El ejercicio de la razón tiene
grandes implicaciones políticas pq razonar es comunicación y confrontación en la
15
conversación. De tal modo que ofrecemos nuestras opiniones a los demás y viceversa con
la esperanza de que acaben imponiéndose aquellas opiniones que se basen en los
mejores argumentos.
La autoridad democrática de la razón será el cambio de la verdad, una razón que se
autolegitima en la persuasión. No somos demócratas si no somos razonables, es decir, si
no estamos dispuestos a aceptar los mejores argumentos vengan de donde vengan. En
este sentido hay que decir que la sociedad real, la de Pericles o la de nuestra actualidad,
con sus particulares características nunca estará a la altura que exige el ejercicio dialógico
de la razón pq es un planteamiento utópico. La razón dialogada va por delante de los
sistemas reales. Hay que pensar que el demócrata es el ciudadano que siempre está
insatisfecho, y la democracia más que una realidad es una esperanza y se está
continuamente regenerando, y por ello decimos que será razón utópica. En este sentido se
expresa Savater al decir que “la filosofía nació con la democracia. Hay democracia cuando
se asume que los humanos deben pensar por sí mismos”.
2-11-00
Desde esta perspectiva se entiende que el ejercicio de la razón tenga sus consecuencias
políticas y sociales. Razonar es dialogar con la esperanza de convencer coherentemente
al contrario. Demócrata es sinónimo de ser razonable, honestidad intelectual de aceptar el
mejor argumento.
Con la democracia se desarrolla el teatro y la oratoria como géneros literarios de los
atenienses como vehículo del nuevo humanismo. La oratoria es la antilogía o debate
presente en el discurso filosófico, en el derecho y otras muchas cuestiones que no eran de
índole político. Adrados en su libro “Democracia y literatura en la Grecia clásica” nos dice
que la tragedia se originó con Espis, ministro de Pisistrato, y que es una parábola que trata
distintos temas como por ejemplo el tema del poder político en “Antígona”, el miedo ante el
poder de la tiranía, la injusticia, el dolor o el sufrimiento humano. Con la tragedia se
recomiendan remedios con el uso de la prudencia, sofrosine. También la comedia se
desarrolla, y es el contrapunto de la tragedia con la alegría y la victoria.
La oratoria, traída por Gorgias, es el motor que impulsa la democracia. La oratoria es
entendida de distintas formas; en un principio es entendida como teoría y técnica del
discurso y del debate y se va a aplicar no sólo como instrumento educativo y político sino
que también se aplica en la literatura, la historia y la filosofía. La democracia es una
concepción dialógica del poder político que descansa en la igualdad de la naturaleza
humana y ciertas exigencias éticas. Por eso la buena oratoria no puede escaparse de
estas exigencias éticas.
16
La democracia es la interacción entre los ciudadanos y ciertos grupos dirigentes, el medio
óptimo para que predomine el mejor juicio y el mejor liderazgo. La democracia descansa
en la confianza de las capacidades humanas para contribuir al ordenamiento político y que
la colectividad se deje guiar por los ciudadanos más aptos. La democracia es la extensión
a muchos de la responsabilidad política, pero por otro lado que la excelencia política será
alcanzada según los méritos y dotes naturales y no por los derechos adquiridos. Pericles
quiere compaginar una serie de valores que permitan el desarrollo de la sociedad. Se
intenta compaginar igualdad y prestigio, libertad y respeto a las leyes, laboriosidad privada
y laboriosidad de los asuntos públicos. Según la oración fúnebre de Pericles hay igualdad
de derechos pero la elección pública de los cargos políticos será según los propios
méritos, también habla del respeto a la magistratura y a la ley consensuada.
La coexistencia en libertad sólo será posible por medio de la gestión común o participativa
de los asuntos públicos. Democracia significa igualdad ante la ley (isonomía), igualdad de
palabra (isegoría) e igualdad de poder (isocratía). Esta organización pretende ser una
alternativa ante la pleorexia, el abuso de los apetitos, y la tiranía. Esta igualdad es garantía
de la justicia pq tiene en cuenta los intereses de todos los ciudadanos. Esta participación
que al enfrentarse a los problemas hay que resolverlos con soluciones consensuadas en
el diálogo. Aquí aparece el concurso de la razón, uqe debe ayudarnos a discernir, donde el
hombre dotado de areté debe procurar el bien del pueblo y ponerse al servicio de la
colectividad. El éxito está unido a la capacidad de persuadir y convencer, y que así se
imponga el argumento más fuerte. Este planteamiento se ha falseado y en la ilustración
esta retórica no es un recurso al servicio del bien común. Se ha malinterpretado este
argumento de Protágoras para convertir el discurso débil en discurso fuerte.
El debate en la ekklesía exige dirigentes duchos en la oratoria. No se trataba en
transformar el argumento débil e injusto, que interesaba a pocos, en atractivo, mediante el
arte de la oratoria. Esto se denomina falta de escrúpulos morales. En el diálogo de Teleto,
de Platón, Protágoras dice que las correctas perfecciones del sabio deben tener la
oportunidad de exponer, lo que se cree conveniente, a la comunidad, y esto dista mucho
del inmoralismo, pq se trata de una buena retórica. Es cierto que el argumento fuerte
adquiere más convicción si tiene éxito en la práctica, pero en un principio hay que construir
un argumento racional. La sofística exige la “suadis”, (suadeo=influir en el sentir del que
oye), persuadir y disuadir. Persuadir es mover al oyente a mi propio ámbito de
planteamientos. Disuadir es provocar que el oyente deje la opinión que hasta ahora tenía,
y esto descansa en último término en el poder de convicción del logos. La oratoria del
discurso griego no es inmoral. La buena retórica es la que practica el político sabio y
virtuoso, y es éste el que debe de luchar contra los peligros de la mala retórica. Los
17
ideales de la sofística implican a la ética en la política. El sabio es el que conoce la verdad
y la naturaleza de las cosas, el que enseña la dialéctica. Sin embargo, esto no implica un
elitismo; la excelencia del sabio no legitima un régimen paternalista o elitista.
A pesar de la importancia política del sabio esa teoría dialógica del poder político y el
gobierno de muchos se sostiene gracias a ese optimismo antropológico que se concreta
en reivindicar la capacidad política del ciudadano medio. No hay un régimen elitista,
aunque sí es cierto que para los cargos importantes como arquitectos, embajadores,
arcontes o estrategas, se tenían en cuenta ciertos valores. Se intentó compaginar el
principio de la igualdad con el de la autoridad por el prestigio. Aquí hay un difícil equilibrio
pq el criterio de la excelencia está supeditado al criterio de la igualdad. Esto se intenta
conseguir por un lado pq los cargos políticos en último término tenían un cierto control
ciudadano en la ekklesía, y también pq los tribunales populares podían pedir cuentas a los
políticos una vez que dejaban el cargo. En la práctica este difícil equilibrio nunca fue del
todo satisfactorio. En la oración fúnebre Pericles dice que la pobreza no es un
impedimento para ascender, pero sí queda la rémora se la tradición y por tanto no había
igualdad de oportunidades. Sinclair dice que “ en la práctica solían ser los nobles los
elegidos para cargos importantes y un ateniense que quisiese aspirar a un cargo
importante debía de tener una gran acumulación de bienes”. En definitiva, a pesar del
esfuerzo de la democracia ateniense en el papel del sabio como educador y político,
siempre contrarrestado por la capacidad política del ciudadano medio, era cierto que los
nobles eran elegidos para los altos cargos, pero también es cierto que están controlados
por el ciudadano con su participación.
El difícil equilibrio entre igualdad política y la necesidad funcional y operativa del
reconocimiento de la capacitación es un tema que aún hoy día no tiene fácil solución. En
este recorrido histórico crítico de la democracia vemos que, a pesar de ciertas asignaturas
pendientes, quizás sea el régimen con más esperanzas y posibilidades de una praxis,
compaginando siempre de forma perfectible la libertad, la igualdad y la justicia.
La participación política de los ciudadanos es más idónea cuanto mayor sea la educación
de los ciudadanos y la equidad económica. La ignorancia, torpeza y la pobreza son
enemigos de la democracia y, además, caldo de cultivo para la mala retórica. Este es uno
de los puntos donde se ceban los enemigos de la democracia. En palabras de R. Dahl,
“los defensores del gobierno atacan a la democracia diciendo que las personas corrientes
no tienen capacidad para gobernarse”. El paternalismo político conculca derechos
18
fundamentales que se identifican con la dignidad de la persona humana. Los presupuestos
fundamentales de la democracia es la autonomía moral del ciudadano y la soberanía
política de los ciudadanos. Cuando se crea un proyecto lo difícil es su conservación . Por
ejemplo, Lenin fue un gran revolucionario pero un mal gobernante. (Lenin; “Las tareas
escogidas del poder soviético”, obras escogidas, 1976). A. Giddens dice que “Ciencia y
tegnología no pueden quedar fuera del proceso democrático...y someterlo al escrutinio
público” (A. Giddens; “La tercera vía. La renovación social de la democracia”, Ed. Taurus,
Madrid, 1998).
5-LEY Y COSTUMBRE
Es cierto que los cambios políticos y económicos y el contacto con el exterior llevó a los
atenienses del S V a tener diversidad de costumbres.(éste fue el punto de partida de
Montesquieu en “El espíritu de las leyes”). Esta diversidad llevó a la primera ilustración a
distinguir entre lo natural, fisis, y lo humano, gnosis. El orden del cosmos no debe ser
trasgredido, pq si se trasgreden las leyes naturales ocurren catástrofes, pero, sin embargo,
el hombre si puede hacer y deshacer su propio espacio. Si la naturaleza es inamovible, el
mundo de lo humano sí puede cambiar. La costumbre y la ley civil es consenso y pacto. El
gnomos es plasmación de su propia libertad, pero esto no significa que el mundo de lo
humano es el burdo relativismo, el pactismo sin más. La arbitrariedad del gnomos trae
consecuencias nefastas pq el gnomos desvinculado de la virtud y la razón no trae consigo
la libertad. Esta exigencia de racionalidad y justicia obliga a intentar descubrir a través de
las costumbres y convenciones si esta naturaleza humana posee un principio permanente
que reduzca la aparente diversidad a regularidad. Hay que descubrir en esta segunda
naturaleza humana que son las costumbres y convenciones, la verdadera e inmutable
naturaleza humana. Este debate constituyó una gran polémica en el S. V, naturaleza y
convención o ley y costumbre. Esto es un debate que aún tiene vigencia.
3-11-00
2-Es la naturaleza humana la portadora de una serie de valores y cualidades que exigen la
democracia como la forma de organización política más adecuada.
4-La igualdad de naturaleza y la guía racional fundamenta una teoría dialógica del poder
político. En este sentido la democracia será la conquista del gobierno por la palabra. Sin
razón no hay libertad. La gran apuesta de la democracia será de ahora en adelante la
confianza en las cualidades morales del diálogo que se convierte en medio para rectificar
los intereses egoístas de los ciudadanos. Para moralizar sus preferencias el fundamento
será reivindicar el poder epistémico de la democracia para establecer una moralidad y
estructura social que promueva la autonomía social de los ciudadanos y el alcance del
bien común.
5-La igualdad ante la ley, (isonomía), en la deliberación de los asuntos públicos, (isegoría),
e igualdad en el poder (isocratía), aunque esta última no fue efectiva en la práctica, no
había igualdad de oportunidades.
7-La historia de la democracia se nos presenta como esa aventura de intentar profundizar
en un sistema de libertades, de derechos sociales y de un cierto control de la economía, la
isomoiria. Este ideal aún sigue pendiente.
22
La democracia tendrá su mayor enemigo, ayer, hoy y mañana en la inmoralidad,
insolidaridad, oportunismo de los malos ciudadanos en esa apatía por las cuestiones
políticas. Este sería el ciudadano idiota, el que se ocupa de sus asuntos privados.
El historiador griego Polirio de Megalópolis distinguió entre democracia y oclocracia, el
gobierno del populacho y de la plebe descontrolada.
Este demos puede ser controlado, pero sus decisiones son descontroladas y no son
expresión del bien común.
La mala retórica puede explotar las malas pasiones irracionales del hombre, el egoísmo, y
el falso victimismo a favor de sus intereses personalistas. Por eso la retórica adecuada
debe usar buenos argumentos para convencer por la razón, y no se pueden renunciar
unos mínimos éticos, que son el requisito que dará contenido a esa hipotética naturaleza
humana, y que la propia virtud y prudencia política tendrá que plasmarlo social y
jurídicamente.
La desestabilización social, la injusticia, la guerra, el individualismo y el apoliticismo son
índice de la desmoralización del pueblo de Atenas y que aprovechó el pensamiento
conservador.
La crisis de la democracia da pie a dos tipos de discursos:
1-Universalismo cosmopolita
16-11-00
SÓCRATES
Sócrates cree que la raíz del mal está en la desmoralización del individuo, y por tanto hay
que reformar al hombre. Jegger, en la “Paideia” dice que Sócrates es el Solón del mundo
moral. Sócrates asume la misión de educar y ayudar a la juventud de su tiempo. En este
proyecto educativo hay que asentarlo primeramente en la mente , en la conciencia.(“La
educación para la virtud política requiere la restauración de la polis en su moral interior”,
Jegger)
El método mayeútico basado en la ironía expresa la fe en la fuerza de la razón. En esto
Sócrates es hijo de la primera sofística, en las posibilidades de una enseñanza al hombre
para practicar la virtud. El método se vertebra en preguntas dirigidas a desarmar el mal
saber, y arremete contra la mala retórica de la segunda sofística. Sócrates ve el amor a la
belleza y la razón como chispa universal. Intenta llegar a un saber universal y seguro,
acercarse a la esencia de las cosas, y con ello superar el burdo relativismo de la 2ª
24
sofística. Aparece con esto el problema crítico de la verdad. La ignorancia es enemiga de
la democracia y Sócrates lucha contra ella. Sócrates entiende la virtud como adhesión a la
verdad. El que la posea elegirá correctamente, ya que nadie yerra voluntariamente, la
verdadera voluntad racional se dirige al bien. En este sentido el sabio será bueno. Pero
este intelectualismo ético da mucho juego. Esto no pretende que el conocimiento sustituya
al obrar práctico sino que su concepción del conocimiento de la verdad tendrá grandes
implicaciones prácticas pq para Sócrates la auténtica contemplación de la verdad debe
tornarnos obedientes a ella. El conocimiento del bien está cargado de fuerza moral y no
sólo implica penetración de conocimiento sino tb poseerlo en la práctica. Sócrates
predicaba la adhesión incondicional a la justicia pero no nos dio una definición satisfactoria
del bien, y su moralismo desencarnado, ese intelectualismo ético, propicia la reducción de
la política a la moral. La finalidad de la política no será el estado sino la renovación moral
del individuo. La política no puede quedar huérfana de ideales éticos, pero no se debe
hacer moral con la política pq el objeto de la política no es convertir al ciudadano en
virtuoso sino conseguir la justicia a través de unas normas y leyes que garanticen la
convivencia. Hay aspectos del pensamiento de Sócrates muy importantes ya que se
convierte en “tábano”(conciencia crítica) de la ciudad para la mejora de la democracia. En
la “apología” buscó desenmascarar la falsa democracia de los jóvenes aristócratas.
Sócrates presenta un talante democrático en su personalidad moral y en su amor por la
polis.
Popper en “La sociedad abierta a sus enemigos” compara el ethos democrático de
Sócrates frente al aristocratismo paternalista del Platón viejo. En la “Apología” Sócrates
concibe la sabiduría como la conciencia de las propias limitaciones, esto es, modestia
intelectual, que no debe ser ajena a los gobernantes. Este talante de modestia intelectual
que aparece en el Platón de los primeros años va desapareciendo con el paso del tiempo.
Según la”Apología” Sócrates murió por defender la verdad y no renunciar a la libertad de
palabra en virtud de esa juventud que defendía. En el “Menón” defiende una concepción
igualatoria de la razón y que esta se puede adquirir, como el esclavo que aprende
geometría. En “La República” ya hay condescendencia con los esclavos. En “Las Leyes”
suscita la prohibición de pensamiento. Vemos como el Sócrates de los primeros diálogos
defiende la modestia intelectual, tolerancia, respeto y fidelidad a las convicciones, pero
esta actitud declina en los diálogos posteriores. En la “Apología de Critón” está a favor de
la democracia. En “Gorgias” ya hay desconfianza. En “La República” y “Las Leyes” ya hay
repulsa a la democracia. Sócrates acaba enfrentado a la sociedad democrática de su
tiempo y por ello fue acusado de corruptor de la juventud. Sócrates pretendía alumbrar un
discurso racional y crítico, y con su condena se condena la relevancia de lo individual, la
25
crítica racional. Según “El Critón” Sócrates demostró una lealtad sin límites a la ciudad pq
pudiendo huir no lo hace, y no huye para no parecer trasgresor de las leyes y enemigo de
la democracia. Permanecer en la ciudad era prueba de su honestidad intelectual.
Las leyes son como las divinidades protectoras de la polis y sin leyes no es posible la
polis, y sin esta no es posible el desarrollo de la humanidad. Huir era como romper los
lazos con la polis y esto es lo que se debate en “El Critón”. El convencimiento de Sócrates
de ser fiel a la verdad hasta las últimas consecuencias es una forma de amar y servir a la
ciudad. Se debate en último término el respeto y la fidelidad al orden constituido, a la
voluntad de los ciudadanos. Sócrates brilla como el último demócrata de la experiencia
ateniense. Su muerte fue el fracaso de los ideales ilustrados de la primera sofística. El
cumplimiento del deber le lleva a morir por sus convicciones fundamentales: el respeto a la
ley como valor democrático y el testimonio de la verdad.
“Verdad y justicia legal a veces no coinciden”. Sócrates está en contra de la democracia
real de su época pero es totalmente demócrata en tanto que teórico seguidor de los
ideales democráticos.
PLATON
Con Platón nos alejamos del ethos democrático. Platón vivió la guerra del Peloponeso, fue
testigo de la malogración de la democracia con el régimen de los treinta tiranos y fue
testigo de la posterior colaboración con Esparta. Todo esto le lleva a un historicismo
pesimista y afirma que la sociedad está en continua transformación. Todo cambio social no
es sino corrupción y decadencia. Este pesimismo tiene un límite ya que esa ley histórica
de corrupción y decadencia se puede superar apoyándose en la razón. Se puede controlar
el destino mediante una ingeniería social. Se busca zafarse de ese historicismo decadente
alumbrando un estado perfecto que no esté sujeto al cambio político. Si no hay lugar a
cambio la tarea principal será mantenerlo. El conocimiento puro de la razón, su
esencialismo ontológico y su metodología idealista influye en su filosofía política.
Platón busca las condiciones de estabilidad de un estado superior que no esté sujeto a
cambio corruptor. Este estado perfecto se basa en dos principios fundamentales: (libros II-
IV de La Política)
1-Los que tienen el verdadero conocimiento deben acceder al estado(despotismo
ilustrado, paternalismo)
2-El tejido social debe configurarse por una división de funciones en virtud de las
condiciones naturales y de la educación y virtud.
26
La primera tesis la defiende por ver las consecuencias nefastas del egoísmo partidista y la
ignorancia en el poder. Por eso el filósofo que conoce las esencias también conoce las
esencia del estado perfecto. Más allá de la defensa de la virtud política de Protágoras,
Platón plantea la episteme como contraposición a la doxa, la mala retórica de la 2ª
retórica. En “Gorgias” Platón critica a Pericles y Timistopes pq se preocuparon más de los
éxitos militares y el enriquecimiento de la ciudad que de la educación, asimismo hace una
crítica a la política exterior de Atenas que acabó con la democracia. Platón plantea una
aristocracia intelectual frente a la democracia para superar la degeneración moral.
La segunda tesis la defiende pq optimistamente Platón cree que el desarrollo perfecto de
las facultades individuales alumbra una armonía social. Debido a ese paralelismo entre
psicología individual y la estructura de la sociedad es un modelo que debe organizarse
conforme a las facultades de los individuos y ser el alma humana de la sociedad. Este
paralelismo le lleva a establecer una sociedad de castas. Jegger dice: “Al igual que el alma
dividida en tres clases sociales, también habrá tres clases sociales donde predomina una
facultad”. Recordamos que las tres facultades del alma eran templanza, valor y sabiduría
correspondientes al alma concupiscible, irascible y racional.
El sistema de castas descansa en el criterio de la excelencia moral. Platón acaba
alumbrando una teoría orgánica del estado, y concibe el estado como un superorganismo.
Este estado ideal y autosuficiente viene a ser como el individuo perfecto. El ciudadano
particular es una réplica imperfecta. Este es un pensamiento holista, predomina el todo
sobre las partes. La justicia será para Platón lo que interesa al estado perfecto, y esto es
que cada uno haga lo propio, su función, es decir, que el gobernante gobierne y que los
trabajadores trabajen.
La justicia ya no aspira a ideales de igualdad. La justicia es una propiedad moral del
estado de una interdependencia de clases. La justicia es una armonía que no ofrece
igualdad de oportunidades. El ciudadano es una pieza en función de la salud del estado
(concepción holista). Hay una exaltación mística de la ciudad. El motivo que justifica el
ideal comunista no es combatir la desigualdad por la desigualdad sino que es una
motivación política y no ética. Platón acaba imponiendo un código de utilitarismo
colectivista que, al contrario que Sócrates, produce una disolución de la ética a la política.
Lo bueno y lo justo es lo que favorece a la polis. Esto, ¿es justicia o es opresión?.
Esto acabará con un sistema ahistórico, idealista, autoritario y fuera de contexto. Es un
modelo cerrado. Este paternalismo ilustrado acaba dejando a los individuos sin
responsabilidad política. Isaac Berling habla del peligro de las metáforas orgánicas, y que
no es lícito coacciones a los hombres, aún por su propio bien. Se rompe la dialéctica,
27
interacción entre gobernantes y gobernados como garantía de la libertad. Por tanto, Platón
dice adiós al ideal democrático.
17-11-00
Puntualizaciones: Sócrates.¿demócrata o antidemócrata?
Sócrates se enfrentó a la desmoralización de la sociedad de su época y tiene una actitud
crítica con la democracia degenerada y la mala retórica de la II sofística. Su mayéutica va
dirigida a desmantelar el falso conocimiento. Educa a la juventud de su época. Va más allá
de la 1ª ilustración pero su intelectualismo ético acaba disolviendo la política en la moral. A
juicio de Popper hay un claro talante democrático en Sócrates, del cual su discípulo se va
alejando paulatinamente. Sócrates se adhiere a la modestia intelectual y acepta tomar la
cicuta para no romper las leyes de la ciudad. Hay en él un gran servicio a la ciudad. El
drama de Sócrates lo conocemos a través de la versión platónica, que deja cabos sueltos
y matices interpretables de distinta forma. El Sócrates histórico es un enigma difícil de
descifrar. Sócrates, maestro de Platón, aparece como enemigo de la democracia
degenerada de su época, y de aquí el odio de su discípulo a la democracia. En el drama
de Sócrates, al condenarle a muerte, es él mismo el que se erige como vencedor al
aceptar la sentencia con su talante crítico e irónico, haciendo pírrica la victoria de sus
enemigos.
Sócrates vivió una situación un tanto esquizofrénica, pq desarma con su actitud a sus
enemigos políticos. Pero Sócrates, ¿condena sin más al sistema que ellos representan o
la degeneración del sistema que ellos encarnan?. A juicio del profesor sólo podemos
pensar lo segundo, por su amor a la polis, pero no es menos cierto que condena a la
democracia degenerada de su tiempo, y aquí hay una situación esquizofrénica.
Observamos que verdad y justicia legal no siempre coinciden, y este es un debate todavía
abierto en la actualidad.
Sometiéndose a su sentencia injusta Sócrates denuncia la injusticia del sistema de su
época, y aquí está la paradoja irresuelta. Sócrates es el último verdadero demócrata de la
experiencia griega. El drama de Sócrates nos convence de que la democracia es un mal
menor que a pesar de sus defectos es el marco legal que permite el discurso de las
libertades y la esperanza de que el propio sistema subsane los posibles errores del propio
sistema. Esto es posible pq es una sociedad abierta y no cerrada.
El paternalismo puede ser el mayor de los despotismos pq no respeta la autonomía
humana, niega la esencia humana y se olvida de que el ser humano es un fin en sí mismo.
Platón según García Gual ofrece una solidaridad orgánica pero irreal. No vivimos en el
mejor de los mundos posibles. La división de la sociedad en castas olvida una de las tesis
fundamentales de la democracia, a saber, la igualdad de los ciudadanos. El planteamiento
28
platónico acaba negando la mejor conquista de la democracia ateniense, el que cada
ciudadano pueda ser copartícipe, dentro de sus posibilidades, de los derechos y deberes
del gobierno. La sujeción a una norma jurídica que descanse en el poder persuasivo de la
razón es expresión y garantía de la libertad y dignidad ciudadana, y en cambio, no lo es la
sujeción a la voluntad de otro por muy sabio y cualificado que sea. El humanismo
democrático es incompatible con el paternalismo político. La praxis democrática tiene sus
deficiencias y los enemigos de la democracia pueden alegar que no siempre gobiernan los
mejores, pero frente a esa insuficiencia de la praxis real hay un argumento de carácter
lógico-realista: ¿Qué pasa si el poder gubernamental cae en la tentación de esclavizar al
pueblo?. En un despotismo ilustrado no hay salida, por eso debe haber un control de los
gobernantes por los gobernados, y esto es un fundamento básico de la democracia. La
interacción dialéctica entre gobernante y gobernados es expresión de la soberanía
inalienable del pueblo. Popper dice que no puede haber libertad si ésta no la asegura el
estado, y además, sólo un estado controlado por los ciudadanos libres puede ofrecer
seguridad al estado. El poder político debe legislar con justicia para defender los derechos
de todos los ciudadanos, pero debe haber un control de los ciudadanos para que el estado
pueda alumbrar un equilibrio entre individuo y sociedad, garantía de la libertad.
El problema político no es un problema de personas sino de instituciones, y en verdad hay
que huir del personalismo como de un institucionalismo a ultranza pq el buen
funcionamiento depende de la naturaleza de las instituciones. Esta adecuada vertebración
entre lo personal y lo institucional es a lo que aspira la praxis democrática. Es ese
equilibrio desde Klístenes a Pericles entre igualdad legal y autoridad de la excelencia.
La única sociedad que realmente puede ser democrática es aquella que iluminada y
guiada por la fuerza de la razón critica siempre está insatisfecha consigo misma movida
por un deseo de perfeccionamiento. Ella es la sociedad eterna aspirante a la utopía. Como
dice J. R. Capella la esencia de la democracia no es una esencia platónica , lo esencial de
la democracia es haberse dado y seguir dándose.
La democracia es por tanto, un ensayo y proceso, un compromiso con la libertad, a pesar
de crisis y avatares, que nunca se detiene. El auténtico poder democrático siempre está
sujeto a examen, al juicio popular. Dice Martín Seco en “Réquiem por la solidaridad
popular” que la democracia siempre es una lección de humildad.
ARISTÓTELES
La figura de Aristóteles tiene una gran trascendencia en nuestra cultura, pero no aportó
grandes cosas y novedades a la democracia. Su filosofía un rechazo del idealismo utópico
29
de Platón, y ese rechazo también se refleja en su filosofía política. Aristóteles llegó a
defender que el modelo ideal de estado hay que plantearlo dentro de los límites posibles,
pq la experiencia también es fuente de conocimiento. Esa actitud realista y práctica dice
que en la plasmación práctica del ideal político hay que tener en cuenta los hechos. En los
libros IV-VI de la Política hace referencia a las formas políticas reales. Dice que el hombre
es un animal cívico y político y que el individuo no es autosuficiente y que sólo en
sociedad se desarrollan las mejores capacidades y se consigue la felicidad. Su espíritu
observador le llevó a un planteamiento moderado, y busca el equilibrio entre estabilidad y
progreso. Aristóteles destacó el protagonismo de las clases medias pq ejercen un
equilibrio equidistante entre los abusos de los ricos y los maximalismos revolucionarios de
los más pobres (efecto de acolchamiento de las clases medias).
En la cuestión institucional defendió una constitución mixta que conviviera con la ventaja
de distintos tipos de gobierno. Más concretamente reivindicó una combinación de ciertos
principios de la democracia y la aristocracia. En política hay que contar con la mayoría
pero siempre que el gobierno esté en manos de los más aptos y capacitados. Hay que
tener en cuenta la opinión pública, pero hay ciertas cosas que deben de acompañar al
político, la educación y la cultura. Decidir cual era el mejor gobierno le daba un poco igual
y por eso habla de muchos regímenes. La monarquía sería buena con un rey sabio.
Aristóteles entiende la democracia como una mezcla de democracia y aristocracia. La
clase media y su sabiduría colectiva deben elegir, pero el estado debe estar dirigido por
los mejores. Esto lo ha denominado Cortina como la “Teoría elitista de la democracia”.
Aquí se recortan los grados de participación política.
30
LA EDAD MEDIA
31
La escolástica brilla en el siglo XII con Santo Tomás de Aquino. En su “Summa teológica”
se recupera a Aristóteles; “el hombre es un ser social y político por naturaleza. Dice que la
autoridad política tiene origen divino pero reconoce distintas posibilidades de poder político
como la monarquía, la aristocracia y la democracia. No se decanta por ninguno en
concreto aunque ve con mejor ojos la monarquía, pero la clave del gobierno es que su
legitimidad se la dará el buscar el bien de la sociedad, sea el que sea el gobierno.
Depende de la calidad del que ostente el poder.
En los últimos siglos de la Edad Media asistimos a la prosperidad de los burgos, que
aportarán algo nuevo a la historia de la democracia. Los burgos se sitúan en un marco
rural, rodeados por murallas al calor del desarrollo del comercio. Hay dos clases sociales:
los industriales, los artesanos (gremios, clase industrial) y los mercaderes, los que
importan y exportan las mercancías. Hay aquí una mayor capacidad de racionalidad, y
esto lo estudió muy bien Max Webber. en su “Historia económica general”
Estas ciudades poco a poco conquistan un cierto grado de autonomía con la elección de
sus alcaldes, y quieren evadirse de ese control que ejerce esa red compleja del vasallaje
feudal. Habrá un derecho mercantil y público. Buscando la autonomía aparecen los
consejos generales en los que participa el pueblo, y a medida que crecen tendrán más
proyección económica.
La burguesía mercantil será la clase protagonista de la modernidad. Italia tiene un lugar
privilegiado pq es allí donde apareció la burguesía en estado más puro. La disgregación
política de Italia propició el abundamiento de estas ciudades república. Desde una
perspectiva diacrónica es en Florencia, Venecia y Génova, tres ciudades cuna del
renacimiento, donde debemos buscar la secularización y una mentalidad científica del
progreso. Las ciudades república se desarrollan desde el siglo XI en los municipios
septentrionales del norte de Italia, donde se nombran sus propios cónsules al margen del
vaticano, y se dotan de potestad judicial ( régimen consulado de Pisa en 1085, Génova y
Milán 1100, Bolonia y Pádova en el 1140).
En la segunda mitad del siglo XII se pasa a una nueva forma de gobierno y aparecen los
consistorios de dirigentes, dirigidos por un funcionario, potestad que tendrá gran
protagonismo en el campo ejecutivo y judicial (1170 en Pádova, 1180 en Milán).
En el contexto feudal de la Europa occidental del siglo XIII, en la Toscana y la Lombardia
ya habían ciudades estado independientes con el ideal de la autogestión y la democracia
participativa. Fueron unas experiencias inestables y tuvieron un periodo muy corto, debido
a una lucha civil jurisdiccional entre potestad y sociedades independientes de ciudadanos
que no se consideraban representados en el consistorio. Se delega el poder a los reyes
32
hereditarios, y sólo Florencia fue república hasta los primeros siglos del siglo XVI y
Venecia hasta finales del siglo XVIII. El testimonio de estas ciudades es muy interesante
pq demostraron que la autogestión no es una quimera. De esta experiencia surgió una
fructífera especulación filosófica política. Destaca Brunetto Latini (maestro de Dante) con
su ensayo “El libro del buen tesoro” y en ella habla de las formas del gobierno de la
ciudad. En el siglo XIV destaca las teorías de filosofía política de Marsilio de Padua.
23-11-2000
Fue a partir de la divulgación de “La política” de Aristóteles, a finales del siglo XIII, cuando
surgen una serie de autores que intentan legitimar un gobierno comunal. Destaca Marsilio
de Padua en 1324 con “El defensor de la paz”. En esta época su ciudad pierde su
gobierno electivo. Esta obra es una defensa entusiasta del gobierno electivo, por oposición
al régimen monárquico hereditario. La forma no viciada de gobierno es la que descansa en
el consentimiento de los súbditos. Es por elección donde se puede elegir al mejor
gobernante y que se alumbren niveles aceptables de justicia. La tesis de la soberanía
popular descansa en que los gobernantes no pueden estar por encima de sus electores.
Marsilio de Padua sigue la línea de Latini en “El libro del buen tesoro”, aunque Padua es
más contundente y dice que “la ley óptima sólo sale del precepto de la multitud”. El
legislador de una comunidad debe ser el conjunto de ciudadanos o una parte prevalente
bajo el requisito de que esta parte reafirme la opinión del conjunto de ciudadanos. Los
elegidos para gobernar, dirá Padua, asumen una misión concreta por un tiempo
determinado y bajo la autoridad última de la propia ciudadanía. En el cap. 18 de su libro
dice que si los gobernantes traicionan la confianza de los ciudadanos, éstos tienen
derecho a derrocarlo y ajusticiarlo. Con esto Padua se adelanta un poco a Rousseau
aunque no estemos aun en el discurso de la modernidad. Desde el siglo XIV se dibujan los
prolegomenos de la modernidad y se hace indispensable alguna forma de gobierno
participativa y popular si se quiere que una comunidad tenga posibilidades prácticas.
34
la práctica del capitalismo ha imperado el homo económicus y su enriquecimiento.
Progreso es igual a enriquecimiento.
La hegemonía de la razón mercantil e instrumental fue criticada por Hockenhaimer, de la
escuela de Frankfurt. La fragmentación de la razón dio lugar a un pragmatismo
tecnocrático.
Una ciencia, una economía y una política vacías de razón moral significa la perversión de
la ilustración.
IUSNATURALISMO.
La modernidad significó un proyecto de racionalización en el que destacó una filosofía
política; el iusnaturalismo.
Es una filosofía moral y jurídica de la 2ª mitad del S.XVI hasta el S. XVIII. Que influyó
mucho en Rousseau.
El iusnaturalismo aportó dos ideas importantes:
-Tesis Estado-Naturaleza
-Origen contractualista de la sociedad civil
24-11-2000
THOMAS HOBBES
Hobbes es un pionero del contractualismo que intenta una secularización del sistema
político y que da gran importancia al individualismo. La filosofía y obra de Hobbes hay que
situarla en su contexto histórico y social, las revoluciones del S. XVII. Según Adrados fue
en este siglo donde se gestó la democracia inglesa, en el conflicto entre la monarquía y el
parlamento, de donde surgieron los partidos políticos. En su “Historia de la democracia”
Adrados nos dice que el comienzo de la democracia inglesa recuerda a los de Atenas. Hay
una revolución antimonárquica que la protagoniza una nueva clase social que va
progresando en el ámbito económico, social y militar. Con esto aspira a tener más
protagonismo político y representatividad, y que su opinión se tenga en cuenta en el
ámbito económico, religioso, y de política exterior. Este grupo social estaba representado
en el parlamento, que fue el que acaudilló la revolución protagonizada por Cromwell
(1642-1651) que acabó en un régimen republicano.
Había un conflicto entre el rey y el parlamento. El rey debía de consultar al parlamento
para aprobar medidas de subsidios e impuestos. Este parlamento nace en el S. XIII y era
en su origen como una reunión de magnates que reúne el rey para que sirva de cuerpo
37
consultor que debía aprobar la política fiscal. Con el tiempo, en el S. XIV adquiere más
protagonismo y se separa del consejo privado del rey y se divide en dos cámaras, los
comunes y los lores. El parlamento aprobaba los presupuestos en los siglos XIV y XV de
forma sistemática, era como un retórico que aprobaba las propuestas reales (p.e. Enrique
VIII). Debido al omnímodo poder real el parlamento acabó cansándose del voluntarismo
real. Un siglo más tarde dirá Montesquieu acerca de esto que para atender bien las rentas
hay que tener en cuenta al pueblo y no a sus necesidades imaginadas. Era una política
voluntarista e irracional.
La monarquía era absolutista con Jacobo I, que era hijo de María Estuardo de Escocia y
trasladó a Inglaterra la concepción de la monarquía como patrimonio real. Representó la
doctrina del poder divino de forma extrema, “A Deo res, a rege lex” (El rey proviene de
Dios y las leyes del rey). El rey está libre de cualquier limitación sea parlamentaria o
eclesiástica. Jacobo I era un rey débil y vanidoso que era imprescindible para gobernar a
la chusma. El parlamento, que hasta entonces sintonizaba con la monarquía, defendió la
supremacía de la ley sobre cualquier institución o persona. Las clases más afectadas por
la política real eran los elementos más avanzados de la sociedad como la burguesía y la
nobleza inferior. Jacobo I convoca en 1621 al parlamento para recabar nuevos subsidios
para sufragar los costes de la guerra de los treinta años, pero el parlamento se negó. Era
un parlamento como delegación de la soberanía popular. Jacobo I disuelve el parlamento y
hasta 1628 no se volverá a convocar con Carlos I, pero el desagrado generará una una
guerra civil que acabará con la condena a muerte de Carlos I y el establecimiento por
parte de Cromwell de un régimen republicano. Los motivos serán fiscales, de política
administrativa, pero que esconden problemas constitucionales. Aquí hubo gran
importancia del clero pq adquiere un gran peso político el factor religioso. El primer
producto de la reforma de la monarquía inglesa fue la fundación de la iglesia anglicana por
parte de Enrique VIII (por el deseo de querer casarse con Ana Bolena cuando estaba
casado con Catalina de Aragón, y el Papa Clemente VII no lo permitió para no enojar a
Carlos V). En el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558-1603), hija de Enrique VIII, es
cuando tiene lugar la reforma mediante símbolos, ritos y actitudes religiosas por influencia
del puritanismo con influencia protestante de Calvino. El ascetismo ultramundano de
Calvino trajo consigo la afirmación de que poseer económicamente es un signo de
garantía para que el país despegue económicamente. Por tanto el puritanismo en una de
sus versiones se convirtió en enemigo de la monarquía. En su versión de los
presbiterianos, estos se oponen a la iglesia hegemónica y centralizada de Jacobo I y
reivindican una serie de comunidades independientes, y en 1610 el puritanismo político
opuso al derecho político de los reyes el derecho superior de la nación(elemento contra el
38
absolutismo). Al atacar la autoridad moral de la jerarquía eclesiástica defiende el valor del
individuo religioso. Con esto se ataca indirectamente a la jefatura real de la iglesia
nacional. Se convertían así en una fuerza social de carácter antimonárquico.
En 1625 Carlos I accede al trono de Inglaterra y se encuentra con los problemas sociales
heredados de su padre Jacobo I. Hay una gran división social. La nobleza se divide en la
alta nobleza y un sector de pequeña nobleza que simpatiza con la nueva clase social
emergente, la burguesía. Esta clase choca contra el inmovilismo aristocrático. Esta
burguesía también tenía sus tensiones internas pq frente a esa clase adinerada aparece
una parte de la sociedad que se empobrece, los gremios y la clase rural de la
servidumbre, agravados estos últimos por la polémica del vallar que consistía en cercar las
tierras por los nobles para su caza y descanso. Carlos I en esta gran tensión social acaba
convocando el parlamento en 1628 para pedir subsidios por dificultades económicas del
país ya que el pueblo se negaba a pagar más impuestos. En el parlamento se aprueba
una ley: “no se aprobará ninguna ley de petición de subsidios sin el voto del parlamento”.
Carlos que aprobó esta ley, pronto se olvida de ella y disolvió el parlamento y gobernó
durante once años como un rey absolutista. El clima se va agravando y en 1639 se
convoca el parlamento corto que dura un mes. Carlos se da cuenta de que no podrá
gobernar sin la cámara de los comunes y convocó en 1640 el parlamento largo en un gran
descontento social. Paralelamente, en Oxford convoca a otro parlamento entre sus fieles y
los comunes que le son fieles y un ejército mercenario. Oliverio Cromwell y otros radicales
descontentos con el régimen se levantan y todo acabará en una guerra (1642-1651) y en
esta el rey será juzgado y asesinado en 1649. Cromwell establece una república con un
parlamento y un consejo de estado con poder ejecutivo. Los escoceses se rebelan contra
Cromwell pero son derrotados. La república acabó degradándose por un Cromwell cada
vez más fanático hasta su muerte en 1658. Su persona carismática y militarista degradó la
república. Su hijo Richard accede al poder pero dura muy poco y en 1660 se restaura la
monarquía con Carlos II. En la política británica adquieren cada vez más importancia los
partidos políticos; Whigs- Tories. Los orígenes de los partidos políticos los estudió muy
bien David Hume en su libro “Los partidos políticos”.
Los Whigs son herederos de los progresistas y los Tories de los conservadores. Los Whigs
serán más desconfiados y tendrán miedo al autoritarismo monárquico. Los Tories verán
con mejores ojos la política monárquica pero no admitirán una política autoritaria e
irracional. Carlos II, que al principio puede elegir el partido con el que gobernar, elige a los
Whigs, formado en su mayor parte por una burguesía de comerciantes londinenses.
Después gobernará con los grandes propietarios rurales de los Tories. Al final Carlos II
acabará haciendo una política de corte autoritario. El sucesor de Carlos será su hermano
39
Jacobo II, y se enfrentará a la base del problema; ¿Quién ostenta el poder supremo en
Inglaterra, el rey o el parlamento?. La situación se complica puesto que la mujer de
Jacobo, María de Modena, era católica. Jacobo será procatólico y tendrá un desprecio
máximo hacia el parlamento y nunca lo convocó. Los obispos en 1688 ofrecen la corona a
Guillermo de Orange. Hubo una revolución cruenta y Carlos tuvo que huir a Francia con
Luis XIV. El rey será Guillermo III y volvió a las libertades y al protestantismo anglicano. El
poder de la monarquía pierde peso específico y Guillermo III funcionó con el parlamento,
convocándolo y disolviéndolo cada tres años. Se alternan los partidos políticos en el poder,
y la cámara de los comunes tiene más protagonismo, formada por burgueses en su
mayoría. Esa política parlamentaria es mantenida por la reina Ana.
Guillermo III tenía prioridad para formar gobierno pero ya con Jorge III de Hannover el rey
debía gobernar con el partido que más votos tenía. El rey será una figura representativa y
con esto la monarquía renuncia al poder ejecutivo. Adrados explica pq que se llegó a una
monarquía constitucional y no a una república y el poder efectivo estaba en la cámara de
los comunes. Desaparece la monarquía de corte absolutista y surge una monarquía
constitucional. En este contexto evaluaremos a Hobbes y a Locke.
Es en la época de la restauración monárquica tras la revolución de Cromwell con Carlos II
en 1660 y más tarde con el derrocamiento de Jacobo II en 1688 cuando más se desarrolla
el pensamiento político. En esta época llegan a Inglaterra las influencias de pensamiento
europeo (Spinoza, descartes), pensamientos que confían en la razón y desconfían de los
valores establecidos.
La teoría política en Inglaterra surge con Hobbes en 1651 con “El leviatan” de Hobbes
pero fue John Locke el que desarrolló un pensamiento más acorde con lo que sucedía en
Inglaterra. Con Locke se inicia el desarrollo y la evolución del pensamiento liberal, que irá
unido a los vaivenes de la democracia.
30-11-2000
THOMAS HOBBES
Fue hijo de un vicario eclesiástico y pronto se familiariza con los clásicos y a los catorce
años con la escolástica. Es un autor que posee mucho conocimiento. Será tutor de la
familia real. Tiene mucha influencia de F Bacon y viajó mucho. En Italia contacta con
Galileo y su pensamiento científico moderno. Su filosofía se identifica con una filosofía de
corte materialista y cientifista. Su primera obra “Elementos de derecho natural y político”
40
ya denota su inquietud por justificar el absolutismo político por parte de la monarquía. Esta
filia monárquica era una posición muy difícil en la Inglaterra de su tiempo y decide
marcharse a Francia, en donde fue tutor del posterior rey Carlos II. Excepto su primera
obra, el resto están escritas en el continente. En 1648 inicia Levitan y la acabará en 1651.
Según Mellizo (prólogo de la edición de Alianza) es como un correctivo frente al peligro de
disolución de la autoridad política, y este fue un punto fundamental en la obra de Hobbes.
Hobbes está influido por el iusnaturalismo, y lo dirá al final del Leviatán. Esto se ve en que
utiliza la razón como instrumento.
Regresa a Londres en 1651 y se acomoda en la república de Cromwell. Tras la muerte de
éste se produce la restauración monárquica de Carlos II en 1660. El anticlericalismo que
rezuma el Leviatán fue incómodo para Carlos II, pese a que Hobbes había sido su
maestro. Una edición de Leviatán será requisada y Hobbes hará otra edición en latín que
publica en Amsterdan. Hobbes muere en 1679 y su obra Leviatán fue declarada proscrita
en Oxford, en 1683.
Hobbes es uno de los iniciadores de la teoría política moderna. Su visión pesimista o
realista de su obra fue resultado del contexto social que le tocó vivir. Su preocupación por
la seguridad, la paz y la continuidad del estado le llevó a establecer un vínculo entre
protección y obediencia, y a ver en esta concepción absolutista del poder político la
medicina para resolver en la práctica los problemas de la sociedad. El mismo dice; “Lo he
escrito sin parcialidad y sin un propósito particular”. En Leviatán está claro que no se
rompen lanzas a favor de la democracia, pero sus aciertos, paradojas y errores nos
mueven a la reflexión de planteamientos jurídicos y éticos. Hay que ver a Leviatán como
una obra reaccionaria a su tiempo y a la degeneración de la república que le tocó vivir.
Con ella busca dar una serie de consejos políticos a la monarquía para que asuma un
carácter absolutista. Los elementos utilitaristas de la obra de Hobbes influirán mucho en el
siglo siguiente. Hobbes pone sobre aviso sobre el peligro del conflicto político y la única
cura es la soberanía absoluta. Él cree que la nueva ciencia proporciona autonomía a la
ciencia política, más allá de la filosofía, la teología y la metafísica. La disputa entre el
poder político es lo que desemboca en guerra civil, y hay que buscar una nueva
legitimidad del poder político al margen del discurso filosófico. Se intenta hacer ciencia
política pero esto está en controversia con su filosofía de corte materialista. Resalta el
instinto de conservación y la ilimitación de deseos del hombre. La felicidad consiste en la
satisfacción sucesiva de los deseos (cap.2). Gracias a la ciencia podemos saber mejor
como satisfacer nuestros deseos. Lo importante es que la razón aparece como una
mediación instrumental que aumenta nuestra capacidad de prever, y gracias a esto
tendremos más éxito en la búsqueda de la felicidad y la seguridad. Hay una ilimitada
41
sucesión de deseos y por eso lo que desea el individuo es una capacidad generalizadora
que le garantice la satisfacción de los deseos que vayan surgiendo. Esta capacidad
pueden ser distintos poderes como las facultades físicas o intelectuales o sociales. El
poder tiene que ver con los medios que el individuo cuenta para alcanzar un buen futuro.
Se caracteriza por los atributos físicos como la fuerza física o intelectual, y también los
valores sociales e instrumentales como la riqueza, la fama o los amigos. Hay poderes
originales y otros instrumentales (cap 10). (“Tener siervos es poder, tener amigos es
poder”)
El estado de naturaleza viene definido por esa interacción conflictiva de los individuos que
aspiran a estos poderes para satisfacer sus deseos. El estado de naturaleza será un
campo de batalla conflictivo en el que la supervivencia de cada cual está amenazada por
los propios medios con los que cada uno cree asegurarla. Esta paradoja ocurre pq los
hombres más o menos están igualados en capacidades; fuerza, inteligencia,
expectativas...(cap 10) (“La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en cuerpo y
alma ... que la diferencia entre hombre y hombre no es apreciable”). Si dos o más hombres
desean lo mismo se genera el conflicto, y esto siempre es así pq en el estado de
naturaleza no hay limitaciones morales. El conflicto resulta paradójicamente de la igualdad
de los hombres. El deseo de seguridad es inseparable del deseo de poder, y todo grado
de seguridad necesita asentarse cada vez más (cap 11). El binomio poder seguridad
desencadena un proceso sin fin que es el fruto de la colisión de apetitos insaciables, y
paradójicamente la igualdad es la que provoca el conflicto.
Mientras los hombres no estén atemorizados por un poder común y centralizado, el
hombre está en perpetua guerra, competitividad conflictiva donde juega un papel
importante el presupuesto de la escasez, y que viene precedida por una actitud
individualista de autoafirmación. La ausencia de autoridad, la competencia sin trabas,
produce un efecto negativo por nadie deseado. El resultado es la imposibilidad de la
sociedad, del desarrollo, de la cultura y del trabajo, haciendo una vida más corta para los
hombres. Este “darwinismo” social impide que se aúnen las fuerzas humanas, la
coordinación, sin la cual es inviable la vida social, y como consecuencia la humana. De
esta guerra de todos los hombres se deduce que no hay justificación moral. En soledad no
hay una disposición reconocida por todos que ejecute una ley donde diga lo justo y lo
injusto. No hay propiedad sino para el primero que llega. El derecho significa conseguirlo
todo.
El planteamiento de Hobbes rezuma pesimismo por todos los lados pq él cree que esto
viene justificado por la praxis, por su contexto social. Hobbes no entendió el estado de la
naturaleza como una tesis histórica sino que el cree que es una situación a la que nos
42
vemos abocados si desaparece la autoridad política. No entra en la polémica histórica sino
que su obra es resultado de la observación, es una inferencia de las pasiones humanas y
en este sentido es realista.
Hamphers dice que el estado de naturaleza es la condición de los hombres carentes de un
poder soberano. En cuanto los actores sociales no están controlados por un poder central
se desencadena la tragedia, y esto lo observó el autor en su época. Influyen en Hobbes la
ideología del individuo posesivo de Matterson y la afirmación de San Agustín de que el
hombre necesita del poder político. Por tanto vemos influencia del pesimismo religioso.
Hay conocimiento de otras culturas pero nuestro etnocentrismo nos da una visión negativa
de esto. Todo esto llevó a Hobbes a reforzar su pesimismo filosófico. El convencimiento
último de Hobbes es que el hombre espontáneamente no es proclive a la socialización. En
esto es contrario a la tradición aristotélica, y defiende la insociabilidad del hombre. La
sociabilidad es para Hobbes el producto frágil de una construcción artificial y voluntaria.
Propone su teoría del estado social contractualista y su concepción de la ley natural. Es
necesario un pacto social que establezca la autoridad política. Hobbes entiende por ley
natural algo distinto de la tradición, un logos moral inscrito en el hombre. Él persigue la
paz, la seguridad y el orden, y la ley natural será el fruto de una razón instrumental y serán
leyes sencillas que garanticen esta paz, la seguridad y la estabilidad. El deseo de paz,
orden y estabilidad, y la desconfianza que provoca el hombre a Hobbes, es lo que le lleva
a plantear la ley natural por las pasiones proclives al hombre; el miedo a la muerte y a no
conseguir lo que quiere.
1-12-2000
Leyes Naturales: Medidas estratégicas al servicio del instinto de supervivencia.
Iª- Buscar la paz y defendernos con todos los medios contra los agresores.
IIª- Debemos ceder recíprocamente parte de nuestros derechos para que todos seamos
libres en alguna medida, disfrutemos de seguridad y conservemos la vida.
IIIª- Los hombres deben cumplir los convenios
“Sólo con el estado comienza la justicia”
43
y nuestra conservación. La razón es un poder instrumental y los deseos lo que motiva
nuestra conducta.
En la medida en que todos los hombres tememos a la muerte, evitarla es una condición
para satisfacer nuestros deseos, y por tanto lo razonable es buscar la paz para hacer
improbable una muerte temprana (cap 13). La ley natural son leyes que promueven la paz
y el acuerdo, y por tanto están al servicio de la vida. Para Hobbes la paz es el bien y los
caminos o medios para su persecución serán las leyes ( las tres leyes puestas arriba).
Hobbes dice que por el arte de hablar y razonar no sólo puede sus intereses a largo plazo
sino también puede pensar las situaciones en que aquellos intereses pueden ser más
fácilmente cumplidos, y las leyes naturales nos dicen como se puede construir esa
situación propicia. Los deseos y pasiones humanas no sólo evitan la muerte sino que
quieren conseguir cosas para tener una vida más fácil. Esas leyes naturales no se adoptan
por una obligación moral o religiosa, pq en el estado de naturaleza no hay, no existen sino
por una necesidad física o psicológica. No hay deber moral sino deseo de asegurar la
supervivencia. La lógica de estas leyes está al servicio de la vida y todo lo demás son
leyes pragmáticas o técnicas fruto de una razón instrumental. La determinación de la ley
no es moral sino racional instrumental (cap 14). Según el planteamiento de Hobbes el
derecho natural es la libertad de cada hombre para usar sus atributos según le plazca para
la satisfacción de sus deseos y la conservación de la vida. Libertad para Hobbes es la
ausencia de todo impedimento externo que pueda restar parte de su poder.
El derecho natural se utiliza aquí de forma figurada pq el derecho aquí no tiene carácter
normativo. Ese “deber” de la Iª ley natural no es un deber moral sino una exigencia
racional práctica, instrumental y condicional para lograr medios y fines. Es una acción
racional respecto a un fin, y si no actuamos así las consecuencias serán negativas.
La IIª ley natural es abundar en la Iª ley. Esta ley dice que hay que ceder parte de nuestro
derecho natural, pero esta cesión debe ser recíproca pq si no no tiene sentido (cap 14).
Hay después unas aclaraciones terminológicas por parte de Hobbes. Hay una distinción
conceptual; hay dos formas de hacer cesión de un derecho:
1-Renunciar al derecho y esto deja a cualquiera manos libres para aprovecharse de esa
cesión de poder.
2- Transferir el derecho. Se transfiere parte del poder cuando esa cesión va dirigida a una
persona o grupo de personas que se aprovecharán de esa cesión. Cuando se da la
transferencia a varias personas se establece el acuerdo, y será injurioso que declaremos
esa cesión como una proclama pero que luego en la práctica no seamos consecuentes
con ella.
44
De la cesión de parte de mi derecho natural brota una ley cuyo respeto es la justicia. La
ley nos dice en que medida debemos ceder recíprocamente nuestros derechos para
conseguir la paz. El cumplimiento de esta cesión es la justicia.
Un contrato es un intercambio o transferencia recíproca de derechos. Ese intercambio
puede ser inmediato cuando se permutan bienes al momento (p.e. comprar un libro) o
contratar el bien en una fecha posterior. Hay también un convenio que es un contrato que
implica un intervalo o espacio de tiempo entre el acuerdo y el cumplimiento de sus
obligaciones por parte de los contratantes. El convenio supondrá la buena fe y la
observación de las promesas (aquí parece que hay un componente ético o moral). Hay
elementos del discurso de Hobbes que parecen reivindicar una ética de principios pero
que luego se disuelve en el utilitarismo.
La obligación brota de la palabra dada. Para Hobbes los lazos son los signos, palabras o
actos mediante los cuales se hace una declaración significativa. Los signos contractuales
de cara al futuro es la promesa y parece que de la palabra dada surge el compromiso. Los
lazos parecen obligar por el miedo a las consecuencias de la trasgresión. Aquí se rompe la
supuesta ética de principios y se plantea una ética utilitarista, de las consecuencias. En la
transferencia de un derecho se presupone que se recibe un bien, y todo acto voluntario
busca al a postre un bien.
La IIIª ley de la naturaleza hace referencia a la justicia como respeto a lo acordado. De esa
ley se deduce que los hombres deben cumplir los convenios que pactan. Sólo se sale del
estado natural de guerra mediante los convenios que procuramos cumplir para mantener
la paz y la justicia.
Aquí hay dos discursos que se superponen pq por un lado la justicia, la obligación moral y
el orden jurídico brotan de la decisión de la voluntad que se concreta en una recíproca
cesión de derechos. Aquí parece que hay una ética de principios pero también se nos dice
que en esa transferencia se busca un beneficio individual, la seguridad y la conservación
de la vida y la obligación surge del miedo de las consecuencias negativas de la
trasgresión. Este psicologismo individualista de Hobbes deja pendiente una
fundamentación jurídica y moral más honda, y esta debilidad reviste al orden político suyo
de una profunda debilidad.
Hobbes nos dice que cualquier pacto de mutua confianza se puede anular cuando uno de
los contratantes tenga alguna duda razonable de que le van a engañar. Otra cosa es que
haya un poder común que lo garantice y que va a velar por la garantía y el cumplimiento
de los convenios. Esta IIIª ley será relevante en condiciones de seguridad. Pero no se da
si no hay un poder que vigile y penalice a los trasgresores. Da la impresión de que la
posibilidad de convenios válidos comienza con un poder superior que garantice su
45
consecución. La justicia no será viable sin una autoridad política. Aquí aparece un ethos
pragmático de una ética utilitarista.
Parece que lo correcto y lo justo surge por el convenio humano, y de ahí brota la
obligación de fidelidad a la promesa. Incluso el miedo puede no ser un factor
determinante; el miedo no anula totalmente la libertad. Pero Hobbes dice que sólo con el
estado surge la justicia pq no confía en esta ética de principios y cree que sin esa
autoridad que garantice la consecución del pacto no hay justicia. En la justicia política de
Hobbes impera el egoísmo humano y la desconfianza y la eficacia en la práctica social
lleva a destacar el protagonismo del poder político y la coacción que este conlleva. Al final
predomina un planteamiento realista y pesimista que descansa en el egoísmo individual y
la desconfianza (cap 15)
No hay justicia ni propiedad sin autoridad política (cap 15). La vigencia práctica del
convenio no depende de la justicia como categoría moral sino depende de las
posibilidades de su cumplimiento que debe garantizar el estado. En definitiva es el
egoísmo el que lleva a plantear al hombre las leyes naturales.
11-1-2001
46
Hobbes un autor muy moderno, pero también hay debilidad en el sistema hobbesiano. El
ethos individualista marca la tradición liberal.
El estado es un artificio útil en pro de la seguridad privada. Con Hobbes la Cª moderna
está implícita. Pero Hobbes, ¿Cómo concibe el contrato social?. Hay dos maneras de
ingresar en la sociedad, en la comunidad política. O bien por institución, o bien por
adquisición. Por institución consiste en establecer un mutuo acuerdo entre individuos
libres, y, en cambio, por adquisición es cuando se conquista una comunidad por una
soberanía previamente establecida. En ambos casos se da el acuerdo o convenio, aunque
de distinta forma. A diferencia de la organización de las especies animales, como p. e. las
abejas, que es espontánea, frente a eso en los hombres se establece por vía artificial,
porque requiere el convenio y una autoridad política. Dice Hobbes que por adquisición, en
un momento determinado, la motivación a obedecer puede ser el temor a ese poder
establecido anteriormente, pero a partir de ahí se sobreentiende que se establece un
acuerdo o convenio(cap. XX)
La soberanía por institución es previa a la de adquisición porque en el segundo caso se
presupone la institución política preestablecida. Hobbes se centrará en la soberanía por
institución. Resulta del acuerdo de un grupo de seres humanos capaces de repeler los
ataques, conocer y cumplir los derechos naturales y reconocer un cuerpo soberano.
Según Hobbes es como si todos y cada uno de los hombres dijese: “autorizo y concedo el
derecho de gobernarme a mi mismo dando esa autoridad a este hombre o asamblea de
hombres...”(cap. XVII)
Da la impresión de que Hobbes plantea un pacto en el que están coimplicados la
asociación de todos los pactantes y su sujeción al poder político. Insiste en esto en el cap.
XVIII
Para Hobbes la obligación nace del consenso y no de la mera amenaza o el castigo. El
poder político obra a través de la palabra y surge el pacto. Sin consentimiento no habría
lugar para el compromiso. En el pacto se concede una autorización al soberano político.
Distinción entre persona natural y persona artificial:
Hobbes define la persona como “aquel que sus palabras o acciones son consideradas
como suyas... o como acciones o representaciones de otros”.
Por tanto, cuando las palabras o acciones son consideradas como suyas es una persona
natural, y cuando representan a otros es artificial. Aquel que es capaz de palabras y
acciones en nombre propio es persona natural. La persona artificial es la que es capaz de
palabras y acciones en nombre de otros al que representa.
Con esta distinción se entiende mejor la concepción hobbesiana de la autoridad (cap.
XVI). Autoridad es el derecho a realizar un acto, acción o palabra, y en el caso de la
47
persona artificial el actor actúa por comisión o permiso de aquel al que pertenece el
derecho. Podemos decir que la persona artificial tiene la autoridad por delegación.
Autorización es delegar el derecho y servicio del poder. La autorización dada al actor que
me representa me obliga con relación a sus actos. El estado y el soberano, que es una
persona artificial, goza de la autorización concedida por los súbditos y es la persona que lo
representa, el soberano, la persona que cataliza y da unidad a una multitud, haciendo de
ellos una cooperación. El soberano detenta por comisión el derecho de todos sus súbditos.
Un estado es una persona artificial o ficticia pq brota del acuerdo. Este planteamiento
acaba dando en la práctica un protagonismo total al soberano, que acaba hipostatizado y
deja en segundo plano a la gente que representa. Para Hobbes toda distinción entre
sociedad y estado mueve a confusión al igual que estado y gobierno, mientras que la
tradición liberal delimita perfectamente esta distinción, pero a Hobbes no le interesa.
La persona pública del ciudadano se concentra en el soberano de manera tan irrevocable
que una vez establecido el pacto a la persona pública no le queda casi facultad política. La
autorización establece relaciones asimétricas. El súbdito autoriza todas las acciones del
soberano, al que ya no podrá contradecir. La relación unilateral es presidida por la
categoría de la obediencia, que es el precio que hay que pagar por esa protección. Las
características del contrato social de Hobbes es el absolutismo. El contrato de institución
se establece entre los diversos súbditos potenciales que acuerdan favorecer sus derechos
al soberano. Por tanto el soberano no es una parte de dicho contrato (cap. XVIII). El poder
del soberano no se puede enajenar. El individuo particular tampoco puede protestar contra
la institución soberana elegida por la mayoría. El poder del soberano es ilimitado en
función de la paz y la seguridad. Los derechos del soberano son derechos naturales. El
soberano decidirá la conveniencia de la paz y la guerra, lo que se debe enseñar, los
conflictos del reino, recaudar fondos y mandar a las tropas, elegirá a sus propios ministros
y podrá conceder premios y honores. Para Hobbes la institución que tiene por fin la paz y
la defensa debe disponer de todos los medios que crea conveniente.
Se da mucha importancia a la autoridad eclesiástica y dirá que debe estar sujeta al poder
del estado. Dedica casi la mitad del libro a asuntos eclesiásticos, aunque él era ateo.
La figura del totalitarismo aparece en el Leviatán pq se dibuja una instancia; el estado que
se erige en juez, ejército, doctrina, dispensador de premios y castigos en función de la paz
y la justicia. Esos derechos son inseparables e inalienables en función de la eficacia. La
soberanía política busca garantizar la eficacia en el ejercicio del poder político, por encima
de la calidad de sus decisiones. Peca de un carácter ahistórico y real pq cuando se
establecen los pactos y leyes siempre serán en una coyuntura determinada y serán
normas revisablesque deberán estar implicados los individuos que la van a padecer. No se
48
respeta la dignidad humana y se busca sólo la fiabilidad y la consecución de unos
objetivos.
Para Hobbes el poder absoluto es el único antídoto eficaz frente a las pasiones humanas.
“Una soberanía dividida es una soberanía destruída”.
En el cap. XIX Hobbes dice que la monarquía (absolutista) es la forma de estado más
eficaz y operativa de cara a mantener la paz y la seguridad. Cuanto más unido esté el
interés público y privado más operativo y eficaz será el poder soberano, y este es el caso
de la monarquía. Junto a esta monarquía dice que es esencial al soberano el derecho de
sucesión, pero sólo es posible en la monarquía y en la aristocracia. La democracia es la
alternativa más alejada en las formas de gobierno de Hobbes.
A juicio de Fernández del Riesgo, la sucesión siempre ha sido causa de problemas en
Europa. La sucesión es una irracionalidad política. La libertad de los súbditos, ¿dónde
queda?, ¿cuál es la sucesión de los súbditos?, ¿hasta donde llega el poder del monarca?
12-1-2001
REFLEXIÓN CRÍTICA
Hobbes entendía la libertad como ausencia de oposición para el movimiento externo. Una
vez establecido el pacto, al súbdito sólo le queda obediencia absoluta, libertad de compra
y venta, derechos de residencia, y, en definitiva, libertad económica y ciertos derechos
típicos de protección propia. Pero, ¿hasta cuando es vigente la autoridad política?. Para
Hobbes la obligación política viene por la cesión de un derecho a otro (del súbdito al
soberano), y es deber del súbdito no anular esta cesión. Sin embargo, Hobbes dice que
esa obligación no es enajenable allí donde exista un poder soberano eficaz en la ejecución
del poder. Hobbes cree que el honor no es un argumento débil como para garantizar la
palabra. Vemos el pesimismo antropológico de Hobbes, y en cuanto desaparece el poder
de hacer eficaz la ley el individuo vuelve al estado de naturaleza y él convendrá en sus
fines. Cuando el súbdito es capturado se le ofrece que se someta. Si no hay sucesión o el
soberano se somete a alguien superior se vuelve al estado de naturaleza.
Frente al pesimismo de Hobbes hay varias matizaciones:
La concepción del estado de naturaleza de Hobbes hace que éste sea sinónimo de guerra,
y a él están abocados los individuos cuando se anula el poder político. Pero este estado
de naturaleza es posiblemente un reflejo de la sociedad civil de su época.
49
El mérito de Hobbes es usar el argumento contractualista para intentar una legitimación
secular del poder político. Ese poder político ilimitado es difícil de justificar desde su
presupuesto del egoísmo calculador que define al hombre. A partir de este egoísmo se
legitima sin más la sumisión total e incondicional a un poder político. En la tradición liberal
se llega a una estrategia distinta con un pacto social que alumbra un poder político como
vigilante con legitimidad para actuar cuando se desaten las pasiones humanas.
La pedagogía es una laguna en Hobbes y a grandes rasgos no la toca.
Si el rey cumple con su misión se garantiza la paz y la seguridad, pero siguiendo su propia
antropología el soberano está sujeto a las mismas pasiones y debilidades que cualquier
hombre. Hobbes reconoce que los súbditos deben obediencia al soberano mientras
cumpla su tarea. Pero, si es un poder absoluto, ¿cómo se reserva el súbdito este
derecho?.
Según J Hermot? se puede sondear la insuficiencia del egoísmo calculador como
fundamento motivacional de la obligación política. Considerando la situación del primer
actor, aquí está el problema de la confianza. A los primeros coprotagonistas de este pacto
se les puede plantear la duda de si este contrato se va cumplir por parte de todos y que
nadie se aprovechará. Además, el ejercicio de la soberanía depende de que se crea que el
soberano haga cumplir la ley. Si unos pocos dudan no reconocerán a su soberano, no
reconocerán su autoridad hasta que lo demuestre, pero esto es no reconocerlo. Desde el
punto de vista teórico y lógico, y desde el de los hechos reales hay un contraste. En el
plano teórico ideal el soberano queda constituido cuando se establece el pacto, pero en la
práctica aparece el factor tiempo. Si bien el derecho se puede transgredir o ceder en un
instante, en cambio, la eficacia del poder no es transmitida al mismo tiempo sino que lo es
sólo cuando el soberano emite una ley y esta es cumplida. La feliz transmisión del poder
depende de la obediencia y ser justo con la promesa. Pero esto nos lleva a un callejón sin
salida pq hay un círculo vicioso rey-súbditos del que sólo se puede salir en la práctica.
Esto conlleva un riesgo que exige algo más para su legitimación, el voto de confianza que
doy a mis conciudadanos y al soberano lleva un riesgo. Por eso el argumento de Hobbes
adolece de una fundamentación moral más radical que lleva a un utilitarismo frío y
calculador.
El individualismo hace de Hobbes un autor moderno pq el ethos individual y egoísta se
impondrá en la filosofía política y económica de los dos siglos siguientes, y el altruismo no
tendrá cabida. Se habla de un cierto egoísmo ilustrado para paliar los males sociales. Las
propias disfunciones que conlleva el la práctica esta estrategia política lleva al siglo XVII y
XVIII a hacer ciertas matizaciones que apuntan ciertos ideales democráticos frente al
absolutismo de Hobbes. Hay que trascender al puro egoísmo como fundamento del poder
50
político y habrá que encontrar otras soluciones a la paz y seguridad que el mero
absolutismo.
Evaluaremos la tradición liberal empezando por John Locke.
JOHN LOCKE
51
El estado natural como código moral
Locke se basa en el presupuesto: la concepción de la relación moral del hombre con Dios.
Este no será un argumento necesario pero es un argumento retórico que ayuda a reforzar
su concepción del estado de naturaleza. En el cap. II de “El segundo ensayo sobre el
gobierno civil”, plantea un estado natural con libertad e igualdad, pero no es un estado de
licencia y arbitrariedad, esa libertad tiene ciertos límites y orientaciones legales. El estado
natural tiene una ley por la que se gobierna a todos y obliga a todos a su propia
conservación, y a la de los demás mientras no vaya en nuestro perjuicio. Esta ley ya tiene
un carácter moral y no es un artificio como en Hobbes. En Locke incide la creencia
protestante de la responsabilidad de todo hombre con Dios en la igualdad política. La ley
natural nos exige procurar nuestra propia conservación, pero si todos somos especiales
para nosotros mismos, por encima de esto todos somos iguales ante Dios, y esta
responsabilidad le sirve a Locke para fundamentar la igualdad política. En el estado de
naturaleza cada individuo tiene sus intereses y preocupaciones, y aunque no existe
autoridad debemos procurar la vigencia de la ley natural. El derecho que tiene todo
ciudadano a penalizar al posible transgresor deriva del derecho y el deber general de la
autoconservación.
El estado de naturaleza que plantea Locke es en el fondo ficción histórico-descriptiva que
le sirve para reivindicar la existencia de una ley natural que está inscrita en la condición
humana, y a partir de aquí Locke intenta mediante un argumento, legitimizar la propiedad
privada y el poder político. Para Locke cualquier tentativa política absolutista atenta contra
la libertad y la vida humana, y por ello estamos justificados a eliminarlo. Los seres
humanos no tienen derecho a renunciar a su propia autoconservación. A partir de aquí no
se puede otorgar, lógica ni moralmente, a una autoridad absoluta. Locke legitima el poder
político que pueda aumentar y proteger nuestra capacidad legítima para la defensa y la
seguridad.
18-1-2001
19-1-2001
55
En el texto hay elementos para evaluar una crítica a las consecuencias y las irracionales
disfunciones que la práctica política pone de manifiesto. Esto consiste en que la igualdad,
la libertad y la propiedad van a quedar como una especie de derechos formales y retóricos
para casi toda la sociedad. Está claro que el derecho a la propiedad es siempre un
derecho derivado y secundario, es un mero instrumento del derecho, no como el derecho
de autoconservación, y por tanto es extraño que un derecho derivado acabe anulando el
derecho fundamental respecto del cual se define como medio el derecho a la vida. Locke
no evalua todas estas irracionalidades. Después de la defensa de la propiedad privada
Locke trata de desarrollar su propia concepción de la sociedad política o civil, que tiene
como finalidad la defensa de la propiedad y de todos los derechos naturales. En esta
medida la sociedad civil tiene como finalidad aumentar la seguridad y eficacia de los
derechos naturales. Ese poder que todos los hombres tienen deben ponerlo en función
para salvaguardar los derechos naturales. Este planteamiento es pragmático pq Locke no
se acaba de fiar del comportamiento de los hombres en el estado de naturaleza y ve el
gobierno como mediación que garantiza que se salvaguarden los derechos humanos.
Básicamente Locke piensa en los propietarios y no en los asalariados. La configuración de
la sociedad política requiere el establecimiento de un poder legislativo fundamental, pq si
no existe un arbitro público al cual apelar seguiremos en el estado de naturaleza.
En ese contrato se cede a la comunidad el poder de ejecutar la ley natural por parte de los
individuos (cap. VII). La finalidad de la sociedad civil es procurar evitar y remediar los
inconvenientes del estado de naturaleza que se producen irremediablemente cuando cada
hombre es juez de su propio caso. Hay una desconfianza sobre el hombre prepolítico,
sobre todo desde el establecimiento de la propiedad privada y el dinero.
El desarrollo económico exige una organización política que nos permita superar las
debilidades del estado de naturaleza como la ausencia de una ley clara, parcialidad de
nuestros juicios, incertidumbre del castigo...
Aunque Locke no rezuma el pesimismo de Hobbes tampoco confía en exceso en el estado
de naturaleza, presocial.
¿Cómo se pueden poner los hombres libres e independientes ponerse en manos del
juez?. Locke dirá que por consentimiento. El consentimiento expreso es necesario para
formar una comunidad política, aunque el establecimiento de esta y la autoridad política
que le implica se establece en dos etapas:
1-Todos los hombres acuerdan formar una comunidad política y aceptar por tanto la forma
de gobierno que establezca la mayoría. Esto implica que se hacen cumplir los derechos de
juzgar y ejecutar la ley por parte de un hombre o cooperación. El gobierno no es sólo fruto
56
de un pacto sino que es un deber de hacer cumplir la ley, deber que delegan los miembros
de la comunidad(cap. VIII).
El consentimiento expresado en el convenio es lo que alumbra la comunidad política con
poder para actuar como un solo cuerpo, lo que se consigue por la voluntad y la decisión de
la mayoría, como resolución de la totalidad de los miembros. De aquí surge el
consentimiento unánime que Locke no se plantea pq éste es muy difícil, por eso habla de
la voluntad de la mayoría. Más allá de la contraposición dialogante de los ciudadanos, aquí
impera en Locke un criterio de operatividad (cap.VIII)
El criterio de operatividad de la mayoría de Locke deja abierto el problema de la verdad;
¿Es criterio de legitimidad que un número cuantitativo de hombres puedan decidir?.
Rousseau se enfrentará a esto co un criterio cuantitativo y cualitativo, pero esto se sigue
planteando en la actualidad. Locke no contempló la posibilidad de que el pueblo se pueda
equivocar ( y no queremos decir con esto que sea ignorante), parece que la creencia del
pueblo es el último criterio de decisión. Si no hay aquí más matizaciones dejamos la
puerta abierta a que el gobierno de la mayoría sea el gobierno de la opinión sin más. Si
afirmamos esto surgen aquí más preguntas; ¿Cuál es la relación entre opinión y la ley
moral objetiva? ¿Cómo se forma y configura la opinión de ese pueblo?
Hay que reivindicar las capacidades epistemológicas de la democracia y la crítica de la
razón. La democracia exige unas consecuencias y requisitos previos sin los cuales no
funciona. Hay dos formas de consentimiento:
-Tácito o implícito
-Expreso o explícito
El consentimiento explícito une al ciudadano con su gobierno de manera irrevocable
mientras exista (cap.VIII). El consentimiento tácito o implícito se da por el mero hecho de
residir en un país y disfrutar de sus bienes y servicios. Cuando este ciudadano cede sus
posesiones desaparece el compromiso. Hay muchos ciudadanos sin derecho al voto;
¿Hasta qué punto se pueden sentir unidos a ese gobierno?
Para Locke en su sociedad había ocasiones que requerían este compromiso y fidelidad.
En el caso concreto es en el régimen propietario cuando el hijo heredaba lo del padre y
cuando llegaba a la mayoría de edad. Pero, ¿sólo los que heredan son consentidores?.
Aquí hay una sintonía con la clase burguesa.
Fymer decía que uno pòr nacer en un país ya estaba obligado a la fidelidad, y Locke no
estaba de acuerdo, y dirá que sólo por consentimiento se dará esta fidelidad. Además,
Locke planteará la posibilidad de retirarle la confianza al gobernante y el derecho de
resistencia, así como una divisón de poderes como medida anticorruptora.
Poder legislativo-poder ejecutivo (implica al judicial)
57
El poder federativo regula las relaciones internacionales.
25-1-2001
58
En el cap. XII Locke habla de manera directa de la división de poderes: poder legislativo,
poder ejecutivo (que incluye al judicial) y el poder federativo.
El poder legislativo es el órgano que promulga leyes políticas y matizar como se debe
emplear la fuerza de la comunidad. Lo más original de Locke es que no es necesario que
el órgano legislativo esté siempre en funcionamiento, pq hacer leyes se hace de forma
rápida. Esto choca en la actualidad. O bien es el poder ejecutivo, el monarca, el que
convoque el poder legislativo, o bien que el propio órgano legislativo que antes de
autodisolverse acuerde su vuelta a la vida activa, o que esté regulado su convocación en
la constitución. Pero, ¿Por qué dice Locke que no es necesario que esté activo el poder
legislativo?. Lo dice pq si el poder legislativo es permanente puede caer en la tentación de
arrogarse funciones del poder ejecutivo. Con esto pueden aparecer intereses individuales
y corporativistas.
Las leyes obligan siempre y será necesario aplicarlas sin interrupción, y debe haber un
poder que promueva su cumplimiento. Este es el poder ejecutivo. El poder ejecutivo no
sólo se arroga a las funciones administrativas sino también el poder judicial. Aquí no se
contempla la división entre ejecutivo y judicial, condición fundamental de la actualidad para
que funcione en la práctica un estado de derecho.
El poder federativo regula las relaciones entre las comunidades políticas que son las
relaciones propias del estado de naturaleza. El poder federativo se encarga de las
relaciones internacionales. Este poder tiene la capacidad de formar ejércitos y hacer
pactos.
El poder legislativo es el superior moralmente pq es el encargado de promulgar leyes. Los
otros son como delegaciones de este poder. Este poder legislativo debe estar en un
cuerpo y Locke no es claro al hablar de cómo se configura. Esto es así pq la monarquía de
la época tenía ciertas prerrogativas y establecía a dedo al poder ejecutivo.
Locke piensa en una constitución, los prolegómenos de un estado representativo. Son las
bases, aunque no esté todo bien perfilado como un estado constitucional y representativo
del siglo XVIII que tenía unos requisitos. Hoy día para establecer una democracia se
necesita:
1-consentimiento como fundamento. (esto está en Locke. El pueblo se da su propia
constitución)
2-Soberanía nacional (Locke lo recoge en parte)
3-Una constitución
4-Distribución de poderes
5-Superioridad del poder legislativo
6-Limitación del deber por este estado de derecho
59
7-Derecho a la resistencia (también está en Locke)
El derecho a la resistencia aleja a Locke de la mentalidad de fidelidad feudal, y refuerza el
ethos y el talante liberal de Locke. El pueblo está autorizado a oponerse cuando considere
que se está abusando de los propósitos del poder político. El derecho de resistencia no
supone una deslealtad pues nuestra fidelidad política no es para con unos individuos
particulares (régimen feudal y absolutismo político) sino a formas y figuras legales.
Estamos lejos de la subordinación incondicional del patriarcalismo o las tesis de Hobbes
(cap. XII). En Locke la comunidad de ciudadanos aparece como el poder supremo pq los
pactantes siempre se reservan más poder del que otorgan. El poder legislativo es el que
encomienda a otros poderes la ejecución de esos poderes, y podrá retirar esa
encomendación y castigar la prevaricación. El poder ejecutivo, judicial y federativo están
subordinados al legislativo. Pero esto era teórico, pq en la práctica no ocurría.
REFLEXIÓN FINAL
Locke se nos aparece como el padre del liberalismo en la medida en que intenta una
crítica frontal contra el absolutismo y el patriarcalismo. En una perspectiva histórica
evaluamos lo revolucionario que fueron los planteamientos de Locke dentro del
contractualismo, ya que hace 300 años pensar en una monarquía constitucional era muy
novedoso.
La división de poderes (profundizada por Montesquieu), y la aceptación de la propiedad
privada desde el esfuerzo individual es una aportación muy importante. Lo que
proporciona valor a las cosas es el trabajo. También es muy novedoso el decir que el rey
no es el gobierno sino el pueblo en último término. Un pueblo resuelto a ser libre debe
tener una constitución. En Locke se va dibujando el ethos liberal pq evidentemente el
individuo y sus derechos, sobre todo a la propiedad, aparecen como el fundamento de
todos los sistemas políticos. El aspecto más importante es este último en su teoría política.
Defensa de la libertad individual contra la opresión política es el fundamento de Locke. En
último término la comunidad política es fideicomisaria de los derechos individuales,
aunque en realidad esto se aplicaba a los propietarios. Son fideicomisarios de los
derechos de los propietarios.
El influjo de Locke fue enorme en Inglaterra y Europa en los siglos siguientes (hasta en la
declaración de Virginia). Tuvo mucha influencia en Francia y en sus revoluciones.
La tradición democrática se va a decantar por la tradición socialista, pero de manera
pareja también el tradición liberal democrática (liberalismo no es igual a democracia) y en
esta tradición liberal Locke contribuye en varios puntos:
-Tesis de la soberanía del pueblo
-Tesis contractualista
60
-Legitimación del poder político por el consentimiento
-Derecho de resistencia
-Separación de poderes
-Decisión de la mayoría
Hay que reconocer que Locke presenta ciertas insuficiencias y no profundiza en la
democracia representativa y en los grados de participación de la ciudadanía. También
hace falta la democratización de la economía, pero estas lagunas son comprensibles para
la época que le tocó vivir.
Locke rezuma el ethos liberal que trae el egoísmo, antropología desde el interés y el
egoísmo (Smith, Ricardo). La sociedad existe en el fondo como una utilidad concreta;
proteger la propiedad y los derechos de los ciudadanos.
Stuart Mill es considerado como un protosocialista, pero esto no se puede decir de Locke,
aunque también hable de igualdad. En Locke pesa más lo vigoroso del egoísmo que el
interés social. Esto es así y por eso el estado de naturaleza no es bueno pq está lleno de
peligros debido a las pasiones. La balanza se inclina a favor del individuo.
El presupuesto fundamental es que con la tradición liberal se da por supuesto que hay dos
cosas que creen que en la práctica desemboca en lo mismo; la prosecución del bien
común se va a identificar con la protección de los derechos individuales. Frente a esto hay
que decir que la prosecuciones puede identificar con el bien común si es solidaria, y en
función de la solidaridad de estos derechos.
El socialismo democrático dirá que la propiedad no puede estar por encima de la
democracia; la plusvalía no puede estar por encima de las necesidades humanas. Esto no
lo recoge la tradición liberal
16-02-2001
DAVID HUME
Critica a las teorías contractualistas desde el utilitarismo.
“El tratado de la naturaleza humana”, 1732
“Investigaciones sobre el conocimiento humano”
“Ensayos políticos”, Tecnos, Madrid, 1981
-“Del contrato original”
-“Del origen del gobierno”
David Hume posee elementos para la reflexión crítica. La filosofía empirista de Hume hace
una crítica demoledora contra el contractualismo, aunque su utilitarismo le llevará a
61
reivindicar algunas conquistas del liberalismo de Hume (división de poderes y régimen
representativo)
¿Por qué detenerse en Hume?
Lo original de Hume es su utilitarismo de cara a una legitimación utilitarista, que como
veremos luego, adolece de insuficiencia.
Entre sus dos grandes obras, Hume publicó distintos ensayos, entre ellos, “Ensayos de
moral y política” en 1841-1842.
G. Savane dice que la filosofía política inglesa posterior a Locke está influenciada por los
presupuestos metodológicos de la filosofía empirista. Hume criticará todo lo que hable del
derecho natural. Esto nos hace recordar los aspectos fundamentales de la filosofía de
Hume, que pretende una teoría laica y naturalista de la moralidad, del entendimiento y de
la política.
Hume distingue tres operaciones de la mente. Deducción o la razón propiamente dicha,
que fundamentalmente consiste en la comparación de ideas que produce una serie de
verdades necesarias o inevitables, y son como consecuencias implícitas o formales del
entendimiento. Dadas unas premisas se sigue una conclusión. Son lógicas, y estas
verdades racionales nunca demostrarán cuestiones de hecho porque las relaciones de
estas no son necesarias en sentido lógico racional. Por eso, frente a esta deducción
racional la segunda operación es el descubrimiento de relaciones empíricas o causales.
Cuando dos hechos se relacionan como causa-efecto, podemos decir que se dan juntos
con cierta regularidad. Pero no podemos decir que el efecto se infiere de la causa, porque
no hay conexión necesaria o lógico racional. Sólo hay una conexión empírica, y es el
hábito o la costumbre lo que nos lleva a asociar una impresión o idea a otra, una como
causa y otra como efecto.
La tercera operación es la descripción de los valores que son la bondad o la justicia de las
acciones humanas. No hablamos de cuestiones de hecho sino que hablamos de deseos
que tiene que ver con las propensiones humanas, lo agradable y lo desagradable. A
medida que la moral o la filosofía política de Hume viene seguida por esta tercera
operación, no tendrá nada que ver con la ciencia deductiva o los saberes positivos. Estos
tres elementos no son elementos probables, racionalmente, son convenciones presentes
en las ciencias empíricas, sociales, y que son útiles. Presuponemos una regularidad en la
naturaleza pese a que no podemos probarla. Este planteamiento utilitarista y positivista
posibilita la filosofía política de Hume que arremete contra el racionalismo yusracionalista,
el deismo y la religión natural, la teoría contractualista y la moral natural. Para Hume
intervienen los sentimientos y no podemos tener una demostración deductiva de la
existencia de Dios. Pensar en Dios puede ser razonable, pero no demostrable. Sólo las
62
inclinaciones humanas explican las cosas. Las deficiencias del utilitarismo de Hume se
iluminan en Stuart Mill.
-CRÍTICA AL CONTRACTUALISMO
Hay una motivación que estimula toda la reflexión de Hume; pretende legitimar la
monarquía de los Hannover en el siglo XVIII. Toda la moderación de Hume se entiende
desde su contexto histórico. Hay una etapa de relativa estabilidad en Inglaterra con el
cambio dinástico de los Hannover con Jorge I en 1714, y que consolidará al régimen
monárquico parlamentario. Esta etapa durará hasta 1776 con la emancipación de EE.UU.
y después la RF, por tanto, dos tercios de siglo de relativa paz.
Los presupuestos epistemológicos y filosóficos de Hume le llevan a una mezcla de
Hobbes (pesimismo-realismo) y de Locke. Su empirismo utilitarista le llevó a arremeter
contra la filosofía yusnaturalista racionalista, y se aleja de ese presupuesto mítico del
estado de naturaleza. Fundamenta su planteamiento desde posiciones utilitaristas. La
obedienia al gobierno y a las leyes no se desprende del principio moral de ser fiel a lo
prometido (como en Locke) sino que se apoya en la necesidad de la autoconservación de
la sociedad. Si queremos sobrevivir hay que obedecer al gobierno. Lo del contrato social lo
sitúa en un tiempo muy remoto, en función de su utilidad práctica.
El contractualismo dice que los ciudadanos no deben obediencia a un gobierno salvo por
una promesa. Hume dice que este contrato representa al argumento de la fuerza y la
argucia. Casi todos los gobiernos se fundaron por la usurpación o la conquista sin
consentimiento de los ciudadanos. La primera propiedad surgió de la violencia y la
usurpación. Hay una crítica realista de Hume. Dice Hume que incluso las elecciones son
iniciativas de minorías donde no interviene la fuerza.
La mediocridad moral de la praxis política hace que la praxis de nuestra vida política esté
alejada de los ideales utópicos. Hume piensa que aunque la más justa y causa
legitimatoria para un gobierno es el consentimiento del pueblo, esto no se da
completamente. Por ello es necesario pensar en otros presupuestos; el argumento de los
hechos consumados y la perdurabilidad en el tiempo y sobre todo el criterio de utilidad. El
pueblo obedece más por la búsqueda de la seguridad que por un sentimiento de lealtad, y
es el tiempo el que acaba trayendo la adhesión
El escepticismo de Hume frente a los grandes ideales morales le hace decir que
pensamos más en un pueblo que no existe. La legitimación del gobierno es totalmente
práctico utilitarista, más allá de esos hipotéticos contratos. Más allá de los deberes
morales (amor paterno, gratitud a los benefactores o compasión con los desfavorecidos)
hay otras urgencias o deberes que se ven si evaluamos las necesidades de la sociedad y
los requisitos de supervivencia. Por ello adquieren cierta autoridad reglas de justicia como
63
el respeto a la propiedad y ser fiel a las promesas, pero esto descansa en criterios
prácticos utilitaristas para que la sociedad sobreviva (aspecto hobbesiano en las reglas
estratégicas). En el fondo, al descubrir la utilidad de estas reglas nos ayudará a dejarnos
llevar por nuestro amor propio, pues el cálculo utilitario nos hace caer en la cuenta de lo
malo que es ser egoísta y que a la larga es lo peor.
No hay sociedad estable sin el respeto a esas reglas (pactos, promesas, obediencia al
gobierno).Todas estas obligaciones tienen una misma raíz. La fidelidad y la obediencia
política tiene un carácter utilitarista, y esto es el fundamento del gobierno. Sólo una
reflexión utilitaria nos lleva a impedir que salga a la luz nuestros instintos primarios. La
sociedad no puede mantenerse sin la actuación de los magistrados y de las leyes. Sin
ellos no se puede hacer frente a la injusticia del fuerte. La autoridad política es una
exigencia para que la sociedad funcione.
22-02-2001
Hay unas conquistas irrenunciables. Hay un crítico realismo crudo en Hume. Su empirismo
le llevó a la crítica de la teoría contractualista, pero su utilitarismo le llevó a planteamientos
coincidentes con el liberalismo.
Hume creía que en la práctica política la soberanía se funda en argumentos muy
pragmáticos, e incluso los movimientos de masas y cambios de gobiernos, fueron dirigidos
por élites que dirigían.
El contrato original; la autoridad política es una exigencia práctica para que las reglas del
derecho y de la convivencia se apliquen en la práctica. Su planteamiento utilitarista le lleva
a admitir y a defender el derecho de resistencia o desobediencia civil en casos extremos
en los que peligre el bien del pueblo (“la infracción de la desobediencia será el último
extremo”). La arbitrariedad del rey sería un motivo.
Frente a Hobbes, Hume dirá que la obediencia al gobierno no debe ser incondicional sino
que la obediencia dura sólo en la medida que el gobierno proporciona, en la práctica,
protección y seguridad.
La razón de esto no estriba en un hipotético pacto social sino que la protección y la
seguridad está ahí como realidad de los ciudadanos, pero no lo está la obediencia a ese
gobierno.
Las formas de gobierno se impregna del pesimismo o crudo realismo tanto con relación a
los gobernantes como a los gobernados. Hume dice que en la monarquía es frecuente que
64
el monarca intente aumentar sus propias prerrogativas, lo cual puede producir como
reacción la oposición de los súbditos y de ahí las revoluciones.
En la aristocracia prima la lucha entre los intereses particulares de los nobles. En el caso
de la república o democracia directa, genera la demagogia, desordenes, anarquía o bien la
indiferencia de los ciudadanos.
Hume reconoce que no es cuestión vana esta de las formas de gobierno (cap. I). Dice que
si hay diferencias esenciales entre ellas, están fundamentalmente en el carácter de los
gobernantes. En general, tan grande es la fuerza de las leyes y tan pequeño el
temperamento de los hombres, que cada forma de gobierno tiene sus posibilidades y sus
limitaciones.
Hume habla de las tres formas de gobierno. La democracia, que no tiene un cuerpo
representativo, no es buena y acaba en anarquía. Esto le lleva a afirmar que preferiría una
monarquía absolutista que una república. En sintonía con Montesquieu, Hume es
partidario del régimen monárquico porque cree que el monarca puede ser un elemento de
equilibrio y moderador con relación a los otros órganos de gobierno. Es partidario de una
monarquía hereditaria para evitar intrigas en la sucesión. Es partidario de la forma mixta
de gobierno con un equilibrio del poder del rey y el poder del parlamento. Es conveniente
la división de poderes para mantener ese difícil equilibrio entre autoridad y libertad política.
La división de poderes es una conquista emblemática de la tradición liberal. Hume dice
que todo gobierno ha de hacer un gran sacrificio de la libertad, pero esta no debe ser total.
La división de poderes puede paliar el que se imponga el interés particular, debido a que
esa división de poderes posibilita un cierto control. En su texto de “La independencia del
parlamento” dice que la división y el mutuo control encamina a los poderes a la
consecución del bien común. La división de poderes ha de quedar ubicada en diversas
cámaras u órganos de gobierno.
Hume ya concibe que el poder legislativo del rey es simbólico, pues cuando se aprueba
algo en las dos cámaras, se da por hecho que el rey firmará. El verdadero poder del rey
está en el poder ejecutivo. Hume busca un equilibrio. La cámara de los comunes es la que
persigue el poder legislativo, pero debe ser refrendada por los lores, y luego ratificado por
el rey. El monarca posee el poder ejecutivo, pero muy controlado por el poder legislativo.
Con los Hannover el poder ejecutivo queda en manos de un gobierno que queda elegido
en la cámara de los comunes. Sin embargo, sigue siendo una monarquía de los
propietarios, y sólo podían ser votados o elegibles ciudadanos con un cierto poder
adquisitivo (200$). En la práctica política Hume es partidario de una política moderada que
debe regir toda relación entre los partidos y las transiciones de gobiernos.
65
Hume veía con buenos ojos la integración del partido whigg a la política constitucional. La
democracia directa o régimen republicano puede tener aplicación en pequeñas ciudades,
en cambio la aristocracia es un orden más proclive para alcanzar la paz y el orden, pero
siempre será un orden opresor, y por ello, Hume es partidario de un gobierno mixto de
monarquía.
En el terreno de la economía política, frente a un planteamiento premoderno que
consideraba que la riqueza y el consumo sólo podían traer pereza y degeneración, Hume
cree que el comercio, las manufacturas y el consumo es beneficioso porque promoverá la
libertad civil. Algunos han creído ver un paralelismo aquí entre hume y Rousseau. El
crecimiento de económico va unido a la producción de bienes y el crecimiento de la
demanda. Hume se identifica con el planteamiento propio del liberalismo clásico. En
sintonía con Adan Smith, esto es posible haciendo prevalecer el interés propio e individual,
que traerá el bienestar de toda la sociedad.
El desarrollo de la ciencias y las artes es compatible con gobiernos de corte autoritario,
pensando en Francia, pero otra cosa ocurre con la ideología. Hume rezuma el ethos
propio del liberalismo y de la ilustración. Frente a este optimismo hay autores que tienen
contrapuntos. Rousseau viaja a Inglaterra, invitado por Hume, e influyó en el optimismo de
Hume.
Hume parece reforzar los ideales políticos liberales y democráticos representativos. Pero
tiene un planteamiento radicalmente utilitarista. En lugar de los derechos individuales del
derecho natural de Locke, en Hume hay una utilidad entendida como egoismo y de
66
estabilidad social que daban ciertos canones o convenciones que parecían satisfacer a la
ciudadanía porque las convenciones eran comunes a los hombres.
En definitiva, el término “utilidad” es muy polisémico. Es un tanto ambiguo y cargado de
subjetividad (¿Qué es en definitiva lo útil?; Lo que deseo, por lo que siento inclinación, lo
que me satisface, lo que me agrada y me da placer, es decir, cualquier medio al servicio
de esas finalidades.). Además, las circunstancias pueden cambiar la apreciación del ser
humano. Es cierto que el orden y la paz social son útiles, pero la libre iniciativa de la
sociedad civil no trae esto.
Hay unas relaciones asimétricas en una sociedad con relaciones de poder bien
controladas e impunes. Aquí el utilitarismo, tal y como lo plantea Hume, se convierte en un
darwinismo social, y el placer propio una forma de ser insolidaria. Esto ocurría y Hume lo
criticó.
El utilitarismo tendrá sus propias correcciones, pero fundamenterá a algo más. Frente al
utilitarismo radical de Hume, se nos obliga a volver a la teoría contractualista. Esta no se
puede entender como una tesis histórica; Rousseau la entiende como una tesis eurística
que no deja de tener su interés para insistir en la reivindicación de unos axiomas
irrenunciables.
En la práctica, se pretende que sepamos actuar en base a unos valores que la tesis
contractualista legitima. Esto lo veremos en Rousseau.
23-02-2001
J. J. ROUSSEAU
70
Son las pasiones lo que malogra el uso social de los saberes. Rousseau no atacaba a las
ciencias en sí mismas, reconoce que son beneficiosas, pero reconoce que la ciencia debe
ir unida a la virtud para producir la felicidad, y esta combinación se da en muy pocos
hombres, y son estas personas extraordinarias las que deben aconsejar a los príncipes
(aquí se refería a Newton muy concretamente).
El avance técnico no ha traído la felicidad. Debido al peligro del uso social de la ciencia, y
debido a su pesimismo, Rousseau dice a veces que es mejor ser bueno e ignorante que
ser inmoral e instruido.
El marxismo recordará a Rousseau que, si bien la desigualdad produce riquezas y lujos,
es porque la producción de bienes implica el desarrollo de unas fuerzas del trabajo que
propicia una división social del trabajo que establece relaciones asimétricas.
Riqueza, desigualdad, conocimiento, injusticia; Podemos explicar estos conceptos de
forma circular, en un solo proceso, en donde un factor remite a otro, o bien, hacer un corte
analítico y destacar un solo factor. Rousseau destacó la desigualdad, el marxismo el
estado del desarrollo de las fuerzas productivas.
Hay quien ve en Rousseau un premarxista en muchos aspectos. En su primer discurso
hay una crítica a la idea moderna de progreso y una crítica a la razón ilustrada, pues fue
un desarrollo de la razón instrumental y no la razón moral y práctica.
Rousseau es un pensador controvertido y hace una crítica del extremado optimismo de la
ilustración. La tesis de que el origen de la desigualdad está en el uso social de la ciencia;
es la sociedad la que puede garantizar la enajenación del individuo. Estas tesis son
insinuaciones del materialismo histórico, sobre todo en su 2º discurso, sobre la
desigualdad de los hombres y el estado de naturaleza. Sin embargo, si consideramos que
Rousseau es un premarxista, hay que decir que no llegó a sus últimas consecuencias.
1-3-2001
Resumen del día anterior: En 1750 la academia de Dijon premia y publica el discurso
sobre las ciencias y las artes. En esta obra Rousseau dice que el progreso sometía al
hombre a una vida viciada y oscura que no ha hecho al hombre más feliz ni menos malo.
Denuncia el desfase entre los saberes técnicos y los saberes prácticos (ética y política).
Esto fue precisamente lo que abortó el proyecto ilustrado.
Rousseau parece que pone como reo de su causa a las propias ciencias y las artes.
Correspondencia con el matemático Botier, en ella Rousseau aclara que las ciencias no
corrompen al hombre individual, pero sí a la sociedad, critica el uso social de las ciencias.
El binomio ciencia y virtud no es frecuente.
71
Rousseau mantiene una actitud crítica hacia ese optimismo excesivo de los ilustrados. Él
está imbuido, enraizado en la ilustración, pero también en conflicto con ella.
Hay que tener en cuenta que el espíritu que anima el siglo XVIII es un proceso que viene
desde el medievo, pasando por el humanismo renacentista, y llega a la ilustración como la
emancipación del hombre por el uso de la razón. Surgió un deseo general de que había
que emanciparse de la teología y la religión. Esto ocurrió también el la política. El
racionalismo cartesiano liberó a la ciencia de la teología. Los ilustrados aspiran a un clima
laico. El ethos del hombre ilustrado se define por dos principios:
1-Progreso (de un modo indefinido hacia la perfectibilidad)
2-Confianza en la razón
El progreso está supeditado al uso de la razón.
Rousseau parece que, en este ambiente, está contracorriente, y él volvía a la etapa
presocial con “el mito del buen salvaje”, y por esto, le llegaron a ver como un irracionalista.
Voltaire le escribe una carta diciendo: “He recibido su carta contra la especie humana...”.
Esta carta ataca a ese irracionalismo de Rousseau, pero es una crítica unilateral e injusta
porque Rousseau no desconfió radicalmente de la razón, sino que hizo una crítica del uso
social de la razón, una crítica moral y política al uso de la razón. En el “Emilio”, al joven
hay que apartarle de las nefastas influencias de su sociedad para que desarrolle su
inteligencia mediante la experiencia.
Rousseau es un pesimista respecto a los hombres de su sociedad. El autor colaboró con
los enciclopedistas redactando dos artículos, uno sobre música y otro sobre economía
política.
Rousseau dice que la razón (técnica) nunca ha unido a los hombres, y lo que da realmente
valor a la vida humana son los sentimientos de amistad, de buena voluntad. El sentimiento
es la base de la sociabilidad humana. Por eso dice Rousseau que “el hombre que piensa
es un degenerado”. Hay que entender esta frase como un exceso de apasionamiento.
Rousseau reacciona contra el racionalismo del conocimiento, porque hay esferas en las
que el conocimiento tiene poco que hacer, como en la esfera de los valores y los
sentimientos religiosos. El deísmo ilustrado de Rousseau se basa en la conciencia
humana.
Su crítica a los ilustrados no hay que entenderla unilateralmente. La paradoja de
Rousseau está en que, por un lado, esa vuelta a la naturaleza en el “Emilio”, algunos lo
han visto como un irracionalista, otros, apoyándose en la búsqueda de un estado ideal de
convivencia que conlleva una gran racionalización, le han visto como un racionalista a
ultranza.
72
En exclusiva, no fue ni una cosa ni la otra. Rousseau reivindica la razón, pero es una
razón apasionada. Razón-pasión es una tensionalidad que vive el hombre (“hombre que
vea con los ojos, sienta con el corazón y le gobierne la autoridad de la razón”). Por esto,
Rousseau parece un autor paradójico.
73
El hombre en estado de naturaleza es asocial, amoral, no es ni bueno ni malo. Para
Rousseau el hombre no es un animal político en sentido aristotélico. Al no tener el buen
salvaje ni bienes ni posesiones, no hay posibilidad de esclavizarlo, ni caerá en la
consideración de perjudicar a los demás porque está centrado en sí mismo. El proceso de
racionalización y de socialización tiene una fuerte base económica.
Quizás el aumento demográfico y distintas circunstancias socioeconómicas (malas
cosechas, sequías...) es lo que llevó a unir a los hombres para aumentar las posibilidades
de supervivencia. Aquí se prefigura una tesis marxista; el trabajo como origen de la
sociedad. Son las relaciones sociales las que promueven distintas transformaciones en la
especie humana.
Los individuos experimentan una serie de anhelos y pasiones al vivir en sociedad, y al
compararse entre ellos aparece la ambición, el deseo de poder, pero también aparece el
amor. En estado de naturaleza hay un amor a sí mismo, y también sentimientos de piedad
hacia los demás, pero al establecerse las relaciones sociales, el amor a sí mismo se
convierte en amor propio, un amor que utiliza la razón instrumental y política para
establecer relaciones insolidarias. Se desarrolla la capacidad de simbolización y el
lenguaje. Para Marx, las relaciones sociales son un importante a priori del conocimiento.
Rousseau destaca la importancia de lo social en el proceso de modulación de lo humano.
Las primeras fases de la socialización es posible que no hubiese grandes desigualdades.
En definitiva, había una cierta armonía social y hay posibilidad de ciertas comunidades
felices. Era como una especie de comunismo, y aquí no se agudizan las desigualdades.
Esta tesis le sirve de referente para otra tesis, a saber, que este estado de cosas felices
desaparece al surgir la agricultura, la domesticación de los animales y la minería, esto es,
cuando surge la división social del trabajo. Con esto aparece la desigualdad. Por esto la
sociedad se fractura, se divide, se vuelve contra sí misma. Esta desigualdad queda
reforzada por la ejecución de la propiedad privada. Hay una crítica de Rousseau a la
propiedad privada como antipacto. Esta crítica la hace primeramente en su artículo
enciclopédico; “el trigo y el hierro (agricultura y minería) o el desarrollo de las fuerzas
productivas, es lo que ha civilizado al hombre, pero ha perdido al ser humano.”. El trabajo
mediatizado por la propiedad privada sumergió al hombre en la prehistoria, dicho en
términos marxistas.
Rousseau también dice que el trabajo ha sido el origen de la propiedad privada. La
propiedad genera el deseo de buscar su propio provecho en beneficio de los demás.
Engels, en “Socialismo utópico” nos dice que en Rousseau ya se encuentra un proceso de
socialización. También lo dirá Bloch en su libro II.
74
Rousseau no llega hasta las últimas consecuencias, pero sienta las bases al marxismo. En
la medida que se rompe el comunismo originario los individuos se ven dirigidos a una
situación de conflicto, y a alguno se le ocurrió fundar un gobierno para dirigir y gobernar a
todos. Pero esta solución se planteó para proteger a los ricos “y los pobres incautos se
dirigieron hacia sus propias cadenas”. La sociedad civil consuma la desigualdad a nivel del
derecho. Se prefigura aquí la crítica marxista al estado burgués.
Para Rousseau el Estado y los derechos civiles son un constructo de los propietarios para
mantener su situación y aprovecharse de los más débiles. Los conflictos y las guerras son
fenómenos sociales. La condición social condujo a las desigualdades y los antagonismos;
desigualdad que tuvo su origen en la propiedad privada, y antagonismos que llevó a la
creación del Estado.
El origen del problema del mal, Rousseau lo sitúa en el margen de la economía y la
política. Rousseau no dará el paso de la abolición del Estado.
2-3-2001
El Estado aparece como una mediación que beneficia a los más ricos. El mal, para
Rousseau tiene una base económica y política, pero también está alimentado por las
pasiones humanas. En sus dos primeros tratados rastreamos al Rousseau premarxista,
pero no llegó tan lejos como Marx, pese a disponer del material crítico, porque a pesar de
creer que el origen de la desigualdad es la propiedad privada, no aboga por su abolición,
porque creía que era algo inherente e irreversible en su sociedad. Pero, cuando Rousseau
aboga por la propiedad, ¿a qué se refiere?. No se refiere a la ilimitada posesión de
propiedad del capitalismo sino a esa pequeña propiedad que garantiza la subsistencia del
individuo humano. En su segundo tratado hace una crítica a la sociedad capitalista, y en el
“pasaje de las estacas” significa la proletarización del pequeño campesino. Esta fue una
medida (concentración parcelaria) de los fisiócratas franceses de mediados del siglo XVIII,
que concentrando las parcelas se pretendía aumentar la producción. Pero esto conllevaba
la expulsión del pequeño propietario. Locke acabó legitimando el régimen de asalariado
porque promueve mejor el bien social que el estado natural. Rousseau atacará esta
postura de Locke, y reivindicará la irrenunciable igualdad de todos los hombres. No
obstante, Rousseau no es partidario de una igualación total de la sociedad o comunismo,
ni siquiera de la socialización de los bienes de producción. Aunque reivindica la total
igualdad de los hombres, Rousseau admite una cierta desigualdad con tal de que la
sociedad en su funcionamiento global otorgue la subsistencia de los individuos. Él se
conforma con un baremo mínimo (CS cap. II); que no haya ciudadanos tan ricos como
75
para comprar a otros, ni ciudadanos tan pobres como para tener que venderse,
prostituirse. En la práctica, en la sociedad del libre mercado del siglo XVIII este mínimo se
rompe. El individualismo es una nota que alcanza al ethos liberal, y desencadena
relaciones desiguales. Rousseau no es un utópico marxista, pero si arremete contra el
capitalismo y el liberalismo político, porque confunde los derechos naturales del individuo
con los derechos de los más ricos. Esto lo vemos en el artículo que escribió dedicado a la
economía política.
En el Emilio vemos como se le inculca al adolescente la defensa de la propiedad, pero es
una propiedad pequeña, destinada a la subsistencia, y es de derecho natural.
Robertspierre se basó en los ideales roussonianos. Rousseau ataca a esa gran propiedad
privada y pretende mejorar la condición humana reflexionando sobre una mejor
organización política.
G.Savanne dice que Rousseau aportó a la tradición socialista la idea de que los derechos
hay que reivindicarlos en la sociedad, no fuera de ella. Rousseau parte de que la sociedad
de su época corrompe al hombre y garantiza la desigualdad.
Partiendo de la bondad natural del hombre, la reflexión de Rousseau se bifurca en dos
vertientes: individual y social o política. La individual la desarrolla en el Emilio, y busca a
un individuo libre, la independencia moral del individuo frente a una sociedad corrupta y
enajenadora. La vertiente social o política esté en el CS, y en él se intenta dilucidar qué
tipo de organización es la que más conviene al ser humano. Con este planteamiento se
pretende superar la aparente paradoja o contradicción que hay en Rousseau, porque sólo
en la sociedad el hombre puede lograr su desarrollo, pero también es garantía de su
corrupción.
Hay otra paradoja que destaca Moureau, el cual piensa que Rousseau no cree que haya
que volver al estado de naturaleza. Rousseau no repudia a la sociedad de sus primeros
escritos, y cambia en el CS. Rousseau hace una crítica a la sociedad de su época que
resulta insuficiente, y ya en su artículo de Economía se acerca, y en el CS trata de
vislumbrar el tipo de organización social ideal. Rousseau preferirá al individuo en el estado
de naturaleza frente al ciudadano real de su época, pero el ideal con el que el autor se
identifica es el individuo del CS.
Hay una problemática que subyace en toda su obra, a saber, esa tarea de compaginar
individuo y polis o libertad y autoridad. Frente a ese malestar de la sociedad
contemporánea, Rousseau intenta reglamentar mediante leyes las relaciones humanas, y
esto conlleva disciplinar las pasiones y someter la conducta a las directrices de las leyes.
Rousseau intenta en el CS responder al reto que implica la vida social, intentando elevar al
76
hombre a la vida moral y razonable, y a una armonía social obtenida por el libre acuerdo
de las voluntades.
El CS es la obra más largamente madurada de Rousseau, fruto de un largo proceso de
reflexión. Es una obra racional o deductiva frente al estilo retórico y provocador de los
otros textos. En realidad parece otro autor. El CS es una obra sobriamente escrita y trata
temas que le preocuparon durante años, desde que era secretario del embajador de
Francia en Venecia en 1843. En el libro IX de sus confesiones nos dice que es un tema al
que dedicó 13 o 14 años de su vida, aunque no de forma ininterrunpida. De la parte más
granada de sus escritos (“El manuscrito de Venecia” 1756-1758) sacó el CS. En el libro V
del Emilio hay como un pequeño resumen del CS, en el cual nos hace ver las
vinculaciones entre los ideales políticos y morales.
El CS tiene un aire platónico. También es educativo y desarrolla una teoría de alcance
normativo. No es una investigación de historia política, es un ensayo político para tratar de
evaluar las condiciones mínimas para que surja el ciudadano ideal. A pesar de ese aire
platónico también hay ciertas implicaciones prácticas de cara a ponderar nuestra actual
democracia. Esta fue una de las obras menos leídas de Rousseau, pero esto fue hasta la
RF, donde conoció un enorme éxito, y según un estudio fue el libro más leído de esta
revolución.
La obra se publicó en Holanda pero fue prohibida y quemada. También se prohibió en
Francia y el Congreso de Ginebra condena a la quema tanto al Emilio como al CS, e
incluso decreta la detención de Rousseau si se acerca por allí. También le condena el
parlamentyo de París y tiene que huir. Acepta la invitación de Hume y va a Inglaterra. (Allí
escribió “Carta sobre la montaña”, una defensa de Rousseau sobre sus escritos)
¿Por qué se condena el Contrato Social?
Rousseau comienza aludiendo a sus anteriores investigaciones. La sociedad de su época
está basada en un sistema general de desigualdad cuyo caso más evidente es la
esclavitud (“El hombre ha nacido libre y en todas partes se encuentra encadenado” Cap.
I). Aristóteles ya se encargó de este tema diciendo que unos hombres nacen para mandar
y otros para obedecer. Rousseau cree que Aristóteles confundió el efecto con la causa, y
que “la fuerza ha creado, contra la naturaleza, la esclavitud, y luego la cobardía de éstos la
ha perpetuado”. La situación de injusticia sólo descansa en la fuerza, convertida en
derecho (pseudoderecho). Para Rousseau la fuerza física nunca puede ser fundamento
del derecho, pues de ella no se deriva ningún derecho. Éste, se basa en una razón que
obliga y puede convencer, supone un derecho moral al que se obedece voluntariamente.
El derecho obliga, no constriñe. Ningún hombre tiene autoridad natural sobre otro, y el
argumento de la fuerza no es bueno, sólo cabe el acuerdo o la convención(libro I, cap. VI)
77
El CS es un auténtico cambio en el que el hombre pasa a ser un nuevo hombre, un
hombre en el estado de naturaleza; el ciudadano. Esto lo señala en el cap. VI y se basa en
el contractualismo, aunque Rousseau lo pensará desde sus propios presupuestos que lo
diferenciarán de los otros autores. Las distintas valoraciones del estado de naturaleza y
civil tienen sus consecuencias para la teoría del Estado que Rousseau desarrolló.
COMPARACIONES
Hobbes partía de una visión pesimista del hombre, y concevía el pacto social como la
renuncia de sus derechos originarios a un tercero soberano o Leviatán.
Locke concebía el Estado de forma menos pesimista que Hobbes, y en el estado de
naturaleza ya había una norma que busca asegurar en el pacto los derechos naturales del
ser humano, que ya poseen una vigencia presocial mediante la ley. Sin embargo, sin la
protección de los organismos estatales estos derechos naturales podían ser transgredidos
por los ciudadanos menos racionales. Por tanto el pacto tenía un carácter corroborativo
respecto de los derechos naturales. Locke piensa en un Estado liberal y representativo. El
pacto social asegura un enriquecimiento de la naturaleza humana.
Rousseau parte de la crítica a la sociedad de su época y busca una salida ideal y
normativa. En Hobbes hay una enajenación de los derechos a un tercero, en Locke está la
salvaguarda de los derechos naturales, la garantía de su continuidad sin enajenación sino
legalización y delegación representativa. En Rousseau hay una enajenación total de los
derechos, pero no a un tercero absoluto, sino a favor de la sociedad, de la comunidad. En
el fondo Rousseau piensa que para acabar con la injusticia hay que buscar una nueva
forma de asociación. Las cláusulas del CS se reducen todas a una; La delegación de mis
derechos en la comunidad política para defender los derechos de todos. Parece un a
enajenación total pero es intentar disfrutar de los derechos individuales sin antagonismo
con la sociedad y con los otros derechos. Disfrutar de mis derechos a la vez que otros
disfrutan de los suyos. La enajenación en Rousseau es más aparente que real, pues esa
cesión de los derechos naturales son una recuperación de ellos como derechos sociales y
positivos.
El paso del estado natural al estado civil, que es lo que pretende el CS, representa para
Rousseau un cambio sustantivo que acaba afectando a la vida misma y a las relaciones
humanas.
En Hobbes se pierden los derechos originales, en Locke se conservan y en Rousseau se
transforman. Se transforman porque la igualdad y la libertad del estado de naturaleza se
recuperan pero de forma desnaturalizada o institucionalizada, bajo la garantía de un
contrato jurídico y social. Con el CS se crea una nueva naturaleza que implica y permite al
78
ciudadano ideal superar la tensión entre los derechos individuales y sociales. Este
equilibrio se consigue con esta nueva naturaleza (Libro I, final)
El ciudadano para Rousseau es el hombre que asume el status de sujeto moral y político,
y asume el compromiso de actuar conforme a derecho, de tal forma que si en el estado
natural el derecho natural se basaba en el instinto y la bondad, pero en la sociedad civil los
derechos materiales descansan en la justicia y en la razón. El CS tiene la peculiaridad de
que la categoría de comunidad tiene un papel muy importante. Es un pacto con la
comunidad de todos los hombres implicados en ella. En el CS Rousseau destaca la
comunidad como sujeto de derecho político. La comunidad goza de un “yo” común, una
personalidad corporativa que se expresa en la voluntad general. La comunidad política y el
cuerpo político son un sujeto capaz de una voluntad moral.
En el CS Rousseau habla de la voluntad general. Habla de las pequeñas
colectividades(politi) y de su sociedad actual. Al hablar de la voluntad general Rousseau
se refiere a la politi, y en la medida que se identifique con el bien común es siempre recta.
La soberanía, comunidad de asociados, es el ejercicio de la voluntad general y será
inalienable. Rousseau intenta resolver el problema político fundamental para conciliar la
autoridad y la libertad mediante su pacto social donde el hombre puede entrar en sociedad
con sus semejantes sin renunciar a la libertad por que a través del pacto obedece a las
leyes que se da a sí mismo (piensa en la democracia directa)
8-3-2001
Para Rousseau el paso del estado de naturaleza al estado civil implica un cambio
cualitativo. El C.S. para Rousseau supone un proceso de moralización e humanización
que transforma al hombre a secas en ciudadano, sujeto moral y político.
La democracia sólo es posible en una pequeña comunidad, la “polite”, pero no en una gran
urbe.
La voluntad general se identifica con el bien común, y por ello esa voluntad es definida
como recta y justa. La soberanía, el ejercicio del poder soberano, será inalienable,
indivisible, pero esto parte de un a priori del que hay que hablar.
La voluntad general no se entrega a ningún representante, lo que si se puede delegar
nombrando comisarios es el ejercicio práctico de la ley.
¿Qué califica de general a la voluntad del hombre social?. Se trata de una cualificación y
no de una mera coincidencia cuantitativa de voluntades particulares. Por ello no es un
mero aditivo sino que implica algo cualitativo e intencional. La voluntad general no es por
tanto la voluntad de todos. Rousseau dice que hay casos que un solo individuo representa
a la voluntad general mientras que la mayoría impone sus intereses particulares (“...y si
79
llega el caso habrá que obligar al individuo a ser libre”). Algunos han visto ciertos aspectos
totalitarios y aunque esto no es cierto si hay elementos de coacción en esta voluntad
general porque, según Rousseau, se le puede exigir al ciudadano que entregue su propia
vida. Parece utópica e irreal una voluntad general como esta, por que, ¿cómo se lleva a la
práctica en una sociedad como la del siglo XVIII?. Esa tensión entre libertad y coacción se
enfrentan políticamente. Quizás esa tensión sea fruto de la contradicción interna del ser
humano, sus intereses egoístas, y por otro lado, el bien común que nos obliga. Es cierto
que la coacción de la virtud nos puede llevar a un planteamiento jacobino. Rousseau,
animado por su optimismo antropocéntrico intenta la reconstrucción del paraíso perdido y
plantea una libertad en solidaridad mediante un método racional. Esta práctica está
plagada de dificultades y también el pueblo puede ser engañado víctima de su ignorancia.
Rousseau ofrece una salida aritmética para este problema, y dice que en la práctica no
hay otra forma que acudir a la consulta popular, confiando en que la opinión de la mayoría
coincida con la voluntad general. Este es un problema sin resolver hasta nuestros días. La
solución de Rousseau no deja de ser abstracta, retórica o idealista, porque parte desde la
base de una sociedad que no esté fraccionada del todo.
Rousseau no es tan realista como Maquiavelo, Hobbes o Locke, porque piensa en la
ciudad de Ginebra y en la Esparta y la Atenas de la primera época. Esto muestra que su
pensamiento es el de una comunidad política que sea la mínima expresión del estado,
porque Rousseau desconfía de su sociedad contemporánea. Desde “Carta desde la
montaña” dice que su C.S. no es un texto utópico, pero reconoce que está pensando en la
ciudad estado de Ginebra, idealizada por él, y era un tipo de organización que tenía poco
que ver con el estado contemporáneo de su época. Pensaba en los antiguos cantones
suizos donde se practicaba la democracia directa.
¿A qué queda reducido en la actualidad el campo político de aplicación de los idearios de
Rousseau?. Desde luego sólo a pueblos pequeños y en vías de formación donde no se
hayan desarrollado las desigualdades sociales (Libro II, cap. X)
Rousseau se refiere a sociedades preindustriales. Rousseau no reniega de la modernidad
porque esto ya ha quedado claro, pero él se queja de cómo se está llevando este progreso
porque nos hace perder la libertad y la igualdad. Frente a las sociedades modernas,
Rousseau es favorable a sociedades austeras donde el bien común sea el fin último
(predominan otros valores que los mercantiles), pero esto no hace sino reconocer el
carácter utópico de sus planteamientos.
De aquí la paradoja de Rousseau porque no sabe ofrecer una alternativa práctica y
realista y atrayente para sus contemporáneos y acabará saliéndose por una tangente
romántica. Rousseau mira el pasado como referente para hacer una crítica al presente.
80
Coletti y otros han dicho que el contrato social es un texto que nos conduce a
Montesquieu. Es cierto que coinciden es su actitud crítica frente a la economía liberal pero
no hay coincidencia en un modelo de sociedad.
Más allá de esto no hay coincidencias entre Montesquieu y Rousseau porque Montesquieu
basa su teoría crítica sobre la base del siglo XIX y mira al futuro mientras que Rousseau
para hacer su crítica al presente mira al pasado; es su recurso para protestar contra esa
inmoralidad de la sociedad capitalista naciente en cuanto que despierta los vicios privados
como virtudes públicas.
En el fondo Rousseau no está de acuerdo contra el individualismo utilitarista (de Locke y
luego Mill). Benjamin Constant critica que la libertad de Rousseau es propia de los
antiguos porque la identifica como ese sometimiento del individuo a la sociedad que
implica la pérdida de independencia en aras del bien común. Frente a esto los modernos
conceptos como bien común y voluntad general no interesa como punto de partida aunque
equilibrar bien común e intereses particulares queda abierto al debate. Frente a Constant
hay que decir que todo intento de consenso no implica pérdida de libertad, pero la mirada
retrospectiva de Rousseau también hay que decir que es insuficiente.
Hay críticos que dicen que el siglo XVIII no se estaba en condiciones de platear unos
argumentos válidos y por ello hay que acudir a la antigüedad. Hay una paradoja en
Rousseau porque es moderno y progresista con un ropaje tradicional.
Capítulo VI, libro II: “todo Gobierno legítimo es republicano”.
Una vez que se forma el estado civil las leyes generales son expresión de la voluntad
general y son la plasmación de la soberanía inalienable del pueblo. Esas leyes generales
definen las formas de gobierno (las formas del poder ejecutivo). La república es para
Rousseau no una forma de gobierno (las formas de gobierno son: monarquía, aristocracia
y democracia); la república no es una forma de gobierno anterior, es un estado que se
autolegisla y cuyas leyes fundamentales están previamente establecidas. Ningún Estado
será legítimo si no es República, tanto en monarquía, como en aristocracia y/ o
democracia.
El tema del poder ejecutivo es lo que lleva a Rousseau a hablar de las formas de gobierno.
Poder legislativo-ejecutivo (Libro III, capítulo 1): “Toda acción tiene dos causas, un factor
moral, la voluntad, y uno físico, el poder que la ejecuta”; el primero es el legislativo y el
segundo el ejecutivo. Hay dos componentes: el factor moral y el brazo ejecutor; el
gobierno como el poder ejecutivo es como el brazo ejecutor de la ley. El gobierno es para
Rousseau un cuerpo intermedio establecido entre los súbditos y el soberano se encarga
de la ejecución de las leyes y el mantenimiento de la libertad.
81
Para Rousseau el pueblo soberano se autolegisla, establece las leges fundamentales pero
será el gobierno el que tenga que aplicarlas.
“El poder ejecutivo es el príncipe y lo forman los magistrados o reyes.
El sentimiento de los ciudadanos no se entiende como un contrato porque el príncipe o los
magistrados son comisarios del soberano y éste puede resistirse a sus malas acciones. Se
amplía por tanto el derecho de resistencia de Locke.
(Libro III, Capítulo 2) Presupuesto: la fuerza total del gobierno no se divide y por ello
cuanto más grande es el príncipe más fuerzas tiene que gastar en controlar a sus
Independencia
miembros y más débil será. Corporativa
General
Hay tres voluntades en el magistrado
83
Su idea de la concepción de la ley y “aquí se dice lo que es y no lo que debe ser”, delata
una firme voluntad de observación política. Althuser dice que en la ciencia de la política ya
había otros autores que habían dado vueltas a esto pero quedó en un deseo y en un
modelo normativo. Montesquieu es un protosociólogo por lo sui generis en la aplicación de
la ley.
La doble revolución de Europa en el siglo XV y XVI hay que tenerla en cuenta porque la
situación de crisis y desconcierto es en donde se sitúa Montesquieu, porque el mundo está
transformándose y en el siglo XVIII se empieza a tomar conciencia del relativismo cultural.
Montesquieu plantea la cuestión de la vida del derecho en el terreno de los hechos
positivos pretendiendo establecer mediante un método de investigación histórica y
comparativa que las constituciones jurídicas no surgen de la mera arbitrariedad de los
legisladores, sino que también tiene que ver con relaciones necesarias que emanan de la
naturaleza de las cosas. Los legisladores están condicionados por factores no
conscientes; todo legislador es un legislador en situación.
Antes que Montesquieu, en el siglo XVII, Vico dijo que porque no aplican el método de
Francis Bacon al estudio de los acontecimientos históricos y sociales, porque quizá
también podemos encontrar nuestro orden o causación. Vico no fue conocido en su época
pero Montesquieu sí conoció su obra. Montesquieu nos dice que existen dependencias
entre las diversas legislaciones y una pluralidad de características locales que van desde
factores geográficos, climáticos, demográficos, usos, costumbres, creencias, factores
económicos....
MONTESQUIEU:
“Cartas persas”, Edición Fama, Barcelona, 1974;
“Del espíritu de las leyes”, Edición Tecnos, Madrid, 1985
Lous Althuiser: “Montesquieu: la política y la historia”, Edición Ariel, 1974
“Leyes positivas: ordenes institucionales, males, usos, costumbres, códigos de conducta,
etc.”
Leyes científicas: relaciones funcionales entre las leyes positivas y una pluralidad de
factores
“Del espíritu de las leyes”
leyes científicas leyes positivas
ciencia de la política
84
Leer a Montesquieu no es fácil, pues utiliza una terminología especia. “Del espíritu de las
leyes” es una obra profética, precursora de muchas cosas.
Nace en 1689 y muere en 1759. Nace en Burdeos, en el seno de una familia con tradición
política. Apasionado por la historia, consejero del parlamento de Burdeos de joven y luego
adquiere magistratura. Tenía un gran interés por las ciencias sociales y la historia. “Cartas
persas” (1721) es fruto de este interés. Marcha a París y se introduce en el ambiente
ilustrado, donde adquiere gran notoriedad; en 1728 le nombran maestro de la academia
francesa. Montesquieu emprende un largo viaje a Europa y llegará luego a Inglaterra, que
le impactó mucho (igual que Voltaire) porque entró en contacto con la tradición liberal
inglesa y se impregna de todo eso. Inglaterra en el siglo XVIII gozaba ya de la actuación
de los partidos. A los dos años de estar en Inglaterra vuelve a Burdeos: “De las
consideraciones de esplendor y decadencia del Imperio romano” (1734), dice que hay
regularidades históricas en el proceso de expansión y declive de las grandes sociedades.
Este ensayo es precursor de su gran obra “Del espíritu de las leyes” (1744), que consta de
31 libros y 605 capítulos; tuvo un gran éxito (22 ediciones en dos años) e impacto en el
ambiente liberal de Europa (Turgot, Catalina de Rusia y también influye en el pensamiento
conservador de Constant o Tocqueville). Su obra fue aceptada con reparos por la
ilustración y el sector católico conservador que lo rechazó.
Adam Shaft (sociólogo polaco), habla de que, aunque de manera asintótica, será viable
una democracia directa, pero hoy por hoy es inviable debido a la complejidad. Esto sin
embargo, no hace obsoleta las tesis de Rousseau porque es utópica pero no hay que
renunciar a la democracia directa. Hay que mirar siempre con vistas a innovar en pos de la
igualdad, la justicia y la libertad. Un consenso que debe descansar en garantías de la
participación, evitando todo tipo de coacción encubierta o no. Rousseau reivindica, a pesar
de su carga utópica, la legitimidad del ideal de la democracia entendida como un proceso
(igual que Sartorius), siempre insatisfecho en la que el pueblo será cada vez más
gobernante y menos gobernante. Rousseau nos servirá de acicate contra esas
mediaciones gubernamentales que impiden la opinión libre del ciudadano. Hay que los
métodos institucionales que promuevan la participación para una democracia participativa
y cada vez más deliberativa. Frente a Rousseau, hay que decir que no podemos
quedarnos mirando al pasado y los consejos prácticos de corte hobbesiano (polacos) y
tampoco podemos quedarnos en un discurso abstracto sino ver las posibilidades reales de
acercarnos, aunque asintóticamente, a un ideal democrático real.
09/03/2000
85
Carga revolucionaria del texto de Rousseau:
Posibilidad de distintas interpretaciones; de ahí la debilidad de su teoría.
¿Cuál es la trascendencia de estos autores contractualistas en la democracia?
En ellos están los orígenes del principio político racional y secularización y autonomía del
discurso político. Intento de racionalización autónoma. Galvano de la Colpe dice esto:
“Sustituir el edicto real por la ley como expresión de la voluntad popular surgida del
contrato”. Esta es una des las aportaciones de estos autores contractualistas. Si estos son
los méritos del contractualismo también hay limitaciones porque este contractualismo no
puede ir mas allá debido a su abstraccionismo apriorista y es aquí donde se ubica la crítica
marxista a la ideología burguesa y dirá que hará falta nuevas mediaciones para vincular
razón e historia. Hace falta una racionalización más correcta y racionalista. De la Golpe
también recuerda esto. Ya no será suficiente una defensa abstracta y ahistórica de la
libertad y la igualdad porque esa igualdad es extrínseca y no intrínseca y real. No todo es
desechable en el contractualismo pero el desequilibrio entre igualdad, libertad y justicia
acabará invalidando esa democracia burguesa o, al menos, cuestionándola. Es
insuficiente.
Hay que reconocer que desde esta perspectiva histórica crítica la aportación más
destacable de Rousseau es la reivindicación inalienable del carácter del pueblo. Es el
pueblo el que detenta la autoridad política. Rousseau reivindica la democracia directa pero
será un tipo de organización política poco viable en nuestra sociedad.
Montesquieu sugiere un estudio sociológico mediante la comparación. Montesquieu tomó
conciencia por su apasionamiento por la historia, de la enorme variedad y polimorfismo de
las diversas sociedades y culturas. Montesquieu alimentó una pasión por el estudio de
otras culturas. En las cartas persas es un recurso de su época con información de
viajeros.
Tierno Galván prólogo Esp.Leyes
Montesquieu destaca la diversidad de usos y conductas pero también cae en la cuenta
que se pueden ordenar (no como Max Weber: tipos ideales, pero ya lo intuye). Entre la
diversidad absoluta y el orden absoluto hay una vía, la tipología, que no será abstracta
porque implica un orden social, económico y político.
Montesquieu pensó que se podrían explicar las leyes y normas por causas que no eran
conscientes. Montesquieu quiere edificar una ciencia de la política con leyes. Para una
ciencia de la política el objeto de estudio debe presuponer que la política de la historia
posea unas posibilidades para poder abordarlo. Tiene que haber unas ciertas
regularidades para hacer ciencia política de la historia. Estas regularidades son las que
Montesquieu intenta descifrar.
86
Lo revolucionario en Montesquieu es su concepción de la ley, pieza fundamental de su
concepción de la ciencia política; ley = “relación necesaria que deriva de la naturaleza de
las cosas” (Libro I, capítulo 1).
Montesquieu trata de descubrir hechos constantes. Aplica a la investigación histórica y
política una concepción quasinewtiana de ley. Según Althuser, esta ley no será orden ideal
sino una relación inmanente de los hechos, lógica inductiva y deductiva de los hechos a
base de comparaciones. La ley expresa relaciones constantes entre cosas, pieza entre
relaciones funcionales entre variables. Descubre interdependencia entre distintos factores.
Método inductivo para establecer modelos.
Montesquieu es un precursor del estructuralismo y del marxismo. Una cosa son las leyes
científicas y otra las positivas; las positivas son de orden institucional, códigos de
conductas, usos, costumbres, pero Montesquieu intenta descubrir la ley científica de
agrupamiento o evolución de esas instituciones y ese mundo de reglas.
“El espíritu de las leyes” consiste en las diversas relaciones que las leyes positivas tienen
con esa pluralidad factorial. En el Libro I, capítulo 3, se encuentran las relaciones
interdependientes que vinculan la pluralidad de factores (geográficos, climáticos,
económicos,...).
Vico (siglo XVII) y Montesquieu ((siglo XVIII) son los autores que se separan de la
corriente contractualista porque el problema del origen de la sociedad no les interesa,
pues tienen un objetivo distinto.
Diversas modalidades de gobierno tienen relación con una pluralidad de factores. Si el
gobierno que se quiere instaurar está en concordancia con el espíritu del pueblo el
gobierno triunfará.
16/03/2001
MONTESQUIEU:
Cree descubrir relaciones funcionales o de interdependencia entre las diversas
constituciones políticas pasando por el ámbito geográfico o climático hasta pautas de
conducta y factores socioeconómicos.
87
Montesquieu descubre una racionalidad que está como tamiz del inconsciente.
Montesquieu cree que, para descubrir una cierta racionalización, recurre a los tipos.
Pionero en la ciencia política de la historia. Pero para ello hace falta que el objeto de
estudio presente unas regularidades.
Althuser utiliza un método quasinewtoniano.
Pluralidad de factores- leyes positivas
La interpretación científica de las leyes políticas es el espíritu de las leyes. Relaciona una
pluralidad de factores con las diversas modalidades de gobierno. Es una teoría política
que se identifica con una sociología política que describe una cierta racionalidad
subyacente.
Montesquieu, frente a Rousseau, no intentó buscar una solución ideal al problema político,
no es su Leitmotiv. Tiene otras preferencias aunque se su experimentación sacará sus
propias conclusiones.
Obra inmensa con cierta estructura (parecida a la de Tocqueville). La división de Althusser
es:
Primeros 13 capítulos: teoría de los tipos de gobierno con su correspondiente
naturaleza y principios (habrá 3 tipos);
Siguientes 14-19: hace referencia a las causas materiales y físicas, clima,
geografía y recursos naturales;
Siguientes 20-25: conjunto abigarrado de factores (sociales y culturales):
20-21: comercio
22: moneda
23: población (demografía)
24-25: factor religioso
El resto de capítulos son menos interesantes para nosotros.
Existe una cierta relación definida entre los sistemas políticos y una serie de condiciones
sociales y no sociales.
Tierno dice en el prólogo que las leyes responden a circunstancias, usos y costumbres.
Según la circunstancia, una situación política tiene mas posibilidades de existir y no vale
aquí un voluntarismo político. Pero tampoco es determinismo, que lo posible es lo real.
El posible determinismo que se le achaca a Montesquieu no es de corte mecanicista
porque esas relaciones necesarias que emanan de la naturaleza de las cosas hay que
entenderla en términos de probabilidad. Ante una serie de causas / circunstancias una
institución puede funcionar mejor sin darse la degradación.
Pero esto no presupone un vínculo mecanicista porque aquí entra la voluntad de los
protagonistas políticos: “el mundo inteligente no está tan gobernado como el mundo
88
físico”. Los seres humanos son libres e inteligentes pero deberán ajustarse a las
posibilidades funcionales de su contexto histórico.
Conjunto de factores, clima, población, geografía, pautas de conducta, todo esto será para
Montesquieu el “espíritu general de la nación” (capítulo 19).
Elías Díaz, Althusser, Cassirer, dicen que hay aquí una interpretación estructuralista. El
gobierno es una subestructura en relación con una macro estructura. Lo revolucionario de
Montesquieu es esa explicación sociológica de correlación de factores que él aplica a la
naturaleza de lo social; esto es un determinismo, pero matizado. Cabe también aquí
consejos prácticos al legislador en función de la ciencia que él construye.
Las leyes positivas deben tener en cuenta o ajustarse a las leyes científicas; esta es la
recomendación de Montesquieu al legislador, y con ello hace una llamada para reducir la
distancia entre las leyes que gobiernan a los hombres sin saberlo y aquellas que se dan
ellos sin saberlas.
En los primeros trece capítulos está su teoría de los gobiernos, de la que cabe destacar
una serie de aspectos:
Teoría de los gobiernos
Teoría de la separación de poderes
Montesquieu habla de tres gobiernos:
República (como democracia y como Aristóteles)
Monarquía
Despotismo
Los tres tipos son expresión de ciertas estructuras sociales subyacentes porque están
vinculadas con una serie de factores.
Por inducción hace una tipología con tres tipos ideales que la historia no cumple. Su
método de observación e inducción queda algo pobre o débil pero desde su perspectiva es
un logro.
Al hablar de República tiene en cuenta Roma, Grecia o Génova, que son aristocracias.
Las monarquías europeas medievales, el modelo gótico. Y el despotismo piensa en los
imperios orientales o asiáticos (Persia, Turquía, China..), pero era información que le
llegaba.
Montesquieu demuestra su talante realista o moderado porque cree que no hay leyes
válidas universales para todas las colectividades, todo tiempo o lugar. Esa distinción de
tipos de gobierno implica una organización de estructura social. Montesquieu combina el
análisis de los regímenes políticos con las organizaciones sociales y un tipo de gobierno
será un tipo de sociedad, es a es la originalidad de Montesquieu.
89
El vínculo entre régimen político y sociedad se establece primero, determinando las
dimensiones de la sociedad.
Montesquieu nos dice que la república se ha dado en poblaciones pequeñas La
monarquía en asentamientos pequeños y el imperio en grandes extensiones pero esto no
será una relación causal estricta sino una afinidad o concordancia entre el tamaño de la
sociedad y su tipo de gobierno.
Leemos el Libro VIII.
República: gobierno del pueblo o parte del pueblo (democracia o aristocracia);
Monarquía: gobierno de uno solo con leyes fijas (no es absolutista);
Despotismo: gobierno uno solo sin leyes (irracionalidad política).
Esta es la naturaleza de cada gobierno. ¿Qué leyes emanan de esa naturaleza?
Naturaleza y leyes o principios son distintos en monarquía:
Naturaleza: es la esencia o estructura de ese gobierno o solución política, y vendrá
definida por los titulares del poder y su distribución;
Leyes fundamentales o principios: es lo que mueve a actuar a un gobierno y tiene que ver
con las pasiones, los deseos o estados anímicos, los criterios y valores.
Naturaleza es estructura particular y principios son pasiones que lo ponen en movimiento.
Althuser dice que Montesquieu no es partidario de la República porque él cree que el
tiempo de la república ha pasado ya y sólo se podía sostener en poblaciones pequeñas
pero la República se derrumba cuando viene la polis.
La creciente estratificación social implica distintos puntos de vista y las grandes
desigualdades en la propiedad privada generan desigualdad en el poder político.
Montesquieu dice que en su tiempo se imponen los grandes imperios o los de tipo medio.
La república se sostiene gracias a la virtud de la frugalidad, entendida como igualdad. Hay
límites y restricciones en la acumulación de riquezas y poder más allá de los cuales se
acaba socavando la existencia de la república y llegamos a una república aristocrática.
La república está animada por la frugalidad, buscan sus necesidades pero respetando a
los demás. Amor a la patria, a la igualdad y a la solidaridad. El ciudadano democrático es
un altruista social.
En la aristocracia estas virtudes cambian y hay igualdad entre los nobles.
Para la democracia es necesaria altas cotas de virtud política. En la república aristocrática
Montesquieu recomienda la moderación presidida por la virtud solidaria, aunque sea
estamental.
Las ciudades de una república democrática tienen un privilegio único en el mundo porque
pueden producir conscientemente el orden que quiere que les gobierne. La educación
90
ciudadana será muy importante (Libro IV). La virtud del demócrata es el amor a la patria, a
la democracia, a la igualdad y a la solidaridad.
Hay textos de Montesquieu que recuerdan a Rousseau.
La democracia es un régimen político que exige la posibilidad de participar pues también
un cierto control de la economía social. Debe haber una corresponsabilidad social en los
asuntos económicos. El ideal democrático no es compatible con las grandes
desigualdades sociales, y esto pasaba en su época, por ello dijo Montesquieu que el
tiempo de la democracia ha pasado. La democracia exige un equilibrio económico que es
muy difícil de mantener en las sociedades actuales. La democracia en Montesquieu
requiere el amor al trabajo; trabajo para todos y sin desigualdades que desequilibren el
sistema.
Montesquieu habla de república democrática y aristocrática. Si la democrática fuese
viable, que no lo era en esos tiempos, no sería de carácter directo sino representativo
porque sino acaba en el despotismo popular. Montesquieu desconfía que el pueblo bajo
detente el poder porque el pueblo no es más que pasión cuando se abandona a sí mismo.
El pueblo si tiene capacidad para elegir s a sus representantes.
Montesquieu es preferente por un gobierno representativo, un gobierno adecuado debe
ser representativo sea una república o una monarquía.
La democracia directa como autogobierno no es viable en su época.
El gobierno representativo republicano alude a una república aristocrática. La
representación también afectaría al pueblo llano porque la nobleza está presente y no
representada en el parlamento junto al rey. Esto implica dos fuerzas presentes y una
representada. Este será el modelo con más garantías para subsistir. La nobleza tiene un
especial protagonismo en Montesquieu. El concepto de libertad política está vinculado a la
ley, que es el fruto de un poder moderado y equilibrado y esto no es posible si la fuerza no
está en las fuerzas intermedias, nobleza y clero y los representantes del pueblo.
Por tanto, tanto la república como la monarquía, con futuro y moderadas, tendrán que
tener el elemento noble como moderados.
En el siglo XVIII hay ya condiciones para que se pase de la república a la monarquía pero
él arremeterá contra la monarquía absolutista.
Honor: principio o virtud de la monarquía.
93
2.- Ciertas insuficiencias institucionales: al derrocar a la monarquía, todo pasa en
bloque a la Asamblea Nacional, y ésta cae presa de los dirigentes individuales (Fontana:
“La democracia totalitaria de los jacobinos”).
La salida de Robespierre ante la crispación es la “teoría del gobierno revolucionario”. Un
gobierno centralizado operativo y capaz de generar y canalizar sus fuerzas contra los
enemigos de la revolución. Esto legitimó las competencias del comité de salud pública.
Esto se traduce en una centralización y habrá una separación del pueblo republicano y la
élite jacobina. El régimen republicano dio más importancia al poder legislativo que al
ejecutivo porque cree que lo importante es evaluar leyes pero sin evaluar su aplicación
práctica. El propio comité de salud pública acaba marginado a la propia asamblea.
Este elitismo político se mezcla con otro problema: la falta de un verdadero programa
económico. Se da lo que se llama un dirigismo económico.
Este conflicto acabó implicando a todos, incluso a los propios revolucionarios. Robespierre
intentó un cierto centralismo pero acabó estallando. Enfrentamiento del comité de la salud
pública con los demás organismos (girondinos, y todos lo que fueran perseguidos, optan
por un golpe de estado: La convención). El 27 de julio de 1794 la convención dio el golpe
de estado de Termidor: guillotina para Robespierre y Saint Just. Intentaron restablecer una
constitución más conservadora (la de 1795), de talante burgués con énfasis a la propiedad
privada, la libertad de comercio, la igualdad legal.
Dos Asambleas: la de los 500 y la de ancianos.
Fuerte poder ejecutivo: Directorio de 5 miembros que se renuevan anualmente.
Esto supone un giro a la derecha.
En el año 97 Babel fue condenado a muerte y en 1799 el golpe de estado de Napoleón
derroca al directorio y establece un régimen personal de consulado.
Esta revolución acaba como empezó ( Inglaterra o EEUU): con absolutismo. Las
extravagancias de Napoleón desencadenaron una revolución por toda Europa.
La revolución francesa intentó llevar a la práctica muchos de los principios de la ilustración
e incluso contratos de expropiación económica (ni Rousseau lo dijo).
La revolución francesa no fue una revolución socialista, pero es un amago de expropiación
y de centralización que se malogra con el terror.
Fracasó porque no supo canalizar la democracia revolucionaria hacia alternativas
democráticas y acabó degenerando en el centralismo. La revolución francesa nos trae que
el intento voluntarista no se puede implantar por la fuerza. Esto se repetirá en los siglos
XIX y XX.
El sigo XIX será testigo de monarquías de ideas liberales pero ante el testimonio histórico
de esta fallida revolución. No se podrá renunciar a (fines irrenunciables):
94
Derechos individuales
Constitucionalismo
Gobierno tiene que ver como referente las cuestiones sociales
La revolución francesa es una prueba fehaciente de que el avance europeo conlleva una
sociedad que lucha por la superación de una contradicción fundamental: el desarrollo
económico y el lastre de unas estructuras políticas institucionales y morales que no
responden a la expectativas morales de la ciudadanía. El pueblo quiere ser cada vez más
protagonista y dirigir el destino de su sociedad y esto requiere más participación en las
tareas institucionales legislativas, jurídicas y socioeconómicas.
La resistencia de los sectores más conservadores y la respuesta apasionada de los
perdedores.
Revisión contraria a la de la segunda etapa del liberalismo.
¿Qué aporta? La figura más representativa: Stuart Mill (padre) y Bentham.
30/03/2001
Andie Vachet: “La ideología liberal I y II”, Editorial Fundamentos, Madrid, 1972
Ernst Nolte: “Después del comunismo”, Editorial Ariel, Barcelona, 1995
L. Dummt: “Aomo aefuelis”, Editorial Taurus, Madrid 1986
R. Kuhn: “Liberalismo y fascismo”, Editorial Fontanella, 1978
J. Bentham
James Mill
J. Stuart Mill
El liberalismo fue decantándose como una mentalidad que según Vachet reflexiona sobre
el hombre; la política, economía, acabó siendo una cosmovisión y un espíritu naturalista
que plantea una antropología de la felicidad entendida como la tenencia y el disfrute de
bienes materiales. Esta antropología pone el interés como el motor de al vida humana y la
razón y pasión como mediadoras entre la realidad y la naturaleza. La auténtica vida moral
consiste en obediencia a las leyes de un racionalismo hedonista. Se figura un utilitarismo
95
(Hume). Otra nota característica del liberalismo es el individualismo hunde sus raíces más
remotas en la destrucción de la concepción organicista de la sociedad que aparece a
finales de la edad media. Las coordenadas físicas del individuo moderno se derivan de la
escolástica neotomista (Escoto, Ockano, Malaventura) propician la destrucción ontológica
entre individuo y sociedad (según Vachet).
Lo social y lo político es una construcción humana, producto artificial que pierde todo peso
ontológico esencial (novaventura). Lo social y lo político son necesarios accidentalmente,
por la caida del pecado original. Son sustitutos imperfectos del estado de gracia. Son un
mal menor. Este planteamiento favorecerá el individualismo porque si la sociedad y la
política no deriva de la constitución originaria del hombre es porque el hombre es un ser
aislado. (Vachet: “la soledad es una propiedad de su estatuto ontológico y ético”).
En Escoto se radicalizaban tesis de buenaventura; lleva la individualización a la ética y el
derecho. Para Escoto el espíritu capta es un acto único e indivisible lo individual. En el
terreno de la epistemología el individuo alcanza la mayoría de edad al conseguier la
inteligebilidad. De aquí deriva la autonomía del hombre. Para Escoto sólo hay seres
individuales. Este individuo también favorece Guillermo de Ockham, que lo lleva al
extremo máximo, positivismo nominalista. Capacidad de conocimiento abstractivo es
negado, sólo existe el individuo compacto de lo que nada escapa. Este individuo
metafísico fue un primer paso del que partirá el liberalismo en su individualismo que
enlazará con la ética de la responsabilidad a partir del reancimiento (Francis Bacon,
Nicolás de Cusa)
Aparece una libertad de invención. Este proceso de individualización encuentra su apogeo
en las teorías del estado de naturaleza que trata de aislar al individuo de toda
consideración histórica y sociológica. Situarle en su esencia desnuda para recomenzar la
historia desde los derechos primitivos individuales que el discurso especulativo nos ayuda
a descubrir. Hobbes, Locke y Rousseau reconstruyen la sociedad a partir de los principios
del individualismo.
El estado de naturaleza y el contrato social intenta a partir del siglo XVII sistematizar este
individualismo que trajo el desarrollo de la ética y política. Los derechos naturales de los
individuos son los que dan sentido a la sociedad. La función del estado es velar por la
salud de esos derechos.
Famosos lemas del liberalismo:
Libertad de todos los individuos (Locke);
Igualdad de la naturaleza y ante la ley (Rousseau);
Derecho de propiedad (Locke, Hume);
96
Derecho de seguridad salvaguardado por el Estado.
La libertad es expresión y consecuencia de ese derecho primario a la vida.
Al liberalismo le interesó especialmente la libertad política o libertad externa como
condición que permite la autodeterminación, autosuficiencia; Hobbes entendía la libertad
como falta de impedimentos externos, como libertad interna. En la traducción liberal, la
libertad política son las condiciones que permiten al ciudadano protegerse ante el poder
del estado. Esa libertad negativa, o de resistencia, es fundamental para que se den las
obras liberales. Quedarán reguladas ante la ley. Sin ley, la libertad brilla por su ausencia.
La libertad política es libertad legal.
La privacidad s una “conquista” del liberalismo ilustrado de la modernidad. En la etapa
clásica no hay distinción entre esfera pública y privada. No existía el “yo”; según Sartori,
“hombre y ciudadano eran lo mismo”.
El concepto de libertad política, el ethos del liberalismo, no existía en lo clásico. No se
daba la seguridad individual frente al estado. La comunidad no dejaba marco de
independencia.
La democracia moderna, gracias a la tradición liberal, es defender al individuo como
persona frente al gobierno. En Grecia, la libertad era el ejercicio del poder.
La libertad no se puede entender sin igualdad. Locke dirá que si todos somos iguales,
nadie tiene derecho a abusar del otro. La igualdad presupone la libertad pero no es posible
reivindicar la igualdad sin libertad (Sartori).
Rousseau decía que si hay deficiencias cuantitativas estas quedarán paliadas por la ley.
La igualdad consiste en que todos somos libres para desarrollar nuestras propias
capacidades. La ley y la igualdad ante la ley constituye la noción de libertad. Pero esta
libertad e igualdad formal acaba poniéndose al servicio de la igualdad de oportunidades y
la libertad en la práctica social es libertad de comercio, y el fin para explotar a los
trabajadores.
Esta articulación jurídico formal en su expresión de praxis histórica desarrollará la
desigualdad. Derecho a la seguridad y protección ante el estado.
El liberalismo defiende la igualdad, mientras esté l servicio e la libertad individual y
económica. “Todos somos iguales para actuar en el mercado”. El liberalismo olvidó que la
igualdad como condiciones objetivas exige la actividad redistributiva del estado como
elemento corrector del automatismo mercantil. Las diferencias no deberían estar en el
punto de salida sino en el punto de llegada. Sólo así las diferencias podrán ser estímulo
para la autosuperación.
Se ha querido justificar la reivindicación del liberalismo económico; que la búsqueda del
beneficio hay que entenderlo como una técnica económica (estrategia) para un fin moral
97
(tesis de la mano invisible de Adam Smith: “La riqueza de las naciones”). A pesar de este
esfuerzo de justificación teórica, el comportamiento económico de este liberalismo
adquiere elementos utilitaristas y en el fondo todo descansa en el egoísmo y en la
búsqueda del propio interés.
Critica Marx esta cuestión diciendo que esa proclamación universal y abstracta de la
libertad, igualdad, seguridad y propiedad estaba al servicio de la nueva clase emergente,
la burguesía, y la aparición práctica del derecho de la libertad se tradujeron en el derecho
a la propiedad. El derecho a la igualdad se concretó en la igualdad ante la ley, ley que
defiende al propietario. El derecho a la seguridad era lo que proponía la policía al
propietario burgués.
Propició el predominio de la libertad y seguridad de unos pocos sobre la de los
desposeídos.
En la práctica, una proclamación de una relación igualitaria formal; fue desigualitaria de
hecho; esto es así porque en el ordenamiento jurídico no se contempló la influencia del
dinero y las relaciones asimétricas que crea. La segunda etapa del liberalismo fue
consciente de esto pero ¿hasta que punto es consecuente con sus medidas?
Hoy sabemos que podemos ser libres pero la libertad requiere mas mediaciones
materiales, objetivas sin las cuales la libertad es papel mojado;
El triunfo del liberalismo significó la emancipación de la economía de la política y la moral
desde Locke hasta Adam Smith. Esto desde una ética utilitarista. En la praxis histórica el
estado parlamentario mas que representar el bien común fue el representante de la
burguesía porque para los padres del liberalismo el hombre moderno y políticamente
adulto es el propietario. Las personas no autónomas no eran libres. A pesar de los
esfuerzos institucionales del segundo liberalismo, la propiedad siguió estando por encima
de la democracia. El liberalismo a pesar de estar presidido por el individualismo
experimenta ciertas modulaciones en el Siglo XIX (S. Giner): cierto grado de intervención
para los más desprotegidos (Stuart Mill).
El partido liberal del siglo XIX destaca la escuela utilitarista que es una escuela política,
pero también moral y económica. Ella destaca las figuras más representativas del siglo
XIX(los Mill, Bentham y Ricardo). A esta escuela también se le llamó radical porque sus
representantes se conciliaron como reformadores prácticos, además de teóricos. Exigían
cambios en la política y en la actuación.
La Declaración de Virginia y la de la revolución francesa incluía libertades civiles. Estos
serán los propósitos fundamentales del liberalismo del siglo XIX pero se da una
moderación frente a los excesos de la revolución francesa, pero también habrá mayor
sensibilidad ante los problemas sociales.
98
Lo novedoso de este liberalismo del siglo XIX es que la reforma liberal pase cada vez más
desde el plano ideológico hasta la reconstrucción institucional. Se toma conciencia de que
los ideales no se pueden quedar en los papeles, tienen que hacerse efectivos a través de
medidas legales oportunas.
La filosofía del liberalismo cambia de revolucionaria a utilitaria. Savaine dice que el
liberalismo inglés, al menos por intención.
Hay cierta evolución del liberalismo desde el siglo XVII hasta el XIX, desde el
individualismo del primer período al reconocimiento de la realidad y el valor de los
intereses sociales y comunes. Esto intereses son lo que comienzan a reivindicarse desde
el exterior del liberalismo y el propósito ...
Ese intento de la segunda etapa del liberalismo para extender los beneficios de la
ideología liberal a un mayor número de ciudadanos, ¿fue suficientemente satisfactorio? El
paso del primer al segundo liberalismo aunque supone un cambio, fue importante pero no
suficiente.
Bentham fue el primer frenazo al “laissez faire”.
05/04/2001
La segunda etapa del liberalismo se frenó por los excesos de la revolución francesa (G.
Savaine: “de revolucionaria a utilitaria”).
Combinar al individuo con el reconocimiento de ciertos valores sociales.
Intento insatisfactorio del segundo liberalismo.
Bentham, último tercio siglo XVIII y primero del XIX: amplia obra, desarrollada en una
etapa histórica con muchos acontecimientos (creación EEUU, revolución francesa,
Napoleón, emancipación de los estados latinoamericanos).
Joseph Colomer distingue dos etapas:
1. Principio de utilidad más sensual y hedonista, y fe en el poder legislador del
mercado;
2. Preocupación por la reforma política y preferencia por el gobierno
democrático poniendo el énfasis en cuestiones morales;
En la primera etapa, el principio máximo era la felicidad y crear un aparato legal que lo
incorpore. Pero en la segunda, se decanta por la democracia como un alegato utilitarista.
99
Las últimas obras de Bentham están tintadas de republicanismo. Sus orígenes son
epicureos y liberales pero su pensamiento evoluciona y su aversión al liberalismo
económico.
Bentham, 1748, Londres, abogado (Helvecio, primer utilitarista: el papel del pensador es
legislar), muere en 1832.
1776: “Fragmentos sobre el gobierno”; a partir de aquí gana resonancia en Inglaterra
porque su reforma fue objeto de apasionado debate pero también fue atacado por los
tories. En 1781, con el sector más moderado de los Whigs, adquiere gran protagonismo en
la vida parlamentaria interviniendo en la elaboración de leyes. Tuvo gran sensibilidad
social (reforma en las cárceles). En 1788 (viaja a Italia, Constantinopla...), publica un texto
importante: “Introducción de los principios de la moral y la educación”. Viaja por Francia y
se convence de que hay que modernizar las estructuras políticas de Inglaterra. En 1802,
“Tratado de la legislación civil y penal”, es su máxima obra. En 1808 conoce a James Mill y
promueve la liberalización de la representación parlamentaria. Fue líder y uno de los
intelectuales de del grupo del que destacaron Struart Mill y David Ricardo. Bentham es el
iniciador del siglo XIX de la escuela utilitarista inglesa. Gran éxito en Francia y España.
“El libro de las falacias”, 1824, es un resumen de sus controversias con los conservadores.
En “Deontología”, 1834, se recopilan textos sobre la concepción de su teoría del
utilitarismo.
Bentham fue un escritor solitario y compulsivo. En vida publicó muy poco.
Nos interesa fundamentalmente porque dice que existe sólo un criterio para evaluar y
analizar sistemas legales. Es la maximización de la felicidad del mayor número de los que
se ven afectados por la ley. Junto a esto Bentham dice que el único gobierno con voluntad
de aplicar este criterio es el utilitarista.
“Fragmento sobre el gobierno”, ataca al derecho civil inglés de la época. Critica que un
gobierno sin censura no progresa (censura entendida como crítica). Es una filosofía muy
realista. Papel funcional de la crítica como base del progreso, con ella se superna los
prejuicios y hace de ogiba para salvar las leyes que valen la pena. Bentham se muestra
como un ilustrado que pretende sustituir la costumbre por la razón. También denuncia la
confusión de lo positivo y lo evaluativo. En Inglaterra una ley, cuanto más antigua, más
prestigio tenía, y Bentham distingue lo positivo (lo que se da por hecho), con lo evaluativo.
Bentham intenta acabar con una serie de prejuicios, con leyes empíricamente verificables,
empezando por el de utilidad. El fin de los actos humanos es la felicidad y la tendencia de
los actos hacia ella es la utilidad. Actos y leyes serán útiles en la medida que promueve la
felicidad.
Las consecuencias de toda ley, ¿no son acaso el dolor y el placer?
100
La adhesión a un tipo de conducta y las leyes que la regulan dependen de su
consecuencia. Si promueve o no la felicidad entendida como placer, lo que si merecerá la
pena y lo que no.
Crítica a las ficciones legales; a lo conceptos abstractos sin correlativo en la realidad.
Crítica sobre el estado de la naturaleza y del contractualismo en el contrato social.
Si el hecho de cumplir una promesa está basado en la utilidad, entonces, ¿porqué no
fundamentan la utilidad en utilidad?
Frente al contractualismo presenta un argumento histórico constructivo basado en la
necesidad y en el hábito de la obediencia. Es la satisfacción de la necesidad.
Aclaraciones terminológicas; “un hábito es un conjunto de algo”, un hábito de obediencia
es un conjunto de actos de obediencia. Un acto de obediencia política es cualquier acto,
es ocupable. Nos dice que la manifestación de la voluntad puede ser expresa o tácita. Una
manifestación expresa, oral, de voluntad, es un mandato. Las personas que entre si se
habitan en estado de sociedad política, unión o conexión política precisan una finalidad
De los súbditos se dice que están en estado de sucesión o suspensión con respecto a los
gobernantes. Tiene su origen en la codecisión de los gobernado usaremos
preferiblemente la palabra sumisión y si es de los gobernantes, sucesión.
Distingue también entre sociedad política y sociedad real. Donde ha habido obediencia
hay sociedad política y donde no, sociedad ideal.
La experiencia de la pública en grado que
El ámbito gradual sirve para hacer un análisis de la sociedad política. Gobierno y sociedad
son más perfectas cuando hay más actos democráticos.
El estado político implica el acto de obediencia pero esta está acompañado de personas
revestidas del acto de autoridad.
La base del gobierno no es el contrato social, sino la necesidad humana, la satisfacción de
las necesidades humanas es su única satisfacción.
La razón para mantener promesas o pactos es por su utilidad, que beneficien a la
sociedad. En cada caso hay que acudir a la experiencia.
El fundamento de la promesa no está en una obligación intrínseca, sólo en la utilidad. Este
principio de utilidad debe estar presente en la elaboración de las leyes. El principio de
utilidad pareces ser una categoría axial.
“Fragmento sobre el gobierno”, 1776, Bentham intentaba aplicar este principio de utilidad
al premio ya al castigo.
101
Los actos que deben ser prohibidos son los que causan sufriendo y estos nos ayuda este
principio de utilidad, y también nos enseñará la mejor forma de esto, aplicar el castigo
justo para disuadir al posible criminal.
Principio de utilidad algo es útil en la medida que promueve la felicidad o el placer. El
placer es sinónimo de beneficio y lo que promueve ventaja. Esto es extraño. Aquí se ve la
auto preferencia porque el individuo persigue lo que estima su propio interés. El concepto
de felicidad está unido a la utilidad y el placer. La felicidad se identifica con la colmación de
placeres y la satisfacción de necesidades e intereses. En la medida que la comunidad
política es un cuerpo formado de miembros el interés de la comunidad es lo que crea el
mayor número. Cada individuo persigue lo que entiende subjetivamente como lo mejor.
Algo estimula el interés cuando tiende a aumentar la suma total de los placeres o disminuir
la de sufrimiento.
Quizás la mayor originalidad de Bentham no es el principio de utilidad (Hume y Helvecio),
sino que está en la aplicación práctico-político de este principio de autoridad. Hume lo
había tratado como un principio ético pero Benham va más allá del discurso ético, lo
considera también discurso legislativo y estarán íntimamente unidos. Bentham tendrá un
gran enfoque práctico (reformas constitucionales).
Hay que ser respetuoso con el contrato porque es beneficioso. Una acción conforme al
principio de utilidad es correcta y debe cumplirse.
Consideraciones sobre si el placer/ dolor determinan todo lo que hacemos parece que no
hay lugar para la elección moral. Pero dice Bentham que al hablar de placer y dolor
podemos hablar del individuo y de la comunidad. Combinar los intereses de la colectividad
y los individuales, son conjugables.
Este libro dice que estamos de hecho motivados por una mezcla de preocupación egoísta
(en un grado mucho mayor) que la preocupación altruista (por los placeres de los demás).
El principio moral y legislativo fundacional es que debemos maximizar la utilidad de tantas
personas como sea posible.
Pero el ethos de Bentham todavía es del liberalismo.
En la “deontología”dice que la ley debe procurar que el deber del hombre coincida con su
interés. Ningún acto puede considerarse como virtuoso. La virtud, prudencia y
benevolencia (las virtudes se sintetizan en estas dos) un acto es prudente cuando
promueve la persecución del bienestar individual y benevolente cuando promueve el
colectivo. El párrafo siguiente destaca el ethos utilitarista al decir. En primer y último lugar
a su propia felicidad y la de los otros tambie´n pero siempre que no esté en contra de los
míos propios o mayores. Por tanto, el principio de benevolencia es periférico. El interés
102
propio es el argumento vertebral. Sería una ética De las consecuencias de Bentham y el
altruismo es sólo un complemento.
06/04/2001
103
La forma de gobierno que mejor conduce el fin del gobierno es la democracia “catecismo
político general”. El fin propio del estado es la mayor felicidad del mayor número y esto
sólo se consigue en la democracia.
Bentham dice que las tres formas puras de gobierno son:
Monarquía (absolutista)
Aristocracia
Democracia (directa)
Pero en las formas mixtas habla de una monarquía constitucional y una democracia
representativa.
Por orden los peores gobiernos son: monarquía pura, seguida de mixta.
Las formas democráticas potentan la felicidad, pero no de la colectividad, sino los mas
poderosos. Esto desaparecerá al crear instituciones que medien y que estén controladas
por los individuos.
La finalidad del gobierno es promover la felicidad del máximo número posible y por ello
deberá adoptar los bienes materiales para conseguir esto.
La mayoría de los bienes materiales exige inversión en trabajo, por ello la felicidad se
podrá maximizar si se alerta el trabajar productos de bienes. El mauro modo de
garantizarlo es proporcionar al pueblo el mayor incentivo para trabajar. Esto se
proporciona garantizando que el trabajador se lleve la máxima cantidad posible del fruto
de su trabajo. Así, la mayor felicidad se reduce en dar a cada hombre la mayoría de su
trabajo. Esto se puede conseguir imponiendo sanciones dolorosas con suficiente poder
disuasorio con relación a los oportunistas tentados a aprovecharse mediante fraude o
violencia de la cuota de felicidad criada por otro. Para minimizar los costos del posible
abuso de poder (visión pesimista del poder) es proclamar la “ascendencia democrática” y
esto es que los gobernantes sean responsables ante los gobernados y que sus intereses
no sean distintos de los gobernados.
Bentham parte del presupuesto de que los propios gobernantes son egoístas. Bentham
afirma en el “Código institucional” y aquí se mueve en la línea clásica del liberalismo y
habla de la democracia representativa. Un gobierno libre es donde se da la separación de
poderes y con gobernantes responsables y además los derechos sociales clásicos del
liberalismo (asociación, libertad,...).
El cree que la democracia representativa implica, a diferencia del autogobierno, deja a la
mayoría libre para trabajar y producir los medios necesarios para la felicidad. La división
de poderes minimiza los peligros del poder y su corrupción.
104
La participación política tiene un valor únicamente instrumental y en virtud de su eficacia y
de su capacidad de evitar la corrupción del poder debe tenerse en cuenta, la amplitud, el
alcance del sufragio y la frecuencia de las elecciones.
Bentham dirá que asumir las tareas políticas tiene un costo material y resta tiempo a esa
actividad productiva y también como hay que evitar todo peligro de corrupción; deberán
durar los parlamentos lo que sea razonable en función de su tarea, y también el sufragio.
Además, los individuos cuyo interés depende de otros debe estar excluida de voto (reyes,
empleados hogar, niños,...).
James Mill hablaba de mujeres y hombres menores de 40 años pero Bentham dirá que no
es bueno separar a los jóvenes de la política porque les evita desarrollar sus cualidades
morales y políticas.
Bentham dice que sería beneficioso que las mujeres votasen pero dice que la para la
emancipación de la mujer la sociedad no está madura. Bentham habla de excluir a
menores de 21 años, mujeres y visitantes.
Arremete contra un prejuicio de la época y era que la cámara de los comunes eran poco
más que analfabetos; dice que estos miembros de los comunes, al trabajar, conocen mejor
que otros lo que es trabajar.
Junto a James Mill, dice que la periodicidad del sufragio será anual.
Bentham pensaba que las circunscripciones electorales tenían la capacidad de expulsar
de la cámara a los representantes que delinquiesen, incluso a ser juzgados. El parlamento
era quien deberá elegir al primer ministro, no el rey. El rey no debería tener capacidad
para disolver el parlamento. Elección y revocabilidad de los jueces. Capacidad de control y
posibilidad de distinción del funcionariado. Esta medida es para el control y el ahorro del
gasto público. El gobierno, en la medida en que es un medio, y no un fin, debe tener la
función de evitar a los ciudadanos su sufrimiento y los ciudadanos serán los que deben
promover su interés personal.
¿Cómo compaginar la búsqueda de la felicidad individual y la colectiva si predomina el
ethos egoísta?
La aplicación práctica de la mayoría.
El objetivo del poder político es promover los beneficios del derecho distributivo que habla
del derecho a la subsistencia, abundancia, seguridad, igualdad,... .
“Catecismo político popular” estos beneficios los debe tener el mayor número de
ciudadanos. Los incrementos de la felicidad deberán distribuirse a todos por igual y si esto
no es posible, entonces para el mayor número posible. A pesar de que esta distribución
popular merma la suma de la felicidad. Bentham no es partidario de que se impongan
medidas coactivas y represoras.
105
Toma demanda de igualdad choca contra las pretensiones de seguridad y abundancia. El
individuo no será feliz si sabe que le retirarán sus bienes.
La igualdad absoluta acaba con la seguridad y abundancia. La redistribución de la
propiedad sería destruir la propiedad privada y con ello los estímulos para producir más.
En el fondo es un argumento legitimador del liberalismo económico que descansa sobre la
propiedad privada y los bienes de producción y que es el motor de la sociedad.
Subyace en Bentham la actitud individualista que casa con el liberalismo económico de
Adam Smith y maestro de David Ricardo. En el fondo el libre mercado e lo que produce la
abundancia que indirectamente da la seguridad.
Una vez satisfecha y cubierta la subsistencia, igualdad y seguridad y abundancia se
contraponen en la práctica. Se impone en la práctica la abundancia en detrimento de la
igualdad. Los criterios utilitaristas se ponen al servicio de la abundancia y la seguridad en
el crecimiento económico.
Es cierto que en la reivindicación es de Bentham hay matizaciones. El gobierno debería
estipular el precio máximo del pan, controlar la banca, nacionalizar los seguros. Con esto
se reivindica cierto papel de control del gobierno (almacenar el grano para que el pan no
suba en épocas de crisis).
Siguiendo a Mafferson, dice que es una democracia como protección porque en la
búsqueda hedonista de la felicidad el individuo tratará de aumentar su riqueza y el poder
sobre los otros para emplear el servicio de sus congéneres en función de sus
necesidades. Para que la sociedad no se destruya sería necesario una estructura jurídica
que promueva el orden y asegure una distribución entre derechos y deberes. Esta
distribución también debe proveer los rayos de felicidad al mayor número posible. La
propiedad de los frutos del trabajo es condición necesaria para el avance de la sociedad
pero Bentham reconoce que unos individuos tendrán más capacidad e iniciativa que
acabará teniendo más propiedad.
Por eso el incentivo de la propiedad no es suficiente para la igualdad. La igualdad debe
estar subordinada a la seguridad.
En la práctica su principio utilitario queda subordinado a la mayor riqueza posible para una
élite determinada. Su concepción del estado está en consonancia con este planteamiento.
El estado debe promover el libre mercado y la seguridad.
A pesar de este liberalismo, Bentham tiene una cierta sensibilidad crítica. Stuart Mill
profundizará sobre esta crítica, pero al final hacemos una crítica a pesar de la tradición
ilustrada liberal con la crítica a la monarquía absoluta y reivindicación de instituciones
representativas, logros irrenunciables hoy día.
106
El presupuesto ético y antropológico de este liberalismo es el individualismo. Esto marcará
los límites del planteamiento liberal.
Jose Antonio Marín: “Lucha por la dignidad”, Anagrama.
19-04 2001
ALEXIS DE TOCQUEVILLE
La Democracia en América, Alianza
Stuart. Mill
Fue el primer intento de reflexión crítica del liberalismo, algunos ven un filósofo de
transición al socialismo. Intenta una revisión sin abandonar el liberalismo y pide un papel
más activo del Estado. El epígrafe de la clase sería: “S. Mill o el liberalismo solidario”.El
trasfondo social es la Inglaterra del s. XIX (1806-1873) nace en Londres.
Otra clave es su “Autobiografía”, su padre se obsesionó por una educación exhaustiva
sobre el utilitarismo. En la introducción del “Gobierno representativo” se describe la dura
educación. A los siete años leía los diálogos de Platón en versión original.
Pasa una época en Francia, en casa de su hermana, y a la vuelta ingresa en la Compañía
de Indias. Se revela como un divulgador del pensamiento benthaniano de corte utilitarista.
Experimenta una crisis entre el 20 y 30 y esto le lleva a valorizar el mundo del sentimiento.
Ausencia total de educación emocional. Pero su credo ético y filosófico es el cultivo de los
sentimientos. La lectura de Goethe le ayuda mucho a esto, además de su mujer. Otras
influencias son St Simón, en la crítica al capitalismo, también Comte, con su visión de la
ciencia y el progreso, y Tocqueville, con su espíritu de las leyes.
El impacto de St Simón fue grande: “El trabajo y el capital de la sociedad deben
administrarse hacia el bien de los individuos.....”(socialismo incipiente).
¿Hasta qué punto puede ser considerado socialdemócrata Mill?.
107
Se va separando, poco a poco del utilitarismo, búsqueda del placer egoísta. Se cuestiona
que el egoísmo puede ser un principio de la sociedad.
Van apareciendo otros principios éticos: La educación da cierta sensibilidad y ciertos
sentimientos. Colabora en varias revistas. Su padre muere en el año 1836.
Su primer gran libro (1843) es “El sistema de la lógica” está influenciado por Comte. Su
contribución más especial es “Cuestiones no resueltas de economía política”, también “
Principios de economía política”, bajo la influencia de su mujer H. Taylor, con sus
inquietudes societarias. Parece su pensamiento más socialdemócrata que otra cosa..
Se debate entre la mayor libertad de los individuos con la propiedad común de las
materias primas y la repartición igualitaria de los beneficios. Pero dice que todo está por
hacer y que hace falta una nueva educación moral.
“Ensayo sobre la libertad” (1859). Tiene como telón de fondo “La democracia americana”
de Tocqueville.
El lema básico de la obra es la libertad de la sociedad civil. Aquí brilla más claramente el
S. Mill liberal. En sintonía con Locke dice que el gobierno debe garantizar el orden
espontáneo de la sociedad y la libertad de los individuos?.
Añade algo más nuevo:¿Cómo preservar el orden libre en un régimen social-demócrata?-
cierta centralización y tendencia a la igualdad.
Como contrapunto: Tocqueville: denuncia el peligro de la tiranía homogeneizadora de la
opinión pública, que puede ahogar el derecho a las diferencias y de la minoría.
Responde con “El gobierno representativo” donde sigue dialogando con Tocqueville. Es su
contribución más práctico-política.
En 1861: su ensayo “El utilitarismo”: Alejamiento de este pensamiento.
Tiene 3 ensayos sobre la religión: Agnosticismo, pero reconoce cierta necesidad social de
la religión.
Después su “Autobiografía” póstuma.
TOCQUEVILLE:
El testimonio de su experiencia sobre democracia americana: Dos ideales europeos:
libertad e igualdad.
Temor porque la pasión por la igualdad, arruinara el ideal de la libertad. Despotismo de la
masa inculta.
Solución: El federalismo y el pluralismo político que descansa en la intensa vitalidad que
tiene la sociedad civil.
Iniciativa individual
108
La democracia quiere la libertad a través de la igualdad. En cambio el peligro del
socialismo es buscar la libertad a través de la coacción y la servidumbre.
Mill al hilo de la lectura de Tocqueville: en Francia, a pesar de la revolución, todavía no se
ha avanzado suficiente en la descentralización del poder. Hace ciertas matizaciones para
adquirir un cargo político porque esto tiene un peligro que es la mediocridad. La igualdad
puede ser un impedimento para elegir a los más aptos para los cargos públicos. Amenaza
de la democracia a la independencia de pensamiento.
Tocqueville: La fe en la opinión pública es para los americanos como una religión.
Mill: Hay que evitar la tendencia de la democracia a derrotar la individualidad, pero
desconfía, frente a Tocqueville del espíritu comercial que no engendra los valores morales.
Tras la convulsión del año 48: En “El ensayo sobre la libertad”: preocupación máxima por
los efectos de la democracia.
En la introducción, indica que ha cambiado el papel de la libertad como ideal político. En la
época predemocrática servía para poner límites al poder: establecimientos de cuerpos
representativos.
En la democracia: el gobierno se ve cada vez más lejos del pueblo. Aparece el peligro de
la tiranía de la mayoría.
Por ello nos dice que sólo se puede interferir en la libertad individual si está en juego la
seguridad de la sociedad, límites al imperativo conformista de la opinión pública.
Reivindica amplio margen de la libertad individual. Da la impresión: defensa a priori de la
libertad, más allá de sus consecuencias. (Parece influencia de la Filosofía Kantiana).
Tres partes:
1- Libertad de pensamiento y decisión
2- Principio de la individualidad.
3- Límites de la autoridad sobre la acción individual.
109
intereses más afectados es en el terreno de la economía. Defiende el libre comercio, pero
pone sus “peros” al capitalismo en ciernes.
20- abril-2001
S. MILL
La libertad es la fuente inagotable del progreso, pero pone ciertos límites a esa iniciativa.
Legitima el libre mercado, pero no el capitalismo. Descarta la posibilidad de que haya
organismos públicos que controlen, pero sí cierta intervención del Estado en política de
impuesto y la creación de sistemas cooperativos.
En “Sobre el gobierno representativo”. Reivindica valores intrínsecos, generosidad,
solidaridad.
En los 6 primeros capítulos: generales
Del 7 al 15: estructura de gobierno
Del 16 al 18: Cuestiones laterales como colonialismo.
Hay 3 puntos:
a) ¿A qué autoridad que sea mayor que el pueblo se somete por su propio
bien?
b) ¿Cómo inducir obediencia a la autoridad?.
c) ¿Medios para controlar abuso de autoridad?.
110
Este concepto uniforme del desarrollo que le hace mantener una actitud crítica frente a las
minorías nacionalistas: caso bretón, caso vasco.
Habla de espíritu inveterado de localidad y cree que hay que conseguir la integración.
La preocupación fundamental (cap 7-15) es la forma ideal de gobierno a la sociedad de su
época. El planteamiento benthaniano y de su padre porque también se muere por
intereses egoístas, cortos de mira. Ese egoísmo, en su sociedad todavía pesa y se
reconoce que en ausencia de sus defensores naturales, los intereses de los excluidos
tienen el riesgo de ser olvidados.
S. Mill dice que cada cual es el mejor defensor de sus propios derechos. Este axioma le
sirve para legitimar el gobierno democrático, las cosas irán mejor cuando los afectados
sean valedores de sus propios intereses. Es un criterio utilitario realista.
El gobierno libre: el beneficio de la libertad política esté al alcance de todos los
ciudadanos, es el gobierno de la participación y de la responsabilidad.
Superioridad del carácter activo en la sociedad democrática y lo es tanto mental e
intelectual, como práctica y real.
CONCLUSIONES
- El mayor defensor de los intereses es uno mismo.
- Tendencia del gobierno a olvidarse de los excluidos
111
Piensa en un gobierno representativo que significa que “La nación, o al menos una parte
de ella, esté representada por....el parlamento”. Éste no deberá nombrar al poder
ejecutivo, a lo más el primer ministro.
Se adhiere al sistema inglés vigente: “La corona elige al jefe de la administración, de
acuerdo con los deseos manifestado por el parlamento.....”.
Dos grandes enemigos: la incapacidad política y la corrupción.
En cuanto al exceso del poder, la voluntad de las mayorías, pero puede acabar no
respetando los derechos de las minorías. Se resiste a que la minoría no sea oída. La
minoría debe tener su incidencia en la vida parlamentaria.
La voluntad de la mayoría a veces es el filtro para que se implante el gobierno que
defienda los intereses de las clases dominantes: legislación de clase. Para que esto no
suceda, plantea igualdad de votos de obreros y empresarios.
27-4-2001
El tema fundamental en torno gira “El gobierno representativo” es buscar el gobierno ideal
para su época. Aunque S.M. no considere el egoísmo como axioma fundamental
irrebasable sí reconoce que el mejor defensor de los intereses de uno es uno mismo. Hay
desconfianza contra los demás. Plantea el sufragio universal pero excluya a los
analfabetos y los indigentes, los que no paguen impuestos. S.M. dice que la propia
discusión social es lo que forma al individuo. El sufragio universal que planteó se quedó en
los papeles. S.M. se centró en el tema del abuso de poder, que no es un factor que se de
sólo en las sociedades no democráticas, si no que también puede darse en la democracia
representativa por el dominio de las mayorías, que puede omitir las necesidades de las
minorías. S.M. dice que el recuento de votos hace que las minorías no tengan opinión 8lo
que hoy día llamamos el rodillo parlamentario)
S.M. piensa en una democracia representativa, y en el terreno práctico se impone la
mayoría, pero la minoría debe tenerse en cuenta de alguna manera. En la práctica, que el
número domine hace que no se ponderen las necesidades, se reviste de universalidad los
intereses particulares.
S.M. está convencido de que aún en la democracia es necesario un mecanismo de
protección frente al abuso de poder. Una forma es organizar el sistema representativo (de
porcentaje) que equipare a ricos y pobres. S.M. está interesado en garantizar la práctica
activa en la vida política de las minorías. S.M. hace un análisis de las técnicas electorales,
112
pero es muy simple. Él propone “centros de resistencia” a los abusos de poder, y no será
llevado a cabo por la cámara de los loores porque es un a cámara aristocrática, y perderá
su sentido cuando avance la democracia. Él plantea una nueva cámara como la del
senado romano formada por una aristocracia moral de individuos que han demostrado su
honestidad y su valía. Serían dos cámaras que intenten evitar que alguien posea todo el
poder. (“es bueno que todo poder pida consentimiento”). Debe haber un centro de
resistencia contra la democracia entendida como abuso de poder de las mayorías.
Por un lado avisa S.M. del peligro del abuso de poder (cualitativo) pero la creación de los
centros de resistencia son de carácter cualitativo. S.M. habla de calidad de voto, “el voto
plural”. S.M. dice que no es perjudicial que la capacitación no tenga el mismo peso que la
ignorancia.
¿Deben ser iguales todos los votos?. Partiendo de las diferencias de inteligencia y de
virtud S.M. matiza que la diferencia de la calidad de voto no implica caer en un elitismo
económico, pero esto es caer en un círculo, porque los más formados son los que tienen
más recursos. S.M. reconoce que no es democrático este hecho de las diferencias
sociales y económicas, pero reconoce diferencias intelectuales y acaba acudiendo al
sistema operativo de la naturaleza del cargo. Pero, ¿Quién posee los mejores cargos?.
Por un lado se preocupa por el abuso de poder, pero por otro lado reconoce el “voto
plural”, y esta tensionalidad aparecerá en toda su obra. Reconoce que los pobres que
demuestren su alta capacitación (pigmaliones) tendrán también derecho al voto plural (por
tanto el criterio es el cargo ocupado).
S.M. por un lado es partidario del sufragio universal y promueve la educación gratuita, y
esto en su época es un gran avance. Pero en el fondo, S.M. no tiene confianza en la clase
trabajadora pq quizá su ignorancia puede acabar con todo.
Para Mill todo cargo político lleva de forma implícita el peligro del abuso. En el fondo tiene
miedo de que la clase trabajadora logre demasiada importancia. Él reconoce que ese voto
plural de la élite ilustrada en realidad su función consiste en servir de ejemplo y que se
imite esa opinión pq esos intelectuales elevan el nivel de la cámara.
S.M. es partidario del voto público y no secreto, a pesar de la compra-venta del voto y la
presión de los débiles por los más fuertes. Pese a esto es beneficioso porque obliga a que
cada parlamentario tiene que dar razones de su elección.
Hay una tensión aporética en la obra de S.M. Él es utilitarista, aunque combina también la
reivindicación de ciertos valores, libertad, dignidad, etc. Es utilitarista porque reivindica
estos conceptos pero también en que condiciones pueden aplicarse estos valores. La
libertad es una condición propia de todo ser humano. No es un medio para lograr la
libertad sino que es consustancial con la felicidad. La libertad no es un bien individual sino
113
también social, por eso dirá Mill que silenciar a la fuerza la opinión de un individuo es un
atentado contra éste, pero también contra la sociedad porque se le priva a ésta de una
opinión (capacidad crítica y epistémica del diálogo). Libertad individual y utilidad pública
está íntimamente unido. La sociedad abierta al progreso es una sociedad donde las ideas
nacen y mueren con el diálogo.
Matterson denomina “la democracia como desarrollo” a la teoría de S. Mill, porque el
testimonio de las revoluciones del siglo XIX (1848 sobre todo) hicieron tomar conciencia al
autor que la clase trabajadora iba “in crescendo” y su concienciación como clase. S.M.
ofrece un modelo como desarrollo para ir paliando el desequilibrio entre distribución de
poder y riqueza que surge de la R. Industrial.
Sus medidas no dejan de ser insuficientes porque el voto plural, las comisiones legislativas
de expertos unido al aumento de poder de los obreros son factores contradictorios, dirá
Matterson.
3-5-2001
SOCIALISMO UTÓPICO
Debemos hacerlo dentro del materialismo histórico y dentro del materialismo dialéctico. El
primero es más de Marx y el segundo de Engels.
Nació en Treveris, en 1813 hijo de abogado judío. Influencia de Hegel y Feuerbach. Entró
en el círculo de la izquierda hegeliana. Gran preocupación por las cuestiones sociales y
políticas. Su tesis de 1841 critica a la filosofía de Epicuro. Sus textos de juventud ya
poseen el germen revolucionario. Marchó a Francia y conoció a Engels, hijo de empresario
114
adinerado. También conoce en Francia a Proudhon, y en Bélgica a Bakunin.
Posteriormente se trasladó a Inglaterra donde vio las miserables condiciones del
proletariado. Allí murió en 1883.
El pensamiento de Marx brota de la realidad. El diálogo con los revolucionarios de la
época le llevó a hacer su propia síntesis. Marx fue un fracasado académico, pero su propia
vida le llevó a hacer una filosofía del valor social que se basa en su concepción del
hombre condicionado por lo vivo. ¿No será que se piensa lo que se vive y no es la idea lo
que lleva a la vida como pensaba Hegel?. Para Marx la idea no es pensamiento sino
consecuencia. De ahí el carácter antagonista entre los dos. Para Marx lo ideal no es más
que lo material y traspuesto a la cabeza del hombre. La naturaleza material es una
fenomenización de la idea en Hegel.
El proceso de la lucha de contrarios es un proceso mecánico y ciego. Hay ámbitos
humanos, las ideologías, que son como el último producto de la realidad social. El mundo
de las superestructuras es una realidad epifenoménica, es una realidad en situación. Marx
recoge de Hegel la marcha histórica del pensamiento, pero en orden inverso. La historia
es un desenvolvimiento de ideas materiales. El materialismo de Marx es “sui generis”; es
práctico. Esto se ve en la crítica a la izquierda hegeliana. Marx al principio sigue a
Feuerbach, pero es consciente de las limitaciones de la izquierda hegeliana, que eran
burgueses de gabinete y desconocedores del mundo real del trabajo. Frente a la realidad
mantienen una actitud especulativa. En las XI Tesis contra Feuerbach, Marx critica el
considerar el mundo del viejo sensismo como algo acabado y su comportamiento pasivo.
En eso consistía su dialéctica.
Hay que bajar a la perspectiva del mundo del trabajo. El hombre sólo se
emancipará y se transformará transformando el mundo. Por eso la filosofía debe
dirigirse a esta actividad transformadora.
La aportación más genuina de Marx es este materialismo práctico, y su llamada de
atención acerca de los condicionamientos socioeconómicos de los distintos modos de
pensar. La única realidad es la materia y su producto más perfecto es el hombre, que se
define por el trabajo, y su naturaleza por las relaciones de producción. Marx analiza las
contradicciones del sistema capitalista y anuncia su autodestrucción.
La dimensión sociológica de la obra de Marx nos proporciona un buen estudio. Dentro de
su sociología tiene gran importancia la categoría de la praxis. Muchos historiadores han
visto en Marx a un economista, un filósofo o un político revolucionario, pero se han
olvidado de su tarea de sociólogo, resaltada entre otros por Gurtvich.
Bottomore dice que la dimensión sociológica de Marx es curioso que se olvidase, cuando
Engels se presentó bajo el epígrafe de socialismo ortodoxo. El marxismo pretende una
115
explicación causal de las sociedades humanas a partir de los cambios de los modos de
producción, el surgimiento de las clases y la lucha de éstas. En la obra “El 18 Brumario”
dice Engels en el prólogo que Marx fue quién descubrió la ley que mueve la historia
humana; la lucha de clases. Para Engels el marxismo aparece como una ciencia positiva
de la sociedad y de la historia, pero esta dimensión social se olvida.
Para Gurvitch Marx fue ante todo un sociólogo, aunque esta dimensión fue obviada. Esto
también lo dijo Aranguren en “El marxismo como moral”. Son muchos los autores que
coinciden en esta dimensión sociológica de Marx.
Hay que tener en cuenta que en la síntesis de Marx del materialismo histórico hay una
confluencia de factores (Hegel, Feuerbach, ilustrados, socialistas utópicos, los críticos de
la economía y la política de la Revolución industrial...). Marx frente a Hegel no es idealista
sino materialista antropocéntrico, pero también práctica.
Carlos Valverde habla de esta confluencia de factores, pero no hay muchas obras acerca
de esto. El mérito de Marx es esa síntesis superadora de una confluencia de factores
integrándolos.
La categoría de la praxis es una categoría a partir de la cual podemos introducirnos en la
teoría marxista del estado. Nos basaremos en un texto de Sánchez Vázquez. Desde la
categoría de la praxis se entienden los presupuestos antropológicos y epistemológicos de
Marx y se dibujan las leyes de la acción social. La historia es un proceso de
autoproducción del hombre por el trabajo. Es un proceso dialéctico en el que entran en
contradicción el estado de desarrollo de las fuerzas productivas y las fuerzas de
producción. La categoría de la praxis nos alumbra sobre la originalidad de Marx.
Precisión terminológica: Praxis en griego antiguo refería a la acción propiamente dicha,
pero con un sentido y un fin en sí misma. No alude a una acción desatada, no da un
producto externo al sujeto agente. La “poyesis” refiere a la acción material, artesanal, con
un residuo extrínseco a la acción. Por ello cuando el marxismo habla de praxis refiere a
una actividad poyética, con un producto externo. El hombre ordinario hace de la praxis su
objeto de reflexión profunda. No hace teoría de la praxis y no descubre el verdadero
significado humano de la praxis. Para ello hay que hacer un recorrido a lo largo del
pensamiento occidental.
En la Grecia clásica la materia productiva era indigno del hombre libre. El trabajo deja
inmerso al hombre en el mundo fenoménico con Platón. Para Aristóteles tampoco la
actividad material productiva es la actividad específicamente humana; será la teoría, que
posee un sentido en sí misma al margen de su aplicación.
En Grecia no hubo armonía entre teoría y praxis porque hubo una exaltación unilateral de
la razón del hombre y una degradación de la materia. En el medievo cristiano tampoco
116
ocurre una valoración positiva de la actividad productiva, a pesar del mito del génesis
hebreo que dice que Dios dio capacidad al hombre para dar nombre a los animales
(dominio del hombre). Esto implica que el mundo no estaba acabado, y por ello, hay una
concepción materialista y realista, la hebrea, pero se malogra por la influencia del
neoplatonismo, Orígenes, San Agustín, el maniqueísmo, etc.
Hay que situarse en la modernidad con Da Vinci, Bacon y G. Bruno. En ellos el hombre se
concibe como sujeto activo y creador del mundo. El conocimiento especulativo y científico
deja de ser una actividad válida por sí misma. Pero esto es aún algo excepcional, pues no
hay equilibrio entre teoría y praxis. En los S. XVI y XVII se asienta la idea de la
transformación de la naturaleza propiciada por la revolución industrial en ciernes pero
guiada por la teoría y la ciencia. Todavía hay una valoración por la utilidad del producto y
no la transformación en sí misma, se olvida el sujeto agente frente al producto. Rousseau
no olvidó este aspecto y por ello se le consideró un precursor del marxismo.
A. Smith y D. Ricardo insisten en este aspecto y dicen que el trabajo humano es la fuente
de toda la riqueza social. El binomio valor-trabajo lo recogerá Marx. Esta valoración
capitalista aún disocia al obrero del hombre concreto. Se olvida el carácter propiamente
humano de la praxis. Para llegar a una reivindicación de la praxis en su totalidad hay que
pasar por la filosofía alemana para llegar luego a Marx. Los orígenes de la filosofía
idealista alemana están en Kant porque fundó su teoría del conocimiento sobre el sujeto.
Pone al sujeto como fundamento de la vida moral. El noúmeno como límite del
conocimiento y al poner a Dios limita la conciencia moral. Kant mantuvo un dualismo que
los idealistas posteriores superaron; Fichte, Schelling y Hegel. Este último mantuvo una
identidad absoluta entre sujeto y objeto, de tal manera que el proceso del mundo es un
autoconocimiento espiritual y la Idea debe recorrer todo ese proceso para conocerse a sí
mismo. La realidad es fenomenización de la actividad espiritual. Por tanto, también lo será
el trabajo. Hegel dio un tratamiento muy importante al trabajo y Marx en su juventud copió
en un 80% a Hegel (“Fragmento del Sistema”, 1800. El trabajo es destrucción utilitaria del
objeto.).
En un segundo texto, “El Sistema de la Moralidad” dice que la realidad es una mezcla
entre lo subjetivo, lo que el individuo hace, y lo objetivo, el producto del trabajo. En
“Cursos de filosofía real” Hegel apunta una idea más, y define al hombre como un proceso
de autoproducción por el trabajo. Además, no se trabaja para hacer un uso inmediato del
producto pues la satisfacción inmediata se sustituye por una satisfacción ideal o posible.
Desataca el carácter universal y abstracto del trabajo. También destaca lo práctico de la
división social del trabajo, y habrá de ésta una valoración positiva pese a que la
mecanización del trabajo trae malas consecuencias.
117
Las relaciones amo y esclavo en la “Fenomenología del espíritu” de Hegel destaca el
papel positivo de la praxis en el hombre. El trabajo como actividad material productiva
entraña la creación material. Lo subjetivo se hace objetivo en el producto, esto es, la
esencia del hombre se concreta en el producto. En términos de Hegel, el producto ya no
es una realidad “en sí” sino “para sí”. Con ello se dice que el trabajador se puede
reconocer y tomar conciencia de su actividad creadora en el producto, y por ello el
trabajador se transforma y se libera. Toma conciencia de la libertad de su actividad. Sin
embargo esto se lleva a cabo en una praxis ideal, espiritual. No salimos del idealismo. La
praxis material y real, se olvida Hegel, que históricamente se da de forma enajenada. La
filosofía idealista de Hegel justifica el mundo tal como es, olvidando el drama del trabajo
alienado.
4-5-2001
En la fenomenología del espíritu de Hegel se hace una valoración positiva del trabajo. La
elaboración de un producto en el cual la esencia del trabajador se vierte en él. Se pasa del
“en sí” al “para sí”. El trabajador toma conciencia de sí en el trabajo y se libera. Sin
embargo el contexto de Hegel y su filosofía idealista disuelve esta idea de la antropología
de la praxis porque ignora que esta trabajo sea de una forma enajenad. La filosofía de
Hegel actúa “a toro pasado” para descifrar una aparente necesidad.
Lukacs dice que la filosofía de Hegel es “post fectum” porque justifica lo dado en cuanto
dado. La alineación es un mediación positiva para la autoconciencia dice Hegel, y por eso
dice Althusser que es un idealismo crítico.
Marx si pasará a una praxis real, pero para que se de ésta hacen falta dos cosas:
1- Determinar un sujeto real de la praxis (esto ya lo da Feuerbach)
2- Darle un contenido real (esto es genuinamente marxista).
En Feuerbach el lugar de Dios lo ocupa el hombre (filosofía antropocéntrica y materialista).
Hay que ver las relaciones entre la teoría y la praxis. En su “Esencia del cristianismo”, la
teoría es contemplación y asunto de la razón. La razón es objetiva no apasionada,
indiferente. Por la razón el hombre puede prescindir de su conciencia subjetiva y captar el
118
objeto en sí sin relación con el hombre. En la teoría el hombre mantiene una relación
armónica con la naturaleza, p. e., los astrónomos griegos.
Este comportamiento teórico puede implicar la destrucción de la ilusión religiosa.
Feuerbach dice que el hombre a pesar de todo no deja de satisfacer las necesidades del
corazón que trata de colmar con la ilusión religiosa. Dios para Feuerbach es el objeto de la
religión del corazón y no de la razón. Feuerbach opone teoría y religión. La actitud práctica
corresponde a la religión (comportamiento pasional). El fundamento de la práctica está
alimentado por el egoísmo humano. Éste acaba imaginando un Dios que colme las
aspiraciones humanas y las realizaciones concretas.
Dios es el Dios de la voluntad egoísta. Esta concepción práctica o religiosa es sucia
porque está manchada por el egoísmo. Feuerbach acaba descubriendo que la religión es
conciencia ilusoria del hombre y el amor se convierte en única ley suprema.
Este argumento de Feuerbach tiene de positivo que pone al sujeto como protagonista de
la praxis. Pero una vez que se supere mediante la teorización, el hombre se convierte en
Dios para el hombre. El tratamiento de Feuerbach sigue siendo limitado porque no
trasciende del todo un planteamiento formal o teórico abstracto. Frente a Feuerbach Marx
dice que la esencia humana no es algo abstracto o ahistórico sino que está definida por
las relaciones sociales. Feuerbach no analiza las condiciones objetivas y materiales sobre
las que descanse el comportamiento religioso. Las causas reales del comportamiento
ilusorio (religión) están en las condiciones alienantes del trabajador, el sujeto de la praxis.
Marx va un poco más allá. La primera de todas las críticas debe ser la religiosa sí, pero
esta crítica ya la ha llevado Feuerbach aunque es insuficiente por su carácter formal y
ahistórica. Le falta la referencia social. Es un materialismo antropocéntrico que disuelve la
esencia de la religión. Pero no entra en las bases de la crítica religiosa. Feuerbach no
acabó de descubrir la praxis como actividad material productiva ni siquiera como actividad
revolucionaria. Marx si da esos pasos.
La categoría de praxis en Marx:
Para Marx los anteriores abordajes no consiguieron un equilibrio entre teoría y praxis. A
través de la auténtica praxis se puede lograr un equilibrio entre teoría y praxis. La filosofía
se puede hacer praxis y negar como teoría pura. Para ello es necesario una actividad
transformadora con dos momentos constitutivos:
1 Crítica radical
2 Sujeto agente encargado de realizar la filosofía. Es el mediador entre filosofía y realidad.
La crítica radical se identifica con la praxis revolucionaria, y el sujeto será el proletariado.
Crítica radical
119
Es la que tiene por centro al hombre real y sus necesidades radicales. Esa crítica la inicia
Feuerbach pero fue insuficiente por su ahistoricidad. Hace falta pasar de la crítica radical
teórica a la crítica radical práctica; la revolución.
El paso de la auténtica teoría a la praxis está determinada por la existencia de una clase
determinada; el proletariado (mediadora entre la filosofía y la realidad)
El proletariado como sujeto agente de la revolución llegará a la negación de ella misma, de
su clase. Se abolirán las clases. Aquí aún se habla del proletariado como clase explotada.
H. Weber dice que Marx en sus obras de juventud reivindica para el proletariado una
emancipación de la clase proletaria. Es una misión histórica que descansa en la “dialéctica
de lo humano”. Pero este planteamiento aún tiene sabor hegeliano, es una versión laica de
Hegel. Marx aún concibe la historia como una evolución racional hacia un fin determinado;
la realización del hombre total y las diversas etapas de la historia que están encaminadas
a la consecución de la libertad. Posteriormente el proletariado también tendrá una misión
histórica, pero no será esta de los primeros años.
Marx maneja aún el concepto hegeliano o feuerbachiano del proletariado. Lo primero será
tomar conciencia de clase para luego analizar su ubicación en el modo de producción
capitalista, y después ver las condiciones objetivas de liberación.
En la base de este concepto científico del proletariado aparece ya otra versión de la
praxis, como actividad material productiva. El proletariado aparece tomando parte de las
relaciones socioeconómicas.
Desde la categoría de la praxis aparece el proletariado como sujeto de praxis
revolucionaria y como sujeto de la actividad material productiva. Esta segunda tesis
encierra una antropología marxista donde se tratan todas las relaciones del hombre. Es
estar el hombre en el mundo entrelazado con él. La naturaleza sólo se presenta al hombre
en el contexto de su sociedad. Considerar a la naturaleza al margen de esta actividad
productiva es considerar a la naturaleza como algo abstracto, es “nada”, porque sólo
existe como objeto de su acción o como producto de su actividad. (La naturaleza no
integrada no interesa al hombre y aunque Marx no la ignora, tampoco le interesará en su
materialismo histórico)
El hombre es un ser de necesidades y mediante el trabajo humaniza a la naturaleza, y así
el hombre se objetiva en la naturaleza y la naturaleza se subjetiva en el hombre. “El
hombre se transforma y transforma el mundo”
El trabajo es para Marx una categoría antropológica fundamental. El hombre es el animal
que produce su producto de subsistencia. El trabajo es mediación entre el hombre y la
naturaleza.
120
Hombre Naturaleza
Trabajo (praxis)
Herramienta
El trabajo alumbra una relación entre hombre y naturaleza pero también una relación entre
hombre y hombre porque a medida que se desarrolla exige una especialización y unas
relaciones sociales de producción. Una de las hipótesis del origen de la sociedad está en
el trabajo, porque crea relaciones sociales. La historia viene a ser el proceso social de
autoproducción del hombre por el trabajo. Hay diversas fases de la división del trabajo y
viene dada por los modos de la propiedad.
Para Marx la existencia humana es social y se le manifiesta como un conjunto de fuerzas
productivas que actúan sobre la naturaleza y como una totalidad de relaciones
constitutivas de la sociedad. Esencialmente las fuerzas productivas y relaciones sociales
no son dos realidades distintas sino como dos caras de la misma moneda porque el
hombre es uno como productor y como ser social. La esencia del hombre es el trabajo
social.
La tesis fundamental que vertebra la concepción materialista de la historia es que a cada
sistema de las fuerzas productivas le corresponde objetivamente unas relaciones sociales
de producción.
Las fuerzas productivas y sus correspondientes relaciones de producción nos da un
determinado modo de producción (esclavista, feudal, capitalista, etc.), un sistema de
fuerzas productivas.
Las relaciones sociales de producción están determinadas por la forma de la propiedad.
En la medida que se desarrollan las fuerzas productivas llegará un momento que tendrán
que cambiar las fuerzas de producción pero si el modo de producción se resiste y no
cambia en función de los intereses de la clase dominante se dará una contradicción entre
121
las fuerzas de producción y las relaciones sociales. Esto se rompe con una revolución, una
lucha de clases.
El motor de la historia es el progreso del trabajo, y la trama de la historia es la lucha de
clases.
Se impone otro tipo de propiedad mediante la actividad revolucionaria
(Tribalesclavistafeudalcapitalistacomunista)
En la producción social de su existencia el hombre establece relaciones de producción
independientes de su voluntad.
Los modos de producción y sus etapas están descritos en “La ideología alemana”, pags.
19-50.
10-5-2001
Capital Total
plusvalía
Tasa de Ganancia =
(C) + (V)
trabajo pasado
Valor de mercancía
capital variable (V)
trabajo nuevo
plusvalía
Para Marx la trama de la historia es la lucha de clases promovida por el devenir de las
fuerzas productivas. Esta lucha de clases es dialéctica e inmanente a la propia existencia
social. Pero, ¿Lo sigue siendo hoy?.
Sólo hay clases en y por la lucha de clases, lucha que engendra un determinado régimen
de producción. Esto nace y se desarrolla en el seno de la sociedad fundada en un modo
de producción anterior, hasta que se rompe y surge otro.
En este conflicto se pone en juego una forma de vivir y de pensar, además de las fuerzas
productivas, en un proceso social total. Marx postula el paso del modo de producción
capitalista al socialista. ¿Cómo hay que entender esta necesidad?
Marx afirma que la dictadura del proletariado es necesaria porque el obrero está cada vez
más negado, más alienado, y el modo de producción capitalista alumbra por su propia
naturaleza una contradicción fundamental que se agudiza, esta es, “que la producción se
va a socializar más y la propiedad se privatiza cada vez más”. Lo primero significa que
cada vez hay más individuos que constituyen fuerza de trabajo, y lo segundo es que la
propiedad está cada vez más en manos más poderosas, pero menos numerosas. Esta
será la raíz última de la enajenación que padece el proletariado, y tomará conciencia de
las condiciones prácticas de su liberación. El proletario será el sujeto de la praxis
revolucionaria, y esto conlleva su negación como clase y la afirmación del género humano.
El proletario ya no representa intereses clasistas o particulares sino universales (hay aquí
una idealización del proletario).
Para la afirmación del género humano es necesaria la conquista del Estado, y esta ha de
hacerse mediante la dictadura del proletariado. Ésta, se caracteriza por varios aspectos.
125
Su meta es que los instrumentos de producción sean de propiedad social, esto es,
colectivación de los bienes de producción. Con esto se busca satisfacer las necesidades
de la colectividad. Además, la dirección de la producción y el reparto de los recursos está
asegurada por la misma colectividad. Esto es posible por que en la dictadura del
proletariado se representan los intereses universales (pag. 79 “La ideología alemana”).
El estado socialista es el único que puede socializar los bienes de producción y hacer
realidad que la producción y sus bienes esté en manos de la colectividad. Esto viene dado
por el carácter electivo, mediante sufragio universal, del género humano. Aquí vemos
como la dictadura del proletariado Marx la concebía como un régimen electivo y
participativo. En el proceso de las fuerzas productivas, el estado como elemento de
coacción es necesario para llegar a la socialización de los bienes mientras que los
ciudadanos no sean conscientes de su propio protagonismo histórico. A medida que esto
va ocurriendo el Estado como superestructura de dominio, el dominio sobre las personas,
es sustituido por la relación entre las personas. La sociedad comunista se caracteriza por
la autocreación del hombre por el trabajo. El marxismo se intentó llevar a la práctica, pero
se violentó.
REFLEXIÓN FINAL
Perry Alderson dice que Marx desarrolló una teoría económica coherente, pero no dejó
una teoría política semejante sobre las estructuras del estado burgués y sobre la
estrategia y táctica de la lucha socialista revolucionaria para derrocar al estado. Hay sólo
declaraciones generales que implican un vacío teórico con relación al estado. Marx creía
que el estado burgués está destinado a desaparecer. Este vacío teórico ha sido rellenado
por la reflexión histórica y hubo dos grandes alternativas con relación al estado que
resultaron antagónicas:
1-Teoría marxista-leninista Continuidad de Marx y Lenin resaltando la dictadura del
proletariado como elemento vertebral.
2-Teoría socialdemócrata del estado Defiende la posibilidad de la transformación social
en principio pacífica y liberal (Bernstein, Kautsky...)
Fue Lenin quién en 20 años llevó a cabo los conceptos y métodos para llevar a cabo la
lucha proletaria. Esta teoría alumbró polémica con la otra teoría de Edward Bernstein
(“Socialismo utópico, socialismo práctico”). El tema del estado tiene unas grandes
consecuencias, más de lo que creía Marx. En la vertebración entre teoría marxista y
movimiento obrero es donde se quiebra el equilibrio. El marxismo occidental del medio
siglo XX se caracteriza por un divorcio por gran parte de los teóricos marxistas y la praxis
126
política. En algunos hay un apartarse de toda actividad política (Adorno), otros prefieren la
lucha independiente (Sartre, Marcusse), o mixta (Althusser). Este hiato debilita la síntesis
entre teoría y praxis que Marx postuló y que siguió Rosa Luxemburgo. No se profundizó en
el tema del estado democrático representativo hasta los años sesenta. Dentro del seno de
los partidos comunistas europeos hay un conflicto sobre la validez de la dictadura del
proletariado y del leninismo. Se intenta adecuar el lenguaje teórico marxista y la lucha
marxista. Se profundiza en la naturaleza y la estructura de la democracia con sus
posibilidades revolucionarias.
11-5-2001
127
Del Lenin revolucionario al Lenin estadista hay un cambio. Se dice que Lenin triunfó como
revolucionario pero no como estadista. No superó la escisión entre gobernantes y
gobernados porque la burocracia del partido sin control democrático hizo surgir “las
nuevas clases”, como dirá Bernstein.
Lenin como estadista no supo manejar la situación dentro del contexto de ruina económica
de la revolución. Los bolcheviques tuvieron que organizar con eficacia la producción y el
ejército. Por ausencia de técnicos, hubo que reponer a los antiguos técnicos burgueses a
sus antiguos puestos porque sin ellos era imposible conseguir el objetivo final. Fue
necesaria la coacción para implantar un régimen comunista. La falta de conocimiento e
instrucción hizo muy difícil ese ideal de participación en el estado de la masa trabajadora.
Lenin tuvo que admitir el poder dictatorial del partido para mantener el orden. Rosa
Luxemburgo criticó esta actitud diciendo que a veces era necesario que el proletariado
aprendiese de sus errores.
Para Marx la revolución no había que entenderla como un repentino golpe de fuerza, sino
que él hablaba de unas condiciones objetivas y subjetivas que tenían que darse. Las
condiciones subjetivas eran la toma de conciencia de clase del proletariado y sus
condiciones de salvación y liberación.
La Rusia zarista era muy rural pero Lenin creyó que sí se daban las condiciones
específicas, que eran el fenómeno del imperialismo como fase superior del capitalismo. El
imperialismo es la concentración de capital (monopolio). Lenin creía que las guerras de la
época eran todas imperialistas.
Lenin creyó en el éxito de la revolución y que el intento revolucionario no quedaría aislado,
es más, que sería un catalizador que desencadenaría las revoluciones en Europa. Los
acontecimientos históricos no cumplieron las expectativas de Lenin.
Lenin planteó que si disolvían el parlamento burgués para sustituir la democracia
representativa por la democracia directa se verían abocados a una situación en la que los
trabajadores se verán sometidos a la voluntad de los dirigentes y puede iniciarse un
proceso de degeneración. En la práctica la democracia burguesa no se sustituyó por la
participación proletaria sino que sucedió una sumisión a un verticalismo hacia el partido.
Ese proceso de degeneración es fruto de la insuficiente valoración del parlamentarismo,
que llevó a plantear la cuestión de cual debería ser el papel de las clases trabajadoras y el
papel de sus representantes. No se insistió en algo fundamental, la necesidad de una
educación moral y política. Una integración forzada suele tener efectos de inhibición.
La alternativa social-demócrata
128
Sus premisas las asienta E. Bernstein tras la muerte de Engels en 1895. Dice que ni el
estado es un puro instrumento de coacción ni es necesaria su destrucción violenta.
Bernstein cuestiona la tesis de la dictadura del proletariado. El estado, que no es un puro
poder de las clases dominantes, puede ser ilimitadamente democratizado. Se sustituye la
revolución por un cambio continuo. Se plantea la acción socialista en el marco
parlamentarista.
El optimismo de Bernstein olvida que ese proceso de democratización tiene unos límites
estructurales que cuando se sobrepasan provocan la reacción violenta de la clase
explotadora (caída de allende, el nazismo, etc.)
Kautsky dice que no hay socialismo sin democracia. Es consciente del camino lento y
persistente necesario para alcanzar un socialismo sin ruptura brusca con el
parlamentarismo burgués. Él cree que si el proletariado se fortalece bastante se bastará
para llegar a ello. Pero este respeto a las instituciones burguesas suele llevar al fracaso.
Es una ingenuidad creer en la neutralidad del aparato del estado. El testimonio histórico
nos dice que no se ha conseguido una revolución socialista por vías pacíficas.
Tras el fracaso de la revolución stalinista, La IIWW y los fascismos y totalitarismos,
algunos partidos socialistas europeos intentaron abrir una tercera vía que tenía mucho de
kautskiana; “el eurocomunismo”. La observación fundamental era que tras el proceso de
democratización había nuevas posibilidades, al margen de las doctrinas de Lenin, por el
perfeccionamiento institucional de la democracia, y se cree que esta institución puede ser
sensible a los planteamientos socialistas. Se cree poder aplicar las instituciones hacia el
comunismo. Esta tercera vía no cuajó, aunque sí hubo un cierto reformismo burgués ya
iniciado.
En el fondo estas tesis gradualistas en cualquiera de sus versiones no dejan de pecar de
ingenuas ante los poderes fácticos. No podemos olvidar la presión del poder económico al
poder político. No evaluar esto es ingenuo y hace creer que se puede usar el estado
contra el capital en una sociedad capitalizada.
El fracaso de la tercera vía abre expectativas a partir de los años sesenta con Nicos
Pulansa?, el cual insiste en que el responsable de la perversión burocrática fue Lenin,
tanto como estadista como revolucionario. Las tesis de Pulansa consiste en que sin
instituciones específicas es difícil la transición hacia el socialismo porque sin estas
instituciones se puede caer en la burocratización. Para que este intento no quede en un
mero reformismo burgués es necesario un apoyo social a los movimientos sociales.
Polansa intenta nuevas formas de participación social (movimientos a favor de la paz,
129
manifestaciones...). Es necesario conectar la participación civil con los partidos y los
sindicatos por que si no se daría una desparlamentarización de la vida política que sería
muy peligrosa. En el terreno político todavía no se ha descubierto ninguna institución más
útil que el parlamento. El planteamiento de Pulansa tampoco ha sintonizado (p.e., los
verdes se han convertido en un partido político).
La situación actual hace que el socialismo debe volver a definirse en función de nuevas
condiciones objetivas debido al fracaso de los países del Este. Estamos entre un
neoliberalismo y un colectivismo democrático. Hace falta una nueva vía; un socialismo
democrático
Dice Salvador Giner que ni el capitalismo ni el socialismo estaban sancionados por la
historia. Fueron intentos llevados a la práctica porque hubo hombres que así lo quisieron.
Hay muchas cuestiones que nos recuerdan que la historia no ha acabado. El triunfo de la
subjetividad se ha visto tras la IIWW, como dijo Aranguren en “Utopía y libertad”.
130