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Nota: en esta información, utilizaremos la palabra “gay” para referirnos a las personas que no son

heterosexuales, tanto hombres como mujeres.

A medida que las personas dejan la niñez y se convierten en adolescentes y adultos, los cuerpos se desarrollan y
cambian, y también lo hacen las emociones y los sentimientos.
La adolescencia es una etapa de cambios
Durante los años de la adolescencia, los cambios hormonales y físicos de la pubertad despiertan los sentimientos
sexuales. Es frecuente hacerse preguntas y a veces preocuparse respecto de los nuevos sentimientos sexuales.
A muchas personas les lleva tiempo comprender quiénes son y en quiénes se están convirtiendo. Parte de eso implica
tener una mayor comprensión de los propios sentimientos sexuales y hacia quiénes se sienten atraídas.
¿Qué es la orientación sexual?
La orientación sexual es la atracción emocional, romántica o sexual que una persona siente hacia otra. Hay varios tipos
de orientación sexual. Por ejemplo:
● Heterosexual. Las personas heterosexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros del sexo
opuesto: los hombres heterosexuales sienten atracción por las mujeres, y las mujeres heterosexuales sienten
atracción por los hombres. A veces, se conoce a los heterosexuales como "hetero".
● Homosexual. Las personas homosexuales sienten una atracción romántica y física por las personas del mismo
sexo: las mujeres que sienten atracción por otras mujeres son lesbianas; a los hombres que sienten atracción por
otros hombres se los conoce frecuentemente como gais. (El término gay se utiliza a veces para describir a las
personas homosexuales de cualquiera de los dos sexos).
● Bisexual. Las personas bisexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros de ambos sexos.
Las personas que no sienten una atracción sexual y no tienen interés en el sexo suelen llamarse asexuadas. Es posible
que las personas asexuadas no tengan interés en el sexo, pero aún sienten una cercanía emocional con otras personas.
Durante los años de la adolescencia, las personas suelen darse cuenta de que tienen pensamientos y atracciones
sexuales. Para algunas, estos sentimientos y pensamientos pueden ser intensos, y parecer confusos. Eso puede ser
especialmente cierto en el caso de las personas que tienen pensamientos románticos o sexuales respecto de alguien del
mismo sexo. Tal vez se pregunten, "¿qué significa eso?", "¿soy gay?".
Tener interés en una persona del mismo sexo no significa necesariamente que alguien es gay; del mismo modo, tener
interés en alguien del sexo opuesto no significa que la persona es hetero. Es frecuente que los adolescentes se sientan
atraídos por personas del mismo sexo y del sexo opuesto, y que tengan pensamientos sexuales respecto de ellas.
Algunas personas pueden ir más allá de solo pensar al respecto y tener experiencias sexuales con gente del mismo sexo
o del sexo opuesto. Estas experiencias por sí solas no significan necesariamente que una persona es gay o hetero.
¿Qué significa LGBT?
Puedes ver las letras "LGBT" o ("LGBTQ") que se utilizan para describir la orientación sexual. Esta abreviatura
corresponde a "lesbianas, gais, bisexuales y transexuales" (o "lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e indecisos").
La transexualidad no es realmente una orientación sexual: es una identidad sexual. Sexo es otra palabra para describir al
sexo masculino o femenino. Las personas transexuales pueden tener el cuerpo de un sexo, pero sentir que pertenecen al
sexo opuesto, como si hubiesen nacido en el tipo de cuerpo equivocado.
A estas personas se las suele poner en el grupo de lesbianas y gais como una forma de incluir a aquellas que no sienten
que pertenecen a la categoría de "hetero".
Las personas, ¿escogen su orientación sexual?
¿Por qué algunas personas son hetero y otras gais? No hay una respuesta simple para eso. La mayoría de los expertos
médicos, incluidos aquellos que pertenecen a la Academia Estadounidense de Pediatría (​American Academy of
Pediatrics​, AAP) y la Asociación Estadounidense de Psicología (​American Psychological Association​, APA), opinan que
la orientación sexual abarca una combinación compleja de factores biológicos, psicológicos y ambientales. Además, los
científicos creen que los genes de una persona y los factores hormonales innatos desempeñan un papel importante.
La mayoría de los expertos médicos creen que, en general, la orientación sexual no es algo que una persona escoge
voluntariamente. En cambio, se trata de un aspecto innato de quién es una persona.
No hay nada malo en ser LGBT. Aun así, no todos están de acuerdo. Este tipo de creencias pueden dificultar las cosas
para los adolescentes LGBT.
¿Cómo es la vida de los adolescentes LGBT?
Muchas personas LGBT pueden sentir que se espera que todos sean hetero. Por este motivo, es posible que algunos
adolescentes gais y algunas adolescentes lesbianas se sientan que son diferentes de sus amigos cuando los
heterosexuales que los rodean comienzan a hablar sobre sentimientos románticos, citas y sexo.
Una encuesta realizada en 2012 por la Campaña de Derechos Humanos (Human Rights Campaign) descubrió que el 92
% de los adolescentes LGBT habían escuchado cosas negativas sobre ser lesbiana, gay, bisexual o transexual.
Los adolescentes LGBT tal vez piensen que deben fingir que sienten cosas que no sienten para encajar en su grupo, su
familia o su comunidad. Tal vez sientan que deben negar quiénes son u ocultar una parte importante de sí mismos.
El miedo a los prejuicios, el rechazo o la intimidación pueden llevar a las personas que no son heterosexuales a
mantener en secreto su orientación sexual, incluso ante amigos y familiares que podrían brindarles su apoyo.
Algunos adolescentes gais o algunas adolescentes lesbianas les cuentan sobre su orientación sexual a unos pocos
amigos cercanos y familiares. Esto se conoce a menudo como "declaración". Muchos adolescentes LGBT que se
declaran como tales gozan de la total aceptación de sus amigos, sus familias y sus comunidades. Se sienten cómodos
por sentir atracción por una persona del mismo sexo.
Pero no todas las personas tienen los mismos sistemas buenos de apoyo. Si bien hay una aceptación cada vez mayor de
las personas LGBT, muchos adolescentes no tienen adultos con quienes hablar acerca de la orientación sexual. Algunos
viven en comunidades o familias en las que ser gay no se acepta ni se respeta.
Las personas que sienten que deben ocultar quiénes son o que le temen a la discriminación o la violencia pueden correr
un riesgo más alto de tener problemas emocionales, como ansiedad y depresión. Algunos adolescentes LGBT que no
cuentan con sistemas de apoyo pueden correr un riesgo mayor de abandonar la escuela, vivir en la calle, consumir
alcohol y drogas, y tratar de infligirse daños.
Todas las personas atraviesan por momentos en los que les preocupa la escuela, la universidad, los deportes o los
amigos y la integración. Además de estas preocupaciones frecuentes, los adolescentes LGBT tienen una lista adicional
de cosas en las cuales pensar, por ejemplo, si deben ocultar quiénes son.
Obviamente, esto no les ocurre a todos los adolescentes gais. Muchos adolescentes gais y muchas adolescentes
lesbianas y sus familias no atraviesan más dificultades que cualquier otra persona.
La importancia de hablar
Para las personas de todas las orientaciones sexuales, aprender sobre el sexo y las relaciones puede ser difícil. Tal vez
sea de ayuda hablar con alguna persona sobre los sentimientos confusos propios del crecimiento, ya sea uno de los
padres u otro miembro de la familia, un amigo cercano o un hermano, o un consejero escolar.
No siempre es fácil encontrar a alguien con quien hablar. Sin embargo, algunas personas descubren que confiar en
alguien que es de fiar (incluso si no están complemente seguros de cuál será su reacción) resulta ser una experiencia
positiva.
En muchas comunidades, hay grupos juveniles que pueden ofrecer oportunidades a los adolescentes LGBT para que
hablen con otras personas que enfrentan problemas similares. Los psicólogos, psiquiatras, médicos de cabecera y
consejeros capacitados pueden ayudarlos a sobrellevar (de manera confidencial y privada) los difíciles sentimientos que
son propios del desarrollo de su sexualidad. Además, pueden ayudar a que las personas encuentren formas de lidiar con
la presión de los pares, el acoso y las intimidaciones que tal vez enfrentan.
Independientemente de si son gais, hetero, bisexuales o no están seguros, casi todos tienen preguntas sobre la madurez
y la salud sexual, por ejemplo, si ciertos cambios corporales son "normales", cuál es la forma correcta de comportarse o
cómo evitar las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Es importante encontrar un médico, un enfermero, un
consejero u otro adulto informado con quien hablar sobre estos temas.
Las creencias están cambiando
En los Estados Unidos y en gran parte del mundo, las actitudes respecto de la orientación sexual se han modificado. Ser
gay, por ejemplo, está dejando de ser "el gran problema" que solía. Si bien no todos están cómodos con la idea de las
diferencias en la orientación sexual, una encuesta de la Campaña de Derechos Humanos descubrió que la mayoría de
los adolescentes LGBT son optimistas respecto del futuro.
¿Qué hacer cuando uno se entera de que su hijo es gay, lesbiana o bisexual? ​Si Ud. es como muchos padres, su
primera reacción es: “¿Cómo podré enfrentarlo?” La mayoría de los padres no está preparada para oír: “Mamá, papá, soy
gay”. Ud. no está solo. De acuerdo a algunas estadísticas, una de cada diez personas en este país y en todo el mundo,
es gay. Por lo tanto, aproximadamente una de cada cuatro familias tiene un miembro que es gay, lesbiana o bisexual y la
mayoría de las familias tiene por lo menos una persona gay, lesbiana o bisexual entre el resto de sus parientes. Algunos
padres han podido tomar la noticia con calma, pero a muchos otros la noticia les produjo una sensación de profunda
pena, acompañada de sentimientos de choque, negación, rabia, culpabilidad y la sensación de haber perdido algo. Por lo
tanto, si esos son los sentimientos que Ud. tiene es comprensible, dada la actitud que la sociedad adopta hacia los gays,
lesbianas y bisexuales. No se sienta culpable por esto; Ud. quiere a su hijo/a, es su deber hacia él o ella y hacia Ud.
mismo tomar el camino de la aceptación, la comprensión y el apoyo.
Aunque Ud. sienta que ha perdido a su hijo/a, eso no es cierto. Su hijo/a sigue siendo la misma persona que era antes de
que Ud. se enterara de que era gay, lesbiana o bisexual. ​Lo que Ud. sí ha perdido es la imagen que tenía de su hijo/a
y lo que Ud. creía que era. Esa pérdida puede ser difícil, pero, la imagen puede ser reemplazada por otra nueva y por
una mayor comprensión hacia su hijo/a. Si su hijo es muy joven, el comprenderlo y decírselo puede ser crucial para él.
Existe un alto nivel de suicidios, uso de drogas y alcohol entre los jóvenes gays, lesbianas y bisexuales que se sienten
aislados de sus padres.

Algunos adolescentes se protegen distanciándose de sus padres lo más posible. S​i su hijo/a le reveló su orientación
sexual voluntariamente, ya se ha avanzado mucho. La decisión de él/ella de confiarle algo que nuestra sociedad
condena, demuestra mucha valentía de su parte. También quiere decir que su hijo/a le tiene muchísimo cariño y
confianza, y cuenta con su apoyo. Ahora es el momento de que Ud. demuestre la misma valentía, apoyo, confianza y
amor hacia su hijo/a.

¿Es su hijo/a diferente ahora? ​Creemos que sabemos y comprendemos a nuestros hijos desde el día en que nacen.
Estamos convencidos de que sabemos lo que piensan y sienten. Por eso, cuando un hijo/a nos dice: “Soy gay” y
nosotros no teníamos la más mínima idea (o tal vez lo sabíamos pero nos lo negábamos), a menudo la reacción es de
choque y desorientación. Ud. tiene un sueño, una imagen de lo que será su hijo/a, de lo que debería ser, de lo que puede
ser. Es un sueño que proviene de su propio pasado, de lo que quería para Ud. mismo/a mientras crecía y que
particularmente proviene de la cultura que nos rodea. A pesar de que una buena parte de la población es gay, la
sociedad solamente nos prepara para soñar que nuestros hijos son heterosexuales. El choque y la confusión que Ud.
puede sentir, es una parte natural del proceso de enfrentar una pena profunda. Ud. ha perdido algo: el sueño que tenía
para su hijo/a, la ilusión de creer que sabía lo que su hijo/a sentía y quería. Claro, si Ud. se detiene a pensarlo, esa
desilusión la tendrá con su hijo/a sea gay o hétero. A menudo los hijos nos dan sorpresas desagradables, no se casan
con el tipo de persona que nosotros preferiríamos; no eligen el trabajo que nosotros elegiríamos; no viven donde
querríamos que vivieran. Sin embargo, en nuestra sociedad estamos mejor preparados para enfrentar este tipo de
situaciones, que la orientación sexual “minoritaria” de nuestros hijos. Recuerde una y otra vez que su hijo/a no ha
cambiado, que sigue siendo la misma persona que era antes de que Ud. se enterara de su orientación sexual. Es su
sueño, su expectativa, la visión que Ud. tiene lo que tiene que cambiar si realmente desea conocer y comprender al hijo/a
gay que Ud. ama

A veces queremos negar lo que pasa ignorando lo que acabamos de oír: “Estás pasando por una fase transitoria que se
te pasará”; o nos cerramos del todo: “Si eliges esa forma de vida, no lo quiero saber”. O pretendemos que lo que
acabamos de oír no tiene importancia: “Está bien, hijo, y ¿qué quieres para la cena?”. Estas son reacciones
comprensibles. Sin embargo, si Ud. no sabe la verdad sobre la sexualidad de su hijo, realmente Ud. no lo conoce. Una
gran parte de su vida será un secreto para Ud. y jamás logrará conocerlo del todo. Es muy importante aceptar y
comprender la sexualidad de su hijo/a, porque ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son fases temporales. Aunque
hay personas que pasan por un periodo de experimentación para determinar su sexualidad, la persona que ha llegado al
punto de decir a sus padres que es gay, generalmente no está pasando por una fase de prueba. En la mayoría de los
casos, la persona ha pasado por una larga etapa de meditar, comprender y aceptar su orientación sexual. Por lo tanto, si
Ud. duda: “¿Está seguro/a?” La respuesta es casi siempre “sí”. El decir a los padres que uno es gay significa
sobreponerse a demasiados estereotipos negativos y tomar demasiados riesgos como para dar ese paso con ligereza o
prematuramente. El hecho que su hijo o hija se lo diga, es una señal de su cariño hacia Ud. y de que necesita su apoyo y
comprensión. Es un acto de valentía que muestra un intenso deseo de tener una relación abierta y sincera con Ud., una
relación que le permitirá querer a su hijo/a como es, no como Ud. quisiera que fuera.

¿Por qué es gay mi hijo? ​Los padres con frecuencia se hacen esta pregunta por muchas razones: porque pasan por la
pena de haber perdido la imagen que tenían de su hijo/a; porque creen que hicieron algo malo; porque creen que alguien
“lo convirtió” a su hijo en homosexual; o porque ellos desean saber si hay alguna causa biológica para la
homosexualidad. A algunos padres, la noticia de que su hijo es gay les causa choque, negación o rabia. Una reacción es
preguntarse: “¿Por qué me hizo esto?” No es una reacción racional, sino una reacción humana al dolor que sienten.
Comparamos esa reacción al proceso de profunda pena o duelo: Ud. está pasando por la pena de la pérdida de la
imagen que tenía de su hijo/a. Conforme vaya analizando sus sentimientos, se dará cuenta de que lo único que su hijo/a
“le ha hecho” ha sido tener confianza en que la relación que tiene con Ud. pueda crecer cuando Ud. sepa la verdad sobre
su hijo/a.
Ud. podría pensar que su hijo/a ha sido inducido por alguien a ser homosexual. Existe la falsa idea de que los
homosexuales “reclutan” a otros. La verdad es que nadie hizo gay a su hijo/a. Probablemente su hijo/a sabía que era
“diferente” durante mucho tiempo. Nadie (ninguna persona o grupo) ha “convertido” a su hijo/a. Otros padres creen que la
forma en que criaron a su hijo/a es la causa de su identidad sexual. Las personas homosexuales provienen de todo tipo
de familias. Muchos padres quieren saber si hay un componente genético o biológico en la homosexualidad. Se han
hecho estudios sobre la relación entre la homosexualidad y la genética, pero hasta el momento no hay ningún estudio
que determine claramente la “causa” de la homosexualidad.Como no existe información al respecto, piense Ud. por qué
le parece tan importante saber la causa de la homosexualidad, bisexualidad o la heterosexualidad de su hijo/a. ¿El apoyo
o amor que siente Ud. por su hijo depende de saber exactamente la causa de su homosexualidad? ¿Se pide a la gente
heterosexual que justifique su orientación sexual de manera alguna? Recuerde que hay gente gay, lesbiana y bisexual en
todos los grupos de religión, étnicos y raciales. Por lo tanto, la gente gay, así como la gente hétero, es muy variada y se
entera de su orientación sexual en muchas formas.

¿Y ahora qué?​ ¿Cómo podemos apoyar a nuestro/a hija?


El hecho de que estén leyendo este documento quiere decir que ustedes están preocupados por su hija y quieren
brindarle su apoyo.
Al igual que en otros asuntos familiares, deben estar dispuestos a hablar, escuchar y aprender junto a su hija. En algunos
casos, será útil poder hablarle de lo que ustedes están sintiendo al respecto.
Una de las maneras que los padres pueden demostrarle apoyo a su hija, es educándose por todos los medios posibles
sobre el tema de la orientación sexual de las personas bisexuales. Solo así podrán ayudar a disminuir la homofobia que
existe en nuestra sociedad. No olviden que el silencio permite y ayuda a que sobrevivan el prejuicio y la discriminación.
Tomará algún tiempo absolver y procesar toda esta nueva información. Solo recuerden que no están solos. De acuerdo
con estadísticas ampliamente aceptadas, cerca de una de cada cuatro familias tiene un miembro familiar inmediato que
es gay, lesbiana o bisexual. Recuerden que aman a su hija y para preservar—tal vez incluso fortalecer—su relación con
ella, deben tratar de avanzar hacia el entendimiento y, eventualmente, a la aceptación.

¿Cómo puede él/ella estar seguro/a? Tal vez solamente esté rebelándose o experimentando. Es normal tratar de
pensar que se trate “solamente de una fase” por la que pasa su hija. Sin embargo, debido a que nuestra cultura todavía
es predominantemente antigay, hay muy pocas posibilidades de que alguien que es heterosexual decida vivir como una
persona gay. Recuerden que probablemente nunca preguntarían “¿Estás seguro que eres heterosexual?” Algunos
padres sienten que estarían mejor no sabiendo que tienen un hijo/a gay.

Por favor, recuerden que alguien que ha revelado que es gay, por lo general ha atravesado un largo y duro proceso de
reconocer y aceptar su propia orientación sexual. ​El hecho de que su hija les haya dicho su preferencia sexual,
demuestra su amor por ustedes y su deseo de que exista una relación honesta entre ustedes. También puede ser
una señal de que necesita apoyo. De acuerdo con un estudio, cerca de 80% de los jóvenes gays dicen sentir profundo
aislamiento social y emocional.

A muchas personas gays les toma largo tiempo entender lo que sienten. Muchos dicen que crecieron sintiéndose
“diferentes” pero sin realmente entender por qué. Además, nuestra cultura les enseña a las personas gays que no está
bien ser lo que son, ocasionando que muchos se sientan inseguros internamente o sientan odio hacia sí mismos. El
hecho de que ella se los haya dicho significa que los está invitando a tener una relación más abierta y honesta.

¿El ser gay no es considerado una conducta pervertida? ​El ser gay no es una conducta, es un rasgo inherente, al
igual que lo es el ser heterosexual. No es algo que una persona escoge. A pesar de que algunas sociedades todavía
consideran a la gente gay como “pervertida,” esa definición no está respaldada por las más prestigiosas organizaciones
como la Asociación Americana de Psiquiatría, la Asociación Americana de Psicología, la Asociación Americana de
Medicina y otras asociaciones de profesionales que se ocupan de la salud. Ellos coinciden en que ​la homosexualidad
no es una enfermedad, un desorden mental, ni un problema emocional, sino sencillamente una realidad para
algunas personas

¿Por qué mi hija es gay? ¿Debería llevarla a terapia? A pesar de que no se conoce específicamente qué ocasiona
que las personas sean homosexuales (bisexuales o heteros), la mayoría de los científicos están de acuerdo con que
probablemente es el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos y ambientales. ​La Asociación
Americana de Psicología establece que: “la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento y no es algo
que se pueda cambiar.” ​Muchas personas gays o sus familiares sí buscan ayuda para lidiar con sus sentimientos
respecto a “la salida del closet”.

¿Será mi hija discriminada? ¿Está ella en peligro? Lamentablemente, ambas cosas son posibles. ​En lo positivo, la
actitud hacia las diferencias en orientación sexual va cambiando en la medida en que la sociedad esté mejor informada.
Hay muchos sitios en los cuales su hija será aceptada como es y podrá vivir en relativa seguridad. Sin embargo, hasta
que la ​homofobia deje de existir en nuestra sociedad, su hija puede enfrentarse a obstáculos considerables. Lo más
lamentable es cuando existe discriminación dentro de la propia familia del hijo/a gay.

Pero, ¡nuestra religión dice que la homosexualidad es pecado! Para muchos padres, este es el tema más difícil de
enfrentar. Para otros, esto no es ningún problema. Si bien algunas religiones siguen condenando la homosexualidad,
existen, dentro de casi todos los grupos religiosos, líderes muy respetados que creen que es injusto prejuzgar a las
personas gays; hay otras iglesias que no solamente aceptan personas gays en sus comunidades, sino que les dan todo
su apoyo.

¿Cómo se lo decimos a nuestros familiares y amigos? ​Es difícil “salir” para la gente gay y el proceso “de salida” es
igualmente difícil para los padres. Después de enterarse de que su hijo/a es gay, ​muchos padres se “meten al closet”.
Mientras tratan de aceptar la orientación de su hijo/a, con frecuencia les preocupa que otra gente se entere; temen
preguntas como: “¿Tu hijo tiene novia?” y “¿Cuándo se casa tu hija?” Muchos de nosotros descubrimos que nuestro
miedo es peor que la realidad.

Practique lo que va a decir, como si practicara para afirmarse o para cualquier tarea nueva que teme y lo pone
nervioso/a. Un padre dijo: “Solía ir al baño, cerrar la puerta y practicar frente al espejo a decir con orgullo: ‘Tengo una hija
lesbiana’ y eso me ayudó, pero hay que practicar”. Hable con personas que comprendan lo que le preocupa. Puede que
reciba comentarios adversos, o por lo menos insensibles, de familiares, amigos o compañeros de trabajo, pero
seguramente descubrirá que tales comentarios son mucho menos de los que Ud. temía. Recuerde que su hijo/a ya ha
pasado por todo esto.
¿Qué dirán los vecinos? ​Esto puede ser una preocupación grande, especialmente para familias que se consideran
parte de una comunidad pequeña, o en áreas donde mucha gente practica las religiones fundamentalistas. Pero tome en
cuenta que la gente gay, lesbiana y bisexual proviene de todo tipo de familias y de todos los rincones del mundo, de
todas las culturas, religiones, grupos étnicos y ocupaciones. Una madre dijo: “Creía que yo era la única madre en Tulsa,
Oklahoma que tenía una hija lesbiana. Luego, cuando empecé a hablar en público sobre el tema, otros padres se me
unieron. Y ahora, cuando alguien me dice: ‘Necesito hablar contigo’, sé exactamente lo que me dirán”. Repetimos, podría
encontrar reacciones duras,

¿Cómo puedo apoyar a mi hijo/a?


Como padre/madre, Ud. tiene que cuidarse y cuidar a su hija. El ayudar a su hijo/a debería ser ahora una extensión
normal del apoyo que como padre/madre le brinda a su hijo/a. Ud. y su hijo/a necesitan hablar, escuchar y aprender
juntos. Todo hijo/a necesita diversas cosas de sus padres. Depende de Ud. aprender a comunicarse con su hijo/a
respecto a sus necesidades y los temas relacionados a su sexualidad. Para algunos padres es más fácil comprender y
apoyar a su hijo/a descubriendo las similitudes y diferencias con la experiencia de su propia vida. En algunos casos,
puede ser útil hablar de cómo enfrentó Ud. situaciones dolorosas; pero en otros, Ud. debe reconocer que la
discriminación basada en la orientación sexual es particularmente dolorosa. Lo que Ud. puede hacer es informarse lo
más que pueda sobre la homosexualidad y ayudar a que el tema deje de ser el secreto en que nuestra sociedad lo
mantiene.

¿Lograré sobreponerme a la homosexualidad de mi hijo/a? Un psiquiatra contestó esa pregunta así: “Una vez que la
mayoría de la gente se adapta a la realidad de la orientación sexual de su hijo/a, descubre que se le abre un nuevo
mundo. Primero, descubre un aspecto de su hijo/a que no conocía; ahora forma parte de la vida de su hijo/a.
Generalmente hay un acercamiento, y los padres empiezan a conocer a la comunidad gay y comprender que sus
miembros son gente como la de cualquier otra comunidad”. Otra forma de contestar la pregunta es escuchar lo que dicen
otros padres: “Llegué al punto en que me encontraba muy triste y pensaba qué diría cuando la gente me preguntara:
‘¿Cómo está Gary?’ Y luego me di cuenta que Gary estaba bien. El que no estaba bien era yo. Y cuando llegué a esa
conclusión, se me hizo más fácil. Conforme íbamos conociendo a los amigos de Gary, descubrimos que era gente
estupenda y nos dimos cuenta que él pertenecía a una comunidad admirable. Entonces, ¿dónde está el problema? Es un
problema de la sociedad. Fue entonces que nos dimos cuenta que habíamos vencido la batalla.” — La madre de un hijo
gay
“Es muy importante hablar del tema, saber que no estás sola, que hay otra gente que pasa por la misma experiencia y lo
hace en forma positiva. Y lo bueno de esto es que Ud. acaba formando una relación mejor con su hijo/a. Los padres
quieren ser padres. En general, no quieren mantenerse aislados de sus hijos”. — La madre de una hija lesbiana

“Tengo que decirlo, ahora hay tantas cosas positivas. Empiezo a reconocer lo increíble que es mi hija por haber tenido la
entereza de decírmelo y quiero ser parte de su vida... Imagínense la confianza que nos ha tenido y tanta valentía para
dar ese paso”. — El padre de una hija lesbiana

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