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PEDAGÓGICO PÚBLICO
“AREQUIPA”
MONOGRAFÍA
Determinar las manifestaciones de habilidades emocionales que se
observan en los estudiantes de la especialidad de “Comunicación II”
del IESPPA - 2017
ELABORADO POR:
MERY CACERES CALDERON
CARLOS BRAVO HUARACHA
ROSARIO MASCO MAMANI
AREQUIPA-2017
1
EPÍGRAFE
Quina
1
CAPITULO I
1.1.15. En la Salud
1.1.16. Hay signos y síntomas relativos a nuestra salud mental y física que
podemos observar nosotros mismos. Comprobar de vez en cuando que
nuestro cuerpo funciona adecuadamente es imprescindible para detectar
algunas enfermedades. Un par de muestras son las reflexiones sobre
nuestros pensamientos negativos y los autoexámenes que permiten
explorar si existen bultos o anomalías en la piel.
21.1.2. Iniciativa
21.1.3. Una persona con iniciativa es aquella que hace lo más adecuado en el
momento correcto sin que nadie se lo insinúe. La iniciativa es la tendencia
a actuar, a descubrir y sobre todo, a buscar oportunidades para innovar
pasando sobre las ideas del "yo no puedo" o "no se puede".
21.1.4. Einstein decía que ninguna teoría que inicialmente no parezca
descabellada merece la pena ser tenida en cuenta. Así, tomar la iniciativa
también es lanzarse un poco a lo incierto y asumir riesgos. Iniciar un
proyecto de trabajo, una relación de pareja, un nuevo curso... siempre
encierra un grado de incertidumbre pero es la única manera de ir en pos
de un objetivo verdaderamente importante en la vida. Estar sentados a la
sombra del árbol del talento de los otros esperando que estos nos empujen
para lograr algo o conseguir algún proyecto que no es nuestro es altamente
frustrante, al menos para mí. Así, siempre prefiero asumir mis propias
cuotas de riesgo.
21.1.5. No obstante, la iniciativa sin perseverancia muchas veces es totalmente
contraproducente en tanto solo malgasta nuestras fuerzas en un intento
que se queda en la buena idea. Probablemente el ejemplo más fehaciente
es Internet, algunos la llaman el cementerio de sitios web porque la
posibilidad de que cada persona pueda abrir su propio espacio da cabida
a muchos emprendedores, a muchas personas con iniciativa pero con poca
perseverancia. La mayoría de los sitios web se abandonan al cuarto mes
de creados porque no somos lo suficientemente pacientes, perseverantes
o quizás simplemente porque no amamos lo que hacemos.
21.1.6. Resumamos entonces tres ideas esenciales que nos facilitarán el camino
para lograr nuestras metas:
22. Si tienes una solución o una idea que te parece excelente para el momento que estás
viviendo, ponla en práctica, no esperes a mañana.
23. No esperes que los demás aprueben tus ideas o comportamientos novedosos,
podrían pasar meses o años antes de que consigas algunos aliados. Poner en
práctica una teoría es la mejor forma de comprobarla y de convencer a los otros
sobre su efectividad.
24. Tomar la iniciativa no te convierte en una persona egoísta o arribista sino en
alguien creativo y seguro de sí mismo. Eso sí, siempre en el respeto a los derechos
ajenos.
24.1.1. Terminemos esta reflexión con una frase de Thomas Alba Edison: "Si
todos hiciéramos las cosas que somos capaces de hacer, nos
asombraríamos literalmente a nosotros mismos". Entonces... ¿por qué no
tomamos de una vez la iniciativa?
24.1.2. Se dice que una persona tiene iniciativa cuando:
24.1.3. -Ante una situación determinada prevé las dificultades que se pueden
generar, puede identificar un obstáculo o bien vislumbrar las
oportunidades que puedan surgir.
24.1.4. -Actúa desarrollando actividades encaminadas a dar solución a las
dificultades, salvar los obstáculos y aprovechar las oportunidades.
24.1.5. -Interviene con rapidez y decididamente ante cualquier contratiempo.
24.1.6. Se puede decir que una persona con iniciativa, además de imaginar todo
aquello que va a desarrollar en un futuro próximo, tiene que llevarlo a la
práctica.
24.1.7. La innovación
24.1.8. La innovación consiste en utilizar conocimiento para construir un nuevo
camino que lleve a una determinada meta. Cada proceso de innovación es
específico para cada caso, y muy probablemente no sirva para abordar
otros retos. Es por ello que resulta complicado definir de forma estricta
un método para innovar. A veces se dice también que carece de lógica,
porque aborda problemas que aún no se han descubierto o crea
necesidades. En cualquier caso, en este artículo voy a intentar expresar lo
que entiendo yo por innovación.
24.1.9. Casi a modo de consenso puede afirmarse que la innovación se asocia
al progreso de la sociedad: innovar es aumentar el valor de la sociedad y
de lo que ella hace. Innovar es, de hecho, una necesidad vital que en todo
momento realizan los seres humanos con el fin de progresar. Obviamente,
la frecuencia e intensidad con la que se realizan los procesos de
innovación depende de una gran cantidad de circunstancias que afectan a
la persona, como por ejemplo su condición social o económica.
24.1.10. En términos generales, innovar es conseguir un fin a través del
conocimiento, siguiendo un camino que no se había seguido previamente.
A pesar de tan elevada definición, innovar no es algo que constituya un
gran mérito personal ya que es algo que todo el mundo realiza a diario,
aunque sea a bajo nivel.
24.1.11. Por otra parte, al contrario que otras muchas cosas, la
innovación nunca llega a su fin. Es un camino desconocido que nos lleva
a una meta, y que una vez descubierto y recorrido lleva a otros caminos
desconocidos. A veces no se llega a la meta prevista: el camino no llevaba
a dónde se esperaba. Y en este caso la solución es, para variar, más
innovación. La innovación también es futuro, porque por definición
aborda escenarios futuros (¿qué quiero conseguir y cómo lo voy a hacer?).
24.1.12. Pero la innovación tiene un coste, no es gratis. El coste no sólo
es económico, sino también de gestión. Y no resulta sencillo ni barato
gestionar algo tan caótico como la innovación, cuyos resultados son
imprevisibles. A pesar de esto, el coste de hacer innovación siempre es
inferior al coste de no hacerla (en término de costes futuros o ganancias
que no se tendrán).
24.1.13. En definitiva: innovar es una actitud, una creencia de que para
mejorar la situación actual hay que hacer algo diferente y de que el futuro
puede ser mejor que el presente.
24.1.14. Adaptabilidad
24.1.15. Flexibilidad, adaptabilidad y resistencia al cambio
24.1.16. La Flexibilidad
24.1.17. La flexibilidad está muy relacionada con el ánimo, la tolerancia,
y el aceptar nuevas ideas, hechos o situaciones distintas. Si pensamos en
la Historia, son numerosos los ejemplos que podemos citar, en los cuales
la flexibilidad ha estado presente. La vida en la tierra, en un principio fue
muy difícil… , pensemos que los hombres tenían que proveer a toda su
familia de alimento, cuidar a sus seres queridos de animales peligrosos y
del ataque de tribus más primitivas , que mataban , robaban mujeres y
destruían todo a su paso. No tiene que haber sido fácil soportar todas estas
situaciones, pero a pesar de la primitivez del hombre en aquel entonces,
éste inteligentemente pudo sobreponerse e idear la forma de salir a cazar
y proteger a los suyos.
24.1.18. La adaptabilidad:
24.1.19. La adaptabilidad está muy unida a la característica antes
mencionada: la flexibilidad. Adaptarse, de alguna manera, es aceptar
100% la situación actual. Para que una organización se adapte a una nueva
situación implica que desde el Director de la Compañía hasta el encargado
de la basura asuman esta nueva condición, cosa poco fácil para aquellos
que ocupan cargos directivos, pero muy valiosa para la institución que se
encuentra atravesando un problema serio. Es útil mencionar que la
Humildad es una característica de todo Líder; en momentos difíciles es
cuando más se necesita de la humildad de los directivos de la Institución.
24.1.20. Adaptarse no es tarea simple, implica dejar algo de lo que uno
es, o a lo que se está acostumbrado para ser alguien distinto. Quizás en
este tipo de situación influye la voluntad, la tolerancia y la inteligencia
para desprenderse de beneficios que ya no se tienen por obligaciones
nuevas o distintas que asumir.
24.1.21. En la Historia, el Hombre se ha adaptado a inundaciones,
cambios climáticos, invasiones, guerras, pobreza, epidemias, etc. El
hombre es un animal de costumbre; se acostumbró a vivir en los árboles,
luego ocupó cuevas abandonadas, entonces decidió bajar de los árboles y
vivir en ellas, pero cuando se dio cuenta de que necesitaba buscar su
alimento debido a la escasez, se hizo completamente nómade, y como la
situación siguió en constante cambio….. necesitó ubicarse en un lugar y
cultivar plantas y criar ganado….. se hizo sedentario .
24.1.22. La Historia del hombre y la vida del hombre es una gran
empresa , sobre todo sus primeras épocas de vida , en ella puso entera
voluntad , creatividad y esfuerzo en superar problemas que lo afligían ;
siendo flexible , demostrando adaptabilidad al medio hostil que lo
rodeaba , estas son cualidades que las empresas deben fomentar desde sus
inicios. Sin embargo , aprender a adaptarse a los cambios , creatividad
ante los problemas, voluntad para afrontar dificultades, no son sino
algunas de las características claves , pues en realidad se necesitan un
conjunto de cualidades para crear una organización que de manera
inteligente pueda afrontar situaciones adversas.
24.1.23. En el camino que se recorre para conseguir adaptar equipos de
trabajo a los cambios que exigen los nuevos tiempos, o las necesidades
que presenta la empresa , van surgiendo esos individuos que representan
en sí la “Resistencia al cambio”, aquellos que siempre ven los aspectos
negativos , que señalan o dicen que “es mejor trabajar como se ha hecho
hasta ahora” , claro, no saben visualizar los aspectos positivos , pero se
aferran a mantenerse en su puesto y trabajar sin ninguna modificación ,
miedo?, mala voluntad?,
28.10.2. Igual que la empatía, el comportamiento prosocial hay que enseñarlo, practic
la niñez. Y eso supone trabajar los valores que expresan ese movimiento interno que s
sintonizar con la otra persona, si no, la empatía es algo pobre. Este es el planteamiento
Paul Bloom profesor de la Universidad de Yale y que entre otras cosas afirma que po
empatía cognitiva y poco de la emocional o al revés. O que incluso, estímulos ex
involuntariamente la empatía emocional. Bloom pone el acento en la importancia de
deben acompañar a la empatía tanto cognitiva como la emocional, pues según sus i
empatía está
Bloom afirma que se siente más fácilmente empatía por las personas atractivas y po
tenemos características comunes como la misma lengua, el mismo origen étnico o
la empatía es “insensible” a las cifras y estadísticas, a los grupos grandes, a lo gener
la imagen de un niño europeo herido sea más efectiva (activa nuestra empatía con m
un campo de refugiados de un millón de personas africanas.
60. Claro. Es importante que el mensaje que queremos comunicar sea claro para que
nuestra audiencia lo entienda bien, y para eso tenemos que tenerlo claro nosotros
mismos. Porque si no estamos seguros, los demás tampoco lo estarán. Así que
antes de hablar o escribir hay que decidir qué es exactamente lo que queremos
comunicar, cuantos menos puntos mejor.
61. Conciso. Decir lo que tenemos que decir de la forma más sencilla y corta, no nos
vayamos por las ramas. Eliminar frases o palabras innecesarias, ¿para que utilizar
dos párrafos si lo podemos decir en tres frases? Procurar, además, que sea fácil
de entender. Especialmente si es algo importante, que la gente no tenga que
descifrar lo que queremos o leer entre líneas.
62. Concreto. Ser específico y dar todos los detalles necesarios, ni más ni menos.
Que dejemos claro qué tienen que hacer, cuándo, cómo y con quién.
63. Correcto. Procurar adecuar nuestro estilo de comunicación al oyente, prestar
atención a los términos técnicos, comprobar la ortografía y ¡pronunciar bien los
nombres!
64. Coherente. Que lo que digamos tenga su lógica, que todos los puntos que
queremos transmitir estén conectados, se sigan de forma natural y sean relevantes
para el mensaje.
65. Completo. Evitar prescindir de todo aquello que sea esencial para que los demás
tengan claros todos los puntos importantes.
66. Cortés. Ser asertivo no significa ser agresivo, es importante que nos
comuniquemos con educación y respeto, teniendo siempre en cuenta a la otra
persona, especialmente en situaciones delicadas.
66.1.1. Trabajar en equipo, la inteligencia emocional en las
organizaciones
66.1.2. Los teóricos de negocios de finales del siglo XX popularizaron el
concepto de construir equipos. Ellos comprobaron que son las estructuras
más apropiadas para llevar a cabo las tareas de alto nivel de complejidad.
A partir de este concepto, las empresas se abocaron a formar equipos de
alto rendimiento para asegurar el logro de sus resultados.
66.1.3. Pero… ¿Qué es un equipo?
66.1.4. Un equipo supone un grupo de personas unidas, que consideramos,
presenta dos condiciones básicas:
67. Poseer un objetivo en común.
68. Necesariamente tener que interactuar entre ellos para lograrlo.
70. Persuasión.
71. La capacidad de persuadir a los demás es clave para un directivo-líder. En el centro
de la capacidad de influir se encuentra el concepto de poder y su ejercicio.
72. Las fuentes o tipos de poder los podemos resumir en:
73. 1.- De recompensa. Cuando el que ejerce el poder recompensa a los otros si
atiende a sus peticiones.
74. 2.- Sancionador o coercitivo. Se anticipan represalias por parte del que ejerce el
poder cuando no se atiende a sus peticiones.
75. 3.- Legítimo. Cuando la persona acepta y entiende que el otro puede prescribirle
un comportamiento.
76. 4.- De identificación (referente). Cuando existe gran afinidad entre el que intenta
influir y la persona o grupo de personas a quien se quiere persuadir. Esto conlleva
que se atienda con convencimiento y agrado a las directrices del que ejecuta el
poder, lo cual sería deseable para un directivo.
77. 5.- De experto. Cuando la persona que persuade es conocedor y experimentado en
el contexto que intenta gestionar.
78. Las estrategias a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo el poder:
79. 1.- Estrategias de influencias basadas en la alteración de las percepciones. Se
trata de modificar las percepciones de los empleados de forma tal que perciban una
identificación entre sus objetivos individuales y las acciones que le interesan al
directivo o mando. Dentro de esta categoría podemos observar:
79.1. Intercambio de información. Mediante reuniones grupales se habla
de cómo mejorar la actuación.
79.2. Recomendaciones. En este caso se sugiere al grupo de empleados que
sigan un curso de acción concreta.
80. 2.- No basadas en el cambio de las percepciones. En ocasiones, es necesario tomar
decisiones o realizar acciones urgentes que no permiten hacer ver al empleado o
empleados sobre quienes se ejerce el poder que es un comportamiento deseable
para ellos. Por ello, hay que utilizar otras estrategias de influencias, concretamente
las siguientes:
81. 2.1- Promesas. El sujeto que ejerce la influencia compromete una recompensa a
los empleados a cambio de hacer lo que se les pide.
82. 2.2- Amenazas. Se informa a los subordinados cuyo comportamiento se quiere
modular que si no hacen determinada acción, se les aplicarán sanciones. A utilizar
de forma excepcional y en casos extremos.
83. 2.3- Estrategias legalistas. El poder se ejerce mediante la legitimidad que confiere
un compromiso contractual o acuerdo informal vinculante.
84. 2.4- Peticiones. El directivo informa al empleado o grupo de determinada acción
que le gustaría que realizase.
85. El contagio emocional.
86. Junto con la persuasión, el contagio emocional forma parte de la competencia que
llamamos estilo emocional. Se puede definir como la influencia ejercida a nivel
grupal mediante la práctica de las competencias emocionales básicas con
coherencia, integridad (unidad de vida) y el ejemplo. Presenta las siguientes
características:
87. 1.- Es una competencia de aplicación muy específica en las organizaciones
empresariales.
90. 4.- Conecta de forma profunda con los valores personales que tenga el líder,
confiriendo autenticidad a su actuación.
91. En relación a este concepto hay que tener en cuenta que el cerebro funciona como
un sistema abierto. Por ello, los estados emocionales de las personas dependen de
las conexiones con el mundo exterior, y especialmente con otras personas con
quienes se relacionan. Esto explicaría por qué un líder que practicara y fomentara
una gestión emocionalmente inteligente podría provocar un impacto positivo en
los miembros de toda la organización. Por tanto, es importante que un líder tome
conciencia de cómo su comportamiento, estilo y actitud emocional pueden afectar
de manera notable el rendimiento de todos los que le rodean, lo cual supone que
su gestión la debe practicar con la responsabilidad debida a este respecto.
92. Las empresas y sus directivos deben ser conscientes de que las personas merecen
ser tratadas con dignidad y de forma integral. Deben ser conscientes de que
contando con sus trabajadores los resultados mejoran.
Uno de los errores más típicos de los líderes, desde los supervisores
hasta los altos ejecutivos, es la incapacidad de mostrarse enérgico
cuando la ocasión lo requiere. En este sentido, la negligencia constituye
un verdadero obstáculo, como ocurre, por ejemplo, cuando alguien se
haya más preocupado por agradar a los demás que por hacer que cumpla
con su cometido, en cuyo caso, en lugar de oponerse al bajo
rendimiento, no hacen más alentarlo. Las personas que se sienten
incómodas con el enfrentamiento y el enojo también tienen resistencias
para asumir una actitud decidida cuando la ocasión lo requiere.
Así pues, uno de los rasgos que distintivos del líder enérgico consiste la
capacidad para decir no de un modo claro y rotundo. Otro consiste en
definir normas de rendimiento o calidad adecuadamente elevadas e
insistir en que se cumplan, exponiendo incluso públicamente el grado de
eficacia de cada uno de los implicados en el caso de que sea necesario.
El líder no debe pasar por alto el fracaso y el error sino que debe
aprovechar la ocasión para brindar un estímulo útil. Y en el caso de que,
a pesar de que ello, el rendimiento de alguien siga siendo muy pobre,
debe afrontar la situación de un modo abierto y sincero interior-
El catalizador del cambio no sólo debe ser técnicamente diestro sino que
también debe poseer un amplio abanico de competencias emocionales.
Pero, para ello, el líder debe articular una visión movilizadora de los
nuevos objetivos de la organización. Y, aún en el caso de que las metas
pudieran ser algo utópicas, el hecho de comprometerse con ellas puede
resultar emocionalmente satisfactorio. Despertar así las emociones de
las personas y alentarlas a alcanzar metas nobles y elevadas proporciona
al líder un poderoso motivo movilizador del cambio. De hecho, las
investigaciones realizadas al respecto muestran que este tipo de
liderazgo promueve un mayor esfuerzo y un mejor rendimiento de los
subordinados.
117.1.5. DIVERSIDAD
117.1.6. Es la capacidad de mostrar respeto, tolerancia y apertura de
mente ante las personas de diferentes culturas, ideologías o que piensan,
sienten o actúan de forma distinta a la nuestra
117.1.7. Implica la capacidad de convivir y aprovechar esta diversidad
como una oportunidad.
117.1.8. Crear sinergias y mayor riqueza en esa colaboración,
valorándola como una ventaja.
117.1.9. ¿CÓMO IR ENTRENANDO MI DIVERSIDAD?
118. Participa en foros, viajes o actividades en los que puedas interactuar con
personas diferentes a ti en algún aspecto que te resulte difícil de aceptar.
119. Investiga e infórmate sobre ese aspecto intentando empatizar con esas
personas.
119.1.1. Liderazgo
119.1.2. Aunque el “boom” del tema de la Inteligencia Emocional se
produce en la segunda mitad de los años noventa del siglo XX, los
principales autores relatan antecedentes de décadas anteriores. El autor
Goleman (quien se está tomando como referencia) menciona las
investigaciones realizadas por su difunto amigo y profesor de la
Universidad de Harvard, David McClelland cuyas investigaciones en los
años 50-60 condujeron a la formulación de su teoría de la motivación
sobre “las tres necesidades: poder, logro y filiación”.
119.1.3. Según Goleman, McClelland realizo hallazgos importantes en
sus investigaciones, que publico a inicios de los años setenta, que
cambiaron radicalmente los enfoques que existían sobre los test de
inteligencia como predictores del éxito laboral, profesional o en una
carrera directiva y cuestionó fuertemente la “…. falsa pero extendida
creencia de que el éxito depende exclusivamente de la capacidad
intelectual…”.
119.1.4. Entre los criterios que planteo McClelland en aquellos estaba
que “…las aptitudes académicas tradicionales –como las calificaciones
y los títulos- no nos permiten predecir adecuadamente el grado de
desempeño laboral o el éxito en la vida…”. Planteaba que los rangos
que diferencian a los trabajadores más sobresalientes de aquellos otros
que simplemente hacen bien las cosas había que buscarlos en
competencias tales, como la empatía, la autodisciplina y la auto
motivación, entre otras.
119.1.5. Un artículo de McClelland publicado en 1973 propicio la
aparición de un sistema completamente nuevo para medir la excelencia,
un sistema que se ocupa de evaluar las competencias que presenta una
persona, en el trabajo concreto que está llevando a cabo. Desde esa
nueva perspectiva, una “competencia” es un rasgo personal o un
conjunto de hábitos que llevan un desempeño laboral más eficaz o es,
una habilidad que “aumenta el valor económico de esfuerzo que una
persona realiza en el mundo laboral”.
119.1.6. Weisinger, al igual que otros autores y el propio Goleman,
señalan que el término “inteligencia emocional” lo crearon en 1990 dos
psicólogos de la Universidad de New Hampshire, John Mayer; y de
Yale, Peter Salovey, quienes identificaron como los cuatro componentes
y habilidades básicas de la inteligencia emocional, las siguientes:
120. La capacidad de percibir, valorar y expresar emociones con precisión.
121. La capacidad de poder experimentar determinados sentimientos, o de
generarlos a voluntad, en la medida que facilite el entendimiento de uno mismo o
de otro persona.
122. La capacidad de comprender las emociones y el conocimiento que de ellas
deriva.
123. La capacidad de regular las emociones para fomentar un crecimiento
emocional e intelectual.
123.1.1. Los grandes líderes son personas motivadoras, personas que
despiertan nuestro entusiasmo y alientan lo mejor que hay en nosotros.
Cuando tratamos de explicar su especial habilidad se relaciona con
nociones como la planificación, la previsión o el poder de las ideas, pero
la realidad es más sencilla: los grandes líderes son personas que saben
manejar las emociones.
123.1.2. Poco importa lo que haga, poco importa que se dediquen a
planificar estrategias o se ocupen de movilizar la acción de un equipo,
puesto que su éxito no depende tanto de lo que hacen como del modo en
que lo hacen. En este sentido debemos resaltar que, si un líder carece de
la capacidad de encauzar adecuadamente las emociones, nada de lo que
haga funcionara como es debido.
123.1.3. La función emocional del líder es primal en las dos acepciones
del término, es decir, como acto original y como el acto más importante
del liderazgo.
123.1.3.1. Cuando los lideres encauzan las emociones en una dirección
positiva, movilizan lo mejor de las personas y provocan un efecto
que se llama resonancia. Cuando por el contrario, lo hacen en una
dirección negativa, generan una disonancia que provoca los
cimientos emocionales en los que se asienta todo posible
desarrollo. De ello, que la competencia de los líderes en esta
situación emocional primal, es la que determina, en gran medida,
que una organización florezca o, por el contrario, se marchite.
123.1.4. Por todo eso la clave del liderazgo primal se asienta en las
competencias de la inteligencia emocional que posean lo líderes, es
decir, en el modo en que se gestionan la relación consigo mismos y con
los demás. Así pues, los líderes que maximizan los beneficios del
liderazgo primal son aquellos que saben encauzar positivamente las
emociones de sus subordinados para el logro de objetivos.
123.1.5. El efecto provocado por el líder en las emociones del grupo va
más allá de sus palabras porque, según ha revelado la investigación, la
atención de los presentes se dirige mas a él que al resto de los presentes.
Así cuando, por ejemplo, alguien plantea una pregunta abierta a todo el
grupo, los ojos de los presentes se dirigen hacia el líder para ver cuál es
su reacción. En efecto, sucede que los miembros del grupo suelen
valorar muy positivamente la respuesta emocional del líder y en torno a
ella dan la suya, especialmente en el caso de situaciones confusas en las
que los distintos miembros reaccionan de manera diferente. En cierto
sentido, pues, podríamos concluir diciendo que el líder es la persona que
determina, de manera explícita o implícita, la conducta y emociones del
grupo.
123.1.6. Los líderes aprueban o censuran, critican constructiva o
destructivamente y respaldan o hacen caso omiso de las necesidades de
los demás. Ellos son los únicos que pueden determinar el quehacer de un
grupo de un modo que proporcione o despoje de significado a sus
actividades. El líder puede transmitir claridad y orientación y alentar la
flexibilidad, permitiendo así que todo el mundo de lo mejor de si para
alcanzar el objetivo previsto. Y el modo en que lo haga determina su
impacto emocional.
123.1.7. El hecho de sentirse bien genera la eficacia mental,
permitiendo que las personas asimilen mejor la información, fomenten
el uso de las reglas de la lógica y flexibilicen el pensamiento. La
investigaciones han podido corroborar que los estados de ánimo
positivos nos ayudan a percibir mas positivamente los hechos y a los
demás, lo cual contribuye, a su vez, a cobrar mayor conciencia de los
recursos de que disponemos para alcanzar un objetivo, al tiempo que
alienta la creatividad, favorece la toma de decisiones y nos predispone a
la acción.
123.1.8. Existe una fórmula para cuantificar la relación empleado-
empresa, según la cual un aumento de 1 por ciento en el clima
emocional de los servicios va acompañado de un aumento del 2 por
ciento en los ingresos. No hay que olvidar que el líder contribuye a crear
el clima del servicio y que, en ese mismo sentido, tiene mucho que ver
con la predisposición de los empleados a satisfacer a sus clientes.
123.1.9. El modo en que el líder gestiona y canaliza las emociones para
que un determinado grupo alcance sus objetivos depende de su grado de
inteligencia emocional. En este sentido, los líderes emocionalmente
inteligentes despiertan de manera natural la resonancia y su pasión y
entusiasmo reverberan en todo el grupo. También hay que decir que este
tipo de líderes sabe movilizar, cuando ello es preciso, el estado de ánimo
más adaptado a las circunstancias, utilizando la empatía para sintonizar
emocionalmente a sus subordinados, haciéndolos sentir respetados y
comprendidos.
123.1.10. Por el contrario, la disonancia, en suma, genera agotamiento,
decepción y desaliento a las personas y les obliga a cambiar de trabajo.
Además, la disonancia también tiene otro costo adicional, ya que
quienes trabajan en ambientes nocivos acaban llevándose consigo a casa
esta intoxicación, puesto que las hormonas del estrés liberadas durante
una jornada de trabajo toxica tardan mucha horas en desaparecer del
torrente sanguíneo.
123.1.11. Cuando el líder comprende su propia visión y valores y puede
darse cuenta de las emociones de los demás, es su capacidad de gestionar
las relaciones la que contribuye a generar la resonancia. Pero, para
determinar el tono emocional de un grupo, el líder debe conocer bien sus
propias prioridades, lo que da nuevamente la importancia de la conciencia
de uno mismo y con ello aplicar los cuatro dominios de la inteligencia
emocional: conciencia de uno mismo, autogestión, conciencia social y
gestión de las relaciones.
123.1.12. Es muy importante para una organización reconocer de su
personal quien es líder estrella, existe un modelo de competencia del
liderazgo desarrollado por Lyle Spencer; en el cual el primer paso
consistía en identificar a aquellos lideres “estrella” cuyos ingresos y
rentabilidad para la empresa se hallaban entre el 10 y el 15 por ciento de
resultados máximos. El siguiente paso consistió en entrevistar a los
lideres “estrella” así identificados y a aquellos otros cuyo rendimiento era
solo promedio, con la intención de evaluar sus competencias. Los
resultados de esta investigación determinaron que la fortaleza de los
líderes “estrella” no residía en ninguna habilidad técnica ni cognitiva, sino
en cuatro competencias características de la inteligencia emocional: la
motivación de logro, la iniciativa, la capacidad de colaborar y trabajar en
grupo y la habilidad para dirigir equipos.
123.1.13. Finalmente, se adiestro a otro grupo de directivos del sector en
el cultivo de esas mismas competencias, fijando objetivos y evaluando su
desarrollo, un progreso que se vio claramente reflejado en su rendimiento
laboral; logrando, con ello un aumento en la eficacia y rentabilidad de de
la empresa y con ello los ingresos se verían incrementados.
123.1.14. Tipos de Inteligencia
123.1.15. Los tipos de inteligencia para la aplicación de este estudio,
son:
124. La inteligencia interpersonal. Es la habilidad de entender a otros individuos;
que los motiva, como trabajan, como generan la unanimidad y la cooperación entre
ellos. Sensibilidad a las emociones de otros, habilidad de motivar y ayudar a otros
individuos a entender aspectos importantes y a cumplir con sus objetivos
comprendiendo sus necesidades. Esta inteligencia está basada en la capacidad de
darse cuenta y poder diferenciar entre los individuos y sus estados de ánimo,
intenciones, motivaciones y conductas. En estados más avanzados, esta
inteligencia permite al individuo que la ha desarrollado ser sensible y leer los
deseos e intenciones a través de mensajes sutiles y no obvios. Herramientas
interpersonales: Asertividad, Empatía, Congruencia y Escalera de inferencia.
125. La inteligencia intrapersonal. Es una habilidad similar a la anterior solo que
está dirigida al individuo mismo. Es la habilidad de formar una visión real de uno
mismo y ser capaz de utilizar ese modelo para operar efectivamente enfrentando
las circunstancias de la vida. De alguna manera es similar al concepto, mencionado
anteriormente. La habilidad de acceder a la vida emocional propia como medio de
entendimiento propio y, por medio de ese conocimiento, entender a otros. Está
relacionada con la conciencia, la habilidad de concientizar lo que necesito, lo que
deseo. ¿Por qué estoy sintiendo lo que siento? ¿Por qué pienso lo que pienso?
¿Cuáles son mis patrones y actitudes? ¿En qué circunstancias tengo la tendencia
de expresar esas actitudes? Para alcanzar el éxito en el área que decidamos expresar
nuestro potencial individual se requiere un buen conocimiento de quien soy, que
hago bien y cuáles son mis limitaciones. Así como celebrar los éxitos y dedicar
tiempo a mejorar esos aspectos que no son manejados apropiadamente. Los
individuos con una fuerte y firme inteligencia intrapersonal encontraran
oportunidades para usar sus fortalezas y aprender de sus limitaciones y
sobreponerlas. La inteligencia intrapersonal se relaciona con el conocimiento de
los aspectos internos del individuo, acceso a las emociones y a sus posibles rangos.
La capacidad de discriminar efectivamente entre las emociones y poder tenerlas a
nuestro servicio como medio de entendimiento y así decidir más efectivamente
acciones alternativas. Los individuos con una alta inteligencia intrapersonal tienen
un modelo claro de ellos mismos y pueden reconocer sus propias necesidades, y
deseos, lo mismo que los recursos personales para alcanzarlos. Herramientas:
Manejo de emociones, el proceso de la diferenciación, autoestima, distorsiones
cognoscitivas, optimismo, meditación, visualización guiada, auto hipnosis y
relajación progresiva.
125.1.1. Dominios de la Inteligencia Emocional y competencias
asociadas
125.1.2. Competencia Personal, estas competencias determinan el modo
en que nos relacionamos con nosotros mismos.
125.1.3. Conciencia de uno mismo
126. Conciencia emocional de uno mismo: ser conscientes de las propias emociones
y reconocer su impacto; utilizar las “sensaciones viscerales” como guía para la
toma de decisiones.
127. Valoración adecuada de uno mismo: conocer las propias fortalezas y
debilidades
128. Confianza en uno mismo: seguridad en la valoración que hacemos de nosotros
mismos y de nuestras capacidades.
128.1.1. Autogestión
129. Autocontrol emocional: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y
los impulsos conflictivos.
130. Transparencia: sinceridad e integridad; responsabilidad.
131. Adaptabilidad: flexibilidad para afrontar los cambios y superar los obstáculos
que se presenten.
132. Logro: Esforzarse por encontrar y satisfacer criterios internos de excelencia.
133. Iniciativa: prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión.
134. Optimismo: ver el lado positivo de las cosas.
134.1.1. Conciencia Social
135. Competencia Social, estas competencias determinan el modo en que nos
relacionamos con los demás.
136. Empatía: ser capaz de experimentar las emociones de los demás, comprender
su punto de vista e interesarnos activamente por las cosas que les preocupan.
137. Conciencia de la organización: capacidad de darse cuenta de las corrientes,
redes de toma de decisiones y política de la organización.
138. Servicio: capacidad para reconocer y satisfacer las necesidades de los
subordinados y los clientes.
138.1.1. Gestión de las Relaciones
139. Liderazgo inspirado: capacidad de esbozar visiones claras y convincentes que
resulten altamente motivadoras.
140. Influencia: utilizar un amplio abanico de tácticas de persuasión.
141. Desarrollo de los demás: saber desarrollar las habilidades de los demás
mediante el feedback y la guía adecuada.
142. Catalizar el cambio: alentar, promover y encauzar el cambio en una nueva
dirección.
143. Gestión de los conflictos: capacidad de negociar y resolver los desacuerdos.
El líder más adecuado para llevar a cabo el cambio de rumbo necesario para
hacer frente a una situación crítica, por su parte, debe tener las habilidades de un
visionario, es decir, ser capaz de trazar una nueva visión que resulte estimulante.
Cuando la situación es muy urgente y exige un enfoque drástico, el estilo puntualmente
más adecuado es el autoritario. Si se requiere del consenso de los empleados, de la
construcción del compromiso o simplemente de generar nuevas ideas, la persona
requerida tendrá que saber utilizar el estilo democrático. Si por último, de lo que se
trata simplemente es de dirigir a un equipo muy competente y motivado, el estilo más
adecuado parece ser el timonel.
Este tipo de aprendizaje deberá ser repetitivo, lo que quiere decir que los
distintos pasos no se realizan de un modo sucesivo, suave y ordenado, sino que cada
uno requiere un tiempo y un esfuerzo distintos. Con el tiempo, el ejercicio de los
nuevos hábitos acaba integrándolos en el nuevo yo real. Es frecuente que esta
modificación de los hábitos, la inteligencia emocional y los estilos de liderazgo acabe
provocando cambios en nuestras aspiraciones y en nuestros sueños, es decir, en nuestro
yo ideal. Y este ciclo de desarrollo y adaptación es un proceso que perdura toda la
vida.
Pero para que este proceso resulte un éxito antes deberá desarrollar el tercer
descubrimiento propuesto por este modelo y tendrá que elaborar una agenda detallada
(donde estén sus fortalezas) sobre las acciones que deberá realizar cada día para
aproximarse a su ideal. El programa deberá ser satisfactorio y permitir ajustes tanto a
las habilidades que haya decidido aprender como a las realidades de su vida y de su
trabajo.
Las personas con liderazgo primal (resonantes) han eliminado el molde de ser
un líder, creado a imagen y semejanza de los viejos magnates de la industria, una figura
autoritaria y obsoleta que dirigía todos los hilos de la empresa desde su inaccesible
oficina.
Los líderes resonantes saben cuándo deben aplicar una modalidad colaboradora
y cuando ser visionarios, cuando deben escuchar y cuando impartir órdenes. Este tipo
de líderes posee una especial habilidad para conectar con lo que realmente es
importante y plantear una visión ideal que sintonice con los valores de sus
subordinados. Son personas que motivan de manera natural las relaciones, poniendo
en la mesa cuestiones ocultas y generando una sinergia que armonice a los grupos; son
personas cuyo interés por sus empleados les lleva a despertar su lealtad e inspirarles a
dar lo mejor de sí por los valores compartidos.
Estos líderes están más impulsados por los valores y son más flexibles,
informales, transparentes y sinceros que los de tiempos pasados. Son líderes que se
conectan con las personas y con las redes, lideres con resonancia, líderes que saben
contagiar su entusiasmo a toda la organización, estimulando a sus subordinados. En
definitiva, la resonancia es la auténtica clave del liderazgo primal.
CAPITULO II
INSTRUMENTOS DE EVALUACION
.
CAPITULO III
RESULTADOS
A continuación se hará una interpretación de los instrumentos aplicados en
este caso es una encuesta que esta elaborada con los subindicadores de la variable de
investigación.
Alternativas F %
a. Para tener buenas 15 68.18%
relaciones
amicales sentirme
bien conmigo
mismo
b. Para llevarse bien 1 4.54%
con todos
c. Para ser una 1 4.54%
persona influyente
d. Para estar bien con 5 22.7%
uno mismo
22 100%
Alternativas F %
1. Cuando realiza 7 31.82%
trabajos con
personas que no
son de su entorno
2. Cuando le se le 0 0%
dificulta opinar en
un grupo
3. Cuando se 15 68.18%
desenvuelve sin
dificultad en
cualquier
circunstancia
4. Cuando desarrolla 0 0
sus actividades
con discreción
22 100%
Alternativas F %
a) Empatizar con los 6 22,73
demás , amar
,aceptarse ,aceptar
perdonarse y
perdonar a los
demás
B) Cuidar sus lazos 2 9,09
amicales
C) Afrontar 11 50
dificultades en sus
proyectos
D) Responder a 4 18,18
diferentes aspectos
de su vida
22 100%
Alternativas F %
A) Lo ignoro y sigo con 2 9,09
mis actividades
22 100%
Alternativas F %
A )Una comunicación 7 77,27
eficaz
D) Se prefiere la 1 4,55
individualidad
22 100%
Establecer factores
que influyen en la Primera: Los
formación de factores que
pequeños grupos influyen en la
con intereses formación de
comunes pequeños grupos
con intereses
comunes
Precisar el nivel de
la autoestima y
autoconocimiento
por parte de cada
estudiante
Analizar el
incumplimiento de
las normas de
convivencia
Bibliografía
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¿Lo tecnológico o lo didáctico? Cognición. Revista Científica de FLEAD [en
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