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Este huevo era de un color diferente y era más grande que los demás
huevos era el huevo de un águila que había ido a parar allí.
Job: 39: 27-30 nos dice: ¨ ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y
pone en alto su nido? Ella habita y mora en la peña, En la cumbre del
peñasco y de la roca. Desde allí acecha la presa; Sus ojos observan de
muy lejos...”
Una vez vivíamos entre los pollos y actuábamos como ellos; pero ya hemos
nacido en Cristo, por lo que ya no somos pollos sino águilas.
Dios Protector.
Dios Proveedor.
Dios Motivador
Dios Poderoso
Grandeza de Dios y del Águila
El águila mide como 3 metros de largo desde un ala a otra. Mide 2 metros
de largo desde su pico hasta la cola.
Sus alas brindan seguridad a sus polluelos. Así es nuestro Dios protector,
El tiene el poder para cubrirnos y librarnos de todo mal.
Con sus plumas te cubrirá,Y debajo de sus alas estarás seguro; (Sal. 91:4).
Cuando la tormenta viene atacar el nido las águilas lo cubren con sus alas.
El águila macho junto con la hembra lo cubren con sus alas y unen sus
cabezas, formando así un gran caparazón (escudo) que ni el viento ni el
agua afectan a sus pequeños aguiluchos.
El Águila símbolo de la Fuerza de Dios
2 Crónicas16:9, Prov. 15:3 y 5:21, Job 28:24; 31;4; 34:21 y Jer. 16:17
Hebreos 4:13 nos dice: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta
en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas
a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.
Nada de lo que yo haga en esta tierra puede estar oculto, sin que Dios
le mire y le conozca.
Simbología del Águila con el
Cristiano
Es el animal más fuerte sobre la tierra.
Existen cerca de 70 especies de águilas en el mundo, y estas grandes aves de presas
tienen unas características imponentes. La fortaleza de las águilas ha sido admirada por
muchas naciones a lo largo de la historia, como lo evidencia su imagen en diversos
símbolos nacionales.
Poseen fuertes cabezas con picos grandes y curvados muy adecuados para arrancar la
carne de sus presas. Sus inmensas garras son lo suficientemente afiladas para matar
presas tan grandes como ciervos o monos. Los ojos de las águilas también son
extremadamente poderosos, permitiéndoles divisar a su presa desde distancias increíbles,
incluso cuando estas están bien camufladas. Algunos estudios sugieren que algunas
águilas pueden avistar un animal del tamaño de un conejo hasta a dos millas de lejanía.
Pueden levantar algo que tenga 4 veces su peso y volar con él.
Esta Escritura nos enseña un principio poderoso. Si pertenecemos a Él, Dios no permitirá
ninguna dificultad entrar en nuestras vidas que no somos capaces de sobrellevar.
Entonces, todo lo que viene en nuestro camino, algo que nos tienta, cualquier tragedia
que nos sobrevenga (somos capaces de superarla y lograr la victoria espiritual).
Eso no significa que la vida siempre va a ser fácil. Por el contrario, el hecho de que
necesitemos una "salida" indica que Dios a veces permite entrar pruebas difíciles en
nuestras vidas. Tal vez no creamos que podamos superarlas, o dudemos de nuestra
propia fuerza para prevalecer, y quizá incluso fallemos en la prueba. Eso no significa, sin
embargo, que no somos capaces de superar esa tentación particular. Cualquiera que
sea la tentación, Dios promete que seremos capaces de superarla.
Pero ¿qué significa "superar" las pruebas? Significa que las pruebas no superan nuestra
fe o nuestra posición como hijos de Dios, y pasamos a través de las pruebas intactos.
Santiago 1:12 nos asegura, “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los
que le aman.”
”Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”(Isaías 40:31)
De dónde proviene la fuerza del creyente
“Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. Pero tú aumentarás mis fuerzas como las
del búfalo; Seré ungido con aceite fresco. El justo florecerá como la palmera; Crecerá
como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios
florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, Para anunciar que
Jehová mi fortaleza es recto, Y que en él no hay injusticia.”( Salmos 92:8, 10, 12 – 15)
La fuerza que proviene de Dios nos invita a conocerlo mejor y confiar más en él.
Muchos de nosotros hablamos de Dios muchas veces, pero pareciera que Dios fuera un
ser extraño, ajeno a nosotros, a nuestro mundo y a nuestras debilidades como tal; sin
embargo Dios es tan cercano a nosotros, que dispuso su morada (su habitación en
nosotros) Hebreos 3.6 nos dice (pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.)
El nos invita a conocerle mejor y a confiar en él; que aun en medio del valle de lágrimas
que es este mundo, lleno de violencia por todas partes, lleno de maldad, la cual florece
como hierba sin que la rieguen; aun en medio de eso Dios nos invita a poner nuestra
confianza en él.
LAS ÁGUILA SON MONOGAMAS Y FIELES.
La construcción de los nidos para cualquier ave supone un gasto energético muy
elevado, pero para las águilas, el esfuerzo es aún mayor porque sus nidos pueden
medir casi dos metros de diámetro y a veces tienen que realizar cientos de viajes
para reunir el material necesario para su edificación.
“El uso alternativo de distintos nidos y de plantas con repelentes naturales para su
construcción ayuda a evitar a los parásitos, cuyas larvas permanecen en los nidos
esperando la llegada de las aves en una nueva temporada de cría.
Los materiales que utilizan para su construcción, son esenciales para luchar contra
los parásitos.
Hogar Cristiano
¿Qué lugar debe ocupar la Palabra de Dios en el hogar?
"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes”. (Deuteronomio 6:6, 7)
El culto familiar es más que necesario, es un precepto divino. Dios nos ha pedido que
instruyamos a nuestros hijos en su Palabra, cada día. Pablo muestra que esto seguía
siendo igualmente practicado y preceptivo.
"Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a
quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses
de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.(Josué
24:15)
Hay cuatro elementos importantes en la vida del águila:
(1)Un nido grande; (2)una percha; (3)una piedra y (4) un nido pequeño.
La pareja de águilas edifican el nido y crían hijos que puedan vivir en el desierto y servir correctamente.
El plan de Dios es tener hijos que puedan vivir en el mundo sirviéndole. Sin imitar al mundo, reconociendo
quienes son y puedan atraer a otros a Dios.
Cuando un águila edifica un nido lo construye muy alto y en un árbol que pueda aguantarlo; y sigue
edificándolo año tras año; así es que puede llegar a pesar dos toneladas.
Cerca del nido el águila tiene una piedra a la cual va todos los días, recibe en ella el calor y la fuerza del sol.
El creyente tiene una piedra en la cual fortalecerse; podemos temblar sobre esa roca pero ella está firme. La
roca es Dios por medio de Jesucristo.
Además de la piedra el águila tiene cerca de su nido una percha donde suele estar por horas; desciende a
ella doblando sus rodillas y puede dormir así sin caerse.
El nido grande, la peña y la percha están juntos, el águila los utiliza de por vida; están ubicados en lo que es
su zona de caza; cualquier animal que entra en ella sabe que ha entrado a la zona del águila.
Dios quiere que miremos los problemas y las dificultades desde arriba. Que
miremos al diablo desde arriba no desde abajo, porque somos águilas y no
pollos.
Job: 39: 27-30 nos dice: ¨ ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y pone
en alto su nido? Ella habita y mora en la peña, En la cumbre del peñasco y de
la roca. Desde allí acecha la presa; Sus ojos observan de muy lejos. Sus
polluelos chupan la sangre; Y donde hubiere cadáveres, allí está ella.¨
El águila madre siempre toma tiempo para entrenar a sus hijos.
Desde que nace es instruido en su caminar y su volar. Desde
que comienza a dar sus primeros pasos, y comienza a sentirse
incomodo en el nido; comienzan sus padres a instruirlos.
No así el buitre que come lo que aparece, así sean animales muertos o en
estado de putrefacción, esto es compatible con lo que vemos hoy en día;
herejías, apostasía que es alimento putrefacto y venenoso para la vida espiritual,
enseñando por buitres del evangelio, y que el cristiano debe ser cuidadoso y no
los debe comer.
Por eso el águila es dotado con una vista y unos ojos sobrenaturales y super
potentes, estos tienen la capacidad de mirar al sol sin ser deslumbrado( ningún
animal, ave, ni ser humano puede hacerlo) su vista ve un animal o presa a millas
de distancia en la altura, como el cristiano debe discernir lo que ve y lo que
come, con un olfato espiritual elevado.
EL CUIDADO DE LAS CRÍAS:
Si a los hijos de las águilas alguien les diera a
comer alguna porquería sus padres lo atacarían;
las águilas mueren por sus crías.
Necesitas saber que hay alguien cerca de ti a quien debes proteger. Si has
recibido una comisión debes proveer, proteger y cuidar.
EL CUIDADO DE LAS CRÍAS:
El trabajo más importante del águila es criar un
polluelo que pueda crecer, pasar el desplume y vivir.
✓Para que aprenda a cazar sus propias presas con las cual se
alimenta.
Así como el águila enseña a sus hijos a volar, así hace Dios con los suyos; es su
manera de levantar líderes. Todo lo que Dios hace lo hace por medio de líderes.
Cada persona tiene un círculo de influencias. La bondad de Dios se manifiesta al
levantar líderes de los hombres para hacer que el mundo conozca el evangelio del
Señor.
En el nido pequeño crecen los polluelos hasta cierta edad; ellos no saben volar.
Algunos aprenden a volar temprano, como algunos creyentes que crecen
rápidamente por la gracia del Señor. Pero hay otros creyentes que aun después de
doce o trece años siguen siendo bebés y no quieren responsabilidades, no quieren
madurar. Entonces Dios tiene que hacer un cambio porque es preciso que crezcan
y maduren.
En la Biblia se lee que el águila excita el nido de las crías. Lo que hace es sacar las
pieles que lo hacen suave y deja solo las espinas. Repentinamente el nido cambia.
Ahora todo lo que se encuentre en el nido le causa daño al bebé.
Cuando Dios excite tu nido empezarás a sentirte molesto en él. ¿Por qué permite Dios
esto? Porque no quiere que estés conforme con la vida en el nido.
El propósito del águila es volar, no sentarse todo el día en el nido. Dios no quiere que tú
estés sentado toda la vida. Es tiempo de madurar y ser líder. Ya has pasado suficiente
tiempo en el nido, es tiempo de tomar responsabilidades. Cuando Dios excita el nido
alguien se enferma, o no hay dinero, o alguien muere, o pierdes tu trabajo, etc. Dios
dice: “llegó el momento de confiar solo en mí” El propósito es que aprendas a volar.
El polluelo llora como si estuviera moribundo. Desde ahora, el tiempo que pase en el
nido nunca será fácil ni agradable. Pero es necesario que así sea, algo va a ocurrir.
Si vas a servir a Dios, él va a excitar tu nido. Tienes una elección cuando Dios mueve tu
nido: puedes mejorar, o enojarte. Confiar en Dios es mejor que cualquier cosa. Él puede
enseñarte lo que es mejor para ti. Enojarte no va a ayudarte en nada. Cuando veas el
poder de Dios en ti será cuando comience realmente la enseñanza, esto es: Confiar en
Dios, seguir al Señor, poder guiar a otros.
La mayoría de las águilas no quieren salir del nido. ¿Por qué van a esforzarse si
ahí tienen todo lo que necesitan? La hembra se acerca al nido y toma al polluelo,
él la ha visto aterrizar muchas veces en el nido; pero ahora ella lo carga .
Podemos ver en esa enseñanza que Dios excitó su nido (el rey había muerto)
pero le dio a Isaías la oportunidad de servir de una manera como jamás lo había
hecho antes..
Hay algo importante que ver aquí que sirve para nosotros ahora: El Señor Jesús
en la pascua está muerto y en navidad es un bebé; así ve el mundo a nuestro
Salvador. Se necesita que alguien muestre al Mesías resucitado. Dios espera
que tú vayas y lo muestres al mundo.
APRENDIENDO A VOLAR:
El águila toma al polluelo y lo lleva sobre sí misma. Eso es algo nuevo para él. No se le pregunta
si quiere pasear, solo se lo lleva. La madre pone al polluelo en la espalda y salta al vacío. El
polluelo está temeroso y debe aferrarse a la madre o caerá. El águila comienza a volar; él nunca
ha visto lo que ve ahora.
El águila llega tan alto que se puede sentir que el aire está frío y hay una hermosa vista desde
ahí. Pero la lección que está por experimentar la cría no es para mostrar el paisaje, sino para
enseñarle a volar.
De repente el águila deja al polluelo en el aire y éste siente que no tiene el sostén de su madre.
(A veces Dios nos deja caer) El pequeño grita y comienza a caer en picada; puede ver que las
piedras se van agrandando y se pregunta: “¿¿¿¿¡¡¡Por qué me hizo esto…!!!???” Puede darse
cuenta que, o vuela, o se muere. Sin embargo el padre está ahí observando. Es preciso que
sepas que tu Padre está ahí. Nunca duerme y siempre sabe cuánto falta para que caigas a tierra.
El águila está atenta y ve caer al polluelo que se muere de miedo. El padre lo toma en el aire, lo
lleva hacia arriba y le hace lo mismo que antes le hizo la madre.
La cría comprende que tiene que aprender a volar o morirá. También tú tienes
que aprender a volar o morirás espiritualmente; ya no puedes quedarte más en
el nido. Nadie puede aprender a volar observando a otros y quedándose todo
el tiempo en el nido. Cada uno tiene que aprender por propia experiencia.
El águila joven que no aprende a volar tiene que morir. El creyente joven que no
aprende a volar perderá su servicio; no hay manera de forzar a alguien a amar
a Dios.
Como sus alas son tan grandes estas pueden absorber hasta diez galones de agua en
sus plumas cuando llueve y pueden caer precipitadamente a tierra por el peso, es por
tal razón que ellas cuando saben que va a llover o se acerca una tormenta, se
remontan por encima de las nubes para así evitar mojarse y cuidarse de las tormentas.
Dios espera que nosotros tengamos una visión como la de las Águilas, amplia. El
espera que nosotros nos coloquemos por encima de los problemas y de las pruebas,
porque no somos pollos sino Águilas. No tenemos por qué vivir atados a las cosas de
la tierra. Nuestro lugar no está en la tierra sino en los cielos, en las alturas. Estamos
sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús.
Dios espera que nosotros alcemos vuelo como las águilas, porque nuestras vidas no
dependen de lo que vemos, sino de lo que no vemos. 2 Corintios 4:18 dice: ¨No
mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.¨
Las águilas no aletean como las demás aves. Las águilas planean, es
decir se dejan llevar por el viento para no cansarse.
El águila, cuando planea, mueve sus alas con precisión sabe cuando y como
moverlas guianza del Espíritu Santo.
Gal 5:18 los que somos guiados por el Espíritu no estamos bajo la ley (activismo).
Cuando eres guiado por el Espíritu Santo y tienes problemas el mundo te mira y pregunta por
qué no te enojas, o por qué no te desanimas; y esto se debe a que saltas por encima del
problema. Los problemas no hacen caer a los líderes sino que los alzan. Dios te tomará y te
elevará por encima de los problemas.
Las alas del águila le permiten volar a gran altura y aun de espaldas. Juegan entre ellas en el
aire haciendo círculos a veces durante dos o tres horas. Siempre cazan mientras planean.
Pueden cruzar por el bosque a 60Km. por hora sin peligro.
Lo que el águila hace por instinto el Señor permite que el creyente lo haga por discernimiento.
El temor de Dios es el conocimiento; es decir, primero está la sabiduría luego el conocimiento,
pero caminar con Dios es discernimiento. Cuando el discernimiento espiritual obra en ti, las
personas podrán preguntarte: “¿Por qué hiciste tal cosa?” Y responderás: “Porque Dios me
guió”.
En cuanto a esto necesitamos tener en cuenta que el Espíritu Santo siempre te llevará de
acuerdo a la Palabra. No es cosa de echarle la culpa a Dios de cualquier barbaridad que
hagamos, pues cuando tu proceder no es de acuerdo a las Escrituras, no estás lleno del
Espíritu Santo.
SIENDO GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO:
Las alas del águila tienen más de dos metros de envergadura;
la punta de cada ala tiene seis “dedos” los cuales puede
mover como quien mueve el codo o la muñeca. Cuando vuela
dispone estos dedos de un modo que le permiten flotar en el
aire sin necesidad de mover las alas. Puede estar en el aire
diez horas flotando sin hacer ejercicio; “descansando”. En
(Hb:10) se dice que hay un descanso para el pueblo de Dios.
El águila ve lo que otras aves no ven. Un águila puede ver un objeto del tamaño
de una moneda de diez centavos en un pastizal. Puede ver un pez en el agua a
ocho kilómetros de distancia.
Hay creyentes que no tienen ningún tipo de Visión espiritual y luego dicen
llamarse creyentes águilas. No son capases de ver el peligro de mezclarse con
el mundo y peor aun no son capases de ver la Gloria de Dios.
El Águila no pierde nunca de vista su objetivo. mientras que Josue y Caleb eran
creyentes águilas habían diez gallinas que no se atrevieron pelear contra los
gigantes, los creyentes gallinas atemorizan al pueblo y lo detiene pero Caleb
fue un creyente Águila que a pesar de pasar los años no perdió nunca su visión
y objetivo. No descansó hasta que lo consiguió.
Abre tus ojos y veras que solo en Cristo hay verdadero alimento que da vida y
esta en abundancia.
El águila es el único pájaro que puede mirar el sol
El cristiano sano espiritual debe buscar el alimento espiritual en la soledad, como el Águila.
La dieta espiritual debe ser balanceada. Necesitas alimento espiritual para tu fortaleza espiritual.
…y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual;
porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1 Co. 10:3-4)
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza.” (Colosenses 3:16)
Sus Riesgos
Tú también debes aprender a ver si hay trampas mortales por donde caminas. Si
caes en una trampa es posible que pierdas tu testimonio. Debes saber que toda
trampa mortal que el diablo dispone pretende satisfacer una necesidad básica. La
casa, la comida, tu familia, todo esto necesita de tu cuidado; pero cualquiera de
estas cosas te pueden hacer caer. Tienes que comprender que la trampa caerá
solo una vez; pero una vez que caiga es posible que haya terminado con tu
testimonio para siempre.
Siempre habrá advertencias que debes tener en cuenta si no quieres ser atrapado.
El creyente necesita discernimiento para no ser capturado. Es necesario meditar
día tras día sobre lo que nos dice los capítulos del 1 al 9 de Proverbios. Consejos
para obtener conocimiento, sabiduría, discernimiento, etc.
El águila se lanza en picada, toma el pescado y vuela. Debes aprender que las cosas gratis
siempre tienen un costo escondido. El diablo no te va a decir cuanto te costará el pecado; pero el
precio del pecado es más pecado y luego la muerte. Tarde o temprano, tu pecado te alcanzará.
(Nm:32:23)
Toda trampa en algún momento se acciona. Muchas veces solo tendrás una advertencia. El
Espíritu Santo te dirá: “¡¡Aléjate de ahí!!” y tal vez tu digas: “Yo puedo, soy fuerte” Recuerda que el
Espíritu Santo no te guiará en contra de la Biblia. Tus amigos cristianos también te advertirán; pero
tu dices: “Le tomaré, le dominaré, le conquistaré”
Así también el águila dice: “la red no tiene nada de malo, no puede hacerme daño, yo la he
dominado, he tomado el pescado y nada malo me ha sucedido.”
Pero el cazador está escondido, tiene todo el tiempo del mundo y mucho pescado. El águila ha
perdido toda precaución. Nunca se pregunta de dónde viene el pescado; de manera que está
dependiendo de algo que no puede explicar. Es necesario comprender que hay dos fuentes de
donde provienen las cosas: o vienen de Dios, o las provee el diablo. Debemos discernir la
diferencia o seremos capturados.
Los ojos han probado que no hay peligro; sin embargo el ave cae en la trampa. Le atan sus patas,
no puede desplegar sus alas, es encapuchada y llevada a una jaula. Así pasa sus días en
cautiverio. Tal vez pase muchos días ahí. Muchos creyentes, muchos más de los que crees, han
sido atrapados por el diablo y pasan sus días en cautiverio, sin gozo y sin esperanza.
En el canal National Geografic, mostraron una película que presentaba un
hecho poco común. Un águila se sumergió en un lago para atrapar un pez;
pero, el pez era muy grande. Al comenzar a levantar el vuelo, el águila
hacía un esfuerzo muy grande. El pez era pesado y ella no lograba
soportar su peso.
Dándose cuenta de que no podía con su presa, trató de soltar al pez. Pero
sus garras habían penetrado tan hondo en sus carnes que no podía
sacarlas. Luchó mucho, pero no tuvo éxito. Comenzó a caer al lago,
ahogándose, porque no pudo librarse de la caza que había atrapado.
Las garras del águila equivalen a las piernas del creyente símbolo
de oración los padres cristianos que oran por sus hijos, los
protegen; la iglesia que ora protege a sus creyentes jóvenes, la
pareja que ora protege su matrimonio, etc.
El lodo no es el lugar de las águilas; ellas no necesitan estar ahí. Están tan débiles que puedes tocarlas
pues no presentan pelea y a menos que ocurra algo morirán.
Hay otras águilas en el cielo que no han bajado al barro, ellas no están desanimadas; así que van a cazar
y traen carne y la dejan caer cerca de las que están en el barro para que estas tengan qué comer. Pero
las desanimadas águilas no quieren comer y van muriendo, irremediablemente. Es triste ver morir a un
águila en el barro; sin fuerza, sin dignidad, sin belleza… Más valioso es el creyente que mil águilas.
Cuando un creyente está espiritualmente débil cualquier cosa puede desanimarlo. Lo más sabio es
volver a la roca (Jesucristo) pero la mayoría de las veces no vamos en busca de la roca de nuestra
salvación.
De cada diez águilas que bajan al lodo seis mueren. Se rinden y mueren. Cualquiera puede hacer esto;
es más fácil rendirse y dejarse morir. Estando en esa condición cualquier cosa podría matarlas.
Las águilas del aire siguen dejando caer trozos de carne ensangrentados mientras les gritan: “¡Coman!”
“¡No mueran en el barro!” “¡No se dejen morir!”
Las águilas que sobrevuelan el claro del bosque alientan con sus gritos a las desanimadas águilas del
barro pero nunca aterrizan en él. Tú puedes ayudar a los que están en el barro pero no te juntes con ellos
en borracheras, ni trasnochadas, ni nada por el estilo. Puedes decirles: “Oraré por ti, pero no iré contigo.”
Las águilas del aire no cesan de tirar carne y alentarlas a comer; pero a pesar
de todo ese esfuerzo muchas de las águilas del barro mueren de hambre a
pesar de estar rodeadas de carne. Carne que hubiese salvado sus vidas. Tú
puedes salvar a los que están en el barro porque los amas.
De pronto una de las águilas dice: “No moriré” y comienza a comer la carne;
otra la imita y come también. Las águilas de arriba las animan:
El águila comienza a tener fuerza pero aun no puede salir del bosque, pero
sigue comiendo hasta tener suficiente fuerza. Luego empieza a ejercitar sus
alas y a desprenderse del barro que se le ha pegado. Ahora solo tiene que
volar sin tocar los árboles y volver a su roca. Si no sale pronto los coyotes la
comerán.
El sol comienza a dilatar el calcio de los ojos del águila; su membrana comienza a funcionar
normalmente y ahora ve toda la tierra de un modo diferente.
Luego emprende un vuelo de victoria. Grita: “¡Gracias al Señor no morí en el barro!” Hubiese
sido fácil rendirse y morir, pero no fue así.
Es más fácil ahora adorar a Dios. Él puede hacerte pasar cualquier cosa. Todos los
desanimados que se quejan no pueden hacerte cambiar. Ahora solo confías en Dios. Solo
sirves a Dios. Solo sigues a Dios. Lo que antes era un problema, ahora ni lo piensas.
Si no ayudamos a otros es porque olvidamos que alguna vez alguien nos ayudó. No les debo
nada a esas águilas, pero por gratitud a Dios voy a ayudar a todas las que pueda; les llevaré la
Palabra que las anime y podré ponerme delante de mi Dios un día y decirle: “Corté un pedazo
de carne ensangrentada y lo dejé caer al lado de las águilas del barro."
Salir victoriosos de los periodos de desalientos.
Cuando logramos salir victoriosos de estos periodos
de desaliento, nos volvemos más fuertes, sanos y
con una madurez en cuanto al nivel espiritual, y
nunca más nos dará por probar la carne podrida, ni
tampoco dejar nuestros pies anden sobre las zonas
lodosa de donde el Señor, nos ha sacado y nos ha
rescatado para limpiarnos y amarnos.
LA IMPORTANCIA DE LA RENOVACIÓN.
Hemos dicho que el águila puede llegar a vivir hasta 70 años. Pero
esto no llega solo, requiere de una transformación.
A los 40 años toda ella está “oxidada” para seguir volando. Sus
uñas están apretadas y flexibles, esto le dificulta tomar la presa.
Su pico largo y puntiagudo, se curva, dirigiéndose hacia el pecho.
Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas.
Su Pico
Sus Plumas
Sus Garras
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer,
comenzará a desplumar sus plumas viejas.
No se sabe bien por qué ocurre el desplume, pero con él vienen el desánimo,
la desesperación y la muerte. De igual manera ocurre con los creyentes a
quienes les gana la depresión, la angustia y la desesperación, a veces
terminan en la muerte.
UNA VIDA DISTINTA:
La diferencia entre un águila y otra ave es que
tiene un estilo de vida distinto. Así también el
cristiano: habla, vive y se muestra de una
manera distinta. Su confianza está puesta en
Dios.
Lo primero que ataca o come de los muertos es las tripas. Sus picos están diseñado
es para poder comer animales muertos.
Buitres símbolo de las personas crueles que atacan a los demás y deleitarse de sus
errores y fracasos. Les agrada difamar y mofarse de los demás.
Algunos de los creyentes, que aun no se han identificado ni definido como águilas,
se vuelven como buitres. Utilizan su visión para buscar los errores de los demás y de
esto se alimentan.
LA HORA DE LA MUERTE.
Si pasan el primer desplume las águilas viven entre cincuenta a setenta años; criando hijos
cada cuatro años.
El águila puede morir en el barro, o con dignidad, con un testimonio constante, un caminar
verdadero; todo el tiempo correcto hasta el final. A estas personas amas y te gusta escuchar
sus historias de cómo le sirvieron y le sirven al Señor. Si no aprendes de los ancianos vas a
tener que aprender por experiencia propia todo lo duro que ellos aprendieron.
En nuestra vida podemos servirle a Dios, o estar derrotados. A veces dejamos el servicio
porque alguien nos ofende; ¿Alguien te hirió? ¿Qué importa? No sirves a nadie, solo a Dios.
Él no te ha ofendido él es tu fuerza, tu guía, tu provisión.
El águila muere en la piedra; el creyente también. En algún lugar vas a morir, puedes elegir
morir en el barro, o en Jesús, callado, con dignidad. Mirando al cielo Alabando a Dios. Sobre
la Roca, con los ojos puestos en Dios.
El águila va a su piedra, se acuesta sobre su espalda y dobla sus alas sobre el pecho. Sin
resistencia. Es tiempo de morir. Se queda mirando al sol. Cuando nosotros vamos a la Roca
estamos preparados para morir, mirando al cielo. Mantén tus ojos fijos en Dios y estarás listo
para morir, en cualquier tiempo, en cualquier lugar.
Cuando un águila está cerca de morir, vuela a su lugar
favorito de la montaña, abre sus alas alrededor de si mismo,
mira los rayos de sol y muere. ¡Eso es lo que hace un águila!.
Jesucristo dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, aquellos que creen mi,
vivirán, aunque mueran y aquel que vive y cree en mi jamás morirá”.
¿Crees esto?.
Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida nadie viene al Padre si
no es por mi”.
A la Roca se dirige,
contra ella se quebranta,
voluntariamente sufre
pero sale renovada.
Esta es la oportunidad,
el momento que esperaba;
con voluntad y valor
se dispone a traspasarla.
No tarda en subir muy alto;
alcanzó lo que anhelaba:
que el huracán con su fuerza
a la cima le elevara.