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NICARAGUA
UNAN-FAREM CHONTALES
Profesora:
Dra. Janet Gonzales.
Carrera:
Psicología.
Asignatura:
Neurociencia y Conducta I
Elaborado por:
Vielka Blandón Soza.
Fecha de Entrega:
Sábado 16 de Mayo 2015
Temas de interés
Conciencia
La vigilia:
Sistema de alerta
La función normal de la corteza cerebral requiere un adecuado funcionamiento de
estructuras subcorticales: sustancia reticular activadora ascendente (SRAA).
SRAA está formada por grupos celulares se hallan distribuidos en: mesencéfalo,
protuberancia, hipotálamo y tálamo, desde ahí se proyecta de forma difusa a la corteza
a partir de esto es activada.
Deben ser resueltas varias preguntas sobre la conciencia para tener un entendimiento
completo. Estas cuestiones incluyen, sin estar limitadas, si el ser consciente podría ser
completamente descrito en términos físicos, como la adición de procesos neuronales
en el cerebro. Si la conciencia no puede ser explicada exclusivamente por eventos
físicos, debe trascender las capacidades de los sistemas físicos y requiere una
explicación de medios metafísicos. Para los filósofos que afirman que la conciencia es
metafísica en la naturaleza, permanece la cuestión sobre qué se requiere para explicar
la conciencia.
Percepción
Aprendizaje y memoria
En cambio, para guardar los recuerdos que pertenecen a la memoria a largo plazo el
hipocampo trabajará con ellos.
Los lóbulos temporales se encuentran detrás de los ojos, debajo de las sienes, y
guardarán nuestra memoria a corto y largo plazo. Estos lóbulos también trabajarán
nuestro pensamiento, el aprendizaje del lenguaje y la estabilidad del humor. Esta
parte del cerebro es importante porque una lesión en los lóbulos temporales puede
causar dificultades de memoria.
Los ganglios basales deciden qué recuerdos queremos retener y cuáles deberemos
descartar. Esta decisión tiene un objetivo, evitar la sobrecarga de la memoria
temporal para que pueda funcionar mejor. Nuestra memoria es selectiva, y olvidar los
recuerdos que no tienen ninguna importancia nos permitirá retener la información
que consideramos relevante.
Los recuerdos implícitos son recuerdos que contienen información sobre un evento
o una experiencia en el pasado, pero no son reconocidos como si tuvieran algo que ver
con ese evento o experiencia. Generalmente estos recuerdos son fragmentos de
sensaciones o emociones, que son provocados por experiencias que el cerebro asocia
con las experiencias del pasado, pero aquí está el problema, no se reconoce la
conexión.
Por ejemplo, alguien siente temor o rabia cuando una mujer mayor lo toca. O pueden
surgir imágenes perturbadoras y repentinas de violación cuando está realizando un
acto sexual lleno de amor. Cuando dichas experiencias suceden, pueden parecer muy
extrañas y perturbadoras, hasta “irracionales” para quien las experimenta. Puede
pensar, “¿Qué está pasando conmigo? ¿Estoy loco?”
Cuando dichas experiencias son recuerdos implícitos, lo que está pasando tiene
mucho sentido y definitivamente no son señales de demencia. A veces el cerebro
funciona así. Finalmente, dichas experiencias pueden ser reconocidas como recuerdos
incompletos que están conectados a las experiencias sexuales no deseadas o abusivas
del pasado.
Sin embargo, puede ser que estos recuerdos implícitos sean muy perturbadores.
Además, a veces es imposible saber con certeza si dichas experiencias son o no
recuerdos de experiencias pasadas.
Neuroplasticidad
Desarrollo y evolución
Pese a tener una estatura similar a la del chimpancé, los cerebros de estos individuos
empezaron a presentar volúmenes encefálicos significativamente superiores. Por su
parte, los primeros miembros del género Homo mostraban una mediana de 700
centímetros cuadrados y evolucionaron de manera gradual y casi lineal – sin baches –
hasta llegar a los 1.400 centímetros cúbicos del Homo sapiens actual.
A lo largo de nuestra evolución las mejoras en el cerebro y el cuerpo se han
complementado recíprocamente: cuando una avanzaba, ésta impulsaba la mejora de
la otra siguiendo un ciclo de retroalimentación positiva. De esta manera, ponerse de
pie fue uno de los primeros hechos trascendentales de la humanidad y está constatado
que esto sucedió antes de la aparición de los pulgares prensiles, la habilidad de
fabricar herramientas o el desarrollo del lenguaje.
Sueño
11. ¿Por qué soñamos? ¿Cuáles son los mecanismos cerebrales subyacentes? ¿Cuál
es su relación con la anestesia?
Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Sin embargo, solo soñamos
por ráfagas de pocos minutos. Si calculamos un promedio, a lo largo de nuestra vida
soñamos seis años enteros. Durante este proceso, el cerebro se activa casi en su
totalidad necesitando para ello que el flujo de sangre en el mismo sea el doble que el
necesario durante el estado de vigilia. Solo una parte del cerebro deja de funcionar
mientras dormimos: el centro lógico. Es por esto que los sueños adquieren, muchas
veces, matices de irrealidad. Además, para no exteriorizar nuestros sueños, el cerebro
envía señales a la médula espinal paralizando así nuestros miembros de manera
temporal. Lo único que movemos mientras soñamos, lo cual sucede durante la fase
conocida como REM, son nuestros ojos, que se mueven de manera acorde con nuestra
actividad en el sueño.
Cognición y decisiones
Enfermedades
13. ¿Cuáles son las bases neurales (causas) de enfermedades mentales como
los trastornos psicóticos (por ejemplo, la manía, la esquizofrenia), la
enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer o la adicción? ¿Es
posible recuperarse de la pérdida de la función motora o sensorial?
Enfermedad de Alzheimer
Esclerosis lateral amiotrófica
Ataxia de Friedreich
Enfermedad de Huntington
Demencia con cuerpos de Lewy
Enfermedad de Parkinson
Atrofia muscular espinal
La EA comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el
pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con EA pueden tener
dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de
personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa
más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad.
Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán
Alzheimer. Con el tiempo, en el Alzheimer, los síntomas empeoran. Las personas
pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o
escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más
adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa.
Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los
familiares que deben encargarse de sus cuidados.