DOMINGO LUCIANI SERVICIO DE MEDICINA INTERNA UNIDAD DE PSIQUIATRIA DE ENLACE
La perspectiva freudiana del fenómeno
psicosomático Zulma López Arranz Resumen de su Texto
TRABAJO REALIZADO POR DR. AQUILES ZAPATA
ADJUNTO DE PSIQUIATRIA EN LA UNIDAD DE PSIQUIATRIA DE ENLACE. Se propone estudiar el fenómeno psicosomático en el campo de la teoría y la practica psicoanalítica desde la lectura de los textos de Freud. La hipótesis central es considerar el fenómeno psicosomático (FPS) como una lesión- inscripción sobre el órgano-función, debido a la fijación de la pulsiones autoeróticas que quedan detenidas en la primera trascripción de las percepciones. (Ps) Tres hipótesis auxiliares 1ª. El FPS es consecuencia 2ª. EL FPS es una formación de una falla en la segunda que tiene sus orígenes en las retrascripción, hecho que mociones pulsionales lo ubica fuera del congénitas que quedaron inconsciente en tanto retenidas en la etapa del proceso primario (fuera autoerotismo. La libido toma de lo reprimido) como objeto de la investidura libidinal al sustrato material del cuerpo. 3ª. El FPS tiene la condición de trauma cuya especifidad se repite sobre el organismo a través de la lesión-inscripción. A partir del texto: Proyecto de Psicología para neurólogos y la Carta 52, Zulma López nos plantea: Que el FPS esta situado en una etapa primaria, denominada autoerotismo. Donde las pulsiones primordiales o autoeróticas son detenidas en una etapa anterior al narcisismo. Esta etapa corresponde a una escena primaria donde el niño, en una situación de desvalimiento y desamparo requiere una acción específica de un adulto auxiliar que debe entender lo que el niño “necesita” dándole un significado, un sentido: la función de entendimiento o comunicación que proviene del otro tiene una importancia fundamental. El FPS es causado por una fijación que corresponde a una operación fallida que no permitió establecer una separación entre ese interior denominado cuerpo anatómico y ese primer exterior llamado objeto mítico: falla de una operación simbólica. Hubo una ausencia o falla de una operación simbólica, que es responsable de la inscripción directa de la pulsión sobre el organismo viviente. La descarga pulsional recae, sin posibilidad de entramado psíquico, sobre el organismo. El FPS puede ser entendida como una condiciona de trauma, debido a que el aparato psíquico esta imposibilitado de tramitar por vía de lo anímico las grandes cantidades de excitación. (Q) Ese objeto que permitió la satisfacción de las necesidades deja tras sí una huella mnémica que se ubica en el sistema de neuronas impasaderas (dejan pasar Qn parcialmente), donde se guardará los atributos o cualidades del objeto. Esta huella constituye una representación que marca la perdida del das- Ding (de la cosa inaccesible), como el primer exterior del sujeto. Como algo que es llevado desde el origen en el interior del sujeto al exterior. Ese primer encuentro con el objeto mítico y la satisfacción de la pulsión-deseo, dejo una representación, una memoria, una marca o huella que da cuenta de una ausencia. Que en el FPS no ocurrió, no quedo una inscripción de huella mnésicas en el inconsciente reprimido. Podemos decir, que en el FPS no hay huella del objeto perdido, no se instala la separación inaugural que por una lado puede ser pensada como una desprendimiento del das-Ding (la cosa) y por otro lado como vacio, la hiancia que conduce a la localización del deseo y al sujeto del inconciente. El FPS puede ser pensado como una operación fallida que no permitió al sujeto establecer la separación entre su interior y ese otro primer exterior.
En el FPS, el sujeto en tanto falta, falta. Es
decir, que el FPS no es una formación del inconsciente. El FPS se ubica en la primera trascripción de los signos de percepción(Ps) el cual es insusceptible de conciencia y articulada según una asociación por simultaneidad. El Icc es la segunda trascripción EL Prc es la tercera retrascripción, ligada a la representación-palabra, susceptible de ser conciente. EL FPS quedo fijado en la primera trascripción, en consecuencia fuera del inconsciente estructurado por las leyes del proceso primario. Por lo tanto hay una falla a nivel simbólico que impide la inscripción de la huella en el sistema Ψ (psi) que corresponde al sistema de neuronas impasaderas. Es decir, el FPS queda ectópico respecto del inconsciente en tanto regido por las leyes del placer y del deseo. La imposibilidad de la descarga pulsional hacia el exterior, es llevada, por otros rodeos, hacia un órgano o una función. La raíz del FPS es una lesión de un órgano- función montada sobre una necesidad. Si el camino de la descarga no es el de la asociación lingüística, existe una falla en la segunda retrascripción y la descarga se produce sobre el sustrato material del cuerpo, quedando por fuera del inconsciente regido por las leyes del principio del placer • Si el FPS no es una formación del inconsciente, la interpretación como herramienta analítica no es eficaz debido a la imposibilidad de hacer conciente lo inconsciente. • Zulma López nos plantea que la construcción en el análisis es el modo de intervención apropiado para el tratamiento de pacientes con FPS. • La intervención estará dirigida a presentarle al paciente un fragmento de su pasado, del cual no tiene huellas mnémica, con la imprescindible y valiosa herramienta de la transferencia, se insertara en la historia del paciente esa pieza exhumada y se esperará para reconocer el efecto que esta produce. En este capitulo a partir de la Introducción al narcisismo de Freud, diferencia el FPS de otros fenómenos.
El autoerotismo es una etapa anterior de
narcisismo del yo cuya mociones pulsionales parten del ello, aquí se sitúa el FPS En un dolor orgánico comprobable el sujeto retira su libido del mundo que no se relacione con su dolencia. (Hay retiro de las investiduras libidinales en el yo) En la hipocondría retira el interés y la libido de los objetos del mundo exterior para concentrarlos sobre el órgano que le preocupa sin producir lesión. En la Erogenidad hay un estado de excitación por cambios fisiológicos que desencadena diversas sensaciones en determinados lugares del cuerpo. Estas áreas envía a la vida anímica un estimulo de excitación sexual. En el FPS la investidura produce una lesión real sobre el cuerpo. Hay un fracaso de los dispositivo con que cuenta el aparato anímico para domina la cantidad de excitación. No es posible la elaboración psíquica debido a una falla simbólica que imposibilita la descarga por vía de la asociación lingüística. El FPS es anterior a la libido objetal y al narcisismo. Por lo que queda fuera de la represión (no hay huella en el Icc. reprimido). En el FPS hay un goce pulsional ante el fracaso de lo simbólico que lesiona lo real del organismo.
El FPS es una formación del ello pulsional, la
investidura cuya fuente es el ello recae sobre un órgano o función. Esto se produce por la imposibilidad de una descarga hacia el exterior, es decir, de una tramitación por la vía de lo anímico. Cierra el capitulo con la siguiente cita extraída de: El problema económico del masoquismo: “… ni aún la autodestrucción de la persona puede producirse sin satisfacción libidinosa” A partir de las Pulsiones y destinos de pulsión así como de otros desarrollos, nos propone pensar el FPS como la satisfacción pulsional en sí mismo. El FPS esta ubicado en una etapa anterior al narcisismo, correspondiente a pulsiones primordiales que quedaron retenidas en una etapa previa a la represión. En su esfuerzo constante hacia la satisfacción y al verse impedida la descarga al exterior debido a la imposibilidad de ligazón por vía de la asociación lingüística, toma al sustrato material del cuerpo para efectuar la descarga, provocando así una lesión-inscripción sobre el órgano-función. En 1914 Freud introduce la idea de un yo temprano “yo-placer” que se transforma en un “yo realidad inicial” que puede distinguir el adentro del afuera. Se puede sostener que el FPS puede ser incluido en la etapa anterior al “yo realidad inicial”, ya que no se puede distinguir el adentro del afuera. Pensándose en el destino de la pulsión, en esta etapa la pulsión no puede ser dirigida hacia afuera, toma al <sustrato material> como objeto donde converge con una vuelta a la pasividad. Se puede afirmar que el FPS es el lugar donde la pulsión encuentra la satisfacción: la lesión es el lugar de la satisfacción pulsional.
El FPS en definitiva puede producirse en
cualquiera de las estructuras psíquicas descritas En el siguiente capitulo la lectura corresponde al texto Más allá del principio de placer y a la conferencia titulada Complemento de la doctrina de los sueños, donde se señala la existencia de sueños traumáticos. Precisamos que el FPS una formación del ello, que tiene su origen en las mociones pulsionales primordiales, que quedaron retenidas por una falla en la segunda retrascripción, quedando dichas pulsiones fuera del inconsciente reprimido, en una etapa del desarrollo psíquico denominada autoerotismo. Si pensamos el FPS desde más allá del principio de placer y desde la compulsión a la repetición, nos encontramos que corresponde a una experiencia traumática que no pudo inscribirse en lo simbólico y en consecuencia lleva a la destrucción de un órgano-función, con periodos de recrudecimiento, brote y/o periodicidad. El FPS vista desde el la neurosis traumática, corresponde también a un estado de indefensión y desamparo frente al peligro de los estímulos internos que hace necesaria la asistencia del <adulto auxiliar>, cuya función de entendimiento pueda llevar la acción especifica, lo contrario el aparato psíquico se desborda. El sujeto en la neurosis traumática como en el FPS se sostiene fijado psíquicamente en el trauma. Retomamos el FPS desde la compulsión a la repetición y nos preguntamos. “¿Qué ocurre si eso que se repite está por fuera del inconsciente, fuera de la posibilidad de encontrar una huella en el recuerdo?”, ¿puede ser pensada la “compulsión de repetición” desde el Ello pulsional? EL FPS al no poder inscribirse en lo simbólico, funciona como lesión-inscripción, como una marca sobre el órgano viviente. No hay huella primordial, no hay representación. Por lo que, la repetición deja por fuera lo psíquico y se <hace ver> a través del FPS por medio de una lesión que marca al organismo viviente ante la imposibilidad del reencuentro con la huella que no fue inscripta en el inconsciente reprimido. Los paciente que padecen por FPS repiten la enfermedad con sus consecuencias. En sus discursos, no hay integración del padecimiento de su enfermedad a su historia, muchas veces solo lo incluyen dentro de los malestares que lo aquejan, como si ese “cuerpo doliente” solo le pertenece al saber medico y no a ellos como sujeto Desde el seminario 11 de Lacan, podemos ver el FPS como una necesidad no satisfecha: Cita <… en la medida en que una necesidad llegue a estar involucrada en la función del deseo podrá concebirse lo psicosomático como algo distinto a la monserga que consiste en decir que todo lo que sucede en lo somático tiene una replica psíquica…Hablamos de psicosomático en la medida en que allí ha de intervenir el deseo, en la medida en que allí se conserva el eslabón del deseo, aunque ya no podamos tomar en cuenta la función de afánisis del sujeto> El FPS es una lesión montada sobre una necesidad biológica, no hay posibilidad de tramitar las grandes cantidades de excitación por vía de lo anímico y la repetición asume como modalidad de descarga la vía refleja, yendo a parar, en la búsqueda de satisfacción, sobre un órgano o una función produciendo la lesión. En el FPS no hay sujeto del inconsciente (como discurso) Las investiduras autoeróticas desempeñan un importante papel en el FPS, pues no se trata de una relación narcisista. Aquí a partir de la lectura del capitulo IV de Más allá del principio de placer. Se plantea que las excitaciones provenientes del interior se propagan de manera directa y ponen a funcionar la serie placer-displacer y cuando tiene una intensidad tal que rompe la barrera antiestimulo se denominan traumática. El FPS puede considerase una condición traumática, ya que existe una elevada cantidad de excitación que corresponde a pulsiones primordiales de la etapa de autoerotismo, que al quedar detenidas en esta etapa no pasaron a la represión y por tal motivo no puede producirse la ligazón y tramitarse por vía anímica, sino que lo hace a través del mecanismo reflejo hacia el cuerpo anatomico. En FPS hay una ruptura de la barrera antiestímulo y además se ha denegado la ligazón o tramitación psíquica. Por lo que se concluye con la siguiente hipótesis: los FPS tienen una condición de trauma, ya que es imposible la tramitación psíquica debido a que se trata de pulsiones autoerótica que quedaron fijadas en un estado anterior al de la represión (fuera del Icc). Como la descarga no puede ser tramitada por medio de lo anímico es cursada por la vía refleja, sobre el soporte material del organismo. Por qué en el FPS, la vida encuentra estos <atajos> por medio de un <cortocircuito>, para no ir directamente hacia la muerte?: Debido a la existencia de una falla en lo simbólico, la constitución subjetiva se produce de manera tal que no pone en juego la afánisis (el miedo a perder el Ste) del sujeto. También puede verse el FPS como una operación fallida en la separación objeto-sujeto. Una falta de “desprendimiento” total del das-Ding. Sin perdida del objeto no hay posibilidad del deseo El FPS es un modo particular de entramado de la pulsión de muerte y de la pulsión de vida. Situamos el FPS como un nombre para la pulsión de muerte inscrita de modo directo sobre el soporte material del cuerpo, como el <cortocircuito>, en el sentido de acortar el camino de regreso a lo inorgánico. Vemos como la pulsión de muerte (que es muda) en arduo trabajo lesiona el órgano- función. Comprendemos entonces que el FPS la pulsión toma el soporte material del cuerpo anatómico, como sustrato material donde se realizará la descarga de la excitación que lleva a la lesión o a la destrucción de órgano o de una función. A partir del recorrido por el texto El yo y ello se situara el FPS como una falla en la segunda trascripción que hace que dicho fenómeno tenga una relación ectópica con respecto del inconsciente reprimido, en tanto proceso primario. Debido a que no todo Icc es reprimido, el FPS queda ubicado como una formación del inconsciente no reprimido (el ello inasequible). En consecuencia el FPS no puede <hacerse Cc> porque no existe huella mnémica que lo enlace a la palabra y sea susceptible de una representación posible de hacerse consciente. El FPS puede ser entendido como magnitudes hipertróficas de excitación que no consiguen descargarse al exterior, por carecer de representaciones que lo enlacen a la representación-palabra, por lo que no se insertan en ninguna dialéctica, produciendo una lesión de manera directa sobre el soporte material del organismo viviente. En el FPS seria una forma de inscripción directa, sin pasaje por la estructura del lenguaje. <Eso> que quedo por fuera del inconciente reprimido, esta imposibilitado de ser enlazado a una representación-palabra y por no haberse constituido en forma lograda ese primer exterior del sujeto, la descarga pulsional sobre un órgano- función produce lesión. La lesión del órgano se produce en la medida que se excluye aquello que hace a la persona sujeto, a saber, la palabra. Si el Ello es lo heredado, lo establecido constitucionalmente y la fuente de las pulsiones primordiales, podríamos ubicar allí al FPS. Entonces es en el autoerotismo donde el organismo es tomado como un otro, en donde aún no hay separación entre el Yo y no Yo. Entonces cuando nos referimos al FPS, es el organismo viviente el que resulta lesionado. El FPS esta situado en el periodo de autoerotismo, anterior al narcisismo. El FPS es el resultado de un operación simbólica fallida, que le impidió al sujeto establecer una separación competa entre el interior y ese primer exterior. La investiduras primordiales recaen sobre el organismo, por lo que no se distingue fuente y objeto. En el FPS no hay una relación de objeto (no hay cuerpo como objeto) No hay una separación tajante entre el ello y el yo, ambos confluyen. El FPS es una fijación que hace signo en el organismo viviente: Una fijación cerrada a las ficciones del Inconciente. Puede pensarse el FPS como la marca de algo que no ha sido tramitado por la vía de la asociación lingüística y el retorno no es de lo reprimido, sino del retorno (de las investidura primordiales) sobre el organismo viviente. El FPS no es una estructura, en tanto puede darse en cualquier estructura descrita por el psicoanálisis.
Siendo el FPS una formación del ello pulsional
en el periodo autoerótico del desarrollo psicosexual, queda por fuera de la asociación lingüística, por tanto el Yo se comporta con relación al FPS como lo no sabido, no reprimido: El FPS no esta en conflicto con el Yo. El FPS es la marca de una investidura del ello que descarga su cantidad de excitación en el organismo sea en el interior o en su superficie, produciendo un lesión en lo real del organismo viviente. El FPS opera en cualquier estructura y en la clínica puede observarse en algunos casos, puede recibir refuerzo de la pulsión de destrucción que opera desde el superyó, en especial de la necesidad de castigo. Con relación al Yo en el FPS no adviene la angustia en función de la lesión, el sujeto relata su padecimiento como una lista de dolencia, no hay historicidad. A menudo el FPS puede aparecer en determinada época del año o movilizarse en función de algún aniversario, sin embargo no hay una dialéctica de lo simbólico.
La inscripción-lesión directa, sobre el organismo
viviente, no es dialéctica, no hay una construcción de una historia. La lesión-inscripción directa, sobre el material del organismo viviente, no implica una historia. Para que el sujeto haga una historia de su lesión- inscripción, se necesita un hecho fechado, la elaboración del mismo y la transformación en un elemento simbólico, además se requiere que ese elemento deba estar en relación a un otro que venga a significarlo. Entonces, el FPS al quedar por fuera de la historicidad del inconsciente , no habrá angustia como señal de su existencia. Desde lo constitucional el FPS puede considerarse: Una formación del ello pulsional El resultado de la pulsión de muerte Deviene de pulsiones autoeróticas Deviene de una mezcla pulsional no consumada (o desmezcla pulsional) Proviene de las investiduras libidinosas del ello pulsional, que debido a una falla en la asociación lingüística, no puede tramitarse al exterior. Se especificidad consiste en realizar una descarga en el interior o en la superficie del organismo produce una lesión Desde la lectura del texto, El problema económico del masoquismo nos conduce a pesar: La relación entre el FPS y el masoquismo erógeno como un placer de recibir dolor y cuyas bases son biológicas y constitucionales, es decir, tiene su fuente en las pulsiones primordiales. Una parte de la pulsión de destrucción permanece en el interior del organismo ligada por la excitación sexual que otorga satisfacción en el dolor. En el FPS la pulsión de destrucción encontró la manera de producir un <cortocircuito>; en primer lugar encuentra un atajo para logra su objetivo y en segundo solo <algo> se inscribe y eso hace que la muerte se retrase. Esta premisa permite sostener la tesis que el FPS a través de la <lesión-inscripción> muestra una particular modo de entramado de Eros y Tánatos. En el FPS encontramos que la función erótica de la libido recae sobre la investidura de un órgano o una función. Por lo que, se podría establecer una analogía con las escarificaciones y los tatuajes. Se cumple con la finalidad erótica: <están ahí para hacerse ver>. El sadismo del superyó y el masoquismo moral del yo se complementan y se refuerzan mutuamente para hacer del FPS una complejidad clínica presente en cualquiera de las estructuras. El FPS puede entrelazarse con una modalidad del masoquismo erógeno, de un sentimiento inconsciente de culpa y de una necesidad de castigo. A partir de la lectura de Notas sobre “la pizarra mágica” se propone un dispositivo para el abordaje del FPS. Si se considera el FPS como resultado de excitaciones (Qn) provenientes del interior del organismo que se propaga de manera directa en ausencia de protección antiestímulo (imposibilidad de tramitar por vía de lo anímico) al organismo provocando una <desgarradura> que representa una condición de trauma. Si el FPS es un signo que marca el organismo viviente, sin pasaje por el inconsciente reprimido y no hay huella en lo simbólico, que puede ofrecer el psicoanálisis. ¿Cómo hacer consciente lo inconsciente, si lo inconsciente no está reprimido? Desde el dispositivo de la transferencia, el analista <construye una huella>, allí donde no hay y por relación de contigüidad hace posible la emergencia del sujeto del inconsciente. Como lo plantea Freud en el Proyecto de psicología, el analista tiene la función del adulto auxiliador que realiza una acción especifica que permita el cese el estimulo interno: la función de entendimiento o comunicación.
Desde el lugar de la transferencia, es posible
construir, poner una huella auxiliar, allí donde no existe Finalmente desde el texto, Construcciones en análisis. Se plantea abordar el FPS como el modo o la forma en que lo inconsciente está presente, en alguna parte, como una marca, como una inscripción en el organismo viviente que no remite a otra cosa, si no ha <eso>. La construcción como presentación de un fragmento del pasado, es un modalidad de intervención analítica en el tratamiento de paciente con FPS, aunque no es posible reconducirse hasta lo reprimido, puesto que allí no hay huella, esta permitirá la emergencia del sujeto del inconsciente y lo podremos <atrapar> a través de una formación del inconsciente. Si el FPS es una repetición vinculada con la modalidad de descarga pulsional que lesiona el organismo, diferente al síntoma como retorno de lo reprimido o como en la psicosis donde el retorno viene desde el mundo exterior. Lo que se repite es un fragmento de algo que no puede entramarse en una historia, no puede hacerse presente como recuerdo, entonces la construcción como intervención valida aporta un fragmento del pasado para que el sujeto dejando de ser una respuesta transforme su padecimiento psicosomático en una pregunta. Sabremos si la construcción es correcta si el sujeto historiza su enfermedad, si se logra inscribir una huella, estableciendo una relación de contigüidad con lo que existe en el inconsciente. La construcción vendrá a funcionar como una retranscripción del signo, haciendo posible una inscripción en lo simbólico. Esta huella en lo simbólico se pondrá en conexión por semejanza u otros nexos con otra u otras huellas presentes en el inconsciente reprimido, de modo que es posible otorgar una nueva significación del sujeto El decir del analista a través de la construcción, funciona como una <huella auxiliar> que permite la asociación lingüística que permitirá la tramitación simbólica y la descarga hacia afuera. El analista cumplirá de esta manera, con la función de <adulto auxiliar> otorgando entendimiento o comunicación allí donde hay una inscripción, una marca y se logre otro modo de descarga pulsional. Se alcance modificar la posición subjetiva y la forma como se entrama la enfermedad en la historia del paciente. Las marcas no quedaran en el cuerpo, sino que a través de la construcción será posible encontrar una huella en el inconsciente, el lugar de la inscripción no será el cuerpo. El trabaja psicoanalítico será conseguir por medio de la construcción que <eso>, que era inconsciente no reprimido, entre en la dinámica del proceso primario porque desde allí lo podremos hacer conciente. Al final de cuenta, es encontrar un nombre para la pulsión de muerte inscripta de modo directo sobre el sustrato material del cuerpo. Ante la imposibilidad de hacer conciente lo inconsciente, el trabajo del analista será entonces la construcción simbólica. Estas huellas auxiliares permitirán acotar (limitar) el goce de la pulsión de muerte a través de un nuevo entramado simbólico. Para finalizar, el trabajo analítico tendrá como objetivo, durante una parte del tratamiento, apuntar a la mezcla pulsional y a una manera diferente de inscripción que funcionará como una sutura en lo simbólico.