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Problema,
justificación,
objetivos y
aproximación al
marco teórico
2.1- Cómo elaborar un
Proyecto de Investigación
Aplicada (PIA)
Severo Ochoa1.
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Específicamente, una buena pregunta de investigación debe estar dotada
de:
Claridad: Es necesario definir el problema con precisión y concisión
conceptual. Desde la perspectiva de nuestra carrera, ello supone
que debe utilizarse la terminología propia de la rama jurídica de la
que se trate, evitando ambigüedades, juicios de valor, falsas
preguntas. etc. Ello supone además que en la enunciación debe
plantearse del modo más explícito posible el recorte (temporal,
espacial, temático) que comprenderá la investigación. Por ejemplo,
si se estudiarán criterios de la jurisprudencia, debe precisarse de
qué tribunales y qué período; si va a abordar cuestiones de
responsabilidad, debe indicar si la misma es civil o penal; si se
refiere a la regulación de un instituto, debe aclarar si su estudio se
limitará al marco jurídico nacional, o comprenderá el derecho
comparado.
Pertinencia: El problema debe plantear un interrogante cuya
respuesta suponga un aporte para la disciplina. Ello implica que el
eje del mismo debe ser jurídico, y por lo tanto, que la investigación
supone el estudio y análisis de legislación, jurisprudencia y/o
doctrina, nacional, internacional, comparada. Ello no excluye que el
abordaje del problema contenga otras dimensiones, o que no
pueda desarrollar nociones propias de otras disciplinas a modo de
introducción o complemento de su investigación jurídica (de la
psicología, la medicina, la sociología, la economía, etc.).
Factibilidad: esta cualidad supone la necesidad de evaluar recursos
en términos de equipo, tiempo, dinero, competencias. En este
sentido, el estudiante debe ser realista, y considerar las limitaciones
derivadas de los plazos impuestos por la universidad, sus
capacidades y conocimientos, y la dedicación que puede asignarle a
la tarea de investigación.
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El problema de investigación puede implicar la formulación
de más de una pregunta central (podrían formularse dos, de
acuerdo a la complejidad de la problemática presentada).
Recuerda, sin embargo, que la pregunta debe aludir al
resultado más complejo –en términos de conocimiento- al
que pretende arribar.
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a los diversos aspectos comprendidos en el problema de investigación- nos
ayudarán luego a la formulación de los objetivos específicos.
Por ejemplo, si el problema de investigación fuera: ¿En qué supuestos y
bajo qué condiciones se aplica la teoría de la inoponibilidad de la
personalidad jurídica conforme al art. 54 de la ley 19.550?, algunas de las
preguntas de investigación que podrían formularse serían las siguientes:
¿Es procedente la aplicación de la teoría de la inoponibilidad de la
personalidad jurídica en los casos de violación de la legítima hereditaria?,
¿Podría aplicarse la teoría de la inoponibilidad de la personalidad jurídica
en los casos de afectación de los derechos del cónyuge?, ¿Qué ocurre en los
casos de afectación de derechos de terceros?, ¿Puede aplicarse la teoría de
la inoponibilidad de la personalidad jurídica en otros supuestos no
establecidos en el art. 54 de la ley 19.550?.
1) Conveniencia
¿Qué tan conveniente es la investigación? ¿Para qué sirve?
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Desde una perspectiva jurídica, una investigación puede servir para
identificar las diferentes regulaciones aplicables a una misma figura o
relación jurídica; para proponer lineamientos para una reforma o una
nueva legislación de algún ámbito no regulado (o regulado de modo
insuficiente o deficiente); para evaluar las ventajas y desventajas de una
propuesta legislativa en ciernes, determinando sus probables efectos; para
sistematizar las diferentes posturas doctrinarias y/o jurisprudenciales en
torno a una cuestión, sopesando la validez de las diferentes
argumentaciones; etc.
2) Relevancia social
¿Cuál es su relevancia para la sociedad? ¿Quiénes se beneficiarán con los
resultados de la investigación? ¿De qué modo? En resumen: ¿Qué
proyección social tiene?
Una investigación en el ámbito del derecho puede ofrecerle al ciudadano
(en cuanto consumidor, usuario de servicios públicos, trabajador, etc.) la
posibilidad de conocer las defensas o herramientas jurídicas con las que
cuenta para defenderse de situaciones abusivas o discriminatorias; o bien
puede revelarse como útil para los operadores jurídicos, en cuanto que
sistematiza los mecanismos o procedimientos a seguir para la defensa de
ciertos derechos; finalmente, puede coadyuvar al conocimiento y difusión
de los derechos de ciertos grupos sociales desfavorecidos o en una
situación jurídica desventajosa (y con ello, a su reconocimiento y goce
efectivo).
3) implicaciones prácticas
¿Ayudará a resolver algún problema práctico? ¿Tiene implicaciones
trascendentales para una amplia gama de problemas prácticos?
Si bien no es muy frecuente en los proyectos de tipo PIA, existen
investigaciones que aportan soluciones para dificultades que se presentan
en el ámbito de ciertos procesos judiciales; o bien, que brindan ideas
novedosas para superar algunas lagunas o contradicciones normativas; o
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que sistematizan argumentos que podrían servir de fundamento para la
presentación de reclamaciones administrativas o judiciales; entre otras
implicaciones prácticas.
4) Valor teórico
Con la investigación: ¿se logrará llenar algún hueco de conocimiento? ¿Se
podrán generalizar los resultados a principios más amplios? ¿La
información que se obtenga puede servir para comentar, desarrollar o
apoyar una teoría o doctrina? ¿Se podrá conocer en mayor medida el
comportamiento de una o diversas variables o la relación entre ellas? ¿Qué
se espera saber con los resultados que no se conociera antes? ¿Puede
sugerir ideas, recomendaciones o hipótesis para futuros estudios?
Una investigación jurídica aplicada ha de tener siempre algún valor
“teórico”, en la medida en que implique un planteamiento original. Tal
valor puede residir en el carácter novedoso de la problemática abordada
(que hasta la fecha no ha sido regulada por el derecho) o de su regulación
(el análisis de una ley de reciente sanción, o de uno o más proyectos
presentados para regularla); en la exploración de una conexión entre dos
institutos jurídicos; en la propuesta de una interpretación normativa que
permita superar posiciones doctrinarias o jurisprudenciales irreconciliables;
en la identificación y sistematización de situaciones fácticas que podrían
encuadrar en una figura jurídica determinada; etc.
5) Utilidad metodológica
La investigación: ¿Puede ayudar a crear un nuevo instrumento para
recolectar y/o analizar datos? ¿Ayuda a la definición de un concepto,
variable o relación entre variables? ¿Pueden lograrse con ella mejoras de la
forma de experimentar con una o más variables? ¿Sugiere cómo estudiar
más adecuadamente una población?
La utilidad metodológica de una investigación jurídica tiene estrecha
conexión con su valor teórico; si los resultados de la misma apuntan al
desarrollo de criterios que permitan por ejemplo, agilizar ciertos trámites o
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procedimientos, o sistematizar los pasos a seguir para presentar un
reclamo ante ciertos órganos, o a encuadrar mejor una situación dentro de
un concepto o figura, entonces tendrá también un valor desde el punto de
vista metodológico.
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resultados a obtener en términos de conocimiento. Evita por el
contrario, usar verbos que refieran a pasos o instancias de la
investigación (investigar/estudiar cierto aspecto de la figura,
realizar una entrevista, elaborar un cuadro comparativo, proponer
conclusiones), o que se planteen en términos personales (conocer
en profundidad, o estudiar exhaustivamente cierta cuestión).
Deben ser claros y conceptualmente concretos. Ello supone en
primer lugar explicitar lo más posible el resultado que se pretende
alcanzar, evitando referencias ambiguas tales como “la
problemática estudiada”, “la cuestión investigada”, u otras
expresiones similares. Recuerda que cada objetivo debe ser una
unidad de sentido en sí mismo, es decir, de su lectura debe surgir
claramente cuál es el resultado de conocimiento al que refiere.
Deben ser factibles y realistas. Es indispensable que los mismos
sean susceptibles de ser alcanzados, teniendo en cuenta los
recursos con los que se cuenta. No lo serán si el estudiante plantea
metas a las que no podrá arribar, por más buenas que resulten sus
intenciones (cambiar las percepciones de la sociedad respecto a
una problemática, o reducir el nivel de ciertos delitos, o impulsar
modificaciones en el sistema judicial, etc.).
Deben ser pertinentes, y resultar coherentes con el problema
formulado. Dicha coherencia supone “su inclusión conceptual”
dentro del mismo, en el sentido que cada uno de ellos debe referir
a un resultado de conocimiento que se considere necesario para
dar respuesta a la pregunta central.
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Los objetivos de investigación comprenden:
Objetivos generales: Expresan el resultado cognitivo más complejo que se
aspira alcanzar y, por lo tanto, debe abarcar conceptualmente en su
planteamiento a la totalidad de los objetivos específicos. Su redacción debe
guardar una estricta coherencia con el problema de investigación
formulado: no puede ser más amplio ni más limitado que éste.
Por ejemplo, si su problema es: ¿En qué supuestos y bajo qué condiciones
se aplica el instituto de la prisión domiciliaria en el marco del derecho penal
argentino?; su objetivo general debería ser: “Analizar cuáles son los
supuestos de procedencia de la prisión domiciliaria y bajo qué condiciones
se otorga en el marco del ordenamiento penal de nuestro país”.
Si bien por lo común se formula un solo objetivo general, dependiendo de
la complejidad de la cuestión sería posible plantear dos o tres. Tal sería el
caso de que su trabajo tuviera dos ejes de la misma entidad (por ejemplo,
si se estudiara la inconstitucionalidad de la figura del merodeo en el Código
de Faltas de la Provincia de Córdoba, y la utilización del hábeas corpus
preventivo en el marco de su aplicación).
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Si bien es posible y recomendable plantear algún objetivo
relativo a nociones conceptuales básicas, o a aspectos
generales que permitan encuadrar la figura bajo estudio, la
mayoría de los objetivos específicos deben referir a aspectos
sustanciales del problema de investigación.
El largo NO se puede modificar, el alto SI.
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Realizada esta aclaración, se enuncian a continuación los elementos que
componen el marco teórico de un proyecto de tipo PIA en el marco de la
carrera de Abogacía:
Una identificación de las leyes, decretos, resoluciones, ordenanzas,
tratados, convenciones, proyectos de ley, etc. relativas al
instituto/problemática que será objeto de la investigación
(antecedentes legislativos).
Una sintética exposición de las principales posturas doctrinarias
nacionales y/o comparadas relativas a las cuestiones controvertidas
sobre la temática elegida, con indicación de los autores más
destacados en cada una de ellas (antecedentes doctrinarios).
Una reseña de los casos jurisprudenciales más destacados,
identificando en lo posible las tendencias (y su evolución), sea de la
Corte Suprema, el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia o de
los tribunales pertinentes conforme al recorte realizado en sus
objetivos (antecedentes jurisprudenciales). No se trata de copiar
extractos de fallos, sino de presentar una síntesis redactada por el
estudiante sobre el modo en que los tribunales resuelven la
cuestión, o se pronuncian al respecto, destacando si existen
divergencias, y mencionando los “leading cases” (si los hubieren).
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Se entiende que el punto de partida para la elaboración de los
antecedentes deben ser libros, artículos o escritos que representen una
fuente seria y acorde con un trabajo final de grado. Ello no excluye la
búsqueda de material de internet, siempre que éste sea obtenido de
páginas con cierto nivel de confiabilidad en cuanto a la información que
proporcionan (no puede de ningún modo extraer material de páginas tales
como el rincón del vago, wikipedia, o monografías.com).
Consulta en la medida de lo posible bibliografía diversa, y haz el esfuerzo
por buscar –además de libros- artículos, tesis y monografías en las
bibliotecas digitales y bases de datos online más importantes2.
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Se entiende que tales antecedentes (si bien pueden también referir
de modo introductorio a cuestiones generales y/o conceptuales
sobre el tema a abordar), deben referir específicamente a su
problema de investigación.
Los antecedentes deben ser el resultado de la investigación y las
indagaciones, comparaciones y reflexiones personales del alumno
sobre lo que dicen las leyes, los autores y los fallos sobre la
problemática elegida, no pudiendo por ello de ninguna manera
limitarse a transcribir lo dicho por algún autor o los fundamentos de
alguna sentencia.
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Bibliografía
SCAVONE, G. M. (2002). Cómo se Escribe una Tesis. (1ª Ed.). Buenos Aires:
La Ley.
Bibliografía complementaria:
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