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Debo decir todo lo que pienso y siento?

Vivimos en tiempos donde la libertad de expresión es un derecho que todos hacemos valer,
lamentablemente este derecho está siendo ocupado de muy mala forma no solo por los no
creyentes si no que también por los creyentes, lo que es mucho peor.

Este pequeño estudio nos recordará cuál debería ser la actitud de un cristiano frente a la decisión
de decir o no lo que esta pensando o sintiendo.

Escuchar frases como: “ Yo digo lo que pienso, les guste o no” , “ No puedo ser cínico, tengo que
decir lo que siento” ya no es nada del otro mundo. Esta semana me tocó vivir una experiencia un
poco incomoda con respecto a esto, lo que me llevó a preguntar ¿debo decir todo lo que siento o
pienso? ¿estoy siendo cínico si no hago lo que siento o pienso?.

Los Sicólogos dicen que el hombre esta compuesto por tres partes: Razón, voluntad y
sentimientos.

La razón tiene que ver con lo que pensamos, con el deber ser.

La voluntad con las conductas , con las acciones que realizamos.

Y los sentimientos como la palabra lo dice se refiere a lo que sentimos.

El ser humano esta constantemente luchando con compatibilizar estas tres partes , en la Biblia
vemos a Pablo diciendo “ Sabiendo hacer el bien no lo hago” (Razón V/S Voluntad) y no solo a
Pablo, los grandes hombres de la historia bíblica como David, Moisés, Pedro entre otros sabiendo
hacer el bien no lo hicieron.

Esta condición se le denomina inconsistencia cognitiva y necesariamente conlleva un sacrificio


para lograr la consistencia. El problema es saber cual es la parte que debemos sacrificar: la razón,
los sentimientos o la voluntad.

Volvamos a la pregunta del principio ¿debo decir siempre lo que siento o pienso?

La Biblia nos da muchas pautas sobre lo que debemos pensar de nuestros sentimientos con
versículos como “engañoso es el corazón y perverso” Jer 17:9 o “…, no miréis en pos de vuestro
corazón..” Num 15:39 , El mismo Jesús nos enseña en mateo 15:18-20 “… Pero lo que sale de la
boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornificaciones, los hurtos, los falsos testimonios,
las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…”

Las personas que se dejan llevar por los sentimientos son personas de doble animo y “el hombre
de doble animo es inconstante en todos sus caminos” Sgto. 1:8

¿Tomaremos en cuenta nuestros sentimientos cuando están en contra de lo que Dios nos enseña?

Sobre la Razón proverbios 3 nos dice “ no te apoyes en tu propia prudencia”. Romanos nos enseña
“… transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual
es la voluntad de Dios, Santa y perfecta”

Podemos confiar en nuestra razón siempre y cuando esté sujeta a la Palabra de Dios. La razón es
lo que nos diferencia de las demás criaturas.

Con respecto a nuestros actos se verán afectados en medida que transformemos nuestro
entendimiento y vivamos según el Fruto del Espíritu (1 Corintios 13). Mientras más entendamos
cual es la voluntad de Dios para con nosotros mas amaremos a Dios y nuestros actos dejaran de
ser “trapos de inmundicia” por que todos nuestros actos serán fruto del Amor de Dios.

¿Debemos decir todo lo que pensamos o sentimos?

Finalmente revisemos lo que dice Santiago 3:18 “el fruto de justicia se siembra en paz para
aquellos que hacen la paz”. Santiago luego de exhortarnos sobre nuestra condición pecaminosa, y
de cómo nuestra lengua es altamente influenciada por nuestra naturaleza imperfecta, nos enseña
que de nuestra boca debe salir solo palabra que edifiquen y siembren paz.

Para ello debemos “transformar nuestro entendimiento” y poner sobre nuestra Razón y
Sentimientos la Palabra de Dios solo allí, pero solo allí podríamos pensar en decir lo que
pensamos. Si no fuese así, si nuestros sentimientos y nuestros pensamientos no están conforme a
lo que Dios nos dice a través de su palabra, mejor callar y mas que cínico serás sabio.

“ …Si alguno no ofende en palabra, este es capaz de refrenar todo el cuerpo” Stgo 3:2

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