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La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de 1999,

enuncia los derechos en que el Estado Venezolano fundamenta los principios


y metas que lo orientan en relación con el trabajo. Declara el derecho al
trabajo de todo ciudadano, así como el deber de procurarle colocación que le
proporcione una subsistencia digna y decorosa (Art. 87); la irrenuncialibilidad
de los derechos laborales (Art. 89); la duración máxima de la jornada diurna
(8 horas diarias y 44 semanales) y nocturnas (7 horas diarias y 35
semanales); el descanso semanal obligatorio y las vacaciones pagadas de
conformidad con la Ley.
Uno de los principios básicos, consagrados en la Ley, es la
consideración del trabajo como hecho social; protegiendo el trabajo, el
estado puede alcanzar sus fines, entre los cuales está la satisfacción de las
necesidades materiales, morales e intelectuales del pueblo y la justa
distribución de la riqueza.
Se advierte en la norma una serie de principios por los cuales se
encuentra orienta la Ley, muchos de los cuales tienen su consideración en el
Artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
como principios constitucionales, como serian la intangibilidad y
progresividad de los derechos y beneficios laborales, primacía de la realidad
sobre las formas o apariencias, la irrenunciabilidad de los derechos
laborales, en caso de duda se aplicara la norma más favorable al trabajador,
las medidas o actos del patrono, contrarios a la Constitución son nulos,
prohibición absoluta de discriminación, prohibición del trabajo de
adolescentes en labores que puedan afectar su desarrollo integral; en
resumen, esta disposición reitera los principios constitucionales referidos al
trabajo como hecho social. Según lo dispone García (2012),
cuando se inicia una relación de trabajo, las partes trabajador y
patrono, establecen las características de esa prestación de
servicios, cargo, salario, funciones o tareas, entre otras. Si la
actividad laboral se lleva a cabo de la manera como fue
concertada originalmente, existe una comunión entre lo pactado y
lo realizado, pero si ello no es así, porque no se cumplió como fue
pactado, surge el principio de la primacía de la realidad de los
hechos, que está por encima incluso de lo que pueden haber
suscrito las partes, si la prestación de servicios no se cumplió
como fue acordada. Lo importante es establecer la forma como se
materializo la prestación de servicios y eso es lo que tiene valor a
los efectos de la relación de trabajo. (p.62)

Este principio otorga prioridad a los hechos, o sea a lo que ha ocurrido


en la realidad, sobre las formas o apariencias en que las partes han
convenido y actuado. Es decir, lo que ocurre en la práctica y lo que surge de
documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo
que sucede en el terreno de los hechos. De acuerdo a lo expresado por
García (2012),
el principio de irrenunciabilidad es una norma sustantiva de orden
público en la legislación laboral venezolana, constituye una de sus
notas emblemáticas, junto al principio de la progresividad de los
derechos laborales; cualquier acto que vulnere o violente el
principio de irrenunciabilidad es nulo. El principio de
irrenunciabilidad condiciona la validez de las transacciones; si un
acuerdo transaccional quebranta o atenta contra el principio de la
irrenunciabilidad de derechos sustanciales laborales, no puede
producir efectos jurídicos, es invalido. (p. 54)

En este sentido, se hace referencia a que no se puede privar al


trabajador de sus derechos en un contrato. En esta dirección, se puede citar
un ejemplo centrado en que se actuaría anulando un contrato laboral cuando
en él se encuentre una cláusula que le implique renunciar a algún derecho
dado por el ordenamiento jurídico laboral: renunciar a sus vacaciones,
renunciar a sus licencias por maternidad o renunciar a los beneficios de la
seguridad social. Por más que el trabajador, al firmar el contrato haya
prestado su consentimiento de renuncia a ese derecho, queda protegido por
este principio, y por lo tanto el derecho renunciado no se tendrá por
renunciado. En cuanto a la transacciones es un contrato por el cual las parte,
mediante reciprocas concesiones, terminan un litigio pendiente o evitan un
litigio eventual, debe ser por escrito y suscrito únicamente entre trabajador y
patrono.
Por otro lado, Alfonzo (2016) manifiesta que,
El principio de Favor, llamado también principio pro-operario, que
concreta su finalidad en tres aplicaciones: a) en caso de conflictos
de leyes, prevalecen las del trabajo, sustantivas o de
procedimientos; b) en caso de conflicto de normas, ha de aplicarse
la más favorable al trabajador; c) en el supuesto de incerteza del
juez entre dos declaraciones posibles derivadas de una misma
norma, ha de preferir la interpretación que más beneficia al
trabajador. (p.20)

En este contexto, todas las normas jurídicas aplicables a las relaciones


de trabajo, en caso de duda en cuanto a su sentido y alcance, deben ser
interpretadas en la forma que resulte más beneficiosa para el trabajador. Es
decir, de entre dos o más sentidos de una norma, ha de acogerse aquel que
en cada caso resulte más favorable a los intereses de los trabajadores. En
efecto, el vértice de la pirámide de la jerarquía de las normas laborales será
ocupado por la norma más favorable al trabajador de entre todas las
diferentes normas en vigor. En este hilo discursivo, se puede considerar otro
principio, el cual García (2012) afirma,
El Convenio 111 de la OIT ratificado por Venezuela el 03 junio de
1971 define la discriminación, en la parte integral, como: cualquier
distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza,
color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u
origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de
oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación; esta
disposición sustantiva de la Ley ratifica el principio de no
discriminación, agregando como razón de no discriminación la
edad, estado civil, sindicalización, orientación sexual y personas
con discapacidad, siguiendo en esto el contenido del artículo 89,
numeral 5 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, el artículo 18, numeral 7 de esta Ley, comentado
supra, también hace referencia a la discriminación, prohibiendo
como principio, cualquier forma de discriminación. (p.60)

Este es un derecho del trabajador a no ser discriminado y una


obligación del empleador de no discriminar por razones de sexo, religión,
raza, ideas políticas o gremiales, etc. y que también se hace extensivo al
aspecto físico o cualquier otra discapacidad. También se puede decir que el
principio de no discriminación está estrechamente vinculado al principio de
igualdad, toda vez que él asegura la plena vigencia del principio de la
igualdad al excluir o prohibir toda diferenciación, preferencia o exclusión que
se fundamente en criterios objetivos y razonables.
En este orden de ideas, Garay (2012) afirma que “se prohíbe el trabajo
de adolescentes en labores que puedan afectar en cualquier forma su
desarrollo integral. El estado los protegerá contra cualquier explotación
económica o social” (p. 18). En efecto, La Ley Orgánica para la Protección
del Niño, Niña y Adolecentes hace referencia a la protección en materia de
trabajo para los niños, niñas y adolescentes, el cual establece que El Estado,
la familia y la sociedad están en la obligación de proteger a los niños, niñas y
adolescentes de cualquier acto viole o pongan en peligro su integridad.
Asimismo, se debe velar por garantizar su derecho a la educación que en
muchos casos se ve entorpecido por la ejecución de jornadas de trabajo por
parte de los menores de edad.
En función de erradicar la explotación laboral de los adolescentes, el
Estado debe inspeccionar el cumplimiento de la edad mínima requerida para
el desempeño de cualquier labor, así como las autorizaciones y
supervisiones necesarias para tales fines. Adicionalmente, las horas
laborales no deben entorpecer el horario escolar o el derecho a la educación
que tienen todos los niños, niñas y adolescentes. Es por eso que el patrono
está en la obligación de velar por el cumplimiento y continuidad de la
educación de los adolescentes trabajadores.
En Venezuela la edad mínima para trabajar es de 14 años, salvo
aquellos casos que sean autorizados por el Consejo de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes. Por ejemplo: los niños que se desempeñan como
actores, cantantes, bailarines, o cualquier otra labor artística. En caso
contrario, los adolescentes podrán trabajar en jornadas de máximo seis (6)
horas diarias, las cuales deben ser divididas en (2) períodos no mayores a
cuatro (4) horas. En este tiempo está incluida una (1) hora diaria para el
descanso. El trabajo semanal no podrá exceder de treinta horas ni podrá
ejercerse en horas extraordinarias.
En sentencia número 692, expediente número 2015-1238 de fecha 04
de noviembre de 2015, publicada y registrada en fecha 09 de agosto de 2016
dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
(“SC/TSJ”) se estableció que:
El artículo 89 de la CRBV establece tres principios axiológicos que se
traducen tanto en su delimitación sustantiva, en el sentido y desarrollo de los
derechos de los trabajadores, como en su marco interpretativo, pues
comprenden una serie de axiomas que delimitan, en sentido real, la
interpretación que debe darse a toda norma que guarde relación con la
protección de los trabajadores, extensión llevada también para los
funcionarios públicos. La norma constitucional preceptúa los principios de
progresividad, irrenunciabilidad, intangibilidad de los logros laborables,
sumados, en caso de dudas interpretativas, a la noción del in dubio pro
operario y la realidad laboral sobre las formalidades legales o contractuales,
para así delimitar un sentido verdadero y autentico de protección de este
derecho para todos los ciudadanos.
Que el principio de progresividad guarda una estrecha vinculación a la
imposibilidad de retrotraer, desmejorar o socavar cualquier logro que se haya
obtenido en esta materia. Toda ganancia dada por los trabajadores no puede
desaparecer luego del baremo de beneficios que hayan percibido.
Intangibilidad, por cuanto no puede entenderse que los derechos traducidos
en múltiples vertientes, quede en comportamientos estancos, tasados, sino
que, cualquier elemento, por su naturaleza, atendiendo a un juicio lógico de
adecuación, debe ser sumado en la amplitud de ese mismo marco de
protección traduzca en un derecho y garantía de defensa, así no esté
taxativamente previsto en el marco regular laboral, pero constituya una suma
en la mejora en la posición jurídico-económica del trabajador, debe asumirse
dentro del sistema de protección.
En sentencia número 00003, expediente número 2012-0984 de fecha
16 de enero de 2013, publicada y registrada en fecha 17 de enero de 2013
(Caso: consulta de jurisdicción con motivo de la solicitud de homologación de
transacción laboral interpuesta por la ciudadana DIANA DEL VALLE
CARMONA y la empresa ORINOCO IRON, S.C.S.) dictada por la Sala
Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (“SPA/TSJ”) se
estableció que:
Advierte la Sala que, en el caso de autos, la transacción suscrita entre
la trabajadora y el patrono es de índole laboral y tiene por objeto el pago de
conceptos relacionados con las prestaciones sociales; no obstante, aunque
fue celebrada extrajudicialmente, esto es, no tiene carácter contencioso, en
principio y conforme a lo dispuesto en el artículo 29 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, el Poder Judicial no tendría jurisdicción para conocer la
solicitud de homologación de la referida transacción.
Sin embargo, en virtud del principio in dubio pro operario consagrado
en el numeral 3 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, debe atenderse a la interpretación de las normas que más
favorezcan la situación del trabajador; por tanto, estima la Sala que en el
caso bajo examen una declaratoria de falta de jurisdicción frente a la
Administración Pública (por órgano de la Inspectoría del Trabajo) provocaría
una dilación indebida que atentaría contra el derecho constitucional a la
tutela judicial efectiva, previsto en el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, aunado al hecho de que ambas partes
escogieron la vía judicial como la más idónea para conocer y decidir la
solicitud planteada.
Sobre la base de lo antes señalado concluye la sala que nada obsta
para que en el caso concreto pueda homologarse en sede jurisdiccional, la
transacción laboral presentada. de allí que estime la sala que, en el asunto
bajo análisis, el poder judicial tiene jurisdicción para conocer y decidir; por
tanto, corresponde al juzgado tercero de sustanciación mediación y ejecución
del circuito judicial del trabajo del estado bolívar, extensión Puerto Ordaz,
pronunciarse respecto a la homologación de la transacción suscrita entre las
partes. Así se declara.
Para finalizar, a criterio de la Sala Político Administrativa, en aquellos
casos en los que las partes tomen la vía judicial como la más idónea para
someter a su conocimiento y decisión la solicitud de homologación de
transacción laboral; en virtud del principio in dubio pro operario consagrado
en el numeral 3 del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en concordancia con el artículo 18 numeral 5 de la Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (“LOTTT”) y con la
finalidad de evitar dilaciones indebidas que atente contra el derecho
constitucional a la tutela judicial efectiva, la Sala concluye que los Tribunales
Laborales tienen competencia para homologar solicitudes de homologación
de transacciones laborales extrajudiciales.
REFERENCIAS

Alfonzo G., R. (2016). Nueva didáctica del derecho del trabajo. Venezuela:
Ediciones Rafael Alfonzo Guzmán.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2009). Gaceta
Oficial N° 5.908, Febrero 19, 2009.
Garay, J. y Garay, M. (2012). Ley del trabajo comentada. Venezuela:
Ediciones Juan Garay.
García V., J. (2012). Sustantivo laboral en Venezuela. Venezuela: Ediciones
Liber.
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (“SC/TSJ). (2016).
Sentencia número 692, expediente número 2015-1238. [Documento en
línea].Disponible: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/agosto/189879
-692-9816-2016-15-1238.HTML [Consulta: 2018, Abril 22]
Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (“SPA/TSJ”).
(2013). Sentencia número 00003, expediente número 2012-0984 (Caso:
consulta de jurisdicción con motivo de la solicitud de homologación de
transacción laboral interpuesta por la ciudadana DIANA DEL VALLE
CARMONA y la empresa ORINOCO IRON, S.C.S.). Disponible:
http://www.badellgrau.com/?pag=40&ct=1246 [Consulta: 2018, Abril 22]
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”

VICE-RECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL

SAN FERNANDO DE APURE, ESTADO APURE

PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES

INGENIERÍA EN INFORMÁTICA

ANALISIS DOCTRINARIO Y JURISPRUDENCIAL DEL

ARTÍCULO 89 DE LA CONSTITUCION DE LA

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

PROFESOR: INTEGRANTE: MIGUEL TOVAR


JOSE MOLINA C.I: 18.544.905
DERECHO LABORAL
III AÑO DE DERECHO

SAN FERNANDO, ABRIL DEL 2018.

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