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HUMEDALES

ARAGON MIER FABIOLA

Programa de Ingeniería Ambiental – Tratamiento de Aguas Residuales- X Semestre

ADRIANA ROSAS
Ingeniera Ambiental

FUNDACION UNIVERSITARIA DE SAN GIL-UNISANGIL


FACULTAD DE CIENCIAS BASICAS E INGENIERIAS
PROGRAMA DE INGENIERIA AMBIENTAL
YOPAL
2018
¿Qué es un Humedal? ¿Para qué se usan?
Un humedal artificial es un sistema de tratamiento de agua residual poco
profundo que se construye, en el se siembran plantas acuáticas, en este deben
ocurrir procesos naturales para tratar el agua residual. Los también llamados
wetlands tienen ventajas respecto a otros sistemas de tratamiento, debido a que
requieren poca o ninguna energía para operar. Si hay suficiente tierra barata
disponible cerca de la instalación de los humedales de cultivo acuático, puede
ser una alternativa de costo efectivo. Los wetlands proporcionan el hábitat para
la vida silvestre, y son, estéticamente, agradables a la vista.

Tipos de Humedales

 Sistema de agua superficial libre (SASL)

Consisten típicamente de estanques o canales, con alguna clase de barrera


subterránea para prevenir la filtración, suelo u otro medio conveniente a fin de
soportar la vegetación emergente, y agua en una profundidad relativamente baja
(0,1 a 0,6 m) que atraviesa la unidad. La profundidad baja del agua, la velocidad
baja del flujo, y la presencia de tallos de planta y basura regulan el flujo del agua.
Se aplica agua residual pretratada a estos sistemas, y el tratamiento ocurre
cuando el flujo de agua atraviesa lentamente el tallo y la raíz de la vegetación
emergente.

 Sistemas de flujo bajo la superficie, flujo subsuperficial (SFBS)

Son similares a los filtros horizontales por goteo en las plantas de tratamiento
convencionales. Se caracterizan por el crecimiento de plantas emergentes
usando el suelo, grava o piedras como sustrato de crecimiento en el lecho del
canal. Dentro del lecho los microbios facultativos atacan al medio y las raíces de
las plantas, contactando de este modo el agua residual que fluye horizontalmente
a través del lecho; mientras que el sobrante baja a la superficie del medio (Kadlec
et al., 1993).

Los sistemas de flujo subsuperficial están construidos típicamente en forma de


un lecho o canal que, al igual que el sistema de flujo libre, puede o no tener una
barrera que impida la percolación del agua hacia el subsuelo, además contiene
un medio apropiado (grava, arena u otro material) que soporta el crecimiento de
las plantas; la vegetación emergente es la misma que en el sistema de flujo libre.
La profundidad del medio en estos humedales de flujo subsuperficial tiene un
rango de 0,3 a 0,9 metros, siendo el valor más común el de 0,6 metros.

El nivel del agua está por debajo de la superficie del soporte y fluye únicamente
a través del medio que sirve para el crecimiento de la película microbiana, que
es la responsable en gran parte del tratamiento que ocurre al agua residual, en
donde las raíces penetran hasta el fondo del lecho, para lo cual el material que
conforma el lecho filtrante deber ser suficientemente grande para permitir un flujo
subterráneo a largo plazo sin obstrucciones. Las raíces y tubérculos (rizomas)
de las plantas crecen en los espacios de poros de la grava.

Durante el paso del agua residual a través del lecho poroso, se produce un
contacto con zonas aerobias, anóxicas y anaerobias. La zona aerobia se
encuentra muy cercana a la superficie y alrededor de las raíces y rizomas de las
plantas. Los microorganismos que degradan la materia orgánica se encuentran
formando una biopelícula alrededor de la grava y de las raíces de las plantas.
Por tanto, cuanto mayor sea la superficie susceptible de ser ocupada por la
biopelícula, mayor será la densidad de microorganismos y mayor el rendimiento
del sistema. Este hecho hace que el área requerida sea menor que en los
humedales de flujo superficial pero con un mayor costo debido al uso de una
mayor cantidad de medio poroso. Además, con este sistema, se evitan
problemas como posibles plagas de insectos, olores y, en climas fríos, aportan
una mayor protección térmica

Estos sistemas se pueden combinar con cualquier otro método de depuración,


consiguiendo la eliminación complementaria de nutrientes. El nivel mínimo
aceptable de tratamiento preliminar previo a un sistema de humedales de flujo
subsuperficial es el equivalente al tratamiento primario. Esto puede lograse con
tanques sépticos o tanques Imhoff para los sistemas más pequeños, o lagunas
profundas con un tiempo corto de retención para los sistemas de mayor tamaño.

Tiene especial importancia en este tipo de sistemas que se lleve a cabo un


tratamiento previo de las aguas residuales para remover sólidos gruesos, con la
finalidad de evitar problemas de obstrucción al medio de soporte granular y la
consecuente afectación que esto pueda tener sobre el funcionamiento del
sistema.

BIBLIOGRAFIA

Llagas W, Gómez E, (2006), Diseño de humedales artificiales para el


Tratamiento de Aguas Residuales en la UNMSM, Revista del Instituto de
Investigaciones FIGMMG Vol. 15, Nº 17, 85-96.

Dayna Yocum, Manual de Diseño: Humedal Construido para el Tratamiento de


las Aguas Grises por Biofiltración, Bren School of Environmental Science and
Management, University of California, Santa Barbara

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