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Sentencia 300-04 de agosto 4 de 2008

RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL


CRÓQUIS (informe de Tránsito) - Alcance probatorio /Compensación de culpas / Prescripción para
el responsable directo / Lucro cesante - tasación / Perjuicios morales

REGRESAR A: RELATORIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE BUCARAMANGA

REGRESAR A: PROVIDENCIAS MEMORABLESCIVILES

REPUBLICA DE COLOMBIA
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BUCARAMANGA
SALA DE DECISION CIVIL – FAMILIA
MAGISTRADA PONENTE
MERY ESMERALDA AGON AMADO

BUCARAMANGA, CUATRO (04) DE AGOSTO DE DOS MIL OCHO (2008)


(PROYECTO DISCUTIDO Y APROBADO EN SALA DE FECHA 31 DE JULIO DE 2008)

REFERENCIA
RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL: 68001-31-03-001-2004-00300-01
DEMANDANTE: RAMIRO OROZCO GOMEZ Y MARCOS JAVIER MEDINA
DEMANDADO: COTRANDER LTDA. Y ORLANDO DUARTE MORALES
JUZGADO PROCEDENCIA: 1 CIVIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA

ASUNTO

Resolver el recurso de apelación interpuesto por el


apoderado de la COOPERATIVA MULTIACTIVA DE
TRANSPORTADORES DE SANTANDER –
COTRANDER LTDA.- y de ORLANDO DUARTE
MORALES contra la sentencia proferida por la JUEZ 1
CIVIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA el
31/08/2007, en el proceso de la referencia.

LA DEMANDA Y SU OPOSICION

El 22/04/2001, sobre la antigua vía que de


BUCARAMANGA conduce a FLORIDABLANCA, como
a eso de las 6:15 de la mañana, colisionaron (i) la
motocicleta conducida por RAMIRO OROZCO GOMEZ
en la que viajaba como acompañante[i] MARCOS
JAVIER MEDINA, con (ii) el bus de servicio público, de
placa XKH-572, conducido por ORLANDO DUARTE
MORALES, afiliado a COTRANDER LTDA.

MARCOS y RAMIRO presentaron demanda de


responsabilidad civil extracontractual contra ORLANDO
DUARTE MORALES Y COTRANDER LTDA. Pretenden
que se declare que los demandados son los obligados
a indemnizarles los perjuicios sufridos como
consecuencia del accidente, que se originó -tuvo como
causa- por la conducta culpable del chofer del bus, quien

invadió el carril ajeno que le correspondía en circulación


a la moto, embistiéndola.

Los demandados se opusieron a la prosperidad de la


demanda[ii]. Afirman que la causa del accidente radica
en el motociclista quien desatendió la señal de PARE
que había en el sitio del accidente y prácticamente se le
metió al bus. COTRANDER LTDA. llamó en garantía a
la COMPAÑÍA DE SEGUROS GENERALES CONDOR
S.A., para que la ampare de la eventual condena que
llegue a sufrir.

LA SENTENCIA APELADA

El 31/08/2007 la juez directora del proceso profiere


sentencia: (i) declara que los demandados son
civilmente responsables de los perjuicios sufridos por
los demandantes como consecuencia del accidente de
tránsito; (ii) los condena a pagar estos perjuicios; (iii)
igual condena profiere contra la aseguradora, pero en el
campo del contrato de seguro; (iv) desestima las
excepciones de mérito presentadas por los
demandados y la aseguradora; y (v) condena a los
demandados al pago de las costas del proceso.

LA APELACION

Los demandados apelan la sentencia. Insisten en que


el culpable del accidente es el motociclista, quien
desconoció la señal de tránsito que le obligaba a
PARAR. Analizan las pruebas y concluyen en esa
culpa. Afirman que el derecho a reclamar la
indemnización está prescrito. Y, finalmente, piden que
en caso de que no se acepten sus argumentos que
sostienen que el causante de accidente es el
motociclista, se revise la condena en perjuicios respecto
de ciertos conceptos que deja puntualizados por su
naturaleza y cuantía.

CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL


PARA RESOLVER EL RECURSO DE APELACION

En la sentencia apelada se traen de manera correcta y


ordenada las fuentes formales que gobiernan este caso;
los conceptos de la doctrina sobre la responsabilidad
civil extracontractual y sus clases; los supuestos de
hecho que deben aparecer demostrados para
declararla –como una obligación- en cabeza de un sujeto de
derecho, y finalmente se establece, de manera muy
clara, que el primer problema jurídico es de carácter
probatorio y se centra en determinar quién es el
culpable del accidente[iii]. Dice el juez director del
proceso:

“Así pues, la controversia se centra específicamente en determinar la


responsabilidad de los conductores en el accidente de tránsito, de tal forma
que, si se hallare responsable al conductor del bus de placas XKH-572,
tanto la Cooperativa Multiactiva de Transportadores de Santander Ltda.
COOTRANDER LTDA. como la aseguradora, estarían en la obligación de
resarcir a los actores los daños y perjuicios derivados del siniestro”.

Y enseguida analiza una a una las pruebas que lo


llevaron a dictar sentencia.
El apelante no está de acuerdo con este análisis
probatorio. Propone otro que lo lleva –obvio- a diferente
conclusión: el conductor del bus no es el causante del
accidente, en consecuencia, la parte demandada no es
responsable.

En este orden de ideas, el tribunal se centrará en el


análisis probatorio y hará su juicio sobre las tesis del
juez y las antítesis del apelante, para concluir a quién le
asiste la razón. Veamos:

1º.

¡No hay duda del accidente! Así lo dijo el juez y lo


aceptamos todos, en consecuencia ha de aplicarse la
siguiente regla: el límite de la comprobación está en los
hechos no controvertidos.

EURIPIDES ORTIZ, quien fue compañero de trabajo de


ORLANDO, expone que el accidente ocurrió por culpa
del motociclista quien saliendo del Barrio LAGOS a la
carretera, desatendió la señal de PARE y colisionó con
el bus, que no se desplazaba en sentido contrario al de
la moto, sino por la carretera de norte a sur. Afirma que
la moto quedó, después de la colisión, como a 2 mts.
hacia el lado izquierdo del punto de impacto.

JUAN MANUEL ROMERO LUNA, quien desde antes


del accidente se conocía con ORLANDO porque
guardaba el carro en el parqueadero que vigila, cuenta
que fue testigo presencial del accidente, el cual tuvo su
origen en el motociclista que omitió el PARE y se le
metió al bus que venía despacio y por la
derecha. Afirma que tiene defectos de visión y que de
“lejos ya casi no ve”, pero eso sí, fue muy espontáneo en
detallar el accidente. Sobre la posición desde la que lo
vio, dice: “Yo estaba en toda en toda la esquina del parqueadero contra una buseta
que estaba de salida, estaba en toda la esquina donde fue el accidente”.

Para el juez tales afirmaciones no le merecen


credibilidad por las siguientes razones: (i) la versión de
ROMERO LUNA no es creíble porque junto al PARE no
se encuentra el parqueadero desde el que dice que
percibió el accidente, sino un montadero de llantas y
una caseta de coca-cola –así lo hace saber el informe de tránsito visto al folio 7
del cuaderno 1-. Se contradice en su versión porque primero

afirma que la distancia entre el parqueadero de buses y


el pare es de 3 o 4 mts. y después aclara su respuesta
y dice que hay unos 30 mts. de la caseta de coca-cola
al PARE. (ii) La versión de EURIPIDES se contradice
con los resultados del siniestro que informan que los
vehículos colisionaron de frente, en la parte izquierda, y
no de lado, en la parte derecha.

Para la juez los vehículos circulaban por la misma


carretera, en sentido contrario, el bus invadió el carril de
la moto y esa fue la causa del accidente. Esta
conclusión la basa fundamentalmente en: (i) el área del
impacto del bus: en la parte delantera-izquierda, de
donde deduce que la moto no venía del lado donde se
encontraba el PARE, sino que era conducida en sentido
contrario al bus. Y (ii) en el sitio en que quedaron el bus
y la moto después del impacto: el primero invadiendo el
carril contrario y la moto a su derecha, de donde infiere,
nuevamente, que la moto no salió de la nada, a toda
velocidad, ni se le metió al bus y colisionó, sino que era
conducida en sentido contrario a la vía que transitaba el
bus, quien invadió el carril ajeno.

2º.

El apelante no comparte las anteriores tesis. Sostiene


que en el informe de tránsito, la motocicleta aparece
ubicada sobre el carril sentido norte-sur, es decir, por el
carril donde transitaba y le correspondía transitar al
bus. Pide que se le de pleno valor probatorio al croquis,
que es una prueba documental, que no fue tachada de
falso.

Afirma que la versión de RAMIRO se contradice con los


registros del croquis, porque dice que conducía la moto
por la misma vía, en sentido contrario –sur-norte- y por
el centro del carril que le correspondía en tránsito, vio el
bus, trató de esquivarlo y giró a la derecha. Si ello es
así, cómo se explica que en el croquis la moto se vea
registrada en el centro de la vía.

Los testimonios de ORLANDO y JUAN MANUEL –para el


apoderado de los demandados- sí le merecen credibilidad porque
percibieron directamente el accidente. JUAN MANUEL
se encontraba en la parte occidental de la vía, cerca del
PARE y desde allí vio como el motociclista no atendió la
señal, siguió y se le metió a la buseta. No considera
acertada la apreciación del juez de que este testigo no
es creíble porque dice que estaba en el parqueadero
que trabaja y éste no queda en esa zona, allí se
encuentra, según el croquis, un montallantas y una
caseta de coca-cola. No la considera acertada porque
el montallantas sí queda en esa zona, y “sobre parte de la vía y la
zona verde al descubierto se parquean los carros atravesando todo el costado occidental, es decir,
que algunos carros que se parquean en lugar llegan hasta la cercanía del pare ”.

La investigación penal no es prueba idónea, más


cuando el JUZGADO 5 PENAL MUNICIPAL DE
BUCARAMANGA, en sentencia del 2/10/2007, absolvió
a ORLANDO del delito de lesiones personales culposas
en las personas de RAMIRO CORZO GOMEZ y
MARCO JAVIER MEDINA FLOREZ.

Por último, sostiene que es aventurada la siguiente


inferencia del juez: como el impacto se dio en el área
izquierda del bus, concluye que la moto se desplazaba
por la misma vía que recorría éste (no por la vía adyacente) en
sentido contrario, pues en “las condiciones del accidente que nos ocupa, era
probable, que el impacto se presente, por el costado derecho, por el lado derecho, por centro o por
el lado izquierdo ”.

3º.
El tribunal considera: el INFORME DE TRANSITO y el
CROQUIS que se levanta es una prueba documental,
pero por el hecho de no haber sido tachada, de manera
automática no representa como ciertos todos[iv] los
registros[v] que contiene. No. Sobre su alcance dijo la
CORTE CONSTITUCIONAL:

En este orden de ideas, el informe descriptivo elaborado por una autoridad


de tránsito, constituye un importante instrumento al servicio de la
administración de justicia como quiera que en éste se da cuenta de la
ocurrencia de un hecho, en algunos casos con implicaciones de orden civil
pero en otros además con carácter penal, en el que aparecen identificados
los conductores implicados, así como consignados datos sobre las
posibles condiciones en que aquél tuvo lugar, y además estará firmado por
los conductores o en su defecto por un testigo. Datos todos estos que
resultan fundamentales para orientar una futura investigación o proceso y
a partir los cuales se puede producir la prueba que se requiera para
establecer la realidad y veracidad de los hechos.

Así pues, en virtud del artículo 148 de la Ley 769 de 2002, el informe
descriptivo que elabora un agente de tránsito en los casos de accidentes
de esta naturaleza con implicaciones penales, corresponde al ejercicio de
una actividad de policía judicial consistente en rendir un informe cuyo
contenido y efectos se encuentran regulados por el artículo 149 del nuevo
Código Nacional de Tránsito y, en lo pertinente, por los artículos 314 a 321
del C.P.P. De tal suerte que se trata de un documento público cuyo
contenido material puede ser desvirtuado en el proceso respectivo y que
debe ser apreciado por el funcionario judicial de acuerdo a las reglas de la
sana crítica a fin de otorgarle el alcance probatorio que corresponda una
vez sea valorado en conjunto con todas las pruebas practicadas, bien
oficiosamente o bien a petición de parte.

Cabe recordar, que cuando el agente de tránsito ha presenciado la


ocurrencia misma del accidente de tránsito, se estará ante la posibilidad
de decretar dicho testimonio para que sea controvertido ante la autoridad
judicial correspondiente en el curso del proceso respectivo a fin de poder
ser apreciado por el correspondiente funcionario junto con las demás
pruebas y de acuerdo con las reglas de la sana crítica.[vi]

Ahora, puede que algunos datos de este INFORME


DEL ACCIDENTE reflejen la realidad y otros no. Así,
en este caso se revelan como verdaderos la fecha y
hora del accidente, los vehículos involucrados, el lugar
del impacto en el bus, las características de la vía… En
cambio, no es un hecho cierto porque contradice las
leyes de la física, que el motociclista se desplazaba por
la vía adyacente, y a partir de la negativa de ese hecho,
tampoco son fiables los testigos EURIPIDES y JUAN
MANUEL, quienes afirman, contra las leyes de la física,
que el motociclista transitaba por la vía adyacente,
desatendió el PARE y se le metió al bus. Como lo
dijeron el juez y el FISCAL 8 DELEGADO ANTE LOS
JUECES PENALES MUNICIPALES DE
BUCARAMANGA, y como se advierte sin ser perito
físico, a partir del hecho cierto de que el impacto de la
moto y el bus se dio en la parte delantera-extremo
izquierdo de éste, debe concluirse, necesariamente,
que el motociclista se desplazaba por la misma vía pero
en sentido contrario. Más cuando la foto (en fotocopia)
de la moto vista al folio 31 del cuaderno de pruebas de
la parte demandante, evidencia que ésta no sufrió
daños en la parte trasera, y en la DESCRIPCION DE
DAÑOS vista al folio 24 del mismo cuaderno se
relacionan como elementos afectados: cachos, farola,
dirección, tren delantero, canasta guarda-barro, rin
delantero... es decir, toda la parte delantera de la moto.
Este juicio se argumenta así: si el frente del bus es
recto –una barra recta- y el objeto que se desplaza por la
derecha de esta barra –como lo pretenden los demandados- lo embiste,
necesariamente el primer golpe tiene que darse en la
parte delantera-extremo derecho del bus. Lo
graficamos:
BUS
PARE
MOTO

A menos que el motociclista hiciera este inusual y difícil


giro, que implica que el bus esté estático:

BUS
PARE
MOTO
Obvio que con este desplazamiento el motociclista
busca expresamente el accidente y los daños que el
mismo le pueda causar, lo cual riñe con lo que la vida
nos enseña en la mayoría de seres humanos –no todos-: que
buscan la felicidad y no hacerse daño.

Si el punto de choque es –como fue en este caso- el frente-


extremo izquierdo del bus y la parte delantera de la
moto, el motociclista se desplazaba en sentido contrario
al que se desplazaba el bus:
PARE
MOTO
BUS
Desde luego que hay más probabilidades, pero en un
terreno que es ajeno al caso que manejamos acá: dos
vehículos en movimiento conducidos por personas
normales, ninguna con instintitos suicidas, que aspiran,
el uno a transportarse y el otro a cumplir con su labor de
conductor del bus y transportar sus pasajeros, lo
probable –en alto grado- es que cada conductor del vehículo
lo haga con la intensión de llegar al destino y no de
suicidarse.

Ahora, el bus se desplazaba en parte –precisamente la


izquierda- por el carril contrario. Como en ese lado del bus

se dio el impacto, hay que concluir que invadió carril


ajeno y fue la causa del accidente. Fue imprudente y
con este actuar generó las condiciones para que éste
sucediera con las consecuencias en la humanidad del
motociclista y el acompañante. En otras palabras, la
conducta de invadir el carril ajeno fue la causa
determinante del accidente. Si el bus sigue por su
carril, no hubiera sucedido el accidente.

Pero el motociclista también estaba incumpliendo las


normas de tránsito. Conforme al art. 94, L. 769/2002,
los motociclistas deben transitar por la derecha de las
vías a distancia no mayor de un (1) metro de la acera u
orilla y nunca utilizar las vías exclusivas para servicio
público colectivo, y RAMIRO, al momento de la colisión,
conducía su moto por el carril que le correspondía pero
no lo hacia del lado derecho de éste, sino hacia la
izquierda, por eso precisamente cuando el bus invade
el lado derecho del carril contrario –izquierdo para él- embiste
la moto.

Con fundamento en el anterior hecho el tribunal


concluye que el motociclista no creó el riesgo, pero sí
se expuso imprudentemente, incumpliendo una norma
de tránsito, en consecuencia, ha de aplicarse la regla de
derecho consagrada en el art. 2357 CC: la apreciación del daño
está sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se expuso imprudentemente; y estima
esta reducción en un 30%. En suma, los demandados
cancelarán los perjuicios sufridos por los demandantes,
pero en un 70%.

4º.

Insiste el apelante en que el derecho a reclamar la


indemnización está prescrito respecto de COTRANDER
porque la regla que se aplica a este caso es la del art.
2358 CC:

Las acciones para la reparación del daño que puedan ejercitarse contra
terceros responsables, conforme a las disposiciones de este capítulo,
prescriben en tres años contados desde la perpetración del acto.
Y como los hechos sucedieron el 22/04/2001 y sólo se
reclamaron a COTRANDER el 13/10/2004, entre uno y
otro hecho transcurrieron los 3 años.

Argumenta que es aplicable por una razón de justicia: al


propietario del bus, que recibe el 95% de los ingresos
de su producido, se le aplica el término de prescripción
de 3 años y a la persona jurídica, que recibe el 5%, el
término de 10 años[vii].

Al respecto el tribunal considera: de conformidad con


los arts. 89 y 150-2 CP, es competencia del legislador
hacer las leyes y códigos en que se establezcan los
recursos, acciones y procedimientos necesarios para
que las personas puedan propugnar por la integridad
del orden jurídico, y por la protección de sus derechos
individuales, de grupo o colectivos, frente a la acción u
omisión de las autoridades públicas o los
particulares. Es, pues, reserva legal establecer el
régimen de la prescripción extintiva, que implica la
pérdida de la acción. Al juez le compete aplicarlo.

Ha dicho el legislador que cuando la responsabilidad es


por el hecho del tercero, el término de prescripción de
la acción es de tres (3) años, lo que tiene fundamento
en que el acto o la omisión que causan el daño
provienen de otro. Y cuando proviene directamente del
responsable, bien sea por una conducta u omisión suya,
o por las cosas que tiene bajo su control (en primer lugar por ser
propietario), el término es de 10 años.
En el caso de las personas jurídicas, más que
predicarse que tienen una autoridad efectiva sobre la
persona que contratan (causante del daño), que organizan y
controlan su activad y horario… debe decirse que ésta
realiza su objeto social, es la empresa misma actuando
en el mercado donde ofrece sus bienes y servicios… en
consecuencia, debe responder directamente y atenerse
al régimen de prescripción establecido por el legislador.

Sin más consideraciones, incorpórese a esta


argumentación el precedente que citó la juez.

5º.

El apelante considera errada la valoración de los


perjuicios en los siguientes aspectos: a MARCOS se le
determinó como lucro cesante $3.000.000, cuando la
incapacidad fue de 90 días y los ingresos mensuales
que certificó de $800.000. A RAMIRO se le fijó como
lucro cesante $2.400.000, cuando su incapacidad fue
de 70 días y los ingresos mensuales que certificó de
$800.000.

Igualmente los perjuicios extrapatrimoniales son


excesivos: (i) a MARCOS se le fijó $10.000.000 por
perjuicios morales y $10.000.000 por perjuicios
fisiológicos, cuando no tiene afectado ningún órgano
que le impida el desarrollo normal de sus actividades.
(ii) A RAMIRO se le fijaron $6.000.000 de perjuicios
morales, sin que haya quedado con secuela definitiva
alguna.

Al respecto el tribunal considera:

El lucro cesante fijado para MARCOS es correcto


porque además de los parámetros que señala el
apelante, se tiene la pérdida de la capacidad laboral,
estimada en 3.95%. En relación con RAMIRO la fijación
presenta el siguiente error: si los ingresos promedio
fueron de $800.000 mensuales y los días de
incapacidad 70, el valor de lo dejado de ganar es:
$1.866.666,66. En este aspecto se corregirá la
providencia.

El daño moral se define como el dolor, la congoja, la aflicción, el


sufrimiento que padece la víctima como consecuencia del hecho
dañoso. Corresponde al juez tasar discrecionalmente la cuantía de su
reparación, teniendo en cuenta las condiciones particulares de la
víctima, la gravedad objetiva de la lesión, los precedentes... Esos
parámetros hacen que la decisión del juez no sea arbitraria –rechazable en
un Estado de derecho- y garantizan el derecho a la igualdad de los justiciables,
quienes se verán juzgados en casos similares por reglas igualmente
similares.

Este tribunal en sentencia del 18/10/2006, con ponencia


del magistrado ANTONIO BOHORQUEZ ORDUZ, fijó
como perjuicios morales a cada padre, por la muerte de
un hijo menor de edad 50 SMLMV que hoy equivalen a
$23.075.000. En sentencia del 22/04/08, con ponencia
del magistrado JOSE MAURICIO MARIN MORA, fijó
como perjuicios morales, por la pérdida de funcionalidad
de un órgano de locomoción, $10.000.000. En
sentencia del 10/06/08, con ponencia del magistrado
HENRY LOZADA PINILLA, fijó como perjuicios morales
por la deformidad física en el rostro de una persona,
$13.000.000. En sentencia del 25/03/08 del mismo
magistrado, por una cicatriz en un pié, se fijó
$2.000.000.

En este caso, como consecuencia del accidente


MARCOS quedó con las siguientes cicatrices: “1. Cicatriz
longitudinal de 4x1 cmts. Ligeramente levantada e hipercromica en cadera derecha.
Ostensible. 2. Cicatriz Longitudinal de 8x2 cmts. Moderadamente deprimida e
hipercromica en cara externa tercio medio de muslo izquierdo. Ostensible. 3.
Cicatriz longitudinal de 10x0.3 cmts. Plana e hipocromica en cara externa de rodilla
izquierda. Ostensible. 4. Cicatriz arciforme de 10x0.3 cmts. De concavidad inferior.
Ligeramente irregular e hipocromica en cara anterior de rodilla izquierda.
Ostensible.” Y “deformidad física en el cuerpo de carácter
permanente”[viii].
En el orden de ideas que se trae, se
revela como justa la suma de $7.000.000 porque no hay
pérdida de la funcionalidad.

Como consecuencia del accidente RAMIRO tuvo que


someterse a varios tratamientos médicos, pero
finalmente quedó sin secuela alguna[ix], en
consecuencia, la indemnización debe ser menor que la
de su compañero, por tanto se estima como justa la
fijada por el juez: $6.000.000.

En mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior del


Distrito Judicial de Bucaramanga, Sala Civil-Familia,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley,
RESUELVE:

1. Confirmar los numerales 1º, 2º, 3º, 10º, 13º.

2. Modificar el numeral 4º de la sentencia apelada, en el


sentido de que la responsabilidad se extiende solo
hasta el 70% de los perjuicios causados, en
consecuencia, los demandados deberán indemnizarlos
en ese porcentaje.

3. Modificar únicamente la cuantía del numeral 5º, que


queda en $2.100.000.

4. Modificar únicamente la cuantía de la condena del


numeral 6º, que queda en $4.900.000.

5. Modificar únicamente la cuantía de la condena del


numeral 7º, que queda en $7.000.000.

6. Modificar únicamente la cuantía del numeral 8º, que


queda en $1.307.000.

7. Modificar únicamente la cuantía del numeral 9º, que


queda en $3.500.000.

8. Modificar únicamente la cuantía del numeral 11º,


que queda en $6.906.700.

9. Modificar únicamente la cuantía del numeral 12º,


que queda en $1.682.952.
10. Modificar el numeral 14º en el sentido de que los
demandados deberán pagar las costas a favor de los
demandantes, pero solo en un 70%.

11. Condenar en costas de esta instancia a los


apelantes, pero solo en un 70%.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

MERY ESMERALDA AGON AMADO


Magistrada Ponente

OMAR JOSE AMADO ARIZA


Magistrado
ANTONIO BOHORQUEZ ORDUZ
Magistrado

[i] En el lenguaje común: parillero o pato.


[ii] Alegaron varias excepciones de mérito tendientes a desvirtuar la existencia de la
responsabilidad civil demandada.
[iii] A esas premisas normativas –apoyadas en doctrina- se remite el tribunal, por
tanto se abstiene de expresarlas nuevamente-.
[iv] Categoría universal que comprende enteramente la cantidad o el número.
[v] En lo que concierne al contenido del informe descriptivo del INFORME DE
TRANSIO, el artículo 149 de la Ley 769 de 2002 prevé que aquél contendrá por lo
menos ciertos datos objetivos, como son, el lugar, la fecha y la hora del
hecho; la clase de vehículo, su placa y características; los nombres de los
conductores con los respectivos números del documento de identidad, el de sus
licencias de conducción, junto con sus direcciones y lugar y fecha de expedición de
la póliza de seguro; los nombres y números de identificación de los propietarios o
tenedores de los vehículos; los nombres, documento de identidad y dirección de los
testigos y la descripción de las compañías de seguros y números de pólizas de los
seguros obligatorios exigidos por la misma ley.
[vi] C-429/2003.
[vii] La acción ordinaria se prescribe por diez (10) años. L. 791/2002, art. 8°.
[viii] Véase en el folio 58 el cuaderno de pruebas de la parte demandante.
[ix] Véase en el folio 60 el cuaderno de pruebas de la parte demandante

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