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¿Qué son las estrellas fugaces?

Las estrellas fugaces (o meteoros, que es lo mismo) son pequeñas


partículas (normalmente, entre un milímetro y varios centímetros) que
al entrar a gran velocidad en la atmósfera de la Tierra se "queman" por
la fricción (en realidad el brillo se debe a la ionización del aire a su
alrededor) y producen el trazo luminoso que surca rápidamente el cielo
y que llamamos estrella fugaz.

Su aspecto es muy variado. Pueden brillar mucho o poco. Su


trayectoria puede ser corta o larga. Algunas pueden dejar una estela
unos instantes y otras no. Normalmente son bastante rápidas
(¡desaparecen antes de que nos dé tiempo a decirlo!) pero también las
hay lentas, que pueden durar varios segundos. En ocasiones pueden
mostrar algún color: rojizo, verdoso, azulado, etc. según la composición
química del meteoro.

El origen de estas partículas está en los cometas, que a su paso van


perdiendo material y dejándolo tras de sí.

Si la partícula es grande (unos centímetros), el meteoro será muy


brillante y recibe el nombre de bólido. Lo que vemos brillar es la bola
de aire ionizado que los rodea. Los bólidos pueden ser espectaculares
por su brillo, que puede hacer que se vean incluso de día. Algunos
pueden fragmentarse durante su trayectoria, presentar destellos o
pequeñas explosiones, o hacer ruido. Con frecuencia dejan una estela
persistente durante unos momentos (es el rastro de aire ionizado que
dejan atrás), o una estela de humo. A veces pueden brillar lo suficiente
como para verse detrás de las nubes, y entonces veremos éstas
iluminarse al trasluz unos instantes.

Los meteoros o estrellas fugaces se pueden observar en cualquier


noche despejada, aunque en determinadas noches del año son más
abundantes (lluvias de meteoros). La fricción atmosférica es capaz
de quemar meteoros de hasta varios kilos. No obstante, si una
partícula es demasiado grande, puede no desintegrarse en su totalidad
y alcanzar la superficie de la Tierra. El meteoro recibe entonces el
nombre de meteorito. Nuestro planeta está recibiendo constantemente
meteoritos de tamaño microscópico y mayores.
¿De que esta hecho el universo?

La materia que vemos a nuestro alrededor está compuesta de átomos


y moléculas, que estan a su vez formados por átomos. Así, una
molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno. En la naturaleza hay 90 elementos químicos estables,
representados por el átomo correspondiente. Todos estos átomos
tienen la misma estructura básica: un núcleo de protones y neutrones
alrededor del cual orbitan uno o varios electrones, dependiendo del
elemento. El hidrógeno, el elemento químico mas sencillo, tiene como
núcleo un solo protón alrededor del cual orbita un electrón; en el caso
del helio, el núcleo tiene dos protones y dos neutrones, alrededor de los
cuales hay dos electrones. A un nivel aun mas fundamental, los
protones y neutrones estan formados por combinaciones de los quarks
up y down. A través del análisis de la luz que recibimos de las estrellas
y galaxias, sabemos que estan formadas por los mismos elementos
químicos que vemos en la Tierra, predominando el hidrógeno y el helio,
en proporción de 75% y 24% respectivamente, con el restante 1%
distribuido entre los demás elementos. El análisis de la luz de los astros
nos da una imagen sencilla del Universo, según la cual éste está hecho
de hidrógeno y helio; a un nivel mas fundamental, siendo los electrones
partículas muy ligeras, la masa del Universo reside en los bariones
(término genérico que incluye tanto a protones como a neutrones). Sin
embargo, los astrónomos han ido juntando evidencia de que la realidad
puede ser mucho menos intuitiva y que los bariones -es decir la materia
tal y como la concebimos- solo representan una pequeña fracción de la
masa del Universo.

En la década de los veintes, Jan Oort estudió el movimiento de estrellas


en la vecindad del Sol y dedujo que debía haber mas materia de la que
vemos en forma de estrellas, la cual se denominó materia oscura. Si
bien inesperado, este descubrimiento no era descabellado, ya que era
de esperarse la presencia de materia fría entre la estrellas, el cual es
invisible a los telescopios ópticos. Años después, el análisis del
movimiento de las estrellas en las galaxias indicó que estas deben estar
rodeadas de grandes halos de materia oscura, la cual predomina sobre
la materia contenida en las estrellas. Empezó a surgir la noción de que
el Universo podría estar hecho principalmente de materia oscura.
¿Hay otros planetas en la Vía Láctea?
Sí, puede que cientos de millones de ellos. En la última década, los
astrónomos han descubierto más de 100 planetas en órbita alrededor
de estrellas distintas al Sol. Hasta ahora, han estudiado principalmente
estrellas relativamente cercanas (a menos de 200 años luz), pero a no
ser que haya algo especial en nuestro barrio estelar, se encontrarán
planetas en estrellas más alejadas.

Pero no todas las estrellas tienen planetas. Según algunas


estimaciones, menos del 5 o el 10 por ciento de las estrellas cercanas
tienen acompañantes planetarios. Algunas estrellas son demasiado
calientes y brillantes, y cualquier material planetario habría
desaparecido hace mucho tiempo, vaporizado. Algunas estrellas
pueden no tener la composición apropiada, o estar en cúmulos
estelares con demasiadas estrellas, donde la influencia gravitatoria de
las otras estrellas impide que se formen planetas.

Los sistemas planetarios que los astrónomos han encontrado hasta


ahora son bastante diferentes de los de nuestro sistema solar. En vez
de múltiples planetas en ordenadas órbitas circulares, lo que suelen
ver los astrónomos son planetas masivos solos, mucho más grandes
que Júpiter, que siguen una trayectoria orbital elíptica, y normalmente
muy cercana a la estrella madre. A un planeta más pequeño le sería
difícil mantener una órbita estable en un sistema así, por la influencia
gravitatoria del planeta grande. Sólo en unos pocos casos, los
astrónomos detectan planetas en órbitas circulares, grandes y lentas,
como Júpiter y Saturno. Algunos astrónomos creen que estos
sistemas "de buenos modales" pueden tener planetas más pequeños
en órbitas cercanas, como Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Las
técnicas de medición actuales no son lo bastante sensibles para
indicar si existen esos planetas "terrestres," pero se están planeando
unos telescopios orbitales especiales para buscarlos dentro de 10 o 20
años. Si partimos de la base de que la Vía Láctea cuenta con un
diámetro medio de unos 100 000 años luz, claramente muchos. Pero
responder eso es como no responder nada. La ciencia necesita datos
exactos, o al menos estadísticamente fiables, por lo que desde hace
mucho tiempo los astrónomos vienen trabajando duro para aclarar la
cuestión de la forma
¿Cual es la edad del Universo?

Miles de millones de años. Esa es la escala correcta para hablar de las


edades cósmicas. La Tierra, nuestro planeta, tiene una edad de cuatro
mil quinientos millones de años. El Sol, nuestra estrella particular, es
apenas un poco mayor. Pero. ¿Y el Universo entero? ¿Qué edad
tiene? ¿Cuándo nació? Por ahora, aunque nos estamos acercando
cada vez más a ella, no disponemos de una respuesta segura.

Entre diez mil y veinte mil millones de años, dicen algunos. Entre ocho
mil y quince mil millones, opinan otros. Y cuando parece que las
pruebas apuntan más hacia una cifra que a otra, ocurre algo
inesperado y hay que empezar de nuevo. Las últimas sorpresas
vienen del telescopio espacial Hubble, el ingenio de la NASA, que ha
cambiado mucho de lo que creíamos saber sobre el cosmos. Y lo ha
hecho, por ejemplo, encontrando estrellas que, si los datos son
correctos, serían más viejas que el Universo que las contiene, lo que
equivale a decir que un hijo es mayor que su propia madre. No puede
ser. Algo falla. ¿Pero qué?
Son muchos los que creen que el error está en las distancias o, con
más propiedad, en la manera en que tenemos de calcular lo lejos que
están de nosotros los cuerpos celestes. Cuanto más alejado vemos un
objeto, más viejo es también, ya que su luz ha tardado más en llegar
hasta nosotros. Los astrónomos han costruido toda una red de
distancias, desde los objetos cercanos a los más alejados, medidas
que dependen estrechamente las unas de las otras. De forma que, si
una resulta equivocada, todas las que se efectúan a partir de ella
también lo estarán.
Los datos del Hubble no dejan lugar a dudas. En algún punto de la red
hay un fallo. Pero no se sabe exactamente en cuál. Habrá, pues, que
empezar de nuevo.
El sistema solar es el sistema planetario en el que se
encuentran la Tierra y otros objetos astronómicos que giran
directa o indirectamente en una órbita alrededor de una
única estrella conocida como el Sol.1
La estrella concentra el 99,75 % de la masa del sistema
solar,234 y la mayor parte de la masa restante se concentra
en ocho planetas cuyas órbitas son prácticamente circulares y
transitan dentro de un disco casi llano llamado plano
eclíptico.5 Los cuatro planetas más cercanos,
considerablemente más
pequeños Mercurio, Venus, Tierra y Marte, también
conocidos como los planetas terrestres, están compuestos
principalmente por roca y metal.67 Mientras que los cuatro
más alejados, denominados gigantes gaseosos o "planetas
jovianos", más masivos que los terrestres, están compuesto
de hielo y gases. Los dos más grandes, Júpiter y Saturno,
están compuestos principalmente
de helio e hidrógeno. Urano y Neptuno, denominados
los gigantes helados, están formados mayoritariamente por
agua congelada, amoniaco y metano
El Sol es el único cuerpo celeste del sistema solar que emite
luz propia,9 debido a la fusión termonuclear del hidrógeno y
su transformación en helio en su núcleo.10 El sistema solar
se formó hace unos 4600 millones de años111213 a partir del
colapso de una nube molecular. El material residual originó
un disco circunestelarprotoplanetario en el que ocurrieron los
procesos físicos que llevaron a la formación de los planetas.9
El sistema solar se ubica en la actualidad en la nube
Interestelar Local que se halla en la Burbuja Local del brazo
de Orión, de la galaxia espiral Vía Láctea, a unos
28 000 años luz del centro de esta.14
El sistema solar es también el hogar de varias regiones
compuestas por objetos pequeños. El cinturón de asteroides,
ubicado entre Marte y Júpiter, es similar a los planetas
terrestres ya que está constituido principalmente por roca y
metal. En este cinturón se encuentra el planeta enano Ceres.
Más allá de la órbita de Neptuno están el cinturón de Kuiper,
el disco disperso y la nube de Oort, que incluyen objetos
transneptunianos formados por agua, amoníaco y metano
principalmente. En este lugar existen cuatro planetas
enanos Haumea, Makemake, Eris y Plutón, el cual fue
considerado el noveno planeta del sistema solar hasta 2006.

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