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Centro Universitario de Ixtlahuaca, A.C.

Escuela Profesional de Psicología


Incorporada a la UAEM

UNIDAD DE APRENDIZAJE:

Seminario de Instrucción Psicopedagógica

TÍTULO:

“Práctica Docente e Instrucción Psicopedagógica”

ELABORADO POR:

González Mancilla Mirell

Pablo Medina Guadalupe

CATEDRÁTICO:

Lic. Psc. Erika Reyes Reyes

GRUPO: 802

Ixtlahuaca, México Mayo de 2011


PRÁCTICA DOCENTE E INSTRUCCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

El ensayo siguiente tiene como finalidad el reflexionar el papel de la docencia, ligarlo


y concluir que es un complemento de la práctica docente, sin embargo, todo mundo
piensa que el ser docente es un ascenso, un reconocimiento a la calidad como
docente, que la oportunidad que se otorga, es única, necesaria y obligada por la
implementación del nuevo modelo educativo, valorando la figura del docente
independiente de la calidad de la instrucción psicopedagógica.
El pensar que la docencia tiene como meta el crecimiento de la práctica docente, la
práctica docente se basa en la experiencia, nadie puede dar lo que no tiene, un punto
que habrá que revalorarse como docente.

Este ensayo se presenta poniendo como tema central la práctica docente, ya que en
primer lugar cuando se llega a un ámbito labora educativo primero somos
profesionistas, nos conformamos como docentes y nos preparamos para realizar
nuestra práctica docente, aplicando la planeación didáctica en el aula, teniendo no
solo el perfil requerido para impartir clases sino conociendo nuestra cátedra.
Un docente se prepara y debe tener el compromiso de retribuir un poco de lo que ha
obtenido en la institución que labora.

Ser un docente-tutor implica compromiso, responsabilidad, conocimiento, liderazgo,


comunicación, partiendo que la educación se da entre humanos, el docente deberá ser
el mejor de los docentes, una actividad obligada para la reflexión de cada uno de los
integrantes de la relación alumno-docente.
Por ello un requisito indispensable para ser docente deberá ser la experiencia.
La preparación, formación y actualización del docente debe formar parte de su vida
académica, independientemente de su vida profesional.

Abordaremos en un primer momento a la instrucción psicopedagógica la cual va


aplicada y desarrollada a partir de la psicología educativa como base, ya que esta
ultima estudia las variables psicológicas y su intención con los componentes de los
procesos de enseñanza y aprendizaje que imparten sujetos que pretenden enseñar
contenidos y destrezas concretas a otros individuos en un contexto determinado
(Díaz-Barriga & Hernández, 2002).

En consideración con lo anterior se considera al docente como uno de los principales


actores que intervienen en el proceso de enseñanza, el cual debe de utilizar y
planificar las estrategias que utilizara para lograr la atención, motivación y sobre todo
un aprendizaje significativo que beneficie el rendimiento escolar del alumno, de esta
manera se lograran mas ventajas que promoverán la intención del alumno para seguir
utilizando las herramientas que el docente pone en practica.

Tomando en consideración lo anterior, la práctica docente que “es el momento en que


desarrollamos el programa formativo con la finalidad de facilitar el logro de los
objetivos de aprendizaje, ya especificados, que tratan de responder a las necesidades
de capacitación originadas por y en el entorno productivo” (Korolev & Gmurman,
1967).
Recorremos el proceso mediante secuencias organizadas pedagógicamente según su
dificultad creciente a nivel cognoscitivo.
Que a su vez tiene como finalidad, interpretar el desarrollo de un programa de
formación profesional a través de el conocimiento, comprensión y valoración de un
grupo de personas en situación de formación, selección de algunos métodos y
técnicas útiles para la formación profesional y el desempeño laboral y por ultimo
desarrollar el análisis de habilidades didácticas que favorecen la retroinformación y la
comunicación eficaz (individual y con el grupo) (Fermoso, 2000).

El profesional de la docencia debe dominar un conjunto de recursos que le permitan


enfrentarse a cada una de las complejas situaciones del entorno educativo. Ya sea en
el marco universitario en el de la formación técnica y profesional, es el docente el que
debe, en buena medida, dirigir o en algunos casos tutorar el proceso de enseñanza
aprendizaje (Laeng, 1978). Hay un conjunto de elementos que deben ser conocidos,
mínimo que permitan al docente disponer de conocimientos para generar los recursos
que plantee como necesarios cada situación educativa. Esto implica nociones
relacionadas con la memoria, la motivación, la atención, el aprendizaje, la
transferencia, la capacidad para utilizar correctamente los recursos tecnológicos, sin
olvidar un marco teórico que sustente sus actuaciones (Korolev & Gmurman, 1967).
Además no debemos dejar fuera una serie de consideraciones referidas a la
Universidad, porque en primer lugar es el marco en el que se forman los
profesionales de la enseñanza y porque en segundo lugar nos parece muy interesante
y necesaria la formación del docente universitario en alguno de estos aspectos.
Consideramos de utilidad lo que en este trabajo se expone para todo aquel profesional
de la docencia en cualquier ámbito educativo.

El docente deberá diagnosticar a los alumnos, antes de tener el acercamiento de un


programa, se debe tener el acercamiento humano y para ello no debe improvisar, debe
tener bien conceptualizado lo que va ha ser, por mucho deberá adaptarse y trabajará
una serie de cuestionarios encaminados a detectar y conocer algunos de los factores
relevantes de los alumnos, sus características, sus tipos y estilos de aprendizaje,
¡saber quién es nuestro alumno!(lo mismo que hace el Docente al realizar su
planeación didáctica en el aula) (Luetich, 2002)

En cuanto a las características personales del docente tendrá el ser una persona
responsable, con clara vocación de la enseñanza y como es claro con clara vocación
del aprendizaje, generoso para ayudar a los alumnos en el mejoramiento de sus
experiencias académicas y con un código ético, aunque la actividad de tutoria
académica y de asesoria académica son diferentes, se complementan (Fermoso,
2000).

Considerando estas características personales del docente se complementan con los


planes y/o programas que en su momento se realizaran con el fin de beneficiar a los
alumnos, estos mismos deberán ser planeados, ejecutados y evaluados por el mismo
docente para verificar que se lograron los objetivos y en especial el aprendizaje
significativo del grupo.

La educación se da esencialmente entre humanos, y por tanto existen toda serie de


imperfecciones permitidas, que tanto el alumno como el docente siempre han estado y
están inmersos en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que el modelo educativo
tratará al aprendizaje con un enfoque más perfeccionista es decir, el aprendizaje con
el maestro, el aprendizaje sin el maestro y el Aprendizaje a pesar del maestro (Díaz-
Barriga & Hernández, 2002).

Por tanto la actuación del docente deberá modificarse, crecer, ya que no existe un
método único de impartir conocimientos, El docente junto tendrá una experiencia
abierta de aprendizaje. El docente propicia el aprendizaje, participa como persona
completa, en una actitud abierta a opiniones, valora los recursos, valora la disposición
a escuchar empaticamente.

Por lo tanto la actividad del docente se conjunta con la instrucción educativa


dedicándose al conocimiento de los servicios administrativos, que sirven de apoyo a
la formación del estudiante, de la misma manera que debe ser una estrategia centrada
en el proceso de enseñanza aprendizaje, la que se relaciona con la problemática
académica del alumno.
Todo ello dentro de la concepción, propósitos fines, objetivos, metas, estrategias
métodos y procedimientos trazados en el modelo educativo y académico de la
institución en la que se inmiscuya el docente, acorde a la normatividad que establece
todas las formas de relación y convivencia institucional.

Llegado a la conclusión que el Docente debe ser necesariamente el mejor de los


mejores maestros, y que tiene obligación de corresponder y llegar a formarse tanto
personal como profesionalmente, respaldando con hechos su práctica docente.
Que el Docente debe ser un ser bio-psico-social completo, nadie puede dar lo que no
tiene.
Bibliografía
Díaz-Barriga, F., & Hernández, G. (2002). Estrategias docentes para un aprendizaje
significativo. México: Mc Graw Hill.
Fermoso, P. (2000). Proceso Educativo e Instrucción. Madrid: Trillas.
Korolev, F., & Gmurman, V. (1967). Fundamentos Generales de la Pedagogía. La
Habana : Pueblo y Educación.
Laeng, M. (1978). Panorama Actual de la Pedagogía. Buenos Aires: Kapelusz.
Luetich, J. (2002). Educación e Instrucción: ¿Una cuestión de nombres? Madrid:
Luventicus.

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