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Interpretación de la Encuesta

La edad media de los 60 jóvenes que respondieron a la encuesta es de 17.4 ± 0.73 años.
De los cuales un 61.3% son hombres y un 36. 7 % mujeres.
En cuanto a al Educación sexual un 78.3% de jóvenes manifestó no haber recibido educación
sexual, en una misma proporción estos no recibieron ninguna clase de información por parte de
sus padres, dejando a una población vulnerable de 21.7%, los cuales están desinformados con
respecto a sexualidad.
En cuanto a la influencia de la religión, la mayoría de jóvenes creen que esto es independiente
de ello, y un 43.3 % cree que el comportamiento sexual depende de las creencias religiosas.
Un 75% de los jóvenes manifestó estar actualmente en una relación amorosa, esto podemos ver
que en una parte influye en que lleven una vida sexual activa (70% de estos, haciendo un total
de 42 personas), de estos un 35.7% manifiestan que son completamente insatisfactorias y un
16.7% poco satisfactorio; lo que haría un total de 52.4% de jóvenes que no se siente a gusto al
tener relaciones sexuales, entonces un 47.6% se siento a gusto o muy a gusto con esto.
En el aspecto de métodos anticonceptivos y prevención de enfermedades; se ven un gran
número de jóvenes que no tiene claro el concepto de “método anticonceptivo”; y ahondando
mas en si en lo que son los preservativos, vemos que los jóvenes generalmente lo conceptualizan
como un método de prevención de embarazos (63.3%), y el resto tiene otros conceptos o por el
contrario prefieren no hablar de ello.

DISCUSIÓN

Los cuestionarios auto cumplimentados sobre sexualidad en estudiantes de estas edades que se
consideran fiables y válidos, aunque algunos adolescentes de sexo masculino, tienden a sobre
declarar su conducta sexual, al contrario que los de sexo femenino. A esta limitación del
Estudio se añade la propia de las encuestas transversales con la poca confianza que pueden
tener los jóvenes de responder estas.
La muestra seleccionada (60 jóvenes) supone un error muestral de aproximadamente el 2% para
un nivel de confianza del 95% para datos globales. (Test varianza para varias muestras)
La pérdida de dos cuestionarios, uno que no fue entregado y uno que se desechó, entraña un
incremento del error muestral que no desvirtúa la valoración global de las encuestas, por lo que
pensamos que los resultados son pertinentes y perfectamente aplicables al resto de los
adolescentes de su misma edad de nuestro entorno.
Los que respondieron a la encuesta fueron escogidos al azar. Dicho ello podemos observar en
las tablas de contingencia encontramos diferencias en las respuestas entre el sexo masculino
que representa a un 63.3% de los encuestados, con el sexo femenino que representa a un 36.7%
de los encuestados.
Solo 25% de los encuestados no tiene pareja. Esto pudiera ser relevante ya que los jóvenes que
no suelen tener pareja estable, son una parte de la población de riesgo dada la posibilidad de
mantener relaciones esporádicas y variadas; comparada con el resto que es un 75%, podemos
ver que tener pareja no necesariamente está vinculado a para llevar una vida sexual activa, ya
que el 70% lleva una vida sexual activa .Dentro de estos jóvenes un 35.7% manifestó que su vida
sexual es insatisfactoria, 16. 7% poco satisfactoria, esto es preocupante ya que podemos inferir
que únicamente lo hacen por compromiso o por seguir estereotipo; del resto 38.1 % manifestó
que era satisfactoria y un 9.5% muy satisfactoria, a esto le faltaría considerar si es mutuo, pero
generalmente este porcentaje representa a los jóvenes que saben conscientemente por que lo
hacen.
Llama la atención el alto número de jóvenes que no han recibido clases de educación sexual, el
cual es muy cercano al número de jóvenes que no ha hablado del tema con sus padres. Esta
falta de información es más que nada responsabilidad de los maestros y padres lo que se ve
confirmado por la opinión de más de la mitad (56.7%) de los jóvenes encuestados respecto a si
consideran que la religión no influye en el comportamiento sexual, lo que quiere decir que el
“tabú” de hablar del tema no parte de ellos.

Se sabe que la juventud es la época de la vida cuando existe mayor posibilidad de contagio, por
la variabilidad e inestabilidad de la pareja y porque la misma fisiología de los adolescentes los
sitúa frente a un más alto riesgo de presentar una Enfermedad de Transmisión Sexual o de
infectarse con el VIH (menos barrera mucosa cervical, alteraciones del pH vaginal, epitelio
cilíndrico inmaduro del cerviz uterino, primer contacto con enfermedades sexuales y ausencia
total de inmunidad frente a las mismas). Por ello es importante valorar las respuestas referentes
a la prevención del SIDA y otras Enfermedades de Transmisión Sexual, que siguen en la línea que
comentábamos anteriormente, pues consideran que determinadas posturas al tener relaciones
sexuales pueden no solo evitar embarazos sino también Enfermedades de Transmisión Sexual.
Todo ellos nos causa gran preocupación ya que más de dos tercios de los jóvenes no tienen
noción completa de los que son métodos anticonceptivos , o estos piensan que
fundamentalmente se refiere al condón , lo cual está altamente conceptualizado como
prevención de embarazos( 63.3% de los jóvenes lo manifestaron así ) , sin embargo solamente
un 15% de ellos sabe de la importancia de estos en la prevención de enfermedades de
transmisión sexual y lo que es realmente preocupante es el número de jóvenes que aun siente
vergüenza al hablar de preservativos (8.3%) , esto causa problemas al momento de que los
jóvenes quieran adquirir algún preservativo, ya que ellos por vergüenza preferirán no
adquirirlos. Y finalmente un importante número (13.3%) que se muestran indiferentes a los
preservativos, esta es una prueba clara de lo importante que es recibir orientación, educación o
charlas acerca de la sexualidad, fundamentalmente porque el concepto en sí de usar
preservativo no está del todo claro, ya que la información obtenida generalmente es coloquial
o de amigos de la edad que quizá tengan un poco más de experiencia.

CONCLUSIONES

Observamos un desconocimiento importante sobre métodos anticonceptivos y s de contagio de


Enfermedades de Transmisión Sexual, lo que no se corresponde con el nivel aceptable de
conocimientos de otras encuestas. Este hecho podrá explicarse por una falta de atención, tanto
en el ámbito sanitario como educativo Tanto por parte de los maestros como los padres de los
jóvenes, respecto de estos Temas, en nuestro medio. Por eso creemos que es un deberá ser
prioritario dar información sanitaria a los jóvenes y aprovechar cualquier consulta en relación
con la salud sexual para difundir entre ellos los mecanismos de contagio y su evitación, así como
informarlos y adiestrarlos en el uso de preservativos y otros medios de prevención de
Enfermedades de Transmisión Sexual y embarazos no deseados. Estas acciones educativas
deberán, en nuestra opinión, darse desde edades más tempranas para no llegar a la
adolescencia sin información. La implicación de educadores y por supuesto de padres es
absolutamente necesaria. Sin embargo educación .sexual no significa necesariamente sexo, pero
se puede conseguir una sexualidad más responsable y saludable.

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