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Por qué las máquinas de movimiento

perpetuo no funcionan (aunque haya un


delgado halo de esperanza)
El canal TED-ed, siempre tan educativo como interesante, añade su granito de arena –o
más bien, otro clavo al ataúd– sobre las máquinas de movimiento perpetuo, de las
que tantas veces hemos hablado por aquí.
¡En esta casa obedecemos las leyes de la termodinámica!
– Homer Simpson
Los Simpsons, «Tres docenas y un galgo» (S6E20)
Además de repasar algunas de las máquinas más clásicas y conocidas, como la rueda
de Bhaskara (año 1150, la más antigua conocida), las rampas con imanes o el matraz
de autollenado Robert Boyle –como se ve, hasta científicos con prestigio hicieron
sus intentos al respecto– se concentra en explicar la razón por la que simplemente no
funcionan y nunca funcionarán: las dos primeras leyes de la termodinámica.
La primera ley dice básicamente que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se
transforma. De modo que una máquina de movimiento habría de generar energía «de la
nada» y eso no es posible. Fin.
Pero por rematar el asunto –incluso si por alguna algún científico loco lograra evitar esa
primera ley y no necesitara ningún tipo de energía externa– la segunda dice que en la
práctica la entropía siempre aumenta, de modo que al generar calor y fricción debido
al movimiento esa energía original invariable iría disminuyendo, por lo que finalmente se
agotaría.
En fin, Netta Schramm lo explica para TED-Ed con buenas ideas y términos sencillos, así
que lo añadimos a las versiones recomendables y educativas – ideal para diez minutos de
clase o hacer un repaso rápido.
Como contrapunto curioso añade un delgado halo de esperanza para los inagotables
buscadores del perpetuum mobile:
No podemos descartar completamente que nunca se llegue a descubrir un mecanismo de este tipo porque
hay muchas cosas que todavía desconocemos del universo. Quizá encontremos nuevas formas de
materia exóticas que nos hagan tener que revisar las leyes de la termodinámica que conocemos. O quizá
el movimiento perpetuo exista a escala cuántica. Lo que está claro es que lo único perpetuo de momento
es… esa búsqueda.
Tener que volver a reescribir las leyes de la termodinámica sería un cambio tan
gigantesco para la física actual como el que las teorías de Einstein supusieron para las
Leyes de Newton. Y de descubrir nuevas formas de materia ni hablamos. Pero en fin, por
plantearse retos complicados… que no quede.

Movimiento Perpetuo
31 de diciembre de 2010 Publicado por Monica González

Las máquinas de movimiento perpetuo describen la posibilidad de realizar un trabajo mecánico indefinidamente
o si vamos más alla aún, idealmente, son máquinas capaces de producir más trabajo o energía que la que
consumen.
Indudablemente, esto ha generado gran controversia en el plano de la ciencia sobre si este ideal estaría violando
o no la primera o segunda ley de la termodinámica.

La primera ley establece esencialmente la conservación de la energía.

La segunda, se refiere a la característica del calor de fluir desde las zonas de mayor temperatura a las de menor
temperatura, o dicho más claramente, desde las zonas “más calientes a las más frías”.

Entendamos que definimos frío como la ausencia de calor.

Toda máquina capaz de operar abasteciéndose de una fuente de energía que no podemos definir se la cataloga
como máquina de movimiento perpetuo pero no siempre es así. Simplemente parecen violar las leyes de la
termodinámica.

Aunque es considerada un imposible, ha capturado la imaginación de los inventores durante décadas, los cuales
tratan de lograr demostrar que sí es posible.

Clasificación: máquina de primer tipo, la cual produce trabajo sin ningún input de energía

Máquina de segundo tipo, la cual transforma espontáneamente energía térmica en trabajo mecánico. ¿Dónde
estaría esa reserva de energía…? No lo sabemos. Además, el hecho de no tener ninguna transferencia de
energía o algún efecto secundario parecería imposible, ¿no?

Desarrollando aún más nuestra imaginación encontraríamos las máquinas del tercer tipo, las cuales eliminan por
completo el factor rozamiento al igual que otras fuerzas disipativas para poder alcanzar el trabajo interminable.
Nos referimos a este modelo como ideal porque eliminar la disipación de la energía en un 100% es poco probable
pero sí se ha llegado a porcentajes mínimos.

No podemos olvidar que las leyes de la termodinámica están tan bien establecidas, tanto en la teoría como en la
práctica, que propuestas sobre el movimiento perpetuo son siempre miradas con desconfianza, esperando un
modelo que pruebe su viabilidad en un 100%.

Pero para comprender qué motivó a los teóricos a estudiar este movimiento, debemos remontarnos al año 1670,
donde un obispo de Chester y un miembro de la Real Sociedad desarrollaron la idea de tres fuentes potenciales
de energía: Extracciones químicas, Virtudes Magnéticas y la Gravedad.

La aparentemente misteriosa acción a distancia de los imanes y sus influencias en el movimiento, así como la
gravedad, ha inquietado a los científicos desde siempre… Wilkins fue el pionero en este modelo.

Se trata de una rampa con un imán en la cima que atrae una bola metálica hacia arriba. Cerca del imán, un
pequeño orificio permitía a la bola caer y retornar a la base nuevamente.
Lamentablemente dicho experimento nunca funcionó, ya que ningún imán lo suficientemente poderoso dejaría
que la bola cayera por el orificio…

Desde entonces, los inventores han recurrido a la gravedad, secuencia de imanes o variados tipos de dispositivos
pero sin éxito en la práctica.

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