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Toda historia est� manchada por cr�menes como toda vida individual
est� oscurecida por errores y por faltas. Se dir�a que el crimen
es el pecado original de la historia humana. Si vamos a la tradici�n
b�blica comienza, ya fuera del para�so, con la historia de
Ca�n y Abel la primera guerra civil, y si consideramos nada m�s
que los hechos no podemos descubrir la historia de pueblo alguno
que no est� manchada de cr�menes.
Y, sin embargo, a partir de esta desdi
cardenal V. Buzzetti, profesor de filosof�a en el seminario de Piacenza desde 1806,
y sus disc�pulos Seraf�n y Domingo Sordi, que entraron en contacto con L. Taparelli
de Azeglio, el cardenal G. Pecci y M. Liberatore.
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+or de filosof�a en el seminario de Piacenza desde 1806, y sus disc�pulos Seraf�n y
Domingo Sordi, que entraron en contacto con L. Taparelli de Azeglio, el cardenal G.
Pecci y M. Liberatore.
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tyl Discurrir una realidad ta00'o'0kl'0k'0k'k
k, F. von de Morgott (1829-1900), A. St�ckl (1823-1895), J. Kleutgen (1811-1883),
A. Lehmann (1847-1910), T. Pesch (1836-1899), G. Freiherr von Hertling (1843-1919),
K. Gutberlet (1837-1928), H. Denifle (1844-1905), J. Gredt (1863-1940), M. Grabmann
(1875-1949), J. G.Hagemann (1837-1903) y R. St�lzle (1856-1921)
B�lgica, el cardenal Mercier y la Escuela de Lovaina
Espa�a, C. Gon
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AA Esto es una prueba nom�s.cipio de identidad con la siguiente dad con la
siguiente tautolog�a de la l�gica proposicional:
A \leftrightarrow Arev �
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+ds principio de identidad se expresa:
\forall x\ x = x
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+ds principio de identidad se expresa:
\forall x\ x = x
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+ds principio de identidad se expresa:
\forall x\ x = x
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+ds principio de identidad se expresa:
\forall x\ x = xEl principio de identid
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