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La Innovación social no es una etiqueta que pones a un determinado tipo de proyectos, es una
manera de pensar, de entender tu trabajo, consecuencia de una ética, de una forma de ser.
Cuando entiendes que las ideas son una herramienta poderosísima, y te preocupa, además, lo
que ocurre a tu alrededor, creo que debes ser consecuente con lo que eres y haces.
Pregunta: diseñaste la campaña “pastillas contra el dolor ajeno”, cuya venta se destina a
los proyectos de la ONG Médicos sin Fronteras. ¿Qué procesos te llevaron a dar con la
idea de la campaña?
Así que el primer punto de este proceso sería esa curiosidad, la búsqueda del ¿porqué?,
después, hay un trabajo de empuje, de hacer que esa idea, ilusionante, ambiciosa, necesaria,
se haga realidad, y ahí entran los verdaderos valores de todo este proceso: creer en lo que
haces, y estar dispuesto a pelear hasta el final para conseguir lo que te propones.
Detrás de “Pastillas contra el dolor ajeno” hay una idea innovadora, hay mucho trabajo, mucho
tesón, pero también hay un cliente, una organización como Médicos Sin Fronteras, que es
origen y destino de esta idea, el verdadero instrumento para que se produzca el cambio. Sin
ese instrumento, sin MSF, mis pastillas no curarían.
Pregunta: ¿Qué es lo que, a tu juicio, hace que una innovación sea una innovación
social?
Respuesta: Parto de la base de que para que una idea, en cualquier contexto profesional, sea
buena, debe incorporar ese valor de innovación. En mi opinión, el valor de una idea se mide en
la capacidad de esta para innovar, para mejorar.
Lo que hace que esa idea, que una innovación sea social, es ese foco del que hablaba, su
finalidad, y la capacidad que dicha idea tenga de producir un cambio o mejora social.
Las ideas solas no tienen ese poder, necesitan de la interacción con la gente. Es la sociedad,
las personas, las que hacen posible el cambio. Las ideas sólo son la excusa, el motor que
activa ese cambio.
Siempre digo en mis charlas, que admiro mucho más a Manuel Jalón, inventor de la fregona,
que a cualquiera de los grandes personajes de la historia de la publicidad. Me motiva mucho
más la idea de crear algo que transforma, que produce un cambio social, y que deja una huella.
La clave, en mi opinión, es esa curiosidad, esa capacidad para analizar el entorno y sus
problemas, y una personalidad, una actitud no conformista, una ambición que te permita
lanzarte a transformarlo y mejorarlo.
Por utilizar un símil publicitario, sería algo así como la combinación del “Think Different” de
Apple, el “Impossible is nothing” de Adidas, y el “Just Do it” de Nike.
Pregunta: En EC nos hemos interesado por el estudio del talento individual y del talento
compartido de los equipos y las sociedades ¿Consideras que se nace con talento, o que
éste es fruto del hábito? ¿Cuáles serían las características de un equipo creativo?
Respuesta: Considero que el ser humano, en general, nace con talento, y que es, de hecho,
una de nuestras principales cualidades, una gran noticia. Luego aparecen todos esos aspectos:
el entorno, la formación, la educación, los valores, y cada una de las decisiones que tomas en
tu vida… que posibilitan que el talento se desarrolle en mayor o menor medida, hacia una u
otra dirección.
Me niego a aceptar que haya gente nace sin ningún talento, sería injusto, casi inhumano.
No soy un artista, mi trabajo está muy alejado de una visión única y personalista. El proceso de
ideación, casi siempre nace en tu interior, pero enseguida debes compartirlo con otros y estar
dispuesto a que se te rebata y se construya a partir de tu planteamiento inicial.
En mi caso, trabajar en equipo no es una posibilidad, es una obligación, si quiero que las ideas
crezcan y acaben siendo realidad.
Fuentes