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BOSQUEJO GRAMATICAL

DE LA LENGUA ISKONAWA
BOSQUEJO GRAMATICAL
DE LA LENGUA
ISKONAWA

ROBERTO ZARIQUIEY
(PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ)

Con la colaboración de los últimos hablantes de


la lengua: Juana Campos Meza (Pibi Awín),
Nelita Campos Rodríguez (Nawa Niká), Isabel
Campos Rodríguez (Kishte), Pablo Rodríguez
Sangana (Wini Kora), José Rodríguez Pérez
(Chibi Kanwá)

Latinoamericana Editores / CELACP /


Revista de Crítica Literaria Latinoamericana

Lima / Boston, 2015


Bosquejo gramatical de la lengua iskonawa
© Roberto Zariquiey
© Latinoamericana Editores
© Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar-CELACP
Av. Benavides 3074 – La Castellana – Lima 18
Telf. (51) (1) 4490331
E-mail: difusion@celacp.org

© Revista de Crítica Literaria Latinoamericana


Department of Romance Languages
Tufts University
180 Packard Street
Medford, MA 02155, USA
E-mail: rcll.colaboraciones@gmail.com

Diseño de carátula: Elizabeth Birdsall


Foto de carátula: Roberto Zariquiey

Primera edición: 2015


Al cuidado de José Antonio Mazzotti
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú
N° 2015-16159

ISBN 978-9972-9578-9-5
Prohibida la reproduccción total o parcial de las características
gráficas de este libro por cualquier medio sin permiso previo
por escrito de la editorial.

Impreso en Estados Unidos de América.


Este libro fue auspiciado por la National Science Foundation
como parte del proyecto “Documenting and Revitalizing
Isconahua in Peru: An Interdisciplinary Project” (Grant Number 1160679).

Manuscrito recibido: julio 2015


Proceso de arbitraje: julio-septiembre 2015
Entrega de manuscrito final: octubre 2015
A Pibi Awín, Nawa Niká y Kishte
BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA
Lima/Boston: RCLL, CELACP y Latinoamericana Editores, 2015

SUMARIO

Agradecimientos 15
Lista de abreviaturas 17

Capítulo 1. La lengua iskonawa y sus hablantes 19

1.1 Introducción 19
1.2 Caracterización etnográfica del pueblo iskonawa en las
fuentes 20
1.3 “Vivíamos corriendo”: el tiempo anterior a Ruë biri 23
1.4 En Ruë biri no te enfermas: los iskonawa antes
del contacto definitivo 24
1.5 “Era 1958”: los iskonawa dejan Ruë biri 28
1.6 “Quedamos muy poquitos, ya nos hemos mezclado”:
los iskonawa fuera de Ruë biri 31

Capítulo 2. La lengua iskonawa 35

2.1 Introducción 35
2.2 La lengua iskonawa en la familia lingüística pano 35
2.2.1 La familia lingüística pano 35
2.2.2 Propuestas de clasificación 38
2.2.3 La lengua iskonawa dentro de la familia pano 45
2.3 La lengua iskonawa en las fuentes 46
2.3.1 Antecedentes 46
2.3.2 El presente bosquejo gramatical 47
2.3.2.1 Contenidos y estructura 47
2.3.2.2 Describir una lengua obsolescente 47
2.4 El proyecto iskonawa 52

Capítulo 3. Los sonidos de la lengua iskonawa 55

3.1 Introducción 55
3.2 Inventario fonológico 55
3.3 Consonantes 56
10 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

3.3.1 Oclusivas 57
3.3.2 Nasales 61
3.3.3 Vibrante 63
3.3.4 Africadas 64
3.3.5 Fricativas 66
3.3.6 Aproximantes 69
3.3.7 Resumen 71
3.4 Vocales 72
3.5 Estructura silábica y acento métrico 81
3.6 Nasalidad 84
3.6.1 Nasalización 84
3.6.2 Denasalización 91
3.6.3 Rinoglotofilia 93
3.7 Convenciones ortográficas empleadas en esta gramática 95

Capítulo 4. Clases de palabras 97

4.1 Introducción 97
4.2 Clases cerradas 97
4.2.1 Pronombres personales 97
4.2.2 Palabras interrogativas 98
4.2.3 Demostrativos 99
4.2.4 Posposiciones 99
4.2.5 Ideófonos 100
4.3 Clases abiertas 101
4.3.1 Nombres y adjetivos 101
4.3.2 Verbos 105
4.3.3 Adverbios 106
4.3.4 Resumen 108
4.3.5 Palabras flexibles 108

Capítulo 5. Relaciones gramaticales 111

5.1 Introducción: 111


5.2 Marcación de caso 112
5.2.1 Marcación de caso en los pronombres 112
5.2.2 Marcación de caso en nombres 117
5.2.3 El problema de la variación 119
5.3 Concordancia ergativa 122
SUMARIO 11

Capítulo 6. Codificación de otros participantes 125

6.1 Introducción 125


6.2 Relaciones topográficas 125
6.2.1 El caso locativo-direccional: -n, -ni, -nko, -niko 125
6.2.2 Las posposiciones locativas y su función 126
6.2.3 -ki ‘locativo-direccional indirecto’ 129
6.2.4 -nkonia ‘ablativo’ 129
6.3 Otros marcadores de caso oblicuo 130
6.3.1 -kesa ‘comparativo’ 130
6.3.2 -pan ‘instrumental’ 130
6.3.3 -rana ‘distributivo’ 131
6.3.4 -be(tan) ‘comitativo’ 131
6.4 Posesión y relaciones de parte-todo 131
6.4.1 Adjetivos posesivos y sufijo genitivo 132
6.4.2 Pronombres posesivos y sufijo posesivo 132
6.4.3 Genitivos genéricos 133
6.4.4 Prefijos de parte del cuerpo 134
6.4.5 El propietivo -ya y su contraparte negativa -oma 136

Capítulo 7. Atribución y modificación 137

7.1 Introducción 137


7.2 Otras categorías del nombre 137
7.2.1 Número 137
7.2.2 Otros sufijos 138
7.2.2.1 -hVko ‘diminutivo’ 138
7.2.2.2 La construcción aumentativa 139
7.2.2.3 -koin y -naish ‘verdadero, genuino’ 139
7.3 Adjetivación 140
7.3.1 Adjetivación básica 140
7.3.2 Estrategias de intensificación del adjetivo 140
7.3.2.1 La construcción reduplicada 140
7.3.2.2 El diminutivo en adjetivos 141
7.3.2.3 El adjetivo iro ‘bonito’ 141
7.3.2.4 El sufijo -koin en adjetivos 141
7.3.2.5 Combinaciones de estrategias 142
7.3.3 Frases nominales no contiguas 142
12 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

7.3.4 Estrategias de desintensificación del adjetivo 143


7.3.4.1 -cha ‘desintensificador’ 143
7.3.4.2 -tani ‘un poco’ 143
7.3.5 Construcciones comparativas 143

Capítulo 8. Transitividad y fenómenos relacionados 145

8.1 Introducción 145


8.2 Transitividad canónica 146
8.2.1 Predicados intransitivos 146
8.2.2 Predicados transitivos 148
8.3 Patrones intransitivos no canónicos 151
8.3.1 Predicados de doble absolutivo 151
8.3.2 Predicados que aparecen con un segundo argumento
marcado con -ki 153
8.3.3 Yoishik ‘mezquinar’ 154
8.4 Ambitransitividad extendida: una novedad del iskonawa 155
8.5 Cambio de valencia 156
8.5.1 Incremento de valencia 158
8.5.1.1 Aplicativización 158
8.5.1.2 Causación 162
8.5.2 Reducción de valencia 165

Capítulo 9. Tiempo, Aspecto y modalidad 167

9.1 Introducción 167


9.2 Aspecto y categorías relacionadas 167
9.2.1 Imperfectivo vs. perfectivo 167
9.2.1.1 -a ‘perfectivo’ 168
9.2.1.2 -i ‘imperfectivo’ 168
9.2.2 Otras categorías de aspecto 169
9.2.2.1 -a ‘estativo’ 169
9.2.2.2 -mis ‘habitual’ 170
9.2.2.3 -is ‘progresivo’ 170
9.2.3 Cambio de estado y categorías relacionadas 171
9.2.3.1 Adjetivos y nombres en función predicativa 171
9.2.3.2 -pake ‘cambio de estado avanzado’ 172
9.2.3.3 -toshi ‘de súbito’ 172
9.2.4 La reduplicación verbal y sus valores aspectuales 172
SUMARIO 13

9.3 Tiempo 173


9.3.1 -ri ‘hasta el presente, todavía’ 173
9.3.2 -bai ‘el mismo día, durativo’ 174
9.3.3 -ne ‘la noche anterior, durativo’ 174
9.3.4 -yantan ‘pasado: ayer’ 174
9.3.5 -shina ‘pasado: hace días o semanas’ 175
9.3.6 -paoni ~ -paoti ‘pasado remoto’ 175
9.3.7 -heni ‘pasado remoto, por muchos años’ 176
9.3.8 Formas del futuro 176
9.4 Modalidad 177
9.4.1 Modalidad epistémica 177
9.4.1.1 -bira ‘dubitativo’ 177
9.4.1.2 -koin ‘asertivo’ 178
9.4.2 Modelidad deóntica 178
9.4.2.1 -anak ‘habilitivo’ 178
9.4.2.2 -kats ‘desiderativo’ 179
9.4.2.3 -pai ‘desiderativo no completado’ 180

Capítulo 10. Otras categorías verbales 181

10.1 Introducción 181


10.2 Número 181
10.2.1 -rabe ‘dual’ 181
10.2.2 -botan ‘entre varios’ 182
10.2.3 -kan y -bo ‘plural’ 182
10.3 -hako ‘diminutivo’ en el verbo 183
10.4 Movimiento asociado 184
10.4.1 Sufijos de movimiento asociado sensibles
a la transitividad 185
10.4.1.1 -beran y -keran ‘venitivo’ 185
10.4.1.2 -bain y -kain ‘andativo’ 186
10.4.1.3 -bokon y -ake ‘dando la vuelta’ 187
10.4.2 Sufijos direccionales no sensibles a la transitividad 188
10.4.2.1-kawan ‘pasando’ 188
10.4.2.2 -pake ‘bajando’ 188
10.4.2.3 -ina ‘subiendo’ 189
10.4.3 Direccionales aspectuales 190
10.4.3.1 -patan ‘iterativo, por aquí, por allá’ 190
10.4.3.2 -bot ‘durativo, desplazándose en el espacio’ 190
14 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

10.4.4 Direccionales de propósito 191


10.4.4.1 -tan ‘ir a’ 191
10.4.4.2 -toshi ‘llegar a’ 191
10.5 La negación y otros dominios relacionados 192
10.5.1 -ma ~ -yama ‘negador’ 192
10.5.2 -yohma ‘nunca, todavía no’ 193
10.5.3 -kean ~ -kuan ‘frustrativo’ 193
10.6 Serialización verbal 194

Capítulo 11. Notas sobre la oración 197

11.1 Introducción 197


11.2 Orden de palabras 197
11.3 Sufijos adverbializadores 198
11.3.1 -bi ‘mismo, enfático’ 199
11.3.2 -res ‘solamente’ 199
11.3.3 -ribi ‘también’ 200
11.3.4 -pan ~ -pain ‘primero, todavía, en vez de’ 200
11.4 Partículas discursivas 201
11.4.1 ki y ka: estructura de la información y evidencialidad 202
11.4.2 ri ‘focalizador’ 203
11.5 Oraciones copulativas 203
11.6 Oraciones interrogativas 204
11.7 Comandos 205
11.7.1 -we ~ -kin ‘imperativo’ 205
11.7.2 -ba ‘exhortativo’ 206
11.7.3 La construcción prohibitiva 206

Capítulo 12. Nominalización y cambio de referencia 207

12.1 Introducción 207


12.2 Nominalización en iskonawa 207
12.2.1 Sintaxis interna 208
12.2.2 Sintaxis externa 209
12.3 Cambio de referencia 210

Referencias bibliográficas 213


BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA
Lima/Boston: RCLL, CELACP y Latinoamericana Editores, 2015

AGRADECIMIENTOS

La tarea de producir este libro ha sido compleja, desafiante y, a la


vez, hermosa. Mi todavía corta experiencia de lingüista me ha acer-
cado siempre a idiomas peruanos hablados por grupos relativamen-
te amplios, a lenguas que se transmiten de padres a hijos y que, a
pesar de los intensos contactos con el español, han podido encon-
trar sus espacios de uso. El iskonawa, lamentablemente, no atraviesa
por esa situación. Cuando nos aproximamos a esta lengua, nos fue
posible solamente encontrarnos con algunos pocos hablantes y
nuestro estimado actual es que sólo quedan seis hablantes fluidos de
este idioma, dos de ellos prácticamente sordos. Los hijos y nietos de
estas personas conocen algunas palabras y frases, y en parte gracias
al trabajo desarrollado a lo largo del proyecto que dio a luz a este
libro, son capaces de entender y traducir textos más largos.
En este contexto, tratar de describir las estructuras gramaticales
del iskonawa ha sido como intentar resolver un rompecabezas
imposible, uno en el que muchas piezas encajan en una misma posi-
ción y a la vez algunos espacios parecen quedar irremediablemente
en blanco. El presente libro no es sino una fotografía de mi actual
ignorancia, un recuento de mis esfuerzos fallidos por buscar patro-
nes regulares en una lengua mellada ya por el silencio y el olvido
irremediables. Pero no debemos quedarnos en lo negativo. A pesar
de todos los problemas y los desafíos, hemos construido un bosque-
jo gramatical relativamente extenso, que presenta descripciones y
análisis cuidadosos de varios de los aspectos de la gramática de este
idioma pano. Hemos producido, además, un diccionario y una boni-
ta compilación de narraciones tradicionales. Hemos tratado de con-
tribuir con todo ello al mejor conocimiento de uno de los idiomas
pano menos conocidos y al afianzamiento de la identidad iskonawa,
absorbida ya por el pueblo shipibo-konibo, el más numeroso de la
familia lingüística pano.
16 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Ha sido un proceso largo y lleno de vaivenes, pero estar hoy


aquí, escribiendo estos agradecimientos me hace sentir que cada ida
y cada vuelta tuvo una razón de ser. Debo decir que esto no sería
posible sin el apoyo incondicional de un largo grupo de personas.
Espero no olvidarme de nadie. Quiero agradecer, en primer lugar, a
los hablantes del idioma iskonawa: Juana Campos Meza (Pibi Awín),
Nelita Campos Rodríguez (Nawa Niká), Isabel Campos Rodríguez,
(Kishte) Pablo Rodríguez Sangana, (Wini Kora) José Rodríguez
Pérez (Chibi Kanwá). Algunos de sus descendientes trabajaron
también con nosotros y contribuyeron decididamente a la realiza-
ción de este libro: Germán Campos Rodríguez, Elías Rodríguez
Campos, Willian Ochavano Rodríguez, Lleverson Silvano Campos y
Edelvina Cumapa. A su lado, trabajaron varios estudiantes y estoy
agradecido con cada uno de ellos: Carolina Rodríguez Alzza, quien
escribió su tesis de licenciatura sobre el idioma iskonawa, Piero
Costa, Jaime Vera, Loreta Alva, María Gracia Minaya, Gabriela
Ginoccio, Sergio Montañez, Diana Condori, Alejandro Prieto, Mari-
cielo Guillén, Karina Cervantes, Alonso Vásquez y Gabriela Tello.
Finalmente, agradezco muy especialmente a mi co-investigador José
Antonio Mazzotti y a Ronald Suárez, quien se encargó de los aspec-
tos logísticos del proyecto y nos acompañó constantemente a lo
largo de todo el proceso. El proyecto “Documenting and Revita-
lizing Iskonawa in Perú”, del cual este libro es un primer resultado,
fue financiado por la National Science Foundation de los Estados
Unidos (Grant Number 1160679) a través de la Universidad de
Tufts, en Boston, y la Pontificia Universidad Católica del Perú, en
Lima. Me siento en deuda con cada una de estas personas e insti-
tuciones y espero que se sientan satisfechas con el resultado siempre
preliminar que encontrarán en las siguientes páginas.
ROBERTO ZARIQUIEY 17

LISTA DE ABREVIATURAS

Abreviatura Glosa

> ‘cambio de referencia’


1 ‘primera persona’
2 ‘segunda persona’
3 ‘tercera persona’
A ‘sujeto de verbo transitivo’
ABLA ‘ablativo’
ABS ‘absolutivo’
ACU ‘acusativo’
ANDA ‘andativo’
ASER ‘asertivo’
ASOC ‘asociativo’
BEN ‘benefactivo’
CAU.DIR ‘causativo directo’
CAUS ‘causativo’
COM ‘comitativo’
COMP ‘comparativo’
COP ‘cópula’
CP ‘concordancia del participante’
DES ‘desiderativo’
DESIN ‘desintensificador’
DIM ‘diminutivo’
DIR ‘direccional’
DIST ‘distributivo’
DUB ‘dubitativo’
DUR ‘durativo’
ENF ‘enfático’
ERG ‘ergativo’
EST ‘estativo’
EVI.1 ‘evidencial de primera mano’
EVI.2 ‘evidencial de segunda mano’
EXH ‘exhortativo’
FOC ‘foco’
FUT ‘futuro’
FUT.INM ‘futuro inmediato’
GEN ‘genitivo’
HAB ‘habitual’
IMP ‘imperativo’
18 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

IMPF ‘imperfectivo’
IND ‘indicativo’
INST ‘instrumental’
INT ‘intransitivo’
LOC ‘locativo’
LOC.IND ‘locativo indirecto’
MAL ‘malefactivo’
NEG ‘negativo’
NOM ‘nominativo’
NOMLZ ‘nominalizador’
OBJ ‘objeto (tanto de verbo transitivo como
ditransitivo)’
P ‘objeto de verbo transitivo’
PAS ‘pasado’
PAS.REM ‘pasado remoto’
PERF ‘perfectivo’
PLU ‘plural’
POS ‘posesivo’
PROG ‘estativo’
PROP ‘propietivo’
PROPO ‘propositivo’
R ‘objeto de tipo receptor en una cláusula
ditransitiva’
REC ‘recíproco’
REFL ‘reflexivo’
S ‘sujeto de verbo intransitivo’
SG ‘singular’
SUJ ‘sujeto (tanto de verbo transitivo como intransi-
tivo)’
SUJ.DIF ‘sujetos diferentes’
SUJ.IDEN ‘sujetos idénticos’
T ‘objeto de tipo tema en una cláusula ditransitiva’
TOP ‘tópico’
TOP.CON ‘tópico continuado’
TOP.DIF ‘tópico diferente’
TRAN ‘transitivo’
VEN ‘venitivo’
CAPÍTULO 1

LA LENGUA ISKONAWA Y SUS HABLANTES

1.1 Introducción

La historia del pueblo iskonawa es la historia de un pequeño


grupo de personas que vivió apaciblemente de acuerdo con sus pro-
pios principios y con escasos contactos con el resto de la sociedad
peruana hasta bien entrada la década de 1950. Es la historia de
cómo este grupo fue contactado por la sociedad occidental, repre-
sentada en el rostro de cuatro misioneros (dos norteamericanos y
dos shipibos), y fue atraído hacia un sistema de vida que les era
ajeno. Es la historia de un pueblo integrándose a uno más grande y
viendo desaparecer paulatinamente su lengua y su cultura, cada vez
que uno de sus ancianos fallecía. Es, finalmente, la historia de un
puñado de ancianos, con sus hijos y nietos, tratando de recuperar su
idioma y preservar su identidad, para que “todos en el mundo sepan
que los iskonawa fueron verdad y son distintos a los shipibos”
(Nelita Campos, entrevista mayo 2014).
En este capítulo, ofrecemos una breve introducción al pueblo
iskonawa, a su historia y a su situación actual. La información ofre-
cida y resumida en este capítulo ha sido organizada de la siguiente
manera: en §1.3, a partir de los testimonios de los útimos hablantes
de iskonawa, tratamos de reconstruir la historia antigua de su pue-
blo, es decir, la historia anterior a su asentamiento en el cerro El
Cono o Ruë biri con especial atención a los contactos que los isko-
nawas tuvieron con otros grupos indígenas. En §1.4, presentamos,
nuevamente a partir de los testimonios de los iskonawas entrevis-
tados, un breve recuento de cómo fue la vida de este grupo indígena
durante el tiempo en que permanecieron en Ruë biri. En §1.5,
relatamos el tiempo en que este grupo de personas fue contactado
por misioneros y abandonó dicha montaña. En §1.6, presentamos la
situación actual del pueblo iskonawa y, previamente, en §1.2 ofre-
cemos una breve caracterización etnográfica de este pueblo, a partir
de las escasas fuentes existentes.
20 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

1.2 Caracterización etnográfica del pueblo iskonawa en las


fuentes

Hacia 1959, los iskonawas eran un pequeño grupo de habitantes


del bosque amazónico, principalmente dedicado a la agricultura de
roza y quema. Según Whiton et al. (1964), sembraban plátano, yuca,
camote, ashipa, piña y caña de azúcar. Además, recolectaban cora-
zones de palmera (chonta) y frutos de distintas palmas. Un mito fun-
dacional de los iskonawas refiere, además, que este pueblo aprendió
del ave páucar (isko, en iskonawa) a sembrar maní y otras plantas; de
allí su nombre, pues los iskonawas se consideran “hijos del páucar”.
Whiton et al. (1964) reportan que las chacras preparadas por los
iskonawas eran de gran tamaño y alcanzaban uno o dos acres, sin
embargo, los hablantes de iskonawa recuerdan que las chacras, en
realidad, eran pequeñas y contenían varios cultivos. Además, según
cuentan los iskonawas, en el proceso de roza y quema se solían dejar
árboles sin cortar con la finalidad de darles a las chacras un aspecto
similar al del bosque (Meggers 1989).
Como otros pueblos amazónicos, los iskonawas practicaban la
pesca y la caza, actividades que constituían sus principales fuentes
de proteínas. Además de pescado, los iskonawas se alimentaban de
carne de mamíferos, reptiles, batracios y aves. Para cazar, los isko-
nawas fabricaban pequeños escondites de hojas, en donde podían
permanecer por horas. Fabricaban varios tipos de flechas y lanzas
sin decoración que servían para cazar animales distintos. Las flechas
de pesca, según nos fueron descritas, eran especialmente elaboradas
y tenían varias puntas (Withon et al. 1964).
Los iskonawas organizaban distintas fiestas, en donde cantaban y
danzaban grupalmente y consumían bebidas alcohólicas. Estas bebi-
das eran elaboradas de pijuajo, plátano maduro y yuca, entre otras
cosas, y los hombres las consumían hasta intoxicarse y producirse
vómitos. Varias de las canciones y danzas tradicionales de los isko-
nawas han sido registradas en el marco del proyecto Documentación y
revitalización del iskonawa: un proyecto interdisciplinario y se encuentran
disponibles al público en el Archivo Digital de Lenguas Peruanas de
la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Los iskonawas practicaron tradicionalmente patrones nómades
de poblamiento del espacio. El nombre en la lengua iskonawa para
esos acentamientos temporales era mae (esto también es reportado
22 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Withon et al. (1964) ofrecen información sobre la religión y


mitos existentes entre los iskonawas. Muchos de estos mitos han
sido recogidos también en el marco del proyecto Documentación y
revitalización del iskonawa: un proyecto interdisciplinario. Tal como lo
refieren Withon et al. (1964), para los iskonawas el sol, la luna y las
estrellas han existido desde siempre y la tierra fue creada por un
hombre llamado Bauri, quien, al descubrir que su mujer había
pintado su flauta de caña, se enfadó y dejó a los iskonawas para
siempre. Luego de ello, llegó un diluvio que acabó con casi todos
los iskonawas. Los sobrevivientes se habían ocultado en un lugar
mítico que no estaba en la tierra y sólo volvieron a la tierra cuando
el diluvio terminó y descubrieron que los animales habían sobre-
vivido, pues se habían convertido en aves. Una vez en la tierra, los
iskonawas empezaron a reproducirse y a vivir nuevamente como un
grupo. Es allí que conocieron al páucar (isko) mítico que, desde un
árbol, les enseñó a sembrar y les regaló el maní. Es su relación con
este páucar la que les dio el nombre. Ellos se consideran isko bakebo,
es decir, hijos de este páucar mítico.
Tal como lo señalan Withon et al. (1964: 111): “One can
reasonably postulate that the Isco are one of the last remnants of
the tribe or Association known to the Spaniards as Remo”. Este
conjunto de clanes no tenía, al parecer, un jefe y las relaciones entre
ellos eran bastante frágiles. Se trataba de grupos de personas que
viajaban por un amplio territorio amazónico a partir de patrones
nómades de poblamiento y podían convivir por cortas temporadas
con otros grupos si se encontraban por casualidad. Los antiguos
iskonawas, según reportan Withon et al. (1964), tuvieron contactos
estrechos con por lo menos tres de estos grupos: los llamados ino,
tsino e isobene. Sin embargo, tal como los propios hablantes reporta-
ron, los iskonawas habrían tenido contactos también con otros gru-
pos pano, no pertenecientes al conglomerado remo.
Uno de los aspectos de la cultura iskonawa que más llamó la
atención de los especialistas tiene que ver con sus costumbres y
prácticas matrimoniales. Para Withon et al. (1964), prácticas matri-
moniales similares no habían sido reportadas para otros pueblos
amazónicos. Lo llamativo del matrimonio iskonawa se centra en la
edad en que las mujeres eran entregadas en matrimonio por sus
padres. Básicamente, esto ocurría cuando ellas eran todavía niñas
pequeñas y, al parecer, el matrimonio se consumaba cuando la niña
CAPÍTULO 1 23

alcanzaba una edad llamativamente temprana (los cuatro años para


Withon et al. [1964] y los diez años para los hablantes del idioma
que fueron entrevistados para este capítulo). Si bien se prefería la
exogamia, la endogamia no era poco común y cuando esto ocurría
se evitaban los matrimonios entre hermanos y entre padres e hijos
(Withon et al. 1964).

1.3 “Vivíamos corriendo”: el tiempo anterior a Ruë biri

El tiempo en Rue biri no estuvo exento, desde luego, de encuen-


tros con los mestizos (término que se usa en la Amazonía para
hablar de sus habitantes no indígenas). Nelita nos dice: “nosotros
vivíamos asustados de los mestizos, a veces encontrabamos trochas
y corríamos a otras partes. Vivíamos corriendo”. De acuerdo con
Matorela (2004: 22), el área habitada por los iskonawa poseía
árboles de caucho y fue invadida por extractores, comerciantes e
indígenas de otros grupos étnicos, con la finalidad de localizar a los
iskonawa y hacerlos trabajar en diversas actividades económicas. Y
Nelita continúa: “El curaca de los iskonawa, Chachi Bai, decía nos
vamos a otro sitio y nosotros dejabamos nuestras chacras listas,
maduras y bien hechitas”.
Los iskonawas estuvieron, entonces, moviéndose por varios
tributarios del río Ucayali como el Sarayacu y el Piyuya, donde
fueron vistos por más de una expedición, incluyendo la famosa
expedición de Smyth y Lowe (1836). En todos estos casos los
antepasados de los iskonawa fueron siempre conocidos como “in-
dios remo”. Tal como los iskonawa contemporáneos, los remo vi-
vían en grupos relativamente pequeños y al parecer tenían ya con-
tactos con los shipibo y los conibo. Tal como lo refiere Matorela
(2004: 23), a partir de las distintas noticias accesibles en la literatura,
el territorio ancestral del pueblo indígena iskonawa podría haber
comprendido “las cabeceras de los ríos Abujao, Shesha, Utiquinía y
Callería, incluyendo sus tributarios, las quebradas de Piyuya y
Bushnaya”, y podría haber abarcado también territorio brasileño
colindante al territorio peruano. En el año 1998, toda el área
mencionada en el territorio peruano se encuentra protegida dentro
de la “Reserva Territorial Isconahua”.
24 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Figura 2. Mapa del territorio ancestral de los iskonawas


(basado en Matorela 2004. Diseño: Hugo Ponce de León)

Tanto Nelita como Juanita recuerdan estos años como difíciles.


Era un tiempo de largas caminatas, cargando semillas y palos de
yuca con la esperanza de establecerse en un lugar y empezar a hacer
chacras que después eran abandonadas, muchas veces justo cuando
empezaban a producir. Andaban de un lado a otro, buscando agua-
jales donde sembrar y campamentos de caucheros para robarles
comida o herramientas. Nelita cuenta que algunas de sus tías sabían
incluso preparar arroz.
Según Matorela (2004: 29), “los iskonawa poseían un patrón de
asentamiento disperso, porque al interior de su territorio ancestral
se encontraban en total cuatro casas grandes distantes entre sí”.
Para la autora, la primera se hallaba en las cabeceras del río Abujao,
la segunda en el río Shesha, la tercera en las cabeceras de la quebra-
da Bushnaya y la cuarta en las cabeceras de la quebrada Piyuya, en
un patrón de asentamiento que claramente establecía dos zonas: una
zona sur (ríos Abujao y Shesha) y una zona norte (Piyuya y Bush-
naya, en la cuenca del Callería). Cada uno de estos grupos habría
CAPÍTULO 1 25

tenido una historia propia de contacto con otros pueblos indígenas


de la zona y con caucheros que vivían en campamentos cercanos.
Juanita recuerda, por ejemplo, que sus abuelos llegaron a con-
vivir con un grupo de caucheros brasileños, quienes, según cuenta,
no escatimaban esfuerzos para seducir a las mujeres iskonawa. Esto
enfureció a los hombres y, por ello, decidieron irse. Para entonces,
la mamá de Juanita, Pari Awin, se había enamorado de un hombre
brasileño y una de sus hijas, llamada Josefa (hermana de Juanita) se
quedó con los brasileños, acompañada de algunos otros iskonawa.
De estar viva, ella podría ser una séptima hablante del idioma.
Nelita recuerda que en ese tiempo había muchas guerras entre
caucheros y eso también había asustado a los iskonawas. Los isko-
nawas, finalmente, se internaron en la selva una vez más. Es enton-
ces que encontraron Ruë biri.

1.4 En Ruë biri no te enfermas: los iskonawa antes del


contacto definitivo

Ruë biri es el nombre con el que los iskonawa llaman al cerro El


Cono, un impresionante accidente geográfico que forma parte de la
cordillera amazónica Sierra del Divisor, que actualmente se encuen-
tra dentro del área del expediente técnico de la Reserva Natural
Sierra del Divisor. Al pie de esta hermosa montaña cubierta de
vegetación, los iskonawa vivieron por un largo tiempo y el nombre
Ruë biri remite a los pocos ancianos iskonawas de ese tiempo en el
que “vivían sin mezclarse”, “entre ellos y tranquilos”. Según cuen-
tan los propios iskonawas, a Ruë biri arribaron varios grupos iskona-
was y la población llegó a ser relativamente grande. Esta población
se fue reduciendo y finalmente quedaron alrededor de 50 personas.
Todos andaban semidesnudos y esta desnudez es para los iskonawas
el símbolo más claro de todo aquello que perdieron cuando em-
prendieron la historia que se narra en este capítulo. Nelita nos dice:
“nosotros vivíamos calatos, felices. Ahora ya no es así” y Juanita y
Chavela asienten enfáticamente.
Nelita, Juanita y Chavela son tres de las últimas cuatro mujeres
iskonawa que vivieron en Ruë Biri; Jorge y Pablo, los últimos
hombres. Estas cinco personas son las que han hecho posible esta
gramática: aunque llevan prácticamente cincuenta años de convi-
vencia con los shipibo-konibo, son capaces todavía de recordar
26 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

algunas palabras, de contar algunos cuentos y cantar algunas


canciones en iskonawa. Verlos emprender este ejercicio de memoria
es una experiencia que cala muy profundo en el espíritu. “Mi
abuelita me ha dicho que he nacido en Ruë biri. Mi mamá ha muerto
en Rue biri, ahí estaban mis abuelos y mi papá”, dice Nelita, e inme-
diatamente Juanita y Chavela empiezan a recordar y listar nombres
de otros iskonawa que vivían con ellas en esa montaña mítica. Mu-
chos de ellos no recibieron nunca un nombre castellano, explican.
Así, entonces, aparecen nombres como Shia, tío de Juanita (herma-
no de su papá), Nawa Kawe, tío abuelo de Juanita, Chachi Bai, tío de
Juanita e hijo de Nawa Kawe. También aparecen en la conversación
los nombres Piwi Awín, que le pertenece a Juanita, y Nawa Niká, que
es el nombre iskonawa de Nelita. Esta última cuenta que su abuelo
se llamaba Pashi Nawa y que su abuela también era Nawa Niká : ella
fue quien le dio su nombre. Nelita recuerda el nombre de su padre y
nos dice que fue Ina Tima. Nelita, o Nawa Niká, continúa: “mi
mamá tenía dos hermanas: una era Juanita, Piwi Awín, la otra, la
mayor, se llamaba Masta. Piwi Awin se juntó con mi padre y me crío
como a su hija”. Y es que la madre de Nelita murió cuando ella era
muy niña y Nelita no sabe su nombre, así que decidimos no seguir
indagando. Juanita cuenta que su mamá se llamaba Pari Awin y que
Chachi Bai tenía dos hermanos, Nawa Poko y Tamu, y una hermana,
Wanu. Chachi Bai era el curaca; era obstinado y podía ser muy vio-
lento, sin embargo todos lo respetaban y no había reparos en
obedecer sus órdenes. La madre de Chachi Bai se llamaba Mahe Awin
y Nelita la recuerda como una mujer muy tranquila. Entonces, Neli-
ta recuerda también el nombre iskonawa de su esposo, que era Wini
Kera, y otros nombres también le llegan a la mente: el de Jorge, que
era Chibi Kawa, y otros pertenecientes a personas que ya no pudimos
conocer: Mereketa, Hero, Kama, Boaika, Sai Nawa, Tama Nawa y Anon
Awin. Todos ellos estuvieron cuando llegaron los misioneros a Ruë
biri, según cuentan.
Antes de llegar a Ruë biri, los iskonawas contemporáneos, los que
se agruparon allí, pertenecían a diversos clanes del famoso grupo
remo, tempranamente identificado por los misioneros españoles.
Estos distintos bandos habrían tenido contacto con otros grupos
panos, como los amawaka, los kapanawa, los yaminawa y los poya-
nawa, en diversos momentos de su historia y esto hace particular-
CAPÍTULO 1 27

mente difícil determinar la posición del iskonawa al interior de la


familia pano (ver §2.2).
En Ruë biri, los iskonawa se dedicaron a la caza, a la pesca, a la
recolección y a la agricultura en pequeña escala. Sólo los hombres
iban de cacería y, según parece, se practicó siempre con fines direc-
tamente vinculados al autoconsumo (el consumo de carne cons-
tituyó siempre una parte indispensable de la dieta de los iskonawas).
Por otro lado, de acuerdo con Matorella (2004: 42), los iskonawas
lograron desarrollar un sistema agrícola de cultivo de roza y quema,
que se practicaba en zonas altas. Según la referida autora, las fami-
lias iskonawas preparaban campos de cultivo contiguos que daban la
apariencia de un solo campo de cultivo muy grande. Según se nos
dice, los iskonawa sembraban yuca, maíz, plátano, maní, sachapapa
y caña, entre otras cosas. Por otro lado, la pesca, otra práctica emi-
nentemente masculina, se realizaba básicamente en el curso medio
de los ríos y quebradas que desembocan en el río Ucayali y para ello
se elaboraban campamentos transitorios en los que los iskonawas
podrían vivir por varios días (Matorella 2004: 43). La recolección,
por otra parte, se concentraba en “productos maderables, frutos
silvestres, plantas para la construcción de viviendas, plantas medici-
nales y plantas para artesanías: cerámicas, armas de caza y pesca, he-
rramientas para la agricultura y para la preparación de pinturas
corporales y faciales” (Matorella 2004: 45).
Los iskonawas también recuerdan que en Ruë biri se practicaba la
alfarería, la cestería y el hilado, tareas principalmente femeninas. La
mayoría de estos productos parece haber cumplido funciones coti-
dianas, asociadas a la necesidad de los hombres y mujeres iskona-
was, pero Matorella (2004: 46) menciona también la existencia de
una artesanía ceremonial, “con figuras en alto relieve [… y utilizada]
sólo en festividades importantes como la fiesta del maíz y en cere-
monias de iniciación”. Dicha artesanía ya no es elaborada por los
iskonawa.
En Ruë biri, los iskonawas también tenían sus propias prácticas
médicas, aunque en la actualidad, según refiere Nelita, se tratan con
medicina shipiba o con medicina occidental. El curandero iskonawa
era un personaje muy respetado dentro del grupo. Según refiere Ma-
torella (2004: 52), el conocimiento del curandero iskonawa giraba en
torno de “la obtención de productos vegetales del bosque y la pre-
paración de fórmulas medicinales”. El curandero también curaba
28 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

con tabaco y con cantos, y Matorella (2004) ilustra algunos de estos


últimos. Todas las enfermedades que aquejaban a los iskonawas en
ese tiempo tenían –según las mujeres iskonawas que nos han relata-
do esta historia– una cura. “En Ruë biri no te enfermas”, concluye
Nelita. Esto cambió drásticamente cuando los iskonawas abando-
naron Ruë biri y se mudaron a Callería.
Para Nelita y Juanita, la vida social y familiar en Ruë biri era muy
distinta a la que los iskonawas experimentan hoy en día. Ambas mu-
jeres iskonawas refieren que los matrimonios eran acordados entre
los padres de los novios y que, tal como ya se mencionó, las mujeres
podían iniciarse sexualmente muy jóvenes si sus padres lo creían
conveniente. El paso del cuidado de sus padres a la convivencia ma-
rital era siempre difícil y la propia Nelita relata que ella al principio
sentía que “odiaba a su marido”. Un hombre podía tener más de
una mujer y, por lo general, esto era así. Juanita explica que no había
celos entre las mujeres que compartían un mismo esposo.

1.5 “Era 1958”: los iskonawa dejan Ruë biri

Los iskonawas ya tenían sospechas sobre la presencia y cercanía


de los misioneros, pero no sabían quiénes eran o qué querían.
Estaban atemorizados y veían con irremediable resignación el avión
que sobrevolaba su territorio: “naitsa, naitsa”. Sabían que en algún
momento aterrizaría. Eso ocurrió entre finales de 1958 y principios
de 1959.
Ya a principios de 1958, la organización evangélica SAM (South
American Mission) había tomado interés por la situación de los
iskonawas y dos de sus miembros, Jaime Davidson y Cliff Russel,
habían preparado una expedición a las cabeceras del río Callería con
la finalidad de contactarlos, siempre sin éxito. En ese primer intento
sólo llegaron hasta la quebrada Piyuya, pero debido al bajo caudal
que encontraron, retornaron sin lograr su objetivo. Cuando estaba
por terminar el año 1958, los mismos misioneros retoman el pro-
yecto, esta vez acompañados de dos shipibos: Roberto Rodríguez y
Sinforeano Campos. Tal como explica Matorela (2004: 20):
En este sobrevuelo logran divisar pequeñas chacras en medio de la espesura
del monte y ubicadas entre el río Utiquinía y con mayor proximidad al río
Shesha. Con esta referencia trazan su nueva ruta de entrada por el primer
CAPÍTULO 1 29

río por ser menos dificultoso y por representar la ruta más corta hasta el
punto donde se hallaban las malocas.
En esta empresa reciben el apoyo de los militares que se
encontraban en la base militar de la cabecera del río Utiquinía y, al
parecer, son ellos quienes les proporcionan datos más precisos
sobre la ubicación de las malocas de los “indios iscobaquebu”. Es
de esta forma que un día iskonawas y misioneros se encuentran
frente a frente. Nelita y Juanita estuvieron presentes en ese encuen-
tro y lo recuerdan con detalles impresionantes. Los iskonawa per-
manecían escondidos y los primeros en mostrarse fueron Cliff
Russel y Sinforeano Campos. Este último les habló en shipibo y les
dijo: iso pinon iso pinon ‘vengan a comer mono, vengan a comer
mono’. Juanita, fascinada por los lentes del misionero americano,
fue la primera en salir de entre los iskonawas y mientras cuenta esto
ríe a carcajadas: na oinkin, na oinkin ‘mírense acá, mírense acá’, dice
que les dijo el shipibo, mostrándoles un espejo; luego les preguntó
por su casa y se fueron juntos caminando. “No es lejos”, le habían
dicho los iskonawas. Allí había otros iskonawas que intentaron
correr al verlos llegar. Fue Chachi Bai, quien les dijo que no corran.
No fue difícil convencer a los iskonawas de dejar Ruë biri.
Nelita recuerda que caminaron por cinco días desde Ruë biri
hasta llegar al cuartel de Utiquinía. Ella continúa con su relato y nos
explica que en un primer momento sólo un puñado de gente
iskonawa siguió a los misioneros. Cuenta que los soldados llegaron a
apuntarles con sus armas durante el viaje, pero que los misioneros
shipibo-konibo intervinieron explicándoles en castellano que eran
“iskos” y que “venían con los gringos”. Los soldados no dispararon,
pero ellos se quedaron asustados. Aun así, ese pequeño grupo se
quedó viviendo con los soldados esperando a los misioneros, que
prometieron volver pronto. Pasaron tres años y en ese tiempo, los
iskonawas fueron a recoger a los otros que se habían quedado.
Nelita y Juanita insisten en que entonces retornaron todos, pero
Matorela (2014: 14) refiere que en total los misioneros contactaron a
32 iskonawa y que de ese número 5 decidieron quedarse en ais-
lamiento voluntario.
30 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Figura 3. Los iskonawas contactados y los misioneros


(tomada de Momsem 1964)

Cuando regresan los misioneros norteamericanos, deciden


sacarlos inmediatamente de la guarnición militar explicándoles que
los soldados podían ser peligrosos. Nelita cuenta que los misioneros
les increparon haber convivido con ellos tanto tiempo y les dijeron
que los habían estado esperando todos esos años en otro lugar.
Los misioneros y los iskonawas bajaron todos juntos por el río
Utiquinía y se instalaron en su cauce. Allí hicieron casas, levantaron
una escuela y llevaron maestros shipibos. Así, poco a poco, se creó
una comunidad, pero esta nunca recibió un nombre. Allí vivieron
por cinco años, hasta que los misioneros no regresaron más. La
ausencia de los misioneros produjo un gran desasosiego entre los
iskonawas y por eso decidieron marcharse. Nawa Poko fue el prime-
ro en ir a Callería, donde estaban Sinforeano Campos y otros misio-
neros norteamericanos que los invitaron a vivir allí. Nawa Poko les
dijo que había bastante pescado, bastante huevo de carachama, y
todos los iskonawas se fueron a vivir allí. En el viaje, Sai Nawa se
ahogó y falleció. Juanita cuenta que Tamo llegó llorando de la pena
que le producía haber perdido a un pariente y dejar esa comunidad
sin nombre que ya era su casa. Esas lágrimas presagiaban lo que
vendría después.
CAPÍTULO 1 31

1.6 “Quedamos muy poquitos, ya nos hemos mezclado”: los


iskonawa fuera de Ruë biri

Nelita cuenta que en Callería estuvieron sólo tres meses. “Los


shipibos nos insultaban, no querían que hiciéramos casa”. Y a partir
de allí empezaría el proceso que terminó por dividir a los iskonawas
y debilitarlos como pueblo. Germán Campos, hijo de Nelita, cuenta
que de Callería, “mis paisanos se fueron a la comunidad de Jeru-
salén, donde yo he nacido”. En Jerusalén se quedaron por varios
años. Jerusalén quedaba también en el río Callería, muy cerca de la
comunidad de Callería y muy cerca de Chachi Bai, única comunidad
nativa titulada a nombre de los iskonawa. Según recuerda Germán,
Jerusalén estuvo cerca a lo que en la actualidad es el caserío de
Patria Nueva, pero ya no quedan restos de esa comunidad.
Nelita no sabe bien por qué, pero en Jerusalén los iskonawa se
fueron debilitando y dejaron de tener hijos. Tal vez haya sido de
pura tristeza, como ella misma lo explica. Además, en Jerusalén no
había escuela y los iskonawas se empezaron a ir a Callería y a otros
lados, como el río Guacamayo. Así, se empezaron a dispersar y esos
hombres y mujeres que habían vivido juntos por tanto tiempo ya
sólo se visitaban de vez en cuando.
Cuando se encontraban en esa situación de debilitamiento, un
shipibo-konibo llamado Arturo Mori los contactó y les dijo que, da-
do que los iskonawas no tenían una comunidad, era necesario
crearla. Les propuso hacer toda la documentación y les dijo que allí
los pueblos iskonawa y shipibo-konibo vivirían juntos. El nombre
que eligieron para nombrar esa comunidad fue Chachi Bai, es decir el
nombre del último de sus curacas. Esta comunidad se encuentra en
el río Negro, un pequeño afluente del río Callería, que es, a su vez,
un afluente del río Ucayali.
Tamu se mudó a esa comunidad y lo siguió Nelita con todos sus
hijos y otros iskonawas. Sin embargo, al poco tiempo los iskonawa
se sintieron amenazados y marginados en su propia comunidad, y
por eso Nelita, sus hijos y varios otros iskonawas abandonaron Cha-
chi Bai y retornaron a Callería. Tamu fue el único iskonawa que per-
maneció en Chachi Bai, donde falleció en 2009. Ya para entonces
una familia shipibo-konibo, principalmente dedicada a la industria
de la madera, se había “adueñado” de la comunidad y había concen-
trado todo el poder político. Por su parte, Juanita y su hija, Chavela,
32 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

que vivían en el río Guacamayo, muy cerca de la “Reserva Terri-


torial Isconahua”, partieron hacia el caserío de San Miguel. José, a
su vez, se marchó a Utucuro, donde vive con su hija, casada con un
hombre shipibo-konibo.
En el año 2013, un joven mitad iskonawa mitad shipibo-konibo,
William Ochavano, nieto de Tamu, se propuso ser presidente de
Chachi Bai. La versión que manejamos es que logró la mayoría de los
votos en la elección, pero nunca pudo ejercer el cargo, básicamente
porque no pudo superar las distintas trabas que le puso esta familia
de madereros shipibo-konibo. Durante el tiempo en que William era
oficialmente el jefe de la comunidad de Chachi Bai, Juanita, Nelita y
Chavela retornaron a dicha comunidad, con la esperanza de reagru-
parse. Sin embargo esta empresa ha fracasado y en la actualidad
(finales del 2015) los iskonawas se sienten sumamente defraudados.
Ahora el presidente de Chachi Bai es Rusbell Mori, un joven hijo de
Arturo y todo está exactamente como antes. Nelita y su esposo
Pablo ya han abandonado Chachi Bai, aunque Juanita y Chavela
decidieron permanecer allí por un tiempo más. José nunca llegó y
sigue en Utiquinía. Hoy viven dispersos y Chachi Bai es una
comunidad shipibo-konibo que se dedica al negocio de la madera.
Esta es, en resumen, la historia de los hombres y mujeres isko-
nawas que siguieron a los misioneros norteamericanos en 1958. Los
datos demográficos sobre ellos son escasos y entre los más recientes
están Chirif y Mora (1977), quienes postulan un número de 50 per-
sonas; Wise y Ribeiro (1978), quienes manejan la cifra de entre 50 y
80 personas; y AIDESEP (1995), que calcula una población apro-
ximada de 240 personas (ver también Matorela 2004, para un resu-
men). Matorela (2004) propone la existencia de 80 indígenas isko-
nawas en aislamiento voluntario y los agrupa en 16 familias, que
habitarían las cabeceras de los ríos Abujao, Utiquinía y las quebradas
de Piyuya y Bushnaya pertenecientes al río Callería. El 11 de junio
de 1998, la Dirección Agraria del departamento de Ucayali publicó
la Resolución Directoral Regional Nº 00201–98– CTARU-DRA que
declara como Reserva Territorial a favor del grupo étnico Iskonawa,
la superficie de doscientos setenticinco mil seiscientos sesenticinco
hectáreas (275,665 has.), ubicada en las cabeceras de los ríos Abu-
jao, Utiquinía y Callería, distrito de Callería, provincia de Coronel
Portillo. Tal como lo indica Martorela (2004: 22): “Esta Reserva
Territorial fue establecida con la finalidad de preservar el derecho de
34 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

En medio de estas dificultades, los iskonawas luchan todavía por


mantener su lengua y su cultura, y por dejar en claro que ellos, a
pesar de todo el contacto que han tenido con los shipibo-konibo,
no deben ser tratados como tales. Durante estos años de trabajo
con los hombres y mujeres iskonawas, nos hemos sentido inmereci-
damente afortunados por la oportunidad que se nos ha dado de
contribuir con este proceso. Este libro demostrará que el iskonawa
es una lengua marcadamente diferente del shipibo-konibo y que más
allá de la obvia influencia de esta última lengua en la primera, el
iskonawa tiene estructuras propias y fascinantes, así como un léxico
distinto y particular (que será próximamente publicado a manera de
diccionario). Esperamos que este libro constituya un aporte, aunque
sea modesto, a este proceso de visibilización de la lengua iskonawa y
sus hablantes, y esperamos también que sirva para diseñar estra-
tegias para revitalizar a esta lengua y reactivar su transmisión inter-
generacional.
CAPÍTULO 2

LA LENGUA ISKONAWA

2.1 Introducción

El presente capítulo ofrece una breve introducción a la lengua


iskonawa. Presenta los estudios existentes sobre esta lengua (§2.3) y
discute su posición al interior de la familia lingüística pano (§2.2).
Además, en este capítulo, se ofrece también información sobre el
proyecto Documentación y revitalización del iskonawa: un proyecto inter-
disciplinario, en cuyo marco se ha producido este bosquejo gramatical
(§2.4).

2.2 La lengua iskonawa en la familia lingüística pano

2.1.1 La familia lingüística pano

La propuesta de agrupar un conjunto de lenguas amazónicas en


una familia lingüística llamada pano fue presentada formalmente
por primera vez en 1888. Raoul de la Grasserie mostró, durante el
VII Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Berlín,
que la lengua hablada por un grupo étnico llamado <pano> estaba
relacionada con las lenguas habladas por otras seis poblaciones ve-
cinas (Cf. de la Grasserie 1890)1: <conibo>, <pacavara>, <cari-
puna>, <culino>, <maxuruna>, <mayoruna domesticada> y <ma-
yoruna salvaje>. La filiación quedó demostrada en su trabajo a

1
Esta idea existía ya desde el siglo XVII entre algunos jesuitas, como Iriar-
te, que consideró que la lengua pano era la “madre” de un número de lenguas
conocidas en ese tiempo como <Chipeo>, <Cheteo>, <Caparagua>, <Mayo-
runa>, etc. De la Grasserie fue el primero en presentar esta afirmación ante una
audiencia académica. Además, otros sistemas de clasificación misionera usaron
el término “lengua pano” para referirse a una categoría superordinada que in-
cluye al shipibo, shetebo, amahuaca, mayoruna, etc., como “dialectos” (véase
Fleck 2013). El nombre pano significa muy probablemente ‘armadillo gigante
(priodontes maximus)’.
36 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

partir de la comparación léxica de 90 ítems, asociados a partes del


cuerpo, elementos de la naturaleza y numerales. Su muestra recogía
también unos pocos verbos y unos cuantos adjetivos y, a partir de
dicho material, pudo demostrar la existencia de algunas correspon-
dencias de carácter fonológico, tal como era la práctica entonces.
Su conclusión fue que todas estas lenguas pertenecían a una
misma familia lingüística y él fue el primero en usar el nombre pano
para referirse a ella (nótese que este término era también el nombre
de una de las lenguas comparadas; véase la nota 1 de este capítulo).
Sólo unos pocos años después del trabajo pionero de De la Grasse-
rie, Brinton (1891) proporcionó una lista de 18 lenguas pertenecien-
tes a la familia pano. Esta lista incluía aquellas lenguas mencionadas
por De la Grasserie y otras que eran por primera vez incluidas en
esta familia. El trabajo de Brinton fue precursor de las listas más
exhaustivas que aparecieron durante el siglo XX: por ejemplo, la de
39 lenguas pano elaborada por Rivet (1924) y la de 19 lenguas que
un par de años después ofrecería Schmidt (1926). Tanto Rivet como
Schmidt propusieron clasificaciones internas para la familia pano y
esto diferenciaba sus trabajos de la lista de Brinton, en la que no se
hizo esfuerzo alguno por clasificar a las lenguas pano identificadas
en ramas distintas. Schmidt fue el primer académico que utilizó cri-
terios geográficos para su clasificación al dividir la familia pano en
un grupo norteño, un grupo central y un grupo sureño. Las clasifi-
caciones de Rivet y Schmidt se convirtieron en las fuentes para in-
vestigadores como McQuown (1955) y Loutkotka (1968), quienes
trataron de ofrecer inventarios de las lenguas de Sudamérica a partir
de datos obtenidos por investigadores que los antecedieron. La pri-
mera clasificación de la familia pano basada en una aplicación rigu-
rosa del método comparativo vio la luz en la década de 1960 gracias
a la tesis doctoral de Olivia Shell (1965), que fue publicada en espa-
ñol en 1975. Al estudio de Shell le han seguido otras clasificaciones
y replanteamientos como los de D’Ans (1973), Loos (1999), Valen-
zuela (2003: cap. 1) y Fleck (2013).
Para un grupo de estudiosos, la familia pano es entendida como
una familia dentro del tronco pano-tacana. La relación pano-tacana
ha sido defendida por varios académicos desde fines del siglo XIX
(véase Valenzuela 2003: 58). Key (1968) muestra algunos cognados
(o presuntos cognados) compartidos por ambas familias; y Girard
(1971) presenta 116 ítems léxicos reconstruidos para el proto-pano-
CAPÍTULO 2 37

tacana, que sugieren la existencia de correspondencias fonológicas


regulares. No obstante, mientras que la relación pano-tacana ha sido
ampliamente explorada para el léxico, la reconstrucción gramatical
de este tronco recién se ha empezado a desarrollar con más énfasis
en los últimos años. De todas formas, la posibilidad de que los pa-
recidos entre las lenguas de ambas familias se deban al contacto y
no al parentesco sigue abierta y se requieren más estudios al respec-
to (Fabre 1998).
Las lenguas vivas y extintas que podrían haber pertenecido a la
familia lingüística pano suman alrededor de 28 o 32. Actualmente,
encontramos presencia de lenguas pano en el Perú (en los departa-
mentos de Loreto, Huánuco, Ucayali y Madre de Dios), Brasil (en
los estados de Acre, Amazonía y Rondônia) y Bolivia (en los depar-
tamentos de Beni y Pando). La mayor diversidad lingüística dentro
de la familia y el mayor número de hablantes se encuentran en Perú,
aunque no contamos con cifras precisas. El siguiente mapa, tomado
de Erikson (1992), muestra la ubicación actual de las distintas len-
guas pano:

Figura 5. Mapa de la distribución de las lenguas pano (Erikson 1992)


38 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Las lenguas pano comparten no sólo lexemas, sino también al-


gunos rasgos gramaticales. Valenzuela (2003: 882) menciona algu-
nos de ellos: (a) orden básico de constituyentes AOV / SV; (b)
morfología mayormente aglutinante con cierta tendencia a la poli-
síntesis en el verbo; (c) uso exclusivo de sufijos (con la excepción de
los prefijos de partes del cuerpo) y posposiciones; (d) ausencia de
cognados pronominales correferenciales que se marquen en el ver-
bo o auxiliar; (e) ausencia de concordancia adnominal; (f) alinea-
miento ergativo con algunas variaciones de distinto tipo; y (g) siste-
mas relativamente complejos de cambio de referencia.
2.2.2 Propuestas de clasificación
Como se mencionó anteriormente, la primera clasificación rigu-
rosa de la familia pano fue la propuesta por Shell (1965, 1975). Shell
basa su agrupación en una comparación extensiva de material léxico
de 7 lenguas pano (amawaka, kapanawa, kakataibo, kashinawa, cha-
kobo, marinawa y shipibo-konibo)2 y ofrece una explicación de los
procesos a través de los cuales estas lenguas se han separado unas
de otras. Por lo tanto, su trabajo no es una clasificación completa de
la familia, sino una descripción convincente de cómo las lenguas en
su muestra han evolucionado a partir de lo que la autora llama pano
reconstruido (ya que es muy cuidadosa en enfatizar que, debido a las
limitaciones de su muestra, su reconstrucción no corresponde al
protopano). Su propuesta es plasmada en la siguiente figura:

2
Shell también incluye información marginal sobre otras lenguas, tales co-
mo atsawaka, culino, iskonawa, caripuna, mayoruna, marobo, nokaman, paka-
wara, poyanawa, tushinawa, wariapano, yamiaca y yaminawa.
CAPÍTULO 2 39

PR3

Csh SC Cp Ch A Cn M
Figura 6. Clasificación de Shell (Cf. 1975: 109, ortografía en el original)

Por su parte, D’Ans (1973) ofrece un análisis léxico-estadístico


de 10 lenguas pano (kakataibo, pano, shipibo, kapanawa, amawaka,
iskonawa, cashinawa, yaminawa, sharanawa y chakobo) y propone
una clasficación interna de la familia pano. Su clasificación distingue
cinco ramas, el pano de Ucayali, el pano pre-Andino, el pano del
Extremo del Río, el pano de Beni (Bolivia) y el pano Norteño, y es
presentada en la tabla siguiente:

Tabla 1. Clasificación de D’Ans (1973, ortografía y signos


de interrogación correspondientes al original)

I. PANO UCAYALINO
A. UCAYALINO A
1. Shipibo-Conibo
a. Shipibo
b. Conibo
2. Capanahua
a. Capanahua
B. UCAYALINO B
a. Panavarro

3
PR = ‘pano reconstruido’; Csh = ‘kakataibo’; SC = ‘shipibo-konibo’; Cp =
‘kapanawa’; Ch = ‘chakobo’; A = ‘amawaka’; Cn = ‘kashinawa’; M = ‘marina-
wa’.
40 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

b. Shetebo (??)
c. Huariapano (??)

II. PANO PREANDINO


a. Cashibo
b. Cacataibo (?)

III. PANO DE LAS CABECERAS


A. ISCONAHUANO
a. Isconahua
B. AMAHUACANO
a. Amahuaca
C. CASHINAHUANO
a. Cashinahua
D. PANO-PURUS
a. Yaminahua
b. Sharanahua
c. Marinahua (?)
d. Chaninahua (?)
e. Mastanahua (?)
f. Yahuanahua (?)

IV. PANO BENIANO


a. Chacobo
b. Pacaguara (??)

V. PANO DEL NORTE (??)


c. Mayoruna (??)

Pasaron más de 25 años antes de que que apareciera una nueva


clasificación de las lenguas pano. En 1999, Loos propone la existen-
cia de 30 lenguas pano, de las cuales 22 se agrupan en tres subgru-
pos tentativos (el subgrupo yaminawa, el subgrupo chakobo y el
subgrupo kapanawa) y 8 lenguas se postulan como no agrupadas.
Según Loos (1999), su clasificación está basada en datos morfológi-
cos y léxicos, pero estos datos no se presentan en su estudio, el
mismo que termina dejando muchas incógnitas (sobre todo debido
al alto número de lenguas no agrupadas).
CAPÍTULO 2 41

Tabla 2. Clasificación de Loos (1999)

Subgrupo Yaminawa
1 Yaminawa
2 Amawaka
3 Kashinawa/Honikoin
4 Sharanahua/Shanindawa/Chandinawa/Inonawa/Marinawa
5 Yawanawa
6 Chitonawa
7 Yoranawa/Nawa/Parquenawa
8 Moronawa
9 Mastanawa

Subgrupo Chacobo
10 Chacobo
11 +Arazaire
12 +Atsawaka
13 +Yamiaka
14 Katukina/Kamannawa/Waninnawa
15 Pakawara

Subgrupo Kapanawa
16 Capanahua/Pahenbakebo
17 Shipibo/konibo/Xetebo
18 +Remo
19 Marubo
20 +Wariapano/Panobo/Pano
21 Iskonawa
22 +Kanamari/Taverí/Matoinahã

Lenguas no agrupadas
23 Kashibo/Kakataibo/Komabo
24 +Kulino
25 Karipuná
26 Kaxariri
27 Matses/Mayoruna
28 +Nokamán
29 +Poyanáwa
30 +Tuxinawa
42 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

La propuesta de clasificación de la familia lingüística pano más


reciente ha sido ofrecida por Fleck (2013). Su clasificación es sin
duda la más detallada, pero también la más divergente en algunos
aspectos cruciales. Su nivel de detalle puede verse no sólo en la in-
formación ofrecida (basada en un estudio detallado de la mayoría de
las fuentes disponibles), sino también en el número de niveles de
relación que presenta su clasificación (que incluye incluso informa-
ción dialectal). Su naturaleza divergente puede verse, por ejemplo,
en la propuesta de que sólo hay dos ramas en la familia pano: la ra-
ma mayoruna y la rama principal. La clasificación de Fleck (2013),
que incluye 18 lenguas vivas y 14 lenguas extintas (documentadas),
se presenta a continuación:

Tabla 3. Clasificación de la familia pano


propuesta por Fleck (2013)4

I. Rama mayoruna (4 lenguas existentes y 4 lenguas extintas do-


cumentadas)
A. Grupo mayo
i. Subgrupo matsés
a. Matsés (3 dialectos):
Matsés peruano; matsés brasileño
†Paud Usunkid
b. *Kulina del río Curuçá (3 dialectos):
*Kapishtana; *mawi
*Chema
c. †Demushbo

ii. Korubo (2 dialectos)


Korubo
*Chankueshbo
iii. Subgrupo matis (el más parecido a la rama principal)
a. Matis (la más divergente de las lenguas mayo-
runa)
b. †Mayoruna del río Jandiatuba

4
Lenguas en negritas; dialectos en cursivas; † = extinto; * = obsolescente.
Los dialectos con diferencias menores son listadas en la misma línea.
CAPÍTULO 2 43

c. †Mayoruna del río Amazon (2 dialectos):


†Mayoruna asentado del río Amazonas
† Mayoruna salvaje del río Amazonas
B. †Mayoruna de Tabatinga (la unidad fonológica más diver-
gente del mayoruna)

II. Rama principal (alrededor de 14 lenguas existentes y 10 lenguas


extintas documentadas)
A. Kasharari (lengua más divergente de la rama principal)
B. Kashibo (4 dialectos; similar al grupo nawa por el contacto
con el shipibo)
Kashibo (“Kaschinõ” de Tessmann);
Rubo; Isunubo
Kakataibo
Nokaman (considerada extinta anteriormente)
C. Grupo nawa (subgrupos ordenados desde la mayor hasta la
menor divergencia)
i. Subgrupo boliviano
a. Chakobo/Pakawara (2 dialectos de 1 lengua)
b. †Karipuna (podría ser un dialecto de chako-
bo/pakawara)
c. †Chiriba (?)
ii. Subgrupo de Madre de Dios
a. †Atsawaka/†Yamiaka (2 dialectos de 1 lengua)
b. †Arazaire
iii. †Remo del río Blanco
iv. †Kashinawa del río Tarauacá
v. Subgrupo marubo
a. Marubo (de la cuenca Javari)
b. Katukina
Katukina de Olinda; Katukina de Sete Estrelas
†Kanamari
c. †Kulina de São Paulo de Olivença
vi. Subgrupo poyanawa
a. *Poyanawa
b.*Iskonawa (muy cercano al poyanawa, pero
también recuerda al shipibo-konibo-kapanawa y ama-
waka)
44 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

c. *Nukini
d. *Nawa (del río Môa)
e. †Remo del río Jaquirana
vii. Subgrupo chama
a. Shipibo-Konibo (3 dialectos de 1 lengua)
Shipibo; Konibo (fusionadas actualmente)
*Kapanawa del río Tapiche
b. *Pano
†Pano
*Shetebo; *Piskino
c. †Sensi
viii. Subgrupo de las cabeceras
a. Kashinawa del río Ibuaçu
Kashinawa brasileño
Kashinawa peruano
†Kapanawa del río Juruá
†Paranawa
b. Yaminawa (amplio complejo dialectal)
Yaminawa brasileño
Yaminawa peruano
Chaninawa
Chitonawa
Mastanawa
Parkenawa
Shanenawa
Sharanawa; *Marinawa
Shawanawa (= Arara)
Yawanawa
*Yaminawa-arara (no es igual que el Shawana-
wa/Arara)
†Nehanawa
c. Amawaka
Amawaka peruano (intermedio entre este subgru-
po y el subgrupo chama, quizás como resultado
de contacto areal)
†Nishinawa (= Amawaka brasileño)
†Yumanawa (también muy similar al Kashinawa
del Ibuaçu)
CAPÍTULO 2 45

d. †Remo del río Môa (se asemeja al amawaka)


e. †Tuchiunawa (se semeja a los dialectos yaminawa)

Las clasificaciones pano descritas brevemente en esta sección


representan las más importantes desde 1960 (véase Valenzuela 2003:
Cap. 1, para algunas ideas sugerentes acerca de cómo agrupar las
lenguas pano basadas en clasificaciones previas). Hay otras, pero la
mayoría de ellas han sido hechas por estudiosos interesados en la
clasificación global de las lenguas sudamericanas y no específica-
mente en las lenguas pano (véase, por ejemplo, Greenberg 1987,
Fabre 1994, y Campbell 1997). En la siguiente sección, discutimos la
posición del iskonawa dentro de la familia pano, prestando atención
a cómo tratan esta lengua los autores presentados en esta sección.

2.2.3 La lengua iskonawa dentro de la familia pano

Uno de los aspectos más saltantes en lo que respecta a la


posición de la lengua iskonawa al interior de la familia lingüística
pano es que no existe acuerdo sobre la rama a la que pertenece. En
las tablas arriba presentadas el iskonawa aparece en posiciones
diferentes. Por ejemplo, para D’Ans (1974), el iskonawa forma parte
de las lenguas “de las cabeceras”, es decir es considerada una lengua
Pano del Purús. Para Loos (1999), el iskonawa es prácticamente una
lengua del río Ucayali, que se agrupa con lenguas tales como el
shipibo-konibo o el kapanawa. Finalmente, para Fleck (2013), el
iskonawa se agrupa con el poyanawa, lengua pano del Brasil, pero
tiene reminiscencias de las lenguas pano del Ucayali, como el shipi-
bo-konibo o el kapanawa. Es probable que estas diferentes clasifica-
ciones se relacionen con el hecho de que, tal como se explicó en el
capítulo 1, los iskonawas han viajado mucho y han tenido contacto
con diversos pueblos pano. Este punto requiere más investigación,
sin embargo, resultados preliminares de una investigación que se
viene conduciendo actualmente sugieren una llamativa cercanía con
una lengua del Purús en particular: el amawaka. Los parecidos con
el shipibo-konibo pueden deberse a la larga y más reciente historia
de contacto con esta lengua: todos los hablantes de iskonawa
conocidos hablan también algo de shipibo-konibo.
46 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

2.3 La lengua iskonawa en las fuentes

2.3.1 Antecedentes

Además de ser una lengua en claro estado de obsolescencia, el


iskonawa es una lengua prácticamente no descrita. Las fuentes
lingüísticas para este idioma son escasas y la mayoría de ellas son
sencillamente listas de palabras no publicadas, archivadas en
microfichas por el Instituto Lingüístico de Verano5.
En 1960, Cliff Russell publicó una lista léxica iskonawa-caste-
llano con 602 entradas. Se trata de un documento mimeografiado
con notas a mano. Varias de estas entradas refieren a nombres de
plantas y animales, aunque no se incluyen identificaciones científicas
de ningún tipo en el documento. Aun así, el material resulta
sumamente valioso. La lista incluye también nombres de partes del
cuerpo, términos de parentesco y nombres que aluden a referentes
naturales y a culturales. Encontramos predicados, algunos de ellos
conjugados. Hasta donde sabemos, Russell (1960) constituye la
primera documentación del idioma iskonawa.
Al trabajo de Russell, le siguió una lista léxica elaborada por
Kenneth Kesinger en 1961. Esta lista léxica contiene 689 entradas
iskonawa–inglés, algunas de las cuales son formas conjugadas que
podrían ser analizadas como oraciones. La representación ortográ-
fica de Kesinger es bastante detallada y parece tener base fonética.
Las palabras incluidas por Kesinger también corresponden a varios
campos semánticos, que incluyen conceptos que refieren a
naturaleza y cultura. Se incluyen varios predicados.
Posteriormente, en 1964, Louis Whiton, Bruce Greene y Richard
Momsen publicaron en la revista de la Sociedad de Americanistas el
primer estudio etnográfico sobre el pueblo iskonawa, dando a
conocer algunas de las características de su cultura y proponiendo la
filiación del pueblo iskonawa al grupo remo, tempranamente
identificado por los misioneros españoles (Whiton et al. 1964). Este
trabajo, incluye una lista léxica de 64 entradas iskonawa–inglés y,
adicionalmente, Fleck (2013) ha contado un total de 25 palabras
extra en el cuerpo del estudio etnográfico.

5
El acceso a estas fuentes no publicadas ha sido posible gracias a la genero-
sidad de David Fleck, quien las compartió con nosotros.
CAPÍTULO 2 47

Algunos años después, en 1971, Eugene Loos recogió un total


de 824 palabras y frases iskonawa con glosas en castellano. El mate-
rial está todo escrito a mano y ello dificulta su lectura. Sin embargo,
esta fuente es más detallada que cualquiera de las anteriores. Incluye,
además, un texto de 35 oraciones cuidadosamente numeradas.
En 2015, Carolina Rodríguez Alzza publicó su tesis de Licencia-
tura titulada Prefijos de partes del cuerpo en la lengua iskonawa (Pano, Perú):
una descripción sincrónica. Esta tesis fue producida en el marco del
proyecto Documentación y revitalización del iskonawa: un proyecto inter-
disciplinario, bajo nuestra supervisión. Dicho estudio es el primer
esfuerzo por describir un fragmento de la gramática del idioma isko-
nawa: el comportamiento de los llamados prefijos de partes del
cuerpo, comunes a probablemente todas las lenguas pano (Zari-
quiey y Fleck 2012).

2.3.2 El presente bosquejo gramatical

2.3.2.1 Contenidos y estructura

El presente bosquejo gramatical debe ser entendido únicamente


como una primera aproximación a la lengua iskonawa. Si bien, en el
futuro, los datos usados aquí pueden servir de base para la elabo-
ración de una descripción gramátical más detallada, el objetivo de
este estudio es sencillamente presentar las estructuras básicas de esta
lengua y ponerlas, por primera vez, a disposición de la comunidad
científica.

2.3.2.2 Describir una lengua obsolescente

La descripción de una lengua en estado de obsolescencia es


especialmente desafiante, ya que sólo se cuenta con unos pocos ha-
blantes, por lo general ancianos, que en el caso particular del pueblo
iskonawa, han permanecido sin hablar su lengua por una larga
temporada y no la recuerdan muy bien. En un contexto de obsoles-
cencia como el presentado, el lingüista nunca podrá determinar a
ciencia cierta si aquello que describe responde a las propiedades que
exhibía la lengua cuando esta era un idioma vital hablado por una
comunidad. Siempre quedará la duda acerca de si lo descrito
responde más bien al resultado de un proceso psicológico individual
48 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

de paulatino deterioro del recuerdo de la lengua por parte de los


pocos hablantes que quedan.
Esto es más complicado todavía para el caso que nos convoca
en este estudio, dado que la lengua que reemplazó al iskonawa es el
shipibo-konibo, que pertenece a la misma familia lingüística. Enton-
ces, para aquellos ámbitos en los que encontremos una correspon-
dencia entre las formas iskonawa y las formas shipibo-konibo, nun-
ca podremos saber si estamos ante reflejos de un estadio de lengua
anterior del cual derivaron ambos idiomas o si estamos ante un caso
de transferencia del shipibo-konibo a la lengua objeto de este estu-
dio. En medio de todo ello, además, como si la situación no fuera ya
suficientemente compleja, tenemos que afrontar el problema de la
variación. El iskonawa exhibe altos grados de variación no sólo en-
tre hablantes, sino en un mismo hablante; ello produce formas alter-
nantes tanto en contextos de elicitación como en la narración de
textos y en otros contextos que, en principio, podrían considerarse
más naturales.
Sirvan de ilustración algunos ejemplos tomados de la fonología.
En el corpus de aproximadamente 6 horas de grabaciones trans-
critas y analizadas que se han producido en el marco del proyecto
iskonawa, no es infrecuente encontrar que las mismas formas léxi-
cas son pronunciadas por los hablantes de dos (o más) maneras
diferentes. Tal como se muestra en los ejemplos en la Tabla 4, en la
mayoría de estos casos encontramos que algunos de los rasgos
encontrados en las diversas realizaciones del mismo morfema son
fácilmente atribuibles al shipibo-konibo (las pronunciaciones han
sido numeradas de manera arbitraria y el orden ofrecido no
representa ningún tipo de preferencia en la distribución de estas
formas en el corpus).

Tabla 4. Ejemplos de pronunciaciones alternantes


del mismo morfema

Glosa Pronunciación 1 Pronunciación 2 Pronunciación 3


‘cáscara, piel’ haka ʂaka ---
‘boca’ kɨha kɨʂa ---
‘rojo’ uʃin huʃin ---
‘ya’ mua ma ---
‘aquí’ ani ain hain
CAPÍTULO 2 49

Tal como podemos apreciar en los primeros ejemplos de la


Tabla 4, encontramos una alternancia entre h y ʂ en el corpus
iskonawa. Ahora bien, el primer dato que es importante mencionar
en el análisis de estas formas es que las formas con el segundo
sonido corresponden a la pronunciación shipiba de las mismas
palabras. Esto coloca a las pronunciaciones con ʂ como potenciales
préstamos del shipibo-konibo. O, por lo menos, la presencia de ʂ
sugiere un reacomodo en la pronunciación de las palabras isko-
nawas. Sin embargo, tomar una decisión analítica en un contexto
como este no es sencillo. ¿Deberíamos describir ʂ como un sonido
iskonawa? ¿Deberíamos excluirlo del todo de nuestro análisis?
¿Deberíamos consignar la variación? Traigamos a colación algunos
datos que pueden ayudarnos a comprender mejor el fenómeno.
Todos los hablantes y semihablantes de iskonawa con los que
hemos trabajado a lo largo de nuestro proyecto de investigación
coinciden en señalar que las formas con h son las formas propia-
mente iskonawas. Además, todo parece indicar que las palabras
iskonawas que no encuentran un cognado obvio en shipibo-konibo,
tales como kahɨ ‘casa’, no aparecen ni una sola vez pronunciadas co-
mo kaʂɨ en el corpus. Finalmente, es importante señalar que Juanita,
la hablante con menos manejo del shipibo-konibo, no realiza el
sonido ʂ casi bajo ninguna circunstancia. Todos estos hechos
sugieren que, efectivamente, las pronunciaciones con ʂ provienen de
préstamos del shipibo-konibo. Esta idea encuentra soporte en
algunas de las fuentes disponibles. Russell (1960), por ejemplo, no
consigna ʂ y ello sugiere que cuando fueron contactados los
iskonawas no pronunciaban el sonido en cuestión. Basados en estos
argumentos, es posible proponer que ʂ no debería incluirse en el
inventario de sonidos del idioma iskonawa, ya que se trata de una
interferencia del shipibo-konibo.
Algo similar ocurre con respecto al tercer ejemplo de la Tabla 4.
Allí, la diferencia fonológica tiene que ver con la aparición o no de
la aspiración inicial, que es lo que distingue las realizaciones huʃin y
uʃin para ‘rojo’. En este caso, la pronunciación con aspiración inicial
es la que corresponde a la lengua shipibo-konibo y, por tanto,
usando argumentos similares a los presentados en el párrafo ante-
rior, una primera apuesta podría ser que en este y otros casos
similares de correspondencia ##h - ##ø, la primera forma res-
ponde a un préstamo del shipibo-konibo. Sin embargo en este caso
50 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

esta no parece ser la mejor solución. Aunque Shell (1965, 1975) no


reconstruye esta h inicial en el estado de lengua que ella denomina
“pano reconstruido”, nosotros consideramos que esta h inicial
podría caracterizar un estado antiguo de la lengua y que el iskonawa
podría haber experimentado un cambio de ##h > ##ø sólo
recientemente. Lo importante es que encontramos huellas de h en
los datos de Russell (1960). Russell (1960) consignó aspiraciones
iniciales usando el grafema <j> en palabras como <juni> ‘persona’.
Esto sugiere que para entonces (cuando el contacto con shipibo-
konibo era nulo) el iskonawa tenía h y que el referido cambio es
posterior a 1960. En concordancia con ello, la alternancia sincrónica
entre ##h y ##ø sí se encuentra en todos los hablantes de la lengua,
incluyendo a Juanita, que, tal como ya hemos explicado, tiene un
manejo del shipibo-konibo relativamente básico. Esto podría
interpretarse como evidencia de que, tal como lo sugieren los datos
de Russell (1960), el cambio en cuestión es reciente. En realidad, el
cambio ##h > ##ø podría ser interpretado como un proceso en
curso y, por lo tanto, no podemos estar seguros de que las
aspiraciones al inicio de ciertas palabras deban interpretarse como
re-adaptaciones de las formas iskonawa tradicionales a partir del
shipibo-konibo. Sin embargo, no es improbable que la presencia de
h a inicio de ciertas palabras se haya reforzado por el contacto con
esta última lengua y, de todas formas, los datos de Russell
evidencian que el cambio estaba en proceso. A partir de la
sugerencia de los propios hablantes, en este bosquejo gramatical,
asumimos que las formas sin h inicial son las propiamente
iskonawas, aunque referencias a la alternancia con formas con h
inicial son ofrecidas cuando esto sea necesario.
Casos similares se aprecian también en el nivel léxico, tal como
se puede apreciar en la alternancia entre las formas ma y mua para el
significado ‘ya’. No se encuentra evidencia de una correspondencia
sistemática entre a y ua, entre shipibo-konibo e iskonawa, y por lo
tanto esta alternancia aplica de manera particular a este término.
Podemos decir que sincrónicamente la forma correspondiente al
shipibo-konibo es ma ‘ya’ y que, por lo tanto, una interpretación en
la que mua sea la forma iskonawa parece correcta. En ese sentido, en
el momento de listar los adverbios del iskonawa, consideraremos a
la forma ma como un préstamo del shipibo-konibo. Es importante
mencionar que esta conclusión coincide con las intuiciones de los
CAPÍTULO 2 51

hablantes y que es bastante plausible suponer que la forma mua es la


más conservada.
Finalmente, el último caso de la Tabla 4 es también interesante.
Para el significado ‘aquí’, nuevamente, tenemos una alternancia
entre ani y ain, en la que la forma iskonawa parece ser, de acuerdo
con las intuiciones de los propios hablantes, ani (que es justamente
la forma que no aparece en shipibo-konibo). Sin embargo, y es esto
lo que complejiza un poco más este ejemplo, la forma en shipibo-
konibo es hain y no ain, con la h inicial discutida más arriba. En este
caso, entonces, encontramos que la forma shipiba puede ser
pronunciada con o sin h inicial, es decir, de acuerdo con lo discutido
arriba, siguiendo los patrones fonológicos del shipibo-konibo o del
iskonawa, respectivamente.
Entonces, el tratamiento de la variación y de las potenciales
interferencias del shipibo-konibo en el marco de este estudio puede
resumirse un principio bastante simple: ante la existencia de dos o
más formas asociadas al mismo concepto, hemos tenido a bien
considerar propiamente iskonawa aquella que reúne el mayor
número de las siguientes propiedades:

a. Es diferente a la forma shipiba para el mismo concepto (si la


hay).
b. Es reconocida como propiamente iskonawa por los hablantes.
c. Aparece en el habla de todos los hablantes de iskonawa,
incluso aquellos que no tienen un manejo fluido de shipibo-konibo.

El proceder descrito en los párrafos anteriores nos ha permitido


identificar, con un grado de certeza por lo menos relativo, algunos
de los rasgos particulares de la variedad de lengua pano hablada por
los iskonawas antes de anexarse al pueblo shipibo-konibo y empezar
a hablar la lengua de sus nuevos anfitriones. Es importante
mencionar que los resultados obtenidos aplicando estos sencillos
principios metodológicos se corresponden con las propias percep-
ciones de los hablantes de iskonawa y con la manera en que ellos
recuerdan su lengua. Todos los ejemplos presentados aquí han sido
chequeados con hablantes del iskonawa y los ejemplos consi-
derados “shipibo-konibo” han ido extraídos del presente documen-
to. Con ello, esperamos contribuir al conocimiento de esta lengua
por parte de los herederos de las tradiciones iskonawas, que, a pesar
52 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

de estar fuertemente inmersos en el mundo shipibo-konibo y caste-


llano hablante de Pucallpa, se consideran verdaderos iskonawas co-
mo sus abuelos.

2.4 El proyecto iskonawa

Este trabajo forma parte de los resultados del proyecto de


investigación titulado: Documentación y Revitalización del Iskonawa (ISC):
un proyecto interdisciplinario, que fue dirigido por José Antonio
Mazzotti y el autor de este libro. El proyecto incluyó la participación
de doce estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú y
dos de la Universidad de Tufts en distintas etapas, conducidas entre
los años 2012 y 2015. El proyecto contó con el financiamiento de la
National Science Fundation, fundación para la investigación del
gobierno de los Estados Unidos, y ha sido administrado en dos uni-
versidades: la Tufts University (EE.UU.) y la Pontificia Universidad
Católica del Perú (Perú).
El proyecto tuvo por objetivos producir un corpus textual de la
lengua iskonawa, a partir del cual se produjo el presente libro. Asi-
mismo, se viene produciendo una página web que busca promover
la lengua y cultura iskonawa de manera global, pero también entre
los descendientes de los últimos hablantes de la lengua.
El proyecto ha recolectado aproximadamente veinte horas de
material audiovisual, que incluyen tradición oral, canciones, narra-
ciones procedimentales e historias de la vida de los hablantes. De
este corpus, 6 horas han sido transcritas y traducidas al español
usando el programa ELAN. El trabajo con los textos se ha realizado
de manera paralela con el trabajo para la elaboración de una base de
datos léxica que cuenta con aproximadamente 4000 entradas. De
estas entradas, un total de 1800 han sido incluidas en un diccionario
iskonawa-castellano de pronta publicación. La idea es que los
hablantes de iskonawa consideran que esas 1800 palabras son auten-
ticamente iskonawas y no préstamos del shipibo-konibo. La base de
datos textual será depositada en el Archivo Digital de Lenguas
Peruanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la
Universidad de Tufts.
Sin el trabajo realizado en el marco de este proyecto, el presente
libro no hubiera podido ver la luz. Es en ese sentido que es
primordial listar a los hablantes y semi hablantes de iskonawa que
CAPÍTULO 2 53

colaboraron con nosotros y a los estudiantes que nos asistieron


durante estos tres años. Esta información es presentada en las
siguientes tablas. La Tabla 5 lista a los principales colaboradoradores
iskonawas con los que hemos contado y las Tablas 6 y 6-A listan a
los estudiantes que han participado en este proyecto.

Tabla 5. Hablantes y semi hablantes de iskonawa


que colaboraron con nosotros

Nombre Caracterización lingüística

Juana Campos Meza hablante


(Pibi Awin)
Nelita Campos Rodríguez hablante
(Nawa Niká)
Isabel Campos Rodríguez hablante
(Kishte)
Pablo Rodríguez Sangana hablante
(Wini Kora)
José Rodríguez Pérez hablante
(Chibi Kanwá)
Germán Campos Rodríguez semi-hablante
Elías Rodríguez Campos semi-hablante
Willian Ochavano Rodríguez Sólo recuerda algunas palabras
Lleverson Silvano Campos Sólo recuerda algunas palabras
Edelvina Cumapa Sólo recuerda algunas palabras

Tabla 6. Estudiantes de la PUCP


que colaboraron con nosotros

Nombre Temporada

Carolina Rodríguez Alzza 2013-2015


Piero Costa 2013-2014
Jaime Vera 2013
Loreta Alva 2013
María Gracia Minaya 2013
Gabriela Ginoccio 2013
Sergio Montañez 2013
54 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Diana Condori 2014


Alejandro Prieto 2015
Maricielo Guillén 2015
Karina Cervantes 2015
Alonso Vásquez 2015
Gabriela Tello 2015

Tabla 6-A. Estudiantes de la Universidad de Tufts


que colaboraron con nosotros

Nombre Temporada

Carolina Reyes 2013


Laura Garbes 2013-2014
CAPÍTULO 3

LOS SONIDOS DE LA LENGUA ISKONAWA

3.1 Introducción

En este capítulo ofrecemos la primera descripción detallada de


los sonidos de la lengua iskonawa. El presente capítulo está organi-
zado de la siguiente manera. En §3.2 ofrecemos un inventario fono-
lógico general para el idioma. En §3.3, discutimos las propiedades
fonológicas y articulatorias de las consonantes. En §3.4, hacemos lo
propio con las vocales. En §3.5, discutimos la estructura silábica y
en §3.6 presentamos el rasgo de nasalidad en el idioma. Finalmente,
en §3.7 ofrecemos las convenciones ortográficas que serán emple-
adas en este libro.

3.2 Inventario fonológico

El idioma iskonawa presenta trece consonantes y cuatro vocales


en su inventario fonológico (excluyendo aquellos sonidos que han
sido analizados como producto de la interferencia con el shipibo-
konibo). En lo que respecta a las consonantes, el iskonawa emplea
cinco puntos de articulación (bilabial, alveolar, palatal, velar y glotal)
en los cuales se realizan consonantes clasificables en seis clases
distintas a partir de sus modos de articulación: oclusivas, nasales,
vibrantes, africadas, fricativas y aproximantes. El punto de articu-
lación alveolar es el más poblado de todos, con cinco fonemas
asociados a cinco distintos modos de articulación. El segundo punto
de articulación más poblado es el bilabial, el mismo que cuenta con
cuatro consonantes, seguido por el punto de articulación palatal,
que cuenta con tres sonidos distintivos. Finalmente, los puntos velar
y glotal son los menos numerosos en términos de las consonantes
que tienen asociadas, siendo el caso que cada uno cuenta con sólo
un fonema distintivo. Todo esto resumido en la siguiente tabla:
56 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 7. Consonantes del idioma iskonawa

Bilabial (Apico) (Lamino) (Dorso-) Glotal


alveolar palatal velar
Oclusivas p t k
Nasales m n
Vibrante ɾ
Africadas ͡ts ͡tʃ
Fricativas s ʃ h
Aproximantes βw j

Por otro lado, las vocales pueden ser clasificadas en altas y bajas
(en términos de su altura) y en anteriores, centrales y posteriores (en
términos de su anterioridad). Las altas son las vocales mayoritarias e
incluyen tres de las cuatro vocales del iskonawa; la restante es una
vocal baja. Por otro lado, en términos de su anterioridad, las vocales
mayoritarias son las centrales, que cuentan con dos sonidos
vocálicos, mientras que sólo encontramos un sonido anterior y otro
posterior.

Tabla 8. Vocales del idioma iskonawa

Anterior Central Posterior


Altas i ɨ u̜

Baja a

3.4 Consonantes

En esta sección ofrecemos una breve caracterización de los


sonidos consonánticos de la lengua iskonawa. Como lo dicta la
tradición en este tipo de estudios, se ofrecen pares y conjuntos
mínimos que ilustran el carácter contrastivo de cada uno de los
fonemas propuestos. Asimismo, se ofrece información sobre la
distribución fonotáctica y la alofonía de cada sonido. Finalmente,
cuando esto resulta particularmente relevante, se ofrece una des-
cripción articulatoria relativamente detallada de algunos sonidos
presentados aquí.
La información presentada aquí sigue la siguiente estructura: en
§3.3.1 se presentan las oclusivas, en §3.3.2 se hace lo propio con las
CAPÍTULO 3 57

nasales, en §3.3.3 se discute la única vibrante de la lengua mientras


que en §3.3.4 se presentan las africadas. Las fricativas son descritas
en §3.3.5 y en §3.3.6 se describen las aproximantes. Un resumen se
ofrece en §3.3.7.

3.3.1 Oclusivas

El carácter contrastivo de las tres oclusivas propuestas en la


Tabla 5, /p/, /t/ y /k/, se aprecia en los siguientes ejemplos:

(1) /p/ vs. /t/ vs. /k/


pupu ‘lechuza, Fam. Strigidae’
putu ‘harina’
puku ‘tripas’

En esa misma línea, los siguientes ejemplos ilustran el carácter


contrastivo de estos sonidos en pares mínimos basados en diversas
combinaciones entre los tres fonemas oclusivos propuestos en este
estudio.

(2) /p/ vs. /t/


paka ‘bambú, Guadua superba’
taka ‘hígado’
puɾu ‘caída de agua’
tuɾu ‘vaso, tazón’

(3) /p/ vs. /k/


puku ‘tripas’
kuku ‘comer fruta’
punu ‘vena, arteria’
kunu ‘hongo no identificado’

(4) /t/ vs. /k/


tashi ‘amarillo’
kashi ‘murciélago, Ord. Chriroptera’
taru ‘estar satisfecho’
karu ‘leña’
58 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Los pares mínimos, además de demostrar el carácter contrastivo


de las tres oclusivas ilustradas, muestran su distribución mayoritaria:
/p/, /t/ y /k/ aparecen a principio de sílaba, ya sea a principio de
palabra o al interior de la misma. No hay realizaciones de estos
sonidos a final de sílaba o a final de palabra; sin embargo, algunas
raíces pueden ser analizadas con una oclusiva final a un nivel
subyacente. Estas oclusivas a final de raíz sólo se realizan cuando
son seguidas por un morfema ligado con vocal inicial que lo
permite, tal como se ilustra en los siguientes ejemplos de /k/ a final
de raíz.

(5) /k/ a final de raíz

Verbos
ik- *[ik]‘ser’ > ik-a ‘fue’
ak- *[ak] ‘hacer’ > ak-a ‘hizo’

Nombres
βɨhpɨk [βɨhp"]́ ‘depósito’ > βɨhpɨk-an ‘depósito.INST’
hɨnak [hɨná] ‘candela’ > hɨnak-an ‘candela.INST’
hupuk [hupú] ‘yanchama, > hupuk-an ‘yanchama.INST’
Fam. Apocunaceae’

Ninguno de los sonidos oclusivos muestra procesos alofónicos


llamativos y, en general, todos manifiestan una realización muy
consistente. Esto, desde luego, puede tener que ver con su
distribución, restringida a inicio de sílaba (nótese que en los casos
de /k/ a final de sílaba este sonido no se realiza y es sólo postu-
lable a partir de la formas conjugadas ilustradas en (5) (aunque a
veces se produce una cerrazón a final de raíz, asociable al segmento
mencionado). Entonces, cuando el sonido /k/ se realiza, este
muestra propiedades acústicas relativamente estables, tal como
ocurre con las otras dos oclusivas descritas para la lengua.
Con la finalidad de explorar un poco más las propiedades
acústicas de los sonidos oclusivos del iskonawa, a continuación
presentamos tres figuras correspondientes a tres pronunciaciones de
/p/, /t/ y /k/ en el mismo contexto: /a__u/ (nótese que se
emplean las siguientes convenciones: V: vocal, >: explosión o salida
de aire, VOT: Voice-Onset Timing; asimismo, el símbolo de la oclusiva
CAPÍTULO 3 59

es empleado para indicar el periodo de cerrazón asociado a cada


realización).

Figura 7. Token de la pronunciación de /p/ en el contexto /a__u/

Figura 8. Token de la pronunciación de /t/ en el contexto /a__u/


60 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Figura 9. Token de la pronunciación de /k/ en el contexto /a__u/

Para empezar, es importante mencionar que las tres oclusivas


ilustradas muestran ciclos de cerrazón relativamente equivalentes en
términos de su duración, los mismos que oscilan aproximadamente
entre una duración de 12 ms. en pronunciación descuidada (propia
de narraciones, por ejemplo) hasta 18 ms. en pronunciación cui-
dada (propia de la repetición de listas léxicas). Donde encontramos
algunas diferencias entre la pronunciación de las oclusivas es en la
duración del VOT (Voice-Onset Timing): la oclusiva /k/ muestra
valores eminentemente más largos (ver Figura 9): mientras que la
duración del VOT alcanza en promedio los 30 ms. en el caso de
este sonido, esta misma duración generalmente bordea cero (ver
Figura 7) o alcanza duraciones máximas de 2.5 ms (ver Figura 8) en
los sonidos /p/ y /t/. Es decir, la duración promedio del VOT del
sonido /k/ es más que 10 veces mayor que los casos de VOT más
largos encontrados en /p/ y /t/.
Esto produce un efecto interesante de acuerdo al cual la oclusiva
palatal /k/ se escucha ligeramente más aspirada en comparación
con las otras dos oclusivas (y el VOT de /k/ tiende a prolongarse
un poco más todavía cuando este sonido precede a la vocal central
CAPÍTULO 3 61

alta /ɨ/). Otra diferencia llamativa entre los sonidos oclusivos del
iskonawa tiene que ver con el hecho de que, en general, la /p/
tiende a mantener una barra de sonoridad asociada a la vocal
precedente por un periodo más largo que el encontrado en las otras
dos oclusivas (ver nuevamente la Figura 7, que ilustra muy bien ese
fenómeno).

3.3.2 Nasales

El idioma iskonawa, como la mayor parte de lenguas de la


familia pano, presenta dos sonidos nasales, /m/ y /n/. El carácter
contrastivo de ambos sonidos es demostrado por los siguientes
pares mínimos:

(6) /m/ vs. /n/


ama ‘patear’
ana ‘lengua’
βuma ‘aleta de árbol’
βuna ‘abeja, Fam. Apidae’
͡tʃuma ‘pocillo, taza de barro tradicional’
͡tʃuna ‘moler algo’

Ambos sonidos nasales comparten la posición de inicio de


sílaba, sin embargo, sólo /n/ puede aparecer además como coda
silábica. En esta posición, la nasal /n/ copia el punto de articulación
de la consonante siguiente, en un claro caso de asimilación.

(7) /n/ a final de sílaba


hɨntin ‘cerrar’ [h!ñ tĩn]
͡tʃanpu ‘grillo, Ord. Orthoptera’ [͡tʃãmpu]
inkin ‘entrar’ [ĩŋkĩn]

Tal como se puede apreciar en los ejemplos de (7), las nasales en


posición de coda silábica contagian su rasgo de nasalización a las
vocales precedentes. Este proceso de nasalización será discutido en
más detalle en §3.6. Por el momento, sólo conviene mencionar que
este proceso de nasalización tiene alcance sobre todas las vocales y
semiconsonantes que precedan a la nasal, sin importar que medie
entre ellas otra consonante. Es importante notar que el comporta-
62 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

miento de la nasal en posición de coda no es regular y que en ciertas


pronunciaciones se realiza como un segmento y en otras sólo como
el rasgo de nasalización presente en las vocales. Entonces, la
formalización de este proceso podría proponerse en los siguientes
términos: (v)(v)(C)(v)vn >(ṽ)(ṽ)(C)(ṽ)ṽ(n), asumiendo que v refiere a
vocales y semiconsonantes.

(8) Ejemplos de nasalización


ɾakain ‘echarse.IMPF’ [ɾãkãĩ(n)]
wasin ‘hierba (genérico)’ [w̃ ãsĩ(n)]

Las nasales en posición de arranque silábico pueden producir un


cierto grado de nasalización en las consonantes precedentes y
posteriores, pero la última es claramente más leve que la ilustrada en
(8) y mucho menos regular. Esto también se discute en §3.6 donde
ofrecemos una descripción fonética más detallada, basada en
evidencia aerodinámica, de los diversos procesos de nasalización
presentes en la lengua iskonawa.
Otro fenómeno relevante en relación con los sonidos nasales del
iskonawa tiene que ver con el proceso de fusión encontrado cuando
dos de estos sonidos aparecen en una cadena. En este caso, lo que
se suele encontrar es que se escucha una sola nasal con el punto de
articulación del segundo de los sonidos en la secuencia, acompa-
ñado de una fuerte nasalización en la vocal precedente. Por ejemplo,
véanse las formas en (9).

(9) /inkin-ma/ ‘entrar-causativo’ > [ĩnkĩma]


/mɨwin-ma/ ‘mezclar líquidos-causativo’ > [m!w̃ ̃ ĩma]

Asimismo, la /n/ en posición de coda participa también en un


proceso de metátesis, en que las secuencias /VnV/ se realizan como
[ṼṼ(n)] con un fuerte rasgo de nasalidad en ambas vocales (la
pronunciación de un segmento nasal como coda tiene carácter
opcional y no siempre se realiza). Ejemplos de este fenómeno se
muestran a continuación:

(10) /inkin-a/ ‘entrar-perfectivo’ > [inkĩã(n)]


/mɨwin-a/ ‘mezclar líquidos-perfectivo’ > [m!w̃ ̃ ĩã(n)]
CAPÍTULO 3 63

Tal como lo veremos también en §3.6, la lengua iskonawa


presenta un proceso que podemos llamar de denasalización (aunque
los detalles acústicos del mismo son discutidos en detalle en la
sección indicada). Este proceso hace que la fase nasal asociada a la
realización de los sonidos /n/ y /m/ en posición inicial de palabra
concluya antes de que se inicie la vocal. El efecto producido a raíz
de este cambio es muy interesante, ya que las nasales se escuchan
similares a oclusivas sonoras, por ejemplo:

(11) /nihu/ ‘ser mitológico’ > [ndihu] ~ [nihu]


/mai/ ‘tierra, suelo’ > [mbaj] ~ [maj]

Tal como se indica en §3.6 el cambio descrito no es totalmente


regular y un mismo hablante puede dar formas más y menos
desalizadas de una misma palabra.

3.3.3 Vibrante

Los ejemplos presentados en (12) y (13) muestran el valor


fonológico de /ɾ/ en iskonawa, presentando contrastes entre este y
otros sonidos de la lengua.

(12) /ɾ/ vs. /t/ vs. /w/ vs. /n/


βaɾa ‘liso’
βata ‘dulce’
βawa ‘loro pequeño, Amazona ochrocephala’
βana ‘palabra’

(13) /ɾ/ vs. /n/ vs. /j/


puɾu ‘sonido del agua al caer’
punu ‘vena, arteria’
puju ‘sonido del soplido del viento’

El sonido /ɾ/ del iskonawa no presenta procesos fonológicos


llamativos y es en general relativamente estable en términos de su
realización, asociada siempre a la posición de arranque silábico. Sin
embargo, algunos los hablantes de iskonawa alternan su pronun-
ciación propiamente de vibrante con otra similar a la de una frica-
64 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

tiva o africada retrofleja sonora ([ʐ] o [d͡ ʐ], respectivamente). Esta


pronunciación, que proviene de un préstamo del shipibo-konibo, es
favorecida por la posición inicial de palabra, tal como se puede
apreciar en la siguiente figura donde la /##ɾ/ tiene una clara
realización de africada sonora, con una fase oclusiva y una fase
fricativa, correspondiente a [d͡ ʐ].

Figura 10. Token de la pronunciación de /##ɾ/ [d͡ʐ] (ɾakain ‘echarse.IMPF’)

3.3.4 Africadas

El idioma iskonawa presenta dos sonidos africados, /͡ts/ y


͡
/tʃ/. Si bien no encontramos pares mínimos que distingan ambos
sonidos en nuestra base de datos léxica, ambos se distribuyen
libremente en el corpus y aparecen en los mismos contextos. Ello
sugiere que no se trata de sonidos en distribución complementaria.
Por otro lado, ambos sonidos muestran un claro valor contrastivo
en pares mínimos con otros sonidos del idioma, tal como se ilustra
en (14)-(17).
CAPÍTULO 3 65

(14) /͡ts/ vs. /t/


͡tsua ‘quien’
tua ‘cría’

(15) /͡ts/ vs. /β/


tɨt͡ sis ‘hueso de la nuca’
tɨβis ‘sonido del carraspeo’

(16) /͡tʃ/ vs. /k/


͡tʃiwa ‘sonido del carraspeo’
kiwa ‘hueso de la nuca’

(17) /͡tʃ/ vs. /p/


͡tʃuɾu ‘arruga’
puɾu ‘caída de agua’

Dado que el iskonawa incluye en su inventario fonológico los


sonidos /t/, /s/ y /ʃ/, es válido cuestionarse la pertinencia de pos-
tular un análisis basado en segmentos africados para las secuencias
[ts] y [tʃ], en lugar de analizarlas como combinaciones de dos seg-
mentos, uno oclusivo y otro fricativo. La razón por la cual postu-
lamos sonidos africados para dichas secuencias tiene que ver direc-
tamente con las reglas de silabificación y la fonotáctica de la lengua.
En iskonawa, existe una clara restricción para la aparición de /t/ en
posición de coda al interior de las palabras, por lo que postular un
análisis como /Vt.sV/ o /Vt.ʃV/ para las secuencias [VtsV] o
[VtʃV], produciría una sílaba (la primera) que no se documenta en la
lengua para ningún otro contexto. Esto es, por demás, indeseable en
términos analíticos. La situación no mejoraría si postulásemos
/V.tsV/ o /V.tʃV/ como las formas fonológicas para las secuencias
en cuestión, dado que las combinaciones /ts/ y /tʃ/ serían los
únicos casos de arranques complejos en toda la lengua, en lo que
constituiría una solución ad hoc nuevamente poco satisfactoria. Al
postular los segmentos africados /͡ts/ y /͡tʃ/ estos problemas auto-
máticamente se resuelven en tanto que nuestro análisis deja
automáticamente de producir codas o arranques que contradicen el
comportamiento fonotáctico general de la lengua.
La postulación de dichos sonidos, por lo demás, coincide con lo
que se ha hecho para otras lenguas de la familia pano (por ejemplo
66 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Valenzuela 2003 para el shipibo-konibo, Fleck 2003 para el matses o


Zariquiey 2011 para el kakataibo) y para los estudios que han
intentado reconstruir su fonología (Shell [1965] 1975). Finalmente,
este análisis se condice con las intuiciones de nuestros colaborado-
res iskonawa, quienes en pronunciación siempre silabifican /V.͡tsV/
y /V.͡tʃV/ y no /Vt.sV/ o /Vt.ʃV/. Un dato importante es que en
términos de su productividad, en iskonawa la /͡tʃ/ tiene, al menos en
nuestra base de datos léxicos, una distribución mucho más
expandida y general que la de /͡ts/. Si bien sincrónicamente ambos
sonidos pueden ser considerados fonemas independientes, las
diferencias en la distribución de /͡ts/ y /͡tʃ/ podrían encerrar
importantes cuestiones diacrónicas que requieren de mayor
investigación.

3.3.5 Fricativas

La lengua iskonawa consta de tres sonidos fricativos, dos


coronales (/s/ y /ʃ/) y uno glotal (/h/). Los pares mínimos
ofrecidos a continuación en (18)-(20) dan cuenta de la naturaleza
contrastiva de los tres fonemas fricativos postulados y los pares
mínimos en (21)-(23) hacen lo propio contrastando dichos fonemas
con otras consonantes, pertenecientes a otras clases, elegidas al azar:

(18) /s/ vs. /ʃ/


sisi ‘sonido de un líquido al caer al suelo’
ʃiʃi ‘coati, Nasua nasua’

(19) /ʃ/ vs. /h/


tuʃa ‘reventar’
tuha ‘partir en dos’

(20) /s/ vs. /h/


sua ‘limpiar algo con la mano’
hua ‘nombre genérico para tarántulas y arañas grandes’

(21) /s/ vs. /k/


wasa ‘mono ardilla, Saimiri sciureus’
waka ‘río’
CAPÍTULO 3 67

(21) /ʃ/ vs. /n/


tɨntun ‘manzana de Adán’
tɨʃtun ‘buche de las aves’

(21) /h/ vs. /β/


hɨná ‘fuego, candela’
βɨná ‘joven, nuevo’

Las tres fricativas del iskonawa muestran la misma distribución y


pueden igualmente aparecer como arranques silábicos y como codas
(tanto al interior como a final de palabra). En las fricativas encon-
tramos algunos de los desarrollos históricos más característicos de la
fonología iskonawa. Si bien otras lenguas de la familia pano mues-
tran inventarios equivalentes en sus clases de fricativas, lo intere-
sante en el caso del iskonawa es que estas han tenido un desarrollo
particular promovido por la ocurrencia de dos cambios muy impor-
tantes, para los cuales contamos con abundante evidencia. Ambos
cambios son discutidos a continuación:

a. Caída de /##h/: La evidencia comparativa indica que allí donde


varias lenguas pano de diversas ramas tienen una /h/ inicial, la
lengua iskonawa no presenta ningún segmento, por lo que es
posible postular una correspondencia /h/ vs. /ø/. Si bien Shell
(1965 [1975]) no reconstruye esa /h/ inicial en su pano
reconstruido, una nueva revisión de los datos sugiere que en
realidad esa /h/ inicial sí podría reconstruirse como parte de un
estado anterior de lengua, lo que nos permitiría postular un
cambio de *##/h/ > ##/ø/ para iskonawa, en lugar de un
cambio de *##/ø/ > ##/h/ para lenguas como el shipibo-
konibo, el kapanawa, el amawaka y el kashinawa, que exhiben
una /h/ inicial en los cognados de algunas palabras que se
inician con vocal en iskonawa (pero no todas, como por ejemplo
/ibu/ ‘dueño’ o /atsa/ ‘yuca’ que no llevan /h/ inicial en
ninguna lengua pano). El cambio *##/ø/ > ##/h/ no sólo
resulta menos natural, sino que, como acabamos de mencionar,
habría aplicado sólo en algunos casos, sin que contáramos con
alguna herramienta que nos permitiese predecir su conducta. Por
el contrario, todas las palabras con ##/h/ en las lenguas que la
exhiben corresponden sistemáticamente a ##/ø/ en iskonawa
68 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

y, por lo tanto, el cambio *##/h/ > ##/ø/ propuesto aquí


predice lo encontrado en todos los casos sin excepción. Esto ya
ha sido sugerido en Zariquiey (2011: 117-118), a la luz de los
datos de kakataibo, lengua pano que ha atravesado por el mismo
proceso de pérdida de /h/ inicial propuesto aquí, aunque con
resultados relativamente distintos. En la Tabla 9 se ofrecen cinco
ejemplos que ilustran la caída de /h/ inicial en iskonawa.

Tabla 9. Cognados con que ilustran la caída


de /h/ inicial en iskonawa

Iskonawa Shipibo Kapanawa Amawaka Kashinawa Glosa


-konibo
a ha ha há ha ‘pronombre
3SG’
ana hana hana hana hana ‘lengua’
anɨ hanɨ hanɨ hanɨ -- ‘nombre’
ɨnɨ hɨnɨ hɨnɨ hɨnɨ hɨnɨ ‘este’
iwi hiwi hiwi hiwi hiwi ‘sangre’

Tal como se hace evidente en la tabla, el iskonawa ha perdido el


sonido correspondiente a la /h/ inicial que probablemente pueda
ser reconstruida para el protopano. ¿Cómo explicar, entonces, la
presencia de /h/ a principio de palabra, apreciable por ejemplo en
la primera palabra ofrecida en el par mínimo de (21). Para ello,
requerimos de un segundo cambio que cuenta también con
abundante evidencia comparativa:

b. */ʂ/ > /h/: el fonema /ʂ/ es muy estable en términos


comparativos al interior de la familia pano y es reconstruible
para la protolengua (ver Shell [1965] 1975, quien reconstruye */ʂ/
como parte del inventario fonológico de su pano reconstruido).
En ese sentido, el hecho de que el iskonawa no presente el
fonema /ʂ/ constituye una de sus propiedades fonológicas más
saltantes.
CAPÍTULO 3 69

Tabla 10. Cognados con que ilustran el cambio


/ʂ/ > /h/ en iskonawa

Iskonawa Shipibo- Kapanawa Amawaka Kashinawa Glosa


konibo
haká ʂaká ʂaká ʂaká ʂaká ‘piel, cáscara’
͡tʃɨhɨ ͡tʃɨʂɨ ͡tʃɨʂɨ ͡tʃɨʂɨ ͡tʃɨʂɨ ‘negro, oscuro’
hɨki ʂɨki ʂɨki ʂɨki ʂɨki ‘maíz’

Entonces, el iskonawa sí presenta el sonido /h/, pero este


sonido no se corresponde con /h/ en otras lenguas de la familia,
sino con /ʂ/. Los dos cambios mencionados aquí son cruciales para
entender el desarrollo histórico de la fonología del iskonawa.

3.3.6 Aproximantes

Nuestra descripción de las consonantes del iskonawa propone


un total de tres sonidos aproximantes, de los cuales dos son
bilabiales (/β/ y /w/) y uno palatal (/j/). Las siguientes palabras
ilustran el contraste entre los tres fonemas mencionados.

(24) /β/ vs. /w/ vs. /j/


βawa ‘loro pequeño Amazona ochrocephala’
wawa ‘ardor de la piel’
jawa ‘huangana, Tayassu tajacu’

Por otra parte, el carácter aproximante de /β/ se aprecia


claramente en la siguiente figura, en la que el referido sonido
aparece a principio de palabra. La pronunciación de este fonema no
revela evidencia de fricción, por lo que su análisis como un sonido
fricativo resulta inapropiado. Acústicamente, estamos ante un
sonido aproximante y es de esa forma que este sonido es tratado
aquí. Tal análisis produce una situación compleja en la que encon-
tramos dos sonidos aproximantes bilabiales, diferenciados única-
mente por el rasgo de redondeamiento. En este momento nos es
imposible determinar si /w/ y /β/ mantuvieron algún tipo de rela-
ción históricamente, pero en la actualidad se dejan analizar como
dos fonemas independientes. A manera de ilustración, los siguientes
gráficos muestran espectrogramas asociados a pronunciaciones de
70 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

/w/ y /β/ a principio de palabra. Tal como podemos apreciar en las


figuras 11 y 12, el sonido /w/ tiende a ser más largo que /β/ y
muestra una barra de sonoridad más intensa y mejor delimitada
hacia su parte inferior.

Figura 11. Espectrograma de una pronunciación de wasa ‘mono ardilla, Saimiri


sciureus’

Figura 12. Espectrograma de una pronunciación de βata ‘dulce’

En términos de su distribución, los sonidos aproximantes


muestran la misma distribución y aparecen únicamente en posición
de arranque silábico. En ciertos contextos, sin embargo, encon-
tramos a w y j en posición de coda. Esto ocurre como consecuencia
de un proceso de glidización que aplica sobre las vocales postónicas
CAPÍTULO 3 71

en una secuencia de vocales. Así, por ejemplo, la palabra /βai/


‘camino’ se realiza como [ˈβaj] pero, si añadimos un morfema que
altere el patrón acentual, tal como el instrumental /-n/
obtendríamos [βãˈĩn] y la /i/ ahora acentuada se realizaría como una
vocal.

3.3.7 Resumen

En esta sección hemos ilustrado y comentado brevemente todos


los fonemas consonánticos que proponemos para el idioma iskona-
wa. El idioma iskonawa presenta trece consonantes distribuidas en
cinco puntos de articulación (bilabial, alveolar, palatal, velar y glotal)
y pertenecientes a seis modos de articulación: oclusivas, nasales, vi-
brantes, africadas, fricativas y aproximantes (ver Tabla 7)
Las principales particularidades de la fonología consonántica del
iskonawa se asocian con dos cambios fonológicos cruciales, ambos
asociados a la clase de las fricativas. En primer lugar, tenemos un
cambio de *##/h/ > ##/ø/, que habría erradicado aspiraciones a
principio de palabra, las mismas que podrían remontarse a estadios
tempranos de la protolengua. En segundo lugar, cuando este
cambio habría dejado de operar, en iskonawa se habría empezado a
gestar otro a partir del cual las fricativas retroflejas habrían devenido
en fricativas glotales: */ʂ/ > /h/. Ambos cambios están
ampliamente demostrados y su postulación resulta bastante sólida.
Otra de las particularidades más llamativas del idioma iskonawa
se aprecia en los efectos de los procesos de nasalización, los cuales
serán discutidos en más detalle en §3.6. El iskonawa presenta un
fenómeno de nasalización muy extendido de acuerdo con el cual
una consonante nasal en posición de coda nasaliza no sólo la vocal
de su propia sílaba, sino las vocales de las sílabas anteriores, sin
importar que medien otras consonantes. Este fenómeno ha sido
formalizado de la siguiente manera: (v)(v)(C)(v)vn >(ṽ)(ṽ)(C)(ṽ)ṽ(n). El
iskonawa presenta también un fenómeno de denasalización, de
acuerdo con el cual la culminación de la fase nasal de los sonidos
nasales a principio de palabra se adelanta produciendo una culmi-
nación oral que cambia radicalmente la fisionomía del sonido:
##/n/ > ##[nd]. Se trata de un fenómeno muy interesante que
será discutido también en §3.6.
72 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Finalmente, en esta sección hemos visto también que no todas


las consonantes exhiben la misma distribución en la sílaba iskonawa,
siendo el caso que la posición de coda está restringida a un número
reducido de consonantes que incluye a la nasal /n/ y a las fricativas.
La siguiente tabla resume la distribución de los fonemas
consonánticos al interior de la sílaba iskonawa.

Tabla 11. Distribución de los fonemas


consonánticos del iskonawa

Fonema #_V V_#


propuesto
/p/ SÍ subyacentemente
/t/ SÍ subyacentemente
/k/ SÍ subyacentemente
/m/ SÍ NO
/n/ SÍ SÍ
/ɾ/ SÍ NO
/t͡ s/ SÍ NO
/t͡ ʃ/ SÍ NO
/β/ SÍ NO
/s/ SÍ SÍ
/ʃ/ SÍ SÍ
/h/ SÍ SÍ
/j/ SÍ NO
/w/ SÍ NO

3.4 Vocales

El idioma iskonawa presenta cuatro fonemas vocálicos


distintivos: /i/, /ɨ/, /a/ y /u/. Los siguientes ejemplos ilustran el
valor contrastivo de estos cuatro fonemas en la lengua.

(25) /i/ vs. /ɨ/ vs. /u/ vs. /a/


βi ‘mosquito’
βɨ ‘traer’
βu ‘llevar’
βa ‘espuma’
CAPÍTULO 3 73

(26) /i/ vs. /a/


iwi ‘árbol, palo’
iwa ‘anciano’
βaɾi ‘sol’
βaɾa ‘liso’
it͡ sa ‘mucho’
͡atsa ‘yuca’
͡tʃiβan ‘rastrear a alguien’
͡tʃiβin ‘afuera’

(27) /u/ vs. /a/


inu ‘tigre’
ina ‘cola’
isku ‘páucar, Psarocolius angustrifrons’
iská ‘de esta forma’
βɨβu ‘adelante, punta’
βɨβa ‘maduro’

(28) /ɨ/ vs. /u/


aβɨ ‘con él’
aβu ‘ellos’

(29) /i/ vs. /u/


βat͡ ʃi ‘huevo’
βat͡ ʃu ‘hermana menor’
kuni ‘pez macana, Gymnotus carapo’
kunu ‘hongo, callampa’

(30) /i/ vs. /ɨ/


awin ‘esposa’
awɨn ‘suyo’
kɨwi ‘hacer ruido los animales’
kiwi ‘morder’

(31) /ɨ/ vs. /a/


tɨkɨ ‘quebrar’
tɨka ‘cuello’
74 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

En la figura 13 se ofrece una tabla de formantes, elaborada a


partir de un total de 35 palabras pronunciadas por dos hablantes
(ambas mujeres). En dicho corpus todas las palabras son bisilábicas
y ninguna sílaba es cerrada. Por otro lado, se han evitado palabras
que incluyan secuencias de vocales y las cuatro vocales ilustradas
aparecen en posiciones tanto átonas como tónicas.

Figura 13. Tabla de formantes (F1 y F2) de las vocales del iskonawa

Ninguna de estas vocales es redondeada. En ese sentido, una


representación más precisa de la vocal alta posterior podría ser [ɯ]
o [u̜ ]. Sin embargo, en este trabajo hemos empleado el símbolo /u/
de una manera bastante general que abarca las distintas realizaciones
que este sonido manifiesta. En realidad, esta vocal muestra un rango
de variación relativamente amplio y ofrece realizaciones que la
acercan a [ʊ], [ɤ] u [o̜ ] (sobre todo a final de palabra) y, en casos muy
aislados, a [u].
El fonema /i/ muestra también un amplio espectro de variación
en nuestro corpus. Si bien encontramos realizaciones más y menos
altas de /i/ (algunas cercanas a [ɪ]), lo que resulta más llamativo es
su campo de variación en lo tocante a la anterioridad, rasgo en
relación al cual las distintas realizaciones de /i/ cubren el rango que
va desde los 2920 hasta los 2000 Hz (ver Figura 13). Por su parte, el
fonema alto central muestra una menor variabilidad (con excepción
de dos realizaciones en la Figura 13, todas se ubican entre 1800 y
CAPÍTULO 3 75

1240 Hz). Por último la vocal central baja /a/ muestra poca
variación en lo tocante a la anterioridad, pero, tal como se aprecia
en la Figura 13, las distintas realizaciones de /a/ pueden ser
claramente diferentes en lo tocante a la altura, mostrando un F1 que
alterna aproximadamente entre los 750 y los 1250 Hz.
En las tablas siguientes presentamos los valores de F1 y F2 para
los tokens presentados en la Figura 13. El total de tokens para cada
vocal varía según su distribución en el corpus empleado. Es
importante notar también que en algunos casos se tomó la decisión
de no incluir en las mediciones realizaciones de determinadas
vocales en ciertos tokens debido a la presencia de ruidos y a otros
problemas con las grabaciones (NEL corresponde a Nelita Campos
y CHAL, a Isabel Campos).

Tabla 12. F1 y F2 en 73 tokens de /a/

Segmento Palabra Glosa Hablante F1_Hz F2_Hz


(ortografía)
[a] ana ‘lengua’ NEL 822 1402
[a] ana ‘lengua’ NEL 823 1484
[a] ana ‘lengua’ NEL 912 1510
[a] ana ‘lengua’ NEL 759 1461
[a] ana ‘lengua’ NEL 856 1575
[a] ató ‘estómago’ CHAL 882 1459
[a] ató ‘estómago’ CHAL 824 1428
[a] ató ‘estómago’ CHAL 825 1530
[a] bachi ‘mosquitero’ NEL 984 1539
[a] bachi ‘mosquitero’ NEL 952 1538
[a] bachi ‘mosquitero’ NEL 924 1690
[a] bana ‘palabra’ CHAL 618 1391
[a] bana ‘palabra’ CHAL 946 1638
[a] bana ‘palabra’ CHAL 889 1460
[a] bana ‘palabra’ CHAL 841 1551
[a] bana ‘palabra’ CHAL 557 1406
[a] bana ‘palabra’ CHAL 843 1588
[a] bata ‘dulce’ NEL 930 1502
[a] bata ‘dulce’ NEL 931 1717
[a] bata ‘dulce’ NEL 884 1464
[a] bata ‘dulce’ NEL 917 1501
[a] bata ‘dulce’ NEL 875 1308
76 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

[a] bata ‘dulce’ NEL 868 1584


[a] bona ‘abeja’ CHAL 988 1496
[a] bona ‘abeja’ CHAL 934 1519
[a] bona ‘abeja’ CHAL 880 1544
[a] champo ‘grillo’ NEL 683 1377
[a] champo ‘grillo’ NEL 799 1308
[a] champo ‘grillo’ NEL 723 1482
[a] chanpeh ‘chicha’ CHAL 939 1578
[a] chanpeh ‘chicha’ CHAL 840 1624
[a] chapá ‘asiento’ NEL 897 1619
[a] chapá ‘asiento’ NEL 860 1358
[a] chapá ‘asiento’ NEL 887 1553
[a] chapá ‘asiento’ NEL 830 1340
[a] chapá ‘asiento’ NEL 744 1284
[a] chitoma ‘lejos’ NEL 935 1443
[a] chitoma ‘lejos’ NEL 889 1414
[a] chitoma ‘lejos’ NEL 809 1319
‘pocillo de CHAL
[a] choma barro’ 817 1433
‘pocillo de CHAL
[a] choma barro’ 766 1372
‘pocillo de CHAL
[a] choma barro’ 713 1336
[a] chopa ‘ropa’ NEL 727 1252
[a] chopa ‘ropa’ NEL 756 1300
[a] chopa ‘ropa’ NEL 770 1351
[a] hena ‘candela’ NEL 650 1561
[a] hena ‘candela’ NEL 694 1509
[a] heta ‘muela’ CHAL 890 1691
[a] heta ‘muela’ CHAL 871 1613
[a] heta ‘muela’ CHAL 866 1603
[a] homa ‘seno’ CHAL 874 1411
[a] homa ‘seno’ CHAL 806 1374
[a] homa ‘seno’ CHAL 856 1415
[a] kate ‘espalda’ NEL 935 1506
[a] kate ‘espalda’ NEL 861 1378
[a] kate ‘espalda’ NEL 759 1380
[a] koma ‘paloma’ NEL 931 1541
[a] koma ‘paloma’ NEL 892 1455
[a] kopa ‘esp. de árbol’ NEL 898 1440
CAPÍTULO 3 77

[a] kopa ‘esp.de árbol’ NEL 873 1600


[a] kopa ‘esp. de árbol’ NEL 894 1401
[a] maho ‘muchacho’ NEL 987 1453
[a] maho ‘muchacho’ NEL 959 1415
[a] make ‘piraña’ NEL 962 1518
[a] make ‘piraña’ NEL 927 1474
[a] make ‘piraña’ NEL 942 1509
[a] mako ‘esp. de árbol’ NEL 967 1426
[a] matsi ‘frío’ CHAL 993 1561
[a] matsi ‘frío’ CHAL 937 1521
[a] matsi ‘frío’ CHAL 914 1511
[a] tapo ‘piso’ NEL 965 1460
[a] tapo ‘piso’ NEL 911 1446
[a] tapo ‘piso’ NEL 906 1494
73 tokens promedio 860 1475

Tabla 13. F1 y F2 en 39 tokens de /i/

Segmento Palabra Glosa Hablante F1_Hz F2_Hz


(ortografía)
[i] bachi ‘mosquitero’ NEL 359 2851
[i] bachi ‘mosquitero’ NEL 355 2718
[i] bi ‘mosquito’ NEL 396 2500
[i] bi ‘mosquito’ NEL 423 2237
[i] bi ‘mosquito’ NEL 384 2846
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 351 2594
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 412 2843
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 355 2712
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 421 2826
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 360 2729
[i] bimi ‘fruto’ CHAL 411 2725
[i] chitoma ‘lejos’ NEL 417 2353
[i] chitoma ‘lejos’ NEL 428 2787
[i] chitoma ‘lejos’ NEL 411 2754
[i] imi ‘sangre’ CHAL 402 2758
[i] imi ‘sangre’ CHAL 429 2675
[i] imi ‘sangre’ CHAL 354 2777
[i] imi ‘sangre’ CHAL 389 2667
[i] imi ‘sangre’ CHAL 476 2717
[i] imi ‘sangre’ CHAL 414 2311
78 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

[i] ino ‘jaguar’ NEL 313 2608


[i] ino ‘jaguar’ NEL 347 2732
[i] ino ‘jaguar’ NEL 361 2577
[i] ipo ‘carachama’ NEL 382 2674
[i] ipo ‘carachama’ NEL 354 2793
[i] ipo ‘carachama’ NEL 368 2793
[i] koni ‘anguila’ CHAL 373 2791
[i] koni ‘anguila’ CHAL 367 2778
[i] koni ‘anguila’ CHAL 376 2500
[i] matsi ‘frío’ CHAL 472 2531
[i] matsi ‘frío’ CHAL 418 2389
[i] misi ‘humita’ NEL 299 2052
[i] misi ‘humita’ NEL 388 2541
[i] misi ‘humita’ NEL 295 2782
[i] misi ‘humita’ NEL 395 2274
[i] misi ‘humita’ NEL 430 2811
[i] misi ‘humita’ NEL 332 2903
[i] misi ‘humita’ NEL 302 2614
[i] misi ‘humita’ NEL 444 2048
39 tokens promedio 384 2630

Tabla 14. F1 y F2 en 30 tokens de /ɨ/ (<e>)

Segmento Palabra Glosa Hablante F1_Hz F2_Hz


(ortografía)
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 483 1698
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 527 1565
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 479 1495
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 503 1664
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 461 1361
[ɨ] bene ‘marido’ CHAL 516 1728
[ɨ] chanpeh ‘chicha’ CHAL 522 1328
[ɨ] chanpeh ‘chicha’ CHAL 500 1362
[ɨ] chanpeh ‘chicha’ CHAL 494 1336
[ɨ] hena ‘candela’ NEL 417 1376
[ɨ] hena ‘candela’ NEL 461 1432
[ɨ] hena ‘candela’ NEL 440 1565
[ɨ] here ‘loro pequeño’ NEL 493 1509
[ɨ] here ‘loro pequeño’ NEL 432 1672
[ɨ] here ‘loro pequeño’ NEL 484 1473
CAPÍTULO 3 79

[ɨ] here ‘loro pequeño’ NEL 420 1668


[ɨ] here ‘loro pequeño’ NEL 499 1458
[ɨ] heta ‘muela’ CHAL 556 1769
[ɨ] kate ‘espalda’ NEL 504 1061
[ɨ] kate ‘espalda’ NEL 502 1799
[ɨ] kate ‘espalda’ NEL 499 2005
[ɨ] make ‘piraña’ NEL 484 1493
[ɨ] make ‘piraña’ NEL 481 1512
[ɨ] make ‘piraña’ NEL 415 1547
[ɨ] mebi ‘mano’ NEL 454 1288
[ɨ] mebi ‘mano’ NEL 462 1410
[ɨ] mebi ‘mano’ NEL 470 1496
[ɨ] meto ‘manco’ NEL 458 1489
[ɨ] meto ‘manco’ NEL 475 1152
[ɨ] meto ‘manco’ NEL 444 1471
30 tokens promedio 478 1506

Tabla 15. F1 y F2 en 30 tokens de /u/ (<o>)

palabra glosa hablante


Segmento (ortografía) F1_Hz F2_Hz
[u] ató ‘estómago’ CHAL 481 910
[u] ató ‘estómago’ CHAL 499 964
[u] ató ‘estómago’ CHAL 520 1015
[u] bona ‘abeja’ CHAL 543 550
[u] bona ‘abeja’ CHAL 386 552
[u] champo ‘grillo’ NEL 452 723
[u] champo ‘grillo’ NEL 525 697
[u] champo ‘grillo’ NEL 473 745
[u] champo ‘grillo’ NEL 519 750
[u] chitoma ‘lejos’ NEL 563 1018
[u] chitoma ‘lejos’ NEL 700 914
[u] chitoma ‘lejos’ NEL 576 1073
[u] choma ‘pocillo de CHAL 561 681
barro’
[u] choma ‘pocillo de CHAL 518 745
barro’
[u] chopa ‘ropa’ NEL 572 843
[u] chopa ‘ropa’ NEL 462 605
[u] homa ‘seno’ CHAL 374 609
80 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

[u] homa ‘seno’ CHAL 367 559


[u] homa ‘seno’ CHAL 368 568
[u] hopa ‘esp. de árbol’ NEL 343 607
[u] hopa ‘esp. de árbol’ NEL 449 743
[u] hopa ‘esp. de árbol’ NEL 452 682
[u] hopa ‘esp. de árbol’ CHAL 473 733
[u] hopa ‘esp. de árbol’ CHAL 470 691
[u] hopa ‘esp. de árbol’ CHAL 457 779
[u] ino ‘jaguar’ NEL 508 965
[u] ino ‘jaguar’ NEL 476 1154
[u] ino ‘jaguar’ NEL 532 1021
[u] ipo ‘carachama’ NEL 517 971
[u] ipo ‘carachama’ NEL 508 933
[u] ipo ‘carachama’ NEL 520 922
[u] koma ‘paloma’ NEL 471 951
[u] kopa ‘esp. de árbol’ NEL 495 798
[u] kopa ‘esp. de árbol’ NEL 487 832
[u] maho ‘muchacho’ NEL 520 651
[u] maho ‘muchacho’ NEL 488 697
[u] maho ‘muchacho’ NEL 444 768
[u] mako ‘esp. de árbol’ NEL 563 642
[u] mako ‘esp. de árbol’ NEL 405 627
[u] meto ‘manco’ NEL 625 1109
[u] meto ‘manco’ NEL 587 1023
[u] tapo ‘piso’ NEL 431 835
[u] tapo ‘piso’ NEL 440 747
[u] tapo ‘piso’ NEL 535 675
44 tokens promedio 492 797

Finalmente, la Tabla 16 ofrece los promedios de F1 y F2 para las


cuatro vocales descritas en esta sección.

Tabla 16. Promedios de F1 y F2 en el corpus iskonawa

Vocal F1_Hz F2_Hz


/a/ 860 1475
/i/ 384 2630
/ɨ/ 478 1506
/u/ 492 797
CAPÍTULO 3 81

En el habla iskonawa es posible escuchar vocales nasales y


vocales significativamente largas, pero estas deben ser analizadas
como fonemas independientes. Hasta donde podemos decir, las
vocales nasales del iskonawa son producto de un proceso de
nasalización generalizado que será descrito en §3.6, mientras que las
vocales largas aparecen solamente en monosílabos, como parte de
un requerimiento de palabra mínima que ya ha sido descrito para
otras lenguas de la familia (ver §3.5).

3.5 Estructura silábica y acento métrico

La estructura silábica del iskonawa resulta bastante sencilla y en


esta lengua sólo existen cuatro tipos básicos de sílabas: V, CV, VC y
CVC, los mismos que pueden representarse a partir de la siguiente
generalización: (C)V(C), donde sólo /n/, /s/, /ʃ/ y /h/ pueden
ocupar la posición de coda. Todos los tipos de sílaba se atestan en
distintas posiciones de la palabra y ninguno parece especialmente
escaso, aunque es cierto que los tipos V y CV (y particularmente
este último) parecen verse favorecidos en el corpus léxico con el
que contamos. Ejemplos de cada uno de estos tipos son ofrecidos a
continuación:

(32) V
a.tu ‘estómago’
i.nu ‘jaguar’

(33) CV
βa.t͡ si ‘mosquitero’
βi ‘mosquito’

(34) VC
is.ku ‘páucar, Psarocolius angustrifrons’
in.kin ‘entrar’

(35) CVC
t͡ san.pu ‘grillo’
t͡ san.pɨh ‘chicha’
82 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

La sílaba es crucial para la asignación del acento primario de una


palabra. La regla que lo asigna es bastante sistemática. Básicamente,
si la segunda sílaba de la palabra es abierta, la lengua parece formar
pies trocaicos según los cuales la sílaba hacia la izquierda es la que
actúa como núcleo de su pie.

(36) Acento y pies trocaicos en iskonawa:


ˈi.nu ‘jaguar’
ˈβa.t͡si ‘mosquitero’
ˈβi ‘mosquito’
ˈis.ku ‘páucar, Psarocolius angustrifrons’
ˈt͡sanpu ‘grillo’

Sin embargo, si la segunda sílaba de un pie es cerrada, es esta la


que se constituye como su núcleo, en lo que representa un caso de
sensibilidad al peso silábico en el sistema prosódico del iskonawa,
similar otra vez al que ha sido descrito para varias otras lenguas de
la familia pano. Si el pie iámbico es el pie más importante o el único
pie de la palabra, su sílaba cerrada en posición par será la que cargue
el acento primario de la palabra. Esto ocurre sin importar si la sílaba
a la izquierda es cerrada o abierta, por lo que podría considerarse
que este tipo de sistema métrico es sensible al peso silábico sólo en
ciertas posiciones, dígase, las pares. Ejemplos de acento iámbico en
iskonawa son ofrecidos a continuación.

(37) Acento y pies iámbicos en iskonawa


in.ˈkin ‘entrar’
t͡san.ˈpɨh ‘chicha’
a.ˈwin ‘esposa’
wa.ˈsin ‘hierba (genérico)’

En algunos casos encontramos pies iámbicos con sílabas abiertas


constituidas como sus núcleos. Esto contradice lo que se acaba de
sostener en esta sección y algunos de esos casos, que son pocos en
general, deben ser considerados simplemente como excepciones.
Sin embargo, una buena parte de esos mismos casos muestran una
consonante a final de raíz cuando son combinados con ciertos
morfemas. Esta consonante final se silabifica con la vocal siguiente
CAPÍTULO 3 83

y el acento primario se corre hacia la primera sílaba del pie,


produciendo una estructura trocaica totalmente acorde con los
principios métricos brevemente expuestos aquí. En ese sentido,
estos casos dejan de ser excepcionales cuando reciben un elemento
morfológico que se inicia en vocal. Esta conducta supone que esas
palabras presentan oclusivas finales que se restituyen cuando se
silabifican como arranques de una sílaba posterior.

(38) Palabras con vocales que se restituyen en iskonawa


a.ˈtu ‘estómago’ > ˈa.to.t-an ‘estómago-ERG’
hɨ.ˈna ‘candela’ > ˈhɨ.na.t-an ‘candela-ERG’
hu.ˈpu ‘yanchama, > ˈhu.pu.t-an ‘yanchama-ERG’
Fam. Apocunaceae’

Prácticamente todos los ejemplos presentados en esta sección


corresponden a formas bisilábicas en las que se forma un solo pie
métrico. Es necesario todavía conducir estudios más detallados
sobre el acento en palabras más largas. Sin embargo, podemos decir
que nuestros datos apuntan hasta el momento hacia el hecho de que
el acento primario cae siempre sobre el núcleo del pie métrico más
hacia la izquierda, sin importar el tipo de palabra con el que estemos
tratando. Es necesario determinar todavía si otras consideraciones
juegan un papel en el funcionamiento del sistema métrico descrito
aquí.
Finalmente, es necesario decir que en iskonawa encontramos
algunos casos de sílabas CVVC debido a procesos morfofo-
nológicos que serán discutidos en §3.6. Sin embargo, tal como se
mostrará en la sección indicada, toda la evidencia indica que se trata
de estructuras silábicas derivadas y que su naturaleza es solamente
fonética.

3.6 Nasalidad

3.6.1 Nasalización

La nasalización es probablemente uno de los rasgos más


distintivos de la fonología iskonawa y, por tanto, merece ser
discutida en una sección independiente tal como se hace en este
bosquejo gramatical. Los análisis sobre la nasalidad en iskonawa
84 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

ofrecidos en esta gramática se basan en el recojo y grabación de una


lista pares mínimos y semi-mínimos distinguidos por la presencia de
un sonido nasal en distintas posiciones de la palabra. Esta lista léxica
ha sido grabada con dos hablantes de iskonawa (ambas mujeres),
empleando dos canales independientes de grabación, uno nasal y
otro oral, separados por una tabla de madera de aproximadamente
un centímetro.
De esta forma hemos intentado aislar la actividad aerodinámica
nasal presente en palabras con segmentos nasales y la hemos podido
contrastar con la que se encuentra en sus contrapartes no nasales,
con resultados sumamente interesantes que son presentados aquí. A
manera de ilustración de la forma en que la metodología empleada
nos permite distinguir entre sonidos nasales y no nasales presen-
tamos a continuación dos figuras correspondientes a las palabras
amai ‘patear’ y apai ‘bajar un objeto’.

nasal

oral

a m a i

0.7299 1.352
Time (s)

Figura 14. Oscilograma de una pronunciación de amai ‘patear’ a dos canales


CAPÍTULO 3 85

nasal

oral

a p a i

2.117 2.795
Time (s)

Figura 15. Oscilograma de una pronunciación de apai ‘bajar un objeto’


a dos canales.

Tal como podemos apreciar las diferencias saltan a la vista


cuando observamos y comparamos los canales nasales de las formas
amai ‘patear’ y apai ‘bajar un objeto’. La presencia de una
consonante nasal al interior de la palabra amai ‘patear’ produce un
mayor nivel de actividad aerodinámica en el canal nasal en el
momento de la pronunciación del sonido nasal y esta actividad se
aprecia también aunque en un menor grado en la vocal anterior, que
muestra cierto nivel de nasalización.
En esta sección se incluye también, cuando resulta ilustrativo,
contornos de intensidad extraídos del canal nasal de las grabaciones
realizadas para esta sección. Tal como ocurre con todas las
imágenes presentadas en este capítulo, estos contornos tienen la
apariencia siguiente:
86 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

a m a i

0.7299 1.352
Time (s)

Figura 16. Contorno de intensidad del canal nasal de la palabra amai ‘patear’

Tal como se aprecia en la Figura 16, que nos presenta el


contorno de nasalidad de la palabra amai ‘patear’, ya ilustrada en la
Figura 14, hay un claro incremento de la energía en la /m/ y la /a/
inicial muestra niveles más altos de nasalización que las otras
vocales de la palabra. Sin embargo, la nasalización de las vocales en
esa posición es en general más débil que la que se aprecia en
aquellos casos en los que el segmento nasal actúa como coda
silábica. En este contexto, la vocal precedente adquiere niveles
sumamente altos de nasalización. Esto se aprecia en las siguientes
figuras, que ilustran el oscilograma y el contorno de nasalidad de
una pronunciación de la palabra tunku ‘redondo’. Es muy claro en
ambas figuras que el nivel de nasalidad de la vocal resulta
prácticamente equivalente al de la consonante nasal.

t u n k u

2.309 2.991
Time (s)

Figura 17. Oscilograma de una pronunciación de tunku ‘redondo’


CAPÍTULO 3 87

t u n k u

2.309 2.991
Time (s)
Figura 18. Contorno de intensidad del canal nasal de tunku ‘redondo’

Basta comparar las figuras asociadas a tunku ‘redondo’ y amai


‘patear’, para comprobar que estamos ante dos situaciones distintas.
En el caso de amai ‘patear’, tenemos tres sílabas: a.ma.i y la vocal
que precede a la nasal no está en la misma sílaba que esta (V.NV).
El resultado es una nasalización menos intensa de dicha vocal que
no se compara con la de la primera vocal de la forma tunku
‘redondo’, que en este caso sí aparece en la misma sílaba que la nasal
(tun.ku = VN.CV), aunque es importante mencionar que hasta que
no se conduzcan estudios estadísticos, estos resultados deben ser
entendidos como tendencias.
El nivel de nasalidad de la vocal es prácticamente equivalente al
del segmento nasal en sí mismo, en lo que constituye un caso
indiscutible de nasalización de la vocal previa a la nasal. En
términos fonéticos encontramos el mismo escenario en el caso de
amai ‘patear’, pero silábicamente se trata de un contexto distinto y lo
que nuestros datos sugieren es que la silabificación sí tiene
consecuencias para los fenómenos de nasalización. Los mismos
resultados se aprecian en las figuras siguientes, en las que
encontramos el oscilograma a dos canales y el contorno de
nasalidad de la palabra βa.na ‘palabra, lengua’.
88 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

β̞ a n a

1.614 2.247
Time (s)

Figura 19. Oscilograma de una pronunciación de βana ‘palabra, lengua’

β̞ a n a

1.614 2.247
Time (s)
Figura 20. Contorno de intensidad del canal nasal de βana ‘palabra, lengua’

Lo que también resulta sistemático es que la vocal que sigue a la


nasal, aunque comparte la sílaba con esta, no siempre se nasaliza
significativamente. Este hecho indica que en iskonawa, la nasali-
zación es siempre regresiva y no progresiva. La nasalización regresi-
va es muy intensa en iskonawa y, de darse el contexto adecuado,
palabras enteras pueden realizarse nasalizadas. Como lo hemos
dicho ya en otro momento de este capítulo, este es uno de los
rasgos característicos del habla iskonawa.
Veamos un ejemplo en el que la nasalización regresiva aplica
sobre prácticamente toda una palabra. Las siguientes figuras ilustran
el oscilograma y el contorno de nasalidad de una pronunciación de
CAPÍTULO 3 89

βɨwin ‘espinilla en la cara’. En este ejemplo, la nasalización cubre no


sólo la vocal inmediatamente adyacente a la nasal, sino también la
semiconsonante y la vocal central ɨ, a pesar de que esta última ni si-
quiera forma parte de la misma sílaba. Entonces, es posible concluir
que, cuando se encuentra el contexto adecuado para que se dé la
nasalización regresiva, esta puede tener alcances que transciendan el
de la sílaba en la que se encuentra la nasal.

β̞ ɨ w i(n)

0.2487 1.032
Time (s)
Figura 21. Oscilograma de una pronunciación de βɨwin ‘espinilla en la cara’.

β̞ ɨ w i(n)

0.2487 1.032
Time (s)

Figura 22. Contorno de intensidad del canal nasal de βɨwin ‘espinilla en la cara’.

Lo que es más interesante todavía es que los datos revelan que,


cuando se opera un proceso de nasalización regresiva, se encuentra
nasalización en vocales separadas de la consonante nasal por una
consonante no nasal. Para apreciar con mayor claridad este
fenómeno, veamos las siguientes figuras en que se presentan el
90 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

oscilograma y el contorno de nasalidad de una pronunciación de la


palabra βat͡ ʃin ‘tumor’.

β̞ a t͡ʃ i(n)

0.6795 1.474
Time (s)

Figura 23. Oscilograma de una pronunciación de βat͡ ʃin ‘tumor’

β̞ a t͡ʃ i(n)

0.6795 1.474
Time (s)

Figura 24. Contorno de intensidad del canal nasal de βat͡ ʃin ‘tumor’

Si bien es claro que la vocal /i/, inmediatamente adyacente a la


nasal (que se pronuncia muy laxamente en este caso), es más
nasalizada, llama la atención el grado de nasalidad de la /a/, que se
encuentra separada del foco de nasalización por una oclusiva sorda,
en este caso, una /͡tʃ/. Este tipo de fenómenos asociados a la
nasalización contribuyen sin ninguna duda al carácter altamente
nasalizado del habla iskonawa.
CAPÍTULO 3 91

3.6.2 Denasalización

Otro rasgo saltante del habla iskonawa es la denasalización de


los segmentos nasales, la misma que se aprecia con mayor nitidez a
principio de palabra. La denasalización de nasales en iskonawa es un
fenómeno no obligatorio según el cual en registros menos cuidados
los hablantes producen segmentos nasales con un bajo nivel de
nasalización y con propiedades acústicas sumamente interesantes.
Los hablantes tienden a corregir sus formas denasalizadas cuan-
do las perciben y, en ese sentido, formas nasalizadas y denasalizadas
alternan libremente en discurso. Con la finalidad de comprender las
propiedades acústicas del fenómeno de denasalización, veamos las
siguientes figuras, que presentan el oscilograma y el contorno de
nasalidad de la palabra nui ‘querer, amar’.

n u i

0.0234 0.5455
Time (s)
Figura 25. Oscilograma de una pronunciación de nui ‘querer, amar’.
92 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

n u i

0.0234 0.5455
Time (s)

Figura 26. Contorno de intensidad del canal nasal de nui ‘querer, amar’.

Si comparamos tanto el oscilograma como el contorno de


nasalidad de la palabra nui ‘querer, amar’ con lo que hemos visto
anteriormente, descubriremos que la realización de la nasal en esta
palabra es abiertamente diferente. El oscilograma muestra poca acti-
vidad nasal y, además, tal como lo demuestra claramente el contor-
no de nasalidad en la Figura 26 dicha actividad nasal va
disminuyendo fuertemente hacia el final del segmento. El efecto
perceptivo es sumamente peculiar y la /n/ en ese contexto se
escucha prácticamente como una [d]. Las nasales denasalizadas de
inicio de palabra son claramente distintas a las nasales que no se
denasalizan en ese mismo contexto (hay que recordar que se trata de
un proceso no obligatorio). Veamos las figuras siguientes, que
presentan el oscilograma y el contorno de nasalidad de la palabra
misi ‘humita’, con una nasal inicial no denasalizada. Allí apreciamos
no sólo que el nivel de nasalización es más alto, sino que además se
eleva hacia el final del segmento (y contagia levemente a la vocal),
exactamente lo contrario a lo que acabamos de ver en la palabra nui
‘querer, amar’:
CAPÍTULO 3 93

m i s i

0 0.7614
Time (s)

Figura 27. Oscilograma de una pronunciación de misi ‘humita’

m i s i

0 0.7614
Time (s)

Figura 28. Contorno de intensidad del canal nasal de misi ‘humita’

3.6.3 Rinoglotofilia

En iskonawa, encontramos una interesante interacción entre


sonidos glotales y nasales, siendo el caso que el sonido glotal /h/
modifica las propiedades acústicas de las vocales precedentes,
haciendo que estas sean percibidas como nasales, sin que exista
ningún elemento externo al que pueda atribuírsele el origen de esa
nasalidad y sin que la /h/ sea ella misma nasalizada de ninguna
manera. A estas interacciones entre sonidos nasales y sonidos
glotales se les conoce como rinoglotofilia.
94 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Veamos un ejemplo de este interesante fenómeno. Las figuras


que siguen nos presentan el oscilograma y el contorno de nasali-
zación de una pronunciación de la palabra buah ‘pelusa’. Allí se
aprecia que ambas vocales aparecen nasalizadas, a pesar de que la
/h/ no manifiesta ningún rasgo de nasalidad (considerando además
que se trata de un segmento sordo).

β̞ u a h

1.613 2.357
Time (s)
Figura 29. Oscilograma de una pronunciación de buah ‘pelusa’.

β̞ u a h

1.613 2.357
Time (s)

Figura 30. Contorno de intensidad del canal nasal de buah ‘pelusa’.

La conducta revelada en las figuras recién presentadas es


altamente sistemática, tal como se aprecia en el siguiente ejemplo,
que presenta la palabra majuh ‘resbaloso’. Tal como se aprecia en las
figuras a continuación, encontramos exactamente la misma conduc-
ta descrita para buah ‘pelusa’.
CAPÍTULO 3 95

m a j u h

0.5265 1.397
Time (s)
Figura 31. Oscilograma de una pronunciación de majuh ‘resbaloso’.

m a j u h

0.5265 1.397
Time (s)
Figura 32. Contorno de intensidad del canal nasal de majuh ‘resbaloso’.

3.7 Convenciones ortográficas empleadas en esta gramática

Como constituye ya una tradición bien establecida en la


descripción gramatical, en los próximos capítulos se ofrecerá una
larga lista de ejemplos destinados a ilustrar diversos aspectos de la
gramática iskonawa. Esos ejemplos incluirán glosas y traducciones
libres. Asimismo, serán representados a partir de las siguientes
convenciones ortográficas:
96 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 17. Alfabeto iskonawa empleado en esta gramática

Fonema propuesto Grafema


/p/ <p>
/t/ <t>
/k/ <k>
/m/ <m>
/n/ <n>
/ɾ/ <r>

/t͡ s/ <ts>

/t͡ ʃ/ <ch>
/β/ <b>
/s/ <s>
/ʃ/ <sh>
/h/ <h>
/i/ <i>
/ɨ/ <e>
/a/ <a>
/u̜ / <o>
/j/ <y>
/w/ <w>
CAPÍTULO 4

CLASES DE PALABRAS

4.1 Introducción

Este capítulo presenta una discusión en torno de las clases de


palabras en iskonawa. Esta discusión se inicia en §4.2 con un listado
de las clases léxicas cerradas más importantes en el idioma:
pronombres personales (§4.2.1), palabras interrogativas (§4.2.2),
demostrativos (§4.2.3), posposiciones (§4.2.4) e ideófonos (§4.2.5).
En §4.3, presentamos una introducción a las clases léxicas abiertas,
proponiendo una distinción entre nombres, verbos, adjetivos y ad-
verbios. Especial atención es ofrecida a las llamadas “palabras flexi-
bles”, es decir, a las palabras que cumplen con los propotipos
establecidos para varias de esas clases, sin que medie ningún tipo de
derivación.

4.2 Clases cerradas

4.2.1 Pronombres personales

El sistema de pronombres de la lengua iskonawa distingue tres


personas gramaticales (primera, segunda y tercera), ofrece formas en
plural y singular, y, además, establece una distinción entre una
forma inclusiva y otra exclusiva para la primera persona plural. En
esta persona, además, encontramos, al menos para las formas
inclusivas, dos pronombres que distinguen entre formas plurales
más y menos numerosas (a estas últimas se les denomina paucales).
Todo esto se resume en la siguiente tabla, en la que podemos apre-
ciar que las distintas personas gramaticales presentan distintos tipos
de alineamiento en lo que compete a sus relaciones gramaticales
(esto es tratado en más detalle en el capítulo 5). No se encuentran
distinciones de género en los pronombres del iskonawa.
98 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 18. Pronombres personales del iskonawa

Persona A S P
pronominal

Primera singular ena eah ea

Segunda singular mi mi mia

Tecera singular oanton oa oa

Primera plural Inclusivo: non(bo)1 no(bo) no(bo)


Exclusivo: enabo eahbo eabo

Segunda plural mibo mibo miabo


Tercera plural aboton abo abo

4.2.2 Palabras interrogativas

Las preguntas en iskonawa son discutidas en §11.6, en donde


comentamos sobre algunos de sus rasgos morfosintácticos más
saltantes. En esta sección solamente listamos las palabras interro-
gativas empleadas en esta lengua para la producción de preguntas de
contenido, las mismas que son presentadas en la Tabla 19. Tal como
podemos apreciar en dicha tabla, encontramos cuatro raíces distin-
tas: tsoa, empleada para preguntar sobre entidades animadas (por lo
general, humanas) y traducible como ‘¿quién?’ (esta forma recibe
marcas de caso y exhibe un alineamiento tripartito; ver Capítulo 5);
ahuya, empleada para entidades no animadas y traducible como
‘¿qué?’; oa, presente en las formas oato ‘¿cuál?’ y oani ‘¿dónde?’, y
homófona con la forma de tercera persona oa ‘él, ella’; y awa ~ awe
que, combinada con el auxiliar transitivo ak produce la forma
interrogativa ‘¿por qué?’.

1
Las formas con bo se usan para cantidades mayores a 3-4. Las formas sin
bo se pueden emplear para grupos de 3-4 (paucal). Por lo general, los hablantes
sostienen que el dual (grupos de dos) es mejor expresado por la forma no rabe,
que incluye el numeral rabe ‘dos’. En principio, rabe ‘dos’ puede combinarse
también con las otras personas gramaticales.
CAPÍTULO 4 99

Tabla 19. Palabras interrogativas del iskonawa

Palabra interrogativa Significado


Tsoa ‘¿quién?’
Ahoya ‘¿qué?’
Oato ‘¿cuál?’
Oani ‘¿(a) dónde?’
Awa aki ‘¿por qué? (INTR)’
Awe akin ‘¿por qué? (TRAN)’

4.2.3 Demostrativos

Los demostrativos del iskonawa constituyen un sistema basado


en la distancia que establece tres distinciones espaciales traducibles
al castellano como ‘este’ (na), ‘ese’ (oa) y ‘aquel’ (oan). Estos tres
deícticos se presentan en la tabla siguiente.

Tabla 20. Demostrativos del iskonawa

Demostrativo Significado
na ‘este’
oa ‘ese’
oan ‘aquel’

4.2.4 Posposiciones

El iskonawa exhibe 13 palabras que pueden ser identificadas


como posposciones, todas presentan valor locativo (y, en algunos
casos, direccional). Todas las posposiciones comparten la propiedad
de poder aparecer con un complemento no marcado para formar un
tipo de constituyente que es denominado frase posposicional en
este bosquejo gramatical. Algunas de estas formas pueden aparecer
sin el referido complemento.
100 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 21. Posposiciones del iskonawa

Posposición Significado
Keha ‘al borde de’
Pechi ‘sobre’ (con contacto)
Manao ‘sobre’ (sin contacto)
Chiname ‘debajo’
Chibi ‘afuera’
Mena ‘dentro, en, hacia’
Chaima ‘cerca’
Anihiko ‘muy cerca’
Chitoma ‘lejos’
Nashi ‘en medio de, entre’
Mahkata ‘en, hacia’
Taname ‘al pie de’ (‘debajo de’)
Mastoma ‘arriba de’

Los dos contextos gramaticales en los que las posposiciones


iskonawa pueden aparecer son ilustrados a continuación. En (39)
encontramos una frase posposicional con complemento y en (40)
encontramos una frase posposicional sin complemento. Más
información se ofrece en §6.2.2.

(39) German ka kahe mena iki.


German ka kahe mena iki
flaco EVI.1 casa dentro COP
‘Germán está dentro de la casa’.

(40) German ka mena iki.


German ka mena iki
flaco EVI.1 dentro COP
‘Germán está adentro’.

4.2.5 Ideófonos

Uno de los rasgos más llamativos del iskonawa es la presencia de


una clase (hasta donde sabemos, cerrada) compuesta de palabras de
carácter onomatopéyico a las que llamamos ideófonos en este
bosquejo gramatical. Los ideófonos en iskonawa presentan propie-
CAPÍTULO 4 101

dades formales llamativamente similares. Para empezar, todos inclu-


yen formas reduplicadas y todos son combinados con los auxiliares
intransitivo (ik) y transitivo (ak), que encontramos en la lengua.
Los ideófonos del iskonawa se basan en un principio icónico
para dar cuenta de realidades sonoras relacionadas a eventos de la
naturaleza, tales como el soplido del viento, y a procesos corporales,
tales como eructar o atragantarse. En muchos casos, sin embargo, el
carácter icónico de estos lexemas es menos claro y es posible
afirmar que estamos ante casos de simbolismo fonético en los que
no encontramos una relación icónica directa o transparente entre la
palabra y el evento a representar (Cf. por ejemplo boni boni iki ‘tener
hambre’).

Tabla 22. Ideófonos del iskonawa

Ideófono significado
poyo poyo iki ‘soplar el viento’
baski baski iki ‘sacudirse (un animal)’
boni boni iki ‘tener hambre’
chai chai iki ‘ser charlatán’
tas tas iki ‘crujir (los dientes)’
ho ho iki ‘llorar’
poro poro iki ‘derramarse’
koe koe iki ‘atorarse con líquidos al beber muy rápido’
parah parah iki ‘zapatear’
patsa patsa aki ‘golpear con la palma de la mano haciendo un
ruido fuerte’
kori kori iki ‘atragantarse, comer muy rápidamente’
rahka rahka aki ‘lijar’
tahka tahka iki ‘cascabelear la serpiente’
tirin tirin iki ‘latir el corazón’

4.3 Clases abiertas

4.3.1 Nombres y adjetivos

La existencia de clases abiertas de palabra (del tipo nombre, verbo o


adjetivo) en las lenguas del mundo puede ser entendida como la
consecuencia de procesos de gramaticalización en los cuales ítems
léxicos que cumplen funciones pragmáticas y/o semánticas especí-
ficas se constituyen en clases sintácticas que comparten un conjunto
102 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

de propiedades gramaticales. Una vez en el terreno de la sintaxis, los


principios semánticos y pragmáticos se tornan menos relevantes
para determinar la adscripción de una palabra a una clase deter-
minada y, por lo tanto, no esperamos que las clases de palabras en
las lenguas sean semánticamente homogéneas: nombre, verbo,
adjetivo son categorías primariamente sintácticas, no semánticas ni
pragmáticas. Sin embargo, ciertos conceptos tienen a gramatica-
lizarse en ciertas clases sintácticas específicas y, por lo tanto, pueden
considerarse como conceptos prototípicos para cada una de ellas.
Por ejemplo, el concepto ‘piedra’ es más problablemente expresado
por un nombre que por un verbo (asumiendo que la lengua en
cuestión establezca tal distinción); mientras que lo contrario ocurre
con un concepto como ‘matar’.
Nuestra aproximación a las clases abiertas de palabras en este
bosquejo gramatical del idioma iskonawa parte de este principio
primordial y, por lo tanto, no asume ninguna distinción entre clases
de palabras como universal o necesaria. Asimismo, asumimos una
separación metodológica entre tres niveles de análisis para el estudio
de las clases de palabras: el sintáctico, el semántico y el pragmático.
Con el primero, nos referimos a distinciones de clases sintácticas de
palabras (del tipo nombre vs. verbo vs. adjetivo); con el segundo,
hacemos alusión a los distintos tipos de conceptos (entidades vs.
estados vs. propiedades físicas); finalmente, con el tercero nos referimos
a lo que consideramos las tres funciones pragmáticas básicas del
lenguaje (referencia, modificación y predicación). Si bien en lenguas como
el castellano existe una clara relación y una relativamente sistemática
interacción entre estos tres niveles; en tanto que, por ejemplo, los
nombres (sintaxis) funcionan como expresiones referenciales
(pragmática) y están asociados a entidades (semántica); esto no es
necesariamente tan claro y transparente en otras lenguas. Y este es
justamente el caso del iskonawa. En el idioma iskonawa, no es
extraño encontrar una misma palabra cumpliendo diversas funcio-
nes pragmáticas, tales como predicación, modificación y referencia.
Tomemos el ejemplo de la palabra imata ‘flaco, delgado’. Esta
palabra cumple las funciones arriba especificadas:
(41) Yawá imata Germanin retea. (modificación)
yawá imata German-nin rete-a
sachavaca flaco Germán-ERG matar-PERF
‘Germán mató una sachavaca flaca’.
CAPÍTULO 4 103

(42) Imata ka ikon oa. (referencia)


imata ka ikon o-a
flaco EVI.1 ciertamente venir-PERF
‘El/un flaco vino ciertamente (y yo lo ví)’.

(43) German imatai. (predicación)


German imata-i
Germán.ABS flaco-IMPF
‘Germán se está volviendo flaco’.

Este patrón distribucional se encuentra en asociación a una larga


lista de palabras en Iskonawa: estas palabras pueden cumplir las tres
funciones pragmáticas especificadas en esta sección sin necesidad de
que opere ningún proceso de derivación morfológica. Sin embargo,
si encontramos una restricción importante que ha sido ya documen-
tada para otras lenguas de la familia pano. La predicación asociada a
palabras como imata ‘flaco’ siempre tiene un rasgo semántico
esencial, el de cambio de estado (= volverse flaco). Algo similar
ocurre, por ejemplo, con una palabra como oni ‘persona’, cuya
distribución es ilustrada a continua-ción con los siguientes ejemplos.

(44) Oni chahu ka ikon iki. (modificación)


oni chahu ki iki
gente venado EVI.2 COP
‘Dicen que hay un venado hombre’.

(45) Yoina onin retea. (referencia)


yoina oni-n rete-a
animal persona-ERG matar-PERF
‘El hombre mató el/un animal’.

(46) Chahu onia. (predicación)


chahu oni-a
venado.ABS gente-PERF
‘El venado se volvió gente’.

Existe una diferencia, sin embargo, entre palabras como imata


‘flaco’ y oni ‘persona’ que resulta relevante para la adecuada com-
prensión de las distinciones de palabras en iskonawa. Algunas pala-
104 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

bras, tal como es el caso de imata ‘flaco’, pueden modificar un nú-


cleo referencial apareciendo antes o después del mismo; mientras
que otras, tal como ocurre con oni ‘persona’, solo pueden modificar
un núcleo referencial si aparecen antes de este. Este patrón se ilustra
a continuación:

(47) oni chaho


oni chaho
gente venado
‘venado hombre’

(48) chaho oni


chaho oni
venado persona
*‘venado hombre’ / ‘hombre venado’

(49) imata chaho


imata chaho
flaco venado
‘venado flaco’

(50) chaho imata


chaho imata
venado flaco
‘venado flaco’

Es interesante notar que las palabras que se alinean distribucio-


nalmente con oni ‘persona’ suelen hacer referencia a conceptos que
interlingüísticamente son expresados por nombres en otras lenguas
del mundo (conceptos de estabilidad muy alta que se corresponden
con entidades); mientras que las palabras que se alinean con imata
abarcan estados, en muchos casos, poco estables, tal como ocurre
con los adjetivos en muchas lenguas del mundo.
Entonces, más allá del alto grado de similitud entre palabras que
siguen uno y otro patrón, es posible sostener que la distribución
asociada a la función de modificación establece una distinción entre
dos clases de palabras. Es posible proponer que la clase de las pala-
bras que se alínea con oni ‘persona’ puede ser considerada la clase de
los nombres iskonawa, mientras que la que se alínea con imata
CAPÍTULO 4 105

‘flaco’ se corresponde a la de los adjetivos. Las siguientes tablas


ilustran palabras pertenecientes a ambas clases:

Tabla 23. Adjetivos del iskonawa

Adjetivo Significado
bara liso
bebá maduro
chainewa largo
chehe negro, oscuro
chikish flojo, perezoso

Tabla 24. Nombres del iskonawa

Nombre Significado
aben mono capuchino (grande)
abukuma camungo
ainbo mujer (casada)
ako tambor tradicional
amen capibara

4.3.2 Verbos

La identificación de una clase de verbos en el idioma iskonawa


es relativamente más sencilla, tomando en cuenta que en dicha
lengua encontramos un conjunto de palabras que tienen por
función no marcada la predicación, pero que requieren morfología
derivativa para aparecer en funciones de referencia y modificación.
Estas palabras, cuando funcionan como predicados, presentan una
semántica heterogénea (que incluye conceptos de muy baja esta-
bilidad, prototípicamente asociadas a verbos en otras lenguas del
mundo) y no se restringen a significados vinculados al cambio de
estado, tal como ocurre con los nombres y los adjetivos de la
lengua. Este patrón es ilustrado en los siguientes ejemplos:

(51) Yoina onin retea. (predicación)


yoina oni-n rete-a
animal persona-ERG matar-PERF
‘El hombre mató el/un animal’.
106 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(52) Chaho retea ena oina. (modificación)


chaho rete-a oin-a
venado.ABS matar-NOMLZ ver-PERF
‘Yo vi al/un venado muerto’.

(53) Reteabo ki mainoah pikota. (referencia)


rete-a-bo ki mai-no-ah pikot-a
matar-NOMLZ-PLU EVI.2 tierra-LOC-CP:S salir-PERF
‘Dicen que los muertos salieron de la tierra’.

Entonces, tal como lo muestran los ejemplos arriba, palabras


como rete ‘matar’ requieren de un morfema nominalizador como el
marcador -a para cumplir las funciones de referencia y modifi-
cación, y esto las hace diferentes a las palabras tratadas como
adjetivos y nombres en este bosquejo gramatical. La siguiente tabla
ilustra algunos verbos en iskonawa:

Tabla 25. Verbos del iskonawa


Verbo Significado
choka lavar algo, bañar a alguien
hanti encontrar algo
hara jalar algo
hechí sonreir
hewa hacer un tejido con hojas de palma

4.3.3 Adverbios

Los datos permiten postular también una pequeña clase de


adverbios, la mayoría de ellos ligados a la expresión de conceptos
espaciales y temporales. Sin embargo, los adverbios son largamente
la clase más heterogénea de la lengua, siendo el caso que varios de
ellos exhiben propiedades diferentes en lo que toca a su función de
predicación y modificación.
Muchos de los miembros potenciales de la clase de adverbios no
pueden ser empleados como predicados y esto los distingue de las
otras clases abiertas de palabras postuladas aquí. Adicionalmente, en
lo tocante a la función de modificación, los adverbios pueden modi-
ficar predicados sin la participación de morfología derivativa extra
CAPÍTULO 4 107

(propiedad que los unifica), pero sólo algunos de ellos pueden


además modificar entidades lingüísticas con función referencial. La
siguiente tabla resume los distintos patrones que encontramos en las
palabras que pueden ser incluidas en la clase de adverbios. El
primero se aprecia en el adverbio locativo ani ‘aquí’, el segundo en el
adverbio temporal berí ‘ahora’, y el tercero en el adverbio temporal
yamé ‘noche’.
Tal como ya mencionamos, lo que unifica a estas tres palabras es
su capacidad para modificar predicados sin necesidad de que
participe ninguna derivación morfológica; sin embargo ani ‘aquí’ no
puede cumplir funciones de referencia, predicación y modificación
de entidad referencial; berí ‘ahora’ no puede cumplir funciones de
referencia y predicación pero sí puede modificar entidades
referenciales; y, finalmente, yamé ‘noche’ sí funciona como
predicado y como entidad referencial, pero no como modificador
de esta última. Estos tres patrones se distribuyen en el corpus de
adverbios de la lengua.

Tabla 26. Distribución de los adverbios del iskonawa

Adverbio Predicación Referencia Modificación Modificación


de predicado de referencia
ani ‘aquí’ NO NO SÍ NO

berí ‘ahora’ NO NO SÍ SÍ

yamé ‘noche’ SÍ SÍ SÍ NO

Una breve lista de adverbios en iskonawa es presentada a


continuación, seguida de dos ejemplos de adverbios en su función
de modificadores de predicados.

Tabla 27. Adverbios del iskonawa

Adverbio Significado
ana ‘otra vez’
atio ‘a la derecha’
berabi ‘todavía’
hamereh ‘en silencio’
iská ‘así’
108 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(54) Yoina ani onin retea. (modificación de predicado)


yoina ani oni-n rete-a
animal aquí persona-ERG matar-PERF
‘El hombre mató el/un animal aquí’.

(55) Yamé ena oina ewen epa. (modificación)


yamé e-na oin-a ewen epa
en.noche 1SG-A ver-PERF 1SG.GEN padre
‘Yo vi a mi padre en la noche’.

4.3.4 Resumen

La siguiente tabla resume lo expuesto hasta este momento. Se


presenta allí información sobre aquellas funciones que las distintas
clases de palabras que encontramos en iskonawa pueden cumplir sin
que medie derivación morfológica. La tabla considera cuatro
funciones postuladas como básicas en esta sección: predicación,
referencia, modificación de predicado y modificación de entidad
referencial.

Tabla 28. Clases de palabra iskonawa

Clase de Predicación Referencia Modificación Modificación


palabra de predicado de referencia
nombres SÍ SÍ NO SÍ (antes del
núcleo)
adjetivos SÍ SÍ NO SÍ (antes y
después del
núcleo)
verbos NO NO NO SÍ

adverbios SÍ/NO SÍ/NO SÍ SÍ/NO

4.3.5 Palabras flexibles

La lengua iskonawa presenta una lista de palabras que pueden


considerarse flexibles en tanto que obedecen a más de uno de los
patrones distribucionales presentados previamente. Lo que los hace
diferentes a las palabras ilustradas en las secciones anteriores es,
básicamente, que en su función predicativa no presentan un signi-
CAPÍTULO 4 109

ficado vinculado al cambio de estado (y eso los asemeja a los


verbos), pero, al mismo tiempo, pueden cumplir funciones de refe-
rencia y modificación de entidades referenciales sin que medie
ningún tipo de derivación morfológica (tal como ocurre con los
adjetivos y los nombres). Las llamadas palabras flexibles del iskona-
wa, sin embargo, no cumplen la función de modificación de predi-
cados que ha sido atribuida a los adverbios en esta sección. Una lista
de estas palabras es presentada a continuación. Nótese que algunas
de las palabras en la lista no parecen poder cumplir la función de
modificación de referencia, pero todas pueden servir de entidades
referenciales sin necesidad de ninguna derivación.

Tabla 29. Palabras flexibles del iskonawa

Palabra Predicación Referencia Modificación

atosh ‘estornudar’ ‘estornudo’ ‘que estornuda’


baheh ‘susurrar’ ‘susurro’ ‘susurrante’
bana ‘hablar’ ‘lengua, palabra’ ---
hoho ‘llorar’ ‘llanto’ ---
imi ‘menstruar’ ‘sangre’ ---
kako ‘encorvarse’ ‘joroba’ ‘jorobado’
mahka ‘morir’ ‘muerto’ ‘muerto’
maya ‘ir en círculo’ ‘círculo’ ‘circular’
kapó ‘hacer mazamorra’ ‘mazamorra’ ---
nea ‘amarrar’ ‘nudo’ ‘amarrado’
neha ‘abrazar’ ‘abrazo’ ---

Palabras flexibles con una distribución similar existen en otras


lenguas pano. Por ejemplo, en kakataibo, las palabras bana ‘hablar;
lengua, palabra’ e imi ‘menstruar; sangre’ evidencian exactamente la
misma distribución que encontramos en las palabras flexibles del
iskonawa y, por lo tanto, en esta lengua pano existen también
palabras flexibles. Lo que ocurre en iskonawa, sin embargo, es que
la lista de palabras que obedece a este patrón parece ser mayor que
la que encontramos en otras lenguas de la familia. Esto podría tener
que ver con el estado de obsolescencia de esta lengua. Es probable
que sea esta situación la que esté erosionando las diferencias entre
110 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

clases de palabras y esté produciendo la situación descrita aquí. Esta


afirmación, sin embargo, requiere de mayor investigación.
CAPÍTULO 5

RELACIONES GRAMATICALES

5.1 Introducción

Al tratarse de una lengua en estado de obsolescencia, es


esperable que el iskonawa presente un alto nivel de simplificación
gramatical. Esto podría ser especialmente cierto en lo que toca a las
relaciones gramaticales, ya que estas suelen estar asociadas a
sistemas sumamente complejos en otras lenguas de la familia pano
(Cf. Zariquiey 2011, Fleck 2010, Valenzuela 2010, etc.).
Vistos en perspectiva pano, los datos del iskonawa sí sugieren la
simplificación de ciertos paradigmas y la erosión de ciertas formas
morfológicas, así como la flexivización y opcionalidad de ciertas
construcciones que en otras lenguas de la familia son obligatorias.
Sin embargo, este capítulo mostrará que el resultado de todos estos
procesos –contrariamente a lo que cabría esperar– no es necesaria-
mente simple. Por el contrario, la erosión de ciertas formas, así
como los cambios en relación a ciertas construcciones, han produci-
do un sistema complejo de relaciones gramaticales en el que la varia-
ción al interior de una misma construcción y la diversidad de cons-
trucciones con propiedades específicas son la norma.
Tal sistema, por lo demás, le da al iskonawa el estatus de idioma
pano no prototípico, a pesar del alto grado de contacto con el
shipibo-konibo. El iskonawa, tal como veremos, tiene varias carac-
terísticas que pueden considerarse como prototípicamente pano,
pero no es –de ninguna forma– un mero calco del shipibo-konibo,
lengua que, tal como se ha visto en nuestra introducción a esta
gramática, es la que ha reemplazado al iskonawa en la vida cotidiana
de sus últimos hablantes.
El iskonawa no presenta concordancia de sujeto o de objeto en
el verbo y el orden de palabras es altamente libre. En ese sentido, el
terreno central para el estudio de las relaciones gramaticales en
iskonawa es el de la marcación de caso. En §5.2, presentamos una
descripción de la marcación de caso en la lengua y presentamos
112 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

abundantes ejemplos que ilustran la variación inherente a esta


marcación.

5.2 Marcación de caso

La marcación de caso en el iskonawa presenta varios sistemas de


alineamiento de relaciones gramaticales, distribuidos no sólo entre
nombres vs. pronombres como es el caso del kakataibo (Zariquiey
2011), sino también, en lo que toca a los últimos, entre distintas
personas gramaticales. Esto produce un sistema muy rico en el que
alineamientos distintos interactúan en formas altamente sugerentes.
En esta sección estudiamos esas interacciones. Por otro lado, en el
iskonawa contemporáneo la marcación de caso muestra niveles muy
altos de variación de hablante a hablante, e incluso un mismo ha-
blante puede usar dos alineamientos de caso en una misma cons-
trucción. En esta sección ofrecemos referencias a esta variación en
distintos puntos de nuestra argumentación.

5.2.1 Marcación de caso en los pronombres

La siguiente tabla resume las formas pronominales asociadas a


las distintas relaciones gramaticales de S, A y P, que, de acuerdo a
los hablantes de iskonawa, constituyen las formas más usuales o
“más correctas”. Como veremos posteriormente en la Tabla 31, los
datos muestran algunas alternancias en el uso de estas formas pro-
nominales, particularmente en la de segunda persona, tanto en
singular como en plural.

Tabla 30. Marcación de caso en los pronombres iskonawa


Persona pronominal A S P Alineamiento
Primera singular ena eah ea tripartito
Segunda singular mi mi mia acusativo
Tercera singular oanton oa oa ergativo
inclusivo non(bo) no(bo) no(bo) ergativo
Primera plural exclusivo enabo eahbo eabo tripartito

Segunda plural mibo mibo miabo acusativo

Tercera plural aboton abo abo ergativo


CAPÍTULO 5 113

Hay varios detalles que llaman la atención en la Tabla 30. El


primero es, desde luego, la existencia de tres alineamientos distintos
de relaciones gramaticales: la primera persona singular y la primera
persona plural exclusiva se derivan de la misma raíz y muestran
igualmente sistemas tripartitos. La primera persona inclusiva, lo
mismo que las formas singulares y plurales de la tercera persona,
muestran claros patrones ergativos. Finalmente, la segunda persona,
tanto en su forma singular como en su forma plural, muestra un
alineamiento acusativo. En §5.2.3, cuando nos aproximemos a estos
mismos datos desde una perspectiva tipológica, discutiremos la
importancia que tienen para algunas generalizaciones sobre la
interacción entre alineamientos distintos en los llamados sistemas
ergativos escindidos. Tal como se verá entonces, los datos del
iskonawa presentan una conducta divergente con respecto a la
jerarquía de referencia propuesta por Silverstein (1976).
Antes de pasar a la ilustración del paradigma pronominal expues-
to en la Tabla 30, es necesario ofrecer algunos comentarios formales
relevantes. En primer lugar, es importante señalar que, con excep-
ción de lo que encontramos en la segunda persona, es sistemática la
correspondencia entre la presencia de una nasal y la codificación del
argumento A. Esto, dicho sea al pasar, se condice con lo que ocurre
en varias otras lenguas de la familia. El marcador para A, entonces,
lleva las formas siguientes en la tabla: -n, -na y -(n)ton. Otro dato
importante es el de la presencia del morfema -ah como marcador de
‘S’ en el sistema tripartito presente en las formas de primera persona
singular y plural exclusiva. Esta forma se corresponde otra vez con
lo que encontramos en otras lenguas pano con dichos sistemas. Por
ejemplo, en kakataibo el mismo marcador tiene la forma ʂ, obvia-
mente emparentada con la forma -ah si consideramos el cambio ʂ
>h descrito en §3.3.5.
Finalmente, encontramos una marca -a asociada a la función
gramatical de ‘P’ (esto es muy claro en la segunda persona, por
ejemplo), aunque en algunos casos, particularmente en la tercera
persona singular, es posible también un análisis según el cual la
marca -a se ha lexicalizado como parte del morfema pronominal (oa-
a > oa). Otro detalle importante que merece atención tiene que ver
con la forma léxica diferente entre el plural y el singular de la tercera
persona (a y oa, respectivamente). Es probable que esta diferencia
léxica se deba a una influencia del shipibo-konibo que tiene como
114 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

forma de tercera persona al morfema ha. Un detalle final interesante


se aprecia en la posición del pluralizador -bo, que aparece antes de la
marca de ‘A’ en la tercera persona plural, pero después de dicha
marca en la forma de primera persona plural exclusiva.
En lo que sigue ilustramos los tres sistemas de alineamientos
recién descritos. Empecemos con el alineamiento tripartito que en-
contramos en la primera persona, tal como se propone en la Tabla
30. El paradigma presentado en (56)-(58) ilustra la realización de la
primera persona en diferentes funciones gramaticales:

(56) Ena tankara meachia.


ena tankara me-achi-a
1.SG.A gallina.P mano-agarrar-PERF
‘Yo agarré una/la gallina con mis manos’.

(57) Eah Chachi Bainko kai.


eah Chachi Bai-nko ka-i
1.SG.S Chachi.Bai-LOC ir-IMPF
‘Yo voy a la comunidad Chachi Bai’.

(58) Meritanin ea oins oinsi.


Merita-nin ea oin-s oin-s-i
Nelita-ERG 1SG.P ver-HAB ver-HAB-IMPF
‘Nelita siempre me mira sostenidamente’.

En nuestro corpus el paradigma de la primera persona es bas-


tante estable y se realiza de manera muy sistemática. Sin embargo,
no es totalmente extraño encontrar que los hablantes usen formas
pronominales de primera persona del shipibo-konibo en ciertos
contextos. Cuando esto ocurre encontramos que la forma para ‘S’ se
realiza como ea, es decir igual a la que se encuentra en relación con
la función de ‘P’, por lo tanto se produce un patrón ergativo. La
forma de A a veces se realiza también como en y no como ena, lo
que hace que el paradigma iskonawa se parezca todavía más al
encontrado en la lengua shipibo-konibo.
Están todavía por hacerse estudios cuantitativos que nos
permitan determinar con mayor precisión la distribución de ambos
paradigmas. Sin embargo, es altamente probable que el expuesto en
la Tabla 30 tenga una mayor distribución. Más aún, la forma eah se
CAPÍTULO 5 115

ha convertido en un marcador sociolingüístico que les permite a los


iskonawa distinguir entre habla shipibo-konibo y habla iskonawa y,
por eso, los hablantes suelen ser muy cuidadosos con reproducirla y
emplearla adecuadamente.
El patrón acusativo que se aprecia en la segunda persona es
ilustrado a continuación, con un paradigma que repite los contextos
presentados en (56)-(58).

(59) Mi tankara meachia.


mi tankara me-achi-a
2.SG.NOM gallina.P mano-agarrar-PERF
‘Tú agarraste una/la gallina con mis manos’.

(60) Eah Chachi Bainko kai.


mi Chachi Bai-nko ka-i
1.SG.NOM Chachi.Bai-LOC ir-IMPF
‘Tú vas a la comunidad Chachi Bai’.

(61) Meritanin mia oins oinsi.


Merita-nin mia oin-s oin-s-i
Nelita-ERG 2SG.ACU ver-HAB ver-HAB-IMPF
‘Nelita siempre te mira sostenidamente’.

Desafortunadamente, en nuestro corpus, la presencia de formas


de segunda persona es bastante más reducida que la de formas de
primera o tercera persona. Sin embargo, el paradigma acusativo pre-
sentado aquí se aprecia en el habla registrada y es el favorito de los
hablantes durante las sesiones de elicitación.
Hay otros puntos que merecen atención. Uno de ellos es que, tal
como ocurre con la primera persona, el corpus revela la presencia
de formas shipibo-konibo de segunda persona. Nuevamente, los
patrones de distribución de ambos paradigmas requieren de mayor
investigación. Otro dato interesante es que los hablantes de isko-
nawa consideran como válido también emplear la marca de ‘S’ con
la segunda persona para producir la forma miah, generando así un
paradigma tripartito. Sin embargo este paradigma, por demás siste-
mático con la primera persona, no se aprecia en el corpus textual y
sólo apareció en sesiones de elicitación. El uso de un alineamiento
tripartito con la segunda persona podría representar un estado
116 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

anterior de la lengua, pero también podría ser el resultado de una


analogía con el comportamiento de la primera persona, conside-
rando que, tal como hemos explicado, el paradigma tripartito cons-
tituye un marcador sociolingüístico de lo que constituye el habla
propiamente iskonawa.
Sólo resta ilustrar el paradigma ergativo, presente en las formas
de tercera persona y de primera persona plural inclusiva. Este se
aprecia en el siguiente paradigma:

(62) Oaton tankara meachia.


oaton tankara me-achi-a
3.SG.ERG gallina.P mano-agarrar-PERF
‘Él agarró una/la gallina con mis manos’.

(63) Oa Chachi Bainko kai.


oa Chachi Bai-nko ka-i
1.SG.ABS Chachi.Bai-LOC ir-IMPF
‘Él va a la comunidad Chachi Bai’.

(64) Meritanin oa oin oinsi.


Merita-nin oa oin-s oin-s-i
Nelita-ERG 3SG.ABS ver-HAB ver-HAB-IMPF
‘Nelita siempre lo/la mira sostenidamente’.

La conducta de la tercera persona singular en textos naturales es


particularmente llamativa, en tanto que la forma predominante es
aquella que los iskowana atribuyen al shipibo-konibo: a (< ha). Esta
forma obedece el mismo patrón ergativo en ambas lenguas y en ese
sentido no encontramos diferencia entre ambas.
En esta sección hemos presentado e ilustrado los alineamientos
de marcación de caso presentes en los pronombres. Para ello, nos
hemos concentrado en las formas del singular. Información sobre
los patrones de variación y sobre la influencia del shipibo-konibo en
el iskonawa también se ha ofrecido en esta sección. Sin embargo,
este tópico requiere de mayor estudio. En la sección que sigue
exploramos brevemente la marcación de caso en los nombres.
CAPÍTULO 5 117

5.2.2 Marcación de caso en nombres

Los nombres en iskonawa muestran sistemáticamente un


alineamiento ergativo, en el que el caso ergativo es siempre marcado
con un elemento morfológico que porta un rasgo nasal (tal como
ocurre muchas otras lenguas pano), mientras que los nombres abso-
lutivos permanecen no marcados. Tal como ocurre con otras len-
guas pano, la marca de ergativo presenta cierta variación alomór-
fica. En general, esta variación puede predecirse a partir de la estruc-
tura silábica de la palabra a la cual se añade el marcador.
Los principios métricos que operan en la distribución de los
alomorfos ergativos del iskonawa se parecen a los que encontramos
en otras lenguas de la familia pano, particularmente shipibo-konibo
(Cf. Valenzuela 2003). En primer lugar, las palabras de una o dos
sílabas que no terminan en consonante llevan la marca ergativa -n,
tal como se ilustra en el siguiente ejemplo:

(65) Inon tankara bia.


ino-n tankara bi-a
jaguar-ERG gallina.ABS llevar-PERF
‘El jaguar se llevó una/la gallina’.

A su vez, los nombres de una o dos sílabas terminados en n


llevan el morfema -man. A continuación, un ejemplo (es importante
notar, sin embargo, que esta forma alterna en el habla iskonawa con
el alomorfo -nin ilustrado más abajo):

(66) kentsinman tankara pia.


kentsin-man tankara pi-a
jaguar-ERG gallina.ABS comer-PERF
‘El tigrillo se comió la gallina’.

Los nombres de una o dos sílabas, terminados en una conso-


nante diferente de n llevan el morfema ergativo -an, tal como se
aprecia a continuación (nuevamente, es importante notar que esta
forma alterna en el habla iskonawa con el alomorfo -nin):
118 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(67) Yawishan heki pimai.


yawish-an heki pi-ma-i
armadillo-ERG maíz comer-NEG-IMPF
‘El armadillo no come maíz’.

Por otro lado, es importante mencionar que algunas palabras


como kaná ‘trueno’ y mapó ‘greda’ son analizadas en este bosquejo
gramatical como terminadas en una consonante oclusiva final que
no se realiza por razones vinculadas a restricciones fonológicas (ver
§3.5). Estas formas presentan también el morfema ergativo -an y en
este contexto recuperan su consonante, tal como se aprecia en las
formas ergativas kanap-an ‘trueno-ERG’ y mapokan ‘greda-ERG’.
Finalmente, los nombres con tres o más sílabas, sin importar si
terminan en consonante o vocal, llevan el marcador ergativo -nin, tal
como se ilustra a continuación:

(68) Heamitsanin tankara hea.


heamitsa-nin tankara he-a
boa-ERG gallina tragar-PERF
‘la boa se tragó la gallina’

Tal como ya se mencionó, el alomorfo -nin está expandiendo


considerablemente su uso y en el habla natural viene reemplazando
a los alomorfos -man y -an. Es menester una vez más estudiar la
dinámica de esta variación más sistemáticamente. Un detalle final es
que los nombres propios prestados del castellano, todos por igual,
llevan la misma marca: -nin, sin importar su forma fonológica. Ejem-
plos de nombres propios del castellano con la marca del ergativo
son presentados a continuación. Nótese que cada nombre presenta
una estructura silábica diferente y que, de acuerdo con las reglas
estipuladas arriba, deberían llevar diferentes morfemas de ergativo.

(69) Germanin ewen atsa aia aia.


German-nin ewen atsa ai-a
Germán-ERG 1SG.GEN yuca beber-NOMLZ
ai-a
beber-PERF
‘Germán se tomó mi masato’.
CAPÍTULO 5 119

(70) Robertonin ea noikoinsi.


Roberto-nin ea noi-koin-s-i
Roberto-ERG 1SG.P querer-ENF-HAB-IMPF
‘Roberto me quiere mucho’.

(71) Carlanin no mistoa kena


Carla-nin no misto-a ken-a
Carla-ERG 1PLU.ABS reunir-NOMLZ llamar-PERF
‘Carla nos llamó a todos reunidos’.

5.2.3 El problema de la variación

En la Tabla 30, hemos presentado la distribución de diversos


tipos de alineamiento de relaciones gramaticales en la marca de caso
de los pronombres. En dicha tabla, se aprecia que en la marcación
de caso de los pronombres iskonawa se manifiestan los alinea-
mientos tripartito, acusativo y ergativo, en asociación a distintas
personas gramaticales.
Ahora bien, el escenario es todavía más complejo, si tomamos
en cuenta que el corpus iskonawa releva un alto grado de variación
en la marcación de caso de los pronombres: mientras que la primera
persona muestra una alta estabilidad en lo que toca a su alinea-
miento tripartito; la segunda persona, por lo general acusativa,
muestra también una distribución de las marcas de caso que la
acercan a los patrones tripartito y ergativo; y tanto los pronombres
de tercera persona como los nombres pueden aparecer en el patrón
ergativo general o sin marca alguna para la función de A en lo que
constituye un alineamiento neutral. Ver la Tabla 31.
Tabla 31. Variación en la marca de caso en Iskonawa
A S P Alineamiento
1p ena eah ea Tripartito
2p mi(-n) mi(-h, -a) mia Acusativo
(Tripartito)
(Ergativo)
3p oa(nton) oa oa Ergativo
a(n) a a (Neutral)
nombres uni(-n) uni uni Ergativo
‘persona’ (Neutral)
120 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

La variación asociada a los pronombres de tercera persona y a


los nombres se limita a la presencia o ausencia de la marca de ‘A’,
que se encuentra a la base de la distinción entre el alineamiento er-
gativo y el alineamiento neutro. Parece ser el caso que la situación
de obsolescencia de la lengua está debilitando el alineamiento erga-
tivo, que todavía parece ser el favorito para los nombres. Sería in-
teresante poder predecir en qué contextos gramaticales el sufijo para
‘A’ se muestra más o menos estable. Ningún patrón se revela en los
datos y la distinction entre formas marcadas y no marcadas de ‘A’
parece ser sencillamente libre. Esto se ilustra en los siguientes ejem-
plos, tomados del mismo texto, narrados por la misma hablante y
referidos al mismo participante en función de A.

(72) Chachi bain ka (ka) baka shitapaoni.


Chachi bai-n ka (ka) baka shita-paoni
chachi bai.ERG EVI.1 río cruzar.PAS.REM
‘Chachi Bai cruzó el río hace mucho tiempo’.

(73) Kahun yawa ahon chachi bai pikin.


ka-hun yawa a-hon Chachi bai
ir-S/A>A sachavaca matar-S/A>A chachi bai
pi-kin-kin
comer-ASOC-PAS.REM.HAB
‘Yendo, matando sachavacas, Chachi bai hacía comer
a la gente’.

Lo que ocurre con la segunda persona, sin embargo, resulta más


complejo. Los pronombres de segunda persona manifiestan un alto
nivel de variación en lo tocante a su marcación de ‘S’: pueden
aparecer sin marcación, con la marca -h, y con la marca -a, sin que
haya ninguna evidencia de una regla que permita determinar qué
forma aparecerá en qué contexto. Paralelamente, el pronombre de
segunda persona en función de A puede aparecer o no con la marca
-n. Estas distintas estrategias para marcar las funciones gramaticales
en los pronombres de segunda persona producen varios tipos de
patrones que, tal como ha sido indicado en la Tabla 31, producen
tres alineamientos: acusativo, ergativo, tripartito.
CAPÍTULO 5 121

Tabla 32. Combinaciones posibles de las marcas de caso


en la segunda persona del iskonawa

A S P alineamiento
mi mi mia Acusativo
mi mih mia Tripartito
mi mia mia Egativo
min mi mia Tripartito
min mih mia Tripartito
min mia mia Ergativo

Es claro que este alto grado de variación puede encontrar su


potencial explicación en la situación de obsolescencia en la que se
encuentra el idioma. Sin embargo, resulta muy complicado deter-
minar cuál es la historia y cuáles fueron las etapas implicadas en el
proceso. Es probable que, tal como la primera persona parece
sugerir, la forma -h para marcar los argumentos en función de ‘S’
haya sido un rasgo antiguo en el iskonawa, un rasgo que podría
haber estado presente también en la segunda persona. Esta marca se
habría debilitado en la segunda persona (aunque es muy estable en
la primera), produciendo la alternacia mih ~ mi para las formas de
segunda persona en función de S. A esta alternacia se le habría su-
mado en algún momento la presencia de las formas pronominales
con -a, que podría asociarse a un préstamo del shipibo-konibo. Una
situación de debilitamiento similar a la planteada aquí podría expli-
car la alternancia entre las formas min ~ mi para las formas de se-
gunda persona en función de A. La marca de nasalización se habría
debilitado en ciertos contextos dando fruto a la alternacia descrita
en esta sección.
Los sistemas de marcación de caso que, tal como ocurre en is-
konawa, combinan ergatividad con otros alineamientos han sido
descritos en la literatura tipológica a partir de la noción de ergativi-
dad escindida, que a su vez ha sido asociada a la noción de la llama-
da jerarquía de referencia (Silverstein 1976), según la cual la presen-
cia de ergatividad y acusatividad en un mismo sistema de caso se
distribuye de una manera predecible: las categorías más altas de la
jerarquía suelen conllevar patrones acusativos y las categorías más
bajas se asocian a alineamientos ergativos.
122 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 33. La jerarquía de Silverstein (1976)

1p > 2p > 3p > humanos > animados > inanimados

ACUSATIVIDAD ERGATIVIDAD

La idea detrás de esta jeararquía es que es más natural para las


categorías altas exhibir alineamientos con argumentos P marcados
(acusatividad) y que es más natural para las categorías bajas presen-
tar alineamientos en los que el argumento marcado sea A (ergativi-
dad). Sin embargo, la distribución de las relaciones gramaticales en
iskonawa plantea algunos puntos interesantes en lo que toca a las
generalizaciones recién mencionadas. La acusatividad que se aprecia
en la segunda persona está, en realidad, precedida de la tripartición
de la primera persona, que se distingue no por tener una forma P
marcada, sino por tener una forma S marcada. Además, tal como ya
hemos discutido, la segunda persona muestra patrones que pueden
interpretarse como tripartitos y ergativos al mismo tiempo y este
tipo de casos resultan difíciles de explicar a partir de los principios
encerrados en la jerarquía de Silverstein. Estos hechos podrían ser
un interesante tema de trabajo para futuros investigadores.

5.3 Concordancia ergativa

Como otras lenguas pano, el iskonawa incluye marcadores que


se usan para indicar que un adjunto está semánticamente orientado
a un argumento específico de la cláusula y no al evento como un
todo. Lo interesante es que este fenómeno, que se encuentra en
otras lenguas pano y ha sido denominado concordancia del participante
(ver Valenzuela 2005), suele obedecer a un patrón tripartito que es-
tablece diferencias morfológicas entre los argumentos A, S y P. Sin
embargo, esto no parece ocurrir en iskonawa. En esta lengua, la
concordancia tripartita tradicionalmente presente en los sistemas de
concordancia del participante en otras lenguas pano se corresponde
con una concordancia de tipo ergativo, en la que la concordancia
con los argumentos A se marca en el adjunto con la forma -hon y la
concordancia con los argumentos S y P se indica dejando al adjunto
sin ninguna marca de concordancia. Compárense los ejemplos de
iskonawa a continuación, que ilustran el comportamiento de la con-
CAPÍTULO 5 123

cordancia del participante en un adjunto locativo, con los ejemplos


equivantes en kakataibo (tomados de Zariquiey 2011c: 343).

Iskonawa
(74) Ena waka menahon chaho pian aberana.
ena waka mena-hon chaho pia-n
1SG.A río adentro-CP:A venado flecha-INST
a-beran-a
matar-viniendo-PERF
‘Yo, estando en el río, maté un venado y vine’.

(75) Ena waka mena chaho pian aberana.


ena waka mena chaho pia-n
1SG.A río adentro venado flecha-INST
a-beran-a
matar-viniendo-PERF
‘Yo maté un venado que estaba en el río y vine’

(76) Eah waka mena chokikerana.


eah waka mena choki-keran-a
1SG.S río adentro bañarse-viniendo-PERF
‘Yo estando en el río me bañé y vine’.

Kakataibo
(77) ‘Ën kana bakanuxun ‘ó isan.
‘ë-n kana baka-nu-xun ‘ó
1SG-A IND.1SG río-LOC-CP:A sachavaca.ABS
is-a-n
ver-PERF-1/2
‘Yo, estando en el río, ví a una sachavaca’.

(78) ‘Ën kana bakanua ‘ó isan.


‘ë-n kana baka-nu-a ‘ó
1SG-A IND.1SG río-LOC-CP:P sachavaca
is-a-n
ver-PERF-1/2
‘Yo, desde algún otro sitio, ví a una sachavaca que estaba
en el río’.
124 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(79) ‘Ëx kana ninuax ‘uxan


‘ë-x kana ni-nu-ax ‘ux-a-n
1SG-S IND.1SG monte-LOC-CP:S dormir-PERF-1/2
‘Yo, estando en el monte, me quedé dormido’.

Tal como podemos apreciar en los ejemplos presentados arriba,


la concordancia tripartita que encontramos en kakataibo, con tres
marcas distintas en el adjunto en consonancia con las tres funciones
de A, S y P, se corresponde con una concordancia de tipo ergativo
en iskonawa. Esta diferencia podría fácilmente explicarse a partir de
un cambio relacionado a que la marca de ‘S’ -ah se ha perdido en el
paradigma de concordancia del participante del iskonawa. Es impor-
tante notar que exactamente el mismo patrón se encuentra en lo to-
cante a otros tipos de adjuntos. En realidad, la concordancia ergati-
va parece ser la concordancia más expandida en la gramática del
idioma iskonawa. Esto se aprecia en los siguientes ejemplos, que
ilustran la concordancia de participante en un adjunto comitativo.

(80) Ena merita arroz carorinabetanhon mini. (concordancia A)


ena merita arroz carorina-betan-hon
1SG.A Melita.ABS arroz.ABS Carolina-COM-CP:A
mini-i
dar-IMPF
‘Yo le doy arroz a Nelita con Carolina (i.e. con la ayuda de Ca-
rolina)’.

(81) Ena merita arroz carorinabetan minia. (concordancia P)


ena merita arroz carorina-betan
1SG.A Melita.ABS arroz.ABS Carolina-COM
mini-i
dar-IMPF
‘Yo le doy arroz a Nelita con Carolina (i.e. y a Carolina)’.

(82) Eah carorinabetan San Joseniko kai. (concordancia S)


eah carorina-betan San Jose-niko ka-i
1SG.A Carolina-COM San Jose-LOC dar-IMPF
‘Yo voy a San José con Carolina (i.e. vamos juntos)’.
CAPÍTULO 6

CODIFICACIÓN DE OTROS PARTICIPANTES

6.1 Introducción

En este capítulo, exploramos e ilustramos brevemente los casos


oblicuos y otras estrategias que encontramos en la lengua iskonawa
para codificar participantes distintos a S, A y P (que fueron estu-
diados en el capítulo anterior). La lista de marcadores de caso pre-
sentados en este capítulo responden a los patrones que hemos
encontrado en nuestro corpus iskonawa y, por tanto, la lista no es
necesariamente exahustiva. En §6.2, discutimos el dominio de las
relaciones topográficas, prestando atención a los sufijos y posposi-
ciones que pertenecen a este dominio; en §6.3, presentamos otros
sufijos de caso oblicuo; y, finalmente, en §6.4, ofrecemos una discu-
sión de las estrategias existentes en iskonawa para codificar posesión
y relaciones de parte-todo.

6.2 Relaciones topográficas

El dominio de las relaciones topográficas en iskonawa es bastan-


te rico, ya que comprende un sufijo de caso de valor general y una
lista de posposiciones locativas que expresan distintos tipos de
relaciones topográficas. Todos estos elementos son discutidos en
esta sección.

6.2.1 El caso locativo-direccional: -n, -ni, -nko, -niko

El marcador de caso locativo-direccional en iskonawa presenta


en nuestro corpus, por lo menos, cuatro alomorfos: -n, -ni, -nko,
-niko. La distribución de los mismos parece depender del número de
sílabas de la raíz a la que se añaden. La forma más corta, -n, aparece
con raíces de una o dos sílabas; las formas -niko y -nko alternan en
formas con tres sílabas, pero no se deja entrever ninguna regla
morfofonológica transparente; y, finalmente, la forma -ni aparece
126 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

con formas de cuatro o más sílabas. La distribución de estos cuatro


alomorfos es ilustrada a partir del sencillo paradigma presentado a
continuación, en el que el sufijo referido cumple una función direc-
cional.

(83) Eah Liman kai.


eah Lima-n ka-i
1SG.S Lima-LOC ir-IMPF
‘Yo voy a Lima’.

(84) Eah Yarinaniko kai.


eah Yarina-niko ka-i
1SG.S Yarina-LOC ir-IMPF
‘Yo voy a Yarina’.

(85) Eah Trohishonko kai.


eah Trohisho-nko ka-i
1SG.S Trujillo-LOC ir-IMPF
‘Yo voy a Trujillo’.

(86) Eah Pocaripani kai.


eah Pocaripa-ni ka-i
1SG.S Pucallpa-LOC ir-IMPF
‘Yo voy a Pucallpa’.

6.2.2 Las posposiciones locativas y su función

En §4.2.4, hemos presentado la lista de posposiciones locativas


en iskonawa. Se trata de un conjunto de por lo menos 13 palabras
prosódicamente independientes que expresan relaciones topográfi-
cas, pueden portar un complemento que se usa como punto de
referencia y sitúan un participante en relación con él. La lista de
posposiciones es repetida en la siguiente tabla:
CAPÍTULO 6 127

Tabla 34. Posposiciones del iskonawa

Posposición Significado
keha ‘al borde de’
pechi ‘sobre’ (con
contacto)
manao ‘sobre’ (sin contacto)
chiname ‘debajo’
chibi ‘afuera’
mena ‘dentro, en’
chaima ‘cerca’
anihiko ‘muy cerca’
chitoma ‘lejos’
nashi ‘en medio de, entre’
mahkata ‘en’
taname ‘al pie de’ (‘debajo
de’)
mastoma ‘arriba de’

Si bien estas 13 posposiones expresan relaciones topográficas


más precisas que las establecidas por el sufijo locativo presentado en
§6.2.1, por lo menos dos de ellas parecen tener, entre sus funciones,
una bastante general equiparable a la del sufijo locativo en cuestión:
se trata de las posposiciones mena y mahkata, que incluyen entre sus
funciones la de expresar relaciones de locación generales, traduci-
bles al castellano mediante la preposición en. Las diferencias más
precisas entre el sufijo locativo-direccional y estas dos posposi-
ciones requiere todavía de mayor estudio. Una que salta a la vista
tiene que ver con el hecho de que sólo el sufijo locativo tiene
además un valor direccional. Para expresar valores direccionales con
las posposiciones mena o mahkata, estas posposiciones requieren de
una modificación extra: llevan el sufijo -n, que podría corresponder
a uno de los alomorfos del sufijo locativo discutido en §6.2.1.

(87) *eah ni mena kai


eah ni mena ka-i
1SG.S monte dentro ir-IMPF
(‘yo voy al monte’)
128 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(88) Eah ni menan kai.


eah ni mena-n ka-i
1SG.S monte dentro-DIR ir-IMPF
‘Yo voy al monte’.

(89) *eah ni mahkata kai


eah ni mahkata ka-i
1SG.S monte en ir-IMPF
(‘yo voy al monte’)

(90) Eah ni mahkatan kai.


eah ni mahkata-n ka-i
1SG.S monte en-DIR ir-IMPF
‘Yo voy al monte’.

La posibilidad de obtener significados direccionales por inter-


vención del marcador que hemos ilustrado en los ejemplos arriba
(-n) está restringido a las posposiciones mena ‘dentro, en’ y mahkata
‘en’. Existe, por otra parte, una clara diferencia entre la distribución
del sufijo locativo y la distribución de las posposiciones presentadas
en la Tabla 34. Ella se aprecia en el hecho de que en general las
pos-posiciones pueden emplearse sin complemento, de una manera
similar a la que correspondería a los adverbios. Esto se ilustra a con-
tinuación con la posposición mena ‘en, dentro’ (en el primer ejemplo
aparece con un complemento y en el segundo sin él).

(91) Eah ni mena ohai.


eah ni mena oha-i
1SG.S monte dentro dormir-IMPF
‘Yo voy duermo dentro del monte’.

(92) Mi mena manai.


mi mena mana-i
2SG.A dentro esperar-IMPF
‘Tú esperas adentro’.

La posición presentada en (92) puede ser ocupada por práctica-


mente todas las posposiciones presentadas en la Tabla 34, pero no
CAPÍTULO 6 129

así por ninguno de los alomorfos del sufijo locativo-direccional


presentado en §6.2.1, ni siquiera el bisilábico -niko.

6.2.3 -ki ‘locativo-direccional indirecto’

El sufijo -ki se usa para hacer referencia a locaciones y


direcciones imprecisas traducibles al castellano mediante
preposiciones tales como por o hacia. Los ejemplos siguientes
ilustran ambas funciones:

(93) Burikiti wakaki.


Burikiti waka-ki
Lentes río-LOC.IND
‘Los lentes (están) por el río’.

(94) Eah wakaki kai.


eah waka-ki ka-i
1SG.S río-LOC.IND ir-IMPF
‘Yo estoy yendo hacia el río’.

Este sufijo se emplea también para codificar a la fuente de


ciertos predicados asociados a emociones, tal como se muestra en el
ejemplo siguiente:

(95) Eah inoki pari.


eah ino-ki pari-i
1SG.S jaguar-LOC.IND tener.miedo-IMPF
‘Yo le tengo miedo a los jaguares’.

6.2.4 -nkonia ‘ablativo’

El sufijo ablativo del iskonawa se usa principalmente para


expresar origen o lugar de procedencia. La forma de este sufijo
sugiere que podría haber provenido de la combinación de dos de los
alomorfos del locativo (-nko ~ -ni), que aparecen juntos en el abla-
tivo, -nkoni, y la forma -a, que parece aportar el valor de origen o
procedencia al sufijo: -nkoni-a > -nkonia ‘ablativo’. El sufijo ablativo,
a diferencia de lo que ocurre con el locativo, no presenta variación
alomórfica de ningún tipo.
130 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(93) Eah Limankonia oa


eah Lima-nkonia o-a
1SG.S Lima-ABLA venir-PERF
‘yo vine de lima’

6.3 Otros marcadores de caso oblicuo

En lo que sigue, ilustramos brevemente otros marcadores de


caso oblicuo que encontramos en el idioma iskonawa. En §6.3.1,
presentamos el comparativo -kesa, en §6.3.2, el sufijo instrumental
-pan, en §6.3.3, el distributivo -rana y en §6.3.4 el comitativo -betan.

6.3.1 -kesa ‘comparativo’

El marcador -kesa ‘comparativo’ se usa en las construcciones


comparativas, en donde aparece en el estándar de la comparación.
Esto se ilustra en el siguiente ejemplo:

(97) German nononkesa nia ishina


German nonon-kesa ni-a i-shina
German pato-COMP caminar-NOMLZ ser-PAS.días
‘German era el que caminaba como pato hace unos días’.

6.3.2 -pan ‘instrumental’

El marcador -pan es el instrumental general del iskonawa, tal


como se ilustra en el ejemplo presentado a continuación:

(98) Koshpapan ena benia, nishipan ena nea.


koshpa-pan ena beni-a nishi-pan
madera.dura-INST 1SG.A levantar-PERF soga-INST
ena nea-a
1SG.A amarrar-PERF
‘Levanté (mi casa) con madera dura, la amarré con soga’.

En el caso de las palabras interrogativas, sin embargo, encontra-


mos el morfema instrumental -ton. Véase el siguiente ejemplo:
CAPÍTULO 6 131

(99) Ahoyaton min miwen kahe benia?


Ahoya-ton mi miwen kahe beni-a
qué-INST 2SG.A 2SG.GEN casa levantar-PERF
‘¿Con qué has levantado tu casa?’.

6.3.3 -rana ‘distributivo’

El marcador -rana ‘distributivo’ indica que el evento ocurre sobre


cada miembro de un grupo independientemente. Esto se aprecia en
el siguiente ejemplo:

(100) Ena kaheranabi oini.


ena kahe-rana-bi oin-i
1SG.A casa-DIST-mismo ver-IMPF
‘Voy a ver cada casa una por una’.

6.3.4 -be(tan) ‘comitativo’

El sufijo -be(tan) ‘comitativo’ se usa para indicar que un evento es


conducido con la colaboración de un segundo participante. Este
sufijo muestra dos alomorfos, el primero, -be, aparece sólo con
pronombres y el segundo, -betan, aparece con nombres. Un ejemplo
del segundo alomorfo es presentado a continuación.

(101) Germanbetan Liman nishina.


German-betan Lima-n ni-shina
German-COM Lima-LOC caminar-PAS.días
‘(Yo) caminé con German en Lima hace unos días’.

6.4 Posesión y relaciones de parte-todo

En esta sección exploramos las distintas estrategias que


encontramos en iskonawa para expresar relaciones de posesión y de
parte-todo. En §6.4.1, presentamos el sufijo genitivo que encon-
tramos en nombres y los adjetivos posesivos que es posible derivar
a partir de pronombres; en §6.4.2, presentamos el sufijo de posesión
y los pronombres posesivos; en §6.4.3 se describen los genitivos
genéricos, que se usan para expresar relaciones de parte-todo; en
132 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

§6.4.4 presentamos los prefijos de parte del cuerpo; y, finalmente,


en §6.4.5, ilustramos el propietivo y su contraparte negativa.

6.4.1 Adjetivos posesivos y sufijo genitivo

El sufijo genitivo general del idioma iskonawa es -nin y este


marcador aparece con nombres con distintas estructuras silábicas.
Este sufijo es ilustrado a continuación, donde la forma genitiva de
Germán modifica al nombre kahe ‘casa’:

(102) Germanin kahe ka iro.


German-nin kahe ka iro
German-GEN casa.ABS EVI.1 bonito
‘La casa de Germán es bonita’.

Los pronombres personales tienen formas genitivas que no se


derivan a partir del sufijo -nin, tal como se ilustra en la siguiente
tabla. Estas formas genitivas no pueden funcionar como
constituyentes independientes y siempre requieren un núcleo al cual
modificar. Por ello, los llamamos aquí adjetivos posesivos.

Tabla 35. Adjetivos posesivos en iskonawa

Persona Adjetivo Glosa


pronominal posesivo
Primera singular ewen mi
Segunda singular mewen tu
Tecera singular awen su
Primera plural nonbon nuestro
Segunda plural mewenbon su (de ustedes)
Tercera plural awenbon su (de ellos)

6.4.2 Pronombres posesivos y sufijo posesivo

En iskonawa es importante establecer una diferencia entre el


sufijo genitivo y el sufijo posesivo que presentamos en esta sección.
Tal como ya se explicó, el sufijo genitivo crea formas que no pue-
den actuar como constituyentes independientes (tal como ocurre
con las formas castellanas mi, tu, su). La situación es distinta en
CAPÍTULO 6 133

relación con el sufijo posesivo, -na, que ilustramos a continuación.


Este sufijo produce constituyentes que pueden aparecer indepen-
dientemente de cualquier otro elemento en oraciones (tal como
ocurre con las formas castellanas mio, tuyo, suyo). Un ejemplo se
ofrece a continuación:

(103) Na awinkibo Robertona.


na awinki-bo Roberto-na
este cosa-PLU Roberto-POS
‘Estas cosas son las de Roberto’.

Los pronombres personales también pueden derivarse en


pronombres posesivos; esto se consigue añadiendo una a final a los
adjetivos posesivos presentados en la Tabla 35. Véase la Tabla 36,
donde también es posible postular la presencia de -na

Tabla 36. Adjetivos posesivos en iskonawa

Persona Pronombre Glosa


pronominal posesivo
Primera singular ewena mío
Segunda singular mewena tuyo
Tecera singular awena suyo
Primera plural nonbona nuestro
Segunda plural mewenbona suyo (de ustedes)
Tercera plural awenbona suyo (de ellos)

6.4.3 Genitivos genéricos

En compuestos que expresan relaciones de parte y todo no es


necesario incluir un modificador genitivo; basta yuxtaponer el
nombre que hace referencia al todo seguido del sustantivo que hace
referencia a la parte, sin ningún tipo de morfema extra. Esto se
ilustra a continuación:

(104) Ono heni


ono heni
huangana grasa
‘grasa de huangana’
134 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(105) Kahe hontinti


kahe hontinti
casa columna
‘columna de la casa’

6.4.4 Prefijos de parte del cuerpo

La lengua iskonawa presenta 27 prefijos de partes del cuerpo,


que se usan en discurso para hacer referencia una parte del cuerpo
específica de alguno de los participantes de la oración (un estudio
detallado de estos prefijos se ofrece en Rodríguez Alzza 2015).
Prefijos similares han sido descritos para la mayoría de lenguas pano
(ver Zariquiey y Fleck 2012). La siguiente tabla (adaptada de
Rodríguez Alzza 2015) presenta estos prefijos en iskonawa.

Tabla 37. Inventario de prefijos de partes del cuerpo


en iskonawa

prefijo glosa
an- lengua
maxilar
cavidad oral
be- cara, frente
ojo
patilla, sien
al frente (posposición)
bo- cabeza
cabeza
pelo
encima (posposición)
chi- ~tsi- trasero
aguijón
base de objetos
han- vagina
articulación de las piernas
he- diente, pico
hon- seno
in- pene
CAPÍTULO 6 135

cola
ka- columna, lomo
aleta del lomo del pez
ke- boca, labio
ko- barbilla
ma- cabeza
cabeza
cuerno
cresta
terreno
mash- vagina
me- mano
muñeca
na- barriga
o- pie, pata trasera
tobillo
pa- oreja
pe- espalda
omóplato
ala, pluma
caparazón
pi- axila
costilla
cintura
cáscara de plátano o yuca
en medio (posposición)
pon- brazo, pata delantera, rama
codo
ra- cuerpo
re- nariz
hocico
punta
rama
ran- rodilla
ta- pie, pata trasera
raíz
aleta (de árbol)
debajo
136 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

tan- mejilla
te- cuello
nuca
buche
agallas
wi- pierna baja
pantorrilla

Un ejemplo del uso de estos prefijos es presentado en el ejemplo


(106) y allí apreciamos que el poseedor de la parte del cuerpo
implicada es el argumento P de la cláusula, es decir Juanita (el
ejemplo ha sido tomado de Rodríguez Alzza 2015).

(106) Ena Juanita metsomi.


ena Juanita me-tsomi-i
1SG.A Juanita.ABS mano-pellizcar-IMPF
‘Yo pellizco a Juanita en la mano’

6.4.5 El propietivo -ya y su contraparte negativa -oma

Un último punto en la discusión del dominio de la posesión en


iskonawa tiene que ver con el uso del sufijo propietivo -oma, que se
usa para indicar que un participante posee a otro. Por ejemplo, en el
siguiente ejemplo Germán es presentado como “poseyendo” una
esposa.

(107) German shipibo awinya.


German shipibo awin-ya
Germán.ABS shipibo esposa-PROP
‘Germán tiene una esposa shipiba’.

La versión negativa de la oración en (107) se presenta a


continuación: en este caso, el sufijo -oma indica que Germán no
tiene una mujer shipiba.

(108) German shipibo awioma.


German shipibo awin-oma
Germán.ABS shipibo esposa-PROP.NEG
‘Germán no tiene una esposa shipiba’.
CAPÍTULO 7

ATRIBUCIÓN Y MODIFICACIÓN

7.1 Introducción

En este capítulo, exploramos las estrategias de modificación de


nombres en iskonawa. Iniciamos la discusión en §7.2, presentando
algunas categorías morfológicas que operan sobre núcleos nomina-
les; continuamos en §7.3 con la distribución y funcionamiento de
los adjetivos; y, finalmente, en §7.4 ofrecemos una breve descrip-
ción de las construcciones copulativas en iskonawa (para más sobre
la oración simple, ver el capítulo 11).

7.2 Otras categorías del nombre

7.2.1 Número

El iskonawa presenta un sistema de número muy sencillo con


una sola marca con valor plural, que aparece tanto en referentes
animados e inanimados: -bo (pero véanse algunas sutilezas en
relación con los pronombres en §4.2.1) El número singular es no
marcado, y, dado que el uso del pluralizador no es obligatorio,
frases nominales sin este marcador pueden ser interpretadas como
haciendo referencia a entidades plurales. Un ejemplo de -bo es
presentado a continuación:

(109) Iskobakebo shipibobetan ewea.


iskobake-bo shipibo-betan ewe-a
iskonawa-PLU.ABS shipibo-COM vivir-PERF
‘Los iskonawas vivieron con los shipibos’.

Una de las particularidades de este sufijo es que en su forma


ergativa se combina con el morfema -ton, tal como se muestra a
continuación:
138 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(110) Iskobake shipiboton pian aka.


Iskobake-bo shipi-bo-ton pian ak-a
iskonawa-PLU.ABS shipi-PLU-ERG atacar-PERF
‘Los shipibos atacaron a los iskonawa’.

El morfema -bo también aparece con verbos, tal como es


discutido en el Capítulo 10, en donde, además, se mencionan otras
estrategias para codificar categorías asociadas al número en el verbo.

7.2.2 Otros sufijos

7.2.2.1 -hVko ‘diminutivo’

El diminutivo iskonawa presenta la forma -hVko, en la que la


primera vocal armoniza con la última vocal de la base a la que se
añade. Se trata de un sufijo muy productivo que aparece con todas
las clases de palabras, incluyendo verbos (§10.3). Un ejemplo con un
nombre es presentado a continuación:

(111) Awáhako Germanin retea.


awá-hako German-nin rete-a
sachavaca-DIM German-ERG matar-PERF
‘Germán mató una sachavacha pequeña’.

Como suele ser el caso con los diminutivos en otras lenguas del
pano, el diminutivo en iskonawa tiene funciones expresivas que se
distinguen de las propiamente asociadas a las dimensiones físicas de
los referentes. Un ejemplo del uso expresivo de este sufijo se ofrece
en (112). Allí el diminutivo se usa para referirse afectuosamente a
una persona con una discapacidad física y no para hacer alusión al
tamaño de dicha persona.

(112) Betsohoko oa.


betso-hoko o-a
ciego-DIM venir-PERF
‘El cieguito vino’.
CAPÍTULO 7 139

7.2.2.2 La construcción aumentativa

En iskonawa no existe un sufijo aumentativo; sin embargo, sí


encontramos una construcción que cumple tal función semántica.
En este caso, lo que apreciamos es una frase posesiva con el
nombre ewa ‘madre’ como núcleo semántico, de manera tal que la
frase literalmente correspondiente a ‘la madre de la sachavaca’
termina significando ‘sachavaca grande’. Es importante notar que el
nombre precedido por ewa ‘madre’ aparece modificado por el
genitivo que, debido al proceso de metátesis de n discutido en §3.6,
aparece al final de toda la construcción, haciendo que la palabra ewa
se realice como ewan. Esta misma estrategia se aprecia con adjetivos,
aunque, en este caso, el adjetivo aparece reduplicado (ver §7.3). Esta
construcción se usa tanto con referentes masculinos como con
referentes femeninos, sean estos animados o inanimados. Un ejem-
plo de un nombre aumentado se ofrece a continuación:

(113) Koni ewan ka icha waka iki.


koni-n ewa ka icha waka mena iki
anguila-GEN madre EVI.1 mucho río dentro COP
‘Hay muchas anguilas grandes en el río’.

7.2.2.3 -koin y -naish ‘verdadero, genuino’

En iskonawa encontramos dos sufijos que presentan un valor


semántico altamente similar, vinculado a la idea de ‘genuino’ o
‘verdadero’. Estos dos sufijos son -koin y -naish. Mientras que el
primero aparece con nombres, verbos y adjetivos, el segundo sólo
hace lo propio con nombres. En adjetivos y verbos, -koin es un
intensificador y un marcador de modalidad epistémica respectiva-
mente (ver §7.3 y §9.4.1.2). Ejemplos de -koin y -naish en nombres se
ofrecen a continuación (no se postula ninguna diferencia semántica
entre ellos).

(114) oni-koin ‘hombre verdadero’


oni-naish ‘hombre verdadero’

(115) ane-koin ‘nombre verdadero’


ane-naish ‘nombre verdadero’
140 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

7.3 Adjetivación

7.3.1 Adjetivación básica

La adjetivación constituye la estrategia de modificación nominal


más extendida en iskonawa. Los adjetivos aparecen antes o después
de los nombres que modifican (pero ver §7.3.3 para una breve
ilustración de frases nominales no contiguas). Los siguientes ejem-
plos muestran la distribución básica de los adjetivos en iskonawa:

(116) Micha irabonin ea oina.


micha irabo-nin ea oin-a
feo varón-ERG 1SG.P ver-PERF
‘El hombre feo me miró’

(117) Ainbo ironin mia oina.


ainbo iro-nin mia oin-a
mujer bonito-ERG 2SG.P ver-PERF
‘La mujer bonita te miró’

7.3.2 Estrategias de intensificación del adjetivo

Los adjetivos en iskonawa exhiben varias estrategias que se


emplean para intensificar la cualidad que expresan. Las diferencias
semánticas entre estas distintas estrategias son muy sutiles o incluso
inexistentes.

7.3.2.1 La construcción reduplicada


Los adjetivos en iskonawa suelen aparecer reduplicados. Cuando
esto ocurre, aparecen seguidos del nombre ewa ‘madre’ que, debido
a lo explicado en §7.2.2.2, se realiza como ewan. Véase el siguiente
ejemplo:

(118) Micha micha ewan onin ka Jeberson mebia.


micha micha-n ewa oni-n ka
feo feo-GEN madre hombre-ERG EVI.1
Jeberson me-bi-a
Jeberson mano-coger-PERF
‘El hombre muy feo tomó a Jeberson de la mano’.
CAPÍTULO 7 141

7.3.2.2 El diminutivo en adjetivos

El uso del diminutivo en adjetivos tiene en iskonawa una


interpretación intensificadora, generalmente acompañada de un
valor expresivo muy marcado que indica una suerte de solidaridad
con el referente al que se le atribuye la propiedad expresada por el
adjetivo (por lo general, una propiedad entendida por el hablante
como negativa).

(119) Paka Ronin bakenpa imatahako.


Paka Roni-n bakenpa imata-hako
Paka Roni-GEN enamorada flaco-DIM
‘La enamorada de Paka Ronin es bien flaquita’.

7.3.2.3 El adjetivo iro ‘bonito’

El adjetivo iro ‘bonito’ se encuentra en un proceso de gramati-


calización que lo ha convertido en un modificador de otros adjeti-
vos. En esta función, iro expresa intensificación, aparece
inmediatamente después del adjetivo modificado y pierde su inde-
pendencia prosódica. El siguiente ejemplo ilustra este fenómeno.

(120) Batairo gachita ena pishina.


bata-iro gachita ena pi-shin-a
dulce-muy galleta 1SG.A comer-PAS.días-PERF
‘Hace pocos días comí unas galletas muy dulces’.

7.3.2.4 El sufijo -koin en adjetivos

El sufijo -koin ‘genuino, verdadero’, presentado en §7.2.2.3,


aparece con adjetivos, tal como ocurre con las otras estrategias
presentadas aquí, para intensificar su valor semántico. Esto se
aprecia en la siguiente oración:

(121) Eah mastomakoin ainbo heri heri iki.


eah mastoma-koin ainbo heri heri ik-i
1SG.S alta-verdadero mujer amar-IMPF
‘Yo amo a la mujer muy alta’.
142 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

7.3.2.5 Combinaciones de estrategias

Las distintas estrategias presentadas aquí pueden ser combinadas


de distintas maneras. El resultado suele ser una intensificación
radical de la propiedad expresada por el adjetivo. Algunas de estas
combinaciones son presentadas a continuación.

(122) mastomairokoin oni


mastoma-iro-koin oni
alto-muy-verdadero hombre
‘hombre verdaderamente muy alto’.

(123) micha micha ewan onihiko


micha micha-n ewa oni-hiko
feo feo-GEN madre hombre-DIM
‘hombre muy muy feito’.

(124) Ewen awin irapairohoko.


ewen awin irapa-iro-hoko
1SG.GEN mujer bonita-muy-DIM
‘Mi mujer es muy bonita’.

7.3.3 Frases nominales no contiguas

Una propiedad muy interesante del iskonawa es que la contigüi-


dad entre los nombres y adjetivos que los modifican no es obligato-
ria y es bastante común encontrar frases nominales no contiguas en
las que los núcleos nominales y sus modicadores no aparecen segui-
dos unos de otros. Esto es bastante común cuando encontramos
más de un adjetivo modificando a un mismo nombre: cuando esto
ocurre es poco probable encontrar que ambos adjetivos aparecen
contiguos al nombre y es esperable encontrar que uno de los
adjetivos aparece en una posición posverbal, tal como se muestra en
el siguiente ejemplo, en el que el adjetivo imatahako ‘flaquito’
modifica al nombre irabo ‘hombre’ pero no está adyacente a él.
(125) Ena micha irabo oina imatahako.
ena micha irabo oin-a imata-hako
1SG.A feo hombre ver-PERF flaco-DIM
‘Yo vi al hombre feo y flaco’.
CAPÍTULO 7 143

Este tipo de frase nominal no contigua aparece no sólo en casos


de adjetivación compleja, sino que se puede apreciar también en re-
lación con el único adjetivo de una frase nominal, como en el si-
guiente ejemplo:

(126) Ena Paka Ronin bakenpa oina irapairo.


ena Paka Roni-n bakenpa oin-a irapa-iro
1SG.A Paka Roni-GEN enamorada ver-PERF bonito-muy
‘Yo vi a la muy bonita enamorada de Paka Ronin’.

7.3.4 Estrategias de desintensificación del adjetivo

7.3.4.1 -cha ‘desintensificador’

El sufijo -cha ‘desintensificador’ se usa sólo con adjetivos y se


puede traducir al castellano como ‘un poco’. Este sufijo se ilustra en
el siguiente ejemplo:

(127) Ewen toa ikebi enan yoi German michacha.


ewen toa i-ke-bi enan
1SG.GEN hijo ser-NOMLZ-aunque 1SG.A
yo-i German micha-cha
decir-IMPF Germán feo-DESIN
‘Aunque es mi hijo, yo digo que Germán es un poco feo’.

7.3.4.2 -tani ‘un poco’

La forma -tani ‘un poco’ aparece con adjetivos para producir un


efecto desintensificador, similar al de -cha, presentado en §7.3.4.1. Su
uso con adjetivos es ejemplificado a continuación:

(128) Ewen awin mastomatani.


ewen awin mastoma-tani
1SG.GEN mujer alto-un.poco
‘Mi mujer es un poco alta’.
144 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

7.3.5 Construcciones comparativas

En iskonawa no parece existir una construcción comparativa


especializada. Sin embargo, mediante el uso de las estrategias inten-
sificadoras y desintensificadoras presentadas en §7.3.2 y §7.3.4 es
posible producir construcciones que cumplen una función similar a
la de las construcciones comparativas en las lenguas que las presen-
tan. Un ejemplo de estas construcciones con valor comparativo se
ofrece a continuación. Como podemos observar, encontramos dos
oraciones copulares (sin verbo), en las que se repite el mismo
adjetivo, en una intensificado y en la otra desintensificado.

(129) German michakoin, Jeberson michamatani.


German micha-koin Jeberson micha-ma-tani
Germán feo-verdadero Jeberson feo-NEG-un.poco
‘German es más feo que Jeberson (Germán es muy feo;
Jeberson no es tan feo)’.
CAPÍTULO 8

TRANSITIVIDAD Y FENÓMENOS RELACIONADOS

8.1 Introducción

La gran mayoría de predicados en iskonawa aparece sistemá-


ticamente en construcciones que pueden ser descritas y explicadas a
partir de la distinción entre transitivo e intransitivo. Dado que la
realización explícita de los argumentos no-sujeto nunca es obliga-
toria en iskonawa, el número de argumentos no es el criterio defini-
tivo para establecer dicha distinción. Por el contrario, es la forma
del sujeto la que resulta más relevante para distinguir entre construc-
ciones transitivas e intransitivas ya que, si bien es cierto que en
algunos contextos el sujeto tampoco se realiza, en la mayoría de
casos esto sí es así. Los predicados que aparecen con un argumento
sujeto marcado como S pueden ser analizados como intransitivos,
mientras que los que llevan un sujeto marcado como A son transi-
tivos. Tal como ocurre en otras lenguas de la familia, en iskonawa,
existen otros indicadores de transitividad que serán discutidos en
este capítulo, pero a diferencia de lo que ocurre en otras lenguas
pano estos no resultan tan precisos en iskonawa y en esta lengua
encontramos casos que pueden ser considerados excepcionales. En
este capítulo, emplearemos el término transitividad canónica para
referirnos a aquellos casos en los que los datos del iskonawa coin-
ciden largamente con los que conocemos sobre otras lenguas pano;
y transitividad no canónica para los casos en los que la transiti-
vidad en iskonawa se escapa de los moldes pano más prototípicos.
En general, tal como ocurre en otras lenguas pano, existe una
correspondencia relativamente rígida entre cada predicado y un tipo
específico de construcción, por lo que es posible hablar de predi-
cados transitivos (los que aparecen en construcciones transitivas) y
predicados intransitivos (los que aparecen en construcciones intran-
sitivas). Sin embargo, algo sumamente llamativo de la lengua iskona-
wa desde una perspectiva pano es el tamaño de la clase de verbos
que pueden aparecer en ambas construcciones. Los verbos ambi-
146 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

transitivos no son desconocidos para otras lenguas pano pero en las


lenguas en las que se los ha identificado, siempre se suele llamar la
atención sobre su reducido número y sobre su marginalidad para el
funcionamiento general de la sintaxis. Pues bien, en iskonawa, la
clase de verbos ambitransitivos es considerablemente más larga que
en las otras lenguas pano conocidas, siendo que el caso que es
posible contar varias decenas y que muchos verbos exclusivamente
transitivos o intransitivos en otras lenguas pano son abiertamente
ambitransitivos en iskonawa. Esta conducta hace del iskonawa una
lengua pano atípica y trae consecuencias para algunos fenómenos
asociados a la transitividad que resultan característicos de las lenguas
pano, pero que no se aprecian con la misma claridad en iskonawa.
Todos estos fenómenos son comentados en este capítulo.

8.2 Transitividad canónica

En esta sección ofrecemos una breve ilustración de los predica-


dos transitivos e intransitivos en iskonawa que podemos considerar
“canónicos” al asemejarse profundamente a lo que sabemos sobre
otras lenguas pano. Ofrecemos ejemplos que ilustran las construc-
ciones transitivas e intransitivas de la lengua, así como algunas de las
diversas propiedades que nos pueden ayudar a determinar la transiti-
vidad de una construcción en iskonawa.

8.2.1 Predicados intransitivos

A continuación se ofrece un ejemplo de predicado intransitivo


para su posterior discusión.

(130) Jose Antonio beni beni iki.


Jose Antonio beni beni ik-i
José Antonio molesto molesto ser-IMPF
‘José Antonio está molesto’.

La intransitividad de un verbo en iskonawa se aprecia en primer


lugar en la forma de su sujeto (Jose Antonio y no Jose Antonio-nin, en
este caso), pero además existen otros indicadores de intrasitividad,
similares a los que encontramos en otras lenguas pano. Por ejemplo,
en el ejemplo (131) vemos que la forma beba-ah ‘estando sendado’
CAPÍTULO 8 147

lleva la forma -ah que nos indica una relación de co-referencia entre
sujetos en el que el argumento en el predicado matriz (beni beni iki
en (131)) debe ser de tipo S y, por tanto, este verbo precisa ser
intransitivo.

(131) Jose Antonio amenkiri bebah beni beni iki.


Jose Antonio amenkiri beba-ah beni beni
José Antonio él.solo sentarse-SUJ.IDEN:S molesto
ik-i
ser-IMPF
‘José Antonio está molesto, sentado solo’.

Esto también se puede apreciar en otros ámbitos de la cláusula.


Así, si añadimos un direccional venitivo, este tendría la forma keran
que sólo se usa con verbos intransitivos (y no la forma beran que
sólo se usa con los transitivos, ver §10.4.1). Entonces, tendríamos la
forma a continuación.

(132) Jose Antonio amenkiri bebah beni beni ikerani.


Jose Antonio amenkiri beba-ah beni beni
José Antonio él.solo sentarse-SUJ.IDEN:S molesto
ik-keran-i
ser-VEN.INT-IMPF
‘José Antonio viene después de haber estado molesto, sentado
solo’.

Estos y otros rasgos nos permiten determinar con alto grado de


certidumbre que el predicado beni beni iki ‘estar molesto’ pertenece a
la clase de predicados intransitivos. La siguiente tabla presenta algu-
nos de los verbos intransitivos más frecuentes en nuestro corpus;
todos ellos siguen conductas similares a las de beni beni iki.
148 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 38. Verbos intransitivos en iskonawa

Verbo Glosa
ka ‘ir’
o ‘venir’
oha ‘dormir’
hoho ‘llorar’
ik ‘ser’
ohko ‘toser’
ewe ‘vivir’

8.2.2 Predicados transitivos

Los predicados transitivos, por otra parte, son aquellos que


aparecen con un argumento sujeto realizado en su forma A (o
ergativa). Por lo general, estos predicados aparecen, además, con un
segundo argumento, semánticamente menos agentivo, que se realiza
en su forma P (o absolutiva). Los datos muestran que este segundo
argumento es menos obligatorio que el primero y que puede ser
elidido con relativa libertad. Si ambos argumentos se realizan y son
nombres, la construcción transitiva luciría como la presentada en el
ejemplo siguiente:

(133) Felipenin ewen bake senwea.


Felipe-nin ewen bake senwe-a
Felipe-ERG 1SG.GEN hijo.ABS golpear-PERF
‘Felipe ha golpeado (con un palo) a mi hijo’.

Tal como podemos apreciar, la forma del sujeto y, desde luego,


la presencia de un argumento absolutivo nos anuncian que el
predicado pake ‘tumbar’ es transitivo. Sin embargo, tal como ocurre
con los predicados intransitivos, en lo que toca a los predicados
transitivos, además de la forma de sus argumentos, encontramos
otras propiedades que nos ayudan a identificar su transitividad. Así,
en el ejemplo (134), la forma waka menahon ‘dentro del río, A’ nos
indica también que el predicado principal es un predicado transitivo,
ya que se trata de una forma locativa orientada hacia un participante
A y sólo los predicados transitivos tienen tal tipo de participante.
CAPÍTULO 8 149

(134) Felipenin waka menahon ewen bake senwea.


Felipe-nin waka mena-hon ewen bake
Felipe-ERG río LOC-A 1SG.GEN hijo
senwe-a
golpear.con.palo-PERF
‘Felipe, estando en el río, ha golpeado con un palo a mi hijo’.

Lo mismo ocurre con otros mecanismos de la lengua. Así, si


recordamos el direccional venitivo mencionado en (132), veremos
que en el caso de los predicados transitivos, su forma es -beran y no
-keran.

(135) Felipenin waka menahon ewen bake senweberana.


Felipe-nin waka mena-hon ewen bake
Felipe-ERG río LOC-A 1SG.GEN hijo
senwe-beran-a
golpear-VEN.TRAN-PERF
‘Felipe, estando en el río, ha golpeado con un palo a mi hijo y
después ha venido’.

Finalmente, para el caso de los predicados transitivos es posible


mencionar que existe en iskonawa un sufijo verbal de valor malefac-
tivo, que sólo puede aparecer con verbos de dos argumentos y se
orienta siempre hacia el menos agentivo de ambos. En ese sentido,
este sufijo establece una distinción entre verbos transitivos y verbos
intransitivos. Véase el siguiente ejemplo:

(136) Felipenin waka menahon ewen bake senweraberana.


Felipe-nin waka mena-hon ewen bake
Felipe-ERG río LOC-A 1SG.GEN hijo
senwe-arat-beran-a
golpear.con.palo-MAL-VEN.TRAN-PERF
‘Felipe, estando en el río, me lo ha golpeado con un palo a mi
hijo y después ha venido’.

Estos y otros rasgos nos permiten determinar con alto grado de


certidumbre que el predicado senwe ‘golpear con palo’ pertenece a la
clase de predicados transitivos. La siguiente tabla presenta algunos
150 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

de los verbos transitivos más frecuentes en nuestro corpus (todos se


comportan como senwe ‘golpear con palo’):

Tabla 39. Verbos intransitivos en iskonawa

Verbo Glosa
ak ‘hacer’
pi ‘comer’
nika ‘escuchar’
oin ‘ver’
pian ak ‘matar, atacar’
mosha ‘romper’

En iskonawa encontramos unos pocos verbos ditransitivos no


derivados, entre los que podemos mencionar mini ‘dar’ y mebi ‘quitar’
(los únicos dos que encontramos en nuestra base de datos léxicos).
Los verbos ditransitivos en iskonawa aparecen con dos argumentos
absolutivos no marcados (R y T), además del argumento A, que
aparece por lo general en su forma ergativa (pero ver el Capítulo 5,
donde se exploran todas las posibilidades). Si bien los verbos ditran-
sitivos no derivados constituyen una clase muy pequeña, cualquier
verbo transitivo puede recibir un morfema de incremento de valen-
cia y aparecer en una construcción ditransitiva. El siguiente ejemplo
ilustra el uso del verbo ditransitivo no derivado mini ‘dar’:

(137) Felipenin bata Nelita minia.


Felipe-nin bata Nelita mini-a
Felipe-ERG caramelo Nelita dar-PERF
‘Felipe le dio caramelos a Nelita’.

En iskonawa ciertas formas de irrealidad (desiderativo y propó-


sito inmediato) de verbos transitivos no llevan un sujeto de tipo A,
sino uno de tipo S. Esto produce construcciones que pueden ser
llamadas de doble absolutivo y que pueden ser analizadas como
escisiones en el patrón ergativo generalmente asociado a los predi-
cados transitivos. En el ejemplo (138) encontramos una construc-
ción desiderativa y el sujeto aparece en su forma absolutiva (en la
forma no desiderativa, el sujeto aparecería en su forma A).
CAPÍTULO 8 151

(138) Jeshuco min ba boankatsi iki.


Jeshuco min ba boan-kats-i ik-i
Jeshuco 2SG.GEN nieta llevar-DES-S/A>S ser-IMPF
‘Jesús se quiere llevar a tu nieta’.

Las formas de propósito inmediato con -pa muestran exacta-


mente el mismo patrón:

(139) Eah paranti pipai.


eah paranti pi-pa-i
1SG.S plátano comer-PROPO-IMPF
‘Yo quiero comer plátano en este momento’.

8.3 Patrones intransitivos no canónicos

Existen predicados intransitivos con un sujeto absolutivo y un


argumento extra, potencialmente también analizable como absoluti-
vo, que podría analizarse como un objeto. Por su parte, encontra-
mos también otros predicados con sujetos de tipo S y concordancia
intransitiva que poseen un argumento extra marcado con -ki. En
ambos casos estamos ante predicados intransitivos de acuerdo con
los principios presentados en §8.2.1; pero al mismo tiempo estos
predicados presentan dos argumentos y no sólo uno como es
usualmente el caso de los predicados intransitivos. Son estos
ejemplos los que ilustran con mayor claridad el hecho de que en
iskonawa el número de argumentos no tiene que ver directamente
con la transitividad.

8.3.1 Predicados de doble absolutivo


En iskonawa encontramos algunos de predicados que aparecen
en construcciones de doble absolutivo, similares a las descritas en
§8.2.2, mientras explicábamos los patrones de ergatividad escindida
asociados a las formas de irrealidad: es decir, tenemos dos argumen-
tos (como en una construcción transitiva canónica), pero ninguno
lleva marca de ergativo. Todos los predicados que siguen este
patrón parecen tener que ver con verbos de estado (en la mayoría
de casos, psicológico) e incluyen predicados como ‘amar’, ‘desear
sexualmente’, ‘requerir o sentir la falta de algo’, etc. La siguiente
tabla presenta tres predicados en nuestro corpus léxico que apare-
152 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

cen en construcciones de doble absolutivo y un ejemplo de uno de


esos verbos es presentado en (140).

Tabla 40. Verbos de doble absolutivo en iskonawa


Verbo Glosa
heri heri ik ‘amar, querer comer algo’
yama ‘faltar, sentir la falta de’
tewe tewe ik ‘sentir deseo sexual por
alguien’

(140) Eah oinah mia tewe tewe iki.


Eah oin-ah mia tewe tewe ik-i
1SG.S ver-S/A>S 2SG.ACU desear-IMPF
‘Viendote, yo te deseo’.

En general, los predicados aquí presentados pueden aparecer o


no con un segundo argumento absolutivo. Es decir, en algunas
construcciones estos predicados aparecen como verbos intransitivos
canónicos. Sin embargo, lo mismo ocurre con los objetos de los
predicados transitivos canónicos y la diferencia entre los argumen-
tos no-sujeto de estos predicados y el argumento de tipo objeto de
verbos canonicamente transitivos requiere de mayor estudio.
En los siguientes ejemplos se ilustran las distintas construcciones
en las que puede aparecer el verbo yama ‘faltar, necesitar’. En la
primera, yama aparece con un solo argumento S, en lo que consti-
tuiría un predicado intransitivo prototípico; aquí no se especifica a
quién le falta arroz. En el segundo ejemplo, encontramos la misma
situación en términos sintácticos, pero, semánticamente, es claro
que el participante que experimenta la falta es mapeado como un
poseedor genitivo (ewen ‘mi’). Finalmente, en el tercer ejemplo,
encontramos una construcción de doble absolutivo.

(141) Arroz yamasa.


arroz yama-s-a
arroz.ABS faltar-PROG-EST
‘Está faltando arroz’.
CAPÍTULO 8 153

(142) Ewen arroz yamasa.


ewen arroz yama-s-a
1SG.GEN arroz.ABS faltar-PROG-EST
‘Está faltando mi arroz’.

(143) Eah arroz yamasa.


eah arroz yama-s-a
1SG.S arroz.ABS faltar-PROG-EST
‘Me está faltando arroz’.

8.3.2 Predicados que aparecen con un segundo argumento


marcado con -ki

Cinco predicados de estado psicológico en nuestro corpus


pueden aparecer en una construcción de dos participantes en la que
la fuente del estado psicológico es marcada con el locativo indirecto
-ki. Es importante notar que los argumentos marcados con -ki no
son obligatorios, tal como ocurre con cualquier otro argumento en
la lengua, por lo que estos predicados pueden emplearse para expre-
sar estados psicológicos producidos por una fuente identificable y
estados psicológicos sin fuente conocida (por ejemplo: ‘estar moles-
to’ vs. ‘estar molesto con (alguien)’). La siguiente tabla presenta los
predicados de este tipo identificados en nuestro corpus.

Tabla 41. Verbos de segundo argumento con -ki en iskonawa

Verbo Glosa
ointi chohori ik ‘molestarse (con)’
pari ‘tener(le) miedo (a)’
rabin ‘avergonzar(se)’
parinan ‘preocuparse (por)’
enima alegrarse (por)’

Los siguientes ejemplos ilustran los dos tipos de construcciones


en las que pueden encontrarse estos verbos: una con el argumento
marcado por -ki (144) y otra sin él (145).
154 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(144) Eah Meritaki ointi chohori iki.


eah Merita-ki ointi chohori ik-i
1SG.S Nelita-LOC.IND estar.molesto-IMPF
‘Yo estoy molesto con Melita’.

(145) Eah ointi chohori iki.


eah ointi chohori ik-i
1SG.S estar.molesto-IMPF
‘Yo estoy molesto’.

Es importante mencionar aquí que existen predicados de estado


psicológico en nuestro corpus que aparecen en construcciones tran-
sitivas canónicas.

Tabla 42. Verbos transitivos de estado psicológico

Verbo Glosa
rani ‘odiar’
tima ‘detestar’
nui ‘pensar, extrañar, querer’

En el siguiente ejemplo, encontramos un uso del predicado rani


‘odiar’. Es claro que se trata de un verbo transitivo canónico por la
forma del argumento sujeto, que en este caso aparece en su forma A
(ena) y por la forma del predicado dependiente bikehun ‘agarrando’,
que lleva la marca hun, que indica que el verbo principal es
transitivo.

(146) Ewen baba bikehon ena niho rania.


ewen baba bi-ke-hon ena
1SG.GEN nieto agarrar-NOMLZ-TRAN 1SG.A
niho rani-a
espíritu odiar-EST
‘Porque se llevó a ni nieto, yo odio al niho’.

8.3.3 Yoishik ‘mezquinar’

Un último caso interesante que merece ser discutido en esta


sección es el del verbo yoishik ‘mezquinar’, el mismo que puede apa-
CAPÍTULO 8 155

recer, además de con dos argumentos absolutivos, con otro marca-


do por -ki. En ese sentido, se trata de un predicado que puede tener
tres participantes mapeados como argumentos sintácticos (como
sería el caso de un predicado ditransitivo), pero que sigue siendo
intransitivo. A partir de la marcación de sus dos argumentos no-
sujeto, es posible decir que se trata de un predicado intransitivo no
canónico que combina las propiedades de los predicados descritos
en las dos secciones anteriores. En los siguientes ejemplos, aprecia-
mos al predicado yoishik ‘mezquinar’ en las dos construcciones en
las que suele aparecer: sin y con el argumento con -ki:

(147) Eah arroz yoishika.


eah arroz yoishik-a
1SG.S arroz.ABS mezquinar-EST
‘Yo mezquino arroz’.

(148) Eah Carorinaki arroz yoishika.


eah Carorina-ki arroz yoishik-a
1SG.S Carolina-LOC.IND arroz.ABS mezquinar-EST
‘Yo le mezquino arroz a Carolina’.

8.4 Ambitransitividad extendida: una novedad del iskonawa

En las lenguas pano conocidas (ver Loos 1999: 243), la gran


mayoría de verbos son inherentemente transitivos o intransitivos, y
esto puede comprobarse a través de un conjunto de criterios morfo-
sintácticos altamente regulares y productivos. El cambio de clase de
transitividad sólo se consigue a través del uso de un morfema de
cambio de valencia (ver §8.5). Como consecuencia, en las lenguas
pano conocidas encontramos sólo unos cuantos verbos ambitran-
sitivos. La situación es radicalmente distinta en iskonawa, en donde
encontramos una larga clase de verbos ambitransitivos (47 verbos
en nuestra base de datos léxicos pertenece a esta clase). Algunos
verbos ambitransitivos del iskonawa son ilustrados en la siguiente
tabla:
156 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

Tabla 43. Verbos ambitransitivos en iskonawa

Verbo Uso intransitivo Uso transitivo


mahkoro ‘cortarse el pelo’ ‘cortarle el pelo a alguien’
sebi ‘enrollarse’ ‘enrollar’
hoan ‘rascarse’ ‘rascar a alguien’
ipon ‘esconderse’ ‘esconder algo’
kio ‘terminarse’ ‘terminar’
paen ‘emborracharse’ ‘emborrachar a alguien’
pake ‘caerse’ ‘hacer que alguien se
caiga’
rate ‘asustarse’ ‘asustar a alguien’
tarain ‘rodar’ ‘hacer rodar algo’

En los siguientes ejemplos apreciamos al verbo rate en un


contexto intransitivo y en otro transitivo:

(149) misionero oianh ewen papa ratehekoni.


misionero oin-ah ewen papa
misionero.ABS ver-S/A>S 1SG.GEN padre.ABS
rate-heko-ni
asustarse-DIM-PAS.REM
‘Cuando mi padre vio a los misioneros hace mucho tiempo, se
asustó mucho’.

(150) Carorinanin ea ratehekoi.


Carorina-nin ea rate-heko-i
Carolina.ERG 1p.P asustar-DIM-IMPF
‘Carolina me asusta’.

8.5 Cambio de valencia

A pesar de la larga lista de predicados ambitransitivos reseñada


en la sección anterior, en iskonawa, la mayoría de verbos pertenece
a una sola clase de transitividad y, por tanto, aparece en un tipo
particular de construcción (transitiva o intransitiva). Esto sólo
puede variar mediante la participación de un morfema derivativo
explícito que cambie la valencia del verbo, tal como se muestra en
los siguientes ejemplos. En ellos, el verbo intransitivo beni beni ik
CAPÍTULO 8 157

‘estar molesto’ (151) es transitivizado por medio de la inclusión del


sufijo derivativo -ma ‘causativo’ (152). Por otra parte, en (153), el
verbo transitivo senwe ‘golpear con palo’ es detransitivizado gracias a
la participación del sufijo -anan ‘recíproco’ (154).

(151) Kahe menah Merita beni beni ia.


kahe mena-ah Merita beni beni i-a
casa LOC-S Melita estar.molesto-PERF
‘Melita se molestó en la casa’

(152) Jose Antonionin kahe menahon Merita beni beni ima.


Jose Antonio-nin kahe mena-hon Merita
José Antonio-ERG casa LOC-A Nelita
beni beni ik-ma-a
estar.molesto-CAUS-PERF
‘José Antonio hizo molestar a Melita en la casa’.

(153) Felipenin waka menahon ewen bake senwea.


Felipe-nin waka mena-hon ewen bake
Felipe-ERG río LOC-A 1SG.GEN hijo
senwe-a
golpear.con.palo-PERF
‘Felipe golpeó a mi hijo con un palo, estando en el río’.

(154) Felipe waka menah ewen bakebetan senweanan.


Felipe waka mena-ah ewen bake-betan
Felipe.ABS río LOC-S 1SG.GEN hijo-COM
senwe-anan-a
golpear.con.palo-REC-PERF
‘Felipe y mi hijo se han golpeado con un palo, estando en el
río’.

Como podemos apreciar, en el ejemplo en (152), la inclusión del


sufijo causativo -ma produce un cambio en la valencia del predicado
que trae consigo cambios morfosintácticos a otros niveles. Así, con
este sufijo se introduce un participante que porta la marca ergativa y
la forma de la concordancia del participante en el adjunto locativo
es -hon, que indica que el predicado es transitivo (nótese que en el
ejemplo (151) es -ah, que es lo que corresponde a verbos intran-
158 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

sitivos). Por otro lado, en el ejemplo (153), encontramos que la


forma no derivada del predicado senwe ‘golpear con palo’ es transi-
tiva, ya que el sujeto es ergativo y la concordancia en el adjunto
locativo es concordancia de A. En (154), la versión reciprocalizada
del mismo predicado ya no porta un sujeto ergativo, sino absolu-
tivo, y ya no presenta concordancia de A en el adjunto locativo.
Esto es lo que encontramos en los predicados intransitivos.
En iskonawa encontramos al menos dos procesos que incre-
mentan la valencia: aplicativización y causación. Asimismo, encon-
tramos dos procesos que la disminuyen: reflevización y reciproca-
lización. En lo que sigue discutimos e ilustramos cada uno de estos
procesos.

8.5.1 Incremento de valencia

8.5.5.1 Aplicativización

Existen tres aplicativos en iskonawa: -kin ‘aplicativo asociativo’,


-hon ‘aplicativo benefactivo’ y -aran (que alterna con -ran y -karan)
‘aplicativo malefactivo’. Mientras que los dos primeros parecen
exhibir una conducta sintáctica similar, el tercero presenta una serie
de características que lo hacen particular.
El aplicativo asociativo -kin se emplea para ascender al estatus
de objeto a un participante oblicuo de función comitativa. Este
objeto asociativo es semánticamente un participante con cuya cola-
boración el evento se lleva acabo. El asociativo aparece empleado
en el siguiente ejemplo:

(155) Emenkiri akaibi a onin ea akian.


emenkiri ak-ai-bi a oni-n
yo.solo hacer-SUJ>OBJ-ENF ese hombre-ERG
ea ak-kin-a
1SG.P hacer-ASOC-PERF
‘Justo cuando estaba trabajando solo, ese hombre trabajó
conmigo’.

Como podemos apreciar en el ejemplo en (155), dado que el


morfema -kin ‘aplicativo asociativo’ es seguido de una vocal, encon-
tramos un caso de metátesis de n, en lo que constituye un rasgo
CAPÍTULO 8 159

morfofonémico general en la lengua. Sin embargo, un detalle impor-


tante sobre este sufijo es que el asociativo -kin presenta una con-
ducta morfofonémica muy interesante, según la cual cuando aparece
en posiciones pares sí participa del proceso general de metátesis de
n (como en 155), pero, cuando aparece en posiciones impares, tal
proceso no se aplica: por ejemplo, achikina (achi-kin-a ‘aga-
rrar.animal-ASOC-PERF’) y no achikian. Esta conducta morfofo-
némica requiere más estudio. Por otro lado, en el idioma iskonawa
existe un sufijo comitativo -be(tan) y, por lo tanto, es posible encon-
trar construcciones como la de (156) que compiten con otras simi-
lares a la ilustrada en (155):

(156) Emenkiri akabi a onin ebe aka.


emenkiri ak-a-bi a oni-n
yo.solo hacer-NOMLZ-ENF ese hombre-ERG
e-be ak-a
1SG-COM hacer-PERF
‘Justo cuando estaba trabajando solo, ese hombre trabajó
conmigo’.

Si bien el significado es similar en (155) y (156) es bastante


probable que existan diferencias semánticas entre ambos enuncia-
dos; sin embargo, estas no nos han podido ser explicadas por los
hablantes. De todas formas, la manipulación de las relaciones gra-
maticales en ambos ejemplos es obvia y queda claro que lo que se
torna un objeto gramatical en la oración de (155), que presenta el
morfema -kin ‘aplicativo asociativo’ (es decir el pronombre de pri-
mera persona), se corresponde con un participante comitativo como
el de la oración ilustrada en (156).
El ejemplo en (155) muestra al aplicativo asociativo en combina-
ción con un verbo transitivo (ak ‘hacer’). Este mismo morfema apa-
rece en combinación con verbos intransitivos en el corpus, tal como
en el ejemplo en (158) (compararlo con la versión no aplicativa en
(159)), pero nunca en combinación con verbos ditransitivos.

(157) Eah waka mena choki Carorinabe.


ea-h waka mena choki-i carorina-be
1SG-S río LOC bañarse-IMPF Carolina-COM
‘Yo me baño en el río con Carolina’.
160 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(158) Ena waka menahun Carorina chukikini.


ena waka mena-hon carorina
1SG.A río LOC-A Carolina
chuki-kin-i
bañarse-ASOC-IMPF
‘Yo me baño en el río con Carolina’.

El aplicativo benefactivo -hun se usa para indicar que el


evento ha ocurrido o ha sido realizado por alguien en beneficio de
otra persona. Esto se aprecia en los siguientes ejemplos, el primero
sin el benefactivo (159) y el segundo con él (160):
(159) Pablitonin yonxá bea.
Pablito-nin yonxá be-a
Pablito-ERG shuyo.ABS traer-PERF
‘Pablito me trajo shuyo’.

(160) Pablitonin ea yonxá behoan.


Pablito-nin ea yonxá be-hon-a
Pablito-ERG 1SG.P shuyo.ABS traer-BEN-PERF
‘Pablito me trajo shuyo’.

Contrariamente a lo que ocurría con el sufijo asociativo, no


existe otra marca verbal o nominal para expresar benefacción en la
lengua y por tanto este aplicativo es la única estrategia gramatical
existente para expresar esta función. Nótese, por otra parte, que este
sufijo muestra la misma conducta morfofonémica que el sufijo
asociativo -kin y, por lo tanto, cuando aparece como la sílaba impar
de una palabra no se produce metátesis de n (Cf. achihona ‘achi-hon-
a, agarrar animal-BEN-PERF’ y no achihoan). Además, también de
manera similar a lo que ocurre con el asociativo -kin, este sufijo apa-
rece con intransitivos, pero su combinación con un predicado di-
transitivo produce un enunciado inaceptable para los hablantes de
iskonawa.
El aplicativo malefactivo -aran (~ -ran ~ rakan) se usa para
indicar que el evento es perjudial para un participante, el mismo que
es mapeado como un objeto aplicativo en la cláusula. El aplicativo
malefactivo sólo aparece con verbos transitivos y el objeto male-
factivo suele tener una relación semántica con el objeto original del
predicado transitivo, siendo el caso que es usualmente su posesor o
CAPÍTULO 8 161

tiene algún tipo similar de relación (por ejemplo, algún parentesco).


El siguiente paradigma ayuda aclarar esta conducta. En (161) tene-
mos la forma verbal sin el aplicativo malefactivo; en (162) encontra-
mos la misma construcción con la única diferencia de que el objeto
tiene un posesor explícito; en (163) el posesor, es decir, la primera
persona, es introducido como un objeto y el enunciado resulta ina-
ceptable; finalmente, en (164) la presencia del malefactivo permite la
presencia de ese segundo objeto y el resultado se torna totalmente
aceptable para los hablantes.

(161) Inon tankara pia.


ino-n tankara pi-a
jaguar-ERG gallina comer-PERF
‘El jaguar se comió la/una gallina’.

(162) Inon ewen tankara pia.


ino-n ewen tankara pi-a
jaguar-ERG 1SG.GEN gallina comer-PERF
‘El jaguar se comió mi gallina’.

(163) *inon ewen tankara ea pia.


ino-n ewen tankara ea pi-a
jaguar-ERG 1SG.GEN gallina 1SG.P comer-PERF
‘el tigre me comió mi gallina’

(164) Inon ewen tankara ea piaran.


ino-n ewen tankara ea pi-aran-a
jaguar-ERG 1SG.GEN gallina 1SG.P comer-MAL-PERF
‘El tigre me comió mi gallina’.

Un detalle semántico importante es que el objeto malefactivo no


puede ser correferencial ni con el sujeto ni con el objeto no aplica-
tivo del enunciado. En ese sentido el enunciado en (165), en el que
el objeto malefactivo se corresponde con uno de los objetos del
predicado ditransitivo ‘hacer tomar’ es inaceptable. Lo mismo ocu-
rre con el enunciado en (166) en el que el objeto malefactivo es
correferencial con el sujeto intransitivo. Sin embargo, el enunciado
en (167) es totalmente posible.
162 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(165) *Pablitonin ea oaka aiamakarana


Pablito-nin ea oaka aia-ma-karan-a
Pablito-ERG 1SG.P huaca tomar-CAU-MAL-PERF
(‘Pablito me hizo tomar huaca (para hacerme daño)’)

(166) *Pablitonin oaka aiarana


Pablito-nin oaka aia-aran-a
Pablito-ERG huaca tomar-MAL-PERF
(‘Pablito tomó huaca (para hacerse daño)’)

(167) Pablitonin ewen bake ea oaka aiamakarana.


Pablito-nin ewen bake ea oaka
Pablito-ERG 1SG.GEN hijo 1SG.P huaca
aia-ma-karan-a
tomar-CAU-MAL-PERF
‘Pablito me le hizo tomar huaca a mi hijo (para hacerme da-
ño)’.

8.5.1.2 Causación

En iskonawa encontramos un causativo morfológico de semán-


tica muy general, -ma, que expresa causación directa e indirecta, y
otro de valor semántico específico (siempre causación directa) y
distribución restringida), -n. Además de estos morfemas encontra-
mos compuestos verbales en los que el auxiliar transitivo del
iskonawa, ak, funciona como causativo léxico siempre con un valor
de causación directa. Este sistema, curiosamente, contradice lo que
se conoce sobre sistemas de causación en las lenguas del mundo, ya
que, por lo general, si en un sistema de causación tenemos dos
estrategias, una morfológica y la otra léxica, es la primera la que
debería expresar causación directa (Shibatani y Pardeshi 2002). El
caso del iskonawa parece ser el resultado del proceso de obsoles-
cencia en el que se encuentra, pero de todas formas es altamente
llamativo porque podría presentar una posible excepción a esa
importante generalización de la tipología.
El uso del causativo general -ma es ejemplificado en la siguiente
oración:
CAPÍTULO 8 163

(168) Pablitonin Felipe tankara achimai.


Pablito-nin Felipe tankara
Pablito-ERG Felipe.ABS gallina.ABS
achi-ma-i
agarrar.animal-CAU-IMPF
‘Pablito le está haciendo agarrar una gallina a Felipe’.

En este caso, el causativo aparece en un verbo transitivo, pero, al


tratarse de un causativo general, -ma aparece también con verbos
intransitivos, tal como es ilustrado a continuación:

(169) Pablitonin Felipe ohmai.


Pablito-nin Felipe oh-ma-i
Pablito-ERG Felipe.ABS dormir-CAU-IMPF
‘Pablito está haciendo dormir a Felipe’.

Algunas raíces verbales llevan una marca -n que los transitiviza y


expresa causación siempre directa. Esto se ilustra en los siguientes
ejemplos. En el ejemplo (170) encontramos el verbo otsi ‘desinflar’,
que aparece sin el causativo directo -n, mientras que en el ejemplo
(171) la configuración sintáctica y semántica del predicado es trans-
formada por medio de este sufijo.

(170) Perota otsia.


perota otsi-a
pelota desinflar-CAU.DIR-PERF
‘La pelota se desinfló’.

(171) Germanin perota otsian.


German-nin perota otsi-n-a
Germán-ERG pelota desinflar-CAU.DIR-PERF
‘Germán desinfló la pelota’.

La forma intransitiva puede ser modificada por el causativo


general de la lengua y cuando ello ocurre la diferencia semántica
entre causación directa y causación indirecta se hace bastante
transparente (comparar (171) con (172)):
164 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(172) Germanin perota otsima.


German-nin perota otsi-ma-a
Germán-ERG pelota desinflar-CAU-PERF
‘Germán dejó desinflarse la pelota’.

En muy pocos casos, encontramos pares de verbos en iskonawa


que presentan una misma raíz y dos tipos de terminaciones, ki para
las formas intransitivas y ka para las formas transitivas. Siempre que
esto ocurre las formas con ka tienen una interpretación causativa
directa, tal como se evidencia en los ejemplos siguientes:

(173) Germanin chopa chokai.


German-nin chopa choka-i
Germán-ERG ropa lavar-IMPF
‘Germán está lavando la ropa’.

(174) German choki.


German choki-i
Germán.ABS lavarse-IMPF
‘Germán se está lavando’.

Nuevamente, la forma intransitiva puede recibir el causativo


general y siempre la interpretación será indirecta, tal como se apre-
cia en el siguiente ejemplo, que contrasta semánticamente con el
presentado en (173). Un dato importante con respecto a este patrón
que establece pares transitivo-intransitivos terminados en ka/ki es
que, mientras que en otras lenguas pano está bastante extendido, en
iskonawa se circunscribe solamente a unos pocos verbos:

(175) Germanin chopa chokai.


German-nin Jeberson choki-ma-i
Germán-ERG Jeberson lavar-CAU-IMPF
‘Germán está haciendo que Jeberson se lave’.

En iskonawa, no es poco común encontrar verbos que pueden


usarse en contextos transitivos e intransitivos (ver §8.4). Muchos de
estos verbos reciben interpretaciones causativas cuando son usados
en contextos transitivos. Esto se evidencia en los siguientes
ejemplos:
CAPÍTULO 8 165

(176) Eah paean.


eah paen-a
1SG.S emborracharse-PERF
‘Me he emborrachado’.

(177) Minapan ea paean.


mina-pan ea paen-a
chicha-ERG 1SG.P emborrachar-PERF
‘La chicha me ha emborrachado’.

Tal como ocurría en los casos anteriores, las formas intransitivas


combinadas con el causativo general -ma siempre obtienen lecturas
semánticas indirectas. En general, el patrón evidenciado por los
datos es que siempre que existan dos estrategias causativas para el
mismo predicado, aquella que contempla el uso del causativo
general -ma será interpretada como indirecta. Lo mismo ha sido
documentado para el kakataibo, aunque en esta lengua el causativo
es -mi (Zariquiey 2011).

8.5.2 Reducción de valencia

En iskonawa encontramos dos estrategias para la reducción de la


valencia de un verbo: el reflexivo, que muestra una alomorfía
compleja que incluye las formas -me, -meke y -(V)kV (que armoniza
sus vocales con la última vocal de la base a la que se adhiere) y el
recíproco -anan. Sin embargo, tal como se discute en §8.4, en esta
lengua encontramos una larga lista de verbos lábiles o ambi-
transitivos que pueden usarse en contextos transitivos e intransi-
tivos y que, cuando ocurre esto último, muestran interpretaciones
atribuibles al dominio funcional de la reflexividad. A continuación
presentamos un ejemplo del sufijo reflexivo, que aparece en
combinación con una forma prefijada (tomado de Rodríguez Alzza
2015):

(178) Eah mexatemea.


eah me-xate-me-a
1SG.S mano-cortar-REFL-PERF
‘Me corté la mano’.
166 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

El recíproco -anan, que tiene una distribución bastante extendida


en el corpus, se ilustra a continuación:

(179) Noken aintsi enananpaoni.


noken aintsi en-anan-paoni
1PLU.GEN ancestros separar-REC-PAS.REM
‘Nuestros ancestros se separaron’.
CAPÍTULO 9

TIEMPO, ASPECTO Y MODALIDAD

9.1 Introducción

En este capítulo, presentamos las categorías que, en iskonawa,


encontramos en los dominios funcionales de tiempo, aspecto y
modalidad. La lista de los marcadores presentados aquí no es
exhaustiva, en tanto que el corpus de una lengua obsolescente como
el iskonawa necesariamente tiende a presentar vacíos. Sin embargo,
confiamos en que los marcadores más importantes en el idioma
encontrarán aquí un espacio para su ilustración. El capítulo ha sido
organizado de la siguiente manera: en §9.2, discutimos la categoría
de aspecto, así como otras categorías relacionadas; en §9.3, presen-
tamos la categoría de tiempo (que en muchos de los marcadores
implicados interactúa con aspecto); y, finalmente, en §9.4 discuti-
mos los marcadores de modalidad en la lengua.

9.2 Aspecto y categorías relacionadas

9.2.1 Imperfectivo vs. perfectivo

Para entender el dominio funcional del aspecto en iskonawa es


necesario en primera instancia presentar la distinción entre dos
marcadores que se usan de manera general en el corpus y que
establecen una primera distinción aspectual básica en la lengua: -a
‘perfectivo’ e -i ‘imperfectivo’. Estos marcadores son comentados e
ilustrados a continuación. Es importante notar que, tal como se
discute en lo que sigue, ambos marcadores alternan en el corpus
iskonawa con sus correspondientes shipibo-konibo -ke ‘perfectivo’ y
-ai ‘imperfectivo’.
168 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

9.2.1.1 -a ‘perfectivo’

En el iskonawa, el marcador perfectivo -a se usa para hacer


referencia a eventos que han sido completados antes del momento
del acto de habla. Este valor funcional le permite actuar como un
marcador de pasado no marcado y, por tanto, este sufijo compite
distribucionalmente con los marcadores de tiempo métrico
discutidos en §9.3 (donde se discuten también las combinaciones
posibles entre dichos marcadores y el perfectivo presentado aquí). A
continuación presentamos un ejemplo. Este mismo enunciado
podría haber llevado el marcador de pasado remoto -(pao)ni.

(180) Mapo roe tita ahona.


mapo roe tita ak-hon-a
barro olla.ABS madre.ABS hacer-BEN-PERF
‘(Yo) hice ollas de barro para mi madre’.

En el corpus iskonawa, el perfectivo -a alterna con el perfectivo


-ke, que es probablemente un préstamo del shipibo-konibo. El que
sigue es un ejemplo de este marcador (nótese que, en este ejemplo,
hay otros rasgos shipibo-konibo, como, verbigracia, la forma del
pronombre).

(181) En bana banahon wai mahkata tsekake.


e-n bana bana-hon wai
1SG-ERG sembrar sembrar-S/A>A chacra
mahkata tseka-ke
LOC cosechar-PERF
‘Luego de sembrar varias veces, yo coseché en mi chacra’.

9.2.1.2 -i ‘imperfectivo’

En el iskonawa, el marcador imperfectivo -i hace referencia a


eventos que no han sido completados en el momento del acto de
habla. Al no haber un marcador de presente, este sufijo es la única
manera de hacer referencia a ese tiempo en iskonawa. Por otro lado,
este mismo sufijo se usa para hacer referencia a eventos por reali-
zarse (interpretables como futuro) y a eventos iniciados en el pasa-
do, pero no totalmente completados antes del momento del acto de
CAPÍTULO 9 169

habla. Habituales y progresivos (tanto en el pasado, como en el


presente) también pueden expresarse mediante este sufijo (ver más
sobre construcciones específicas asociadas a estos dominios en
§9.3). Un ejemplo del uso del imperfectivo -i se ofrece a conti-
nuación:

(182) Eah viejitapakei, yonshan.


eah viejita-pake-i yonshan
1SG.S viejita-estado.avanzado-IMPF anciana
‘Yo estoy bien viejita, anciana’.

Tal como ocurría con el perfectivo, el perfectivo -i compite en


los datos con otro marcador semánticamente equivalente y atribui-
ble a un préstamo del shipibo-konibo, -ai, tal como se muestra a
continuación:

(183) Saweai neno saweai neno neno saweai neno saweribiai.


sawe-ai neno sawe-ai neno neno sawe-ai
tejer-IMPF aquí tejer-IMPF aquí aquí tejer-IMPF
neno sawe-ribi-ai
aquí tejer-también-IMPF
‘Tejían aquí, tejían aquí, aquí tejían y también tejían aquí’.

9.2.2 Otras categorías de aspecto

9.2.2.1 -a ‘estativo’

En iskonawa existe un morfema -a, formalmente equivalente al


perfectivo, pero de significado y distribución distintos. Este
morfema aparece solamente con verbos de postura y de estado
psicólogico para indicar que el sujeto se encuentra en el estado
expresado por el verbo. Los siguientes son ejemplos de este
morfema. En el primero, lo encontramos con el verbo bewa
‘sentarse’ y en el segundo con el verbo rani ‘odiar’.

(184) Eah bewa.


eah bewa-a
1SG.S sentarse-EST
‘Yo estoy sentado’.
170 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(185) Ewen baba bikehon ena niho rania.


ewen baba bi-ke-hon ena
1SG.GEN nieto agarrar-NOMLZ-TRAN 1SG.A
niho rani-a
niho odiar-EST
‘Porque se llevó a ni nieto, yo odio al niho (ser
antropomórfico que habita en el monte)’.

9.2.2.2 -mis ‘habitual’

El marcador -mis es el marcador habitual general del iskonawa y


se usa para eventos habituales perfectivos e imperfectivos. Para el
primer caso, este sufijo debe ser acompañado del marcador perfecti-
vo -a, caso contrario su interpretación es siempre imperfectiva. En
el siguiente ejemplo se usa para indicar que los iskonawa antigua-
mente cocinaban sus alimentos para comerlos.

(186) Nanehon ka pimisa.


nane-hon ka pi-mis-a
cocinar-S/A>A EVI.1 comer-HAB-PERF
‘Cocinando (nuestros alimentos), (nosotros) solimos comer’.

(187) Eah wai mahkata ohamis.


eah wai mahkata oha-mis
1SG.S chacra LOC dormir-HAB
‘Yo suelo dormir en la chacra’.

9.2.2.3 -is ‘progresivo’

En iskonawa encontramos un sufijo de valor progresivo que


presenta la forma -is. Este sufijo se ilustra a continuación:

(188) Edelvina kaisi.


Edelvina ka-is-i
Edelvina ir-PROG-IMPF
‘Edelvina se está yendo’.
CAPÍTULO 9 171

(189) Edelvina oinsi.


Edelvina mia oin-is-i
Edelvina 2SG.ACU ver-PROG-IMPF
‘Edelvina te está mirando’.

Es importante notar que este sufijo no debe confundirse con la


forma -s que aparece luego de algunos sufijos en el verbo (por
ejemplo, -koin ‘verdadero’, -patan ‘iterativo (por aquí, por allá)’. entre
otros) y en las construcciones verbales reduplicadas presentadas en
§9.2.4. Este morfema -s, tal como se verá más adelante, no tiene
valor progresivo; por el contrario, parece ser simplemente un ele-
mento armónico, que debe preceder la morfología flexiva en ciertas
construcciones específicas.
Finalmente, es también relevante mencionar que el progresivo
en iskonawa puede expresarse a partir de una forma perifrástica que
incluye una raíz verbal y la cópula, tal como se ilustra a
continuación:

(190) Ena toro aki iki.


ena toro ak-i ik-i
1SG.A hilo hacer-S/A>S ser-IMPF
‘Yo estoy hilando’.

9.2.3 Cambio de estado y categorías relacionadas

9.2.3.1 Adjetivos y nombres en función predicativa

Tal como ya se ha discutido en el Capítulo 4, en iskonawa los


nombres y los adjetivos pueden ser empleados como predicados sin
que medie ninguna derivación. Cuando esto ocurre, el nombre o
adjetivo en cuestión recibe una interpretación de cambio de estado,
según la cual el sujeto ha ingresado al estado especificado en el pre-
dicado. Esto se aprecia en el siguiente ejemplo:

(191) Eah yonshain.


eah yonshan-i
1SG.S anciana-IMPF
‘Yo estoy envejeciendo’.
172 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

9.2.3.2 -pake ‘cambio de estado avanzado’

En algunos contextos, encontramos al sufijo -pake ‘hacia abajo’


(formalmente equivalente al verbo ‘caerse’) como un marcador
aspectual que indica que un cambio de estado ya se encuentra en
una etapa avanzada. Véase el siguiente ejemplo:

(192) Eah yonshanpakei.


eah yonshan-pake-i
1SG.S anciana-estado.avanzado-IMPF
‘Yo estoy bien anciana’.

9.2.3.3 -toshi ‘de súbito’

Tal como ocurre con el sufijo -pake ‘hacia abajo’, el sufijo de


movimiento asociado -toshi ‘después de venir’ puede usarse como
un marcador con valor aspectual traducible como ‘de súbito’. El
siguiente ejemplo ilustra esta función del sufijo referido:

(193) Mi ohatoshia.
mi oha-toshi-a
2SG.NOM dormir-de.súbito-PERF
‘Te dormiste de súbito’.

9.2.4 La reduplicación verbal y sus valores aspectuales

Los verbos en iskonawa pueden ser reduplicados con la finalidad


de expresar significados vinculados al dominio de la habitualidad y
la iteratividad. La diferencia semántica con respecto a los habituales
con -mis es que las formas reduplicadas se interpretan como más
intensas. Además, existen dos estrategias de reduplicación. En la
primera se reduplica la raíz verbal, mientras que en la segunda cada
constituyente de la construcción reduplicada es a su vez una versión
reduplicada de la raíz verbal. La última forma es considerada todavía
más intensa que la primera. En ambos casos, las formas redupli-
cadas llevan el morfema -s. Tal como ya se mencionó, este morfema
-s, tal como se verá más adelante, parece ser simplemente un ele-
mento armónico y aquí, tentativamente, lo glosamos como morfe-
ma ‘cero’. Véanse los ejemplos siguientes:
CAPÍTULO 9 173

(194) Ena tankara pipisi.


ena tankara pi-pi-s-i
1SG.A pollo comer-comer-cero-IMPF
‘Yo suelo comer pollo (con mucha frecuencia)’.

(195) Ena tankara pipi pipisi.


ena tankara pi-pi pi-pi-s-i
1SG.A pollo comer-comer comer-comer-cero-IMPF
‘Yo siempre como pollo (todos los días)’.

Cuando la raíz reduplicada culmina en consonante, el morfo


cero puede aparecer en cada una de las realizaciones de la base
reduplicada. Véase el siguiente ejemplo:

(196) Ena Edelvina oins oinsi.


ena Edelvina oin-s oin-s-i
1SG.A Edelvina ver-cero ver-cero-IMPF
‘Yo siempre veo a Edelvina’.

9.3 Tiempo

En esta sección ofrecemos una breve ilustración de los morfe-


mas que expresan categorías asociadas al tiempo. Varios de estos
morfemas traen consigo, además, otros valores semánticos que los
acercan al dominio del aspecto.

9.3.1 -ri ‘hasta el presente, todavía’

El sufijo -ri se usa para eventos que se iniciaron en cualquier


punto en el pasado, pero continúan vigentes en el momento del ac-
to de habla. En ese sentido, una posible traducción al castellano de
este sufijo es ‘todavía’. Un ejemplo del uso de este sufijo se ofrece a
continuación. Nótese que el sufijo a ser ilustrado aparece en este
caso con una forma verbal reduplicada, pero puede hacer lo propio
con formas no reduplicadas también.
174 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(197) Oah ka Calleríanko ewe eweri.


o-ah ka Callería-nko ewe ewe-ri
venir-S/A>S EVI.1 Callería-LOC vivir vivir-todavía
‘Desde que vine, yo vivo en Callería hasta ahora’.

9.3.2 -bai ‘el mismo día, durativo’

El sufijo -bai se usa para eventos que han transcurrido durante el


mismo día del acto de habla y han durado varias horas. Por lo ge-
neral, se refiere a eventos que han sido conducidos durante toda la
mañana. Un ejemplo del uso de este sufijo se ofrece a continuación:

(198) Ena atsa banabai.


ena atsa bana-bai
1SG.A yuca sembrar-DUR.mismo.día
‘Yo estaba sembrando yuca más temprano (toda la mañana)’.

9.3.3 -ne ‘la noche anterior, durativo’

El sufijo -ne se usa para eventos que han transcurrido durante la


noche anterior al acto de habla y han durado varias horas. Por lo
general, se refiere a eventos que han sido conducidos durante toda
la noche. Un ejemplo del uso de este sufijo se ofrece a continuación:

(199) Eah tenea.


eah te-ne-a
1SG.S sembrar-DUR.noche.anterior-PERF
‘Yo trabajé durante toda la noche’.

9.3.4 -yantan ‘pasado: ayer’

El sufijo -yantan ‘pasado: ayer’ se usa para eventos que han


transcurrido durante el día anterior al acto de habla. Un ejemplo de
este sufijo se presenta a continuación:

(200) Nobo chifa piyantana.


nobo chifa pi-yantan-a
nosotros.A chifa comer-PAS.ayer-PERF
‘Ayer comimos chifa’.
CAPÍTULO 9 175

9.3.5 -shina ‘pasado: hace días o semanas’

El sufijo -shina ‘pasado no remoto’ se usa para eventos que han


transcurrido durante los días o semanas anteriores al acto de habla.
Un ejemplo de este sufijo se presenta a continuación:

(201) Ena atsa banashina.


ena atsa bana-shina
1SG.A yuca sembrar-PAS.días
‘Yo sembré yuca hace días’.

9.3.6 -paoni ~ -paoti ‘pasado remoto’

En el corpus iskonawa, encontramos dos marcadores de pasado


remoto: -paoni ~ -paoti. Lamentablemente, los juicios de los hablan-
tes sobre posibles diferencias entre ambas formas son poco sis-
temáticos, por lo que nos es imposible determinar si realmente tales
diferencias existen o si las formas en cuestión deberían ser enten-
didas como sinónimas. Un ejemplo de la forma -paoni ‘pasado remo-
to’ se ofrece a continuación:
(202) Eah hontoko ihon ena xeati apaoni.
eah hontoko i-hon ena xeati
1SG.S muchacha ser-S/A>A 1SG.A hamaca
a-paoni
hacer-PAS.REM
‘Cuando yo era muchacha, hacía hamacas’.
Las formas -paoni ~ -paoti ‘pasado remoto’ parecen ser, al menos
diacrónicamente, segmentables. En realidad, la terminación -ni
aparece en otras formas de pasado remoto, como -heni ‘pasado re-
moto, por muchos años’ y, además, aparece por sí sola en algunas
formas verbales no finitas, tal como se ilustra a continuación:
(203) Eah Callerianko eweniah Liman nokoa.
eah Calleria-nko ewe-ni-ah
1SG.S Callería-LOC vivir-PAS.REM-S/A>S
Lima-n noko-a
Lima-LOC llegar-PERF
‘Después de vivir hace mucho tiempo atrás en Callería, llegué
a Lima’.
176 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

9.3.7 -heni ‘pasado remoto, por muchos años’

El sufijo -heni se usa para eventos que han transcurrido en el


pasado remoto, durante un largo tiempo. Un ejemplo de este sufijo
se presenta a continuación:

(204) Anibi ki ewehenia.


ani-bi ki ewe-heni-a
allí-mismo EVI.2 vivir-PAS.REM.DUR.PERF
‘Dicen que ellos vivieron allí mismo’.

9.3.8 Formas del futuro

En nuestro corpus iskonawa hemos encontrado dos construc-


ciones que pueden ser catalogadas de futuro: una para eventos a ser
realizados en el futuro inmediato (al día siguiente) y otra para
eventos que se realizarán en el futuro no inmediato. En lo que toca
a la primera construcción, lo que encontramos es que el verbo es
seguido por el marcador de propósito -non y por la forma kota que
sólo aparece en esta construcción en particular:

(205) Eah kanonkota.


eah kanonkota
1SG.S ir-PROPO-FUT.INM
‘Voy a ir mañana’

La otra construcción de futuro que encontramos en iskonawa se


compone de una forma perifrástica con el verbo ka ‘ir’, tal como se
ilustra a continuación:

(206) Ani eah ohai kai.


ani eah oha-i ka-i
allí 1SG.S dormir-S/A>S ir-IMPF
‘Voy a dormir allí’.
CAPÍTULO 9 177

9.4 Modalidad

En esta sección presentamos algunos morfemas que se emplean


en iskonawa para expresar categorías asociadas a la modalidad
epistémica (§9.4.1) y la modalidad deóntica (§9.4.2).

9.4.1 Modalidad epistémica

En lo tocante a la modalidad epistémica, que tiene que ver con la


certeza que tiene el hablante con respecto a la información presen-
tada en un enunciado, podemos identificar, por lo menos, dos
marcadores: -bira ‘dubitativo’ y -koin ‘verdadero’ (que en el verbo
suele expresar altos grados de certeza y puede ser glosado como
‘asertivo’). Tanto -bira ‘dubitativo’ como -koin ‘verdadero’ aparecen
en combinación con palabras de otras clases (nombres y adjetivos).

9.4.1.1 -bira ‘dubitativo’

A continuación presentamos un ejemplo del dubitativo -bira en


un verbo. El significado epistémico se hace claro en la traducción
libre que se ofrece:

(207) German San Miguelnin ohabirai.


German San Miguel-nin oha-bira-i
Germán San Miguel-LOC dormir-DUB-IMPF
‘Germán tal vez va a dormir en San Miguel’.

Tal como ya se mencionó, el dubitativo aparece también en


palabras de otras clases, tales como nombres o adjetivos. En el
siguiente ejemplo, aparece en el nombre Germán y la interpretación
semántica es ligeramente diferente.

(208) Germanbira San Miguelnin ohai.


German-bira San Miguel-nin oha-i
Germán-DUB San Miguel-LOC dormir-IMPF
‘Alguien va a dormir en San Miguel, tal vez Germán’.
178 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

9.4.1.2 -koin ‘asertivo’

Tal como ya se mencionó, el sufijo -koin ‘verdadero’ tiene un


valor asertivo cuando aparece en el verbo. Esto se aprecia a conti-
nuación, en el ejemplo (209), donde lo encontramos en el verbo oha
‘dormir’. La presencia del sufijo -koin ‘asertivo’ en un verbo requiere
de la presencia inmediata del morfo cero -s.

(209) Ani eah ohakoinsi kai.


ani eah oha-koin-s-i ka-i
allí 1SG.S dormir-ASER-cero-S/A>S ir-IMPF
‘De todas maneras voy a dormir allí’.

En general, cuando el sufijo -koin aparece con nombres tiene un


valor derivativo similar a ‘genuino, verdadero’ (§7.2.2.3), mientras
que con adjetivos se usa con una función intensificadora (§7.3.2.4);
sin embargo, en algunos casos este mismo sufijo aparece con nom-
bres con un valor asertivo similar al presentado aquí. Esto puede
apreciarse en el siguiente ejemplo:

(210) Ena atsakoin pishina.


ena atsa-koin pi-shina
1SG.A yuca-ASER comer-PAS.días
‘yo comí yuca ciertamente hace días (no ‘yuca verdadera’)’.

9.4.2 Modelidad deóntica

La modalidad deóntica corresponde al dominio funcional del


habilitivo y los desiderativos. En esta sección presentamos las
distintas formas que codifican esos valores semánticos en iskonawa.

9.4.2.1 -anak ‘habilitivo’

En iskonawa, el sufijo -anak ‘habilitivo’ se usa para indicar que el


sujeto está en condiciones o capacidad de conducir el evento codi-
ficado por el verbo. El sufijo habilitivo -anak es siempre seguido por
el estativo -a, tal como se aprecia en los siguientes ejemplos:
CAPÍTULO 9 179

(211) Jeberson maho, ni mehanaka.


Jeberson maho ni meh-anak-a
Jeberson joven monte trabajar-HAB-EST
‘Jeberson es joven, él puede trabajar el monte’.

(212) Ena waianaka.


Ena wai-anak-a
1SG.A hacer.chacra-HAB-EST
‘Yo puedo hacer chakra’.

9.4.2.2 -kats ‘desiderativo’

El sufijo -kats es el desiderativo general del iskonawa. El verbo


con el que aparece necesita ser combinado con la cópula iki, tal
como se ilustra a continuación:

(213) Jeberson ohakatsi iki.


Jeberson oha-kats-i iki
Jeberson dormir-DES-S/A>S COP
‘Jeberson quiere dormir’.

Este sufijo desiderativo, por lo demás formalmente muy estable,


se realiza como -kits cuando modifica al predicado pi- ‘comer’ en lo
que parece un caso de armonía vocálica. Esto, sin embargo, de ser
correcto, debe ser analizado como un proceso ya fosilizado y no
productivo, ya que otras formas predicativas terminadas en i, como
es el caso de bi- ‘coger, agarrar’, llevan la forma desiderativa -kats y
no -kits: bikats- y no *bikits-. Un ejemplo con pi se ofrece a conti-
nuación (nótese que el sujeto aparece en su forma S debido al fenó-
nemo presentado en §8.3.1):

(214) Eah Chavelan tankara pikitsi iki.


Eah Chavela-n tankara pi-kits-i iki
1SG.S Chavela-GEN gallina comer-DES-S/A>S COP
‘Yo me quiero comer la gallina de Chavela’.
180 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

9.4.2.3 -pai ‘desiderativo no completado’

El sufijo -pai ‘desiderativo no completado’ parece usarse básica-


mente cuando el deseo expresado por el valor del desiderativo se
contrasta con la realidad, en la que el evento deseado no ha podido
ser completado (en ese sentido, se parece semánticamente al frustra-
tivo, presentado en §10.5.3). Un ejemplo de este sufijo se ofrece a
continuación, en este ejemplo la idea es que la intención del sujeto
era comer pollo, sin embargo, al haber estado lleno el restaurante,
terminaron comiendo chifa.

(215) Ma ati kahe mena unibo hechomakoin ikebetan tankara


pipaiyantankin nobo chifa piyantana.
ma ati kahe mena oni-bo hechoma-koin
ya restaurant dentro gente-PLU bastante-verdadero
i-kebetan tankara pi-pai-yantan-kin
ser-SUJ.DIF gallina comer-DES-PAS.ayer-S/A>A
nobo chifa pi-yantan-a
1PL chifa comer-PAS.ayer-PERF
‘Como el restaurante estaba lleno, en lugar de comer pollo,
ayer hemos comido chifa’.
CAPÍTULO 10

OTRAS CATEGORÍAS VERBALES

10.1 Introducción

En este capítulo, exploramos algunas categorías verbales que no


han sido exploradas en capítulos anteriores. Iniciamos la discusión
con la marcación de número (§10.2), para posteriormente dedicar
una sección exclusivamente al uso del diminituvo en verbos (§10.3).
Los marcadores de movimiento asociado son presentados en §10.4.
La polaridad (y particularmente las categorías asociadas al dominio
de la negación) son presentadas en §10.5 y, finalmente, en §10.6
presentamos los patrones de serialización verbal, bastante produc-
tivos en el iskonawa.

10.2 Número

El verbo iskonawa presenta diversos marcadores asociados al


dominio del número: -rabe ‘dual’, -botan ‘entre varios’ y -kan y -bo
‘plural’. Todos ellos son discutidos e ilustrados en esta sección.

10.2.1 -rabe ‘dual’

El número ‘dos’, rabe, aparece también como elemento ligado al


verbo para expresar dualidad. Esto se ilustra en el siguiente ejemplo,
en donde el sujeto dual es expresado a través de dos constituyentes
nominales, uno de los cuales aparece con el marcador de caso
comitativo -betan:

(216) German Jebersonbetan ma karabea.


German Jeberson-betan ma ka-rabe-a
Germán Jeberson-COM ya ir-DUAL-PERF
‘Germán y Jeberson ya se fueron’.
182 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

En el siguiente ejemplo, -rabe aparece en un adjetivo como parte


de una construcción de copula sin el verbo ser:

(217) German Jebersonbetan michakoinrabe.


German Jeberson-betan micha-koin-rabe
Germán Jeberson-COM feo-verdadero-DUAL
‘Germán y Jeberson son igualmente feos’.

10.2.2 -botan ‘entre varios’

El marcador -botan ‘entre varios’ está claramente ligado etimoló-


gicamente al pluralizador -bo; sin embargo, tiene propiedades se-
mánticas y distribucionales muy particulares. El contenido semán-
tico de -botan ‘entre varios’ refiere a eventos en los que cada uno de
los individuos que componen el sujeto plural es concebido como
independiente de los demás. Por otro lado, -botan ‘entre varios’ se
usa, hasta donde tenemos conocimiento, únicamente con verbos
referidos a posturas.

(218) Hechoma oni rakabotana.


hechoma oni raka-botan-a
muchos hombre.ABS echarse-PLU-EST
‘Muchos hombres están recostados, cada uno por su lado’

10.2.3 -kan y -bo ‘plural’

En iskonawa encontramos dos marcadores que expresan plura-


lidad en el verbo: -kan y -bo. No se ha podido identificar diferencias
semánticas de ningún tipo entre ambos marcadores; sin embargo,
sus propiedades de distribución son claramente distintas, tal como
explicamos a continuación.
Empecemos con el marcador -bo ‘plural’, que aparece también en
constituyentes nominales (ver §7.2.1). Este marcador aparece al final
de formas verbales, tal como se aprecia en el ejemplo siguiente. De
acuerdo con lo discutido en el Capítulo 12, no existe una distinción
formal clara entre formas verbales nominalizadas y no nominali-
zadas en iskonawa y los mismos sufijos que cumplen funciones
finitas en las últimas aparecen como nominalizadores en las prime-
ras. Este es el caso, por ejemplo, del sufijo -a, que, además de ser el
CAPÍTULO 10 183

marcador de perfectivo del iskonawa, es uno de los nominalizadores


generales del idioma. Por ello, su presencia en el ejemplo a
continuación podría potencialmente llevarnos a una interpretación
de la forma achiabo como una forma nominalizada, al menos
diacrónicamente. Si este fuera el caso, eso explicaría satisfac-
toriamente la presencia del pluralizador -bo, que suele aparecer en
formas nominales en otras lenguas pano.

(219) Ma achiabo tankara.


ma achi-a-bo tankara
ya agarrar-PERF (<NOMLZ?)-PLU gallina.ABS
‘Ya agarraron a la gallina’.

El otro pluralizador, -kan, por su parte, aparece en una posición


interna del complejo verbal, antes de los marcadores de perfectivo e
imperfectivo. Un ejemplo de este marcador es presentado a conti-
nuación:

(220) Nawa ki oini bokani anohon.


nawa ki oini bo-kan-i
mestizo EVI.2 ver-S/A>S ir.varios-PLU-IMPF
a-nohon
hacer-PROPO
‘Dice que vayamos a ver a los mestizos para hacer algo’.

10.3 -hako ‘diminutivo’ en el verbo

El sufijo -hako ‘diminutivo’ ya ha sido descrito durante nuestra


presentación de otras partes del habla, pero merece nuestra atención
en esta sección sobre el verbo, ya que su distribución en formas
verbales está muy extendida y su aparición en este contexto es
bastante frecuente (algo similar puede sostenerse del sufijo -koin
‘verdadero’ que tiene un valor asertivo en el verbo y ya ha sido
presentado en §9.4.2.3).
El sufijo -hako ‘diminutivo’ en contextos verbales ofrece un
contenido semántico variable que se intenta sistematizar mediante
los ejemplos presentados en esta sección. El significado más
directamente derivable a partir de la noción de diminutivo es el que
184 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

se presenta a continuación y puede traducirse al castellano como


‘sólo un poco’:

(221) Eah ohahakoa.


eah oha-hako-a
1SG.S dormir-DIM-PERF
‘He dormido sólo un poco’.

Otro valor semántico del diminutivo es el de intensificación del


evento descrito por el verbo. Tal como ocurre con los adjetivos, en
verbos, el diminutivo -hako añade un alto grado de intensificación.
Por lo general, este valor se aprecia en relación a eventos que son
percibidos como negativos, tal como se muestra a continuación:

(222) Michapakehekoa.
micha-pake-heko-a
feo-estado.avanzado-DIM-PERF
‘Ya me he puesto bien feíta’.

En otros casos, el diminutivo en verbos tiene un valor expresivo


y se usa para indicar solidaridad o compasión con el participante
que haya podido verse perjudicado por el evento descrito. Esto se
aprecia en el ejemplo a continuación, donde el hablante ha
perjudicado a Germán tomándose su masato y se siente de alguna
forma arrepentido por ello:

(223) Ena German atsa mehna ayaaranhakoa.


ena German atsa mehna aya-aran-hako-a
1SG.A German masato beber-MAL-DIM-PERF
‘Me he tomado el masato de Germán para su perjuicio y lo
lamento’.

10.4 Movimiento asociado

Tal como ocurre con otras lenguas pano, el dominio del


movimiento asociado en iskonawa es muy rico y presenta una alta
diversidad de sufijos que expresan distintos valores semánticos
relacionados a movimientos que acompañan la acción presentada
por el verbo (viniendo, yendo, subiendo, bajando, pasando, dando
CAPÍTULO 10 185

la vuelta, etc.). Todos estos sufijos son presentados a continuación.


Como veremos, varios de ellos se constituyen en pares que
distinguen entre predicados transitivos e intransitivos.

10.4.1 Sufijos de movimiento asociado sensibles a la


transitividad

10.4.1.1 -beran y -keran ‘venitivo’

Los sufijos venitivos -beran y -keran se usan para indicar que el


evento expresado por la base verbal es seguido por un movimiento
en dirección al lugar del acto de habla. Es decir, en su uso menos
marcado, encontramos una secuencialidad según la cual el evento
transcurre antes del movimiento asociado. Esto se ilustra en el
siguiente ejemplo:

(224) Enan atsa piberana.


enan atsa pi-beran-a
1SG.A yuca comer-VEN-PERF
‘Yo vine después de comer’.

Para expresar simultaneidad entre el evento expresado por el


verbo y el movimiento asociado, el verbo debe ser reduplicado, tal
como se muestra a continuación:

(225) Enan atsa pipiberana.


enan atsa pi-pi-beran-a
1SG.A yuca comer-comer-VEN-PERF
‘Yo vine comiendo (a la vez)’.

El sufijo -beran ‘venitivo’ aparece con verbos transitivos; con


verbos intransitivos esta misma categoría es expresada por medio
del sufijo -keran, que muestra exactamente el mismo comporta-
miento ilustrado para -beran ‘venitivo’. Un ejemplo de este marcador
se presenta a continuación:
186 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(226) Eah ohakerana.


eah oha-keran-a
1SG.A dormir-VEN-PERF
‘Yo vine después de dormir’.

Un dato interesante es que mientras que la combinación de


-keran ‘venitivo’ con verbos transitivos no fue aceptada por ningún
hablante de iskonawa, estos mismos hablantes dijeron en sesiones
de elicitación que la combinación de -beran ‘venitivo’ con verbos
intransitivos sí era aceptable. Este fenómeno, que requiere más
estudio, sugiere que el patrón rígido de transitividad tradicional-
mente descrito para las lenguas pano está empezando a debilitarse
en el idioma iskonawa.

10.4.1.2 -bain y -kain ‘andativo’

Los sufijos andativos -bain y -kain se usan para indicar que el


evento expresado por la base verbal es seguido por un movimiento
en dirección opuesta al lugar del acto de habla. Es decir, tal como
era el caso de los venitivos -beran y -keran, en su uso menos
marcado, encontramos una secuencialidad de acuerdo con la cual el
evento transcurre antes del movimiento asociado. Esto se ilustra en
el siguiente ejemplo:

(227) Enan atsa pibaina.


enan atsa pi-bain-a
1SG.A yuca comer-ANDA-PERF
‘Yo me fui después de comer’.

Tal como ocurre con los venitivos -beran y -keran, para expresar
simultaneidad entre el evento expresado por el verbo y el movi-
miento asociado en el caso de -bain y -kain, el verbo debe ser
reduplicado.

(228) Enan atsa pipibaina.


enan atsa pi-pi-bain-a
1SG.A yuca comer-comer-ANDA-PERF
‘Yo me fui comiendo (a la vez)’.
CAPÍTULO 10 187

Los andativos exhiben la misma distinción transitivo vs. intran-


sitivo descrita para los venitivos. El sufijo -bain ‘andativo’ aparece
con verbos transitivos; mientras que con verbos intransitivos esta
misma categoría es expresada por medio del sufijo -kain, ilustrado a
continuación. Nuevamente, tal como ocurría con los venitivos, los
andativos sugieren que el sistema rígido de transitividad se está
debilitando en tanto que la forma transitiva puede ser empleada,
según los hablantes, con predicados intransitivos.

(229) Eah ohakaina.


eah oha-kain-a
1SG.A dormir-ANDA-PERF
‘Yo me fui después de dormir’.

El sufijo -kain ‘andativo’ también puede ser reduplicado para


expresar simultaneidad:

(230) Eah ohakaina.


eah oha-oha-kain-a
1SG.A dormir-dormir-AND-PERF
‘Yo me fui durmiendo’.

10.4.1.3 -bokon y -ake ‘dando la vuelta’

Los sufijos -bokon y -ake se usan para indicar que el evento


expresado por la base verbal transcurre en un eje circular o semi-
circular en el espacio. Es decir, de manera opuesta a lo que ocurría
con los venitivos y andativos, en su uso menos marcado, -bokon y
-ake ‘dando la vuelta’ expresan simultaneidad entre el evento y el
movimiento asociado. Nuevamente, estos sufijos establecen una
distinción transitivo vs. intransitivo, de acuerdo con la cual la forma
-bokon aparece con predicados transitivos y la forma -ake, con
predicados intransitivos. Esto se ilustra en los siguientes ejemplos:

(231) Enan atsa pibokona.


enan atsa pi-bokon-a
1SG.A yuca comer-dando.vuelta-PERF
‘Yo comí yuca dando la vuelta’.
188 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(232) Eah choronakea.


eah choron-ake-a
1SG.S saltar-dando.vuelta -PERF
‘Yo salté en dirección curva o circular’.

10.4.2 Sufijos direccionales no sensibles a la transitividad

10.4.2.1 -kawan ‘pasando’

El sufijo -kawan ‘pasando’ se usa para indicar que el evento


transcurre en un eje espacial que cruza el lugar del acto de habla, tal
como se muestra a continuación. Nótese que, en el caso de este
sufijo, no se encuentra una diferencia morfológica basada en la
transitividad de la raíz.

(233) Germanin atsa pikawana.


German-nin atsa pi-kawan-a
Germán-ERG yuca comer-pasando-PERF
‘Germán pasó comiendo yuca’.

(234) German chorokawana.


German choron-kawan-a
German.ABS saltar-pasando-PERF
‘Germán pasó saltando’.

Un dato importante en relación con este sufijo es que kawan es


sincrónicamente un verbo independiente con el significado de
‘cruzar’. Esto sugiere que el sufijo -kawan ‘pasando’ es el resultado
de un proceso de gramaticalización a partir de una contrucción
serializada (nótese que la serialización verbal es un proceso muy
extendido en el habla iskonawa; ver §10.6):

(235) German kawani.


German kawan-i
Germán.ABS cruzar-PERF
‘Germán está cruzando’.
CAPÍTULO 10 189

10.4.2.2 -pake ‘bajando’

El sufijo -pake ‘bajando’ se usa para indicar que el evento se


realiza en dirección hacia abajo. Esto se ilustra en los siguientes
ejemplos, en los que apreciamos, además, que este sufijo se usa
tanto con verbos transitivos como intransitivos:

(236) Germanin atsa pipakea.


German-nin atsa pi-pake-a
Germán-ERG yuca comer-bajando-PERF
‘Germán bajó comiendo yuca’.

(237) German choronpakea.


German choron-pake-a
German.ABS saltar-bajando-PERF
‘Germán bajó saltando’.

Tal como ocurría con kawan ‘cruzar’, pake es también sincróni-


camente un verbo independiente con el significado de ‘bajar’. Esto
sugiere que el proceso de gramaticalización a partir de una construc-
ción serializada mencionado en la sección anterior tiene bastante
asidero.

(238) German pakei.


German pake-i
Germán.ABS bajar-PERF
‘Germán está bajando’.

En algunas construcciones verbales transitivas, el sufijo -pake


‘bajando’ funciona como un pluralizador del argumento objeto.
Esto se aprecia a continuación:

(239) Germanin marepakea.


German-nin mare-pake-a
Germán-ERG matar-OBJ.PLU-PERF
‘Germán mató varios (animales)’.
190 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

10.4.2.3 -ina ‘subiendo’

El sufijo -ina ‘subiendo’ se usa para indicar que el evento se


realiza en dirección hacia arriba. Esto se ilustra en los siguientes
ejemplos, en los que apreciamos, además, que este sufijo se usa
tanto con verbos transitivos como intransitivos:

(240) Enan cerveza ayaina.


enan cerveza aya-ina-a
1SG.A cerveza beber-subiendo-PERF
‘Yo subí tomando cerveza’.

(241) Eah ohaina.


eah oha-ina-a
1SG.S dormir-subiendo-PERF
‘Yo dormí subiendo (surcando un río, por ejemplo)’.

Tal como ocurría con kawan ‘cruzar’ y pake ‘bajar’, ina es también
un verbo sincrónico en iskonawa y significa ‘subir, surcar un río’.
Véase el siguiente ejemplo:

(242) German inai.


German ina-i
Germán.ABS subir-PERF
‘Germán está subiendo (un árbol, por ejemplo)’.

10.4.3 Direccionales aspectuales

10.4.3.1 -patan ‘iterativo, por aquí, por allá’

El sufijo -patan ‘iterativo, por aquí, por allá’ se usa para indicar
que un evento transcurre de forma iterativa y que, además, las dis-
tintas etapas del evento iterativo en cuestión no transcurren en el
mismo lugar. Las construcciones con -patan ‘iterativo, por aquí, por
allá’ llevan el morfema cero -s.
CAPÍTULO 10 191

(243) Ena tankara pipatansi.


ena tankara pi-patan-s-i
1SG.A pollo comer-ITER-cero-IMPF
‘Yo como/comí pollo por aquí y por allá’.

10.4.3.2 -bot ‘durativo, desplazándose en el espacio’

El sufijo -bot ‘durativo, desplazándose en el espacio’ se usa para


indicar que un evento transcurre de forma sostenida y en una misma
trayectoria. Una construcción con -bot ‘durativo, desplazándose en el
espacio’ es ofrecida a continuación:

(244) Pucallpanko kakin enan tankara pibota.


Pucallpa-nko ka-kin enan tankara
Pucallpa-LOC ir-S/A>A 1SG.A pollo.ABS
pi-bot-a
comer-DUR-PERF
‘Yo comí pollo constantemente yendo a Pucallpa’.

10.4.4 Direccionales de propósito

10.4.4.1 -tan ‘ir a’

El sufijo -tan ‘ir a’ se emplea para indicar que el sujeto se aleja del
lugar del acto de habla con la finalidad de cumplir con la realización
del evento expresado por el verbo. Un ejemplo de este sufijo se
presenta a continuación:

(245) Germanin atsa pitana.


German-nin atsa pi-tan-a
Germán-ERG yuca comer-ir.a-PERF
‘Germán se fue a comer yuca’.

10.4.4.2 -toshi ‘llegar a’

El sufijo -toshi ‘llegar a’ se emplea para indicar que el sujeto se


acerca al lugar del acto de habla con la finalidad de cumplir con la
realización del evento expresado por el verbo. Un ejemplo de este
sufijo se presenta a continuación:
192 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(246) Germanin atsa pitoshia.


German-nin atsa pi-toshi-a
Germán-ERG yuca comer-ir.a-PERF
‘Germán vino a comer yuca’.

10.5 La negación y otros dominios relacionados

10.5.1 -ma ~ -yama ‘negador’

El sufijo negador en iskonawa muestra dos formas -ma ~ -yama


(la segunda podría ser un préstamo del shipibo-konibo). Ambas
formas aparecen en nuestro corpus textual del idioma iskonawa, con
una ligera diferencia distribucional: -yama aparece sólo en verbos,
mientras que -ma aparece en verbos y también en otras clases de
palabras. La aparición de ambas formas en verbos es ilustrada a
continuación:

(247) Pehnebeiti Neritanin atsa pimashina.


Pehnebeiti Nerita-nin atsa pi-ma-shina
ayer Nelita-ERG yuca.ABS comer-NEG-PAS.días
‘Nelita no ha comido yuca hace días’.

(248) Pehnebeiti Neritanin cerveza ayayamashina.


pehnebeiti Nerita-nin cerveza aya-yama-shina
ayer Nelita-ERG cerveza.ABS beber-NEG-PAS.días
‘Nelita no ha tomado cerveza hace días’.

Tal como acabamos de mencionar, sólo la primera de las formas


ilustradas aparece en palabras no verbales. Esto se aprecia a
continuación:

(249) iro-ma ‘duro-NEG = suave’


*iro-yama

(250) posto posto ewan-ma ‘gordo-NEG = flaco’


*posto posto ewan-yama
CAPÍTULO 10 193

La forma yama se puede usar como predicado existencial negati-


vo. En este caso, la forma en cuestión es seguida del morfo cero -s,
que aquí parece ser un verbalizador:

(251) Atsa yamasa.


atsa yama-s-a
yuca NEG-cero-EST
‘No hay yuca’.

10.5.2 -yohma ‘nunca, todavía no’

La terminación verbal -yohma aparece en el habla iskonawa para


expresar dos valores negativos: ‘nunca’ y ‘todavía no’. Esto se
aprecia en los siguientes ejemplos:

(252) Ena cerveza ayayohma.


ena cerveza aya-yohma
1SG.A cerveza.ABS beber-nunca
‘Yo nunca he tomado cerveza’.

(253) Ahuyabi ena ayohma.


ahuyabi ena a-yohma
nada 1SG.A hacer-todavía.no
‘Todavía no he trabajado’.

10.5.3 -kean ~ -koan ‘frustrativo’

En iskonawa encontramos dos formas frustrativas, una que


aparece con verbos transitivos (-kean) y otra que aparece con verbos
intransitivos (-koan). Ambas formas se emplean para indicar que el
evento expresado por el verbo no pudo llevarse a cabo satisfacto-
riamente. Ejemplos de ambas formas aparecen a continuación:

(254) Lleversonin atsa boanrana ena pikeana.


Lleverson-nin atsa boan-ran-a ena
Lleverson-ERG yuca llevar-MAL-NOMLZ 1SG.A
pi-kean-a
comer-FRUS-PERF
‘Cuando Lleverson se llevó la yuca, yo no pude comer’.
194 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(255) Lleverson mahkakoana.


Lleverson mahka-koan-a
Lleverson morir-FRUS-PERF
‘Lleverson estuvo a punto de morir, pero no murió’.

10.6 Serialización verbal

En esta sección presentamos uno de los patrones más interesan-


tes del habla iskonawa: el uso productivo de construcciones verbales
serializadas, en las que dos o más raíces verbales son combinadas
sin la intervención de ningún elemento morfológico que revele al-
gún tipo de dependencia sintáctica entre ellas. Hasta donde sabe-
mos, los verbos en estas construcciones serializadas comparten el
mismo sujeto, sin embargo, no necesitan coincidir en transitividad y
no encontramos ningún tipo de restricción en relación con las clases
semánticas a las que puede pertenecer cada uno de los miembros de
la construcción.
A continuación, presentamos dos ejemplos de estas construc-
ciones serializadas. En el primer ejemplo, encontramos dos verbos
poi ‘defecar’ y kats ‘apestar’, y existe una relación secuencial entre
ambos eventos: el niño, luego de defecar, apesta. En el segundo
ejemplo los verbos en cuestión son rete ‘matar’ y shinan ‘pensar’ y, en
este caso, la idea es que los hombres pensaron en matarse unos a
otros.

(256) Na bake poi katsa.


na bake poi kats-a
este niño.ABS defecar apestar-EST
‘El niño apesta, luego de defecar’

(257) Noken aintsi nawabetan rete shinananpaoni.


noken aintsi nawabetan rete
1PLU.GEN antepasados.ABS mestizos-COM matar
shinan-anan-paoni
pensar-REC-PAS.REM
‘Nuestros antepasados y los mestizos pensaron en matarse
unos a otros hace mucho tiempo atrás’.
CAPÍTULO 10 195

Las construcciones serializadas son altamente frecuentes en el


habla iskonawa. Si bien este tipo de construcciones es también co-
mún en otras lenguas pano, lo que suele encontrarse en dichas len-
guas es que la serialización se restringe a dominios semánticos espe-
cíficos (como, por ejemplo, el del movimiento asociado; en lo que
Aikhenvald 2006 llama construcciones serializadas asimétricas).
Además, por lo general, las construcciones serializadas en otras len-
guas pano muestran un alto grado de gramaticalización y suelen
mostrar armonía de transitividad, es decir, los verbos que aparecen
en la construcción serializada suelen ser igualmente transitivos o in-
transitivos. Las construcciones serializadas en el caso del iskonawa
no muestran estas propiedades: no muestran restricciones semánti-
cas de ninguna clase, no revelan cambios semánticos o fonológicos
que sugieran gramaticalización y no muestran armonía de transitivi-
dad. Otro punto importante es que los verbos serializados pueden
ser más de dos. Verbigracia, al ejemplo en (256) es posible añadirle
otro verbo como en (258). Las construcciones serializadas en is-
konawa requieren de más estudio. Es altamente probable que se de-
termine que su extendida presencia en el habla iskonawa es resulta-
do del estado de obsolescencia de la lengua.

(258) Na bake poi inson katsa.


na bake poi inson kats-a
este niño.ABS defecar orinar apestar-EST
‘El niño apesta, luego de defecar y orinar’.
CAPÍTULO 11

NOTAS SOBRE LA ORACIÓN

11.1 Introducción

En este capítulo, ofrecemos una breve introducción a la oración


simple en iskonawa, prestando atención a su ordenamiento de pala-
bras (§11.2) y a algunos sufijos (§11.3) y partículas (§11.4) que cum-
plen funciones adverbiales y discursivas al nivel de la oración.
Finalmente, una breve presentación de las oraciones copulativas
(§11.5), interrogativas (§11.6) e imperativas (§11.7) es ofrecida al
final del capítulo.

11.2 Orden de palabras

El corpus textual del iskonawa no revela patrones rígidos de


ordenamiento de palabras para la oración iskonawa. Por el con-
trario, el ordenamiento es claramente libre y, al lado de oraciones
con el verbo al final, tradicionalmente adjudicadas a varias otras len-
guas pano, encontramos oraciones de complemento al final y de
sujeto al final. La posición de los distintos constituyentes de la ora-
ción parece seguir patrones pragmáticos, según los cuales los ele-
mentos posverbales se encuentran en una posición que podría ser
descrita en términos de foco, considerando que parecen correspon-
der a información a la cual el hablante espera que el oyente preste
especial atención. Sin embargo, estos patrones requieren de mayor
estudio.
En lo que sigue, ilustramos, con ejemplos tomados de textos,
algunos de los ordenamientos más comunes en el habla iskonawa.
Empecemos por las oraciones de verbo al final. En iskonawa no es
poco común encontrar que algunos de los argumentos del verbo no
sean mencionados explícitamente en la oración. Esto se aprecia en
los siguientes ejemplos; en el primero, el sujeto no se menciona
explícitamente y el objeto aparece antes del verbo, que ocupa la
198 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

posición final. En el segundo ejemplo es el objeto el que es omitido


y, nuevamente, el verbo aparece al final:

(259) Taba abo apaoni. (OV)


taba a-bo a-paoni
tortilla.ABS eso-PLU hacer-PAS.REM
‘Nosotros comíamos tortillas de maíz antiguamente’.

(260) Iskahon non pipaoni. (SV)


iska-hon non pi-paoni
así-TRAN 1PLU.ERG comer-PAS.REM
‘De esta manera, nosotros comíamos’.

En los siguientes ejemplos, por el contrario, encontramos argu-


mentos posverbales. En (261) es el objeto el que ocupa tal posición
y en (262) el sujeto es el argumento que aparece al final de la
oración:

(261) Nato rome akin apaonike isko iná. (VO)


nato rome akin apaonike
este tabaco hacer-S/A>A hacer-PAS.REM
isko iná
páucar cola
‘Vistiendo estos palitos de tabaco, también vestíamos las
plumas de la cola del páucar’.

(262) Askati iskobakebo ainbo chikishma eah. (VS)


askati iskobakebo ainbo chikishma eah
así iskonawa mujer ociosa-NEG 1SG.S
‘Así, yo, entre las mujeres iskonawa, no era floja’.

11.3 Sufijos adverbializadores

Los sufijos llamados adverbializadores en este bosquejo grama-


tical corresponden a una clase de elementos morfológicos que
pueden aparecer en combinación con distintas clases de palabras y
expresan funciones pragmáticas vinculadas al dominio de la modifi-
cación de los eventos. Algunos otros sufijos caracterizables en estos
mismos términos han sido ya presentados previamente en este bos-
CAPÍTULO 11 199

quejo gramatical: -koin ‘verdadero, genuino, asertivo’, -bira


‘dubitativo’, -hVko ‘diminutivo’ y -ma ‘negativo’. En esta sección
presentamos solamente aquellos elementos morfológicos que no
han sido descritos hasta este punto.

11.3.1 -bi ‘mismo, enfático’

El sufijo adverbial -bi ‘mismo, enfático’ aparece en combinación


con distintas clases de palabra para expresar valores enfáticos y
reflexivos. Dos ejemplos de este morfema se presentan a conti-
nuación:

(263) Ena atsa pibiresi.


ena atsa pi-bi-res-i
1SG.A yuca comer-ENF-solamente-IMPF
‘Yo como solamente yuca ciertamente’.

(264) Germaninbi wai aka.


German-nin-bi wai ak-a
Germán-ERG-mismo chacra hacer-PERF
‘El mismo Germán ha hecho la chacra’.

El enfático -bi se aprecia también en formas negativas, tales


como tsoanbi ‘nadie’ o ahuyabi ‘nada’.

11.3.2 -res ‘solamente’

El sufijo -res aparece con distintas clases de palabras para indicar


un valor semántico equivalente a ‘solamente’ en castellano. Dos
ejemplos de esta forma se ofrecen a continuación:

(265) Ena mitopakeresi.


ena mito-pake-res-i
1SG.A probar-OBJ.PLU-solamente-IMPF
‘Yo pruebo solamente estas cosas (lo que me invitas, por
ejemplo)’.
200 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(266) Ena mináres ayai.


ena miná-res aya-i
1SG.A chicha.ABS-solamente tomar-IMPF
‘Yo tomo solamente chicha’.

(267) Pehnebeiti cinenko onires ishina, yoina yamasa ishina.


pehnebeiti cine-nko oni-res i-shina
ayer cine-LOC persona-solamente ser-PAS.días
yoina yama-s-a i-shina
animal NEG-cero-EST ser-PAS.días
‘Ayer en el cine sólo había personas, no había animales’.

11.3.3 -ribi ‘también’

El sufijo -ribi aparece también con distintas clases de palabras


para indicar un valor semántico equivalente a ‘también’. Dos ejem-
plos de esta forma se ofrecen a continuación:

(268) Ena yoiribia.


ena yoi-ribi-a
1SG.A contar-también-PERF
‘Yo también voy a contar’

(269) Germaninribi wai aka.


German-nin-ribi wai ak-a
Germán-ERG-también chacra hacer-PERF
‘Germán también ha hecho la chacra’.

11.3.4 -pan ~ -pain ‘primero, todavía, en vez de’

El sufijo -pan ~ -pain aparece también con distintas clases de


palabras para indicar un valor semántico equivalente a ‘primero,
primeramente’. La alternancia entre las formas -pan ~ -pain no
parece seguir patrones muy regulares y en algunos casos las formas
son intercambiables.
(270) Ena atsa pipani.
ena atsa pi-pan-i
1SG.A yuca comer-primero-IMPF
‘Primero, voy a comer yuca’.
CAPÍTULO 11 201

(271) Germaninpain wai aka.


German-nin-pain wai ak-a
Germán-ERG-primero chacra hacer-PERF
‘Germán fue el primero en hacer chacra’.

En ciertas construcciones, este mismo sufijo puede traducirse


como ‘todavía’ o ‘en vez de’. En el primer caso, el sufijo -pan ~ -pain
aparece en combinación con el direccional -tan ‘ir a’ (272), mientras
que en el segundo este mismo sufijo aparece en un verbo no finito
combinado con otro verbo principal que indica el evento que
realmente ocurrió (273):

(272) Ena pitanpan.


ena pi-tan-pan
1SG.A comer-ir.a-todavía
‘Todavía no como’.

(273) Jaimenin pipain potapakea.


Jaime-nin pi-pain pota-pake-a
Jaime-ERG comer-en.vez.de botar-hacia.abajo-PERF
‘En vez de comerlo, Jaime lo botó al suelo’.

11.4 Partículas discursivas

El iskonawa presenta tres partículas que aparecen constante-


mente en el discurso conectado. Se trata de ki, ka y ri. Estas tres
formas aparecen tanto en la segunda posición de la oración como al
final de la misma. Tal como se detalla a continuación, ki y ka
parecen tener funciones distintas de acuerdo con la posición en que
aparecen. Al final de la oración, ki y ka son analizables como
estrategias de cohesión y organización de la información: ki se usa
para indicar que la oración introduce un nuevo tópico y ka se
emplea para indicar que la oración mantiene un tópico previamente
introducido. En segunda posición, por el contrario, ki y ka funcio-
nan como evidenciales (aunque en algunos casos continúan con su
función de estructura de la información y el tema requiere más
estudio): ki es un evidencial de segunda mano y ka es un evidencial
de primera mano (sin embargo, en las oraciones interrogativas, estos
marcadores aparecen en segunda posición con los valores asociados
202 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

a tópico señalados arriba). En el discurso iskonawa no es infrecuen-


te encontrar la forma evidencial de segunda mano ronki, que es
probablemente un préstamo del shipibo-konibo. Finalmente, ri fun-
ciona siempre, en segunda posición y al final de la oración, como un
focalizador. Esta descripción es preliminar y las funciones de las tres
partículas discursivas aquí mencionadas requiere mayor estudio.

11.4.1 ki y ka: estructura de la información y evidencialidad

Las funciones vinculadas a marcación de tópico que encontra-


mos en asociación a las partículas ka y ki se ilustran a continuación,
mediante ejemplos obtenidos a través de elicitación controlada. En
el primer ejemplo, el tópico se mantiene y encontramos la partícula
ka al final de la segunda oración. En el segundo ejemplo, el tópico
cambia y la partícula que emplearon los hablantes fue ki.

(274) Marlonbrando iki onima, Marlonbrando misho ka.


Marlonbrando iki oni-ma Marlonbrando
Marlonbrando COP persona-NEG Marlonbrando
misho ka
gato TOP.CON
‘Marlonbrando no es una persona, Marlonbrando es un gato’.

(275) Marlonbrando iki misho, Renato ochiti ki


Marlonbrando iki misho Renato ochiti ki
Marlonbrando COP gato Renato perro TOP.DIF
‘Marlonbrando es un gato, Renato es un perro’.

Un dato interesante en relación con estas partículas es que, tal


como ya se indicó, en la segunda posición parecen exhibir una
función diferente, vinculada ya no al dominio de la estructura de la
información, sino de la fuente de información: ka indica que la
información es de primera mano y ki, que la información es
reportada y, por lo tanto, de segunda mano. Esto se ilustra en los
siguientes ejemplos. Es importante notar que este valor evidencial
no es siempre transparente y que, incluso en esa segunda posición,
ka y ki pueden mantener sus funciones relativas al tópico. Otro
detalle importante es que el uso de ka y ki no es bajo ninguna
circunstancia obligatorio. Ello dificulta el estudio sistemático de sus
CAPÍTULO 11 203

funciones, el mismo que debe ser emprendido con más deteni-


miento.

(276) Germanin ka miwen tankara pia.


German-nin ka miwen tankara pi-a
Germán-ERG EVI.1 2SG.GEN pollo.ABS comer-PERF
‘Germán se comió tu pollo y yo lo vi’.

(277) Germanin ki miwen tankara pia.


German-nin ki miwen tankara pi-a
Germán-ERG EVI.2 2SG.GEN pollo.ABS comer-PERF
‘Dicen que Germán se comió tu pollo’.

11.4.2 ri ‘focalizador’

El focalizador ri se usa para llamar la atención del oyente sobre


un punto específico del enunciado, por lo general asociado a infor-
mación nueva. Esto se aprecia a continuación, en un ejemplo obte-
nido a través de elicitación controlada.

(278) R: Marlonbrando ninoma, oari ka?


Marlonbrando nino-ma oari ka-a
Marlonbrando aquí-NEG dónde-FOC ir-PERF
‘Marlonbrando no está acá, ¿adónde se fue?’
G: Awen kahenri ka.
awen kahe-n-ri ka-a
3SG.GEN casa-LOC-FOC ir-PERF
‘Se fue a su casa’.

11.5 Oraciones copulativas

Las oraciones copulativas en iskonawa pueden o no portar una


cópula explícita. Hasta donde podemos determinar, las formas con
o sin cópula explícita alternan libremente en discurso y no se aprecia
ninguna motivación transparente para la inclusión o exclusión de la
cópula. Dos ejemplos de oraciones copulativas con y sin cópula se
ofrecen a continuación:
204 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(279) Eah chikishma iki.


eah chikish-ma iki
1SG.S ocioso-NEG COP
‘Yo no soy ociosa’.

(280) Eah rayá ainbo.


eah rayá ainbo
1SG.S trabajadora mujer
‘Yo era una mujer trabajadora’.

11.6 Oraciones interrogativas

Las oraciones interrogativas del iskonawa son de dos tipos: de


información o de sí/no. En el caso de las primeras, las oraciones
interrogativas portan una palabra interrogativa de entre las presen-
tadas en §4.2.2. En el segundo caso, no encontramos ninguna de
estas partículas.
Un detalle interesante en relación con las oraciones interro-
gativas del iskonawa es que no encontramos ninguna marca interro-
gativa propiamente dedicada a esa función. Esto produce una
ambigüedad particularmente alta en el caso de las oraciones
interrogativas de sí/no, ya que en el caso de las oraciones interro-
gativas de información, la sola presencia de la palabra interrogativa
crea un contexto de pregunta totalmente claro. Las preguntas de
sí/no se obtienen simplemente añadiendo el marcador de foco en la
segunda posición de la oración y, por lo tanto, la interpretación del
enunciado como una pregunta se basa sólo en una inferencia produ-
cida a partir del contexto comunicativo específico. Esto se aprecia
en el ejemplo siguiente. En ciertos casos, los hablantes realizan las
preguntas de sí/no con un contorno entonacional que termina en
un tono ascendente, que ayuda con la desambiguación del modo del
enunciado.

(281) German ri nokoa?


German ri noko-a
Germán.ABS FOC llegar-PERF
‘¿Germán ha llegado?’
CAPÍTULO 11 205

Las preguntas de información se producen mediante el uso de


una palabra interrogativa seguida por una de las partículas discursi-
vas presentadas en §11.4. Aunque, para los hablantes, ejemplos
como los presentados en (282)-(284) son básicamente sinónimos es
probable que existan ligeras diferencias pragmáticas asociadas a los
valores que posee cada una de estas partículas. Este patrón requiere
de más estudio.

(282) Tsoah ki nokoa?


tsoa-h ki noko-a
quién-S TOP.DIF llegar-PERF
‘¿Quién ha llegado?’.

(283) Tsoah ka nokoa?


tsoa-h ka noko-a
quién-S TOP.CON llegar-PERF
‘¿Quién ha llegado?’.

(284) Tsoah ri nokoa?


tsoa-h ri noko-a
quién-S FOC llegar-PERF
‘¿Quién ha llegado?’.

Finalmente, en algunos casos las oraciones interrogativas pueden


combinar más de una de las partículas presentadas en §11.4. Por
ejemplo, en el siguiente enunciado encontramos que Marlonbrando es
un tópico continuado y lleva ka, mientras que la palabra interroga-
tiva oa lleva el focalizador ri.

(285) Marlonbrando maati namama, na misho ka oari ka?


Marlonbrando maati namá-ma na
Marlobrando.ABS cocina dentro-NEG este

misho ka oa-ri ka-a


gato.ABS TOP.CON donde-FOC ir-PERF
‘Marlonbrando no está dentro de la cocina, ¿a dónde se fue
este gato?’.
206 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

11.7 Comandos

11.7.1 -we ~ -kin ‘imperativo’

En nuestro corpus iskonawa encontramos dos marcadores de


imperativo, ambos con una distribución bastante similar: -we ~ -kin.
Mientras que el primero parece ser un préstamo del shipibo-konibo,
el segundo marcador parece ser el propiamente iskonawa. Ambas
formas son sinónimas, tal como se ilustra a continuación:

(286) Oinkin! ~ Oinwe!


oin-kin oin-we
ver-IMP ver-IMP
‘¡Mira!’.

11.7.2 -ba ‘exhortativo’

El iskonawa presenta un sufijo exhortativo que se emplea para


indicar que el comando incluye tanto al hablante como a los oyen-
tes. Este sufijo tiene la forma -ba y es ilustrado a continuación.

(287) Oinba! ‘¡Vamos a ver!’

11.7.3 La construcción prohibitiva

La construcción prohibitiva del iskonawa se produce combi-


nando el marcador negativo -ma y el morfema imperativo -kin
‘imperativo’, tal como se ilustra a continuación. Hasta donde sabe-
mos, el imperativo -we no aparece en la construcción prohibitiva.

(288) Ewen piti pimakin!


ewen piti pi-ma-kin
1SG.GEN comida comer-NEG-IMP
‘¡No te comas mi comida!’.
CAPÍTULO 12

NOMINALIZACIÓN Y CAMBIO DE REFERENCIA

12.1 Introducción

En este capítulo, ofrecemos una breve introducción a dos


dominios funcionales relacionados: la nominalización (§12.2) y el
cambio de referencia (§12.3). Cada uno es discutido en secciones
independientes, aunque tal como se muestra en las secciones
siguientes ambos hacen uso parcialmente de los mismos elementos
morfológicos.

12.2 Nominalización en iskonawa

Las definiciones de nominalización varían en la literatura, pero


en general las diferentes definiciones apuntan hacia la idea de deri-
var sustantivos o constituyentes más grandes que pueden satisfacer
usos nominales a partir de verbos o adjetivos (Comrie y Thompson
1985; Payne 1997: 223; Malchukov 2004). En este capítulo, presta-
mos atención más a los aspectos sintácticos que a los léxicos asocia-
dos a la nominalización. En ese sentido, estudiamos el uso de pro-
cesos de nominalización para la derivación de constituyentes nomi-
nales más grandes que una palabra. Estos constituyentes son referi-
dos aquí como nominalizaciones gramaticales.
Las nominalizaciones gramaticales en iskonawa son radicalmente
similares a cláusulas no nominalizadas en lo que respecta a su es-
tructura interna. Lo que las distingue es principalmente su semánti-
ca: las nominalizaciones gramaticales denotan entidades y no even-
tos. Además, también las distingue su sintaxis externa, en tanto que
las nominalizaciones gramaticales presentan propiedades y fun-
ciones propias de nombres: las nominalizaciones gramaticales en
iskonawa pueden ser núcleos de frases nominales y, en tanto tales,
pueden ser marcadas con caso y número. A continuación desa-
rrollamos estos aspectos en secciones independientes.
208 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

12.2.1 Sintaxis interna

Las nominalizaciones gramaticales en iskonawa exhiben un iso-


morfismo extremo en términos de su morfosintaxis interna con las
cláusulas independientes de la lengua. Este isomorfismo se aprecia
primeramente en la morfología del verbo: los predicados en cons-
trucciones nominalizadas y no nominalizadas llevan básicamente las
mismas terminaciones morfológicas. No hay indicadores claros de
nominalización y, como se resume en la tabla a continuación, bási-
camente la misma lista de morfemas ligados se encuentra al final de
los verbos en cláusulas independientes y nominalizaciones gramati-
cales.

Tabla 44. Algunos marcadores finales en iskonawa


Forma Glosa Cláusula Nominalización gra
independiente gramatical
-a ‘perfectivo’ SÍ SÍ
-i ‘imperfectivo’ SÍ SÍ
-shina ‘pasado, hace días’ SÍ SÍ
-ni, -ti ‘remote past’ SÍ SÍ

Entonces, básicamente, las mismas terminaciones pueden em-


plearse para formas nominalizadas y no nominalizadas, tal como se
ilustra a continuación. En los ejemplos (289)-(290) encontramos
que prácticamente la misma construcción (entre corchetes) desem-
peña funciones tanto de cláusula independiente (289) como de
nominalización en posición de sujeto (290).
(289) Eah ani ewea.
[eah ani ewe-a]
1SG.S allá vivir-PERF
‘Yo viví allá’.

(290) Eah ewea riki Callería.


[eah ewe-a] riki Callería
1SG.S vivir-NOMLZ COP Callería
‘Donde yo viví es Callería’.

Existe una sola propiedad que distingue construcciones nomina-


lizadas de cláusulas independientes: sólo las primeras tienen un or-
CAPÍTULO 12 209

den relativamente rígido de palabras de acuerdo con el cual el verbo


aparece siempre al final de la construcción.

12.2.2 Sintaxis externa

Es claro en (290) que la nominalización gramatical eah ewea fun-


ciona como el sujeto de la copula riki, en lo que constituye evidencia
del carácter nominal de la construcción indicada. Sin embargo, este
carácter nominal se hace todavía más transparente en ejemplos co-
mo los siguientes, en los que la nominalización gramatical porta
morfemas de número y caso. En la oración en (291), la nominaliza-
ción gramatical Germanan hawe bea ‘la tortuga que trajo Germán’ lleva
la marca de ergativo -nan y es el argumento A del predicado kiw
‘morder’. Nótese que la nominalización gramatical en cuestión es
correferencial con el argumento P del evento, es decir, refiere a la
tortuga. En la oración en (292), la nominalización gramatical es
modificada por el marcador de plural -bo.

(291) Germanan hawe beaton Jeberson kiwa.


[German-nan hawe be-a]-ton
Germán-ERG tortuga traer-NOMLZ-ERG
Jeberson kiw-a
Jeberson.ABS morder-PERF
‘La tortuga que trajó Germán mordió a Jeberson’.

(292) Germanan hawe beabo


[German-nan hawe be-a]-bo
Germán-ERG tortuga traer-NOMLZ-PLU
‘las tortugas que trajo Germán’

Los ejemplos en (291) y (292) muestran que, a pesar del isomor-


fismo radical entre nominalizaciones gramaticales y cláusulas inde-
pendientes, las nominalizaciones son altamente nominales en térmi-
nos de su sintaxis externa. Una propiedad muy importante de las
nominalizaciones gramaticales en iskonawa es que, cuando aparecen
en combinación con una frase nominal externa semánticamente
correferencial a ellas, estas nominalizaciones cumplen una función
equivalente a la de las oraciones relativas en otras lenguas. Un ejem-
plo de ello se presenta a continuación:
210 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

(293) Oni tapas maroa ma kahakoa.


[oni] [tapas maro-a] ma
persona.ABS casa comprar-NOMLZ ya
ka-hako-a
ir-DIM-PERF
‘El hombre que compró la casa ya se fue’.

12.3 Cambio de referencia

Desde una perspectiva tipológica, el cambio de referencia (o


switch-reference) constituye una de las estrategias más comunes para
indicar si los participantes de dos o más eventos en una cadena de
discurso son correferenciales o no. Esta función discursiva se logra
por medio de afijos verbales que aparecen en los verbos dependien-
tes con el fin de indicar si los argumentos (canónicamente, los suje-
tos) de dos cláusulas relacionadas son idénticos o diferentes. Las
lenguas pano son bien conocidas entre las lenguas de América del
Sur debido a sus complejos sistemas de cambio de referencia. En
estas lenguas, la mayoría de los sufijos de cambio de referencia dis-
tingue entre S y A en la cláusula principal e indican el tiempo del
verbo subordinado en relación con el verbo principal (Loos 1999:
237). La codificación de toda esta información puede producir
sistemas altamente sofisticados con grandes inventarios de marca-
dores especializados. En kakataibo, por ejemplo, nos encontramos
con un sistema de cambio de referencia compuesto de 21 sufijos
(ver Zariquiey 2011: capítulo 21). La situación es, sin embargo, radi-
calmente diferente en iskonawa. Para esta lengua, hasta donde po-
demos decir, encontramos sólo seis marcadores de cambio de refe-
rencia dedicados, todos asociados a la categoría semántica de sujetos
idénticos. Cualquier otro tipo de categoría de cambio de referencia
(P > S/A, S/A > P, P > P, sujetos diferentes, objetos diferentes) no
exhiben morfología especializada y se codifican simplemente por
medio de nominalizaciones gramaticales como las ilustradas en este
capítulo. Véase la siguiente tabla:
CAPÍTULO 12 211

Tabla 45. Cambio de referencia en iskonawa

Relación Sujetos idénticos Otras categorías


temporal
(transitivo) (intransitivo)

Previo -hon -ah Nominalizaciones


Simultáneo -hon -ah gramaticales
-kin -i
Simultáneo -anan
durativo
Posterior -no

En lo que sigue, presentamos algunos ejemplos de cambio de


referencia en iskonawa. En (294) encontramos una construcción de
sujetos idénticos con verbo principal transitivo (noi ‘amar’) y el mar-
cador de cambio de referencia que encontramos es -hon. En (295)
encontramos una configuración similar con la única diferencia de
que el predicado principal es intransitivo y por tanto la forma del
marcador de cambio de referencia es -ah.

(294) Iso inahon isores noia.


iso ina-hon iso-res noi-a
mono.araña criar-S/A>A mono.araña-sólo amar-PERF
‘Cuando ella crió un mono araña, ella sólo lo amó a él’.

(295) Piah niho icha poia.


pi-ah niho icha poi-i
comer-S/A>S niho mucho defecar-IMPF
‘Después de comer, el niho (criatura del monte)
defeca mucho’.

Los ejemplos recién presentados resultan muy similares a los que


encontramos en otras lenguas pano, en las que, en general, siempre
encontramos cognados de los marcadores -hon y -ah. Sin embargo,
la situación varía cuando miramos a otras categorías de cambio de
referencia: mientras que otras lenguas pano pueden tener marca-
dores especializados para codificarlas, en iskonawa se hace uso sim-
plemente de nominalizaciones gramaticales. Básicamente, el is-
konawa usa los nominalizadores -a e -i, que son además los marca-
212 BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

dores de perfectivo e imperfectivo en cláusulas independientes, para


expresar varios tipos de categorías de cambio de referencia dife-
rentes a las de sujetos idénticos. En (296), la nominalización grama-
tical enan German mipia funciona como una construcción de cambio
de referencia con el significado ‘después de que yo golpeé a Ger-
mán’ y cualquier relación semántica con el predicado principal es
posible, con la excepción de ‘sujetos idénticos’: Germán o cualquier
otro participante (excepto la primera persona) puede ser quien lloró.
Lo mismo ocurre en (297):

(296) Enan German mipia hohoa.


[enan German mipi-a] hoho-a
1SG.A Germán golpear-NOMLZ llorar-PERF
‘Después de que yo golpeé a Germán, él o alguien más lloró’.

(297) Enan German mipi Maria kena.


[enan German mipi-i] Maria ken-a
1SG.A Germán golpear-NOMLZ María llamar-PERF
‘Mientras yo estaba golpeando a Germán, él o alguien más
llamó a María’.

Entonces, estos ejemplos muestran que el iskonawa exhibe un


sistema de cambio de referencia relativamente sencillo sin marca-
dores especializados para categorías diferentes a sujetos idénticos.
Esto, que constituye una diferencia con respect a lo que sabemos
sobre otras lenguas de la familia pano, abre interesantes preguntas
sobre el desarrollo de los sistemas de cambio de referencia en pano.
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220
!"#$%&'(')*
BOSQUEJO GRAMATICAL DE LA LENGUA ISKONAWA

José Antonio Mazzotti en sesión de trabajo en San José de Yarinacocha.


!"#$%&$%'($&)*&+',-&#'$'.#/0&

Sesión de trabajo a orillas del lago Yarinacocha.

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