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TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL

DE SANTA MARTA

SALA CIVIL - FAMILIA

MYRIAM FERNÁNDEZ DE CASTRO BOLAÑO


MAGISTRADA SUSTANCIADORA

Rad.47.189.31.03.002.2003.00070.03

ACTA No. 010

Santa Marta, febrero once (11) de dos mil once (2011).

Procede la Sala a decidir la apelación del auto


calendado dieciocho (18) de Febrero de dos mil diez
(2010), proferido por el Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Ciénaga, dentro del Proceso Ejecutivo
promovido por SIMBAD OBISPO HERNÁNDEZ y ALEGRINA
NORIEGA POLO contra ALEJANDRO ALFONSO GUETTE JIMÉNEZ.

ANTECEDENTES:

Con motivo de un proceso ordinario seguido por las


mismas partes dentro de esta actuación, este Tribunal
con ponencia de la Dra. IDA INÉS MÉNDEZ DE RODRÍGUEZ
profirió fallo calendado el 27 de Febrero de 2009 en el
que entre otros resolvió que el aquí apelante debía
restituir a los señores ya señalados la suma de
CINCUENTA MILLONES SETECIENTOS SETENTA MIL SETENTA
PESOS CON TREINTA Y SEIS CENTAVOS ($50.770.079.36) y
correlativamente éstos debían restituir al recurrente
el inmueble ubicado en la calle 9 No. 19-20 de Ciénaga-
Magd motivo del litigio que diera como resultado la
providencia reseñada.

El día 26 de Octubre de 2009, la A quo dictó fallo en


el que resolvió seguir adelante con la ejecución,
practicar la liquidación del crédito según el artículo
521 del C.P.C. y condenar en costas al demandado; a
folio 60 del cuaderno principal obra la liquidación del
crédito hecha por el Juzgado de instancia que va desde
el mes de Marzo de 2009 hasta Diciembre de la misma
anualidad y Enero de 2010, ésta arrojo como resultado

Ejecutivo de SUNBAD A. OSPINO HERNÁNDEZ y ALEGRINA NORIEGA POLO contra


ALEJANDRO A. GUETTE JIMÉNEZ
1
la suma de DOCE MILLONES SETECIENTOS TREINTA Y SIETE
MIL SEISCIENTOS NOVENTA Y OCHO PESOS ($12.737.698.4)
por concepto de intereses, monto que se adicionó a la
ya ordenada en el fallo antes referido para un total de
SESENTA Y TRES MILLONES QUINIENTOS SIETE MIL
SETECIENTOS SETENTA Y SIETE PESOS ($63.507.777).

La A Quo procedió a correr traslado de esta a las


partes, mediante auto adiado 28 de Enero de la pasada
anualidad, y dentro del término el señor Güete objetó
la liquidación aportada a la que le hizo las siguientes
observaciones:

 En la liquidación no se tuvo en cuenta el valor de


los cánones de arrendamiento causados desde el 1
de Marzo de 2009 hasta el mes de Enero de 2010 con
sus respectivos intereses.

 El Despacho realizó una nueva liquidación del


crédito y en un proceso donde no se encuentran
todos los bienes debidamente embargados.

 Se incrementaron los intereses e indexación.

 El monto de los intereses no son los establecidos


por la Superintendencia Bancaria.

PROVIDENCIA IMPUGNADA:

Por auto del 18 de Febrero publicado en estado del día


22 del mismo mes de la presente anualidad, el Juzgado
de instancia declaró no probada las objeciones
formuladas y en consecuencia aprobó la liquidación
hecha, señaló como agencias en derecho la suma de SEIS
MILLONES TRESCIENTOS CINCUENTA MIL SETECIENTOS SETENTA
Y SIETE PESOS ($ 6.350.777) (F. 65-66 cdno ppal).

Con memorial recibido en la secretaría del Juzgado el


día 25 de Febrero del cursante, el demandado dentro del
proceso ejecutivo interpuso recurso de apelación contra
la decisión del 18 de Febrero antes referida (F. 67
cdno ppal)

A folio 68 de la instructiva obra la decisión por medio


de la cual se concedió la alzada

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ALEJANDRO A. GUETTE JIMÉNEZ
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ACTUACIÓN DEL TRIBUNAL:

Por proveído del doce (12) de Mayo de dos mil diez


(2010), este Despacho ordenó al A quo que informara la
fecha en que envió el oficio remisorio del expediente a
la oficina postal, de igual manera requirió a la
oficina de correo para que emitiera certificación de la
llegada del mismo y si el recurrente canceló
oportunamente el porte de ida y regreso. (F. 4 cdno
Tbnal).

A folios 7 y 9 a 10 del cuaderno del Tribunal obra las


respuestas respectivas tanto del Juzgado como de la
oficina postal.

Por auto del 4 de Junio del presente año el despacho


admitió la apelación referida y corrió traslado por el
término de 3 días al apelante (F. 16 cdno Tbnal); en
los folios 17 a 22 del cuaderno del Tribunal está
contenida la sustentación del apelante a la que se
harán las precisiones que a continuación se plasman.

CONSIDERACIONES:

Es menester precisar que aunque la apelación propuesta


versa sobre el artículo 521 del C.P.C. modificado por
la Ley 1395 de 2010, en el sub examine se aplicará la
norma sin la reforma citada, toda vez que la alzada se
concedió antes del 12 de Julio de 2010 fecha en la que
entró en vigencia la citada Ley, además de que el
mentado recurso ya había sido objeto de pronunciamiento
de la suscrita magistrada, decisión que fue recurrida
en súplica y se ordenó la revocatoria de lo decidido en
aquella ocasión; en vista de los motivos expuesto se
analizará el caso a la luz de norma antes de la reforma
introducida por la Ley 1395 de 2010 ya que de lo
contrario se pondría al censor en desventaja.

Como primera medida debe recordarse que la liquidación


del crédito tiene por objeto concretar el valor
económico de la obligación y está sujeto a la revisión
del juez, quien puede aprobarla o modificarla, decisión
contra la cual procede el recurso de apelación en el
efecto diferido, circunstancia que permite que el
Operador Judicial ordene la entrega a favor del

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ejecutante, de los dineros embargados que no sean
objeto de la apelación, como se desprende de la ley1.

En este orden de ideas tenemos que el artículo 521 del


Código de Procedimiento Civil contempla el trámite para
proceder a la liquidación del crédito en todo Proceso
Ejecutivo.

Reza el citado artículo:

Ejecutoriada la sentencia de que trata el artículo 507 o


la contemplada en la letra e), del numeral 2º del
artículo 570, (sic) se practicará por separado la
liquidación del crédito y la de las costas. Para la de
éstas se aplicará lo dispuesto en el artículo 393; la del
crédito se sujetará a las siguientes reglas:

1. El ejecutante, dentro de los diez días siguientes a la


ejecutoria de la sentencia, o a la notificación del auto
que ordene cumplir lo resuelto por el superior, según el
caso, deberá presentar la liquidación especificada del
capital y de los intereses, y si fuere el caso de la
conversión a moneda nacional de aquél y de éstos, de
acuerdo con lo dispuesto en el mandamiento de pago,
adjuntando los documentos que la sustenten, si fueren
necesarios.

2. De dicha liquidación se dará traslado al ejecutado por


tres días, mediante auto que no tendrá recursos, dentro
de los cuales podrá formular objeciones y acompañar las
pruebas que estime necesarias.

3. Vencido el traslado, el juez decidirá si aprueba o


modifica la liquidación por auto apelable en el efecto
diferido, recurso que no impedirá efectuar el remate de
los bienes, ni la entrega de dineros al ejecutante en la
parte que no es objeto de la apelación.

4. Expirado el término para que el ejecutante presente la


liquidación, mientras no lo hubiere hecho, el ejecutado
podrá presentarla y se aplicará lo dispuesto en los
numerales anteriores. Si pasados veinte días ninguno la
hubiere presentado, la hará el secretario y se observará
lo prevenido en los numerales 2º y 3º.

5. De la misma manera se procederá cuando se trate de


liquidación adicional.

Dentro de la presente actuación advierte la Sala que la


liquidación recurrida fue realizada por la secretaría
del Juzgado como se evidencia a folios 60-61 del

1
Sentencia 34175 de 2008 Consejo De Estado C.P. Dr. Ramiro Saavedra Becerra

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ALEJANDRO A. GUETTE JIMÉNEZ
4
cuaderno principal es por ello que este Colegiado finca
especialmente su atención en el parágrafo del
multicitado artículo que dispone:

PAR. —Adicionado. L. 446/98, art. 25. Liquidación de


créditos. En los procesos civiles y tratándose de
liquidación de créditos si el demandante o, en su caso,
la parte demandada cuando esté asistida de apoderado
judicial, no la presenta dentro del término señalado en
el Código de Procedimiento Civil, no podrá objetar la
liquidación realizada por el secretario.

La norma es clara al disponer: cuando la liquidación


del crédito la haya efectuado el secretario del
Despacho ésta no podrá ser objetada por los extremos
procesales, sin embargo pese a ello la misma debe ser
revisada por el Juez, quien decide si aprobarla o
modificarla por auto que en todo caso será apelable.
El Juez de instancia hizo lo propio por auto censurado
y que produjo esta actuación; dos son los reproches que
le endilga el censor a la mentada liquidación, a saber:

a) A la suma de dinero especificada en la sentencia que


sirvió de título ejecutivo se le sumaron los intereses
moratorios causados entre el mes de Marzo de 2009 y
Enero de 2010 (desde la ejecutoria de la sentencia que
ordenó seguir adelante con la ejecución hasta que se
practicó la liquidación del crédito).

b) En la sentencia que sirvió de título ejecutivo no se


condenó en costa al demandado.

Al respecto de estos señalamientos se harán las


siguientes precisiones:

En primer lugar debe recordarse que el proceso


ejecutivo es independiente y que si bien es cierto en
el asunto de marras el fundamento lo constituye una
sentencia judicial y debe estarse a lo resuelto en tal
decisión, ello no afecta la independencia de su
ejecución ni del título mismo, es decir que aunque en
el proveído que sirvió de base de recaudo no se ordenó
el pago de intereses, se debe dilucidar si las condenas
impuestas en la sentencia que se ejecuta se causan y
cual es su monto, para lo cual se entiende que:

"Los intereses remuneratorios son los


causados por un crédito de capital durante

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5
el plazo que se le ha otorgado al deudor
para pagarlo, y los moratorios, los que
corresponden a la indemnización de
perjuicios que debe satisfacer el deudor
cuando ha incurrido en mora de pagar la
cantidad debida. En las obligaciones de
origen contractual llámanse
convencionales, cuando han sido fijados
por las partes que celebraron el contrato
y legales los que por falta de
estipulación al respecto son determinados
por la ley.

Convencionalmente se pueden estipular los


remuneratorios y los moratorios; cuando no
ha habido tal estipulación, nada debe el
deudor por razón de los primeros, pero en
caso de mora, ipso iure, deberá pagar
intereses legales a título de
indemnización de los perjuicios
correspondientes "quedando, sin embargo,
en su fuerza las disposiciones especiales
que autoricen el cobro de los intereses
corrientes en ciertos casos'' (C.C. art.
1617).

Como no se concibe que puedan estipularse


o subsistir por sí mismos, aisladamente de
una obligación principal, y teniendo en
cuenta su naturaleza jurídica, los
intereses son siempre una obligación
accesoria''. (CSJ, Cas. Civil, Sent. feb.
24/75).

… Más no aquellos que se señalan en la


legislación civil, y concretamente en el
artículo 1617 del Código Civil, ya que
estos últimos, los intereses legales
civiles reservan su aplicación como regla
general, por falta de normas especiales, a
casos de responsabilidades civiles
extracontractuales y precontractuales que
puedan presentarse simplemente con
"ocasión" del desarrollo de celebración de
un contrato". (CSJ, Cas. Civil, Sent. feb.
16/95, Exp. 4460. M.P. Pedro Lafont
Pianetta).

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De lo anterior podemos inferir que se debe aplicar la
ley civil al asunto que nos ocupa, principalmente el
Art. 1617 en concordancia con el 2232 del mismo
compendio, los que corresponde a un 6% anual los cuales
se causan ante el incumplimiento del pago así no se
hayan ordenado en el fallo, lo que es exigible a su
ejecutoria.

La Corte Constitucional en sentencia T-901 de 2002


señaló:

“El deudor está en mora:


1. Cuando no ha cumplido la obligación
dentro del término estipulado; salvo que
la ley, en casos especiales, exija que se
requiera al deudor para constituirlo en
mora.
2. Cuando la cosa no ha podido ser dada o
ejecutada sino dentro de cierto tiempo y
el deudor lo ha dejado pasar sin darla o
ejecutarla.
3. En los demás casos, cuando el deudor
ha sido judicialmente reconvenido por el
acreedor.”

Lo anterior implica que, como es conocido,


la mora, en sentido estricto, no se genera
de manera inmediata con el incumplimiento
de una obligación2, sino que cuando no hay
un término estipulado para el cumplimiento
de la misma y no se trate de una
obligación que sólo podía ser ejecutada
dentro de cierto tiempo, se requiere de
reconvención judicial para la constitución

2
El tratadista Ospina Fernández afirma que: “idiomáticamente las
expresiones mora y retardo son sinónimas; pero jurídicamente, la noción
de la primera es más compleja que la segunda, porque aquella estructura
una institución que apareja consecuencias diferentes y más importantes
que las del simple retardo. En principio, el deudor tiene que cumplir su
obligación cuando esta se hace exigible: si es pura y simple, desde su
nacimiento; si es a plazo, al vencimiento de este; y si es condicional,
al cumplirse la condición. Ahora bien, si el deudor no realiza la
prestación debida en la respectiva oportunidad, incurre en retardo y da
lugar a la acción ejecutiva del acreedor, siempre que este se encuentre
provisto de un título que reúna las condiciones de fondo y de forma
requeridas por las normas procesales (C.de P. C., art. 488). A falta de
dicho título, el acreedor tiene que obtener, por la vía del juicio
ordinario, el decreto o sentencia de cumplimiento contra el deudor. Pero
el simple hecho del retardo en el pago no basta para que el deudor quede
constituido en mora. Es además necesario, y en principio, que el acreedor
requiera o reconvenga al deudor para que cumpla la obligación.” (el
subrayado es nuestro) (Ospina Fernández, ob cit. p. 101)

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en mora, excepto en obligaciones
dinerarias.

Para determinar la manera de fijar los


perjuicios por mora en obligaciones
dinerarias el artículo 1617 del Código
Civil estableció que:

"Si la obligación es de pagar una cantidad


de dinero, la indemnización de perjuicios
por la mora está sujeta a las reglas
siguientes:
1. Se siguen debiendo los intereses
convencionales, si se ha pactado un
interés superior al legal, o empiezan a
deberse los intereses legales, en el caso
contrario; quedando, sin embargo, en su
fuerza las disposiciones especiales que
autoricen el cobro de los intereses
corrientes en ciertos casos.
El interés legal se fija en seis por
ciento anual.
2. El acreedor no tiene necesidad de
justificar perjuicios cuando sólo cobra
intereses; basta el hecho del retardo.
3. Los intereses atrasados no producen
interés.
4. La regla anterior se aplica a toda
especie de rentas, cánones y pensiones
periódicas”

La mora, como título jurídico para hacer


efectivo el cobro de perjuicios en
obligaciones dinerarias, se constituye
desde el momento en que la persona que
tiene a su cargo tal tipo de obligación,
incumple con el pago de la misma de
acuerdo con el plazo estipulado. Se trata
de un retardo sin reconvención. El
perjuicio que se cobra es aquél que el
legislador ha presumido; se trata de un
perjuicio que al no poder ser dividido
claramente entre lucro cesante y daño
emergente se ha tasado acorde con la
propiedad del dinero, la cual es producir
más dinero. En esa medida, el sólo
retardo en ese cumplimiento, es indicio
claro de perjuicio, que por producirse en
una obligación dineraria, genera intereses
de mora.
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ALEJANDRO A. GUETTE JIMÉNEZ
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Téngase en cuenta que frente a las
obligaciones dinerarias, el momento de
constitución en mora es claramente
precisable si se tiene en cuenta que la
mora se da cuando se incumple con la
obligación de acuerdo con el plazo
establecido. Lo anterior es fácilmente
aplicable a obligaciones dinerarias
derivadas de la responsabilidad civil
contractual puesto que las partes pueden
fijar una fecha cierta en la cual deba ser
cumplida la obligación dineraria.”

De ahí que el señor ALEJANDRO ALFONSO GUETTE JIMENEZ


debió cancelar la suma señalada el 13 de marzo del año
2009, pues la condena fue impuesta el 27 de febrero de
la misma anualidad, quedando ejecutoriada el 12 de
marzo; fecha a partir de la cual debe como
indemnización por el no pago los intereses legales.

En consecuencia se ha de revocar parcialmente el auto


del 18 de febrero de 2010 y en su defecto se modificará
la liquidación de crédito practicada por secretaría

Siguiendo con el orden anunciado se fija la atención


ahora en lo concerniente a la condena en costa que no
se efectuó en la sentencia que sirvió de recaudo, pero
que sí tuvo lugar en el fallo del proceso ejecutivo que
se siguió en base la decisión judicial tantas veces
aludida; sobre este tópico debe decirse que la censura
hecha se torna completamente impróspera entendiendo que
al tenor de lo preceptuado en el 392 y numeral 5 del
Art. 393 del C.P.C., por lo tanto la inconformidad
respeto al monto de su tasación debe efectuarse en
primer lugar a través de la respectiva objeción, es así
como en esta instancia no habrá pronunciamiento al
respecto, toda vez que en sintonía con el último
mandato legal en cita no procede tal reproche. Reza la
disposición anunciada:

Art 393 Modificado. D.E. 2282/89, art. 1º, num. 199.


Modificado. L. 794/2003, art. 43. Liquidación. Las
costas serán liquidadas en el tribunal o juzgado de
la respectiva instancia o recurso, inmediatamente
quede ejecutoriada la providencia que las imponga o
la de obedecimiento a lo resuelto por el superior,
con sujeción a las siguientes reglas:

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(…)

5. Si la liquidación no es objetada oportunamente,


será aprobada por auto que no admite recurso alguno.

Al margen de lo esbozado se resalta que al revisarse la


liquidación del crédito obrante en la instructiva3 y
denunciada por el apelante, no se encuentra ajustada a
derecho a pesar que se elaboró teniendo en cuenta la
fecha de ejecutoria de la sentencia del Tribunal de
Santa Marta que sirvió de título hasta cuando se ordenó
la respectiva liquidación una vez dictada la sentencia
que ordenó seguir adelante con la ejecución, pero la
elaboró en concordancia con las tablas que para los
años 2009 y 2010 publicó la Superintendencia Financiera
cuando lo procedente era el 6% anual, de ahí que no se
comparta la aprobación de la liquidación hecha por la
secretaría de instancia y como se anunció se revocará
parcialmente la decisión recurrida y así se plasmará en
la parte resolutiva de este proveído.

En virtud de lo manifestado, EL TRIBUNAL SUPERIOR DEL


DISTRITO JUDICIAL DE SANTA MARTA, SALA DE DECISIÓN
CIVIL - FAMILIA,

RESUELVE:

PRIMERO: Revocar parcialmente el auto del dieciocho


(18) de Febrero de dos mil diez (2010), proferido por
el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Ciénaga,
dentro del Proceso Ejecutivo promovido por SIMBAD
OBISPO HERNÁNDEZ y ALEGRINA NORIEGA POLO contra
ALEJANDRO ALFONSO GUETTE JIMÉNEZ; en su lugar se
modifica la liquidación del crédito, la que quedará
así:

CAPITAL $50.770.079.36
Intereses legales al 6% desde el 13
de Marzo de 2009 al 31 de enero de 2010

Así del 13 de marzo de 2009 al 13 de enero


De 2010 (10 meses 5%) $ 2.538.503.9

Del 14 al 31 de enero de 2010

3
Folio 60 del cuaderno del proceso ejecutivo

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10
(15 días 0.25%) $126.925.19

TOTAL $53.435.508.45

SEGUNDO: Sin lugar a condena en costas

TERCERO: Ejecutoriada la presente providencia


remítase al Despacho de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

MYRIAM FERNÁNDEZ DE CASTRO BOLAÑO


Magistrada Sustanciadora

TULIA CRISTINA ROJAS ASMAR


Magistrada

ALBERTO RODRÍGUEZ AKLE


Magistrado

Ejecutivo de SUNBAD A. OSPINO HERNÁNDEZ y ALEGRINA NORIEGA POLO contra


ALEJANDRO A. GUETTE JIMÉNEZ
11
En este orden de ideas el código de procedimiento
Civil establece de forma taxativa cuales autos son
apelables, por ende si el código expresamente
permite esta será procedente, si no dice nada al
respecto no se podrá interponer.

"...Esto no obstante, el examen preliminar que el


artículo 358 del Código de Procedimiento Civil
tiene establecido como primer paso en la
tramitación ante el ad quem y que ese rito ya se
cumplió, pues tal decisión no ata al juez en
virtud del principio de la unidad del proceso
enunciado por los procesalistas y admitido por la
doctrina de la Corte en el sentido de que "el
error cometido por el juez en un acto
ejecutoriado no lo obliga a incurrir en otro
yerro". (Cfr. Cas. 17 dic. 1935. G. J. XLIII,
pág. 632 y Devis Echandía H. Compendio de Derecho
Procesal. Tomo I, pág. 425, Edit. ABC 1972).

Viene de lo expuesto, que no obstante haberse


concedido la apelación y habérsele dado curso por
el Tribunal, dada su improcedencia en razón a la
falta de competencia funcional, la Sala se
inhibirá para un pronunciamiento de mérito sobre
la impugnación, tal como lo recomienda la
doctrina para casos como este (Cfr. Devis
Echandía H. Op. cit. Tomo III, pág. 234. tercera
edición y Morales M. Hernando. Curso de Derecho
Procesal Civil, Parte General pág. 561. sexta
edición)". (T.S. Medellín, auto ago. 11/81, M.P.
Horacio Montoya Gil).

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En este sentido la doctrina se ha pronunciado así:
“Salvo los casos señalados en el artículo 351 las
restantes providencias no admiten recurso de
apelación por cuanto se quiso dar al mismo un
carácter eminentemente taxativo, con lo cual se
prestó un valioso servicio a la economía procesal
pues se impide la apelación de múltiples autos que,
no obstante ser interlocutorios de acuerdo con los
criterios tradicionales, no justifican el
dispendioso trámite del recurso…” 4

De ahí que se procederá decretar la nulidad de todo


lo actuado por carecer esta Corporación de
competencia de conformidad con lo dispuesto en el
numeral 2 del Art. 140 Ibidem y en su lugar declarar
inadmisible el recurso concedido.

Desconoce el carácter inmutable que la ley le da a una sentencia que


ha hecho tránsito a cosa juzgada —artículos 331 y 332 del Código
de Procedimiento Civil
“Interés: Es el rendimiento periódico que da un capital. También se define como el precio o
costo que se paga por el uso del dinero. Normalmente se paga al finalizar un período: mes,
trimestre, semestre o año. Cuando la tasa se paga, o sustrae, del valor inicial de un crédito al
comenzar un período, se la denomina ‘tasa de descuento’ o también ‘interés anticipado’.
Según el artículo 717 del Código Civil los intereses de capitales exigibles se llaman frutos
civiles, al igual que los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo. Dichos frutos
civiles, agrega la misma norma, se llaman pendientes mientras se deben; y percibidos desde que
se cobran.
Interés corriente. Es el acostumbrado en un lugar donde se hacen operaciones considerables
de comercio al por mayor, y principalmente de giro.
Interés bancario corriente. 'El aplicado por las entidades crediticias en sus operaciones de
crédito en una plaza, durante un lapso de tiempo determinado' y 'corresponde entonces, al interés
promedio cobrado como práctica general, uniforme y pública en cuanto al pacto de intereses en el
crédito ordinario otorgado por los establecimientos bancarios'. (...).
Interés remuneratorio. La Corte Suprema de Justicia los define como 'los causados por un
crédito de capital durante el plazo que se le ha otorgado al deudor para pagarlo'.
Interés moratorio. 'Corresponde a aquellas sumas que se deben pagar a título de
indemnización de perjuicios desde el momento en que se constituye en mora el deudor, es decir,
desde el incumplimiento de la obligación principal'”. (C.E., S. de Consulta, Conc. jul. 5/2000. Rad.
1276. C.P. César Hoyos Salazar).

4 HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO, Instituciones de Derecho Procesal Civil Colombiano,


Tomo I, Parte General, Pág. 569

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