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Universidad Nacional del Altiplano

Maestría: Didáctica de la Educación Superior


Presentado por: Jhuliana Ramos Quenaya

EDUCACIÒN Y LUCHA DE CLASES


La educación en la comunidad primitiva

El ser humano es esencialmente un ser social, por lo tanto proclive a vivir en


comunidad. En las comunidades primitivas se puede observar como hombres
mujeres y niños, se repartían las actividades necesarias para la supervivencia como
lo son la caza, la recolección y la administración de recursos en igualdad de
condiciones y acorde a la capacidad de cada uno de sus miembros. Debido a estar
sujetos a los caprichos de la naturaleza y al no contar con las herramientas
adecuadas, las comunidades sobrevivían, pero no acumulaban ni progresaban.
La educación en los niños de estas comunidades, eran básicamente de observación
y práctica, se les permitía participar en las actividades de los adultos y desarrollar
una libre personalidad sin regímenes ni castigos, sin embargo llegaban a ser adultos
acordes con el ambiente como sus predecesores. Esto sucedió debido a que en las
comunidades primitivas, la educación era una función espontanea de la sociedad
como lo era el lenguaje o la ética.
El ser humano desarrolla su personalidad sujeto a la influencia del contexto en el
que se encuentre, por lo cual en las comunidades primitivas, los individuos
desarrollaban su personalidad de una manera funcional en su comunidad y al mismo
tiempo desarrollaban su propia percepción existencialista acorde a sus
observaciones y experiencias encaminándolos a ser útiles a su comunidad.
El tiempo y la necesaria repartición de actividades tales como ejecutores y
administradores además de la inclusión de animales domesticados que ayudaban
con la agricultura, dio paso a las conocidas clases sociales y por primera vez el ser
humano contó con tiempo de ocio, el cual utilizó para desarrollar técnicas que le
facilitaran su trabajo. Comenzó a acumular más de lo imprescindible e intercambiar
el excedente con otras comunidades. En los enfrentamientos, los perdedores se
incorporaban como esclavos y eran utilizados para aumentar la producción, por lo
cual ya las comunidades no compartían un ambiente equitativo. Esto también dio
paso a que el proceso educativo ya no fuera en aras de la funcionalidad de la
comunidad, sino acorde con la posición social a la que se pertenecía. La educación
empezó a impartirse de manera oficial, preparando para un determinado cargo, se
creó una jerarquía de acuerdo a la edad lo que dio paso a la inclusión de los castigos
y reprimendas como parte de la educación.
Los que ostentaban el poder se procuraron una manera de conservarlo, subyugaron
a los que ellos consideraban sus inferiores, empezando por la mujer, cuya
educación casi nunca superaba a la de un niño, las comunidades que anteriormente

Jhuliana Ramos Quenaya


Universidad Nacional del Altiplano
Maestría: Didáctica de la Educación Superior
Presentado por: Jhuliana Ramos Quenaya

se regían por un matriarcado con igualdad de derechos para todos sus miembros,
dio paso a un patriarcado cuyo objetivo era acumular y dominar, acapararon los
conocimientos para que las otras clases solo aprendieran lo necesario para
producir, fundaron religiones y rituales para que el poder fuera concebido como un
don sobrenatural e inalcanzable para ellos, por lo tanto incuestionable e
infranqueable y que ese era el orden natural de las cosas. Por ultimo les faltaba una
entidad que respaldara, divulgara y difundiera esa ideología y de esa manera surgió
el Estado.

En base a lo anteriormente relatado, se puede deducir que en la educación, influye


más el entorno social en el que se desarrollan los individuos, que el método
educativo que se utiliza. Por lo cual, cuando el individuo se desarrolla en un
ambiente equitativo y humanitario tiende a seguir este tipo de comportamiento, ya
que de lo contrario se sentiría traicionando sus principios. Por otro lado, si se
desarrolla en un ambiente competitivo e individualista, muy seguramente seguirá
con este patrón ya que al hacerlo encontraría la satisfacción de su propia voluntad
además de la aparente superioridad y seguridad que poseen los que cuentan con
más recursos. También se puede observar la necesidad del ser humano de
simplificar sus labores cotidianas básicas, en busca del tiempo de ocio que le
permita realizar tareas que sean de su agrado, independiente de la índole.

Jhuliana Ramos Quenaya

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