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A) El doble aspecto de la aportación económica

a. El aumento de la ganancia personal

Cuando se desea formar una persona jurídica, está claro que se requiere

de un capital, en dinero o bienes, para su constitución; este capital, es

construido a través de activos otorgados por distintos acreedores o

socios. Esta suma de aportaciones de los socios, que pueden ser

realizadas en dinero, bienes o créditos, vendrían a constituir el capital

social, quien vendría a ser el monto con el que se iniciarán las gestiones

y operaciones de la sociedad. Si se toma esto como base, podemos decir

que ninguna sociedad podría constituirse a menos que los socios aporten

un capital determinado. Este aporte antes mencionado también define el

porcentaje de la empresa que le pertenece a cada socio.

Si se quieren mayores frutos productos de la creación de una persona

jurídica, se requiere un mayor capital social, para lo que se necesita

mayor cantidad de dinero invertido; lo que se traduce en un incremento

de inversionistas o más socios que contribuyan con la empresa; para

lograr este fin, la persona jurídica debe tener un objeto definido, que

aporte cierto grado de seguridad en los inversionistas, los cuáles

aportarán mayor cantidad de bienes si observan que su inversión está

dando buenas ganancias.


Muchos autores consideran que la confianza también es capital social;

sobre esto García 2011 sostiene:

Supongamos que un individuo se enfrenta a la decisión de confiar o no en


otro individuo sin tener la seguridad de que esa persona sea digna de
confianza. Dicha decisión es una decisión bajo riesgo porque no conocemos
las probabilidades objetivas de lo digno de confianza que es dicha persona.
No obstante, aunque desconozcamos las probabilidades objetivas, podemos
tener expectativas subjetivas acerca de la confianza que nos inspira dicha
persona (p.151).

De esta forma, para que una empresa posea más acreedores, éstos

deben tener la certeza de que sus aportaciones serán bien utilizadas.

Para ello, los acreedores deberán buscar información acerca de los

individuos que pertenecen a determinada sociedad, lo que puede

ayudarle a formar sus expectativas subjetivas sobre lo digno de confianza

que son dichos individuos, lo que a su vez los ayudaría a tomar una

decision acertada.

En el caso de la persona natural, ésta se encuentra formada por una sola

persona. Ella puede ejercer cualquier actividad económica con el mismo

RUT de persona natural y ejercer derechos y obligaciones a título

personal.

Una persona natural posee un patrimonio inalienable, es decir, que no se

puede separar de su dueño, el cual puede contraer nuevas obligaciones


o derechos y ser cedidos entre unos y otros, pero el patrimonio continuará

vinculado indefinidamente a la persona mientras subsista. Es decir, al

crear un negocio, dicha persona poseerá una responsabilidad ilimitada,

respondiendo a posibles deudas u obligaciones con su patrimonio

personal.

Si comparamos ambos casos, podemos deducir que una persona jurídica

posee una mayor ventaja que una persona natural en la creación de una

sociedad, por la responsabilidad limitada que posee la primera, además

del mayor capital social que se puede obtener al formar una persona

jurídica, puesto que son varias personas las que aportan para este fin,

caso que no se aplica con la persona natural, ya que ella realiza las

aportaciones por sí sola y recae solo en ella todo lo derivado con la

empresa.

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