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LIDERAZGO
EL LIDERAZGO
TRANSFORMACIONAL (GANDHI)
“El hombre que es objeto de este masivo homenaje murió como había vivido,
sencillamente, sin riquezas, sin propiedades , sin títulos ni puesto oficial
alguno. Mahatma Gandhi no era el jefe de un ejército, ni el líder de un vasto
territorio. No había logrado éxitos científicos ni tenía talentos artísticos. Y sin
embargo, gobiernos y dignatarios de todo el mundo han unido hoy sus manos para
rendir homenaje a este pequeño hombre de color, que vestido únicamente con un dhoti
de pureza llevó a su país a la libertad. En palabras del General George C. Marshall,
Secretario de Estado norteamericano, “Mahatma Gandhi se ha convertido en el
portavoz de la conciencia de toda la humanidad. Fue un hombre que convirtió la
humildad y la simple verdad en algo más poderoso que los imperios”. Y Albert
Einstein, añadió, “A las generaciones venideras les costará creer que un hombre así,
de carne y hueso caminara una vez sobre la Tierra.” (Palabras del periodista, Edgard
R.Murrow, al retrasmitir el funeral de Gandhi)
Existen cientos y cientos de películas que ilustran la fortaleza del liderazgo, ejemplos
muy conocidos como Gladiator (2000), Sufragistas (2015), Doce hombres sin piedad
(1949), Braveheart (1995), Lawrence de Arabia (1962), Alien (1979), o Made in
Dagenham (2010). Pero esta semana queremos hablar sobre la película Gandhi
(1982), un extraordinario film sobre un extraordinario hombre, y un excelente ejemplo
de la fortaleza del liderazgo. Ben Kingsley es Mahatma Gandhi en una inolvidable
película dirigida por Richard Attenborough y ganadora de 8 Oscars, entre ellos mejor
película, director y actor principal.
ESTILOS DE LIDERAZGO EN LA EMPRESA: LOS 8 TIPOS DE LÍDERES
Hablaremos sobre estos estilos, incluyendo características y ventajas de cada uno de ellos. Está
claro que en la actualidad (y en ciertos sectores) están muy bien valorados los líderes
participativos, por su flexibilidad y capacidad de adaptación; también se empieza a entender
en determinados contextos, el rol del líder transformacional, tan necesario para gestionar a los
Equipos de Alto Rendimiento; pero tenemos que decir que a un estilo autocrático (percibido
como un estilo negativo de liderazgo) también le podemos asociar ciertos beneficios. Por eso
es habitual escuchar o leer la siguiente afirmación: “no es posible definir un tipo de liderazgo
idóneo (en contraposición con otros), porque su idoneidad, vendrá determinada por varios
factores".
Por otro lado, se sabe que un líder está más definido por la capacidad de influir en los demás
que por su posición jerárquica, y por eso, decimos que NO todos los jefes son líderes, aunque
hay muchas personas que ocupan cargos intermedios (incluso miembros de equipos) a los que
les sobran cualidades para serlo. Nosotros vamos a tener en cuenta a todos y cada uno de ellos
para elaborar nuestra lista de estilo.
¿Existen buenos y malos estilos de liderazgo? ¿qué líderes fomentan más la creatividad
individual y la capacidad para tomar decisiones? ¿es posible un estilo de liderazgo que esté
orientado al equipo y la tarea al mismo tiempo? Esperamos dar respuestas a estas y otras
preguntas que se os planteen, y sobre todo, esperamos que la relación sobre estilos de
liderazgo que vamos a ofreceros, sea satisfactoria y os aporte suficiente información sobre
este apasionante tema. Y ahora sí, os dejo con:
Un líder que ejerza este estilo de liderazgo, actúa como una madre sobreprotectora:
organizando al milímetro, no dejando que fluya la iniciativa de las personas que forman el
equipo de trabajo, preparando incluso el trabajo de los demás para evitar equivocaciones. Por
consiguiente no existe el consenso en el establecimiento de objetivos, metodología de trabajo,
etc. Son personas con orientación a la tarea y la organización, pero no a las relaciones
interpersonales.
Un líder autocrático no busca personas creativas y capaces de gestionar recursos por iniciativa
propia, suelen asumir el mando sin fisuras y toman decisiones unilateralmente. El poder que
ostenta un líder autocrático no ha sido concedido por los empleados que tiene a su cargo, sino
por los directivos de la empresa; y si este hecho está acompañado por un carácter rígido,
controlador y dogmático, podría llegar a tener problemas con su propio equipo, aunque por
otra parte, el resto asumen que se le debe obediencia. No utiliza la motivación sino que mueve
a la acción por medio de un sistema de recompensas y castigos. Por último, un líder
autocrático suele guardar información relevante sin compartirla.
Si la personalidad de este líder es equilibrada, este estilo de liderazgo puede ser bueno para
aquellas empresas donde hay que tomar decisiones rápidas y drásticas en beneficio de la
empresa.
Este estilo de liderazgo, como cabe esperar, es muy apreciado por su compromiso e
implicación en la gestión del equipo, pero también la realización de las tareas: más que
dirección ejerce una supervisión, convirtiéndose en uno más, aunque a la vez asume la
responsabilidad de mediar en conflictos y facilitar consecución de objetivos.
Ya dijo el abogado Peter Drucker (en 1991) que no basta el poder formal para que una persona
se convierta en un líder adaptado a los tiempos que corren, pues las dinámicas de trabajo y
producción actuales, requieren de personas motivadas, y esta motivación vendrá de alguien a
quien en aspectos puntuales se considere un igual.
Permite a los miembros del equipo una participación activa, y ser parte del éxito.
El antropólogo y primatólogo Pablo Herreros Ubalde, nos cuenta en este post de Somos
Primates, que según estudios observacionales realizados sobre sociedades pre industriales, así
como sobre el comportamiento de los primates no humanos, el liderazgo natural surge con
facilidad cuando se cuidan las relaciones entre individuos, y se tienen ciertas cualidades que
aporten beneficios al grupo. Este tipo de liderazgo es muy valorado por las personas que
integran las empresas, aunque podrían pasar desapercibidos para quienes las dirigen.
Se trata de un estilo de liderazgo que da mucha seguridad a los individuos (entre otras cosas
porque el líder surge a instancias del propio grupo, y se mantiene gracias a este). Posee
habilidades muy destacables en comunicación humana y permite la participación en la toma
de decisiones. Estos líderes se orientan a las personas, pero también facilitan unos buenos
resultados en la empresa. No adopta una posición dominante, y posee cualidades innatas que
le hacen ser reconocido; en algunas organizaciones, el líder natural podría pasar
desapercibido, por eso resulta primordial que las empresas tengan criterios de selección de
líderes flexibles, a fin de que este estilo de liderazgo pueda ser considerado también, en
función de las necesidades.
Posee de manera natural cualidades que le pueden hacer ser líder, y esto que es una ventaja,
se puede convertir en un inconveniente si estos líderes no entienden la necesidad de
acompañar sus cualidades con formación específica y adecuada.
Provoca sentimientode satisfacción entre sus compañeros, que son invitados a tomar parte
activa.
O mejor dicho, ¿qué tipo de trabajo o empresa justificaría un líder carismático? Estos líderes,
además de relacionarse muy bien con el equipo y provocar dinámicas positivas entre ellos,
posee competencias excepcionales para conectar con personas o instituciones ajenas a la
propia empresa, pero necesarias (o útiles) para su buen funcionamiento. Se convierte en
mediador ante representantes de la política o la economía, y negocia tratos con clientes o
proveedores como pocos saben hacerlo.
Tienen un carácter agradable para las relaciones interpersonales, además suelen ser muy
alegres.
Poseen pensamiento integrador, y saben entender las ideas de los demás, llegando a tenerlas
en consideración.
Con un líder burocrático al frente del equipo, cabe esperar que todos los empleados deban
atenerse a instrucciones precisas sobre el trabajo a desarrollar. Son personas que desempeñan
un rol muy formal dentro de la organización, y es necesario señalar que este estilo de
liderazgo, en ocasiones, es necesario. Puede que tenga similitudes con el líder autocrático, y de
hecho suelen ser rígidos y poco orientados a la mejora del ambiente laboral o las relaciones,
pero sí a la eficiencia.
¿Qué tipos de empresas o trabajos requieren un liderazgo burocrático? Trabajos de alto riesgo
en la seguridad (por ejemplo con uso de maquinaria peligrosa o de sustancias tóxicas);
también ciertas funciones de oficinistas que necesariamente se basen en tareas rutinarias; y
por supuesto en la producción industrial. Por contra, estos líderes mostrarán sus carencias en
la adaptación a cambios.
Tienen características positivas como la seguridad que transmiten ante trabajos arriesgados o
complicados, y otras que no lo son tanto, como son el autoritarismo y la falta de empatía.
Suelen tener mucha experiencia y capacidad, por lo que son adecuados para dirigir equipos de
ciertas características como las mencionadas más arriba.
Siguen al pie de la letra el plan de actuación prefijado, sin variar su trayectoria.
Conocen muy bien la reglamentación del sector, la empresa y las actividades a desempeñar.
Se trata de un liderazgo que prioriza el trabajo frente a las personas, pero no necesariamente
estos jefes de equipos son autoritarios, sino que simplemente deben asumir ciertos riesgos al
tener que tomar decisiones respecto a los trabajos a realizar; trabajos que, por otra parte,
siempre están planificados de antemano, pero en ciertas empresas, también sujetos a posibles
cambios. El estilo de liderazgo orientado a la tarea es dinámico y propio de personas
competentes, quienes delegan bien en el equipo, aunque sea a costa de consumir el tiempo
“personal” de los miembros del mismo.
Ejemplos de estos líderes podrían ser un broker financiero, un controlador aéreo o un jefe de
cirugía de urgencias: saben que el resultado final es el que vale, y también saben que
(afortunadamente) no siempre lo más importante para el equipo es la finalización de la tarea,
porque depende de la fase en la que se encuentre esta, o de una situación en concreto. Son
resolutivos y tienen un muy buen control del desempeño.
Es un tipo de liderazgo que funciona muy bien cuando los miembros del equipo están
cualificados y con bastante experiencia previa; además requerirán de empleados creativos y
autónomos que sepan tomar decisiones con independencia. Como sabéis, “laissez-faire”
significa dejar hacer, y si nos situamos en el mundo del trabajo, el líder que adopta este estilo,
delega mucho en los demás, dándoles libertad; aunque por otra parte es cierto que se permite
cierta monitorización.
Nunca asumen un papel central, y en los debates prefieren reconducir antes que dar su
opinión. Su papel también es restringido en la consecución de objetivos, porque estos
dependen más del resto de personas. Estos líderes seleccionan muy bien a los miembros del
equipo, y uno de los criterios es conseguir incorporar a personas que siempre van a estar
enfocadas en el proyecto, y no en sí mismas.
¿QUÉ VENTAJAS APORTA EL LÍDER LAISSEZ FAIRE?
Menos estrés laboral al reducirse el estrés derivado de la presión (con un líder laisser faire
apenas hay presión)
Basado en las teorías de Bass y Burns (1981), este estilo de liderazgo consigue el compromiso
de los trabajadores partiendo de la propia motivación de estos: son líderes que consiguen
buenos resultados y mantienen un papel relevante dentro de la organización. Y poseen
habilidades excepcionales en la coordinación grupos de personas, basándose en sus
conocimientos sobre el trabajo en equipo: están interesados en las dinámicas grupales, y a la
vez en la individualidad de cada empleado. No hay duda de que cuando se busca un cambio, el
líder transformaciones es el más adecuado.
Los miembros del equipo siempre estarán formados desde su propia motivación.
Una vez que hemos finalizado de exponer esta relación de ocho estilos de liderazgo, quizás
puedas identificarte con alguno de ellos, incluso definir el tipo de líder que es el responsable
del equipo en el que trabajas, ¿te atreves?