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PROLOGO
Gustavo Bueno
nr Valdós Struber:;/rtr7 rl.lt¡ | .!itüj't, ri¡ i:tqt¿i;r r ¡r. Oritdo: iiRI( Ildicions. :oo3, ¡¡. 9 r.
trpelando a la sinapsis del hipotálamo o de la corteza cerebral, da también por
supuestas, sin entrar en e11as, las conexiones entre esas sinapsis del hipotálamo
y morfología del mundo exterior en donde actúan también otros sujetos, sanos
1a
o enfermos, dentro de unas normas morfológicas que también se dan por evi-
dentes y que no 1o son; en este sentido, el terapeuta mecánico, en materia psí-
quica, no va mucho más allá que e1 curandero o el chamán que logra narregiarr,
sin duda, en muchos casos,los disturbios de sus pacientes;porque 1as ceremo-
nias que él practica -como las ceremonias del terapeuta mecánico- se produ-
cen in medias resy flo revelan la realidad de las capas que enr,-uelven a las par-
tes intervinientes en e1 proceso orgánico.
La situación se agra\¡a cuando advertimos que esas «capás envolventes», en
el caso de las esferas humanas, ni siquiera pueden considerarse conocidas pre-
viamente a 1os desarreglos de tales esferas. Es a trar.és de1 análisis de esos odesa-
rreglosr, de esas fracturas, como se nos descubre algo de 1a estructura de 1as esfe-
ras antropológicas, a 1a manera como, en el campo orgánico, es a través de las
fracturas o cortes anatómicos como se nos descubre 1a arquitectura del cuerpo
viviente, vertebrado o invertebrado.
Juan Valdés Stauber, equipado con un extraordinario conocimiento de las
doctrinas psiquiátricas, antropológicas y filosóficas más revelantes, sobre todo
las alemanas, nos transmite en este libro ambicioso las implicaciones ontoló-
gicas que cabe descubrir en ias sintomatologías clínicas más dramáticas,las de
la esquizofrenia, por ejemplo. Y sobre todo, recíprocamente
J ahora Valdés Stau-
ber actúa como fi1ósofo-, cómo es a través del análisis de estas sintomatologías
c1ínicas como se descubren «estructuras ontológicas» que habían sido entrevistas
por filósofos como Husserl, Heidegger o Sartre (la relación, establecida por Blan-
kenburg, entre la modificación estructural esencial a 1a esquizofrenia yla epojé
fenomenológica husserliana; el análisis de 1as psicosis esquizofrénicas nos
remite a 1a estructura de1 ser-para-otro drb,,yadas por la ontología que se expone
en El ser y la nada de Sartre).
= Interesantísimo es e1 capítu1o dedicado al alcance delia Biografia en psi-
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donde e1 referente -el ,,yo, - no vive dado a priori sino que es configurado sin-
téticamente por la conjunción de tales perspectivas'
La doble estirpe, hispánica y germánica, del autor se refleja ampliamente
en esta importante obra. Aunque la psiquiatríay la filosofía alemanas son com-
pañeras constantes, sin embargo el libro está escrito en español, y no falta en
é11a preocupación por mantener la presencia panorámica de la tradición espa-
ño1a. Incluso del esfuerzo por sintetizar -siguiendo la tradición de la «antro-
pología nacional comparada», a la que el mismo Kant contribuyó, como es bien
sabido- en nueve rasgos antropológicos la manera peculiar nde las diferentes
artes españolasr: 1o cristalino, el sosiego, la dignidad en desgracia, lo tenebroso,
la ataraxia,la trasposición entre la vida y la muerte, la melancolía, la dignidad
incondicional y 1a elaboración humorística y picaresca. No faitará quien acuse
de arbitraria esta enumeración e infundada en cualquier principio biológico o
étnico; como si sus fundamentos no pudieran también situarse en el propio
decurso histórico de los españoles y como si, en todo caso, con estos nueve ras-
gos no estuviese e1 autor describiéndose a sí mismo en un magnífico autorre-
trato'
Gustavo -BurNo
r de octubre de zooz