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Filipenses 3: 13-14

VELEIDOSO PERSONA QUE ES POCO CONSTANTE EN SUS ACTOS, GUSTOS O IDEAS PROVERVIOS
24-21-22

La carrera del cristiano es alcanzar a cristo

Significado de una meta

Lugar o punto donde termina una carrera

Fin al que se dirige las acciones o deseos de una persona LAS METAS SON PARA GANADORES Y
SOLO GANA UNA PERSONA

MOTIVACION PARA ALCANZAR LA META --- EL PRIMIO EL GALARDON

Cual fue la meta de jesus? No fue llegar ala cruz -- la meta de jesus era que lo reconociéramos
como nuestro señor y salvador

Nuestra meta es alcanzar el cielo buscando el rostro de DIOS

Filipenses 3: 13-14

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero


una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-
14.

(Filipenses 3) Una gran virtud que vemos en Moisés es que durante los
cuarenta años de camino por el desierto, nunca pensó en volver a Egipto,
nunca dijo: “volvámonos a la esclavitud, pues éste camino por el desierto es
muy duro”; él en los momentos más difíciles lo que hizo fue buscar a Dios,
ésa fue su fortaleza, él era un adorador, un apasionado por la presencia de
Dios. Cuando el apóstol Pablo se encontraba preso en la cárcel de
Filipos con Silas, según Hch. 16:25, lo que hicieron fue adorar a Dios, no
murmuraron, ni se quejaron y tampoco pensaron en renunciar. Ellos
siguieron adelante con la fuerza de Dios. Veamos ahora al apóstol Pablo
según Filipenses 3 ...
La adversidad es parte del camino. Ante ella hay diversas reacciones:
enfrentarla, negarla, huir de ella, etc. Se requiere aquí una profunda decisión
de no volver atrás, si queremos lograr o alcanzar algo significativo, pues las
cosas sin valor no requieren ningún esfuerzo, ni presentan dificultades.
Podemos encontrarnos con personas que tienen grandes talentos pero no
logran grandes metas, pues les falta perseverancia. Y vemos también el
contraste, es decir personas cuya constancia los ha llevado a grandes
conquistas.

El apóstol Pablo perseveró a pesar de todo, como lo expresa el texto de hoy.


Recordemos que Pablo escribe ésta carta a los filipenses desde la cárcel. Es
un cristiano que ha vivido naufragios, fue traicionado, abandonado,
apedreado, en peligro muchísimas veces, menospreciado por judíos y
discípulos, etc; pero no abandonó los caminos del Señor, ni su servicio a Dios.
Su decisión de perseverar hasta el fin fue firme, y lo expresa diciendo:
“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús” y así lo hizo, fue fiel a Dios hasta el fin de sus días.

Cabe destacar la frase: “olvidando lo que queda atrás”, es un ejercicio


de la mente, y lamentablemente muchas veces se recuerda con frecuencia lo
que ha quedado atrás y que hoy no es útil, como heridas y ofensas,
desordenes de la vida pasada, antiguos novios (as), o anhelos del corazón
que sabemos, no nos hacen bien (los recuerdos del pasado deben ser un
testimonio para la gloria de Dios).

Veamos un ejemplo en Israel, que camino a la tierra prometida, dijo: “Nos


acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos,
los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se
seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos ¿No nos sería mejor
volvernos a
Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a
Egipto”. Eran recuerdos y anhelos del alma, que expresaban su deseo de
volver atrás, aunque era Dios mismo quien los guiaba, y quien los había
sacado con maravillas de la esclavitud egipcia.

La perseverancia es requerida en el Reino de Dios: “Y Jesús le dijo:


Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es
apto para el reino de Dios”, Lucas 9:62. El arado era llevado por una
yunta de bueyes (dos bueyes), y el labrador ponía una mano en el arado y en
la otra, la vara para empujar y motivar a los bueyes, mirando siempre al
frente, adelante, y así evitar que el surco quedara torcido.

El arado es símbolo de un caminar recto, de servicio al Señor, mirando al


frente, de seguir a Cristo con los ojos puesto en él (haciendo caso omiso de
las fuentes de distracción y perseverando ante los obstáculos del camino). El
apóstol Pablo estaba concentrado (por eso dice: "Una cosa hago") y su
mirada estaba puesta al frente determinado a perseverar (por eso dijo: "me
extiendo a lo que está adelante").

Un deportista puede invertir muchos años de su vida capacitándose para


ganar una medalla olímpica, de hecho puede fracasar muchas veces antes de
lograrlo. Pero su esperanza es que su perseverancia será premiada algún
día. La felicidad que lo embarga el día de la premiación es inmensa. Pablo
nos deja ver que el premio es Cristo mismo, por tanto con la fuerza de Dios
debemos perseverar y avanzar, pues no hay mayor tesoro ni riqueza que
Cristo mismo, por eso prosigo a la meta, me extiendo a lo que está
adelante, olvidando lo que queda atrás y persevero al premio en
Cristo Jesús (Como nos dice Pablo en Filipenses 3).

Según Filipenses 3:13-14 el apóstol Pablo se esforzó y perseveró a pesar


de las múltiples adversidades y decepciones en el caminar de su servicio a
Dios. Debemos tener presente que Pablo escribe ésta carta a los filipenses
estando él encarcelado por predicar el evangelio de Jesús.

Es Pablo un creyente que ha tenido que enfrentar y superar varios naufragios,


en otros momentos fue abandonado, también fue apedreado, él estuvo en
peligro varias veces, fue rechazado por sus propios hermanos judíos y fue
olvidado por muchos de sus discípulos, entre otras cosas que le sucedieron.

Sin embargo Pablo no renunció, tampoco se quejó, ni murmuró contra Dios,


ni abandono el camino de la fe, tampoco rechazó su servicio al Señor. A pesar
de todas las cosas ocurridas él dice “sigo adelante, persevero hacia la
meta, procuro el premio en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14.

Reflexión final: Seguir a Jesucristo, implica esfuerzo y perseverancia,


pues los obstáculos y oposición son parte del camino. Gracias a Dios, él ha
prometido estar con nosotros todos los días y multiplicar nuestras fuerzas
como las del búfalo. Adelante, recuerda que las aflicciones presentes, no son
comparables con la gloria venidera.

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