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El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.
M
i primera visión en la cacería de otros animales o de Mi primer viaje a Estados Unidos me puso
de los perros era enemigos humanos en los conflictos en evidencia otras maneras de pensar sobre los “Sería imposible imaginar
su caminar sin armados. perros y los animales domésticos. Descubrí que a nuestros canes de pelos
rumbo aparente Pero en las alturas de los Andes los en los supermercados existían estantes espe- recortados, teñidos y
por las calles que perros también conocen el más allá. ciales, llenos de alimentos en conserva o para perfumados cuidando las
rodeaban el lugar donde vivía: la calle Cuando muere una persona, luego ser preparados al momento, para una variada puertas del averno, si son
Sandia, tercera cuadra, en el Centro de una ceremonia que dura cinco días gama de mascotas: desde roedores hasta aves y incapaces de ladrar a un
de Lima. Tardé bastante tiempo en y que incluye rezos, reuniones y co- reptiles. Pero no tuve tiempo de sorprenderme intruso en nuestras propias
visualizarlos como animales domés- LUIS midas de parientes y amigos, las dos cuando poco tiempo después no solo llegaban casas”.
ticos, ya que en mi hogar no había es- Millones almas que según la tradición tiene a Lima esos productos, sino que se importaban
pacio para mascotas. el muerto (ánimas o sombras de ca- también desde juguetes para ‘pets’ hasta una
¿Pero un perro en las puertas del Antropólogo
da ser humano) cumplen distintas variada farmacopea que aliviaba a los animales
infierno? Si alguna vez llegó tal idea funciones. La que reside en la cabeza mimados desde pulgas hasta arañazos. Todo
a mis oídos cuando niño, debió pare- morirá con el resto del cuerpo, la que vigilado por veterinarios, cuyos honorarios no si son incapaces de ladrar a un intruso en nues-
cer absurda. El infierno, en la imagi- se aloja en el corazón, al finalizar el tenían que envidiar a los médicos que atienden tras propias casas.
nación del barrio de mi infancia, era quinto día, emprenderá un viaje al ce- a los humanos. No mucho tiempo atrás visité a una pareja
un lugar común que no merecía reflexión ni rro patrón del pueblo, en cuyo interior será alo- Más adelante descubrí que quienes adopta- que, no teniendo hijos pequeños, había deci-
comentario. Era más o menos la caricatura de jada junto con los animales que están al servicio ban a estos bichos no podían sufrir su ausencia dido adoptar a un perrito de raza fina. Quedé
la doctrina católica que difícilmente llegaba a de la montaña (‘apu’ o ‘wamani’ en quechua). y que preferían pagar pasajes, incluso aéreos, pasmado ante el despliegue de alabanzas y
los jóvenes que crecieron conmigo. El camino hacia el cerro patrono de la co- para llevarlos consigo (tras una serie de en- cuidados con los que gozaba el cuadrúpedo,
Para nosotros, los domingos y los días fes- munidad no es fácil. Las ánimas deben evitar gorrosos trámites), o bien dejarlos en hoteles que fue referido en varias oportunidades con
tivos eran para jugar fútbol o ir al estadio. Las cursos de agua y, ya cerca de su destino, cruzar para mascotas, que se anunciaban de manera la frase: ¡solo le falta hablar!
misas y rosarios pertenecían a los viejos. Lo un puente de cabellos humanos para llegar a la similar a los que suplen las necesidades de cual- En realidad no lo necesitaba. Ya tenía se-
más que podríamos haber dicho sobre el lu- cumbre (o penetrarán por alguna oquedad a quier persona. parado hasta un elegante nicho en un lujoso
gar de castigo eterno era que se trataba de un su interior). El guía de ultratumba es su perro Esta modernidad debió haber liquidado cementerio para perros, en medio de jardines
espacio cavernoso de fuego y tormentos para doméstico o los varios que vivieron con el di- la imagen del Cancerbero desarrollada en el rebosantes de flores y losas blancas. Supongo
pecadores. ¿Pero quiénes eran los pecadores? funto, que regresarán del más allá a honrar la mundo clásico. Sería imposible imaginar a que sonará anticuado, pero ¿es justo todo ese
No sabíamos ni nos importaba. En todo caso, amistad, o estorbarán su peregrinar si fueron nuestros canes de pelos recortados, teñidos y despliegue de amor canino en un país donde un
la existencia del infierno no era suficiente para maltratados. perfumados cuidando las puertas del averno, largo porcentaje de niños carecen de todo?
variar la necesidad de sobrevivir el presente, de
la manera que fuese posible.
En ese entonces, sin embargo, las lecturas
forzadas por exigencia de mi padre y algunos
docentes de las varias escuelas primarias a
las que asistí me pusieron al tanto de un perro
monstruoso llamado Cancerbero y de su cer-
canía al espacio de castigo eterno. Ahí hacía
de guardián, espantando a los pocos visitantes
que llegaban vivos y hacía imposible la huida
de los réprobos.
En “La Eneida”, Virgilio lo pinta como un ani-
mal inmenso cuidando sus puertas “con trifau-
ce ladrido”. Sus visitantes, Sibila y el asustado
Eneas, lo calman con “un pan soporífero de miel
y trigos con drogas” que traga por sus tres gar-
gantas y se desploma dejando libre la entrada.
Dante Alighieri en “La divina comedia” fue
más detallado describiendo su cuerpo: “Tiene
los ojos encendidos, la barba grasienta y negra
de sangre, el vientre ancho, las patas armadas
de uñas, con las que desgarra, desuella y despe-
daza a los espíritus”. Pero Dante tampoco tiene
que temer frente a tan horrible figura. Cancer-
bero es aquietado con solo puñados de tierra
que le arroja el guía del poeta florentino, para
ahogar sus aullidos.
Según se narra, pocos mortales cruzaron
delante de este feroz guardián usando sus pro-
pias habilidades. En la mitología griega apenas
se puede mencionar a Orfeo, quien dejó a Can-
cerbero con sus tres bocas abiertas, aunque el
final de su hazaña quedó inconcluso, ya que no
pudo rescatar a su amada Eurídice.
Mis estudios e investigaciones sobre la cultu-
ra andina me llevaron a otras consideraciones ILUSTRACIÓN GIOVANNI TAZZA
CONTROVERSIAS