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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN CIVIL

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ


MAGISTRADO PONENTE

STC9048-2014
Radicación Nº. 73001-22-13-000-2014-00233-01
Aprobado en sesión de nueve de julio de dos mil catorce

Bogotá, D.C., once (11) de julio de dos mil catorce


(2014).

Se decide la impugnación formulada respecto del fallo


de 13 de junio del año en curso, proferido por la Sala Civil
Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Ibagué, que negó la tutela de Argenis Fernández Ávila y
Javier Rincón Pineda frente al Juzgado Tercero Civil del
Circuito de la misma capital, siendo vinculados Luz Celeni
Mahecha Rivera y Amalfi Arias Escobar.

I. ANTECEDENTES

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

1.- Obrando por conducto de apoderado, los


promotores sostienen que se les ha transgredido el derecho
al debido proceso.

2.- Indican como contraria a su garantía, la sentencia


de segunda instancia que, al revocar la de primer grado en
el ejecutivo quirografario que le promueven a los últimos
nombrados, estimó la excepción denominada «omisión de
los requisitos del título valor que la ley no suple», no continuó
con el cobro, ordenó el archivo del expediente y los condenó
en costas y perjuicios.

3.- Sustentan el resguardo en los supuestos fácticos


que pasan a compendiarse (fls. 1-8):

3.1.- Que ante el Juzgado Sexto Civil Municipal de


Ibagué pretendieron el pago de las acreencias representadas
en dos letras de cambio, cada una por valor de once
millones cuatrocientos setenta y siete mil pesos
($11.477.000).

3.2. Que los deudores trataron de «deslegitimar»


aquéllas, pues, según lo expusieron, «no fueron
debidamente firmadas en el espacio que los títulos en
mención tienen para ser suscritas por los que se obligan».

3.3. Que al pronunciarse sobre la excepción propuesta


trajeron a colación jurisprudencia según la cual, «basta la
firma» para que se entienda que se está aceptando lo
debido.

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

3.4. Que ese Despacho judicial dispuso continuar con


la ejecución conforme al mandamiento de pago, no
estimando la defensa en el sentido indicado.

3.5. Que la autoridad atacada, al resolver la apelación


interpuesta por los contradictores, revocó la anterior y
declaró probada la excepción de «omisión de los requisitos
que los títulos valores deben contener y que la ley no suple
expresamente», no siguió con la orden de pago, terminó el
litigio y les impuso condena en costas y perjuicios causados
con ocasión de las medidas cautelares decretadas, las que
también canceló.

3.6. Que esta determinación configura una vía de


hecho al no tener en cuenta los presupuestos
jurisprudenciales emanados por la Honorable Corte
Suprema de Justicia contenidos en las sentencias dictadas
en los asuntos con números de radicación 2008-00841-01;
2009-1044-00 y 2010-00430-01, cuyos apartes transcribe.

4.- Piden que se deje sin efectos el proveído censurado


y todas las actuaciones posteriores y, además, que se dicte
una «nueva decisión».

II. RESPUESTA DE LOS ACCIONADOS Y VINCULADOS

El Juzgado Tercero Civil del Circuito de Ibagué se


atuvo al proveído censurado y remitió el expediente (fls. 33-
34).

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

Los demás convocados se abstuvieron de hacer


pronunciamiento.

III. FALLO DEL TRIBUNAL

No otorgó la salvaguarda tras encontrar que la


decisión cuestionada obedece a una ponderación razonable
de la situación fáctica planteada, las pruebas recaudadas y
las normas que regulan el tema debatido. Igualmente,
porque analizadas las providencias señaladas por los
quejosos, dio por establecido que no tienen la condición de
«precedente obligatorio» o «doctrina legal probable», dado que
se trata de «sentencias dictadas por la Corte Suprema en
sede de tutela y no “como tribunal de casación”», además de
que las mismas «no son uniformes …, pues como quedó visto,
difieren unas de otras y no todas tratan el mismo punto de
derecho>>, esto es, el relacionado con la firma del girador
en los títulos valores (fls. 44-55).

IV. IMPUGNACIÓN

El promotor insistió en que los demandados jamás


atacaron la legitimidad de las firmas puestas en las letras
de cambio y que, si bien éstas no se insertaron «en el lugar
que el formato de la letra de cambio tiene para ello», el
juzgador de segundo grado «cortó de tajo» las deudas que
nunca se negaron al formular las excepciones, por lo que el
juzgado de primera instancia les dio plena validez
«atendiendo la línea jurisprudencial elevada por parte de la
Corte Suprema de Justicia». Finalmente, reitera lo atinente a

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

la obligatoriedad de aplicar el precedente judicial de las


altas cortes, según la sentencia C-539 de 2011 de la Corte
Constitucional (fls. 60-62).

V. CONSIDERACIONES

1.- La controversia se centra en establecer si el fallo


proferido en el ejecutivo quirografario instaurado por
Argenis Fernández Ávila y Javier Rincón Pineda contra Luz
Celeni Mahecha Rivera y Amalfi Arias Escobar, viola la
prerrogativa reclamada por los primeros al no acatar los
«precedentes» indicados en el escrito introductorio, los
cuales corresponden a esta Sala de la Corte.

2.- Las providencias de los jueces son, por regla


general, ajenas al examen propio de la tutela; siendo la
excepción a ello, como lo ha precisado reiteradamente la
jurisprudencia, aquéllos eventos en los que resultan
ostensiblemente arbitrarias, esto es, producto de la mera
liberalidad, a tal punto que configuren una «vía de hecho»,
obviamente bajo los presupuestos de que la persona
afectada acuda dentro de un término razonable a
formularla y no tenga ni haya desaprovechado otros
remedios para conjurar la lesión alegada.

3.- Para el análisis que se realiza, está acreditado lo


que a continuación se destaca:

3.1.- Que los accionantes presentaron para el cobro


coercitivo dos letras de cambio por once millones

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

cuatrocientos setenta y siete mil pesos ($11.477.000) cada


una, «a la orden de Argenis Fernández A. y Javier Rincón»,
suscritas por Luz Celeni Mahecha Rivera y Amalfi Arias
Escobar el 30 de septiembre de 2011 y con fecha de
vencimiento 29 de junio de 2012 (fls. 9-27).

3.2. Que en el frente de ambos documentos no


aparecen las rúbricas de los inicialmente nombrados,
especialmente en el espacio destinado al «Girador». Sólo se
registran en la nota correspondiente al endoso «en
procuración», que consta en el dorso de ellos (fls. 9 y 10).

3.3. Que el Juzgado Sexto Civil Municipal de Ibagué


desestimó la excepción denominada «falta de requisitos de
los títulos valores», dispuso seguir la ejecución e impuso
costas a los ejecutados, tras afirmar que aquéllos tienen
«las respectivas firmas de las creadoras de los títulos, es
decir de las demandadas» y, en relación «al demandante es
quien tenía el título valor en su poder y lo entregó mediante
endoso para su cobro, donde se identificó en forma debida,
con su firma y con su cédula y también se adjuntó la
diligencia de reconocimiento de firma, de fecha 30 de
septiembre del 2011, ante la Notaría Sexta del Círculo de
Ibagué, con la intención de hacerlo negociable conforme a la
ley de circulación», sumado a lo cual los deudores no
cumplieron con la carga de la prueba (4 de octubre de
2013) fls. 19-27.

3.4. Que el Juzgado Tercero Civil del Circuito de esta


misma capital infirmó esa decisión. En su lugar dio por

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probado el mecanismo de defensa que denominó <<omisión

de los requisitos que los títulos valores deben contener y que


la ley no suple expresamente>>, se abstuvo de continuar con
el proceso, le impuso costas y perjuicios a los promotores y
levantó las cautelas (fls. 11-18).

4.- No procede la impugnación de conformidad con las


motivaciones que se enlistan:

4.1. En el caso objeto de estudio, la Corte no evidencia


que sea posible dispensar la protección constitucional que
se reclama, por cuanto la decisión cuestionada, esto es,
aquella mediante la cual se revocó la sentencia de primera
instancia, para ordenar seguir adelante la ejecución, se
soportó en una legítima interpretación de la normatividad
aplicable, las particularidades del caso concreto y los
hechos demostrados en el proceso, profiriéndose con base
en ella una determinación coherente, razonable y plausible.

En efecto, se sostuvo en el proveído censurado, luego


de referirse a los artículos 621, 671 y 676 del Código de
Comercio, que el creador o girador de la letra de cambio
debe estar presente desde su formación, por ser quien
ostenta la facultad de darle vida jurídica al título valor, por
cuanto su firma constituye un requisito de la esencia
común éste y que, en ese contexto, los adosados
<<identifican de manera clara y expresa el lugar donde debía
firmar el girador de las mismas, que como rezago de la carta
letter aparece en la parte final del documento seguida de la

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palabra <<atentamente, , espacio que se encuentra en


blanco, lo que permite concluir que carecen de creador >>.

Seguidamente se indicó que, <<aunque puede ocurrir


que esa firma se estampe en otro lugar distinto, pues, no
existe ninguna prohibición normativa para que la signatura
se haga en el anverso o en el dorso del título, lo importante
es que se pueda identificar que se trata del creador, so pena
de tenerlo como un aval – inc. 2º art. 634 C. de Co.- >> y que,
en este evento, <<las otras firmas que reposan en los
documentos establecen la posición que asumen, ya sea como
aceptantes (anverso) o endosantes (dorso)>>.

Y finalizó sosteniendo,

(…) Ahora, cuando la letra de cambio se emite a cargo del


propio girador, en cuyo caso se entiende aceptada como lo
prevé el artículo 676 del Código de Comercio, se parte de la
base de la existencia de la firma del girador-creador-, y no todo
lo contrario, es decir, que si está aceptada por el girado como
ocurre en este caso, se presume creada por el mismo aceptante,
toda vez, que dicha presunción no la consagra el ordenamiento
mercantil.

Cuando en el título no se identifica el lugar donde deben ir las


posiciones o partes, es posible, que se confundan en una misma
persona las posiciones del girador y girado aceptante, no
existiendo equívoco que quien da vida a la letra de cambio es
el mismo Girado y no el tomador o beneficiario o un tercero,
situación que puede quedar clara cuando el título valor no ha
circulado y se precisan en el proceso los términos del negocio
subyacente.

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Como en el caso que nos ocupa no se da ninguno de esos


supuestos, pues, tan solo aparece el nombre de los girados,
quienes en un lugar específico de la letra aceptan la obligación
y el espacio establecido en forma expresa para la firma del
girador-creador- se dejó en blanco, se concluye, que falta uno de
los elementos esenciales para el nacimiento como título valor y
en esa medida el fallo de instancia deberá ser revocado>>.

A la postre concluyó que, <<como de la literalidad de


los documentos aportados no es posible colegir con algún
grado de convicción que los aceptantes son los mismos
creadores y de los hechos que sustentan las pretensiones
nada se refiere sobre el negocio genitivo, menos reposa
prueba que convalide que las posiciones de creador y girado
- aceptante las ocupan las mismas personas, luego el fallo
debe ser revocado>>.

4.2. Ahora, no fue por flagrante desconocimiento de


los precedentes jurisprudenciales referidos en el escrito
introductorio que el accionado asumió esa posición, pues,
como lo dedujo la Corporación de primer grado, los fallos de
tutela que se erigen como <<obligatorios>> para resolver el
asunto civil en referencia, (00841-01 de 15 de julio de 2008;
01044-00 de 30 de junio de 2009 y 00430-01 de 27 de
septiembre de 2010), no comportan una línea
jurisprudencial consolidada sobre el tópico tratado en la
sentencia y no son uniformes en la temática abordada,
aunado a lo cual únicamente el inicialmente referido
menciona el punto atinente a la ausencia de la firma del
librador en dichos documentos.

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En efecto, allí se estudió el caso del actor que se vio


compelido por orden de apremio en ejecutivo quirografario
con base en letras de cambio, quien presentó excepción
perentoria <<basada en la omisión de las firmas >> de quienes
las crearon, defensa que se declaró impróspera en ambas
instancias, mientras que el amparo, a su vez, fue negado y
ratificado por esta Sala sosteniendo para ello

(…) En efecto, el juzgador para arribar a dicha decisión,


consideró, entre otras reflexiones, que la firma del girador
constituye un requisito sine qua non para la existencia de la letra
de cambio, sin embargo, es importante indicar que nada obsta
para que dentro de una misma obligación plasmada en un título
valor el girador sea el mismo aceptante, es decir, que el mismo
deudor sea quien cree el título y haga las veces de girador. En tal
sentido, se observa en los títulos valores base de la acción que los
mismos se encuentran debidamente suscritos por los
demandados sin que se tachara de falsa tal atestación,
existiendo constancia expresa en los títulos que indica su
aceptación, lo cual estructura la existencia de las obligaciones
cambiarias, cumpliéndose así con los requisitos tanto generales
como particulares de la letra de cambio. En tal sentido, en los
documentos base de la acción se puede distinguir con claridad
quién hace las veces de aceptante y beneficiario, correspondiendo
justamente a las personas de los demandados y demandante,
respectivamente, quedando así plenamente demostrada la
legitimación en la causa tanto por activa como por pasiva.
Además, los demandados se limitaron a invocar como única
defensa la inexistencia de los títulos valores por la falta de un
requisito formal, empero, en ningún momento desconocieron la
existencia del negocio causal que dio origen a los mismos, sin
oponerse a su vez a la autenticidad de los documentos traducida
en la clara señal de aceptación de las obligaciones, así mismo, el

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hecho de que los formatos en los cuales fueron diligenciados los


títulos valores contengan un espacio en blanco destinado para la
firma del girador, no se traduce necesariamente en la inexistencia
de las obligaciones, debiéndose, en todo caso, analizar el título
valor en conjunto para determinar el cumplimiento de los
requisitos formales (CSJ STC 15 jul 2008, rad. 00841).

Se concluyó que esas inferencias, independientemente


de que la Corte las prohijara, no podían tildarse de
<<abiertamente caprichosas o arbitrarias>> y, por lo tanto,
constitutivas de una vía de hecho para efectos de brindar
protección constitucional, lo cual, como se dedujo por el a
quo, no configura un precedente judicial de obligatorio
acatamiento.

Fuera de ello, como se observa, no se trata de idénticos


supuestos fácticos, pues, en este evento, quienes promueven
el resguardo son los ejecutantes, alegando que no obstante
en el texto de los títulos valores adosados aparecen sus
firmas en el acápite destinado al endoso en procuración,
ellas corresponden a las de los giradores o beneficiarios,
mientras que en el caso anteriormente referido, la situación
era la de los deudores que suscribieron letras de cambio
como creadores y, a su vez, en calidad de aceptantes.

La segunda providencia, por su parte, hace relación a


un evento en el que se dio por acreditada una vía de hecho
surgida en la valoración de varios títulos valores que <<fueron

girados en blanco y que el demandante los llenó >>, en tanto el


juez colegiado acusado <<de manera inexplicable entró a
considerar que, adicionalmente, tales instrucciones eran

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también indispensables para la existencia misma de éstos>>, lo


que en nada se asemeja al tópico estudiado en el presente
asunto y, sumado a ello, como lo anotó el Tribunal, los
actores no explicaron <<el contexto en el que se menciona el
argumento que transcribieron en la demanda de tutela, ni
tampoco comentaron (…) que el problema jurídico esencial
tratado en dicha sentencia hacía alusión a las instrucciones
dadas al suscribir un título valor y no a la falta de firma del
girador o creador de un documento de esta clase >>.

Asimismo, la última de las sentencias, si bien alude a


la circunstancia de que <<el título valor no reúne las
exigencias para tenerlo por tal, pues omitió el nombre del
girador y además también está en blanco el espacio donde
se encuentra el interés de plazo >>, la Corte despachó el
asunto confirmando la negación del auxilio con
motivaciones que difieren en gran medida de lo planteado
en este evento por las accionantes, en tanto señaló

(…) Es preciso dejar en claro lo que ya en pronunciamientos


anteriores ha referido esta Corte al considerar, “que la firma del
girador constituye un requisito sine qua non para la existencia de
la letra de cambio, sin embargo, es importante indicar que nada
obsta para que dentro de una misma obligación plasmada en un
título valor el girador sea el mismo aceptante, es decir, que el
mismo deudor sea quien cree el título y haga las veces de
girador.” (Sent. de 15 de julio de 2008. Exp. No. 11001-22-03-
2008-00841-01).

En tal sentido, se observa en el título valor base de la acción, se


encuentra debidamente suscrito por la demandada sin que se

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tachara de falsa tal atestación, lo cual estructura la existencia de


la obligación cambiaria, cumpliéndose así con los requisitos tanto
generales como particulares de la letra de cambio. En tal sentido,
en el documento se puede distinguir con claridad quién hace las
veces de aceptante y beneficiario, correspondiendo justamente a
la persona de la demandada, quedando así plenamente
demostrada la legitimación en la causa tanto por activa como por
pasiva.

Además, la parte demandada se limitó a invocar como única


defensa la inexistencia del título valor por la falta de un requisito
formal, empero, en ningún momento desconocieron la existencia
del negocio causal que dio origen a los mismos, sin oponerse a su
vez a la autenticidad de los documentos traducida en la clara
señal de aceptación de las obligaciones (…) (CSJ STC 27 sep
2010, rad. 00430-01). (Subrayas fuera de texto).

4.3. En síntesis, no puede predicarse que haya


existido un desconocimiento de los precedentes traídos a
colación por los promotores y, más allá de que la Corte
comparta o no la posición del juzgador acusado, se reitera
que su argumentación se sustentó en una debida
valoración, no sólo los hechos demostrados en el proceso
sino la normatividad aplicable al caso concreto, por lo que
no se desconocieron los derechos fundamentales de las
partes.

Además, cabe destacar que lo anterior conduce a


deducir que lo pretendido por los peticionarios del amparo
es anteponer su propio criterio al vertido en el proveído
censurado, finalidad que resulta ajena a la tutela, ya que
este mecanismo, dada su naturaleza excepcional, no fue

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creado para erigirse como una instancia más dentro de los


juicios, ni como escenario para debatir la posición que la
autoridad judicial, sin arbitrariedades, en su entendimiento
y autonomía, asuma frente a determinada situación.

En otras palabras, los argumentos que adujo el


funcionario atacado en su providencia constituyen una
interpretación válida, por lo que no se avizora la
configuración de ninguno de los requisitos de procedibilidad
del amparo constitucional contra providencias, más aún si
se tiene en cuenta que, como lo ha dicho esta Sala

(…) independientemente de que se comparta o no la


hermenéutica del juzgador ello no descalifica su decisión ni la
convierte en caprichosa y con entidad suficiente de configurar vía
de hecho, pues para llegar a este estado se requiere que la
determinación judicial sea el resultado de una actuación
subjetiva y arbitraria del accionado, contraria a la normatividad
jurídica aplicable y violatoria de los derechos fundamentales,
circunstancias que no concurren en el asunto bajo análisis” (CSJ
27 sep 2013, rad. 02177-00, reiterada en la STC2019-2014 de
20 de febrero, exp. 00255-00)

5.- En consecuencia, se confirmará el fallo opugnado.

VI. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,
CONFIRMA la sentencia impugnada.

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Comuníquese telegráficamente lo aquí resuelto a las


partes y oportunamente remítanse las presentes diligencias
a la Corte Constitucional para su eventual revisión.

Devolver el expediente enviado en calidad de préstamo.

Notifíquese

JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ

MARGARITA CABELLO BLANCO

RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

ALVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2014-00233-01

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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