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Nacionalidad y ciudadanía, son dos términos que han sido confundidos tanto por la doctrina como
por las legislaciones, empero, admiten actualmente una distinción precisa, pues, mientras que la primera es
el “vinculo jurídico que liga permanentemente a una persona natural o jurídica con un Estado determinado”,
la segunda es el “conjunto de condiciones que el Derecho político de un Estado establece para que las
personas naturales puedan ejercitar derechos políticos dentro de él”. 1
Se puede señalar que no todo nacional es ciudadano y, por el contrario, que todo ciudadano es
nacional. En otras palabras, el término nacional es más amplio, es el género, mientras que el término
ciudadano es más restringido, es la especie, ergo, su relación es de genero a especie.
La Nacionalidad, conforme al Diccionario de la Real Academia Española, puede ser entendida de 2 formas.
1) En primer término, como la “condición y carácter peculiar de los pueblos y habitantes de una nación”.
2) Y en segundo lugar como “El Estado propio de la persona nacida o naturalizada en una nación”.
1) “Conjunto de personas de un mismo origen étnico y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen
una tradición en común”.
Podemos señalar respecto de la nacionalidad que este es un fenómeno sociológico, puesto que un
grupo determinado de personas, que convive dentro de ciertos límites, va a tender siempre, en definitiva, a
transformar su nación en un Estado, vinculo que finalmente tendrá que ser reconocido por el ordenamiento
jurídico para producir efectos de relevancia jurídica.
Es común a su vez, en aquellas materias relacionadas con la nacionalidad, encontrarse con personas
que no tienen nacionalidad, denominadas APATRIDAS, condición que con la sucesiva suscripción de tratados
internacionales debiera ser cada día más una calidad de excepción, puesto que se requiere que ninguna
persona este desprovista de Nacionalidad.
1 Guerra, Juan Guillermo: La constitución de 1925 (Santiago, sin editorial, 1929), p. 51.
Para el Profesor José Luis Cea; la nacionalidad puede ser definida como el “vínculo jurídico, fundado
en la naturaleza o en el Derecho positivo, que existe entre una persona y un Estado determinado, en virtud
del cual se declaran y establecen derechos y deberes recíprocos.” 2
El profesor José Luis Cea señala que la Nacionalidad detenta las siguientes características:
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad, lo cual implica, como consecuencia jurídica, que la
nacionalidad no puede ser desconocida por ningún Estado, no puede ser enajenada, ni despojada
arbitrariamente.
2. La nacionalidad es un derecho esencial que por consecuencia conlleva el deber correlativo de resguardar
y respetar el país o el Estado del cual se es nacional.
3. El vínculo de un individuo debe ser necesariamente respecto de un Estado determinado, por lo tanto no es
válido para el Derecho que una organización, sin detentar los elementos propios de un Estado, otorgue
nacionalidad.
4. El derecho de toda persona a cambiar de nacionalidad, este Derecho debe ser ejercido con las
condiciones y requisitos que cada una de las legislaciones establezca. Cabe señalar que se requiere la
adquisición de otra nacionalidad primero y la renuncia a la nacionalidad por otra parte, la cual debe
cumplir taxativamente todos los requisitos establecidos en el sistema jurídico imperante y no puede
renunciarse por fraude, delito, o daño a terceros.
5. La pérdida de la Nacionalidad de una persona, se produce sólo si se adquiere otra nacionalidad.
6. Solo podrá privarse de la Nacionalidad a una persona mediante una resolución fundada que deberá
respetar además las normas del Derecho Positivo.
Fuentes de la Nacionalidad
Son aquellos hechos de la naturaleza o actos jurídicos que generan u originan la nacionalidad.
El Artículo 10 de nuestra carta fundamental señala cuatro fuentes de nacionalidad, las dos primeras
son denominadas originales, naturales o biológicas, ello en razón de que se relacionan con el hecho del
nacimiento (Ius Soli Art. 10N°1 CPRCH) o de vínculos de parentesco (Ius Sanguinis Art. 10N°2 CPRCH), las dos
fuentes restantes denominadas adquiridas, derivadas o legales, se relacionan con la ejecución de un acto
jurídico (Carta de nacionalización- Art.10N°3 CPRCH- y Nacionalización por gracia- Art. 10N°4 CPRCH-).
Clasificación
2 CEA EGAÑA, José Luis. Derecho constitucional chileno. 2a Ed. Santiago, Chile. Ediciones Universidad
Católica de Chile Vicerrectoría de comunicaciones y asuntos públicos. Oct. 2008. P. 297.
1) Fuentes voluntarias: Aquellas que originan la nacionalidad en virtud de un acto unilateral ya sea por la
autoridad estatal o por el sujeto que se nacionaliza en él.
2) Fuentes imperativas: Aquellas que se imponen al sujeto, sin que este tenga derecho a optar por otra
nacionalidad.
1. Fuentes Originales, Naturales o Biológicas: Son aquellas vinculadas con las circunstancias del
nacimiento de la persona, atendiendo ya sea al territorio donde ocurre éste o a la nacionalidad de los
padres. Se dividen en dos:
a) Ius Soli (Art. 10 Nº1): Otorga la Nacionalidad a una persona dependiendo del lugar donde se
produce el nacimiento, lo cual constituye la regla general. Para los efectos del Art. 10 Nº 1 debe
entenderse el término territorio de Chile en su sentido amplio, conforme a las normas de Derecho
Internacional por lo que será territorio de Chile el suelo, subsuelo, espacio aéreo y mar territorial,
además del llamado territorio ficto, que comprende a las naves y aéreo naves de guerra Chilenas, sin
importar el lugar donde se encuentren, las naves civiles de bandera chilena que navegan en alta mar y
todas las residencias que alberguen representaciones diplomáticas acreditadas ante otros países, Vgr.
Consulados.
Por lo tanto, para ser chileno, conforme al numeral 1º del artículo 10, es necesario:
Primero, que la persona haya nacido, esto es, que haya abandonado completamente el claustro
materno y haya sobrevivido un instante siquiera conforme a lo dispuesto en el Artículo 74 del Código Civil; y
segundo, que haya nacido en territorio chileno, ya sea real o ficto (Sentido amplio). Cumpliéndose dichos
requisitos la persona que queda cubierta por la causal contemplada en el artículo 10 Nº 1º tiene derecho a la
nacionalidad chilena por el solo ministerio de la Constitución.
Excepciones al Principio de Ius Soli
Art. 10 N°1 “…con excepción de los hijos de extranjeros que se encuentren en Chile en servicio de su
Gobierno, y de los hijos de extranjeros transeúntes, todos los que, sin embargo, podrán optar por la
nacionalidad chilena”.
Estas excepciones al principio de Ius Soli Implican que una persona, no obstante haber nacido en
territorio de Chile, no es considerado chileno por nuestra Constitución política, el cual, sin embargo, puede
optar por la nacionalidad chilena conforme al Derecho de opción.
2. Los hijos de extranjeros transeúntes. Esta segunda excepción exige, para que el nacido no sea
considerado chileno, que ambos padres sean extranjeros y además que ambos estén de paso por Chile al
momento del alumbramiento, cuestión que finalmente califica el Ministerio del Interior.
Consiste en la facultad que la Constitución le otorga a los nacidos en Chile y que se encuentran en
las excepciones del Art. 10 Nº 1 relativas al Ius Soli, para optar por la nacionalidad chilena.
Se encuentran establecidos por el DFL Nº 5.142 de 1960’ y sus modificaciones posteriores (Ley
18.005) llamado “Ley de Nacionalización”, los cuales son los siguientes:
1. Que exista una petición expresa y formal en donde se manifieste la voluntad de adquirir la
Nacionalidad Chilena.
2. Debe presentarse la Solicitud dentro del plazo de 1 año contado desde que el extranjero ha
cumplido 18 años de edad.
3. Debe presentarse la solicitud ante el Intendente o Gobernador si el extranjero está en Chile o ante
un representante diplomático o Cónsul si el extranjero se encuentra en el extranjero (Fuera de Chile).
4. Deberá el solicitante acreditar los hechos que le han permitido ejercer su derecho a opción.
Si las personas incluidas en las excepciones optan por la nacionalidad chilena, esa opción produce
efecto retroactivo hasta el momento mismo del nacimiento, reputándose al optante, chileno, desde el
momento de su alumbramiento.
) Ius Sanguinis (Art. 10 Nº2) “Los hijos de padre o madre chilenos, nacidos en territorio extranjero.
Con todo, se requerirá que alguno de sus ascendientes en línea recta de primer o segundo grado, haya
adquirido la nacionalidad chilena en virtud de lo establecido en los números 1º, 3º o 4º...”
En este caso se debe tener en cuenta el elemento filiación – entiéndase como el vínculo entre
padres e hijos –, que tiene como consecuencia que la nacionalidad de los padres determina la nacionalidad
de los hijos, cuando estos últimos nacen en un lugar distinto de aquel que originó la nacionalidad de los
padres. Bajo este principio son los ascendientes directos los que determinan la nacionalidad de sus hijos.
a) Los hijos de padre o madre chilena. En este caso el Art. 10 N°2 CPRCH exige, al menos, que uno de
los padres sea chileno, a contrariu sensu, no se requiere que ambos padres lo sean.
b) Los nacidos en territorio extranjero. Sobre el punto cabe señalar que es territorio extranjero aquel
que señale la ley interna y el Derecho Internacional.
c) Que alguno de sus ascendientes, sean estos directos de 1º grado (padres) o bien de 2º grado
(abuelos), posea, con anterioridad al nacimiento del hijo, la nacionalidad chilena en virtud de las causales
número 1-3-4 del Art. 10 de la Constitución (Ius Solís, por Carta de Nacionalización o por haber obtenido
la Gracia de la Nacionalización por Ley).
Esta fuente de nacionalidad se relaciona siempre con un acto de autoridad, en particular, con un
acto de autoridad del poder ejecutivo o legislativo, los que además se encuentran regulados por la Ley. En
estas fuentes legales, encontramos disposiciones normativas que, con independencia del suelo (Ius Soli) y de
la sangre (Ius Sanguinis), admiten que una persona sea nacional de un Estado, es decir, permiten establecer
el ya mencionado vínculo jurídico con un Estado, diverso de aquel en el que nació y que le otorgo la
nacionalidad originaria.
a) Nacionalización (Art. 10 Nº 3) señala que son Chilenos “Los extranjeros que obtuvieren carta de
nacionalización en conformidad a la ley…”. Los requisitos para esta nacionalización por carta los
encontramos en la ley de nacionalización que es el DFL N° 5.142 y que permite que los extranjeros que
cumplen con los requisitos legales establecidos, adquieran la nacionalidad chilena.
Las personas interesadas en obtenerla, deben realizar una solicitud, siguiendo el procedimiento
establecido para ello por el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior.
Requisitos:
3 Nogueira Alcalá, Humberto: Manual del ciudadano. La constitución de 1980 comentada (citado), p. 81.
Del mismo D.F.L. en comento se infiere que siempre es facultativo para el Presidente de la Republica
conceder o no la nacionalidad, sin embargo, conforme al Art.3 D.F.L 5.142 deberá denegar su otorgamiento
en los siguientes casos:
Finalmente el Presidente de la Republica debe dictar una resolución fundada que, para los efectos
del Art. 10 Nº3 de la Constitución, equivale propiamente a la Carta de Nacionalización, la cual en cuanto a su
naturaleza jurídica constituye un Decreto Supremo.
b) Nacionalidad por gracia (Art. 10 Nº 4) Señala que son chilenos “Los que obtuvieren especial gracia de
nacionalización por ley.”
1. Por renuncia voluntaria (Art. 11 N°1) “La nacionalidad chilena se pierde: Por renuncia voluntaria
manifestada ante autoridad chilena competente. Esta renuncia sólo producirá efectos si la persona,
previamente, se ha nacionalizado en país extranjero”
Conforme el Art. 11 Nº 1 la nacionalidad chilena se pierde por renuncia voluntaria, es decir, por
medio de una manifestación unilateral de voluntad en la que se expresa la voluntad de dejar de ser chileno.
Para que esta renuncia produzca sus efectos debe cumplir los siguientes requisitos:
2. Por Decreto Supremo (Art. 11 N°2) “Por decreto supremo, en caso de prestación de servicios
durante una guerra exterior a enemigos de Chile o de sus aliados”.
En esta causal de perdida de nacionalidad es, el Presidente de la Republica, quien decide revocar la
nacionalidad de una persona. La Constitución en este caso señala que para que el Presidente de la Republica
revoque la nacionalidad, debe la persona haber prestado sus servicios durante una guerra exterior a los
enemigos de Chile o a los Aliados de los enemigos de Chile.
Los Art. 106 y siguientes del Código penal tipifican algunos delitos contra la seguridad exterior y la
soberanía del Estado, delitos que, previo conocimiento de un tribunal militar, podrían ser fundamento para
la perdida de la nacionalidad por Decreto Supremo.
a) Que los servicios sean prestados por un chileno cualquiera sea la fuente de su nacionalidad.
b) Comprende todos los servicios prestados a los enemigos de Chile o sus aliados ya sea dentro o
fuera del territorio nacional.
c) La existencia de una guerra exterior y que ésta sea declarada por ley.
4. Revocación de la Nacionalidad por honor (Art. 11 Nº4): “Por ley que revoque la nacionalización
concedida por gracia”.
Esta causales de perdida de nacionalidad exige la dictación de una ley y responde al hecho de hacer perder a
una persona su nacionalidad chilena por haber perdido el honor que le permitió obtenerla.
La ley 19.980, que regula los procedimientos de los actos de administración del Estado, señala que
todo acto o resolución en virtud del principio de publicidad deberán ponerse en conocimiento del
interesado.
La reclamación podrá ser deducida por el propio afectado personalmente o bien, por cualquiera
persona a su nombre, es decir, no requiere mandato. Para el caso de la reclamación, la legitimación activa es
más amplia que en otras acciones que establece la Constitución, lo cual implica que el constituyente ha
considerado el bien jurídico Nacionalidad con una relevancia sumamente especial.
Es el único caso en que la CPRCH exige a la Corte Suprema actuar como jurado y que se pronuncie
en tribunal en pleno, a propósito de una acción. La Corte Suprema actúa como jurado tanto en la
sustanciación como en la apreciación de los hechos y pronunciamiento del fallo.
Señala finalmente la Constitución en su Art. 12 que “Los efectos que provoca la interposición de la
reclamación es la suspensión, por el sólo ministerio de la ley, de los efectos o consecuencias jurídicas del
acto o resolución reclamada”. La sola interposición de la acción suspende los efectos del acto o resolución
recurrida, hasta el fallo respectivo de la Corte Suprema, por el solo ministerio de la ley; no hay necesidad de
pedirle a la magistratura que otorgue la orden de no innovar.
La Corte Suprema actúa en única instancia en la materia, aunque la CPRCH no lo diga expresamente:
“las sentencias que dicte la Corte Suprema al fallar recursos de casación de fondo, de forma, de queja, de
protección, de amparo y de revisión, no son susceptibles de recurso alguno, salvo el de aclaración,
rectificación o enmienda que establece el Art. 182 del CPC.
En caso de acogerse la reclamación por la Corte Suprema la sentencia tendrá efecto retroactivo,
anulando la resolución o acto administrativo reclamado desde la fecha de su dictación.
En el contexto del Art. 11 rehabilitar la nacionalidad significa la posibilidad cierta de recuperarla, por
lo que la Constitución parte del supuesto que, el sujeto rehabilitado, ha perdido su nacionalidad. La
rehabilitación siempre se hará por medio de una ley, la que será pura y simple y además tendrá un alcance
particular en atención a que será aplicable a una persona cierta y determinada.
Finalmente será el legislador el que evalué los antecedentes y adopte las medidas que sean
necesarias.
La Ciudadanía
Art. 13 CPRCH.
Se puede definir como el conjunto de derechos y deberes políticos que el ordenamiento jurídico de
un Estado reconoce al individuo que reúne los requisitos para ser ciudadano.
Características de la Ciudadanía:
1. Constituye una calidad que habilita a una persona para ejercer Derechos Políticos.
2. El ejercicio de la Ciudadanía permite que un ciudadano intervenga en el gobierno de un Estado de
Derecho.
3. La Ciudadanía otorga al individuo la capacidad para discernir con responsabilidad respecto del futuro
político del Estado.
1. Ser chileno; la CPR no distingue respecto de la calidad de chileno de un ciudadano, por lo tanto,
se cumple con éste requisito siendo chileno, ya sea por fuente de nacionalidad originaria o derivada
conforme Art. 10 CPRCH.
2. Haber cumplido 18 años de edad.
3. No haber sido condenado a pena aflictiva, que es aquella pena corporal igual o superior a los 3
años y 1 día, impuesta mediante una sentencia condenatoria declarada firme y ejecutoriada por un
tribunal.
Abarca la posibilidad de participar en todas las elecciones periódicas y plebiscitos a los que son
sometidos los ciudadanos conforme lo establece la CPR y las leyes.
El sufragio es la expresión del poder electoral que fija la orientación política del estado y que tiene
por función la selección y nombramiento de las personas que han de ejercer el poder estatal a través de la
libre expresión de la voluntad ciudadana. Así , a través del sufragio puede expresarse la voluntad de quien lo
emite, dirigida ya a preferir o seleccionar determinada persona o personas para el ejercicio de una función,
ya a pronunciarse, de modo favorable o adverso, sobre una proposición o consulta que le han formulado.
Por tanto, por medio del sufragio se manifiesta la voluntad de la colectividad, lo que es la expresión
más pura de la soberanía, junto al hecho de poder ser elegido. En otras palabras, la emisión del voto
constituye un acto de voluntad política en virtud de la cual el elector manifiesta su preferencia por unas de
las candidaturas que contienden en los comicios.
Las elecciones representan el medio a través del cual el pueblo emite su decisión acerca de los
programas y personas que tendrán a su cargo las funciones legislativa y gubernamental.
Es necesario mencionar que el derecho a sufragio no es exclusivo solo de los ciudadanos con
nacionalidad chilena.
Es aquella prerrogativa que implica que todos aquellos que cumplan con los requisitos que
establece la ley pueden optar a cargos de elección popular, tales como: Presidente de la República,
Senadores y Diputados, Alcalde y Concejales Municipales o Comunales.
No pueden estar todos presentes en la toma de todas las decisiones y su ejecución y, por tanto, no
pueden ejercer las función de gobierno, por ello, otras personas ocupan su puesto y los representan (los
hacen presentes). Así, las elecciones son más que un simple procedimiento de designación de las
autoridades del Estado. De ellas nace la dicotomía entre gobernantes y gobernados, donde los primeros son
determinados por los segundos, es decir, ellas realizan en sí mismas parte de la concepción democrática, al
asegurar un cierto grado de participación popular en las tareas gubernamentales.
Es necesario señalar que los chilenos que han obtenido la nacionalidad por carta, conforme a lo
dispuesto en el Art. 13 inciso 2°, se encuentran limitados en el derecho de optar a cargos de elección
popular, pudiendo optar a ellos sólo después de 5 años de posesión de la carta de nacionalidad.
Vgr. para optar a ciertos cargos Públicos como el de Intendente y Gobernador se requiere ser
ciudadanos, la LOC de los partidos políticos exige en su Art. 18, primera parte, que los integrantes de un
partido político sean ciudadanos, etc.
Quienes gozan de la nacionalidad chilena por ser hijos de padre o madre chilenos nacidos en
territorio extranjero, como así también aquellos que obtuvieren especial gracia de nacionalización por ley,
requieren de más de un 1 año de avecindamiento en Chile para ejercer los derechos que les confiere la
ciudadanía.
Conforme a la CPRCH, podrán votar los extranjeros en las lecciones periódicas, no así en los plebiscitos.
Los extranjeros para poder votar tendrán que cumplir los siguientes requisitos:
1. Ser extranjeros; se reputa extranjero a toda persona que no tenga la nacionalidad chilena.
2. Debe el extranjero encontrarse avecindado en Chile, el avecindamiento se entiende cuando el
extranjero tenga su domicilio en Chile.
3. Debe encontrase avecindado en Chile por más de 5 años.
4. Debe haber cumplido los 18 años de edad.
5. No tiene que haber sido condenado por delito que merezca pena aflictiva.
Conforme al Art 14 inciso 2 “Los nacionalizados en conformidad al Nº 3º del artículo 10, tendrán opción a
cargos públicos de elección popular sólo después de cinco años de estar en posesión de sus cartas de
nacionalización.”
Con ello, nuestra carta fundamental, le reconoce a los nacionalizados por carta de nacionalización todos los
derechos políticos como si fueren chilenos por fuente originaria.
1. Personal, esto implica que el ciudadano con derecho a voto debe concurrir personalmente y por sí
mismo a sufragar, por lo tanto no tiene cabida la figura de la representación, esto es, no poder
otorgarle poder a un tercero para que vote por él.
2. Igualitario, esto se traduce en que los ciudadanos deben emitir su voto en igualdad de condiciones
y en la misma oportunidad que el resto de los votantes.
3. Secreto, lo cual implica que la ley debe establecer un mecanismo para que la emisión del voto sea
en privado y además garantizar que la divulgación del sufragio tenga una sanción.
Finalmente el artículo 15 limita la convocatoria a elecciones y plebiscitos, ya que señala que las votaciones
populares sólo podrán convocarse en los casos previstos por la CPR.
Las causales establecidas por la CPR y por las cuales se puede suspender el derecho a sufragio son taxativas y
corresponden a las siguientes:
1. Por interdicción en casos de demencia; para que opere la suspensión por esta causal, la interdicción
por demencia debe haber sido declarada por un tribunal competente, dicha declaración judicial
reconoce que una persona es absolutamente incapaz de manifestar válidamente su voluntad
2. Por estar una persona acusada de un delito que merezca pena aflictiva o por un delito que la ley
califica como conducta terrorista.
3. Se suspende el derecho a sufragar respecto de las personas que hayan promovido o participado en
partidos políticos, movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos o conductas no
hayan respetado los principios básicos de la democracia y los principios básicos de la CPR,
procurando el totalitarismo o la violencia como medio de presión política.
El tribunal Constitucional es el encargado de calificar y sancionar estos hechos, sanciones que implican la
imposibilidad de que los culpables opten a cargos de elección popular, o bien, desempeñarse como contralor
general de la república durante el plazo de 5 años contados desde la fecha de la resolución del tribunal.
Señala además la CPR, que los responsables podrán recuperar su derecho a sufragio transcurrido los 5 años
antes mencionados.
1. La Constitución señala que debe existir un sólo sistema electoral, ello en razón de que Chile es
un Estado Unitario.
3. Señala la Constitución que el sistema electoral será regulado por una LOC.
5. Le entrega el resguardo del orden público a las fuerzas armadas y a carabineros de Chile, en la
forma que indique la ley.