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REALIDADES Y PARADIGMAS DE LA FUNCIÓN DOCENTE

REALIDADES Y PARADIGMAS DE LA
FUNCIÓN DOCENTE: IMPLICACIONES
SOBRE LA EVALUACIÓN MAGISTERIAL
EN EDUCACIÓN SUPERIOR

Frida Díaz Resumen


Barriga*
Marco Antonio
Rigo*
S e aborda un doble enfoque de temas
que no son relacionados regularmente: las condiciones profesionales
e institucionales de la actividad docente y los paradigmas psicopeda-
gógicos que han dominado el desempeño docente en las aulas. Se
concluye que existe una tensión permanente entre la realidad y los
paradigmas pues no se aborda al docente como un actor complejo
y contradictorio inmerso en una realidad institucional que tiende a
condicionar su labor pero que pocas veces se propone una visión
equilibrada entre lo deseable y lo efectivamente posible.

Palabras clave: Docencia, evaluación, paradigmas psicoeducativos.

Abstract

A double scope of topics which are not


regularly related to each other is taken: the professional and institutio-
nal conditions of teaching and the psychopedagogical paradigms ruling
• • • • • • • • • • • • • • teaching in the classroom. It is concluded that constant tension exists
between reality and paradigms because the teacher is not considered
as a complex and contradicting actor in an institutional reality which
tends to condition his/her activity, but which rarely suggests a well
* Facultad de Psicología,
balanced vision between that which is desirable and that which is
UNAM. actually possible.
Correo-e:
fdba@servidor.unam.mx
marcoantoniorigo@prodigy.net.mx Key words: Teaching, evaluation, psychoeducational paradigms.

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El presente artículo aborda dos temas que muy ambiciosos. Pero por otra parte porque se
no suelen tratarse simultáneamente. Más aún: trata de focos de atención desafortunadamente
es posible que sean vistos como asuntos re- disociados, que en nuestra opinión deberían
lativamente inconexos o al menos distantes. aparecer con mayor frecuencia en el mismo
En un primer apartado, se pasa breve revista campo visual de los estudiosos educativos. El
a la realidad –o las realidades– que viven los artículo intenta este doble enfoque y, después
profesores mexicanos de educación superior, de presentar suscintamente los argumentos de
considerando la multiplicidad de situaciones cada uno, finaliza con algunas reflexiones que no
a las que se enfrentan y la diversidad de roles son concluyentes sino necesariamente abiertas
que desempeñan: como profesionales sociales, y provocadoras.
como miembros de instituciones escolares, como
participantes de un gremio laboral, como didac-
tas y como seres humanos permanentemente La situación actual del docente
sometidos a tensión. En un segundo apartado, universitario mexicano
se analizan someramente los principales para-
digmas psicopedagógicos que han dominado En esta sección hacemos una caracterización
la investigación del desempeño docente en las breve, que esperamos significativa, del profesor
aulas. A saber: el paradigma proceso-producto, que labora en el nivel escolar superior, el pro-
el mediacional y el ecológico o etnográfico. fesional que se dedica fundamentalmente a la
Sin duda, cada una de estas dos secciones enseñanza en universidades, institutos y tecnoló-
refleja una temática y una tradición científica gicos consagrados a la formación en los niveles
acompañante, que han sido de gran importan- de licenciatura y posgrado. Intentamos perfilar
cia en el estudio de la docencia. A la vez, como la realidad que vive actualmente este agente edu-
anticipamos en las palabras iniciales, se trata cativo, tanto en sus condiciones generales como
de discursos que no suelen aparejarse. Uno se en su carácter de enseñante. Aunque nos referi-
asocia más cercanamente con la investigación mos particularmente al docente mexicano, buen
sociológica y profesiográfica; el otro, con la in- parte de este análisis puede hacerse extensivo a
dagación psicopedagógica. El primero se orienta los educadores universitarios de otras latitudes,
preferentemente en la dirección de la descrip- que comparten con aquél realidades y desafíos
ción, la explicación y acaso, el análisis crítico de inquietantes.
la situación real de los maestros, señaladamente A nuestro juicio, una caracterización de esta
los que se ubican en nuestro contexto geográfico naturaleza resulta necesaria cuando se habla de
y cultural: el ser docente, si se nos permite la evaluación docente, pues implica situar en el
simplificación. El segundo apunta, más tarde o centro de nuestra atención, desde un principio,
temprano, a la postulación de modelos relativa- la materia prima que interesa al propio proceso
mente ideales –o al menos parcialmente posibles evaluativo: el enseñante, sus necesidades y sus
y deseables– de la tarea profesoral: el deber ser circunstancias, sus coherencias y sus contradic-
docente. ¿Por qué conviene amalgamar o con- ciones. Por otro lado, conviene señalar que tal
frontar estos discursos tradicionalmente separa- caracterización no puede ser sino limitada y es-
dos, a veces incluso divergentes? Por una parte quemática: el profesorado que labora en nuestros
porque mantenemos la convicción, con Savater centros escolares de nivel superior conforma hoy
(1997), de que los educadores hemos de dosificar en día un amplio mosaico de manifestaciones, se
balanceadamente realismo e idealismo, hemos de muestra como un cuerpo profesional sumamente
constatar realidades y de movilizarnos a la vez diversificado. No resulta fácil analogar al perso-
en torno a fines que frecuentemente parecen nal docente que trabaja en universidades privadas

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con el que lo hace en las instituciones públicas, sector que propende al envejecimiento ya que
al que se desempeña en institutos asentados en sus posibilidades de renovación son cada vez
las grandes ciudades con el que labora en los tec- menores, habida cuenta de las dificultades
nológicos rurales, al maestro que vive en la zona que enfrenta hoy en día la contratación de
metropolitana de la capital nacional con el que nuevas plazas o de nuevos candidatos en el
busca abrirse camino en la provincia mexicana. sector universitario.
Sin embargo, pese a las dificultades que impone f) Desde el punto de vista pedagógico, el perfil
dibujar un perfil nítido del docente universitario predominante entre los docentes universita-
mexicano, consideramos muy relevante trabajar rios mexicanos continúa siendo tradiciona-
en su conformación y aventuramos algunos tra- lista, en tanto que se encuentra centrado en
zos que a nuestro parecer nos permiten recono- la figura hegemónica del profesor frente al
cer tendencias generales, identificar con mayor grupo, los métodos de enseñanza siguen
claridad de quién estamos hablando. siendo prevalentemente expositivos y las
Varias investigaciones (ANUIES, 2000; Gil, estrategias de evaluación generalmente se
1994 y 1998, entre otras) pueden ayudarnos en asocian a la adquisición memorística del
esta tarea: nos muestran de manera persuasiva la conocimiento.
compleja fisonomía que caracteriza al personal g) En estrecha correlación con el inciso ante-
académico de las instituciones de educación su- rior, se observa que un 77% de los maestros
perior en nuestro país. Algunos de sus resultados del nivel superior reportan haberse iniciado
sobresalientes se consignan enseguida: en el trabajo académico sin experiencia do-
cente previa, y cerca de un 80% admite contar
a) El número de personas que se dedican al con una preparación didáctica deficiente, ya
trabajo académico en el sistema de educa- que no participa –o lo hace poco– en acti-
ción superior ha crecido en los últimos años vidades de formación y actualización para el
hasta alcanzar un total nacional cercano a las adecuado ejercicio magisterial.
200,000 plazas.
b) De este total, aproximadamente el 82% Por otra parte, en cuanto a las actividades que
corresponde a la licenciatura; el 9% a la edu- desempeñan cotidianamente, sabemos que los
cación normal y el 9% al posgrado. profesores del nivel superior en México dedican
c) El 30% de las plazas es de tiempo com- una parte muy importante de su tiempo laboral
pleto, el 9% de medio tiempo y el 61% por a la impartición de clases, a la realización de ac-
horas 1. tividades de planificación y gestión académica
d) El personal académico masculino representa que son inherentes a la docencia, y al desarrollo
cerca de un 75% del total, mientras que el de diversas tareas académico-administrativas
femenino representa el 25% restante. solicitadas por la institución escolar en la que
e) El 26% de los maestros universitarios ingresó prestan sus servicios; en menor medida, los
con menos de 24 años y el 74% lo hizo con profesores universitarios se dedican también
menos de 30 años. Se trata, empero, de un a tareas de difusión y extensión de la cultura,

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Debemos puntualizar que esta notable desproporción entre quienes se dedican prioritariamente a la actividad académica
(como maestros de medio tiempo o de tiempo completo, a los que suele llamárseles “profesores de carrera”) y los que
se dedican a la actividad académica de modo secundario (que son conocidos como “profesores de asignatura” en la
denominación corriente de las universidades públicas), ha sido reiteradamente condenada por organizaciones nacionales
e internacionales, que ven en ella una debilidad estructural de nuestro sistema de educación superior sobre la que conviene
urgentemente introducir ajustes.

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investigación, elaboración de materiales didác- país, lo que suele asociarse con su precario
ticos y, recientemente, a la tutoría (Loredo, 2000 involucramiento en actividades de investiga-
y Rueda, et al., 2001). ción y con una lamentable tendencia a no
Por si fuera poca la problemática que de modo documentar las experiencias profesionales
implícito o explícito plantea la descripción ante- relevantes en que eventualmente participa.
rior, dentro de esta sintética exposición resulta e) Por su pertinencia al presente artículo, de-
deseable comentar algunos desafíos adicionales bemos enfatizar por último un indicador que
que enfenta hoy el profesorado universitario en puede ser también negativamente considera-
México. Cualquier intento de caracterización de do: los docentes mexicanos del nivel superior
este profesional sería incompleto sin una visión muestran por lo general una deficiente par-
crítica de esta índole. Aunque es posible alargar ticipación en los procesos de evaluación de
la enumeración casi interminablemente, consi- su propio trabajo, ya que raramente juegan
deramos que otros problemas que aquejan –y un papel protagónico en la definición de los
que caracterizan– al docente del nivel superior mecanismos evaluativos que se les aplican,
en nuestro país, son los siguientes (Pacheco y pocos parecen practicar una auténtica au-
Díaz Barriga, 2001): toevaluación de su labor académica y sólo
unos cuantos tienen una incidencia directa
a) Los bajos niveles salariales que, a pesar de las en la valoración de los méritos de sus pares
compensaciones introducidas a través de (Hernández y Pérez, 2001).
los sistemas de evaluación y reconocimiento
económico de la labor docente, en la mayor Como puede verse, el profesorado universita-
parte de las veces no han sido debidamente rio en México constituye hoy en día un colectivo
resarcidos, por lo que continúan produciendo amplio, complejo y seriamente problematizado,
un deterioro de las condiciones de vida de tanto en su realidad profesional general como en
los profesores así como una actividad laboral las circunstancias sociales y laborales concretas
polivalente y multisituada. que habitualmente confronta. En el apartado si-
b) El pobre reconocimiento social que guiente pasaremos revista a algunos de los princi-
experimentan mayoritariamente los ense- pales enfoques psicopedagógicos que modelan u
ñantes, y que se traduce en una pérdida del orientan la actividad magisterial contemporánea,
atractivo que tradicionalmente ejercía la y conviene recordar aquí que tal revisión puede
profesión sobre los jóvenes y en una cierta ser incompleta sin plena conciencia de las limi-
desvalorización hacia quienes la practican taciones que la caracterización practicada en las
como ocupación principal. páginas anteriores nos impone.
c) La insuficiente participación de los maestros
universitarios en los procesos de diseño y
desarrollo curricular, con relación a los cua- Paradigmas psicoeducativos sobre
les habitualmente sólo intervienen en los la enseñanza y su relación con la
niveles últimos de la concreción curricular evaluación docente
–la redacción de programas de asignatura y
de guiones de clase– así como en la ejecución En este apartado analizaremos el problema que
operativa del plan de estudios formalmente representa la conceptualización del deber ser de
establecido por otros. la enseñanza desde la perspectiva de diversos pa-
d) La escasa productividad en publicaciones radigmas educativos (Shulman, 1989) y esquemas
que se observa entre una proporción mayori- básicos (Coll y Solé, 2001) propios del estudio de
taria del profesorado universitario en nuestro los procesos de enseñanza-aprendizaje, así como

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sus repercusiones sobre la evaluación del queha- las controversias teóricas, metodológicas e
cer docente en el nivel de educación superior. incluso políticas que se derivan de su empleo.
De acuerdo con García (2000), la multidi- En todos los casos está presente la situación de
mensionalidad de la función docente y la com- dilucidar la visión del deber ser de la docencia
plejidad de contextos en que se desarrolla a nivel que se propugna, los roles que define (y a la vez
de la educación superior no suele reconocerse modela o privilegia) en cuanto a la actuación
en la mayoría de los instrumentos empleados del profesor y las consecuencias derivadas de tal
para evaluar la efectividad docente. En dichos toma de postura.
instrumentos no siempre es explícita y con-
gruente la teoría educativa o del aprendizaje
que subyace a la evaluación de la actuación de Los paradigmas vinculados al
los profesores en el aula, aunque siempre está estudio de la enseñanza
latente una determinada visión de los roles que
debe desempeñar el docente en el aula, y en ese La forma de conceptuar la labor del docente y
sentido, el recurso de evaluación modela el deber los acercamientos a la evaluación de dicha labor,
ser de la enseñanza. guardan una relativa correspondencia con un
Si bien es cierto que la evaluación de la conjunto de programas de investigación o pa-
docencia en contextos universitarios ha tenido radigmas que intentan explicar diversos aspectos
como recurso metodológico principal la admi- vinculados con la enseñanza de acuerdo con la
nistración de cuestionarios de opinión estudiantil denominación de Shulman (1989), o que desde
acerca de la labor educativa de sus enseñantes, la la perspectiva de Coll y Solé (2001) se refieren a
literatura actual ofrece opciones interesantes y un conjunto de esquemas básicos que dan cuen-
novedosas, que van desde una reconceptualiza- ta de la investigación empírica de los procesos
ción del empleo de dichos cuestionarios hasta las escolares de enseñanza y aprendizaje.
observaciones en el aula, la retroalimentación de Ambos autores coinciden en que en los últi-
episodios de enseñanza videograbados, el análisis mos 25 años los paradigmas o esquemas básicos
de las producciones didácticas de los profeso- que han dominado la investigación empírica so-
res, la conformación de portafolios de evidencia bre la enseñanza son aquellos que se centran en
docente, las entrevistas a profundidad, el análisis el análisis de las relaciones entre las actividades
del rendimiento académico de los alumnos, el docentes y los productos de aprendizaje de los
estudio de las representaciones o pensamiento alumnos. Así, los estudios sobre la enseñanza
docente, entre otras (Millman y Darling-Ham- conducidos desde dicha perspectiva, vinculan
mond, 1997; Rueda y Díaz Barriga, 2000). de forma directa el rendimiento de los alumnos
Ante esta gama de opciones, puede suceder con los rasgos de personalidad del profesor, con
que los evaluadores confundan los medios, la sus comportamientos y estilos de enseñanza. Su
parte técnica, con los fines de la evaluación objetivo último es identificar los componentes
docente, lo que entraña el peligro de asumir de la “enseñanza eficaz” o las características del
un abordaje tecnocrático o instrumentalista del “profesor eficaz”, por lo que puede afirmarse
problema, que es lo que habitualmente hacen que comparten la idea de que la clave para en-
las administraciones de las instituciones escola- tender lo que ocurre en el aula se encuentra en el
res. Desde nuestra perspectiva, cada método de profesor, ya que parten del supuesto de que los
evaluación docente tiene sus propias fortalezas resultados de aprendizaje observables en los alum-
y puntos débiles; ninguno por si sólo responde nos dependen del comportamiento del profesor
a la complejidad del estudio de la docencia uni- o de sus atributos. En consecuencia, este tipo de
versitaria en su conjunto, ni tampoco resuelve estudios ha recibido, de acuerdo con Shulman,

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la denominación de “paradigma proceso-pro- métodos y técnicas didácticas o su dominio de


ducto”. Este paradigma constituye una visión recursos informáticos o tecnológicos aplicados
de la docencia donde los alumnos prácticamente a la enseñanza.
son “cajas negras”, y donde la comprensión de La crítica principal que se hace a este paradig-
aspectos como el contexto del aula, las interac- ma del estudio de la docencia es que asume una
ciones educativas entre profesores y alumnos, los relación causal simple y unidireccional entre los
procesos cognitivos o motivacionales, resultan comportamientos del profesor y los resultados
ausentes o muy limitadas. de los alumnos. Sin embargo, dicha relación está
Dos de las aportaciones tecnológicas más so- modulada por muy diversos factores (contexto
bresalientes de esta perspectiva son las escalas del aula, contenidos de la enseñanza, caracterís-
para valorar el comportamiento docente y los ticas y motivos de los alumnos, representaciones
llamados “modelos de la enseñanza efectiva”. y experiencias previas del profesor, expectativas
En buena medida, esta visión encuentra corres- y atribuciones de los alumnos, actividad mental y
pondencia con los enfoques tradicionales de estratégica desplegada, etc.) por lo que la genera-
evaluación docente donde se administran instru- lización de sus resultados resulta inadecuada y su
mentos y escalas que pretenden medir conductas poder explicativo –y por ende las posibilidades que
discretas del profesor como indicadores de sus tiene de contribuir a la teorización de la docencia–,
atributos personales o estilos de enseñanza, bajo deben tomarse con la debida precaución.
la premisa de que de éstos depende la eficacia No obstante, a pesar de sus limitaciones,
docente. Se orientan a establecer relaciones diversos autores reconocen que esta tradición
significativas desde el punto de vista estadístico ha hecho aportaciones importantes a la com-
entre variables que informan acerca del compor- prensión de la enseñanza. Su meta fundamental
tamiento del profesor y variables elegidas como ha sido la reconstrucción descriptiva de la ins-
indicadores del producto de la enseñanza, que trucción exitosa dentro del aula, o más precisa-
se define las más de las ocasiones como el nivel mente de la caracterización de la competencia
de aprovechamiento académico de los alumnos profesional de los maestros. Shuell (1996, en Co-
o la satisfacción u opinión reportada por éstos. lomina, Onrubia y Rochera, 2001: 442) recupera
No obstante, la identificación y ponderación de las principales aportaciones de la investigación
las variables y dimensiones relacionadas con la sobre las características del profesor eficaz, don-
eficacia docente es compleja y ha generado im- de destacan aquellos comportamientos docentes
portantes polémicas. centrados en la cantidad y ritmo de la enseñanza,
Una de las raíces de la polémica de lo que la manera de presentar la información y hacer
constituye una docencia efectiva estriba en re- preguntas a los alumnos o la forma de darles
conocer si esta actividad es un arte o una ciencia retroalimentación. Es decir, se centra en las fun-
(García, 2000: 44). Si la opción es la primera, es ciones docentes de presentación de contenidos
muy probable que se privilegiarán en el instru- y en cierto tipo de intercambios comunicativos
mento de evaluación de la docencia las dimen- en el aula, donde el profesor hace preguntas y
siones relativas a actitud, carácter, disposición, los alumnos responden a éstas. Algunas de estas
iniciativa o estilo personal, pero desde la segunda características son tomadas en cuenta en los pro-
podrían privilegiarse la formación tendente a la cedimientos de evaluación docente, en particular,
profesionalización del docente, su conocimiento hay coincidencia con algunos items propios de los
o adhesión a determinados abordajes científicos cuestionarios y escalas de opinión de los alumnos
de la docencia, sus estrategias de planeación y (por ejemplo, en la dimensión referida a la forma
conducción de la clase, el empleo de ciertos de presentar la información: “Es claro”, “Mues-

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tra entusiasmo”, “Repite y revisa los conceptos que no haya tampoco una correspondencia
e ideas clave”, etc.). con las prácticas educativas reales, puesto que
Por otra parte, los enfoques donde se no necesariamente existe congruencia entre el
estudian las representaciones, cogniciones y pensamiento y la actuación del profesor.
expectativas de los docentes con la intención Por último, el cambio de perspectiva más re-
de explicar cómo ejercen una función de me- ciente en el estudio de la enseñanza se relaciona
diación en relación con los comportamientos con las aproximaciones que pretenden analizar
de los propios profesores y de sus alumnos, y de las interacciones reales entre profesores y alum-
qué manera influyen también en la práctica nos, así como la práctica educativa que ocurre
docente y sus resultados, muestran un avance en contextos educativos situados y en relación
en relación a la visión arriba descrita. En este con contenidos o saberes culturales concretos.
caso, se introduce la comprensión de una di- En esta perspectiva se reconoce la complejidad
versidad de fenómenos y procesos psicológicos y multidimensionalidad de la labor docente y se
o representaciones mentales compartidas para asume un protagonismo compartido entre do-
dar cuenta de las relaciones entre la enseñanza centes y alumnos, por lo que el foco de atención
y el aprendizaje en el aula. A este paradigma o se deposita en “lo que ocurre en el aula”.
programa de investigación sobre la enseñanza, Aquí también encontramos diversas aproxi-
siguiendo a Shulman, se le denomina “paradigma maciones teóricas e intereses divergentes relati-
de la cognición del profesor” o del “pensamiento vos al estudio de la docencia. Shulman (1989)
docente”. Esta perspectiva ha permitido indagar denomina “paradigma ecológico” o “etnográ-
los procesos cognitivos y las expectativas de los fico” al estudio de los procesos contextuales,
profesores desde que planean, cuando realizan la físicos, cognitivos y socioculturales que ocurren
enseñanza y después que concluyen; asimismo, alrededor de la enseñanza. En este caso, se nota
ha conducido a dilucidar las teorías implícitas de la influencia de la aproximación fenomenológica
los profesores respecto a la enseñanza y al papel en filosofía y de las metodologías sociológicas,
de los actores educativos. antropológicas y lingüísticas. Por su parte, Coll y
La novedad que imprimen los estudios pro- Solé (2001), entre los diversos esquemas básicos
pios del paradigma del pensamiento del profesor que plantean, destacan como los más avanzados
en relación a los estudios de eficacia docente en el a los que analizan la actividad mental constructi-
paradigma proceso-producto, es la incorporación va de los alumnos y resaltan los procesos psicoló-
de factores mediacionales y representacionales gicos y de aprendizaje, los que se centran en los
en la explicación de la enseñanza y el acerca- segmentos de actividad como unidades básicas
miento a las teorías cognitivas. Este paradigma de organización social y académica en el aula, o
ofrece la posibilidad de trabajar con los docentes los que estudian la actividad conjunta, discursiva
en interesantes procesos de reflexión sobre el y no discursiva, durante la realización de labores
propio pensamiento y actuación pedagógica, en escolares. Aunque en definitiva no son estudios
estrecho vínculo con esfuerzos de autoevalua- abocados a la evaluación de la docencia per se,
ción y formación docente (Arbesú y Figueroa, sino a la comprensión de la enseñanza y el apren-
2001; Monroy y Díaz, 2001). dizaje en el aula, aportan una nueva concepción
No obstante, permanece la crítica de que el que acentúa los procesos culturales, sociales e
protagonismo o acento está puesto en el do- interpersonales, el papel activo y constructivo de
cente, y que este abordaje no siempre permite los alumnos y la relevancia de las interacciones
una comprensión del contexto en que ocurre entre los actores educativos en entornos educa-
la enseñanza (Coll y Solé, 2001). Es frecuente tivos e instruccionales concretos.

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Conclusiones francamente inaccesibles–, establecen referentes


para la conformación del deber ser magisterial
En afán de síntesis, son tres las conclusiones y sirven como fuentes de inspiración (reconoci-
más relevantes que desprendemos del presente das o encubiertas) en el desarrollo de propuestas
documento: orientadas a la evaluación docente.
A grandes rasgos y salvo excepciones poco En este orden de ideas, es necesario recono-
numerosas, podemos decir que el enseñante cer en el ámbito pedagógico la existencia de una
mexicano del nivel educativo superior enfrenta tensión permanente entre realidad e idealidad.
hoy en día una problemática de reconocimien- Tal reconocimiento, en el caso específico de la
to social y económico, de valoración laboral, de ocupación docente, supone en lo esencial que
formación y actualización, de identidad, que lo las propuestas conducentes a la mejora de dicha
hace experimentar situaciones profesionales ocupación han de tamizarse necesariamente con
sumamente complejas y frecuentemente des- una actividad de toma de conciencia: la que nos
motivadoras. lleva a identificar las resistencias y los obstácu-
Los paradigmas fundamentales de investiga- los que nos impone la problemática actual del
ción que se han acercado a explorar e interpretar maestro mexicano, y nos mueve a intentar una
la función docente, han derivado de modo tácito visión más equilibrada de lo que es deseable y
o manifiesto en modelos valorales de dicha fun- efectivamente posible cuando le tomamos como
ción. Estos modelos –a veces alcanzables, a veces sujeto de nuestras preocupaciones.

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