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“Historia de la familia Argentina Moderna (1870- 200)”.

1- Primero que nada se reseña la evolución de la estructura socio-económica de la Argentina


desde fines del siglo XIX hasta nuestros días. En esta historia hay un hito que separa dos etapas
muy distintas: la primera, caracterizada por la prologada vigencia de una estrategia de desarrollo
basada en el sector agroexportador; la segunda, dada, primero en la industrialización sustitutiva
y luego en la apertura a la globalización económica.

El modelo agroexportador: antes de 1930.

Las trasformaciones que experimenta la economía argentina a partir de al segunda mitad del
siglo XX están determinadas por la coyuntura de los mercados internacionales de materias
primas, que tienen un gran acrecentamiento de su demanda en los países que se consolidaban
como centros industriales. Se induce así una nueva división internacional del trabajo, que
favorece a la incorporación a la economía mundial de las regiones productoras de bienes
primarios.

En la Argentina se verifico este proceso. Las elites ilustradas condujeron el país durante este
periodo y se abocaron entonces a resolver cuatro cuestiones prioritarias: a) la organización
nacional; b) la atracción de capitales externos que posibilitan el desarrollo de formas moderna
de producción agropecuaria; c) la promoción de la inmigración europea; d) la educación
universal y obligatoria.

La unidad nacional y la organización institucional eran indispensables para segura las


inversiones extranjeras y la continuidad de las actividades económicas. Los nuevos capitales
debían permitir la modernización productiva. La promoción de la inmigración europea tenia
como objetivo “poblar el desierto”, modificando de paso sustancialmente la composición de la
población criolla de antigua raigambre. La universalización buscaba asemejar el elemento
humano nacional al de os países europeos que servían de paradigma. La mayoría de estos
objetivos se alcanzo durante 1870- 1930. En este lapso, la tasa de crecimiento población era
notablemente alta, y este ritmo de crecimiento se atribuía a las inmigraciones europeas.

Respecto a la estratificación social, proveniente de las inmigraciones, en menos d una


generación surgió un amplio estrato medio, por lo que, necesariamente, sus miembros debieron
reclutarse entre los estratos populares, urbanos y rurales, y la movilidad social resultante debió
ser de carácter no solo intergeneracional sino también intergeneracional, esto último sobre todo
entre los extranjeros cuya extracción social originaria era por demás modesta. Los cambios
estructurales se concentraron por entonces en la CBA (ciudad de buenos aires) y en la región
pampeana, la ampliación de los estratos medios fue comparativamente mucho mas marcada en
estas áreas.

Al finalizar el modelo agroexportador con la gran crisis mundial de 1930, se percibían ciertos
aspectos negativos en el sistema socio-económico que el proceso, bien había dejado intactos,
bien había engendrado. Entre los primeros, el más importante era la persistencia de un régimen
de propiedad fundiaria. Entre los segundos el más grávido de consecuencias era, sin duda, el
grado de dependencia externa en que se había situado la economía argentina.

La industria como eje de desarrollo: 1930- 1970.


Como consecuencia de la crisis mundial, la Argentina abandona el modelo agroexportador e
inicia un proceso de desarrollo basado en la industrialización sustituta de importaciones que
perduraría casi 45 años, dividiéndose en dos estrategias (justicialista y desarrollista).

Ambos indujeron el crecimiento de actividades no-agropecuarias, razón por la cual,


invariablemtne se verifico una notable transferencia de mano de obra rural hacia los sectores
urbanos. Respecto a la movilidad social: la expansión continua de la educación formal en el
conjunto de la población; acceso diferencial de cada estrato a cada nivel educacional,
crecimiento demográfico diferencia entre estratos (más lento en clase media).

Modelo justicialista (1945- 1955):

En esta estrategia la industria constituye el objetivo central del proceso de desarrollo. Se


impulsa una industrialización sustitutiva basada en el incremento de la demanda de bienes de
consumo masivo en el mercado interno. Esta dinámica se traduce, a mediados de la década de
1950, en un perfil de la estructura social urbana lago diferente al de 1945, pero no en lo
esencial. El volumen de la clase media es algo superior y algo inferior el de la clase obrera. Pero
la composición interna de cada clase había cambiado muy poco respecto del momento inicial.

En lo que es movilidad social, los migrantes internos alimentaron principalmente la expansión


del estrato obrero asalariado, así como también el crecimiento de los pequeños propietarios de la
industria y el comercio.

Como visión global puede decirse que el modelo justicialista favoreció la expansión cuantitativa
de los componentes sociales del bloque que le sirvió de apoyo para su surgimiento, al tiempo
que fortaleció el aumento cuantitativo de las capas medias asalariadas, sobre todo en el sector
publico.

Además de su carácter “distributivo”, otros dos adjetivos pueden calificar los efectos de esa
estrategia sobre la estructura social: se trata de una dinámica “relativamente modernizadora” e
“incluyente”. Hay que destacar que este modelo tuvo el mérito de no segmentar los mercados de
trabajo ni excluir a franjas importantes de la población de los frutos del desarrollo logrado.

El modelo desarrollista (1958- 1972)

Se dio una autoritaria proscripción del peronismo, en 1958 accede al poder un nuevo bloque
caracterizado por la alianza de la burguesía industrial nacional y el capital extranjero, dado este
ultimo como grandes empresas transnacionales norteamericanas. En esta nueva estrategia la
industria también constituye el objetivo central del proceso de desarrollo. Pero a diferencia del
modelo justicialista, se impulsa ahora una industrialización sustitutiva de bienes intermedios y
de consumo durable, en la que el incremento de la demanda esta asegurado por la inversión, el
gasto publico.

Los efectos que tuvo: se acelera el crecimiento de la clase media por comparación al de la clase
obrera, se modifica profundamente la composición interna de ambos agregados: dentro de la
clase media, la expansión relativa beneficia casi exclusivamente al estrato asalariado; dentro de
la clase obrera, predomina ahora el crecimiento del estrato autónomo. Dicho de otra forma, hay
un proceso de asalarizacion de la clase media, y de desalarizacion de la obrera.

En lo que es movilidad social se verifica en promedio una notoria modernización y


complejizacion de la estructura social en todos los sectores productivos. Por otro lado, son
impactantes otros hechos: incremento del empleo precario, franco deterioro o estancamiento de
los niéveles de bienestar de las capas sociales mas modestas, etc. que justifican que también se
la califique como “excluyente”. Hubo un aumento económico global y modernización pero se
logro al precio de marginar a una parte considerable de la población de los logros del desarrollo
económico.

El modelo aperturista (1976- 1999).

En el lapos que va desde 1976 hasta fines del siglo XX se sucedieron en el poder gobiernos muy
distinto, aunque por la naturaleza de sus políticas económicas, todos puedan ser englobados
dentro de un modelo aperturista.

Puede caracterizarse al nuevo bloque dominante como una alianza entre el estamento militar y
el segmento más concentrado de la burguesía nacional y de las empresas transnacionales. Se dio
por terminada la industrialización como objetivo central del proceso de desarrollo.

La estructura social urbana experimenta mutaciones: la creación de empleo urbano durante este
lapso favorece netamente las posiciones autónomas por comparación a las asalariadas, lo que
determina que se detenga el proceso de asalarizacion de la clase media y se acelere el de la
dealarizacion de la clase obrera. Entonces el resultado final fue el retroceso en el nivel de vida
de los segmentos sociales más modestos. El fenómeno de la “pobreza critica” o sea, la
existencia de amplios segmentos sociales con ingresos insuficientes para garantizar
satisfacciones elementales es lo que se dio.

Esta gestión fue concentradora, la estrategia militar aperturista es también violenta y


explícitamente “excluyente”; solo que se trata ahora de una exclusión sin modernización social
ni crecimiento económico global.

Para fines de la década del ’90 se habían agudizado algunas cosas: disminución relativa del
volumen de la clase media y su progresiva desalarizacion; disminución del peso relativo de la
clase obrera estable y acentuamiento de su desalarizacion; aumento absoluto y relativo del
estrato marginal. Todo ello en un contexto de empobrecimiento absoluto.

En suma, la Argentina del ajuste perdió algunos preciosos atributos: una amplia clase media que
ayudaba a metabolizar el conflicto social; vastos sectores obreros con inserción laboral estable y
niveles de vida modestos pero dignos; altísimos flujos de movilidad social ascendente que
permitían transitar la vida en término de un proyecto.

2- La organización familiar depende estrechamente también de ciertos aspectos de la dinámica


demográfica, tales como el crecimiento de la población y sus distintos componentes, su
composición por sexo y edad y su distribución espacial.

El crecimiento de la población y sus componentes:

El crecimiento tal de una población es la suma del crecimiento vegetativo y del migratorio. El
vegetativo es la diferencia entre natalidad y mortalidad; el migratorio es el saldo neto de la
inmigración de y emigración internacional.
1870- 1930:

La primera etapa que se analiza coincide con la vigencia del modelo agroexportador y se
caracteriza por un extraordinario aumento poblacional basado en la recepción de inmigrantes
transoceánicos, ósea una inmigración masiva. Para el conjunto del lapso 1870- 1930, la
población creció a una tasa anual del 32%.

1930- 1945:

Estos años constituyen un interregno durante el cual se redujo sustancialmente el crecimiento


total, como consecuencia de la virtual desaparición del aporte migratorio, pero también
disminución del crecimiento natural debido a la aceleración de la caída de la natalidad.

1945- 1955:

Este lapso asiste a un nuevo cambio de tendencias caracterizado por el aumento del crecimiento
tal como resultado acumulativo de dos circunstancias devenientes de la segunda postguerra: la
nueva recepción de importantes flujos de inmigración europea y el alza momentánea de la
natalidad conocida como “baby boom”.

Después de 1955:

Cambia la dinámica primero porque a partir de entonces el aporte migratorio disminuye


continuamente hasta hacerse casi nulo; segundo porque el crecimiento vegetativo al principio se
mantiene y luego tiene a disminuir.

Natalidad:

La tasa de natalidad era alta para 1870, y fue decreciendo hasta 1930. Esto es significativo
porque marca el umbral indicativo de que una población practica la limitación voluntaria de los
nacimientos en forma generalizada y eficaz. Esta evolución sugiere tres conclusiones: a) el
comportamiento reproductivo de la población argentina durante prácticamente todo el siglo XIX
suponía la ausencia casi total de limitación voluntaria de nacimientos; b) puesto que, ya en
1930, el nivel de natalidad se alejaba considerablemente del que caracteriza a las población de
fecundidad dirigida; c) el proceso que condujo a la argentina desde un régimen de fecundidad
natural a otro de fecundidad dirigida parece haberse completado en poco más de 40 años
(digamos entre 1890 y 1930).

Durante 1945- 1955: se da el baby boom de la segunda postguerra. La natalidad recobra su


moderada tendencia descendente en el largo plazo, para caer abruptamente a partir de 1980.

Hablando de la mortalidad a fines del siglo XIX las tres primeras décadas del XX, el ritmo de
incremento de la esperanza de vida al nacimiento es extremadamente rápido, mientras que, con
posterioridad a 1930 el mismo se lentifica.

Composición de la población por sexo y edad:

Los fenómenos que componen el crecimiento demográfico determinan directamente la


distribución de la población según el sexo y la edad. Esta ultima afecta la dinámica y morfología
de la familia por múltiples vías: primero, porque determina el volumen de la población de
ambos sexos en cada grupo de edad; segundo porque determina la proporción de mujeres en
edad fértil, hecho que influye sobre el nivel de la natalidad incluso cuando no hay cambios en el
comportamiento procreativo; tercero porque el envejecimiento demográfico induce cambios en
la distribución de la población según el estado civil; cuarto, porque esto ultimo contribuye a
incrementar el porcentaje de hogares unipersonales y no- conyugales en el conjunto de hogares.

Distribución espacial:

Las variaciones en la distribución espacial de la población también son importantes en el


estudio de la morfología familiar. Ello es así porque el hábitat diferencial supone diferentes
contextos que son determinantes respecto a los comportamientos de los individuos y las parejas.

Durante el lapso 1870- 1930, hubo dos tendencias principales: por un lado el desplazamiento
gradual del centro de gravedad de la distribución poblacional desde las áreas de antiguo
poblamiento hacia la pampa húmeda; por otro, la extraordinaria rapidez de la urbanización en
esta misma zona, con un incipiente proceso de megalopolizacion en buenos aires.

Hasta 1930, el factor determinante de la redistribución espacial de la población y de la


urbanización fue la radicación geográfica de los inmigrantes extranjeros.

A partir de 1930, la dinámica de los asentamientos humanos cambio radicalmente, ya que desde
entonces el determinante fundamental de los cambios en al configuración espacial fue el
desplazamiento interno de la población nativa.

Durante la vigencia de los modelos industrializados la argentina prácticamente completo su


urbanización, configurando un sistema en el que, si bien continua existiendo una ciudad de
altísima primacía, también se ha desarrollado notablemente un conjunto ponderable de nuevas y
antiguas aglomeraciones de tamaño intermedio.

3- Otro punto de vista del que ocuparse es: la normativa jurídica, que se traduce, en las
ideologías dominantes. Esto es importante porque el control de la familia ha sido en todas las
sociedades conocidas un eje central de la organización social.

Ideas y normativas sobre la familia:

Paras analizar la evolución del derecho de familia, se hace por los siguientes hitos:

Antes de 1869: el código canónico.

Antes de 1869 las normas organizativas de la vida familiar eran las heredadas de la antigua
sociedad colonial, tributaria a su vez de la tradición hispana y monárquica.

El código civil de 1869:

Este nuevo corpus convalido jurídicamente el modelo de relaciones familiares del código
canónico al consagrar el matrimonio religioso, monogámico e indisoluble, y al reafirmar el
carácter patriarcal de la familia definida por una fuerte autoridad del varón en sus dos
manifestaciones hacia la esposa y con respecto de los hijos. Este nuevo código establecía una
relación conyugal asimétrica que legalizaba el radio de acción que las costumbres asignaban a
las mujeres y a los hombres: a las primeras, su casa; para los segundos, el mundo.

Ley de matrimonio civil de 1888:


Esta norma reemplaza el matrimonio religioso por el civil, el que, desde entones, debía
celebrarse ante un oficial publico encargado del registro civil. Se autoriza a que los contrayentes
celebren un matrimonio religioso después del civil, si lo deseaban. Sin embargo se mantuvo las
disposiciones del antiguo código civil: indisolubilidad del vínculo matrimonial y la
subordinación de la mujer al hombre en el ámbito doméstico.

Lapso 1888- 1930:

Después de la ley de matrimonio civil y antes de que finalizara el modelo agroexportador, pocas
son las normas dictadas en materia de derecho de familia. Algunas: acotaron el ejercicio de la
patria potestad, se modifica el código penal respecto a la discriminación del hombre y mujeres
en punición del adulterio, y en 1926 se dicta una norma que equipara jurídicamente a la mujer
en algunos aspectos con el hombre (trabajo si eran mayores de edad, y puede ejercer los mismos
derechos que el hombre).

1930- 1983:

Durante el primer gobierno justicialista, se reforma la constitución nacional incluyendo los


llamados “derechos de familia”, que establecen que el estado protegerá el matrimonio,
garantizara la igualdad jurídica de los cónyuges, la patria potestad y el bien de familia. Luego en
1954 se introduce la supresión a la discriminación publica entre hijos matrimoniales y
extramatrimoniales.

Durante el subsiguiente gobierno militar (1966- 1973) se aprueba la ley 17.711 que modifica
parcialmente la ley de matrimonio civil: deroga la facultad de representación del marido en los
actos concernientes a la esposa e introduce la posibilidad de divorcio por mutuo consentimiento
de los cónyuges (no vincular).

La democracia recuperada: 1983- 1999:


en 1985 se sanciona la ley de filiación y patria potestad, donde se elimina toda forma de
discriminación legal entre hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio y se equiparan sus
derechos. Respecto la patria potestad se elimina la normativa vigente, y solo el padre y madre
son responsables de los derechos y deberes de los hijos. En 1987 finalmente se aprueba el
matrimonio vincular.

En 1994 se reforma la constitución nacional, donde se adquiere máxima expresión el modelo


legal de familia basado en los principios democráticos.

Ideas y normativas sobre la natalidad:

Antes de 1930:

Hasta finales del siglo XIX, la legislación relacionada específicamente con la natalidad es
escasa, por no decir nula.

Después de 1930:

A) 1930- 1945: Se dictan normas legales que significaron en los hechos la eliminación de
la libertad de inmigración externa y la inversión del espíritu de la legislación imperante
hasta la década de 1920. Por el contrario la discusión y generación de ideas sobre la
natliadad alcanzan en esta etapa niveles nunca superados. La natalidad de fines de los
años ’30 era la mas baja de toda la historia argentina antecedente, y tales hecho tuveron
lugar en un contexto sociopolítico signado por la segunda guerra mundial.

Lo que se hizo fue aumentar la natalidad actuando por tres vías: el aumento del
coeficiente de nupcialidad, es decir, que resulten mas los matrimonios celebrados cada
año; la reducción de la edad en la cual las mujeres contraen matrimonio; y sobre todo, el
aumento del número de hijos en cada familia.

B) 1946- 1955: a partir de 1945 como la tasa de natalidad había repuntado durante la
segunda postguerra y durante algunos años se había reanudado una poderosa corriente
inmigratoria europea, el problema de la población pareció quedar relegado en la opinión
pública. La ideología oficial de este periodo contiene una percepción de la política
demográfica que la concibe como parte integral de la policía de desarrollo. El volumen
numérico de la población es visualizado como un elemento clave para concretar su
proyecto político, porque constituye la garantía de un desarrollo económico autónomo:
por eso su carácter pro natalista.

C) 1958- 1972: después del golpe de estado de 1955, se suceden varios cambios de
régimen sin gran trascendencia económica, hasta 1958. Ahora, el volumen numérico de
la población no aparece como una variable determinante en este modelo.

D) 1973-1976: el tercer gobierno justicialista fue aun mas lejos en su acción concreta en
pro de la natalidad. Por primera vez en el país, se sancionan medidas coercitivas
respecto al derecho individual de regulación de la fecundidad. La legislación pro
natalista había operado a través del establecimiento de incentivos, que por lo demás,
poco efecto habían tenido en la modificación del comportamiento de las parajes. Asi se
promulga en 1974, un decreto que dispone el control de la comercialización y venta de
productos anticonceptivos y la prohibición del desarrollo de actividades relaciones
directa o indirectamente con el control de la natalidad.

E) 1976-1983: el gobierno de la dictadura militar de 1976 compartía con su antecesor el


interés por los temas demográficos. Así, logra el mérito de legislar por primera vez en
forma global sobre las políticas nacionales de población, promulgando, un decreto
denominado “objetivos y políticas nacionales de población”, que consistía en señalar
que “el bajo crecimiento demográfico y la distorsionada distribución geográfica de la
población constituyen obstáculos para la realización plena de la nación”.

F) 1983-1999: en 1983 asume la UCR, que no elaboro un plan de desarrollo pero si ciertos
lineamientos de políticas públicas, entre las calles no son mencionadas las variables
demográficas. En 1987 sin embargo, se deroga el decreto del último gobierno
justicialista, suprimiéndose así la norma coercitiva que más había obstaculizado la
prestación de servicios de planificación familiar. El tema de la planificación familiar
ahora empieza a plantearse en el marco más general de los “derechos reproductivos”, un
capítulo especial de los derechos humanos.
4- Los parámetros sociales: la condición femenina.

Acceso a la educación:

En 1869, había 77 por ciento de analfabetos en el total de país, siendo mayor la incidencia entre
las mujeres que entre los varones. La sanción de la ley de enseñanza primaria laica, gratuita y
obligatoria en 1884 marca un hito fundamental cuyos resultados se aprecian de inmediato. De
acuerdo a esto, el proceso de alfabetización durante el modelo agroexportador es constante pero
no reduce la brecha entre varones y mujeres. Durante el modelo agroexportador también se
denota un gran analfabetismo entre los extranjeros inmigrantes inclusive.

En 1947 el analfabetismo era muy superior en las zonas rurales respecto a las urbanas: en ambas
áreas el diferencial por sexo desfavorecía ligeramente a las mujeres, menos en las primeras que
en las segundas debido al mayor componente de extranjeras en la ciudad.

En el total del país, la equiparación de los géneros debe haberse alcanzado a comienzos de la
década de 1930, por lo menos así lo sugerían las estadísticas. En 1947, en el grupo etario 14-29
años el porcentaje de analfabetos es similar en ambos sexos. Resulta claro que entre 1870-1930
el país realizó un espectacular progreso educativo y que este proceso beneficio casi por igual a
varones y a mujeres, aunque con diferencias apreciables según su hábitat.

A partir de 1930, la escolarización temprana siguió favoreciendo a ambos sexos por igual. Sin
embargo a pesar de este proceso de mantuvieron las diferencias según el hábitat. A partir de
1980, se evidencia un fenómeno inverso: dentro de la población que a esta fuera del sistema
escolar, en las edades tempranas el porcentaje de arones analfabetos es superior al de las
mujeres de igual condición.

Educación primaria:

Aproximadamente en 1960 se logro la escolarización casi completa de la población de 6 a 12


años. Tanto entre varones como mujeres, aproximadamente ¾ partes del total había alcanzado al
menos el nivel primario completo. Puede concluirse que, a fines de los años 50, los diferenciales
por sexo son muy pequeños en el nivel primario; favorecen ligeramente a las mujeres en lo que
respecta al acceso y completud del nivel secundario; y dan rotunda ventaja a los varones en lo
que concierne al acceso y completud del nivel universitario.

Educación secundaria:

A partir de 1930, la enseñanza media creció a un ritmo significativamente superior a la


enseñanza primaria. La expansión del nivel medio fue mas rápida durante el lapso 1945- 1955
(modelo justicialista) que durante 1930- 1944. Las mujeres se beneficiaron mas que los varones
en ambos lapsos. Desde fines del siglo XIX, la presencia femenina en el magisterio había sido
alentada desde el gobierno como un factor esencial para lograr el objetivo de expandir la
escolarización primaria.

Educación superior:

A diferencia de lo acontecido respecto a la enseñanza primaria y secundaria, el acceso de las


mujeres a la educación superior fue mas difícil y tardío, en consonancia con la explicita
finalidad de armar la elite dirigente nativa que los grupos dominantes reservaban a la
universidad. Las mujeres no integraban la representación simbólica de esa elite.
Para analizar la participación de las mujeres en el ciclo superior se hace desde 2 puntos: a) la
evolución de la matricula femenina; b) su distribución según el tipo de carrera.

Respecto a la primera, recién a partir de 1941 se poseen datos de matricula universitaria


discriminados por sexo. A principios de los años ’40, las mujeres representaban el 13 por ciento
del total de estudiantado universitario; comenzando la década del ’70 ya representaban el 36 y a
fines de los 80 casi la mitad.

Respecto a la distribución universitaria según el tipo de carrera, en 1941 la mayoría de inscribía


en filosofía y letra, ciencias de la educación y ramas menores. En 1978 la mayoría lo hace en
carreras que antes eran típicamente masculinas (abogacía, medicina, arquitectura).

La inserción en el mercado de trabajo:

En la etapa pre-industrial las mujeres se concentran por lo general en tareas agrícolas y en


artesanías tradicionales, mientras que los procesos modernizadores tienden a destruir ese tipo de
tareas y a generar nuevos empleos que se desarrollan en ámbitos económicos específicos bajo
formas asalariadas.

Esto es lo que pasa en Argentina con la descripción de la participación femenina en el mercado


de trabajo durante 1870- 1930, un lapso durante el que el país asiste a cambios en sus
estructuras económicas, sociales y demográficas.

a) 1869- 1930: en 1869 el 59% de las mujeres de 10 años y mas residentes en el total del
país eran activas, ósea tenían un trabajo remunerado; esta cifra baja hacia 1895 y aun
mas en 1914. O sea, las mujeres trabajadoras se habría reducido a menos de la mitad
entre las dos fechas. La disminución es esencialmente atribuible a la desaparición de la
tejeduría artesanal que desarrollaban las mujeres criollas.

b) 1930- 1980: hasta fines de la década de 1950, siguió ampliándose la franja de mujeres
que se incorporaban a las nuevas actividades generadas por la industrialización
sustitutiva que induce el modelo justicialista mientras continuaban desapareciendo
puesto de carácter industrial.

Ya en 1945 se percibe el efecto de la expansión de la matricula media y superior, por la


participación de las mujeres en distintas carreras. Para las generaciones de 1966- 1964,
solo aumenta esto anteriormente dicho.

Esto se puede dividir de la siguiente manera:

- A partir de las generaciones 1915- 1919 y hasta las generaciones 1950- 1944 la
participación femenina se elevo en todas las edades.

- Con las generaciones 1945-1949 comienza a postergarse el ingreso a la actividad


hasta después de los 20 años, y la participación en las edades centrales (25-50 años)
fue significativo.

- A partir de las generaciones 1950-1954 se retrasa de nuevo la entrada como


consecuencia de la difusión de la escolarización superior y las tasas de participación
en las edades centrales siguen en aumento pero mas lento.
Desde 1960 y hasta mediados de los ’70 es decir, durante el modelo desarrollista, se
verifican dos procesos: por un lado, se destruyeron puesto de trabajo en las ramas
industriales mas tradicional (textil) que albergaban a las mujeres menos educadas. Por
otro, se facilitó la incorporación a las modernas actividades emergentes (administración,
finanzas, etc.) de las mujeres más educadas de la clase media.

c) 1980- 1999: desde el inicio del modelo aperturista y hasta el presente, si bien continúa
la pauta de participación femenina creciente y la especialización ocupacional en tareas
no manuales, otros factores intervinientes llevan a conclusiones menos optimistas.
Sobre todo, el gran deterioro salarial en los servicios sociales y adm. Publica, el
creciente desempleo masculino que impulso a las cónyuges a incorporarse a la actividad
aunque fuera en calidad de desocupadas, la obligada opción por trabajos informales, son
todos factores que no se pueden interpretar como progreso.

Para finalizar esto, se muestra la participación femenina según la clase social:


- Estratos medios asalariados (profesionales y técnicos): tienen los mas altos niveles de
participación de todos de las mujeres.

- Estratos medios autónomos (pequeños productores): respecto al grupo precedente, las mujeres
de esta condición ostenta menos niveles de participación.

- Estratos obreros asalariados (obreros calificados y no calificados): en términos generales, la


participación de las mujeres de clase obrera es sensiblemente menor que la de las de clase
media, excepto entre las adolescente que evidencian una entrada l trabajo notoriamente más
temprana.

- Estrato marginal (trabajadores marginales): este estrato esta principalmente constituido por
empleadas del servicio doméstico en áreas urbanas. La incorporación al trabajo es mucho más
precoz que en el resto de los estratos.

5- Otra cosa a analizar es la formación y disolución de uniones en términos de procesos, o sea,


de una sucesión de comportamientos que conducen a los individuos a elegir un cónyuge.

Durante el periodo 1870-1930, de vigencia del modelo agroexportador, la dinámica del


mercado matrimonial estuvo determinada esencialmente por los desequilibrios de la relación de
masculinidad. Dada la composición por sexo y edad de lo saldos inmigratorios, a mediad que
aumentaba el numero de extranjeros residentes se fue ampliando la desigualdad numérica entre
varones y mujeres, sobre todo en los tramos de edades matrimoniales.

El primer hito del análisis es la nupcialidad legal de solteros. No se lo puede analizar mucho por
una cuestión de falta de datos.

Durante la primera mitad del siglo XIX, la diferencia en la edad media entre cónyuges
disminuye sin interrupción, pasando de 6 a 3 años entre 1900 y 1960. La mayor parte de este
descenso se explica por el retraso del matrimonio femenino. También se analiza dicha diferencia
en función de la edad de la mujer; se establece asi como varia la edad del hombre elegido a
mediad que la mujer avanza en edad.

En lo que concierne a la incidencia de la con sensualidad (como modalidad de entrada y


eventualmente de permanencia en unión), las mismas razones que impiden medir el celibato
definitivo aplican aca.
Se analiza también las preferencias por el matrimonio religioso. Con el establecimiento del
matrimonio civil en 1888, la unión religiosa se transformó en un asunto privado y, por lo tanto,
la elección de esta práctica empezó a traducir el grado de secularización vigente en la sociedad.

Resumiendo se puede decir que la población llegada durante la gran inmigración de ultramar
mostro un comportamiento matrimonial fuertemente endogamo (al matrimonio, unión o
reproducción entre individuos de ascendencia común) según la nacionalidad, en la primera y
aun en la segunda generación. Recién en la tercera generación se encuentran evidencias que
sostienen la tesis del crisol de razas (forma en que las sociedades heterogéneas se combinan
para formar una sociedad multiétnica).

Durante el periodo 1960- 2000, la sociedad argentina modifico sustancialmente la dinámica del
proceso de formación y disolución de uniones. La crisis de 1930 pone fin al modelo
agroexportador, a la recepción masiva de inmigración de ultramar, al desbalance de los sexos y
a la primacía de la endogamia dentro de la primera segunda generación de inmigrantes como
rasgo determinante del mercado matrimonial. A partir de entonces, la exogamia facilito la fusión
de los descendientes de extranjeros, consolidando, en las áreas en las que estos se habían
asentado, un mayoritario segmento poblacional de ascendencia étnica distinta a la de la antigua
población criolla residente en las áreas más atrasadas del interior.

Algunos rasgos importantes de este periodo es la generalización de la cohabitación: de prueba,


como vía de entrada a la primera unión; perdurable, como modalidad de unión entre parejas
reincidentes. Por otra parte, siguió modificándose en forma significativamente el calendario de
la nupcialidad.

Todo lo anterior implica que, medida en promedio, disminuye la diferencia e edad entre ambos
cónyuges.

Otro de los andariveles por los cuales se manifestó la fragilizacion del matrimonio en los
tiempos recientes fue el aumento de la incidencia de la separación y el divorcio dentro de los
matrimonios. Cuando se otorgó la oportunidad de divorciarse, una gran parte de la población
había llegado a la conclusión de que era mejor no casarse.

Se advierte en nuestro país también una desfavorable posición que asigna el mercado
matrimonial a las mujeres divorciadas: deben competir con congéneres de menor edad y sin
cargas familiares, algo que no afecta a los varones reincidentes.

Finalmente, para los últimos años de este periodo se constató una marcada desafección por el
matrimonio religioso.

6- El acceso a la vivienda es uno de los principales determinantes de la organización familiar


no- demográfico.

La viviendo es uno de los componentes del consumo que mas influencia tiene sobre las formas
de vivir en familia, sobre todo porque reclama soluciones mas estables y perdurables. Desde el
punto de vista del grupo y sus miembros individuales, responde a la necesidad básica de abrigo,
es el ámbito donde se realiza su reproducción biológica y cotidiana, donde se organiza la vida
de relación y se preserva la privacidad. Sus características están estrechamente relacionadas con
las etapas del ciclo de vida familiar.
Sin embargo, el habitar de las familias también depende directamente de la naturaleza de las
políticas públicas, sobre todo de aquellas que conciernen al desarrollo de la infraestructura
urbana.

Se analiza tomando en cuenta los siguientes lapsos:


Lapso 1870- 1930 (agroexportador):

En la CBA y otras ciudades de la pampa húmeda, el factor fundamental de la demanda


habitacional durante este lapso dependió, naturalmente, de la magnitud y las fluctuaciones de la
inmigración de ultramar, compuesta en su mayoría por individuos de origen campesino. Por
ello, la historia de la vivienda popular esta estrechamente ligada al destino de los recién
llegados, aunque no deba concluirse por ello que se trata de una historia homogénea.

En este periodo, la intervención del estado se centro inicialmente en dos aspectos: la provisión
de servicios públicos; la elaboración de legislación pertinente.

Con relación al primer punto, la acción publica derivo d una alarmada visión higienista y se
cristalizo en la extensión de la provisión de agua potable y de la red cloacal a aquellas zonas
urbanas en las que el hacinamiento de los inmigrantes se percibió como una amenaza para la
slaud publica en general.

Con relación al segundo punto, la orientación legislativa pronto supero las preocupaciones
higienistas para abarcar otras cuestiones morales y políticas. En efecto, las emergentes
manifestaciones de conflicto social que acompañaron la masiva llegada de inmigrantes
indujeron a la elite gobernante a visualizar el acceso a la vivienda como un dispositivo de
integración social.

Recién a comienzos del siglo XX empiezan a pensarse políticas públicas relativas a la vivienda
popular, las que permitieron algunas modestas intervenciones municipales y provinciales o
favorecieron las que desarrollaban ciertas instituciones. Dos tipologías orientan el desarrollo del
habitar popular durante 1880- 1930: el conventillo y la vivienda unifamiliar.

Lapso 1930- 1945: en este periodo diversos avances en la tecnología de construcción, la


extensión de los servicios sanitarios de red, el abaratamiento de la electricidad y la mayor
accesibilidad de ciertos electrodomésticos básicos, permitieron la fijación de tipologías y la
difusión entre los sectores populares de un tipo de viviendo que anteriormente había sido
privativo de los estratos altos.

La compactación de los distintos ambientes en una sola planta posibilito la incorporación del
baño, y la cocina al interior de la vivienda. Respecto al pasado, la planta compacta, aunque
reducía las dimensiones del espacio habitable, fue percibida en el imaginario popular como la
cristalización de la “casa moderna”.

La casa individual estaba ligada a la propiedad mientras que el departamento, por fuerza, se
vinculo al alquiler. Los reformadores católicos apoyaban la primera alternativa por considerarla
mas adecuada al arraigo de la familia, mientras que los socialistas eran partidarios de la
vivienda colectiva, argumentando su mayor adaptación a las condiciones de movilidad de los
obreros y el menor costo del equipara miento colectivo.

Lapso 1946-1955 (justicialismo): en la década de 1940 comienzan los masivos


desplazamientos de población rural hacia las grande ciudades de la zona pampeana, lugares
donde se asentaban las nuevas industrias que crecían al calor de los modelos sustitutivos de
importaciones. Ello significo un renovado ímpetu para el crecimiento urbano, cuyos principales
protagonistas pertenecían ahora a la población nativa rural del centro y norte del país. Con el
primer gobierno justicialista se inauguran las políticas de viviendo propiamente dichas es decir,
acciones masivas, sistemáticas y prolongadas en el tiempo tendientes a soluciones el problema
habitacional.

Por otro lado, en 1946 el gobierno implemento planes de construcción o de financiamiento de


nuevas unidades a escala masiva, que fomentaría significativamente el acceso a la casa propia.

Lapso 1955- 1975 (desarrollismo): debe recordarse que, durante este lapso, se suceden
numerosos gobiernos civiles y militares, cada uno de los cuales, sin abandonar alguna forma de
política habitacional, tuvo en este campo su propia idiosincrasia.

A todo lo largo de este periodo, fue continuo el apoyo gubernamental a las grandes empresas
constructoras de infraestructura y de conjuntos habitacionales llevados a cabo con
financiamiento publico. También se fomento el surgimiento y la consolidación de empresas de
ahorro y prestamos para la vivienda, y de las secciones hipotecarias en los bancos privados.

Lapso 1976- 1999 (aperturista) en 1976, el régimen militar consumo el retiro del estado de la
construcción de viviendas. Al mismo tiempo, libero los alquileres y llevo a cabo drásticas y
compulsivas medidas de desalojo de las villas del área capitalina.

Composición de los hogares y las familias:

a) Lapso 1869-1947:

Para este lapso se da una descripción de lo que debió haber sido la organización familiar previa
al modelo agroexportador, y otra que ilustra como era en el área mas modernizada
inmediatamente después de finalizado.

- Antes de 1869: en 1869, en un agregado geográfico denominado “Argentina


interior”, era escaso el numero de hogares unipersonales y significativa la presencia
de arreglos de convivencia entre parientes no- nucleares o no – parientes.

Si se toman en cuenta solo los hogares conyugales se comprueba que las familias
extensas tienen casi tanta importancia como las nucleares; que las primeras están
formadas bien por un solo núcleo que incorpora otros parientes, bien por la reunión
de varios núcleos emparentados entre si.

Los rasgos mas salientes de esta situación eran: el moderado tamaño medio de las
familias nucleares completas, propio de una población con alta fecundidad pero
también alta mortalidad.

- Durante 1869- 1914: en 1869, en el total del país, el promedio de personas por
familia debía rondar el valor 5,9; para 1914, había descendido a 5,4. Esta escasa
variación entre ambas fechas es seguramente el saldo neto de fenómenos
contrapuestos: por un lado, la disminución de la fecundidad durante ese lapso, lo
que debió tender a reducir el tamaño; por otro, la paralela caída de la mortalidad,
que tendió a aumentarlo
Tipo de familia (completud, nuclearidad y parentesco):

Un aspecto esencial de la organización familiar se capta a través de la modificación en el tipo de


familia prevaleciente dentro del conjunto de los hogares conyugales. En primer lugar, se percibe
un acentuado aumento de las familias monoparentales en detrimento de las completas.

En segundo lugar, se constata una notable diminución de las familias extensas en favor de las
nucleares. Por lo tanto, en la variación del tamaño que señalamos antes están incidiendo
tendencias contrapuestas: algunas propenden a disminuirlo, otras a aumentarlo. Entre las
primeras se cuentan: el incremento de los divorcios y las rupturas de uniones consensuales.

Entre las que tienden a aumentarlo, la principal es sin duda el incremento de la esperanza de
vida, ya que prolonga el tiempo que pueden esperar vivir juntos los cónyuges que no optan por
una ruptura voluntaria.

De todos esos factores el más significativo es sin duda, la disminución de la fecundidad, lo que
se comprueba analizando la contribución de cada tipo de parientes a la conformación del
tamaño medio.

Jefatura femenina:

Un aspecto central de las mutaciones de la organización familiar en los tiempos recientes es el


progreso del género femenino entre las personas consideradas cabeza de familia. El incremento
de los hogares con jefatura femenina se verifica a lo largo de todo el periodo observa bable,
acelerándose a partir de 1970.

No se puede cuantificar bien el fenómeno, pero es seguro que en cada caso están jugando
factores de distinta índole: el envejecimiento de la población derivado de la calidad de la
natalidad, que tiende a aumentar el volumen relativo de los viudos de ambos sexos; y/o el
progreso de la esperanza de vida que favorece más el incremento de las viudas que viven en
hogares unipersonales. Los hogares unipersonales femeninos contienen mayoritariamente a
ancianas viudas que viven solas.

Se puede decir que en los últimos 50 años: a) el grupo de más rápido crecimiento es el de las
ancianas que viven solas; b) las jefas de hogares no- conyugales y las de familias completas
representan una pequeña porción del total, por lo que su incremento, aunque rápido, apenas
contribuye al crecimiento total; c) las jefas de familia monoparentales muestran un aumento
interrumpido el que muy probablemente se explique por la mayor incidencia del divorcio y la
separación de parejas consensuales.

Tipos de hogares, y cambios en su organización familiar:

- Hogares unipersonales: el número de personas que vive sola aumento mucho en los
últimos decenios. Las ancianas viudas devienen ampliamente mayoritarias en el
conjunto de los hogares unipersonales como resultado casi exclusivo del aumento
de la esperanza de vida. Las causas de la vida solitaria son distintas según la edad:
los jóvenes por ser solteros; edades intermedias, por el divorcio/separación.

- Hogares no- conyugales.

- Familias monoparental: la familia incompleta o monoparental es otro de los tipos


de hogar que mas rápidamente se ha incrementado en las ultimas décadas. La
mayoría de los que componen esta organización son sobre todo
divorciados/separados.

- Familias completos: debido al aumento de las familias monoparentales, el volumen


absoluto y relativo de las completas, es el predominante aun, pero va disminuyendo.
Esta erosión se acompaña de un cambio radical en la naturaleza de las parejas:
disminuyen las casadas y aumentan las consensuales como consecuencia de la
difusión de la cohabitación como modalidad “de entrada” o de “permanencia” en
unión.

- Familias ensambladas: otro de los tipos de familia emergente de la nueva dinámica


de la nupcialidad es el de las familias ensambladas, reconocidas en el decir popular
con la expresión “los míos, los tuyos y los nuestros”. Se trata de núcleos conyugales
completos en los que los hijos de la pareja residentes en el hogar son hijos
biológicos de uno solo de los cónyuges; o hijos biológicos de ambos, mas hijos
biológicos de uno solo de ellos; o hijos biológicos de ambos mas hijos biológicos de
cada uno de ellos.

A modo de síntesis se puede decir que los cambios en las tendencias de la mortalidad, la
nupcialidad y la fecundidad producidos en las últimas décadas se traducen en modificaciones
sustanciales de la organización familiar, entre las cuales se enumeran las principales:
- El progreso en la saluda y en la esperanza de vida determina un rápido crecimiento de hogares
unipersonales.

- la cohabitación como forma de entrada o permanencia en unión, el incremento de los divorcios


y las separaciones de uniones consensuales, son factores que inciden sobre varios aspectos de la
composición de las familias: aumento el volumen de adultos solos; el incremento de familias
monoparentales; difusión de familias consensuales en detrimento de las legales.

- La disminución de la fecundidad final de las mujeres se traduce en un menor tamaño de los


hogares y el tipo de parientes presentes en el hogar.

- Todos estos factores inciden en el contexto familiar en el que sociabilizan los niños de las
nuevas generaciones.

Conceptos importantes: nupcialidad (formación y disolución de uniones), fecundidad


(cantidad y espaciamiento de los nacimientos), mortalidad (esperanza de vida).

7- La organización de la familia difiere según su clase de pertenencia y dentro de una misma


clase, según su hábitat.

- Estrato medio autónomo: los estratos medios ostentan los mejores niveles de vida
de todo el espectro social, netamente superiores a todas las otras categorías sociales.
Desde el punto de vista de los comportamientos relaciones con la formación de
familia, este estrato se presenta como uno de los mas avanzados en la transición.
Por el contrario, desde el punto de vista de la estabilidad y organización familiar
parece ser el que menos ha cambiado hasta 1980.

- Estrato medio asalariado: incluye profesiones técnico y trabajadores afines, asi


como empleados administrativos y vendedores del comercio; todos ellos
asalariados, excepto los profesionales que también incluyen autónomos. Su grado
de bienestar es semejante al del estrato anterior, pero en su conjunto, este segmento
posee niveles de educación comparativamente mas elevados y maro presencia de
ocupaciones de alta especialización femenina. En comparación a los sectores
medios autónomos, este segmento tiene características centrales altos niveles de
celibato femenino, edad al casamiento tardía, etc. esto por la mas favorable
situación social de la mujer.

- Estrato obrero calificado: esta compuesto por trabajadores manuales calificados por
cuenta propia (estrato autónomo) y asalariados (estrato asalariado). La mayoría
reside en ares urbanas, en especial los trabajadores por cuenta propia. Ambos
segmentos obreros ostentan un nivel de vida inferior al de los estratos medios, pero
también superior al de las restantes categorías sociales. El segmento autónomo goza
de un patrón de bienestar levemente mas beneficio que el asalariado.

- Obreros no calificados asalariados: es una categoría compuesta por trabajadores


manuales no calificados asalariados, entre los que predomina aquellos que residen
en zonas rurales. Los define el desequilibrio de la razón de masculinidad, la que,
debido a la mas fuerte emigración rural- urbana femenina es muy desfavorable a los
hombres. Tienen el patrón de bienestar más desfavorable, variando el nivel de vida
en forma directamente proporcional al tamaño de la localidad.

- Trabajadores marginales: comprende al personal de servicio domestico que se


desempeña en hogares particulares. Incluye trabajadores manuales no calificados
que declaran ser empleadores. La mayoría de los hogares del estrato esta
encabezado por una mujer sin pareja conviviente.

Para finalizar hay que decir que En la Argentina, durante el modelo agroexportador la masiva
llegada de inmigrantes europeos, así como su prioritaria radicación en la ciudad de buenos aires
y en las grandes urbes de la pampa húmeda, se tradujo en una situación que, sino en sus causas,
si en sus manifestaciones, puede asimilarse a la expansión del pauperismo urbano que había
tenido lugar en Europa durante el siglo XIX. La inmigración y la urbanización masivas
colocaron al liberalismo gobernante ante la necesidad de asegurar la reproducción de la
población, su disciplina miento e integración social, desligando al estado de cualquier
obligatoriedad en ese campo.

La respuesta fue, la delegación de ese tipo de acción en instituciones filantrópicas –


confesionales y no confesionales- financiadas total o parcialmente por el estado, con el objetivo
explicito de ayudar a las clases laboriosas. Todos los dispositivos disponibles para la integración
y el disciplina miento social fueron movilizados: la escuela publica; la regulación de la patria
potestad; la instalación de diversos registro obligatorios; la predica ideológica que asimilaba la
obtención de la casa propia a la respetabilidad y el ascenso social, canalizando el ahorro de los
trabajadores al logro de ese objetivo, etc. todos estos mecanismos construyeron a que, al
finalizar la etapa agroexportadora, se hubiesen logrado en el país casi todas las metas que se
había trazado: arraigar, uniforma e integrar la enorme y heterogénea masa de los recién llegados
y el ideal de familia cristiana enraizado en las capas medias de la sociedad receptora mucho
antes delo aluvión extranjero.
Abandonado el modelo agroexportador, se inician y expanden en la argentina la estrategias
industrializadoras durante las cuales emerge el Estado de bienestar, florece la relación salarial, y
se adoptan políticas sociales. Importa destacar que, en Argentina, durante el estado de bienestar,
la familia moderna se había generalizado en casi todos los estratos sociales urbanos. Por tora
parte, desde mediados de la década de 1960, comienzan a percibirse ciertos indicadores de
contractualizacion de las relaciones familiares sobre una base persona, ósea, una cierta
distanciación de los comportamientos respecto a los patrones valorativos del orden social.
También aumentaron las familias monoparentales y las familias ensambladas, así como la
participación permanente de los cónyuges/madres en el mercado de trabajo. Estas conductas
manifiestas se sustentan en nuevos valores.

Ahora bien, desde 1976, nuestro país asiste al desmantelamiento del estado de bienestar y su
reemplazo por el estado subsidiario, concepción inherente a las estrategias aperturistas y de
ajuste que comienzan a adoptarse por ese entonces. Esta dinámica social, conllevo la necesidad
de asegurar el disciplina miento de esa nueva masa de población carente. En lo que concierne a
la familia, se prolonga la tendencia a una mayor autonomía personal, el aislamiento y el
desamparo que produce la virtual confiscación de la seguridad social prevalece. El resultado es
que, el interrogante acerca del futuro de la familia asume una enunciación diferente a otros
países avanzados.

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