Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
PROCESO LEGAL
Los principios del derecho son preceptos normativos que, más allá de no
integrar de manera formal un ordenamiento jurídico, aluden a la estructura,
el contenido y la aplicación de las normas. Los legisladores, los juristas y los
jueces acuden a estos principios para la interpretación de las leyes y para la
integración de los derechos.
El debido proceso, en este marco, es el principio que garantiza que cada
persona disponga de determinadas garantías mínimas para que el
resultado de un proceso judicial sea equitativo y justo. Gracias al debido
proceso, un sujeto puede hacerse escuchar ante el juez.
Cuando desde el Estado no se respeta aquello que fija la ley, se produce una
violación del debido proceso. Esta situación puede provocar un daño a la
persona, que ve vulnerados sus derechos.
Por lo general el debido proceso se vincula al respeto por los derechos de una
persona que, en el marco del procedimiento judicial, puede pasar de acusada
a imputada, luego procesada y finalmente condenada. Todos estos pasos que
llevan a la condena deben ser concordantes con la legislación y tienen que
realizarse garantizando el debido proceso. Si el debido proceso no se cumple,
se puede llegar a una condena injusta o contraria a la ley.
El derecho a contar con un defensor letrado, el derecho a un juez imparcial y
el derecho a expresarse en lengua materna –disponiendo de un intérprete en
caso de ser necesario– forman parte del debido proceso.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y
con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Artículo 11
Artículo 14 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o
para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y
el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la
medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias
especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia;
pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será pública, excepto en los
casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones
referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada,
de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa y a comunicarse con un defensor de su elección;
COMENTARIO:
Las disposiciones contenidas en este artículo tienen por objeto garantizar que la
justicia sea aplicada adecuadamente a todas las personas en igualdad de
condiciones ante los órganos de justicia ordinarios o especiales, protección de
carácter penal y civil.
Por ejemplo una persona que se encuentra acusada por un delito tiene derecho a
que se presuma su inocencia y que su caso sea conocido por un juez independiente
e imparcial, una persona dentro de un proceso civil donde se determinará sus
derechos de propiedad también tiene derecho a que su caso sea resuelto por un
juez independiente e imparcial.
Las personas que intervienen en un proceso deben tener las mismas facultades y
oportunidades para ejercer sus derechos lo cual garantiza una solución justa del
mismo.
En algunos casos excepcionales la publicidad de un proceso puede afectarse
legítimamente por razones como la moral, el orden público, la reputación de las
personas o porque se afecte el interés de la justicia. Sin embargo las sentencias
deben ser públicas, esta disposición, según el mismo Pacto, solo puede afectarse
para salvaguardar intereses de menores de edad o intereses matrimoniales.
En virtud de este derecho, las personas tienen derecho a un juicio justo y a garantías
procesales. Se puede decir que el Estado cumple con esta disposición si por lo
menos garantiza a una persona acusada de un delito tenga derecho a:
Ser considerada inocente hasta que no se pruebe en un a proceso su culpabilidad,
por lo que no puede aplicarse una pena a una persona en contra de quien no existan
pruebas que demuestren que participó en el delito.
b) Ser informada de los hechos por los que se le acusa en el idioma que hable.
c) Ser asistida por un defensor a su elección, a comunicarse con él y a preparar su
defensa. La persona debe ser informada que puede elegir un defensor, o a que se
le nombre un defensor de oficio gratuito.
d). Un juicio rápido.
e). Estar presente en el proceso y defenderse por sí misma o a través de su
defensor.
f). Interrogar a los testigos que presenten para acusarlo, así como a presentar a sus
testigos en igualdad de condiciones.
g). No estar obligado a declarar en su contra, ni a declararse culpable.
h).- Un intérprete gratuito si no entiende el idioma que utilice el tribunal.
Cuando una persona es declarada culpable luego de un juicio justo, tiene el derecho
a que se revise su sentencia condenatoria por un tribunal distinto al que la dictó.
Las personas que a través de una sentencia firme dictada legítimamente sean
condenadas o absueltas tienen derecho a que no ser juzgada o sancionada por el
mismo hecho.
Las personas que cumplan una pena, como consecuencia de una sentencia emitida
por error del tribunal debidamente comprobado, tienen derecho a que se les
indemnice por el perjuicio y daño sufrido. Este artículo contiene además la
disposición sobre la readaptación social de los menores de edad como circunstancia
que se debe considerar cuando éstos se encuentren en un proceso penal. En
Guatemala por ejemplo, los menores de edad son inimputables, sin embargo existe
un procedimiento especial que se aplica a los adolescentes en conflicto con la ley
penal, en el desarrollo de ese proceso se deben respetar las garantías procesales
indicadas en este artículo, pero además de ellas por su condición de menores de
edad tienen derecho durante el desarrollo del proceso y en la ejecución de la
sanción a recibir información clara y precisa de acuerdo a su edad y madurez sobre
las decisiones que se tomen en su contra y a recibir atención y orientación legal,
social, educativa, etcétera10.
117. En opinión de esta Corte, para que exista “debido proceso legal” es preciso
que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma
efectiva y en condiciones de igualdad procesal con otros justiciables. Al efecto, es
útil recordar que el proceso es un medio para asegurar, en la mayor medida posible,
la solución justa de una controversia. A ese fin atiende el conjunto de actos de
diversas características generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso
legal. El desarrollo histórico del proceso, consecuente con la protección del
individuo y la realización de la justicia, ha traído consigo la incorporación de nuevos
derechos procesales. Son ejemplo de este carácter evolutivo del proceso los
derechos a no autoincriminarse y a declarar en presencia de abogado, que hoy día
figuran en la legislación y en la jurisprudencia de los sistemas jurídicos más
avanzados. Es así como se ha establecido, en forma progresiva, el aparato de las
garantías judiciales que recoge el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, al que pueden y deben agregarse, bajo el mismo concepto, otras
garantías aportadas por diversos instrumentos del Derecho Internacional.
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
…Toda persona tiene derecho a que se le considere inocente
durante todo el procedimiento penal, desde la investigación hasta
la sentencia final.
Artículo 18
1. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán iguales
derechos que los nacionales del Estado de que se trate ante los
tribunales y las cortes de justicia. Tendrán derecho a ser oídos
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación
de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ellos o para
la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil.
2. Todo trabajador migratorio o familiar suyo acusado de un delito tendrá
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, todo trabajador migratorio o familiar suyo
acusado de un delito tendrá derecho a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informado sin demora, en un idioma que comprenda y en forma
detallada, de la naturaleza y las causas de la acusación formulada en
su contra;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación
de su defensa y comunicarse con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o
ser asistido por un defensor de su elección; a ser informado, si no tuviera
defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés
de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio,
gratuitamente si careciera de medios suficientes para pagar;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la
comparecencia de los testigos de descargo y a que éstos sean
interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo;
f) A ser asistido gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no
habla el idioma empleado en el tribunal;
g) A no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los menores, se tendrá en cuenta su
edad y la importancia de promover su readaptación social.
5. Todo trabajador migratorio o familiar suyo declarado culpable de un
delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se la
haya impuesto sean examinados por un tribunal superior, conforme a lo
prescrito por la ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme contra un trabajador
migratorio o un familiar suyo haya sido ulteriormente revocada o el
condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un
hecho plenamente probatorio de la comisión de un error judicial, quien
haya sufrido una pena como resultado de tal sentencia deberá ser
indemnizado conforme a la ley, a menos que se demuestre que le es
imputable en todo o en parte el no haberse revelado oportunamente el
hecho desconocido.
7. Ningún trabajador migratorio o familiar suyo podrá ser juzgado ni
sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto
mediante sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal
del Estado interesado.
Artículo 20
1. Todas las personas serán iguales ante el Tribunal Internacional para Rwanda.
REGIONALES
DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE
PRINCIPIO 21
1. Estará prohibido abusar de la situación de una persona detenida o
presa para obligarla a confesar o declarar contra sí misma o contra
cualquier otra persona.
2. Ninguna persona detenida será sometida, durante su interrogatorio,
a violencia, amenazas o cualquier otro método de interrogación que
menoscabe su capacidad de decisión o su juicio.
REGULACIÓN REGIONAL
CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS ART, 8 (YA ESTA EN
EL ANTERIIOR PRINCIPIO).
Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas
de Libertad en las Américas
Principio V
167. La Corte consideró probado que durante la declaración instructiva ante el Juez
Instructor Militar Especial se exhortó a los inculpados a decir la verdad. Sin
embargo, no hay constancia de que esa exhortación implicara la amenaza de pena
u otra consecuencia jurídica adversa para el caso de que el exhortado faltara a la
verdad. Tampoco hay prueba de que se hubiese requerido a los inculpados rendir
juramento o formular promesa de decir la verdad, lo cual contrariaría el principio de
libertad de aquéllas para declarar o abstenerse de hacerlo.
REGULACIÓN NACIONAL
CONSTITUCIÓN. ART.20 B II; ART. 20 A II.
CNPP. 113 III
LEY PARA EL TRATAMIENTO DE MENORES INFRACTORES, PARA EL
DISTRITO FEDERAL EN MATERIA COMÚN Y PARA EN TODA LA REPÚBLICA
EN MATERIA FEDERAL.- ART. 36
LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS Y
ADOLESCENTES. ART. 46
REGULACIÓN ESTATAL
CONSTIT. POLIT. DEL ESTADO. ART. 8
C.P.E.O ART. 130-140-274-370
CODIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES ART 22. III. 242
LEY DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES PARA EL ESTADO DE OAXACA.
ART. 29
Cuando una persona es detenida por acusación penal, tiene derecho a: Que se le
informe los motivos de su detención y el hecho que
se le atribuye. Ser presentada ante un juez competente.
A ser juzgada en un plazo razonable o puesta en libertad.
Artículo 37
a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de
excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad;
c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la
dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las
necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño privado de libertad estará
separado de los adultos, a menos que ello se considere contrario al interés superior del niño,
y tendrá derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia y de
visitas, salvo en circunstancias excepcionales;
d) Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a la asistencia jurídica
y otra asistencia adecuada, así como derecho a impugnar la legalidad de la privación de su
libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente e imparcial y a una
pronta decisión sobre dicha acción.
ARTÍCULO 16
2. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a la protección efectiva del
Estado contra toda violencia, daño corporal, amenaza o intimidación por parte de funcionarios
públicos o de particulares, grupos o instituciones.
5. Los trabajadores migratorios y sus familiares que sean detenidos serán informados en el
momento de la detención, de ser posible en un idioma que comprendan, de los motivos de
esta detención, y se les notificarán prontamente, en un idioma que comprendan, las
acusaciones que se les haya formulado.
6. Los trabajadores migratorios y sus familiares detenidos o presos a causa de una infracción
penal serán llevados sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para
ejercer funciones judiciales y tendrán derecho a ser juzgados en un plazo razonable o a ser
puestos en libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe
ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la
comparecencia del acusado en el acto del juicio o en cualquier otro momento de las diligencias
procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo.
7. Cuando un trabajador migratorio o un familiar suyo sea arrestado, recluido en prisión o
detenido en espera de juicio o sometido a cualquier otra forma de detención:
c) Se informará sin demora al interesado de este derecho y de los derechos derivados de los
tratados pertinentes, si son aplicables entre los Estados de que se trate, a intercambiar
correspondencia y reunirse con representantes de esas autoridades y a hacer gestiones con
ellos para su representación legal.
8. Los trabajadores migratorios y sus familiares que sean privados de su libertad por
detención o prisión tendrán derecho a incoar procedimientos ante un tribunal, a fin de que
éste pueda decidir sin demora acerca de la legalidad de su detención y ordenar su libertad si
la detención no fuere legal. En el ejercicio de este recurso, recibirán la asistencia, gratuita si
fuese necesario, de un intérprete cuando no pudieren entender o hablar el idioma utilizado.
9. Los trabajadores migratorios y sus familiares que hayan sido víctimas de detención o
prisión ilegal tendrán derecho a exigir una indemnización.
13.1 Sólo se aplicará la prisión preventiva como último recurso y durante el plazo
más breve posible.
Comentario:
Los menores que se encuentren en prisión preventiva deben gozar de todos los
derechos y garantías previstas en las Reglas mínimas para el tratamiento de los
reclusos, así como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
especialmente en el artículo 9, en el inciso b del párrafo 2 del artículo 10 y en el
párrafo 3 de dicho artículo.
La regla 13.4 no impedirá a los Estados tomar otras medidas contra la influencia
negativa de los delincuentes adultos que sean al menos tan eficaces como las
mencionadas en la regla.
Las diferentes formas de asistencia que pueden llegar a ser necesarias se han
enumerado para señalar la amplia gama de necesidades concretas de los jóvenes
reclusos que hay que atender (por ejemplo, mujeres u hombres, toxicómanos,
alcohólicos, menores con perturbaciones mentales, jóvenes que sufren el trauma,
por ejemplo, del propio arresto, etc.).
6.3 El delincuente tendrá derecho a apelar ante una autoridad judicial u otra
autoridad independiente y competente en los casos en que se imponga prisión
preventiva.
REGIONALES
PRINCIPIOS Y BUENAS PRÁCTICAS SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS
PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD EN LAS AMERICAS. PRINCIPIO III
LIBERTAD PERSONAL
Principio III
Libertad personal
1. Principio básico
Toda persona tendrá derecho a la libertad personal y a ser protegida contra todo
tipo de privación de libertad ilegal o arbitraria. La ley prohibirá, en toda circunstancia,
la incomunicación coactiva de personas privadas de libertad y la privación de
libertad secreta, por constituir formas de tratamiento cruel e inhumano. Las
personas privadas de libertad sólo serán recluidas en lugares de privación de
libertad oficialmente reconocidos.
Por regla general, la privación de libertad de una persona deberá aplicarse durante
el tiempo mínimo necesario.
La privación de libertad de niños y niñas deberá aplicarse como último recurso, por
el periodo mínimo necesario, y deberá limitarse a casos estrictamente
excepcionales.
El artículo 8 de la Convención establece en lo pertinente que: 1. Toda persona tiene derecho a ser
oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 2. Toda persona inculpada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.
Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías
mínimas: a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no
comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b) comunicación previa y detallada al
inculpado de la acusación formulada; c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa; d) derecho del inculpado de defenderse
personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y
privadamente con su defensor; e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor
proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se
defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; […]
111. Esta Corte ha señalado que el principio de presunción de inocencia constituye un fundamento
de las garantías judiciales. De lo dispuesto en el artículo 8.2 de la Convención deriva la obligación
estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para
asegurar que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de
la justicia. En este sentido, la prisión preventiva es una medida cautelar, no punitiva. Este concepto
figura en múltiples instrumentos del derecho internacional de los derechos humanos. El Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos dispone que la prisión preventiva de los procesados no
debe constituir la regla general (artículo 9.3). Se incurriría en una violación a la Convención al privar
de libertad, por un plazo desproporcionado, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido
establecida. Equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene los principios generales del derecho
universalmente reconocidos.
106. El Tribunal entiende que la prisión preventiva es la medida más severa que se puede aplicar al
imputado de un delito, motivo por el cual su aplicación debe tener un carácter excepcional, en virtud
de que se encuentra limitada por los principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y
proporcionalidad, indispensables en una sociedad democrática144. En este sentido, el Tribunal ha
señalado que la prisión preventiva es una medida cautelar, no punitiva.
67. La prisión preventiva está limitada por los principios de legalidad, presunción de inocencia,
necesidad y proporcionalidad, indispensables en una sociedad democrática83. Constituye la medida
más severa que se puede imponer al imputado, y por ello debe aplicarse excepcionalmente84. La
regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal.
68. La legitimidad de la prisión preventiva no proviene solamente de que la ley permite aplicarla en
ciertas hipótesis generales. La adopción de esa medida cautelar requiere un juicio de
proporcionalidad entre aquélla, los elementos de convicción para dictarla y los hechos que se
investigan. Si no hay proporcionalidad, la medida será arbitraria.
NACIONAL
CPEUM 18-19-20
CNPP ART.19-113-154-165-167
ESTATAL
Artículo 10
1. Cada Estado Parte en cuyo territorio se encuentre una persona de la que se
supone que ha cometido un delito de desaparición forzada, si, tras examinar la
información de que dispone, considera que las circunstancias lo justifican,
procederá a la detención de dicha persona o tomará otras medidas legales
necesarias para asegurar su presencia. La detención y demás medidas se llevarán
a cabo de conformidad con las leyes de tal Estado y se mantendrán solamente por
el período que sea necesario a fin de asegurar su presencia en el marco de un
procedimiento penal, de entrega o de extradición.
2. El Estado Parte que haya adoptado las medidas contempladas en el párrafo 1 del
presente artículo procederá inmediatamente a una investigación preliminar o
averiguación de los hechos. Informará a los Estados Partes a los que se hace
referencia en el párrafo 1 del artículo 9, sobre las medidas adoptadas en aplicación
del párrafo 1 del presente artículo, especialmente sobre la detención y las
circunstancias que la justifican, y sobre las conclusiones de su investigación
preliminar o averiguación, indicándoles si tiene intención de ejercer su jurisdicción.
3. La persona detenida de conformidad con el párrafo 1 del presente artículo podrá
comunicarse inmediatamente con el representante correspondiente del Estado de
su nacionalidad que se encuentre más próximo o, si se trata de un apátrida, con el
representante del Estado en que habitualmente resida.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados
Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá
derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin
perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a
garantías que aseguren su comparecencia en el juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto
o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los
Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de
ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a
fin de que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho curso no puede ser
restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por si o por otra persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de
autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de deberes
alimentarios.
88. La Comisión observa, por otra parte, que en tal circunstancia, el Estado puede perfectamente
adoptar otro tipo de medidas cautelares para asegurar la comparecencia del inculpado, que no
signifiquen mayor restricción de su libertad personal. Más aún, la Comisión estima que la existencia
de un sentido de proporcionalidad entre la sentencia y el encarcelamiento previo es, para todos los
efectos, una justificación para la pena anticipada, lo cual es una violación del principio de presunción
de inocencia consagrado en la Convención.
NACIONAL
Artículo 50. A partir del momento en que el escrito de remisión es recibido por el Juez de Distrito
Especializado para Adolescentes, éste deberá determinar si existen bases para el libramiento de la
orden de presentación o detención o, en su caso, para la sujeción a proceso y la procedencia de
medidas cautelares si el Ministerio Público de la Federación para Adolescentes lo solicitare.
En esta audiencia, si el adolescente o adulto joven desea hacerlo, se recibirá su declaración inicial,
se le hará saber que en un plazo máximo de setenta y dos horas se determinará su libertad o sujeción
a proceso, el cual podrá prorrogarse hasta por un plazo igual, con la finalidad de aportar y desahogar
elementos de prueba para que el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes resuelva su
situación. La prolongación de la detención en su perjuicio será sancionada por la ley penal federal.
I. Orden de presentación en los casos en los que la conducta que se investiga no merezca medida
de internamiento. En caso de que el adolescente o adulto joven no comparezca voluntariamente,
el Juez podrá hacerlo comparecer con el auxilio de la fuerza pública; y
II. Orden de detención e internamiento preventivo, cuando la conducta que se investiga merezca
medida de internamiento y exista una presunción razonable, por apreciación de las circunstancias
del caso particular, de que el adolescente o adulto joven podría no someterse al proceso u
obstaculizaría la averiguación de la verdad, o se estime que el adolescente o adulto joven puede
cometer alguna otra conducta tipificada como delito contra la propia víctima, alguno de los
testigos que depongan en su contra, servidores públicos que intervengan en el proceso o contra
algún tercero.
Artículo 52. Es indelegable la presencia del Juez de Distrito Especializado para Adolescentes en
todas las audiencias que se lleven a cabo durante el procedimiento, el juicio y notificación de la
sentencia.
Artículo 53. Los procedimientos en los que se ven involucrados adolescentes o adultos jóvenes
son de interés público; en función de lo anterior y para salvaguardar plenamente el derecho que
tienen a ser escuchados, su declaración debe ser:
II. Voluntaria, de manera que sólo se puede realizar si el adolescente o adulto joven presta su
consentimiento después de consultarlo con su defensor;
III. Pronta, por lo que se dará prioridad a la declaración del adolescente o adulto joven,
procurando que el tiempo entre la presentación y la declaración inicial sea el menor posible;
IV. Breve, de modo que la comparecencia ante el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes
tome estrictamente el tiempo requerido, considerando incluso periodos de descanso para el
adolescente o adulto joven;
V. Eficiente, por lo que el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes tendrá que preparar la
comparecencia con antelación para obtener la información que requiera para el ejercicio de sus
funciones en el menor número de sesiones que sea posible;
VI. Solicitada por el adolescente o adulto joven por lo que podrá alegar lo que a su derecho
convenga, cuantas veces lo pida dentro de los momentos procesales correspondientes; y
VII. Asistida, de modo que se realice con la asistencia de su defensor; cuando exista ansiedad o
fatiga producidas por la declaración, se suspenderá ésta, reanudándose a la brevedad posible. En
los casos en que el adolescente tenga una edad de entre doce años y catorce años no cumplidos,
también será necesaria la presencia de sus padres, tutores, custodios o quienes ejerzan la patria
potestad, si él y su defensa lo estiman conveniente.
Artículo 54. Sólo a solicitud del Ministerio Público de la Federación para Adolescentes y, en la
forma, bajo las condiciones y por el tiempo que se fija en esta Ley, el Juez de Distrito Especializado
para Adolescentes podrá imponer al adolescente o adulto joven, después de escuchar sus razones,
las siguientes medidas cautelares:
II. La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual reside o del ámbito
territorial que fije el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes;
VI. La prohibición de convivir o comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afecte
el derecho de defensa;
VII. La separación inmediata del domicilio cuando se trate de conductas tipificadas como delitos
sexuales en la ley penal federal y la presunta víctima conviva con el adolescente o adulto joven;
Las medidas cautelares podrán dictarse y revocarse en cualquier momento hasta antes de
dictarse sentencia.
Artículo 55. Para imponer cualquier tipo de medida cautelar, el Ministerio Público de la Federación
para Adolescentes deberá acreditar ante el Juez de Distrito Especializado, la existencia del hecho
atribuido y la probable participación del adolescente o adulto joven, a quien podrá imponer una
o varias de las medidas cautelares previstas en esta Ley, y dictar las órdenes necesarias para
garantizar su cumplimiento.
Artículo 56. El internamiento preventivo deberá aplicarse sólo de manera excepcional, hasta por
un plazo máximo de tres meses, cuando otra medida cautelar menos gravosa resulte insuficiente
para garantizar la presencia del adolescente o adulto joven en el procedimiento, siempre que el
adolescente sea mayor de catorce años de edad al momento de cometer el hecho, y la conducta
atribuida a este se encuentre considerada como grave, en los términos del artículo 113 de esta
Ley. Además de lo anterior, deberán concurrir cualquiera de las circunstancias siguientes:
II. Se estime que el adolescente o adulto joven puede cometer una conducta tipificada como delito
contra la propia víctima, alguno de los testigos que depongan en su contra, servidores públicos
que intervengan en el proceso, o contra algún tercero.
El internamiento preventivo no podrá combinarse con otras medidas cautelares y deberá ser
cumplido en instalaciones diferentes a las destinadas al cumplimiento de la medida de
internamiento definitivo.
Artículo 57. El juicio se desahogará de manera escrita y formal, privilegiando en todo momento la
inmediación, inmediatez y celeridad procesal del juzgador en las actuaciones, atendiendo a la
supletoriedad del Código Federal de Procedimientos Penales.
Artículo 58. El adolescente, sus padres, tutores o quienes ejerzan la patria potestad o la custodia
o, en su caso, el adulto joven, y su defensor, podrán solicitar que las audiencias correspondientes
se verifiquen a puerta cerrada. En el juicio deberán estar presentes el Juez de Distrito
Especializado para Adolescentes, el adolescente o adulto joven, su defensor, familiares o
representantes, y el Ministerio Público de la Federación para Adolescentes.
Artículo 59. Concluido el juicio, el Juez de Distrito Especializado resolverá sobre la responsabilidad
del adolescente o adulto joven, atendiendo a lo establecido en esta Ley.
El Juez de Distrito Especializado apreciará la prueba, conforme a las reglas de la lógica, los
conocimientos científicos y las máximas de la experiencia; sólo podrán valorarse y someterse a la
crítica racional, los medios de prueba obtenidos por un proceso permitido e incorporados al juicio
conforme a las disposiciones de esta Ley.
En caso de duda, el Juez de Distrito Especializado deberá resolver tomando en cuenta lo que más
favorezca al adolescente o adulto joven.
Artículo 60. La resolución que se dicte será siempre proporcional no sólo a las circunstancias y la
gravedad de la conducta tipificada como delito, sino también a las circunstancias y características
personales del adolescente o adulto joven, al interés público y al daño causado.
Artículo 61. La imposición e individualización de medidas a cargo del Juez de Distrito Especializado
para Adolescentes deberá sujetarse a las siguientes disposiciones:
I. Sólo podrán imponerse las medidas consideradas en esta Ley;
b) La edad; el nivel de educación; las condiciones sociales, económicas y culturales; los motivos
que lo impulsaron o determinaron a desarrollar su comportamiento; las condiciones personales,
fisiológicas y psíquicas específicas en que se encontraba el sujeto activo en el momento de la
comisión de la conducta; si el agente perteneciera a un grupo étnico o pueblo indígena, se
tomarán en cuenta, además, sus usos y costumbres; y
c) Las necesidades particulares del adolescente o adulto joven, así como las posibilidades reales
de ser cumplida la medida.
III. El Juez de Distrito Especializado para Adolescentes atenderá a las reglas de concurso de
conductas típicas;
Artículo 62. La resolución deberá estar debidamente fundada y motivada, escrita en un lenguaje
accesible al adolescente o adulto joven y deberá contener los siguientes elementos:
VI. Argumentos a partir de los cuales se decide si quedó o no acreditada la responsabilidad del
adolescente o adulto joven;
VII. La medida que en su caso llegue a imponerse, su duración y lugar de aplicación y ejecución, así
como la medida de mayor gravedad que se impondría en el caso de incumplimiento;
VIII. Las medidas de menor gravedad por las que, en los términos de esta Ley, puede sustituirse la
medida impuesta, así como el orden en que deben ser consideradas por la Unidad Especializada; y
Artículo 63. Una vez firme la medida, el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes establecerá
las condiciones y la forma en que el adolescente o adulto joven debe cumplirla, quedando a cargo
de la Unidad Especializada la elaboración de un Programa Individualizado de Ejecución.
El adolescente, sus padres, tutores o quienes ejerzan la patria potestad o la custodia o, en su caso,
el adulto joven, y su defensor, podrán solicitar ante el Juez de Distrito Especializado para
Adolescentes la revisión del Programa Individualizado de Ejecución dentro del plazo de cinco días
siguientes a aquél en que se le haya informado al adolescente o adulto joven su contenido.
Artículo 64. Los medios alternativos al proceso judicial responden a los principios de subsidiariedad
y mínima intervención previstos por la presente Ley; se orientan hacia los fines de la justicia
restaurativa, a efecto de que la víctima u ofendido y el adolescente o adulto joven participen
conjuntamente de forma activa en la solución de las consecuencias derivadas del hecho atribuido.
Los conciliadores y mediadores deberán guardar secreto sobre lo que conozcan en las
deliberaciones y discusiones de las partes.
Artículo 66. Sólo procederá la conciliación o la mediación cuando se trate de conductas tipificadas
como delito, que se persigan a petición de parte, o bien, en las que persiguiéndose de oficio, sean
de carácter patrimonial y no ameriten medidas de internamiento, siempre que se garantice la
reparación del daño.
Artículo 67. En los casos del artículo anterior, es obligación del Ministerio Público de la Federación
para Adolescentes proponer y, en su caso, realizar la conciliación o facilitar la mediación. En los
demás casos, esta alternativa al proceso judicial se realizará ante el Juez de Distrito Especializado
para Adolescentes que corresponda y siempre a petición de parte.
Artículo 68. La conciliación y la mediación podrán realizarse en cualquier momento desde que el
adolescente es puesto a disposición del Ministerio Público de la Federación para Adolescentes y
hasta antes de que se dicte sentencia de primera instancia.
Artículo 69. En apego estricto a los plazos acordados por las partes y los determinados por la
autoridad frente a la que se comprometió el acuerdo derivado de la conciliación o la mediación,
debe suspenderse el procedimiento mientras esté pendiente su cumplimiento.
Artículo 71. Si el adolescente o adulto joven cumpliera con todas las obligaciones contenidas en el
acuerdo derivado de la conciliación o en el de la mediación, la autoridad correspondiente debe
resolver la terminación del procedimiento y ordenará su archivo definitivo o el sobreseimiento.
En caso de incumplimiento de dichas obligaciones, el procedimiento ordinario continuará a partir
de la última actuación que conste en el registro.
No se podrá invocar, dar lectura, ni incorporar como medio de prueba ningún antecedente que
tenga relación con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de un
procedimiento de conciliación o mediación.
Artículo 72. En los casos en los que la conducta tipificada como delito esté sancionada con
internamiento y siempre que el adolescente o adulto joven no se encuentre gozando de este
beneficio en proceso diverso, procederá la suspensión condicional del proceso a prueba.
La suspensión del proceso podrá solicitarse ante el Juez de Distrito Especializado y hasta antes de
que dicte resolución sobre la responsabilidad del adolescente o adulto joven; y no impedirá el
ejercicio de la acción civil ante los tribunales respectivos.
La solicitud deberá contener un acuerdo de reparación del daño causado por la conducta tipificada
como delito y un detalle de las condiciones que estaría dispuesto a cumplir el adolescente o adulto
joven conforme al artículo siguiente. El acuerdo podrá consistir en una indemnización hasta el
equivalente a la reparación del daño que en su caso pudiera llegar a imponerse, de manera
inmediata o por cumplir a plazos.
El Juez de Distrito Especializado para Adolescentes oirá sobre la solicitud en audiencia al Ministerio
Público de la Federación para Adolescentes, a la víctima u ofendido y al adolescente o adulto joven,
y resolverá de inmediato, salvo que difiera esa discusión para la audiencia de sujeción a proceso, en
su caso. La resolución fijará las condiciones bajo las cuales se suspende el proceso o se rechaza la
solicitud, y aprobará o modificará el acuerdo de reparación propuesto, conforme a criterios de
razonabilidad. La sola falta de recursos económicos por parte del adolescente o adulto joven no
podrá aducirse para rechazar la posibilidad de suspensión del proceso a prueba.
Si la solicitud no se admite, o el proceso se reanuda con posterioridad, el reconocimiento de su
participación en los hechos por parte del adolescente o adulto joven no tendrá valor probatorio
alguno.
Artículo 73. El Juez de Distrito Especializado para Adolescentes fijará el plazo de suspensión del
proceso a prueba, que no podrá ser inferior a un año ni superior a dos, y determinará además de la
reparación del daño, una o varias de las reglas que deberá cumplir el adolescente o adulto joven,
entre las siguientes:
VI. Prestar servicio social a favor del Estado o de instituciones de asistencia social;
VIII. Someterse a la vigilancia que determine el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes;
Cuando se acredite plenamente que el adolescente o adulto joven no puede cumplir con alguna de
las obligaciones anteriores por ser incompatibles a su estado físico o contrarias a su salud o alguna
otra causa de especial relevancia, el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes podrá
sustituirlas, fundada y motivadamente, por otra u otras análogas que resulten razonables y que
garanticen los derechos de la víctima u ofendido.
Para fijar las reglas, el Juez de Distrito Especializado para Adolescentes puede disponer que el
adolescente o adulto joven sea sometido a una evaluación previa. En ningún caso el Juez puede
imponer medidas más gravosas que las solicitadas por el Ministerio Público de la Federación para
Adolescentes.
La decisión sobre la suspensión del proceso será pronunciada en audiencia, en presencia del
adolescente o adulto joven, su defensor, los padres, tutores o quienes ejerzan la patria potestad o
la custodia del adolescente, la víctima u ofendido, y el Ministerio Público de la Federación para
Adolescentes, quienes podrán expresar observaciones a las reglas impuestas en los términos de este
artículo, las que serán resueltas de inmediato. El Juez de Distrito Especializado para Adolescentes
prevendrá al adolescente o adulto joven sobre las reglas de conducta impuestas y las consecuencias
de su inobservancia.
Artículo 74. En los casos suspendidos en virtud de las disposiciones correspondientes a esta Sección,
el Ministerio Público de la Federación para Adolescentes tomará las medidas necesarias para evitar
la pérdida, destrucción o ineficacia de los medios de prueba conocidos y las que soliciten las partes.
Artículo 76. La suspensión del proceso a prueba no extingue las acciones civiles de la víctima o de
terceros. Sin embargo, si la víctima recibe pagos en virtud de la procedencia de la suspensión, ellos
se destinarán a la indemnización por la reparación del daño que le pudiere corresponder.
Transcurrido el plazo que se fije sin que la suspensión fuere revocada, cesará el proceso, debiendo
decretarse de oficio o a petición de parte, el sobreseimiento, siempre y cuando se haya cubierto la
reparación del daño correspondiente.
Durante el período de suspensión del proceso a prueba quedarán suspendidos los plazos procesales
correspondientes.
Artículo 77. Los efectos de la suspensión del proceso a prueba cesarán mientras el adolescente o
adulto joven esté privado de su libertad por otro proceso.
Si está sometido a otro proceso y goza de libertad, el plazo relativo a la suspensión seguirá su curso,
hasta en tanto quede firme la resolución que se dicte dentro de este proceso.
Artículo 78. Las medidas reguladas por esta Ley tienen como fin una justicia restaurativa, la
reintegración social, y familiar del adolescente o adulto joven, así como el de proporcionar a éste
una experiencia de legalidad y una oportunidad de valorar los beneficios de la convivencia armónica,
del civismo y del respeto a las normas y derechos de los demás. Para ello, éstas deben
instrumentarse, en lo posible, con la participación de la familia, de la comunidad y, en su caso, con
el apoyo de especialistas.
Todas las medidas de esta Ley están limitadas en su duración y no podrán, bajo ninguna
circunstancia, superar el máximo previsto para cada una de ellas. Ello no excluye la posibilidad de
determinar el cumplimiento de la medida antes de tiempo, ni de adecuarla en beneficio del sujeto
de la misma, en los términos previstos por esta Ley.
La decisión sobre la medida que debe ser impuesta tendrá relación directa con los daños causados,
el grado de participación del adolescente en los hechos y los fines señalados en el primer párrafo de
este artículo.
Artículo 79. Las medidas que pueden cumplirse en libertad son de aplicación prioritaria; en tanto
que las que implican privación de libertad deben aplicarse como último recurso.
Artículo 80. Cuando se unifiquen medidas, debe atenderse a los máximos legales que para cada
medida prevé esta Ley.
LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES ART.45
ABROGADA
Artículo 45. A fin de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo anterior, las normas
establecerán las bases para asegurar a niñas, niños y adolescentes, lo siguiente:
C. Que la privación de la libertad sea aplicada siempre y cuando se haya comprobado que se
infringió gravemente la ley penal y como último recurso, durante el periodo más breve posible,
atendiendo al principio del interés superior de la infancia.
D. Que de aquellos adolescentes que infrinjan la ley penal, su tratamiento o internamiento sea
distinto al de los adultos y, consecuentemente se encuentren internados en lugares diferentes de
éstos. Para ello se crearán instituciones especializadas para su tratamiento e internamiento.
E. Que de conformidad con el inciso que antecede, se promoverán códigos o leyes en los que
se establecerán procedimientos y crearán instituciones y autoridades especializadas para el
tratamiento de quienes se alegue han infringido las leyes penales. Entre esas acciones se
establecerán Ministerios Públicos y Jueces Especializados.
G. Que entre las medidas de tratamiento que se apliquen a quienes infrinjan la ley penal, se
encuentren las siguientes: El cuidado, orientación, supervisión, asesoramiento, libertad vigilada,
colocación de hogares de guarda, programas de enseñanza y formación profesional, así como otras
posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para asegurar que sean tratados de
manera apropiada para su reintegración y adaptación social, en función de su bienestar, cuidando
que la medida aplicada guarde proporción entre las circunstancias de su comisión y la sanción
correspondiente.
H. Que todo aquel adolescente que presuntamente ha infringido las leyes penales, tenga
derecho a un pronto acceso a la asistencia jurídica y a cualquier otra asistencia adecuada, a fin de
salvaguardar sus derechos. Consecuentemente, se promoverá el establecimiento de Defensores de
Oficio Especializados.
I. Que en los casos que se presuma se han infringido las leyes penales, se respete el derecho
a la presencia de sus ascendientes, tutores, custodios o de quienes estén responsabilizados de su
cuidado.
J. Que a quienes se prive legalmente de su libertad, sean tratados respetando sus derechos
humanos y la dignidad inherente a toda persona.
K. Que quienes sean privados de su libertad tengan derecho a mantener contacto permanente
y constante con su familia, con la cual podrá convivir, salvo en los casos que lo impida el interés
superior de la infancia.
L. Que no procederá la privación de libertad en ningún caso cuando se trate de niñas o niños.
Cuando se trate de adolescentes que se encuentren en circunstancias extraordinarias, de abandono
o de calle, no podrán ser privados de su libertad por esa situación especialmente difícil.
ESTATAL
CPPN ART.269