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ARGUMENTACIÓN

Y RETÓRICA
• Los orígenes de la Retórica Aristóteles
dio bases al imperio retórico nacido
sobre el año 480 AC en Siracusa, que
habrían de mantenerse por veinticuatro
siglos.

• Aún hoy, cuando la retórica ha sido


desplazada como técnica, como
enseñanza y como ciencia, sigue
impregnando las prácticas del discurso,
especialmente la práctica del discurso
jurídico
• Cuando un levantamiento democrático
desplazó a los tiranos, hubo innumerable
procesos que requerían ser elocuente para
convencer a las masas de jurados.

• Esta elocuencia, partícipe de la democracia y


la demagogia, de lo judicativo y de lo político,
se constituyó rápidamente en objeto de
enseñanza. Fue Córax el primero en cobrar
por sus clases. De Siracusa pasa esta
enseñanza a Atica, luego de las guerras
médicas, y hace pie en Atenas a medianos
del siglo V AC.
• Fue la única práctica a través de la
cual nuestra sociedad reconoció la
soberanía del lenguaje; la
clasificación que le impuso es el
único rasgo común de conjuntos
históricos sucesivos, como si se
tratara de una ideología de la
forma, superior a la ideología de
contenidos y a las determinaciones
de la historia.
• Pero el fenómeno retórico, vigente
hasta comienzos del siglo XX y
que informa las raíces de nuestra
cultura, fue un fenómeno
prestigioso de inteligencia y de
penetración que clasificó y pensó
el lenguaje como un instrumento
de poder.
• La retórica de Córax es una retórica del
sintagma, del discurso y no del rasgo, de las
figuras. Córax expone las cinco grandes
partes de la oratio que durante siglos
formarán el “plan” del discurso oratorio:
 1) el exordio;
 2) la narración o acción, o relación de los
hechos;
 3) la argumentación o prueba, o
demostración;
 4) la digresión y
 5) el epílogo.
• Aristóteles define la retórica como:

“La facultad de descubrir


especulativamente lo que en cada
caso puede ser eficaz para
persuadir”.
La máquina retórica comprende
cinco operaciones:
 a) La Inventio: encontrar qué decir.
 b) La Dispositio: poner en orden lo que
se ha encontrado.
 c) La Elocutio: agregar el ornamento
de las palabras, de las figuras.
 d) La Actio: interpretar el discurso
como un actor; gestos y dicción.
 e) La Memoria: recurrir a la memoria.
• Argumento es un término que procede
del vocablo latino argumentum. Se
trata del razonamiento que se utiliza
para demostrar o probar una
proposición o para convencer a otra
persona de aquello que se afirma o se
niega.
• El argumento es la expresión, ya sea
oral o escrita, de un raciocinio. Permite
justificar algo como una acción
razonable con dos finalidades posibles:

 persuadir a otro sujeto (para promover una


determinada acción) o
 transmitir un contenido con sentido de
verdad (fomentando el entendimiento).
• Un argumento debe ser coherente
y consistente, sin exhibir
contradicciones. Sólo de este
modo logrará cumplir con sus
objetivos, de lo contrario será
rebatido o rechazado por el
receptor.
• Para la lógica, un argumento es un
conjunto de premisas al que sigue
una conclusión. Cuando esta
conclusión se sigue
necesariamente de las premisas,
se habla de un argumento
deductivamente válido.
• Otro uso de argumento está vinculado a la
materia o al asunto que se trata en una obra.
Cuando una persona narra el argumento de
una película o de un libro, lo que hace es
exponer las ideas y acciones principales:

• “Es una comedia muy bien actuada, pero


con un argumento previsible”,

• “El argumento de la nueva película del


cineasta causó una gran polémica en el
mundo árabe”.
• En este caso, hay que exponer que suele
confundirse el término argumento con los de
sinopsis y resumen.
• No obstante, la diferenciación que se puede
hacer es la siguiente:
 Argumento, con el que en pocas líneas se intenta
expresar de qué asunto trata la obra.
 Sinopsis, consiste en realizar un breve relato del
libro o la película dando cuenta del nombre de
algunos personajes o de detalles más
específicos.
 Resumen, sigue las líneas de la sinopsis pero es
más largo que ella.
COMPONENTES DEL DISCURSO
• El discurso oral tiene una serie de componentes que
lo hacen más o menos interesante, más o menos
claro. Pensemos en algún discurso que nos haya
emocionado, además del contenido, qué cosas nos
llegaron.

• Ahora pensemos en un discurso muy aburrido, que


nos haya provocado sueño y ganas de irnos.

• En cada uno hay características diferentes en cuanto


a velocidad, ritmo, volumen y proyección, intención y
énfasis. A continuación se describirán los
componentes del discurso.
• Velocidad y articulación
A la hora de expresarse oralmente
cada persona tiene una velocidad
para hablar que depende de la
personalidad, lugar de procedencia,
edad, entre otros.

También los individuos tienen una


determinada articulación correcta o
incorrecta.
• En algunos casos también debido
a la rápida velocidad y a la mala
articulación, no abren la boca lo
suficiente y hay una perdida de
claridad, un ejemplo es que no
pronuncian la última letra de la
palabra que puede ser una “s”, “r”
o una vocal.
Ritmos y silencios

• Pasa lo mismo con el discurso, si el orador habla


siempre con el mismo ritmo y no deja silencios o deja
muchos silencios, no marca transiciones cuando
pasa de un momento a otro, el discurso se vuelve
monótono y aburrido.

• El interés que el discurso suscite tiene que ver con el


contenido en sí, la elección del tema adecuado al
público, con la velocidad, la entonación y sobretodo
con los ritmos y silencios que el orador utilice.
• Volumen
Las personas tienen un determinado volumen de
acuerdo a características físicas, también de acuerdo a
la situación, según sea intimidante o no. Por ejemplo,
algunas personas en sus casas o con sus amigos
hablan mucho, muy desinhibidas y en un volumen
altísimo, ante situaciones que son incómodas bajan
notablemente el volumen de la voz, aspecto
fundamental para ser escuchado y entendidos por el
auditorio.
Muletillas

• Las muletillas son los sonidos o palabras que


surgen, en una presentación oral, cuando
estamos pensando; expresan duda. Entre las
más frecuentes encontramos eh, este,
digamos, o sea, así que, y, nada, no, no se,
bueno, entre otras.

• Estas palabras son muletillas cuando se


utilizan a repetición y su uso no tiene que ver
con el sentido de la oración; se utilizan sin
ningún significado.
• Estas reiteraciones provocan en el
receptor una interferencia no
deseada y el uso excesivo de las
mismas un rechazo al discurso, es
por ello que deben ser eliminadas
del vocabulario del orador.
• El primer paso para eliminarlas es
saber que uno las tiene, luego a lo
largo de la práctica deberá hacer
conciencia sobre cuando las usa y de
esta manera ir evitándolas. Cabe
destacar que cuando uno más seguro
esta de lo que va a decir menos
muletillas aparecen.

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