Vous êtes sur la page 1sur 23

BASES FISIOLOGICAS Y GENÉTICAS DE LOS CULTIVOS HORTÍCOLAS.

EJEMPLOS PRACTICOS DE LA PRODUCCION DE HORTALIZAS

Ing. Agr., M. Sc. Miguel Angel Sangiacomo


Ing. Agr., M.Sc. Julio E. Amaya Robles, Editor

I. BASES FISIOLÓGICAS DE LA PRODUCCIÓN HORTÍCOLA

El rendimiento final de un cultivo depende fundamentalmente de tres procesos:

Intercepción de la radiación solar a lo largo del ciclo de cultivo por parte de los órganos capaces de
efectuar la fotosíntesis.
Eficiencia con la que esta radiación interceptada es utilizada para producir biomasa
Fracción de esta biomasa total que se destina a los órganos aprovechables comercialmente.
Las bases fisiológicas para cada uno de estos procesos son las siguientes:

1. Radiación solar y radiación fotosintéticamente activa

La radiación visible, que es una parte del espectro de energía radiante, es la fuente de energía utilizada
por las plantas. La energía radiante es transferida por fotones, que son partículas discretas que se
desplazan a la velocidad de la luz y tienen propiedades de partículas y de ondas.
La energía de un fotón es directamente proporcional a la frecuencia e inversamente proporcional a la
longitud de onda.
Las reacciones luminosas de la fotosíntesis son el resultado de la absorción de fotones por las
moléculas de los pigmentos, especialmente de la clorofila. La energía de los fotones de longitudes de
onda superiores a los 760 nm no activa a las moléculas de los pigmentos, la energía de los fotones de
longitudes de onda inferiores a los 390 nmtienen demasiada energía, y causan la ionización y
degradación de los pigmentos.
La radiación fotosintéticamente activa representa un 45 - 50% de la radiación solar incidente, y es la
comprendida entre 390 y 760 nm.

Calidad de la radiación:

Radiación ultravioleta (UV) (230 y 380 mµ): Posee, en general, escasa acción térmica y fotosintética.
Este tipo de radiación es la gran responsable del deterioro de los plásticos utilizados en Horticultura,
para evitar lo cual, se comercializan láminas plásticas con una protección especial anti-ultravioleta,
consiguiéndose mayor duración.

Radiación visible (380 y 730 mµ): Juega un papel primordial en la fotosíntesis. La incidencia de una
débil luminosidad visible es responsable de determinadas anomalías como el ahilado de plantas
(frecuente en almácigos), la coloración irregular y menor firmeza en frutos (tomate, pimiento, etc.),
menor contenido de materia seca y azúcares. Una radiación visible muy
elevada puede inducir desequilibrios hídricos de la transpiración, conduciendo a fisiopatías como
desecamiento de cálices en berenjenas, podredumbre apical en frutos de tomate o pimiento. También
resulta de suma importancia las características de las cubiertas de invernaderos, donde se busca la
máxima transmisión de este espectro de radiación denominado fotosintéticamente activo (PAR). Se
han desarrollado plásticos “fotoselectivos” para variar la transmisión del espectro visible.

Radiación infrarroja (730 y 4000 mµ): Es una radiación térmica, responsable del aporte de calor a
las plantas. Su papel en el cultivo bajo invernadero es de importancia fundamental para conocer las
aportaciones caloríficas de la radiación solar.
1
Intensidad de la radiación:

No todas las plantas muestran la misma exigencia en iluminación para conseguir una mayor eficiencia
fotosintética. En función de esta exigencia, puede obtenerse la siguiente clasificación:

Plantas heliófilas: se saturan lumínicamente con valores muy elevados de radiación (33.000 a 60.000
lux): melón, pimiento, berenjena, batata, clavel, rosa.

Plantas con necesidades intermedias: la máxima eficiencia fotosintética se consigue con iluminación
de 10.000 a 20.000 lux: repollo, papa.

Plantas de sombra: se saturan lumínicamente con valores entre 11.000 y 16.000 lux: plantas
ornamentales de interior.

Fotoperiodicidad:

Plantas de día largo: para florecer requieren una duración del periodo de luz superior a 14 horas:
remolacha, espinaca.

Plantas de día corto: para florecer requieren una duración del periodo de luz inferior a la del periodo
oscuro: batata, alguno cultivares de papa, algunos cultivares de chaucha, crisantemo.

Planta indiferentes: berenjenas, tomates, pimientos, cucurbitáceas, clavel.

2. Índice de área foliar y tasa de crecimiento del cultivo

Para que la radiación se utilice en forma eficiente, tiene que ser interceptada por los órganos
fotosintéticos de la planta.
El parámetro básico que relaciona la radiación que intercepta un cultivo con la radiación total
incidente es el índice de área foliar (IAF)

IAF = Superficie de las hojas (m2) / Superficie de suelo (m2)

En la evolución de un cultivo, por ejemplo, tomate bajo dos regímenes hídricos (regado y sin regar),
se observa que durante los primeros 50 días después de la siembra el desarrollo foliar es lento en
ambos tratamientos, con valores IAF de alrededor de 0,5; lo que indica que una fracción de la
radiación no es interceptada por el cultivo. A partir de ese momento el desarrollo foliar es
exponencial, separándose los dos tratamientos de riego. El cultivo regado alcanza un IAF de 2,5 y el
deficitario algo menos de 1,5. A pesar de ser el IAF máximo, para el caso sin riego, superior a 1, no
se alcanzó la cobertura total del suelo, debido al sombreamiento entre hojas. Se considera necesario
un IAF entre 3 y 4 para que la intercepción de radiación sea del 95% con los espaciamientos habituales
en los cultivos hortícolas.
Un parámetro básico en el análisis de crecimiento de cultivos es la producción de biomasa por unidad
de superficie de suelo y la Tasa de Crecimiento del Cultivo (TCC). Esta se expresa en g.m-2.día-1. Se
ha encontrado una relación directa entre el IAF y la TCC. Superado un cierto valor de IAF los
aumentos de TCC son insignificantes. A ese IAF se lo denomina IAF crítico, y corresponde a una
intercepción de radiación por cultivo del 95%. Luego del IAF crítico, hay un punto en el cual la TCC
comienza a disminuír, dado que la respiración supera a la producción de fotosintatos. Ese punto se
llama IAF óptimo

2
3. Atenuación de la radiación en la cubierta vegetal

Dependiendo de la disposición de las hojas, una fracción de la radiación que incide en la parte superior
de la cubierta vegetal penetra a capas más cercanas al suelo. Cuando se alcanza la cobertura total del
suelo, para el mismo valor de radiación incidente hay una mejor penetración de la radiación a capas
más profundas de la cubierta vegetal en un cultivo con hojas verticales.

Eficiencia en la utilización de la radiación

1. Fotosíntesis.

Entre el 85 y el 90% de la materia seca de las plantas son compuestos carbonados derivados de la
fotosíntesis. Ésta tiene lugar en los cloroplastos de las células y puede considerarse como el resultado
de tres subprocesos parciales.
El primero es la difusión de CO2 desde la atmósfera hacia los cloroplastos, donde principalmente el
flujo será de acuerdo al gradiente de CO2 entre la atmósfera y la superficie de las paredes celulares.
En esta difusión tiene mucha importancia la resistencia de la hoja, donde interviene la resistencia de
la capa límite, la resistencia de los estomas y la del mesófilo de la hoja. En la resistencia de la capa
límite, el viento juega un rol muy importante
El segundo subproceso es el de las reacciones luminosas. Los principales pigmentos que absorben la
radiación comprendida entre 400 y 700 nm son la clorofila (a y b), carotenoides y xantófilas. En esta
reacción los pigmentos captan una fracción de la radiación incidente, y esta energía, junto con fosfato
inorgánico, se utiliza para oxidar moléculas de agua, dando lugar a O2 y compuestos altamente
energéticos como NADPH y ATP. Tanto el NADPH como el ATP son necesarios para convertir
posteriormente en CO2 en moléculas orgánicas. Las reacciones luminosas son independientes de la
temperatura y la concentración de CO2
El tercer subproceso es el de las reacciones oscuras. En esta ruta una molécula de CO2 se incorpora a
una de cinco átomos de carbono, la ribulosa 1,5 bifosfato (RuBP), dando lugar a dos moléculas de
ácido 3-fosfoglicérico (3-PGA). El ATP y el NADPH generados en la reacción luminosa son
utilizados para producir 3-fosfogliceraldehido y regenerar el aceptor de carbono, RuBP. Las especies
que presentan esta ruta de fijación del CO2 se conocen como C3, debido a que el primer compuesto
formado después de la fijación de CO2 es una molécula de 3 átomos de carbono, el 3-PGA.
Otras especies tienen una ruta diferente de fijación del CO2.. Ésta está compartimentalizada en los
cloroplastos de dos tipos de células diferentes, las del mesófilo y las de la vaina. En los cloroplastos
de las células del mesófilo, el CO2 se incorpora a una molécula de fosfoenolpiruvato (PEP) dando un
compuesto de cuatro átomos de carbono, el oxalacetato, el cual es transformado rápidamente en
malato. La enzima que cataliza esta reacción posee mayor afinidad con el CO2, lo que hace que la
eficiencia en la incorporación de CO2 sea mucho más alta. El malato es transportado a los cloroplastos
de las células de la vaina, decarboxilado, incorporándose el CO2 liberado al ciclo de Calvin (C3).
Estas especies se denominaron C4, debido a que el primer producto de la fijación del CO2 en las
células del mesófilo es una molécula de cuatro átomos de carbono.
Las diferencias más relevantes son las mayores tasas de fotosíntesis de las especies C4 a niveles altos
de intensidad de radiación y la mayor eficiencia fotosintética, al no presentar fotorespiración. Entre
las especies hortícolas no se encuentran muchos ejemplos de plantas C4, siendo fundamentalmente
tropicales.

2. Respiración

3
La respiración es el proceso por el cual las plantas utilizan varios compuestos carbonados par
convertir su energía en formas útiles tales como ATP y NADPH. La energía liberada en el proceso
de respiración es necesaria para el desarrollo de procesos vitales para las plantas, tales como la
translocación de azúcares, síntesis de proteínas, formación de paredes celulares, etc.
Básicamente hay dos componentes de la respiración, que son la respiración de mantenimiento, y la
de crecimiento.
Las tasas de respiración se incrementan rápidamente al incrementarse la temperatura.
Debido a que mediante la fotosíntesis se fija y con la respiración se libera CO2 , se utiliza el término
fotosíntesis neta (Fn) como proceso resultante de los dos anteriores y en el que están computadas las
pérdidas y ganancias de CO2.

3. Respuesta de la fotosíntesis a un incremento de radiación.


A nivel de hoja, las tasas de fotosíntesis por unidad de superficie foliar responden a un incremento de
la intensidad de radiación. Cuando la radiación es nula, la Fotosíntesis neta (Fn) de las hojas
individuales es negativa, debido a la respiración en la oscuridad. A medida que la radiación aumenta,
la fotosíntesis compensa las pérdidas por respiración y la Fn se hace cero. Al incrementar la radiación
la Fn se hace positiva. La mayoría de las especies hortícolas se saturan a niveles equivalentes al 40 -
50% de la radiación máxima de un día de verano. Por lo tanto, a nivel comunidad de plantas, sería
aconsejable que una gran parde la superficie foliar de un cultivo estuviese expuesta a niveles medios
de radiación, ya que a niveles inferiores la Fn se ve reducida, y con niveles superiores no se consigue
ningún incremento en la Fn.
Además del nivel de radiación, las tasas de fotosíntesis de hojas individuales se ven afectadas por
otros factores ambientales, tales como temperatura, CO2, agua y nutrientes minerales.
Un aspecto importante, a nivel de cultivo, es el desarrollo de superficie foliar. Otro aspecto es la
distribución de las hojas. En un día de mucha radiación, solamente las hojas expuestas estarán
saturadas, mientras que las de las capas más internas no lo estarán, y aumentarán la tasa de
fotosíntesis.

4. Conversión de la radiación interceptada en biomasa.


La producción de biomasa de un cultivo está estrechamente vinculada con la radiación total
interceptada durante su estación de crecimiento, ya que la intensidad de radiación determina las tasas
de fotosíntesis a lo largo de su ciclo y éstas la producción de materia seca.
Si los factores ambientales, tales como el agua, la temperatura o los nutrientes minerales no limitan
la producción, hay un aumento lineal de la producción final de biomasa al incrementarse la integral
de la radiación interceptada durante todo el ciclo del cultivo.
En un ensayo realizado en tomate, el rendimiento del cultivo se incrementó de forma lineal al
incrementarse la radiación máxima interceptada por la cubierta, lo cual sugiere la necesidad de una
cobertura total del suelo para maximizar los rendimientos finales.

Estrategias para maximizar la utilización de la radiación

El manejo de cultivos para maximizar los rendimientos finales implica un manejo adecuado del
proceso fotosintético, de tal forma que su eficiencia sea máxima. Las siembras tempranas, el uso de
cultivares adaptados a condiciones climáticas específicas y los cultivos múltiples en zonas donde la
estación de crecimiento es larga, son prácticas diseñadas para hacer un uso óptimo de la fotosíntesis.
Otras prácticas, tales como el manejo óptimo de fertilizantes y del agua de riego afectan al
rendimiento final alterando la tasa y la duración de la fotosíntesis.

1. Duración del área foliar

4
La Duración del Área Foliar (DAF) es la integral del IAF a lo largo del tiempo. Es un índice que
considera tanto la magnitud del IAF como el tiempo durante el cual el cultivo mantiene la superficie
fotosintéticamente activa. Este índice está dado en días, y representa el tiemp que el cultivo tendría
una superficie de 1 m2/ m2 de suelo.
En general, las diferencias en la producción final de biomasa se debe principalmente a la duración
del área verde más que a la capacidad fotosintética del tejido vegetal en si. Para muchos cultivos, la
DAF a partir del momento de floración es sumamente importante en el rendimiento final, dado que
es la principal fuente de asimilatos que los frutos o semillas necesitan para su óptimo desarrollo.

2. Densidad de población

Una de las vías para alcanzar un tercepción de radiación eficiente es manipulando la densidad de la
población del cultivo.
Hay dos tipos de respuesta del rendimiento a un incremento en la densidad de la población. Cuando
el rendimiento de un cultivo es la biomasa total, la respuesta es asintótica. Si la cubierta es demasiado
densa, aunque no se consigue un incremento en el rendimiento final con una densidad superior a la
óptima, tampoco se producen reducciones de biomasa por unidad de superficie de suelo. En este caso,
ha de alcanzarse la cobertura total lo más rápidamente posible.
Si el producto cosechable son frutos o semillas, la respuesta es variable entre especies, siendo la más
generalizada la del tipo parabólico. Hay una densidad óptima para el rendimiento máximo, por encima
de la cual el número de plantas es demasiado elevado, dando lugar a que los productos asimilados se
destinen principalmente al crecimiento vegetativo en detrimento del reproductivo, incrementándose,
asimismo, la respiración de mantenimiento.
Para determinar la densidad óptima de un cultivo hay que considerar los siguientes puntos:
Tamaño de la planta. Los diferentes cultivares dentro de una misma especie muestran tamaño de
planta diferente. Hay que ajustar la densidad óptima para el rendimiento máximo en cada caso.
Posibilidades de encamado o volteado. Una densidad de población muy alta produce plantas altas con
tallos débiles, lo que aumenta el riesgo de encamado. Esto puede disminuir drásticamente la
producción final del cultivo afectando tanto el rendimiento como la calidad del producto final
Reducción del cuajado de frutos. Las densidades demasiado altas dan lugar a aborto de flores y a una
reducción en el número de frutos potenciales.
Limitación de factores del medio ambiente, tales como radiación, agua disponible, o fertilidad del
suelo, que pueden reducir la densidad óptima para cada especie.

Distribución de los productos asimilados a los distintos órganos de la planta

Frecuentemente el producto cosechable de un cultivo no es la biomasa total producida, sino una


fracción de la misma, tales como flores, frutos, semillas, etc.

1. Relación fuente-destino
Los productos asimilados se transportan desde los lugares de producción, llamados 'fuentes', a puntos
donde son utilizados o guardados, llamados 'destinos', a través del sistema vascular de la planta.
En muchas ocasiones, los asimilados producidos en un punto se transportan al destino más próximo.
Por ejemplo, las hojas superiores de una planta exportan asimilados al ápice, las inferiores al sistema
radicular, y las intermedias a ambos. Además, en muchos cultivos, las hojas de un lado del tallo
transportan asimilados más eficientemente a destinos del mismo lado.
Al analizar la relación fuente-destino es necesario conocer si es la capacidad de la fuente la que limita
la traslocación, si es la del destino o si es el sistema de transporte. Sería lógico pensar que que la
fuente es el principal factor limitante de la traslocación de asimilados si las tasas de fotosíntesis no
son lo suficientemente altas para generar los asimilados necesarios para el desarrollo de diferentes
órganos de la planta. Un incremento de la fotosíntesis neta redundaría en una mayor tasa de

5
traslocación, y se lograría un incremento en la tasa de crecimiento del cultivo. Si el destino no tiene
capacidad de recibir los fotosintatos, se produce una reducción en las tasas de fotosíntesis, ajustándose
a la demanda real de asimilados.

2. Distribución de asimilados durante la fase vegetativa y reproductiva


Las hojas y otros tejidos fotosintéticos son las fuentes de asimilados. Una parte de estos permanecen
en las hojas para cubrir sus necesidades de mantenimiento. El resto es exportado a los destinos en la
planta.
Durante el crecimiento, las raíces, los tallos y las hojas representan los destinos de los fotosintatos y
compiten por los asimilados. La productividad de un cultivo dependerá de la proporción de
fotosintatos que vayan a cada órgano.
Después de la floración los patrones de distribución se modifican. Los órganos reproductivos se
convierten en los principales destinos de la planta. Consecuentemente cambian los patrones de
crecimiento. En las especies indeterminadas, el crecimiento vegetativo y el reproductivo se producen
simultáneamente. La distribución entre los diferentes órganos es muy importante, dado que si el
crecimiento vegetativo es excesivo durante el desarrollo reproductivo, el rendimiento final puede
verse seriamente afectado.

3. Removilización
Una vez translocados los asimilados a los lugares de utilización, éstos pueden ser almacenados como
productos de reserva. Esto tiene importancia en el mantenimiento del crecimiento y desarrollo del
cultivo, ante fluctuaciones en las tasas de fotosíntesis.
Los productos de reserva son fundamentalmente hidratos de carbono, aunque incluyen cierta cantidad
de lípidos y proteínas. Se almacenan en órganos de reserva, y se utilizan en floración y fructificación,
cuando la demanda es superior a la producción. El movimiento de estos asimilados almacenados hacia
una parte donde serán utilizados se llama 'removilización'
Durante la senescencia de las hojas se produce la removilización de los componentes móviles como
carbohidratos, compuestos nitrogenados, etc, desde las hojas senescentes hacia otros destinos de la
planta.
Las tasas de removilización adquieren importancia especial cuando las tasas de fotosíntesis se ven
limitadas por cualquier tipo de stress ambiental en períodos críticos para la producción del cultivo,
como puede ser la fructificación.

Fisiología de la germinación
La germinación es el período de transición entre los estadios de reposo y de crecimiento, y se
considera culminado cuando emerge la radícula.
Cuando la semilla se almacena en un ambiente con baja humedad se dice que está quitescente,
definido como la ausencia de crecimiento debido a condiciones ambientales.
Las condiciones ambientales para cambiar de estado son agua, oxígeno y temperatura adecuada.
La dormancia, en contraste, es una condición física o fisiológica de una semilla viva que previene la
germinación aún en presencia de las condiciones ambientales favorables.
La germinación comienza con el ingreso de agua a la semilla. Los tejidos se hinchan, y se aceleran
los procesos de respiración, donde el oxígeno juega un rol fundamental.
Al mismo tiempo se movilizan las enzimas, las que necesitan un cierto balance entre luz roja y luz
roja lejana. Esta es la razón por la cual la semilla debe ser enterrada a una profundidad de una vez y
media su parte más larga, es decir, lograr el balance entre luz roja y roja lejana.
Este proceso, agua, oxígeno, y luz, moviliza las enzimas que trabajarán sobre las sustancias de
reserva, siendo la más importante el almidón. Al mismo tiempo, el embrión comienza a generar
hormonas, siendo la de mayor importancia la gibberelina.

6
Durante este proceso no se puede interrumpir la fuente de agua, y se consumen cantidades importantes
de fósforo (durante la respiración, para la formación de ATP).
Una vez iniciado el proceso no se puede volver para atrás. La interrupción significa la muerte del
embrión, y la viabilidad de la semilla.

II. ASPECTOS GENÉTICOS


Los aspectos genéticos generales los veremos a través de la producción de semilla. Los ejemplos
serán discutidos en clase.

Obtención y conservación de semillas hortícolas

Ejemplificaremos los procedimientos para la obtención de semillas hortícolas describiendo las tareas
que se realizan para algunos cultivos. Estas técnicas pueden ser aplicadas por productores, huertas
familiares y semilleros chicos. Las especies que describiremos son la lechuga, la escarola y la
achicoria, de la Familia Asteraceae; y la zanahoria, de la Familia Apiaceae.

Lechuga (Lactuca sativa L.)

La lechuga florece en condiciones de día largo, aunque actualmente existen cultivares que son
indiferentes al fotoperíodo y también existen de caracteres intermedios. Por lo tanto, es importante
conocer la variedad que se va a multiplicar para brindarle las condiciones favorables para una buena
producción de semillas.
Las distancias de plantación se encuentran entre 40-70 cm entre hileras y 20-30 cm entre plantas.
Es importante realizar la eliminación de las plantas fuera de tipo (distinta forma de planta y hojas,
color, etc.) y plantas enfermas (con síntomas de virosis, pudriciones, etc.). El momento de realizar
esta operación de raleo o redada (roging) es al estado de 4-6 hojas, con planta madura y en floración.
En las dos primeras, la operación se realiza para eliminar las plantas antes de que florezcan y en la
última, se observan defectos en las inflorescencias y órganos florales.
En las cultivares que forman cabeza, la subida a flor o espigado, a menudo se ve retrasada por esta
barrera mecánica que forman las hojas, dando lugar al desarrollo de brotes laterales con menor
rendimiento de semillas y mayor predisposición al ataque de algunas enfermedades como Botrityssp..
Una práctica recomendable para evitar esta competencia es realizar un corte en forma de cruz sobre
las cabezas maduras (descabezado), para favorecer un buen espigado. Otra alternativa es quitar a
mano algunas hojas exteriores. En plantaciones comerciales se pueden utilizar reguladores del
crecimiento como el ac. giberélico, sobre todo en las cultivares del tipo mantecoso.
Las lechugas tienen una alta tasa de autofecundación (95 %); por lo que la distancia entre lotes
productores de semillas se reduce a 10-20 m. La siembra de cultivos densos y de mayor altura (por
ejemplo, sorgo) entre los distintos cultivares contribuye a disminuir las distancias necesarias para un
correcto aislamiento.
La cosecha se realiza cuando aproximadamente un 50 % de las inflorescencias se encuentran maduras
en el estado de "penacho", donde presentan un aspecto plumoso característico. No debe demorarse la
cosecha por cuanto la semilla se cae con facilidad, pudiéndose producir importantes pérdidas.
Se puede hacer el corte de la planta entera. Posteriormente se forman gavillas que se llevan bajo techo
para evitar las lluvias y finalmente se procede al trillado de las mismas. Como fuera dicho, las semillas
se desprenden con facilidad por lo que se pueden sacudir las plantas sobre una tela o plástico para
recogerlas con comodidad. En el caso de una producción mayor, ha dado resultados aceptables el
acordonado sobre una superficie dura y posterior pasada de tractor sobre las mismas en horas de
buena insolación. Otra modalidad es el corte con tijeras exclusivamente de los penachos o bien,
directamente ir sacudiendo las plantas en forma individual, doblándolas dentro de una bolsa, que el
cosechero lleva atada a la cintura.

7
La limpieza de las semillas se realiza mediante zarandas y pasaje por corrientes de aire (mesa de aire-
zaranda).
La humedad óptima de conservación es de 12 %, pudiéndose conservar con buen poder germinativo
hasta 5 años, almacenadas en ambientes fríos y secos.
El peso de mil semillas es de 0,6 - 1 g.

Escarola (Cichorium endivia L.)


Al igual que la lechuga son plantas autógamas.
Los requerimientos y el manejo del cultivo, son similares que para la lechuga. La densidad de
plantación debe ser menor ya que al ser más vigorosas que estas, se deben dejar mayores distancias
entre plantas (30-50 cm).
El peso de mil semillas es ligeramente superior (1,3 g).

Achicoria (Cichoriumintybus L.)


La principal diferencia radica en que esta especie es de fecundación cruzada por lo que las distancias
de aislamiento entre los distintos cultivares deben ser de un mínimo de 500 m .
El manejo general del cultivo es similar al de lechuga.
El peso de mil semillas es de 1,4 g.

Zanahoria (Daucus carota L.)


Las zanahorias pueden ser de ciclo anual, denominadas genéricamente criollas y bianuales, llamadas
europeas o tipo Chantenay. Las primeras florecen y producen semillas durante el primer año de
cultivo, mientras que las segundas producen las semillas en el segundo año.
Para la producción de semillas para la huerta familiar, conviene la siembra de cultivares anuales, o
bien, anticipar la siembra de las variedades bianuales en aproximadamente 60 días, con el objeto de
inducir la floración en el mismo año (método semilla-semilla). Este método se prefiere ya que es
difícil que el pequeño productor logre las condiciones requeridas para lograr una buena conservación
(0°C y 90 % de humedad) de las raíces, hasta el momento de la plantación. Es importante partir de
una buena semilla ya que, con esta técnica, no se pueden selecccionar las zanahorias, ya que no se
extraen las raíces del terreno en ningún momento y por lo tanto, no se ven.
La distancia entre hileras es de 40-70 cm y entre plantas el ideal es 5-7 cm.
La fecundación es cruzada, se realiza por la acción de los insectos. Por esta razón es importante
mantener una distancia de aislamiento de por lo menos 500 m entre distintos cultivares.
Para el caso de querer extraer pequeñas cantidades de semillas, evitando cruzamientos indeseables,
se colocan bolsas de papel o mallas mosquitero sobre las umbelas o sobre toda la planta, para evitar
la acción polinizadora de los insectos.
La cosecha de las inflorescencias, llamadas umbelas, se realiza en forma manual en una o dos pasadas,
ya que la maduración es desuniforme. En este momento, las umbelas adquieren un color pardo
característico y pueden verse las semillas de color castaño oscuro. Posteriormente las umbelas se
extienden sobre una superficie y al abrigo de la lluvia hasta que completan su secado en forma natural
en aproximadamente 10-15 días.
La trilla se efectúa mediante pisada con tractor o rodillo, con posterior ventilación y limpieza con
zarandas de mano.
Como las semillas poseen pequeñas espinas que dificultan la siembra es necesario eliminarlas. Esto
se logra mezclando las mismas con arena y frotándolas suavemente para no dañarlas. Una vez que se
observan las semillas sin espinillas, se elimina la arena mediante zarandas de malla fina. La viabilidad
de las semillas perdura por 2-3 años.

El peso de mil semillas es de 0,8-1,4 g.

8
III. ALGUNAS CONSIDERACIONES PRÁCTICAS DE LA PRODUCCIÓN HORTÍCOLA
Requerimientos térmicos

Hortalizas de invierno y de verano

Las hortalizas se pueden dividir rápidamente entre de invierno y de verano. Las de invierno son
aquellas cuyas partes vegetativas se comen (raíces, tallos, hojas y yemas o partes florales inmaduras).
Hay dos excepciones, que son hortalizas de verano. Una es la Espinaca de Nueva Zelandia, de la que
se usan hojas y tallo, y la otra es la batata, de la que se usa la raíz. Las hortalizas de las que se utilizan
los frutos maduros o inmaduros son las de verano, con la excepción del poroto chaucha y la arveja.

Las principales características de las hortalizas de invierno son:

Son resistentes o tolerantes a las heladas


Las semillas germinan a temperaturas de suelo bajas
Los sistemas radicales son superficiales
El tamaño de la planta es menor
Responden más al nitrógeno
Son más sensibles a la falta de agua, por lo tanto requieren riegos más frecuentes.
Algunas, en especial las bienales, presentan susceptibilidad a un desarrollo de tallos florales
prematuro, especialmente cuando se exponen a temperaturas bajas en forma prolongada
Se almacenan a temperaturas alrededor del 0ºC.
El producto cosechado no está sujeto a daño por frío con temperaturas entre 0 y 10ºC, como es el caso
de las hortalizas de verano.
Temperaturas aproximadas para el crecimiento y calidad

El calor recibido es uno de los componentes del clima que influye en forma más significativa sobre
el crecimiento y desarrollo de las plantas, y que primeramente se evalúa, a través de la temperatura
para la instalación de un cultivo en un medio determinado. También es el primer elemento que se
intenta regular en cultivo en invernadero.

Exigencias en temperatura de distintos cultivos hortícolas

Algunas de estas hortalizas pueden ser plantadas en la medida en que las temperaturas se aproximan
al rango apropiado. Las hortalizas de invierno que sean cultivadas en primavera deben tener suficiente
tiempo para que maduren antes que las temperaturas sean demasiado calurosas. Se pueden iniciar en
momentos cálidos si van a tener un período de temperaturas apropiadas en en otoño para que alcancen
la madurez comercial. Recordemos que estas son recomendaciones generales, y hoy se encuentran en
el mercado cultivares que tienen características diferenciales respecto de las temperaturas.

Temperatura mínima mensual promedio, 0ºC:

Espárrago

Temperatura óptima mensual promedio 12 a 25ºC


Máximo mensual promedio 30ºC
Mínima mensual promedio 7ºC

Achicoria, cebolla, ajo, echalote

9
Temperatura óptima mensual promedio 15 a 20ºC
Máxima mensual promedio 25ºC
Mínima mensual promedio 4ºC

Broccoli, remolacha, repollito de bruselas, repollo, radicheta, espinaca.

Temperatura óptima mensual promedio 15 - 18ºC


Máxima mensual promedio 20 - 25ºC
Mínima mensual promedio 12ºC

Alcaucil, cardo, zanahoria, coliflor, apio, endivia, lechuga, perejil, papa

Temperatura óptima mensual promedio 15 - 20ºC


Máxima mensual promedio 27ºC
Mínima mensual promedio 10ºC

Habas

Temperatura óptima mensual promedio 15 - 25ºC


Máxima mensual promedio 35ºC
Mínima mensual promedio 10ºC

Maíz dulce, espinaca de Nueva Zelandia

Temperatura óptima mensual promedio 18 - 25ºC


Máxima mensual promedio 32ºC
Mínima mensual promedio 10ºC

Zapallo

Mínima mensual promedio 15ºC

Pepino

Temperatura óptima mensual promedio 20 - 25ºC


Máxima mensual promedio 27ºC
Mínima mensual promedio 18ºC

Pimiento, Tomate

Temperatura óptima mensual promedio 20 - 30ºC


Máxima mensual promedio 35ºC
Mínima mensual promedio 18ºC

Berenjena, batata, sandía

Además de los valores de temperaturas óptimas, máximas y mínimas para un cultivo, hay una serie
de conceptos que es importante considerar para comprender el efecto de la temperatura sobre las
plantas:

10
Cero vegetativo o punto crítico (PC):temperatura debajo de la cual la planta deja de crecer y
desarrollarse

Cuadro 1: Valores de temperaturas críticas (ºC) para algunas especies hortícolas

Nombre común Nombre científico PC (°C)


Calabacita Cucurbita pepo 10
Maiz Zeamaíz 7
Arveja Pisumsativum 4
Melón Cucumis melo 10
Papa Solanumtuberosum 6
Pepino Cucumissativum 8
Tomate Licopersiconesculentum 10
Zanahoria Daucus carota 4

Temperaturas críticas o umbrales: aquellas mínimas o máximas por debajo o por encima de las
cuales, se pueden producir daños en las plantas cultivadas.

Integral térmica o grados-día: las plantas, para completar su ciclo vegetativo, deben acumular cierta
cantidad de temperaturas (integral térmica, unidades de calor o grados-día). Después de la
germinación y en forma gradual, la temperatura del aire se vuelve de gran importancia para las etapas
vegetativas y reproductivas. Las unidades de calor se pueden usar para la caracterización de
cultivares, la planificación racional de siembras o para predecir las épocas o el punto de cosecha
(madurez) en algunos cultivos y, de esta manera, conseguir una recolección escalonada que sea
adecuada a las posibilidades del procesamiento industrial. También puede utilizarse en los programas
de control de plagas para calcular la tasa de desarrollo de los insectos, por ejemplo, cuánto tiempo va
a transcurrir hasta que las larvas maduren.

Existen diversas fórmulas para el cálculo de la integral térmica pero la más generalizada consiste en
no computar la temperatura media inferior a la temperatura base de crecimiento [PC] (punto crítico o
cero vegetativo). Para la realización del cálculo se restan a las temperaturas medias diarias el valor
de [PC] y luego se suman los residuos obtenidos (Método residual, de las sumas térmicas efectivas o
grados-día efectivos).

Grados-día acumulados [GDA] =  (temperatura media diaria – temperatura base)

Existen ciertas consideraciones que deben conocerse al momento de realizar este tipo de cálculos

En verano las temperaturas pueden resultar demasiado elevadas y el crecimiento del cultivo no se
incrementa en relación a ese mayor valor de temperatura. Un ejemplo de ello es la ocurrencia de
temperaturas superiores a 30ºC durante el cultivo de tomate. En ese caso, cuando se realiza el cálculo
anterior, si la temperatura media diaria superó ese valor (ej: se registraron 35ºC), a los efectos del
cálculo se utiliza 30ºC, que es lo que efectivamente resultó útil para el cultivo.

Algunos cultivos requieren un longitud del día mínima o máxima para que ocurra la floración, además
o independientemente de la temperatura

La sequía u otros tipos de estreses pueden demorar la cosecha o el desarrollo de la semilla

11
En horticultura esta metodología puede aplicarse a cultivos como chauchas, tomates, arvejas, maíz
dulce. La información acerca de los grados-día requeridos por un cultivo para alcanzar la madurez es
frecuentemente provisto por las compañías que venden las semillas.

Termoperiodicidad: dentro de ciertos límites, el desarrollo de una planta es mayor si está sometida a
ciertas fluctuaciones térmicas entre el día y la noche, que si se mantiene a un régimen térmico
constante. En el cultivo en invernadero resulta de fundamental interés tener en cuenta este concepto
para conseguir un manejo adecuado de la temperatura.

Ejemplos:

Tomate: crecimiento Temperaturas diurnas: 18-20°C


Temperaturas nocturnas: 15°C

floración: Temperaturas diurnas: 22-25°C


Temperaturas nocturnas: 13-17°C

fructificación: Temperaturas diurnas: 25°C


Temperaturas nocturnas: 18°C

Pepino: Temperaturas medias diurnas: 23 a 26°C


Temperaturas medias nocturnas: 16 a 18°C

Vernalización: en la producción de hortalizas en climas templados (de inviernos suaves) este


fenómeno puede ser de gran importancia ya que, si se cultivan determinadas plantas sensibles al
efecto vernalizador, durante el invierno, existe el riesgo de que, en caso de ocurrir un régimen inusual
de bajas temperaturas, pueda producirse la “floración prematura” depreciando la calidad del producto
hortícola buscado. Esto puede ocurrir en zanahorias, apios, remolachas, repollos, cebolla, perejil. Por
otra parte, en el cultivo para la producción de semillas de una determinada planta, resulta de
fundamental importancia conocer este requerimiento.

En algunos casos, como en variedades de lechuga, espinacas, remolachas, cebollas, se han hallado
interrelaciones entre la vernalización, la termoperiodicidad y el fotoperiodismo, sobre la inducción a
flor.

Letargo, latencia, dormición: este fenómeno se observa en semillas u órganos de propagación


(tubérculos, bulbos) de algunas plantas, que habiendo sido recolectados en estado de madurez
fisiológica no son capaces de germinar inmediatamente, sino que debe transcurrir un ciertos tiempo
hasta que puede germinar o brotar en forma normal. Las razones de latencia pueden ser varias desde
aquellas de tipo estructural hasta las que implican la interacción de factores hormonales con diversos
elementos del clima como luz, temperatura, etc. A veces, un tratamiento con bajas temperaturas (24-
48 horas) puede ser suficiente para eliminar la latencia seminal.

Efectos desfavorables de las bajas temperaturas

Las bajas temperaturas pueden afectar negativamente a la fotosíntesis, la translocación de nutrientes,


alterar la permeabilidad de las membranas y disminuir la respiración. Si la intensidad o duración de

12
las bajas temperaturas es limitada, estos procesos pueden recuperar sus valores normales, de lo
contrario, pueden verse afectados en forma irreversible. Un síntoma característico del descenso
térmico en hortalizas es la aparición de ciertos colores como: rojizos en hojas de lechuga, amarillentos
en apios, grises en hojas de repollo y coliflor, marrones en alcauciles.

Heladas:

Manifestaciones externas del daño producido por heladas en cultivos hortícolas:

Marchitamiento de plantas:puede afectar a algunos órganos o a todo el vegetal. En apio las heladas
blancas, poco intensas producen ennegrecimiento del extremo de las hojas externas, desprendimiento
de la epidermis de las pencas y su ahuecado.

Detención del crecimiento:las heladas paralizan el crecimiento vegetativo de los vegetales,


pudiéndose recuperar o no, en función de la especie y de la intensidad de la helada. Si la planta se
recupera, puede ocurrir una alteración de la producción: en papas, esta alteración se manifiesta como
un retraso y disminución del rendimiento.

Retraso de la producción:tiene particular importancia en el caso de cultivos hortícolas de primicia.

Efectos desfavorables de las altas temperaturas

Falta de turgencia en los tejidos vegetales


Marchitamiento
Ocurrencia de fisiopatías: en lechuga, temperaturas superiores a 30°C pueden provocar la
manifestación de “tipburn”, en forma de quemaduras o necrosis en los extremos de las hojas,
consecuencia de una mala translocación de calcio.
Caída de flores: chauchas, tomates.
Quemado de frutos: tomate, pimiento, melones. Combinación de la ocurrencia de temperaturas
elevadas con la incidencia de radiación solar elevada.

Requerimientos hídricos

Los vegetales están compuesto por entre un 80 y un 95% de agua. Por lo tanto, su rendimiento y
calidad se ven rápidamente afectados ante situaciones de déficit hídrico.
Existen distintos momentos a lo largo del ciclo del cultivo en los que la provisión de agua resulta de
mayor importancia. Entre estos pueden citarse:

Germinación de las semillas


Transplante
Etapa de desarrollo del producto cosechable, que depende de cada cultivo (Cuadro 2).
Requerimientos hídricos para la germinación de la semilla

Las hortalizas se pueden dividir en cinco grupos, dependiendo de la forma en que germinan las
semillas en la medida en que el suelo se seca tendiendo a la marchitez permanente. Las semillas que
están en los grupos 4 y 5 deber ser regadas muy frecuentemente. Todas las semillas van a germinar
más rápido en la medida que la humedad del suelo se acerca más hacia la capacidad de campo
(entendiendo que es la capacidad que tiene un suelo de retener agua frente a la fuerza de la gravedad)

13
Toda semilla que absorbe pobremente agua debería ser sembrada más profundamente en el caso que
no puedan ser regadas ante la falta de lluvias.

Semillas de hortalizas que pueden germinar cerca del punto de marchitez permanente, al igual que a
niveles de humedades superiores.

Repollo
Maíz dulce
Pimiento
Radicheta
Zapallo
Sandía

Semillas de hortalizas que requieren una humedad de por lo menos un 20% sobre el punto de
marchitez permanente

Zanahoria
Pepino
Cebolla
Espinaca
Tomate

Semillas de hortalizas que necesitan un contenido de humedad en el suelo por lo menos un 33% sobre
el punto de marchitez permanente

Porotos
Espinaca de Nueva Zelandia

Semillas de hortalizas que requieren una humedad de suelo alrededor del 50% encima del punto de
marchitez permanente

Lechuga

Semillas hortícolas que requieren humedades de suelo cercanas a la capacidad de campo

Apio

Requerimientos hídricos para el crecimiento y desarrollo de los cultivos

Tipo de sistema radicular de las hortalizas

Superficial: Broccoli, repollitos de Bruselas, repollo, coliflor, apio, maíz dulce, endivia, ajo, lechuga,
cebolla, papa, espinaca

Medio: Remolacha, zanahoria, pepino, berenjena, pimiento, zapallo

Profundo: Alcachofa, espárrago, batata, tomate, sandía.

Cuadro 2: Requerimientos hídricos de los cultivos, periodos críticos, tolerancia a sequía y defectos
causados por déficit de irrigación.

14
Cultivo % CC Momento crítico Tolerancia a Defectos causados por déficit
sequía hídrico
Apio 70 Todo el ciclo Baja Poco desarrollo peciolar
Batata 20 Ultimos 40 días Alta Batatas pequeñas y deformadas
Berenjena 50 Floración y fructificación Moderada Podredumbre apical
Frutos deformados
Brocoli 70 Desarrollo de la cabeza Baja Aroma fuerte
Cebolla 70 Bulbificación Poca Menor tamaño de bulbos
Chauchas 40 Floración y llenado Moderada Bajo llenado de vaina
Coliflor 60 Desarrollo de la cabeza Baja Arrozado, abotonado
Espárrago 40 Establecimiento de la Alta Arrugado
araña y transplante
Habas 50/60 Floración Moderada a Poco llenado de vainas
baja Menor tamaño de semilla
Lechuga 60 Expansión de la cabeza Moderada Menor tamaño de hojas
Maíz dulce 50 Espigazón Moderada a Poco llenado de grano
alta
Melón 40 Expansión del fruto Moderada a Podredumbre apical
alta
Papa 70 Después de floración Moderada Crecimiento secundario
(coincide con Tubérculos deformados
tuberización)
Pimiento 50 Transplante, floración, Moderada Podredumbre apical
fructificación Frutos arrugados
Puerro 70 Todo el ciclo Baja a Menor desarrollo
moderada
Remolacha 20 Expansión de la raíz Moderada Rajado de raíces
Repollo 60 Desarrollo de la cabeza Moderada a Cabezas rajadas
alta
Tomate 50 Expansión del fruto Moderada Podredumbre apical
Frutos rajados
Zanahoria 50 Germinación y expansión Moderada a Deformación de las raíces
de la raíz alta Rajado
Zapallos 50 Floración y fructificación Baja Frutos aguzados y quebrados
CC: Capacidad de campo

Aportes hídricos naturales

Precipitación:

15
Vapor de agua atmosférico: se mide normalmente a través de la humedad relativa (HR)

Descensos bruscos de la HR puede contribuir a la ocurrencia de “tipburn” en hortalizas de hoja, caída


de flores y/o fallas de la polinización en muchas hortalizas.

En cultivos bajo invernaderos; el exceso de HR puede acarrear un mayor grado de ataque de


patógenos como Botrytis en tomates, frutillas, etc. Por otro lado, la condensación de vapor de agua
sobre las películas plásticas puede incrementar el efecto invernadero, obstaculizando la salida de la
radiación infrarroja emitida por el suelo durante la noche. Esta condensación puede ser negativa si se
manifiesta en forma de goteo, pudiendo ocasionar daños en las plantas.

Rocío: su presencia debe ser tenida en cuenta en el momento de aplicar productos fitosanitarios y en
el momento de la cosecha. Es conveniente que no esté presente al realizar aplicaciones líquidas en
pulverización y que la cosecha se retrase hasta que las plantas se encuentren suficientemente secas
para que no surjan problemas en su conservación.

Granizo: puede ser un accidente meteorológico frecuente en algunas regiones y es el que produce los
peores efectos sobre el cultivo de hortalizas debido a los destrozos que ocasiona sobre plantas,
estructuras de protección, invernaderos, etc.

Lluvia: es el aporte hídrico natural más importante en todos los cultivos. Además de la precipitación
total, debe considerarse el reparto anual o frecuencia de las lluvias y su intensidad. Los requerimientos
hídricos de las distintas especies y sus sistemas radicales determinan las necesidades de agua y su
distribución durante el ciclo de los cultivos.

Otros elementos del clima que afectan a los cultivos hortícolas:

Viento:
Efectos positivos del viento en Horticultura:

En el interior de los invernaderos, el viento suave es favorable para disminuir la elevada HR del
ambiente o favorecer el recambio de CO2 .

En el cultivo al aire libre, tras un periodo de alta humedad, la brisa puede ser útil para producir cierto
desecamiento y crear condiciones menos favorables para el ataque de ciertas enfermedades.

Efectos negativos del viento en Horticultura:

Provoca alteraciones morfológicas en algunos órganos vegetales por abrasión de arenas, sales,
Induce el volcado de ciertas plantas entutoradas como chauchas o tomates
Produce daños sobre túneles, invernaderos, espalderas o plantas
Vientos cálidos pueden producir el “quemado” en maíz dulce o ciertas leguminosas
En la producción de semillas, el viento puede arrastrar consigo polen de parcelas pertenecientes a
variedades distintas de una misma especie.

Requerimientos edáficos
La naturaleza anual o de ciclo corto de la gran mayoría de las hortalizas, las características de su
sistema radicular y la necesidad de lograr un crecimiento rápido; hacen necesario contar con un suelo

16
de excelente calidad, tanto en las relaciones suelo-aire y suelo-agua como en cuanto a amplias
posibilidades de proveer a las plantas con los nutrientes esenciales para una máxima producción.

Condiciones físicas del suelo


Inciden esencialmente en las relaciones suelo-aire y suelo-planta así como en la respuesta de las
plantas a los fertilizantes. La condición física de un suelo incluye, entre otras, la fácil y rápida
infiltración del agua de lluvia, moderada a alta capacidad de retención de agua, adecuada aireación y
favorables temperaturas del suelo. Es una condición dinámica y tiende a deteriorarse con los sistemas
de cultivo y las operaciones comunes de labranza.

TEXTURA
La mayor parte de las hortalizas se desarrollan bien en suelos permeables, en los que predominan las
partículas arenosas y/o limosas, como los suelos francos, franco - arenosos, etc., sobre todo las
hortalizas que se aprovecharán a través de sus raíces o sus órganos subterráneos. Los terrenos
demasiado arcillosos, además de que pueden favorecer problemas patológicos como consecuencia de
un excesivo encharcamiento de las aguas de riego, al resultar más compactos, pueden inducir
anomalías en determinadas plantas.
Los terrenos con exceso de elementos gruesos, como gravas o piedras, han demostrado tener efectos
negativos en el cultivo de zanahorias, rábanos, nabos, etc. induciendo raíces deformadas por
bifurcaciones, en el caso de espárragos blancos, turiones torcidos, etc.

ESTRUCTURA
La totalidad de los cultivos hortícolas responden favorablemente a una estructura grumosa y estable,
con buena capacidad de retención de agua y oxigenación a través de su porosidad.
En horticultura existen dos sistemas básicamente utilizados para mejorar la estructura: el laboreo y
la aportación de abonos orgánicos (Ver: Función de la materia orgánica en el suelo).

Condiciones químicas del suelo

pH DEL SUELO

En téminos generales la mayor parte de las hortalizas se desarrollan mejor con valores de pH
ligeramente ácidos (Cuadro 3). Existen hortalizas, como la papa, que vegetan mejor en suelos más
bien ácidos (pH 5-6) mientras que otras como coliflores o espárragos se adaptan a valores más
elevados (pH 6-7,5). La mayor o menor disponibilidad de nutrientes existentes en el suelo, por parte
de la planta, también está determinada por el valor de pH del suelo. Por ejemplo, la absorción del
hierro se produce mejor con valores de pH entre 4 y 6,5 mientras que en el caso del molibdeno, la
mayor disponibilidad se produce entre pH de 7 a 8,5.
Determinadas enfermedades, como la "sarna de la papa" son más frecuentes en suelos alcalinos,
mientras que otras como la "hernia de las coles" resulta más frecuente en suelos ácidos.

Cuadro 3: Intervalos de pH deseables para diversas plantas hortícolas

Planta Intervalo de pH Tolerancia a la acidez


Apio 6,0 - 7,5 Poca
Berenjena 5,5 - 6,5 Moderada
Batata 5,2 - 6,0 Alta
Brócoli 6,0 - 7,2 Poca
Calabaza 5,5 - 7,5 Moderada
17
Cebolla 6,0 - 7,4 Poca
Coliflor 6,0 - 7,2 Poca
Chauchas 5,6 - 7,0 Moderada
Escarola 6,0 - 7,5 Alta
Espárrago 6,0 - 8,0 Poca
Espinaca 6,0 - 7,5 Poca
Frutilla 5,0 - 6,5 Alta
Lechuga 6,0 - 7,5 Poca
Maíz dulce 6,0 - 7,0 Moderada
Melón 6,0 - 8,0 Moderada
Papa 5,0 - 6,0 Alta
Pepino 5,5 - 7,5 Moderada
Pimiento 5,5 - 7,0 Moderada
Poroto 6,0 - 7,5 Moderada
Repollo 5,7 - 8,0 Poca
Sandía 5,5 - 6,5 Alta
Tomate 5,5 - 7,5 Moderada
Zanahoria 5,5 - 7,5 Moderada

SALINIDAD DE LOS SUELOS

Este es un factor restrictivo para el cultivo de muchas especies hortícolas. Existen plantas, como la
remolacha o el zapallito (cv. Zuchini) que pueden resistir valores elevados de salinidad (4 y 4,7 dS/m)
mientras que otras especies como las chauchas o las frutillas resultan muy sensibles (1 dS/m)
manifestando en una primera fase síntomas como necrosis marginal de hojas.
Con valores de salinidad relativamente elevados, en cultivos de plantas medianamente resistentes, se
ha observado una mayor incidencia de patógenos, probablemente porque las plantas vegetan en forma
deficiente. Son algunos ejemplos de esta situación: Phythophtoracapsici en pimiento y patógenos del
suelo como Fusarium y Rhizoctonia en melón.

Tolerancia de las hortalizas a la salinidad:

Alta tolerencia (12 milimhos): Remolacha, espárrago, espinaca

Tolerancia media (10 milimhos): Tomate, bróccoli, repollo, pimiento, coliflor, lechuga, maíz dulce,
papa, zanahoria, cebolla, pepino, zapallo

Tolerancia baja (4 milimhos): Apio

Función de la Materia Orgánica en el suelo

La descomposición rápida de la Materia Orgánica contribuye muchísimo a la condición física del


suelo. La mayor velocidad de descomposición se logra con humedad adecuada, nitrógeno y
temperatura.

La Materia Orgánica sirve como fuente de energía para los micro-organismos del suelo. Además,
retiene nutrientes y evita que se lixivien. Las bacterias que se desarrollan sobre la materia orgánica
producen carbohidratos complejos que cementan las partículas de suelo en agregados.

18
Los ácidos producidos en la descomposición de la materia orgánica hacen que los nutrientes minerales
que están en el suelo queden disponibles para las plantas. Se facilita la penetración y percolación del
agua en el suelo, y evita la erosión. Al mejorar la estructura del suelo facilita la penetración de las
raíces.

El origen de la materia orgánica permite que se desarrollen diferentes tipos de flora microbiana. En
general, los microorganismos que usan la materia orgánica producen algún tipo de antibiótico y
reguladores de crecimiento que influye en el balance de patógenos en el suelo, y favorece el
crecimiento vegetal.

La capacidad de retención de agua de los suelos arenosos y franco-arenosos se incrementa con el


agregado de materia orgánica.

Cuadro 4: Composición analítica media de algunos abonos orgánicos Fuente: Maroto, 1992

%N % P2O5 % K2O % M.O. Reacción

Gallinaza 1,1 - 4,0 0,5 - 3,2 0,5 - 1,9 50 - 74 básica


Estiércol de vacuno 0,5 - 0,7 0,2 - 0,3 0,5 - 0,65 30 ácida
Estiércol de oveja 1,0 - 2,0 0,75 - 1 1 - 2,5 60 ácida
Estiércol de caballo 0,65 - 1,0 0,25 - 0,75 0,6 - 0,85 30 ácida
Estiércol de conejo 2,0 1,33 1,20 50 ácida
Sangre desecada 13 1,5 ------- 80 ácida
"Compost" de lombriz 2-3 2-3 2-3 50 ácida

Requerimientos en nutrientes

La horticultura es una actividad agrícola intensiva con relación a otros cultivos, pudiendo efectuarse
en un mismo terreno de 2 a 4 cosechas anuales. Resulta normal que se aporten dos tipos de abonos:
los estiércoles o abonos orgánicos y los fertilizantes minerales. Las hortalizas, como la mayoría de
las plantas cultivadas, tienen respuesta a tres de los macronutrientes: nitrógeno, fósforo y potasio.
Además, requieren por lo menos de los otros 10 elementos provenientes de los sólidos del suelo en
los que está incluida la materia orgánica. Es necesario conocer la proporción de estos elementos
nutritivos en el suelo, con el fin de ajustar lo mejor posible un programa de fertilización, adquiriendo
gran importancia contar con un análisis de los principales componentes del suelo en el manejo de un
cultivo.

Cuadro 5: Extracciones aproximadas para algunos cultivos hortícolas (Kg/ha)


N P2O5 K2O

Apio 200 150 500


Coliflor 200 80 250
Cebolla 90 40 120
Lechuga 80 40 200
Melón 90 40 200
Papa 175 60 300
Pepino 150 80 300
19
Pimiento 200 60 300
Tomate 250 90 400
Zanahoria 150 90 400

Cuadro 6: Relación de demanda de los macronutrientes en diferentes cultivos (Relación con el


nitrógeno)

N P S K Ca Mg
Pepino 1 0,2 0,17 1,41 0,75 0,15
Tomate 1 0,33 0,6 1,95 1,00 0,2
Pimiento 1 0,22 0,23 1,34 0,86 0,16
Berenjena 1 0,26 0,23 1,34 0,69 0,20
Lechuga 1 0,23 0,12 1,57 0,70 0,09
Frutilla 1 0,26 0,24 1,39 0,75 0,19
Melón 1 0,20 0,19 1,24 0,95 0,13
Espinaca 1 0,09 ------ 1,02 0,27 0,11

A su vez, los cultivos presentan una demanda diferencial, al cambiar el estado fenológico

Cuadro 7: Demanda diferencial de N, P y K al cambiar el estado fenológico de distintos cultivos

N P K

Tomate: Hasta floración 1 0, 8 0, 77


Floración 1 0, 2 1, 24
Pimiento: Primeros 15 días 1 0,8 0,83
Hasta floración 1 0,2 0,83
Floración 1 0,2 1,24

Pepino: 0 - 60 días 1 0,4 0,83


Más de 60 días 1 0,4 1,66

Melón: Hasta Floración 1 0,8 0,83


Floración 1 0,4 1,66

Frutilla: 0 - 60 días 1 0,4 0,83


Más de 60 días 1 0,2 1,24

Guía rápida de síntomas de deficiencias de nutrientes

Elemento Hojas Planta Frutos, Raíces, o


Tallos
Nitrógeno Se vuelven verde pálido, luego Crecimiento lento o Tamaño reducido
amarillas, especialmente en las se detiene
basales

20
Fósforo Bordes rojizo púrpura, así Crecimiento lento, Madurez retardada
como nervaduras, y tallos. En tallos fibrosos
papa se doblan los márgenes, y débiles
se acorchan
Potasio Enrulado de los márgenes, Crecimiento lento Madurez desuniforme.
luego se broncean y se secan. El tomate no tiene
Se forman manchas marrones. solidez.
Las partes bajas de la planta
muestran más los síntomas
La remolacha muestra
marchas marrones o
negras que pueden ser
corchosas,
generalmente en la
superficie o cerca de
A veces amarillamientos o Algo de reducción
los anillos de
amarronado de los márgenes. en tamaño. Muerte
Boro crecimiento. En otras
Enrulado de las hojas jóvenes. de los puntos de
especies áreas
Moteado en algunos casos crecimiento
marrones, grandes
manchas húmedas. En
broccoli y coliflor
amarronamientos, con
manchas húmedas.
Zonas necróticas.
Calcio Amarillamientos y manchas Tallos débiles. Podredumbre de las
necróticas en la zona superior Crecimiento lento. flores (tomate).
de la planta. Las puntas de las Corazón negro en apio.
hojas jóvenes se curvan hacia
adentro. Los márgenes a veces
se hacen irregulares
Cobre Amarillamientos. Las hojas Crecimiento lento. En cebolla los bulbos
pueden ser elongadas, Hojas y tallos flojos son blandos, con
especialmente en lechuga catáfilas amarillentas.
Hierro Amarillamiento de las hojas
jóvenes, sin desarrollo de
zonas muertas
Magnesio Amarillamientos moteados Reducción en el Madurez retardada
sobre toda la hoja, tamaño.
especialmente en las más Quebradizas
viejas. Manchas marrones en
los márgenes y puntas. En las
Brassicas se desarrollan
colores brillantes
Manganeso Tamaño más pequeño que el Crecimiento en Poca formación de
normal. Amarillamiento de las forma de huso. frutos
puntas o entre nervaduras, que Tamaño chico
puede abarcar toda la hoja,
pero con nervaduras verdes.
21
Manchas marrones pequeñas,
que se pueden hacer más
grandes. En remolacha el
follaje se vuelve rojo oscuro.
En cebollas y maíz dulce se
forman rayas amarillas
Molibdeno Hojas pálidas, deformadas, Poco crecimiento En coliflor, cabezas
chicas. A veces flojas, pequeñas,
amarillamientosinternervaduras abiertas.
en hojas viejas
Azufre Amarillamiento de hojas Los tallos se vuelven
inferiores duros y delgados
Zinc Manchas pequeñas rojo- En maíz dulce, se Llenado pobre de
amarronadas. Tambien rayas demora la aparición grano (maíz dulce)
amarillas y verdes en la base. de las barbas debido a falta de
Amarillamiento entre polinización
nervaduras

Aspectos de manejo de los cultivos

Transplante
La razón primaria para transplantar hortalizas es económica, en el uso del espacio. La consolidación
de un gran número de plantas en una superficie pequeña hasta un cierto tamaño reduce los costos de
producción por planta.

El transplante afecta el crecimiento. El grado de severidad depende de:

La cantidad de veces que se mueve una planta y se rompen las raíces y los pelos absorbentes.
El tamaño de la planta. A mayor tamaño, más se afecta el crecimiento.
El tiempo durante el cual la planta trabaja con una provisión de agua reducida, debido al daño
radicular.
Las condiciones del ambiente que afectan la transpiración, hasta que sean reemplazadas las raíces.
La proporción de raíces que quedan en el proceso de transplante
La habilidad que tiene el sistema radical que quedó para obtener agua
La tasa a la que se forman las raíces
El ritmo de crecimiento. En el proceso de transplante, las plantas de crecimiento lento sufren menos
que las de crecimiento rápido.

Las plantas se pueden clasificar de acuerdo a la respuesta al transplante.


Sobreviven fácilmente el transplante: Remolacha, broccoli, repollitos de bruselas, coliflor, repollo,
lechuga, tomate
Requieren cuidado: Zanahoria, apio, berenjena, cebolla, pimiento
Difíciles de transplantar mediante los métodos convencionales: Porotos, maíz dulce, pepino, sandía.

Distanciamiento de las hortalizas en el campo.


La distancia de plantación entre filas depende de los métodos de control de malezas, maquinaria, y la
forma de cosecha. Las herramientas manuales permiten un menor espaciamiento que cuando se usa

22
maquinaria. En general se utiliza una distancia semejante para varios cultivos en una misma quinta
para no facilitar la operación de la maquinaria que se posee o utiliza.

Se utilizan distancias mayores si hay problemas de provisión de agua. Esto permite que cada planta
pueda desarrollar más raíces que exploran mayor cantidad de suelo para conseguir agua y nutrientes.
Si tuviéramos cerca de la superficie una capa dura que impide la penetración en profundidad, debemos
ampliar el marco de plantación.

Si la provisión de agua y nutrientes es buena, las distancias convencionales se pueden achicar.

Además, se puede controlar el tamaño de cabezas, de raíz, de bulbos, etc, manejando el espacio. Esto
es muy claro en lechuga, repollo, coliflor, broccoli, zanahoria, cebolla, papa, remolacha. En el
broccoli, la cantidad y el tamaño de los laterales se incrementa con tamaños mayores.

Las especies o cultivares pequeños se deben ubicar a menor distancia que los que son grandes. Los
rendimientos aumentan en proporción a la población de plantas hasta que la competencia entre plantas
se hace muy grande.

BIBILIOGRAFIA

 Casseres E. 1981. Producción de Hortalizas.


 Castillo, F. y CastellviSentis, F. 1996. Agrometeorología. Ediciones Mundi-Prensa.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. España.
 Maroto, J.V. 1990. Elementos de Horticultura General. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid.
España.
 Maroto, J.V. 1992. Horticultura Herbácea Especial. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid.
España.
 Montero, J.I. 1999. Climatización de invernaderos durante periodos fríos y cálidos. 8ª
Jornadas Sobre Cultivos Protegidos. Facultad de Cs. Agrarias y Forestales. UNLP. La Plata.
 Peet, M. Sustainable Practices for Vegetable Production in the South. Calculating Degree
Days. www.cals.ncsu.edu/sustainable/peet/appendices/append2.html
 Sanders, D.C. 1997.Vegetable Crop Irrigation.North Carolina Cooperative Extension Service.
www.ces.ncsu.edu/depts/hort/hil/hil-33-e.html
 Serrano Cermeño, Z. Cultivo de Hortalizas en Invernaderos. Editorial Aedos. Barcelona.
España.
 Torres Ruiz, E. 1995. Agrometeorología. Editorial Trillas. México
 Vigliola, M.I. 1998. Manual de Horticultura. Editorial Hemisferio Sur. Buenos Aires.
Argentina.

23

Vous aimerez peut-être aussi