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UNIDAD EDUCATIVA JORGE

ALVAREZ
MONOGRAFIA
TEMA: Libro “La Política” de Aristóteles
LICENCIADA: SANDRA DIAZ
CURSO: PRIMERO CIENCIAS “B”
ALUMNA: YAJAIRA YANCHATIPAN

I
INDICE
PORTADA…………………….I
INDICE…………………………II
DEDICATORIA……………..III
OBJETIVO……………………IV
Justificación……………V
INTRODUCCION…………..VI
MARCO Teórico…….VII-XIII
Metodología…………….XIV
CONCLUSIONES…………..XV
ANEXOS…………………XVI-XVII
Bibliografía………………XVIII

II
DEDICATORIA:
ESTE TRABAJO VA DEDICADO PARA
LOS ESTUDIANTES DEL PRIMERO
BGU “B” PARA QUE APRENDAR
MEJOR SOBRE EL FILOSOFO MAS
MENCIONADO EN DISTINTAS
MATERIAS.
III
OBJETIVO:
EL OBJETIVO DE ESTE TRABAJO ES
HACER ENTENDER DE MEJOR
MANERA SOBRE VARIAS TEORIAS DE
ARISTOTELES Y EL PORQUE DE SUS
FRASES TAN CELEBRES
IV
Introducción
En su libro “La Política”, Aristóteles
decide postular en sus primeros cuatro
libros sus ideas de una ciudad ideal y las
posibilidades en cuanto a ello. Aborda el
tema de los gobiernos y sus desviaciones y
dificultades, tales como la oligarquía y la
democracia. Además, escribe sus críticas a
Platón, su maestro, quien años antes había
escrito “La República”. Allí este filósofo
expone la importancia del bien común,
sistema que Aristóteles se ocupa de refutar
a cada momento. A medida que el autor de
“La Política” justifica sus ideas, va llenando
su libro de coherencia y razón. Pero por
medio de esos párrafos, va denotando una
ideología muy particular que siendo
reflexionada podría ser fácilmente
rechazada al momento de elegir un sistema
para la ciudad ideal. Así es como muchos
siglos después aún nos encontramos
buscando ese bien, o alguna manera
posible de comenzar a realizarlo

V
MARCO TEÓRICO
Críticas a Platón
Aristóteles critica la búsqueda innecesaria
del comunismo que plantea Platón(es decir,
que los individuos posean entre si todo en
común) en una ciudad bien organizada. Es
que en su libro “La Política”, Aristóteles
deja en claro que no por perseguir la unidad
de una ciudad, habrá que llegar a ella. A
partir de allí, no se encontrará más que
seguir unificando todo. Y de esa manera, la
ciudad se reducirá a la casa y de ahí al
individuo humano, convirtiendo el espíritu
de unidad del principio en puro
individualismo que destruiría a la ciudad. De
esa manera, creo que Aristóteles busca
proponerse que la unidad alcanzara un fin
en sí misma, un sentimiento, y no en un
hecho, puesto que si no, nos
sintetizaríamos a nosotros mismos
eliminando la pluralidad que se encuentra
en las ciudades. Por eso, la unidad total
debería ser una utopía necesariamente, un
camino por el cual transitar. Aristóteles
finaliza entonces esta idea diciendo que “el
bien de cada cosa es aquello que la
preserva”. De aquí se deduce que el
VI
pensamiento de Platón al buscar el bien de
la ciudad, es imposible, ya que alcanzando
el que propone, se estaría poniendo fin al
elemento principal y eso, en sí, no puede
ser bueno.
Otra de las críticas que Aristóteles escribe
en torno al “todo común” que describe
Platón en su libro “La República”, es la
falsedad que se imprime en las posesiones.
Nunca podrá lograrse que todos sean hijos
de todos y todas mujeres de todos, pues
será inevitable pensar que se es mas de
nadie que de otro, y en una posesión común
no se podrá aceptar tal cosa. No será
posible que todo sea lo mismo, ya que en el
momento en que un nuevo niño nace, se
razonará en torno al parecido con su padre
y eso no se igualará a cualquier otro
habitante de esa ciudad. Entonces
Aristóteles rechaza aquella idea propuesta
por no ser posibles jamas. Pero no pienso
que haya que tomarlo de tal manera. El
hecho de que todos sean hermanos entre si,
implica el camino de unidad del que se
hablaba antes. Es una manera de igualarse
todos con todos al punto de llegar a
definirlo de esa manera. Aristóteles
contempla la violencia que se produce en la
relación sexual entre familiares (como

VII
podría ser la de un padre con un hijo) pero
solo lo usa para rechazar una vez más el
todo común, y no observa la verdadera
esencia de todo eso.
En cuanto a los bienes comunes (donde no
se evalúan los lazos familiares y afectivos),
Aristóteles también hace su crítica a “La
República”. Él opina que debe haber bienes
privados, así como comunes, pero que
éstos últimos se verán relacionados con los
lazos de amistad, ya que siempre será
agradable proveerle a un amigo de algo que
necesita. Entonces observa que es
necesaria la propiedad privada para que
exista la generosidad. Esto lo justifica
diciendo que si es cierto que todo es
común, en ningún momento estaría siendo
posible ser generoso, ya que la generosidad
se demuestra en el momento de ceder y tal
acción no existe en el concepto de que
todos tengan lo mismo. Además, apoya su
teoría valorando la abstinencia a la mujer
del prójimo y escribe que esa noble actitud
se perdería en el momento en que momento
en que todas sean mujeres de todos. Yo no
comparto estos pensamientos con
Aristóteles. Si por naturaleza, tal como
defiende él muchas veces, todos somos
iguales, entonces por naturaleza todos

VIII
merecemos lo mismo. Y allí mismo ya se
está encontrando la generosidad. La actitud
de compartir todo, es mucho más generosa
que a la que apunta el autor de “La Política”.
Por otro lado creo que si fuera posible que
todo sea común, se alcanzaría un mayor
bienestar a que si no lo fuera. Por lo tanto,
sería más satisfactorio que si todos lo
merecen, todos lo tengan a que a veces,
alguien con una propiedad privada, se digne
a ceder produciendo así un acto de
generosidad. Y si lo que se busca es el bien,
entonces creo que es más importante que
todos puedan poseer todo a que exista ese
tipo de generosidad de la que él habla.
Además se comprueba una y otra vez que
los hombres no demuestran abstenerse a la
mujer del prójimo cuando tienen la
oportunidad de ser su amante y que si así
fuera, sería solo absteniéndose de la de los
amigos. Por lo tanto queda comprobado que
no depende de la posesión común de todas
las mujeres el hecho de que dos hombres
tengan relaciones sexuales con la misma.
Aristóteles reprueba finalmente la ciudad
propuesta por Platón. En “La Republica”, se
postula una ciudad dividida entre dos
grupos: los campesinos por un lado y los
guerreros defensores y entre estos, los que

IX
deliberan y los que ejercen poder soberano
en la ciudad por otro. De allí critica que al
haber descrito ese modelo, no se han tenido
en cuenta otros temas. Por ejemplo, no cree
que se haya contemplado si ese grupo de
campesinos o artesanos participarían en
magistraturas o en las guerras. Sobre este
sistema, Aristóteles propone que se han
aplicado elementos de tiranía y demagogia y
un intermedio entre oligarquía y
democracia. De allí dice que se formaría un
círculo vicioso por darle un mejor lugar a
los más ricos siendo que deben, por
ejemplo, concurrir a la Asamblea y elegir los
magistrados y a los que pagan más en el
poder y a su vez muchos pobres se
abstendrían a votar, porque no verse
obligados a hacerlo.
La ciudad ideal
Aristóteles escribe su opinión sobre la
mejor ciudad. Dice que “el fin de la ciudad
es, entonces, el bien vivir” y que “es la
comunidad de familias y de aldeas para una
vida perfecta y autosuficiente”. Aclara que
no es posible una ciudad en donde no se
viva en conjunto (es decir, no puede existir
ciudad en un lugar en donde sus habitantes
viven separados y siquiera “infieren
muchos daños en sus intercambios”). Dice
X
que no sería posible si simplemente se
compartiera cosa tal como la alianza militar
(anteriormente aclara que en los grupos
militares la pluralidad consiste en la
cantidad, pero que en una ciudad la
pluralidad significa muchos habitantes
diferentes y no una pluralidad de seres
iguales). Asimismo, postula una teoría
sobre la diferencia entre un buen ciudadano
y un hombre bueno. Es posible que por el
régimen político establecido se llegue a ser
un buen ciudadano, pero dadas las
diferencias entre los habitantes, ser un buen
ciudadano no significa ser un hombre de
bien. Pero talvez lo importante no es que ser
en sí mismo, sino cómo ser para lograr
entre todos el bien vivir.
Las desviaciones políticas
Aristóteles dice que “un régimen político es
un ordenamiento de todas las magistraturas
de la ciudad y especialmente de la que
detenta el poder soberano”. A partir de ahí
nombra dos regímenes: la oligarquía y la
democracia. En el primer modelo gobierna
una minoría (la más rica) y en el segundo, el
soberano es el pueblo. A partir de ahí,
propone su idea para el mejor gobierno, un
gobierno que genere ese bien vivir del
principio. Este debe provenir de la clase
XI
media, al ser esa quien menos ambición
tiene por el gobierno. De allí vendría una
mezcla de la oligarquía y la democracia.
Pero estos regímenes son llamados por él
“desviaciones”. Una desviación, es aquello
que “persigue el interés particular, sea de
un único individuo o de la masa de los
ciudadanos”. Por ejemplo, en el caso de la
oligarquía, la desviación se encuentra en
seguir el interés de los ricos, y en la
democracia, el de los pobres. Pero habiendo
dicho ya que en la democracia el soberano
es el pueblo, creo que no hay manera de
comenzar por algo más justo que eso y
tampoco entiendo cómo piensa él sostener
esas ideas. Siendo la dificultad que significa
poseer un modelo para todos y no
discriminatorio para nadie, se torna
entonces dificultoso no solo dejar la
democracia, sino intentar otro prototipo sin
adentrar en peores complicaciones. En mi
opinión hay que valorar la democracia que
ahora tenemos, no solamente por el
sangriento pasado de nuestro país causado
por un gobierno peor que la democracia -
que fue la dictadura- y el miedo que
significaría no tenerla. Sino porque significa
que a pesar de ir de mal en peor, algo se
está moviendo en el mundo, una libertad
que de cierta manera está funcionando y
XII
que promete un equilibrio valorable. Un
régimen que, dentro de todo, es el menos
peor.

XIII
METODOLOGÍA
EN EL PRESENTE TRABAJO
UTILIZAMOS EL METODO ANALITICO
POR QUE REALIZAMOS UN EXAMEN
PROFUNDO SOBRE EL TEMA QUE SE
ESTA TRATANDO Y LAS ETAPAS QUE
PASO ARISTOTELES TRAS LA
CREACION DE SU LIBRO “LA
POLÍTICA” Y LAS CRITICAS QUE
RECIBIO EL MISMO

XIV
CONCLUSIONES
En conclusión, Aristóteles sabe ordenar sus
ideas y justificarlas, puesto que sabe cómo
y hacia dónde dirigirse. No obstante, por su
contenido, a veces parecen ser muy débiles
y muy fáciles de refutar si se lo hace con
otro filósofo habilidoso como lo es Platón.
En sus críticas hacia él, a veces descuida
algunos conceptos y rechaza ideas
innecesariamente. En mi opinión, no sería
un avance pensar en alguien como
Aristóteles para razonar sobre un nuevo
régimen político, sino que se estaría
retrocediendo un paso más y eso, a mí, me
da miedo.

XV
ANEXOS

XVI
XVII
BIBLIOGRAFIA

 Aristóteles. “La política”, 1era edición.,


traducción María Isabel Santa Cruz y María
Inés Crespo, Buenos Aires: Losada, 2005.
 Platón. “La Republica”, 1era edición,
traducción María Divenosa y Claudia
Mársico, Buenos Aires: Losada 2005.

XVIII

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